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EMESISGRAVIDICA

EMESIS GRAVIDICA
DEFINICION
Se denomina emesis gravídica a las náuseas y
vómitos que presentan algunas mujeres cuando
están embarazadas. Su alta incidencia, de hasta
un 85%, hace que sea un tema de especial
relevancia en el abordaje de la sintomatología
propia del embarazo.
Debemos recalcar que estos vómitos, aunque
suelen resultar molestos para la mujer que los
padece, no tienen ninguna repercusión fetal.
Características
1. En la emesis gravídica, los vómitos son alimenticios, y son precedidos por náuseas.
2. La ingesta de alimentos o ciertos olores, así como un estado de hipoglucemia, pueden
propiciar la aparición de estas náuseas.
3. Los vómitos son más frecuentes durante el primer trimestre de embarazo, de
predominio matutino y no afectan al estado general de la mujer.

4. La forma severa de este cuadro, lo constituye la hiperémesis gravídica (presente en el


0.3-2% de los casos). En esta situación, los vómitos son excesivos, constantes e
incoercibles, pudiendo producir una pérdida de peso considerable, así como alteraciones
hidroelectrolíticas y/o cetonuria. La gravedad del cuadro, puede requerir el ingreso de la
gestante para tratamiento farmacológico y reposición hidroelectrolítica.
Fisiopatología
No se conoce con exactitud la causa de la emesis gravídica. Se cree que las modificaciones físicas y
psicológicas que tienen lugar en la mujer embarazada pueden desencadenar su aparición.
a) Factores psicológicos: Clásicamente, se ha considerado que los factores psicológicos debían tener
un papel fundamental en su génesis. Se ha pensado que el miedo al embarazo, parto y/o a la
maternidad y el cuidado del recién nacido, así como un rechazo inconsciente al embarazo, podían ser
los causantes de los vómitos. Esta teoría justificaría el hecho de que las mujeres con embarazos no
deseados y las que tienen antecedentes de conflictos familiares, padezcan en mayor proporción
emesis gravídica.
b) Factores hormonales: Actualmente cobra más fuerza la teoría hormonal, ya que diversos estudios
han relacionado el aumento de la hormona HCG (gonadotropina coriónica humana) con la emesis
gravídica. Los niveles sanguíneos de HCG aumentan rápidamente durante las primeras semanas de
gestación, alcanzando su pico máximo hacia la 10ª semana, para descender posteriormente. Esta
elevación de HCG, coincide en el tiempo con la máxima frecuencia de aparición de los vómitos. Este
hecho explicaría por qué en las situaciones en las que los niveles de HCG son superiores (embarazos
múltiples, enfermedad trofoblástica gestacional…), la emesis gravídica se presenta con mayor
frecuencia.
Cuadro clínico (signos y síntomas)
•Deshidratacion
•Aturdimiento ligero
•Fatiga o trastorno hidroelectrico
•Nauseas o vomitos
•Ansiedad
•Perdida de peso
•Salivacion excesiva
Recomendaciones
Estas sencillas pautas higiénico-dietéticas, pueden ayudar a la gestante a aliviar las molestias:

