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LA NEGATIVA A CONTINUAR EL
TRATAMIENTO ¿CREEN QUE ES
POR DIFICULTADES DEL PACIENTE
O DEL TERAPEUTA?
“La responsabilidad del terapeuta es funcionar
como persona, esto es, conservarse básicamente
humano. Este es su triunfo” (Minuchin, S y
Nichols, M. P. año 1993).
• “Las dificultades en las familias de origen de los mismos terapeutas,
que están, a menudo, en la base de su elección vocacional, hacen que
haya también una reticencia y un temor, a veces racionalizado, de
sumergirse demasiado profundamente en las complejidades de los
sistemas familiares disfuncionales. Al doble mensaje de la familia del
terapeuta: «Infórmate bien para poder resolver nuestras dificultades
psicológicas, aun cuando con nosotros no podrás», sigue el doble
menaje de las familias de los pacientes: «Alívianos de nuestros
sufrimientos, pero sin cambiarnos». Al desafío existencial del primer
doble mensaje se sobrepone el desafío técnico del segundo.”
(Canevaro, 1994)
• El terapeuta se asume como responsable por ‘acoger’ la historia que le
ha sido narrada; y es allí donde el sistema familiar, o quien consulta,
válida y reflexiona directamente lo que le puede llegar a generar aquel
que le está escuchando. (Rodríguez, 2016, p. 39)
• Como en la terapia, el proceso de formación transcurre en una
dimensión temporal, en un encuentro de temporalidades de quienes
emprenden el viaje que invita al reconocimiento de otros y lleva al
encuentro consigo mismo. ¿Qué puede ser más exigente?
• Para el consultante como para el mismo terapeuta. En los orígenes del enfoque
sistémico, como lo mencionan Orellana et al. (2016), se evidenciaron posturas
opuestas en torno al valor que revestía el que los terapeutas echaran mano de sus
propias emociones para el análisis de lo que le ocurría a las familias. No obstante,
se resaltan autores pioneros en este enfoque como Murray Bowen (como se citó
en Zapata, 2012), quien llevó a cabo un trabajo directo con las familias de origen
de los consultantes y de los terapeutas a los que formaba, e hizo énfasis en la
relevancia que tiene la diferenciación del sí mismo en la familia de origen.
• Zapata (2012) revisar el origen de los vínculos emocionales dentro de las familias
permite al terapeuta hacer consciencia de sus puntos ciegos, o como lo nombra
Maturana (como se citó en Zapata, 2012) contrarrestar la ceguera cognitiva, o al
menos hacerla más visible para diferenciar las resonancias que provoca la historia
de la familia atendida, en la historia de la familia del terapeuta.
• Todos poseemos una narración interna acerca de nuestra familia. Más o menos
rígida esta historia nos acompaña en la vida y condiciona, en la práctica, acciones
e interacciones, impregnando de significado las cosas y ayudando a construir
cotidianamente la experiencia de la realidad.
• El conocimiento no es una copia de la realidad, sino una construcción del ser
humano, esta construcción se realiza con los esquemas que la persona ya posee
(conocimientos previos), o sea con lo que ya construyó en su relación con el
medio que lo rodea. En este sentido, el proceso de obtención de conocimiento no
guarda relación directa con una realidad ontológica, sino que dicho proceso
construye la realidad observada. Está centrado en la persona, concibe que ella,
partiendo de sus experiencias previas y en interacción con otras, construye nuevos
conocimientos respecto a un objeto, siempre y cuando se trate de algo
significativo.
LA ELECCIÓN VOCACIONAL Y LA FORMACIÓN DE LA
IDENTIDAD DEL TERAPEUTA, LA FAMILIA DE ORIGEN
IDENTIDAD ORGANIZACIÓN
NARRATIVA MITOLOGÍA
EL GENOGRAMA DEL TERAPEUTA
FAMILIA
CONSTITUIDA
Gabriela Mistral
Etapas de la pareja
1.- La atracción.
2.- El enamoramiento.
3.- La simbiosis.
4.- El desencanto
5.- La lucha de poder.
6.- Emancipación conyugal
7.- El reencuentro.
DESARROLLAR CUESTIONARIO DEL
SELF DEL TERAPEUTA
En palabras de Elkaim (1995):
“Se vuelve imposible de describir una situación terapéutica cualquiera
sin aceptar que se está incluido en ella; lo que sucede en esta situación
es siempre circular, y construyo lo que digo de una familia mientras ella
misma me construye, en el mismo proceso”.
