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Este documento presenta 10 hábitos de organización personal que pueden ayudar a mejorar la productividad. Estos incluyen mantener una alimentación saludable, trabajar en bloques de tiempo fijos, no practicar la multitarea, desglosar tareas complejas en subtareas más pequeñas, ejecutar tareas sencillas en lotes, usar mapas mentales para planificar el trabajo, eliminar distracciones antes de empezar, definir valores y misión personal, establecer objetivos concretos y revisar los objetivos periódicamente.
Este documento presenta 10 hábitos de organización personal que pueden ayudar a mejorar la productividad. Estos incluyen mantener una alimentación saludable, trabajar en bloques de tiempo fijos, no practicar la multitarea, desglosar tareas complejas en subtareas más pequeñas, ejecutar tareas sencillas en lotes, usar mapas mentales para planificar el trabajo, eliminar distracciones antes de empezar, definir valores y misión personal, establecer objetivos concretos y revisar los objetivos periódicamente.
Este documento presenta 10 hábitos de organización personal que pueden ayudar a mejorar la productividad. Estos incluyen mantener una alimentación saludable, trabajar en bloques de tiempo fijos, no practicar la multitarea, desglosar tareas complejas en subtareas más pequeñas, ejecutar tareas sencillas en lotes, usar mapas mentales para planificar el trabajo, eliminar distracciones antes de empezar, definir valores y misión personal, establecer objetivos concretos y revisar los objetivos periódicamente.
se repite en el tiempo de modo sistemático LOS HÁBITOS PUEDEN SER: HABITOS MALOS HABITOS BUENOS 1. Alimentación saludable Junto con el descanso y el ejercicio, la alimentación es el tercer factor para que nuestro cuerpo y mente puedan funcionar al 100%. En realidad es muy simple: mantener una dieta equilibrada; alimentarse moderadamente a horas regulares; y evitar los alimentos demasiado procesados. 2. Trabajar en bloques de tiempos fijos Distribuir tareas de alto impacto y gran concentración en bloques de tiempo de entre una y dos horas, si parece demasiado, se puede intentar combinar con la Técnica del Pomodoro .
Entre bloque y bloque de 25 minutos se hacen
descansos de 10 minutos, y se intercalan pequeñas sesiones de tareas que requieran un nivel de energía bajo, como llamadas telefónicas o archivar papeles. 3. No practicar la multitarea Nunca tratar de hacer más de una cosa al mismo tiempo, salvo que sean actividades que requieran muy poca concentración. Las tareas pesadas requieren de al menos 20 minutos para que alcancemos el modo de trabajo a pleno rendimiento. Así que interrumpirlas para hacer otra cosa tiene un alto costo en términos de tiempo, justo lo contrario de lo que se pretende conseguir con la multitarea. 4. Desglosar las tareas complejas en subtareas Si alguna tarea es demasiado compleja como para abordarla en bloques de tiempos fijos, hacer primero un desglose en tareas más pequeñas. 5. Ejecutar las tareas sencillas en lotes Para aprovechar los modos de trabajo, se procura ejecutar todas las actividades “ligeras” del mismo tipo en un mismo lote. Por ejemplo, fijar un momento del día para hacer todas las llamadas telefónicas, y otro para archivar papeles. De esa forma, se puede utilizar el principio de los bloques de trabajo de 1-2 horas, y se beneficiara del “modo a pleno rendimiento” a los 20 minutos o incluso menos de haber empezado la actividad. 6. Utilizar mapas mentales para planificar el trabajo Los mapas mentales son una forma ideal para organizar ideas de forma natural. Gracias a los mapas mentales se puede estructurar todo tipo de información aprovechando al máximo la creatividad del cerebro. 7. Eliminar las distracciones antes de empezar Uno de los grandes enemigos de la autorganización son las interrupciones, ya que impiden trabajar por lotes y alcanzar el “modo a pleno rendimiento”. Algunas interrupciones son inevitables pero muchas sí se pueden controlar.
Cerrar el programa de correo, el navegador,
apagar el teléfono móvil, y si es necesario, encerrarse en una sala durante 1-2 horas. Vera cómo aumenta la productividad. 8. Definir valores y misión personal La autoorganización eficaz no es cuestión de hacer mucho en poco tiempo, sino de hacer lo que realmente aporta valor, lo que importa. Y difícilmente se podrá saber qué es lo que importa si no se tiene claro los valores y misiones personales. A partir de ellos se inicia a orientar la vida, creando objetivos a mediano y largo plazo. 9. Define objetivos El hecho de querer algo no lo convierte en un objetivo. Un objetivo debe ser concreto, medible, significar algo. También debe ser alcanzable y estar limitado en el tiempo. 10. Revisa los objetivos periódicamente Con el tiempo todos evolucionamos y cambiamos y con ello también lo hacen los objetivos. Se deben revisar con frecuencia para asegurar de que todavía son vigentes, o se termina recorriendo un camino que no es el que se quería.