• Para facilitar la digestión y evitar la hipoglucemia, conviene realizar 5 ó 6 comidas al día, de pequeño
volumen.
• Comer despacio, masticando bien los alimentos.
• Se debe aumentar la ingesta de carbohidratos (arroz, pan, pasta…), proteínas (carne, pescado, huevos…),
frutas y verduras.
• Evitar los alimentos ricos en grasas (fritos, rebozados…), que hacen la digestión más lenta y provocan
pesadez.
• Comer alimentos cocinados al vapor, a la plancha o al horno.
• En general, los alimentos fríos o a temperatura ambiente sientan mejor que los alimentos muy
calientes. Los sólidos a su vez, sientan mejor que los líquidos.
• Si las náuseas se producen por la mañana, nada mas despertarse, comer algún alimento sólido
antes de levantarse de la cama (galletas, pan, tortitas de arroz…).
• Conviene reposar después de las comidas, pero no tumbada completamente.
• Beber líquido entre horas y a pequeños sorbos.
• Alejarse de los olores fuertes y de los que resulten desagradables.
• Evitar el consumo de tabaco.
• Vestir con ropa holgada, que no comprima el abdomen.
• Los vómitos y las náuseas producen fatiga, es conveniente el reposo físico y mental.
COMPLICACIONES
Se han descrito:
1. Síndrome de Mallory-Weiss (hematemesis asociada a vómitos)
2. Síndrome de Mendelson (neumonía por aspiración)
3. Síndrome de Boherhave (rotura esofágica por vómitos violentos)
4. Deshidratación y pérdida de secreciones gástricas con alcalosis metabólica
5. Encefalopatía de Wernicke-Korsakoff (patología neurológica grave e
irreversible, asociada habitualmente con el alcoholismo crónico; actualmente
es excepcional su relación con la hiperemesis gravídica) y complicaciones
neurológicas
6. Infiltración grasa en hígado y riñones
7. Hemorragia retiniana
8. Colestasis intrahepática en posteriores gestaciones
9. Rabdomiólisis
10. Vasoespasmo de arterias cerebrales
11. Neumomediastino, neumotórax y muerte materna en casos extremos
DIAGNOSTICO
El diagnóstico ofrece un primer planteamiento: constatar si los vómitos tienen una causa gravídica o no. Por lo
tanto el primer paso es establecer el diagnóstico de gestación y, una vez realizado, diferenciar entre una emesis
simple del embarazo y una hiperemesis gravídica . Mediante una buena anamnesis, una exploración física
cuidadosa y una analítica básica, podremos llegar al diagnóstico correcto en la mayoría de los casos. Así, es
también muy importante el diagnóstico diferencial con patologías propias del embarazo que producen vómitos
u otras enfermedades que, sin tener nada que ver con la gestación, cursan de igual modo con náuseas y
vómitos (Las pruebas complementarias que nos pueden ayudar son:
Pruebas de laboratorio: hemograma (hemoconcentración), pruebas de coagulación, ionograma (hiponatremia,
hipocaliemia, hipocloremia), proteínas totales (hipoproteinemia), pruebas de función hepática y pancreática3 ,
equilibrio ácido-base (alcalosis metabólica) y análisis de orina (cetonuria, elevación de la osmolaridad,
disminución del volumen urinario y del aclaramiento de creatinina). Es de mal pronóstico encontrar un
aumento en las cifras de nitrógeno ureico, creatinina, ácido úrico, urea, transaminasas y osmolaridad sérica; así
como la disminución de forma importante de la reserva alcalina, el sodio y el potasio. En casos graves se
debería solicitar la colaboración del nefrólogo.
Tratamiento
Las náuseas y los vómitos simples (emesis) no requieren, en principio, la derivación de la
gestante al especialista, salvo que no cedan o empeoren. Por ello, diferenciamos dos
situaciones: Formas leves o moderadas (tratamiento ambulatorio) Se debe comenzar, tras un
correcto diagnóstico diferencial, con unos consejos higiénico-dietéticos: reposo, fraccionamiento
de alimentos con comidas pequeñas y frecuentes, postura corporal, dieta rica en hidratos de
carbono y pobre en grasas, mejor alimentos sólidos y fríos (evitar en lo posible los líquidos y los
alimentos calientes), evitar condimentos, bebidas con gas, tabaco, alcohol, drogas y olores o
alimentos desencadenantes (alimentos fritos y grasientos). Es muy importante tranquilizar a la
paciente, explicándole que es un trastorno benigno y que suele cesar espontáneamente a partir
de la semana 12 de gestación. Asimismo puede ser necesario un apoyo psicológico.
TRATAMIENTO FARMACOLOGICO
Cuando las medidas anteriores no sean suficientes y para evitar la
progresión del cuadro, se aconseja tratamiento farmacológico con uno de