El impacto de la práctica sobre el terapeuta y su vida privada
1
Self personal y
self profesional
2Trabajo con la
persona del terapeuta
Paciente
Equipo reflexivo
• Proceso deformativo
Imposibilidad de
transmitir
Reformulación,
Deconstrucción
invención constante
Escenario para
el desarrollo de
competencias
Proceso personales y
generativo profesionales
transformador
(vital)
Espacio clínico-
formativo
• M. Selvini (2004) en su libro Reinventar la Psicoterapia, a propósito
de la formación personal del terapeuta escribe: “Estamos probando
llevar directamente a estos grupos el punto de vista de los mismos
familiares superando una limitación de fondo de la actual formación
relacional: aquella de pedirles a los pacientes lo que nosotros mismos
nunca hemos experimentado”.
DESARROLLAR CUESTIONARIO DEL
SELF DEL TERAPEUTA
Los procesos de entrenamiento
• Los procesos de entrenamiento, aunque presentan diferencias, de acuerdo con las
directrices particulares que toma cada modelo y al énfasis respecto a las ideas de la
configuración de los problemas o el cambio, coinciden en mayor o menor medida en
destacar la importancia que cobra la fundamentación epistemológica, teórica y
conceptual, la metodología y técnicas que se conjugan con las habilidades hacia la
comprensión del self del terapeuta
• Ceberio, Moreno y Des Champs (2000): “El proceso de formación debe entenderse como
un aprendizaje dinámico que amalgame epistemología, teoría, técnica y práctica de
manera recursiva” . Al respecto, también Góngora y Sánchez (1996) plantean que, a la
hora de abordar el tema de entrenamiento de terapeutas, la generalidad de la literatura
distingue entre “habilidades conceptuales, de observación y ejecutivas” , las cuales se
refieren al marco teórico, la identificación y la descripción de los aciertos en la
entrevista y las habilidades implicadas en la preparación y realización de esta
CAPACIDADES FUNDAMENTALES
• En el quehacer del terapeuta familiar existen dos capacidades fundamentales y
complementarias:
• La capacidad operativa: se refiere a la fe en sí mismo, la claridad, la facultad de
llevar a cabo un buen joining, y la posibilidad de una adecuada estimulación de la
interacción.
• La capacidad relacional: trata de la empatía, del humor, de la calidez, y de la
integración afectivo comportamental (…). Ambas capacidades se articulan
determinando una adecuada interacción entre el self profesional y el self personal
del terapeuta.
• Para optar por el título de Especialista en Terapia Familiar y se fundamenta en
tres pilares antes mencionados: epistemología, metodología y self del
terapeuta; todos en el marco de un ejercicio ético que implica el
reconocimiento de elementos personales, culturales y contextuales que se
cruzan entre encuentros dialógicos, en donde los discursos, los razonamientos
y los actos son analizados en correspondencia con la consciencia de sí y del
otro; en palabras de Maturana (1990), como un legítimo otro.
• Mirarse a sí mismo en relación con otros, disponerse al encuentro humano
emocional e intelectualmente: conversar, reflexionar y recrear actividades
complejas que, en una u otra forma, remiten a la noción de autorreferencia, la
cual implica una postura epistemológica referida al proceso recursivo de
observar las observaciones.
La intervención en terapia familiar, se considera que el terapeuta durante el proceso de
formación y particularmente en el entrenamiento, debe abordar los siguientes asuntos de
manera articulada y recurrente:
• 1. Autodescubrimiento
• 2. Aprehensión de conocimiento
• 3. Práctica supervisada
El self del terapeuta
• El hombre es un sujeto en permanente construcción de sí mismo que
aporta a los otros desde sus experiencias existenciales que marcan una
identidad y una forma de relación única y diferencial (Pardo como se
citó en Giraldo y Rodríguez, 2016)
• Este interés tiene una génesis arraigada en la antigua cultura griega.
Foucault (1987) explica que la inquietud de sí, propia de las
significaciones iniciales otorgadas por Sócrates, da lugar a lo que se
conoce posteriormente como cultivo de sí.
• Foucault (1987) continúa diciendo que la intensidad de relaciones con
uno mismo implica estar atento a las “formas en las que se ve uno
llamado a tomarse a sí mismo como objeto de conocimiento y campo
de acción, a fin de transformarse, de corregirse, de purificarse, de
construir la propia salvación.