los siguientes medicamentos: succinato de doxilamina (generalmente dos
comprimidos al acostarse y uno al levantarse) o diciclomina (uno o dos
comprimidos antes de las comidas); es conveniente asociar suplementos
vitamínicos con piridoxina y tiamina. Si persiste el cuadro se puede
pautar: metoclopramida, 5-10 mg
antes de cada comida o sulpiride (acción antiemética, que actúa
directamente sobre el centro del vómito y sedante) una o dos cápsulas
antes de cada comida. En casos más graves, se puede optar por
administrar otros fármacos que parecen detener con rapidez los vómitos
en la embarazada: omeprazol (categoría C de la Food and Drug
Administration [FDA], 20 mg/día), ondansetrón (categoría B de la FDA, 8-
32 mg/día). Habitualmente una emesis simple suele responder a las
medidas higiénico-dietéticas, apoyo psicológico y tratamiento simple
farmacológico; si no cede a pesar del mismo, se debe derivar al
especialista.
CARACTERISTICAS DE LA
ALIMENTACION
CON RESPECTO A LOS LÍQUIDOS...
• Si tiene vómitos, es muy importante reponer el líquido que se está perdiendo, beba en
muy pequeñas cantidades: a sorbos pequeños o con una cuchara cada 10-15 minutos,
a lo largo de todo el día.
•Evite las bebidas con gas o irritantes (alcohol o cafeína), así como los zumos ácidos.
• Beba antes o después de las comidas, no durante las mismas, para evitar la sensación
de hinchazón y llenado.
• Se procurará que las bebidas sean frías o del tiempo y con poco olor (agua, infusiones
suaves, zumos no ácidos...)
CON RESPECTO A LAS COMIDAS...
• Haga varias comidas al día (al menos 6-7 tomas) siempre en cantidades pequeñas.
• Coma despacio, masticando muy bien los alimentos. Se recomienda beber y comer lentamente,
en un ambiente tranquilo, dedicando el tiempo necesario.
•Al principio, en lugar de comidas caldosas (sopas, leche, zumos,....), tome alimentos secos:
galletas, pan tostado, cereales de desayuno, etc; ya que se toleran mejor.
•No coma alimentos grasos ni a los que por su preparación se añade grasa (fritos, salsas,
rebozados, empanados,...), ya que enlentecen la digestión y provocan pesadez, lo que puede
facilitar el vómito.
•Omita de la dieta los alimentos muy ácidos, demasiado condimentados o que tengan olores y
sabores fuertes. Son preferibles los alimentos suaves, preparados al vapor, a la plancha, asados...
• Evite tomar los alimentos muy calientes. Se aconseja consumirlos a temperatura ambiente o
fríos.
• Si las náuseas se producen siempre en el mismo momento del día, cambie los horarios de las
comidas de forma que éstas no coincidan con las horas a las que habitualmente se producen las
náuseas y/o vómitos.
• A medida que cesen las náuseas y/o vómitos, empiece a introducir poco a poco el resto de alimentos:
- El pan, la pasta, el arroz y la patata, en general, son bien tolerados
- Las verduras, al principio tómelas al vapor o hervidas con aderezos ligeros (un poco de aceite y poca sal).
Incluyendo posteriormente las ensaladas y verduras crudas que son más difíciles de digerir.
- Las frutas pueden tomarse enteras o en zumos. Introduzca al final las que sean más ácidas (naranja, kiwi,
mandarina...) y con mayor contenido graso (coco y aguacate)
- Los lácteos inicialmente conviene tomarlos desnatados o bajos en grasas (por ej. queso fresco). Según aumente
la tolerancia vaya incorporando aquellos con mayor contenido graso (leche entera, quesos con mayor porcentaje de
materia grasa, yogures enteros, postres lácteos...)
- En cuanto a las carnes, pescados y huevos, es preferible el consumo de carnes y embutidos magros (solomillo de
ternera, pollo sin piel, fiambre de pollo o pavo y jamón cocido); evitando aquellos alimentos que despiden más olor
(huevo cocido, pescado...) y los de mayor contenido graso (chorizo, cordero, pescado azul, huevo frito, ...).
Una vez haya comprobado que la mayor parte de los alimentos son bien tolerados, normalice su dieta.
• Fdo. Angélica Gª Gómez (col. 012) & Llanos Gª Arce (col.013) Dietistas-
nutricionistas. Unidad de Nutrición Clínica. CHUAB

• Ainara Pascal Sangari, Irantzu Lizarraga Buldain e Isabel Subiza Jiménez. (2014).
Emesis gravídica. mar-abr 2014 , de Ginecología y obstetricia de Navarra Sitio web:
https://zonahospitalaria.com/emesis-gravidica/

• J. Lombardía Prieto y M.L. Fernández Pérez. (2003;29(8)).


Emesis e hiperemesis gravídica. Formacion Continuada, 4,
414.

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