• Algo significativo a la hora de pensar en la formación de terapeutas
familiares sistémicos es reconocer que el arte de hacer terapia, como
algunos han denominado a esta praxis, se lleva a cabo cual tejido de
filigrana, es decir, con la paciencia, la pericia y la aceptación de que tal
propósito requiere humildad y tiempo para lograr hacerse avezado en
ésta. Teoría y práctica cobran vida en la persona del terapeuta, quien
con su self hace de cada encuentro una construcción nueva para sí
mismo, una resignificación de su propia historia.
El self personal
• Es alimentado por dos fuentes diversas: la familia de origen y la
familia actual. Obviamente con el paso del tiempo el peso de la familia
de origen en los incidentes evolutivos cede el paso al predominio de la
familia actual. No obstante la impronta de la familia de origen queda
inscripta en la personalidad del terapeuta y hace sentir su influencia
tanto en la vida privada como profesional.
El self profesional
• Shadley es la superposición de dos sistemas relacionales afines: la red relacional profesional y la
red de los pacientes.
• En la red profesional interviene al comienzo el sistema relacional del training, que en los primeros
anos de formación asume un rol fundamental con sus implícitas valencias terapéuticas a los que se
agrega más tarde, la relación con los colegas y la fijación con las escuelas terapéuticas y las
asociaciones científicas.
• La red relacional de los pacientes es campo de expresión y de confirmación de nuestras
capacidades profesionales, y fuente de gratificación narcisística, consolidación de la identidad y
bienestar económico. El equilibrio dinámico y la armonía de los sistemas descriptos sostienen la
salud psicológica y somática del terapeuta y su idoneidad profesional.
Funciones del estilo personal del terapeuta
• 1. Instruccional. Instalación y ajuste del dispositivo terapéutico. Los terapeutas fluctúan entre
RÍGIDOS y FLEXIBLES
• 2. Atencional. Selección de los elementos necesarios para avanzar en el trabajo terapéutico. Los
terapeutas fluctúan entre ACTIVOS y RECEPTIVOS.
• 3. Expresiva. Manera de relacionarse afectivamente con el paciente. Los terapeutas fluctúan entre
PRÓXIMOS y DISTANTES.
• 4. Operacional. Modo de cumplimiento de las tareas.
• 5. Evaluativa. Juicio sobre el modo en que se logran los objetivos. Los terapeutas fluctúan entre
ESTIMULADORES (dirigidos al resultado) y CRÍTICOS (dirigidos a la comprensión).
• 6. Involucración (Compromiso). Modo en que el terapeuta se involucra en su tarea. Los terapeutas
fluctúan entre MUY COMPROMETIDOS Y POCO COMPROMETIDOS.
EL RECURSO DE LAS EMOCIONES
Ceberio y Linares (2005):
“Los planos cognitivo, emocional y pragmático pueden ser considerados
los ejes que enmarcan la vida relacional humana y, por tanto, también la
psicoterapia. Ejes que se sinergizan, se potencian y se entrelazan de
acuerdo a las circunstancias que se construyan, pero estando siempre los
tres presentes”.
En la construcción de esta relación hay que contemplar aspectos
fundamentales como
-El vínculo
-El clima que se genere
-La confianza
-La empatía
-La definición de la relación
HERRAMIENTAS DEL TERAPEUTA
• Formación
• Supervisión
• Trabajo en equipo y/o co-terapia
• Autobservación y autorreflexión
• Uso estratégico de las emociones
• Autocuidado
Formación:
La neutralidad
La equidistancia
La metacomunicación
El lenguaje analógico
Autocuidado:
M. García Barbero
“La psicoterapia como todo arte se aprende
haciendo y no sabiendo”
“La relación es lo que cura.” Irving Yallon
1. Facilitar el desarrollo de habilidades clínicas de los terapeutas en
formación bajo el enfoque sistémico, a partir del uso de un método de
observación que les permitan sistematizar y evaluar su práctica en
contextos clínicos. Dicho método se propone como una herramienta
para:
a) Identificar las intervenciones repetitivas y propias del estilo del
terapeuta, es decir, su perfil de competencias profesionales.
b) Generar un autoconocimiento que permita al terapeuta verse en
interacción con los clientes.
c) Conocer hasta que punto el terapeuta utiliza metodologías de
intervención acorde al modelo de Terapia Familiar Sistémica.
Una buena salud mental por parte del terapeuta va asociada a mejores
resultados del tratamiento.
• Experiencia vital
Una amplia experiencia vital, ya sea por experiencia directa o vicaria,
facilita la comprensión de los sentimientos y vivencias de los pacientes
y la búsqueda de soluciones a los problemas de estos.
• Conocimiento de contextos socioculturales diversos
Conviene que el terapeuta conozca las normas y valores de los contextos
socioculturales de sus pacientes, ya que pueden influir en los problemas
de estos o en la fijación de los objetivos terapéuticos.
• Flexibilidad
Por ejemplo
-La confidencialidad (con las excepciones de maltrato a menores o
peligro del cliente para sí mismo u otros)
-La derivación del paciente cuando se carece de habilidad en la
problemática de mismo,
UNIDAD I
SESIÓN III
LO NO RESUELTO EN EL TERAPEUTA
Y ESTRATEGIAS PARA SU MANEJO
Dificultades por parte del terapeuta
- El terapeuta etiqueta a un cliente como difícil en vez de ver la situación como un problema a
resolver
- El terapeuta experimenta intensas reacciones emocionales (atracción, enfado, ansiedad o
abatimiento) en respuesta a su interacción con el cliente
- El terapeuta presenta o ha presentado el mismo problema por el que consulta el cliente
- El terapeuta queda bloqueado en un momento dado, no sabe cómo seguir.
- El terapeuta tiene problemas con relación a los silencios del cliente
- El terapeuta está preocupado por su propia competencia
- El terapeuta busca ser apreciado por el cliente, lo cual le lleva a anteponer sus necesidades
DESGASTE POR EMPATÍA (Compassion
fatigue)
“Quien da luz debe soportar las quemaduras”.
Víctor Frankl
Trabajo corporal y de
Recursividad
Emociones
En la identidad del terapeuta se articulan el self personal,
alimentado por la familia de origen y la familia actual, cuya
influencia queda impresa en su personalidad, y el self
profesional, donde se superponen la red profesional
(compañeros, colegas...) y la red de los pacientes.
Onnis, Mari y Menenti (2010) consideran que el trabajo sobre la persona del
terapeuta debe desarrollarse dentro del proceso formativo y distinguen cuatro
niveles:
• El trabajo sobre la familia de origen del alumno;
• El análisis de las dinámicas interpersonales dentro del grupo en formación;
• El trabajo sobre el alumno por medio de la supervisión directa;
• El trabajo sobre el alumno por medio de la supervisión indirecta.
La F.O. es por cada uno de nosotros el modelo de referencia y por esta razón es al mismo
tiempo hándicap y recurso (Andolfi, 1985). Hándicap porque puede ser obstáculo para
entender la realidad. Nuestro modelo familiar se interpone como un diafragma, entre el
terapeuta y los pacientes. Es como una lente por la que miramos a los demás. Está lente
tienen una coloración que se ha ido formando a lo largo de los años debido a las
experiencias vividas con la familia: las relaciones entre los padres, la nuestra con cada uno
de ellos y las con los hermanos/as
HERRAMIENTAS PARA AFRONTAR EL VIAJE
No hay terapia que no sea también formación, no hay formación que no sea también terapia.
(Vasso Vassiliou, citado en Polychron et al, 2010,
Mastropaolo (2010) considera que formar no es enseñar técnicas, sino provocar un cambio en cada alumno,
en su manera de pensar, de ser y de leer las situaciones. Con esta premisa el terapeuta viene definido como
alguien que tiene un substrato cultural, una epistemología de referencia que le permite trabajar con la familia
para que el proceso de cambio aparezca en ellos mismos y en sus intervenciones.
Genograma
GENOGRAMA
• Es una herramienta apta en todas las escuelas de formación sistémica,
aunque la modalidad de aplicación puede cambiar mucho. Onnis, Mari
y Menenti (2010) consideran que el uso más útil y profundo de esto
instrumento se alcanza cuando se experimenta en el grupo de
formación, donde la participación de cada uno permite que se
comparta con una profunda intensidad emocional la historia de cada
uno. Estos tres autores retoman el pensamiento.
Genograma paisajístico
• Se invitan los alumnos a dejar que la creatividad fluya, a representar gráficamente lo
que quieren decir sobre la historia de su familia, a describirse y describir su familia
sobre un gran folio de papel. Se le pregunta: ¿qué queréis compartir hoy de vosotros
mismo y de vuestra familia?, dejando la máxima libertad de expresión y
considerando que la representación gráfica favorece la espontaneidad.
• Se les deja un tiempo, aproximadamente veinte minutos, para que cada uno
represente lo que surja en el momento, produciendo su fresco personal. Habrá quien
utilice un texto escrito, unos subrayados, recortes de revistas, flechas, etc. Son los
alumnos mismos a elegir. Emerge así un conjunto que forma una especie de paisaje
de la historia familiar. Con lo que se produce, cada uno expresa algo de sus vivencias
personales y ésto aporta un material muy variado donde se puede elegir subrayar las
singularidades de cada uno o acentuar las similitudes y elaborar unas construcciones
reciprocas.
• Los autores resumen los objetivos generales del genograma paisajístico de esta
manera:
• Releer la historia familiar desde una nueva prospectiva;
• Aclarar las reconstrucciones que desarrollamos sobre nuestra historia;
• Favorecer que el contexto creado abra nuevas posibilidades de re-lecturas y
redefiniciones relacionales.
Genograma fotográfico
• Observar una o más fotos permite abrir un proceso que junta el
presente, los recuerdos y fantasías para dar forma a las intenciones del
observador. Podemos decir que la narración tienen la fuerza para
revelar al individuo aspectos de su existencia que hasta aquel
momento se quedaban sin palabras para expresarlos.
• No existe una estructura ideal o un esquema predeterminado para
organizar el trabajo, sino es la experiencia emocionalmente connotada
y evocada que dirige el recorrido, desde el momento de elección de las
fotos que se desean llevar.
Escultura
• Ver una relación puede impactar mucho más que escuchar su
descripción, un momento para facilitar la evocación de los
sentimientos. (C. Bogliolo, 2012
• Definida por Población y López (1991) como: “expresión plástica
simbólica de la estructura vincular de un sistema, mediante la
instrumentalización de los cuerpos de los elementos de dicho sistema”.
• Maturana y Varela, ve en la representación espacial la posibilidad que
el ambiente deje de ser un lugar denso de informaciones, para acabar
siendo lugar de encuentro, de posibilidades y oportunidades diferentes
y para experimentar.
Escultura
• De Santis (citado en Bogliolo 2012) divide el proceso en cinco fases:
• 1. Introducción. Presentación del genograma.
• 2. Ejecución. El alumno que va a esculpir su F.O. elige entre sus compañeros los que
personificarán los miembros de su familia, incluido el mismo, y les facilita instrucciones sobre la
posición, mirada, etc.
• 3. Observación (flash). Durante un minuto la escultura se queda inmóvil, en silencio.
• 4. Interpretación. Primero los actores y después los observadores, expresan las emociones vividas,
las fantasías y vivencias experimentadoras, junto con el “discurso interior”, y dan su interpretación
de la experiencia.
• 5. Discusión. El escultor comenta su “obra” y hay la discusión general.
Escudo de la familia de origen
• El escudo familiar es otra técnica que se inserta entre las herramientas
para el manejo de la resonancia del terapeuta en su trabajo con
familias.
• Ceberio (2004) centra su atención en los mitos, lemas, valores, etc.
que contribuyen a que el sistema familiar se amalgame a pesar de las
diferencias de cada uno de los miembros.
Encuentro con la familia de origen
• Regresar para poder permanecer fuera. (M. Bowen, 1979
• El primer tiempo es dedicado a que el alumno reflexione y comparta con los demás dos preguntas: qué
aspecto especial quiere que emerja de todas maneras durante el encuentro y si hay un tema que no
quiere que se explore.
• El segundo tiempo puede ser dividido en tres momentos:
Presentación de la familia al grupo que sucesivamente seguirá el encuentro detrás del espejo
unidireccional.
El encuentro con la familia.
Grupo y familia se vuelven a encontrar para intercambiar observaciones y despedirse. Casi siempre las
observaciones de los compañeros se refieren a las resonancias que los han acompañado detrás del
espejo respecto a su familia
• El tercer tiempo es dedicado a reflexionar sobre la experiencia vivida y cada uno restituye a su
compañero/a las observaciones, emociones consideraciones que cree puedan ser compartidas en aquel
momento.