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Erich Fromm fue un psicólogo y filósofo alemán nacido en 1900. Estudió sociología, psicología y filosofía y se convirtió en psicoanalista. Emigró a los Estados Unidos en 1934 para escapar del nazismo. Fromm desarrolló teorías sobre la personalidad, la sociedad y el amor que combinaban las ideas de Freud y Marx. Propuso que los seres humanos tienen miedo a la libertad y buscan escapar de ella a través de la sumisión, la destructividad o la acumulación
Erich Fromm fue un psicólogo y filósofo alemán nacido en 1900. Estudió sociología, psicología y filosofía y se convirtió en psicoanalista. Emigró a los Estados Unidos en 1934 para escapar del nazismo. Fromm desarrolló teorías sobre la personalidad, la sociedad y el amor que combinaban las ideas de Freud y Marx. Propuso que los seres humanos tienen miedo a la libertad y buscan escapar de ella a través de la sumisión, la destructividad o la acumulación
Erich Fromm fue un psicólogo y filósofo alemán nacido en 1900. Estudió sociología, psicología y filosofía y se convirtió en psicoanalista. Emigró a los Estados Unidos en 1934 para escapar del nazismo. Fromm desarrolló teorías sobre la personalidad, la sociedad y el amor que combinaban las ideas de Freud y Marx. Propuso que los seres humanos tienen miedo a la libertad y buscan escapar de ella a través de la sumisión, la destructividad o la acumulación
• Hijo único de Naftalí Fromm y de Rosa Krause, Judíos ortodoxos. •Sus padres autoritarios, con tendencias melancólicas y depresivas, allanan el camino para que Fromm crezca en un ambiente de soledad y aislamiento. En 1919 inició sus estudios de Sociología, psicología y Filosofía en Heidelberg. En 1922 inició su doctorado en filosofía, bajo la guía de Alfred Weber. En 1924 conoce a Frieda Reichmann, judía ortodoxa, y es psicoanalizado por ella; con ella se casa dos años más tarde, en el 1926. Para este mismo período, ambos abandonan el judaísmo ortodoxo. En 1929 comenzó su carrera de psicoanalista en el Instituto Psicoanalítico de Berlín. En 1931 se divorcia de Frieda Reichmann, con quien mantendrá una estrecha amistad de por vida. En 1934, después de la llegada de Hitler al poder, emigró a los Estados Unidos. Allí conoció a muchos de los otros grandes pensadores que también se refugiaron allí, incluyendo a Karen Horney, con quien tuvo un romance. En el 1944 se casó en segundas nupcias con una jedeo-alemana, Henny Gurland. En 1950 emigró a México buscando un mejor clima para la salud de su esposa, quien murió dos años después. En 1953 volvió a contraer matrimonio. Fromm murió en Suiza en 1980 1.-Teoría de Erich Fromm Dos acontecimientos en la adolescencia temprana de Fromm lo han marcado de una forma muy singular y han guiado su primera búsqueda de respuesta en la vida: a) El primero está referida a una vecina de quien se había ilusionado a la edad de 12 años: ésta después de la muerte de su anciano padre se suicidó. b) El segundo tuvo que ver con el estallido de la segunda guerra mundial, cuando tenía 14 años: ver la irracionalidad de la conducta de las masas humanas. Más tarde parece que encontró algo de respuesta, aunque parcialmente del primer caso leyendo a Freud. Al segundo dilema que surge en su interior: ¿cómo comprender la irracionalidad de las masas? Encontró respuestas leyendo a Marx. Por eso en la teoría planteada por Erich Fromm nos vamos a encontrar que hay una combinación de Freud y Marx. Freud ha puesto énfasis el inconsciente, los impulsos biológicos, la represión y otros. Para Freud nuestro carácter estaba determinado estrictamente por la biología. Marx, por su parte, consideraba a las personas como determinados por su sociedad y más especialmente por sus sistemas económicos. A estas dos tendencias mecanicistas, Fromm aportará un elemento nuevo: el concepto de «libertad». Erich Fromm, en su propuesta teórica, hace de la libertad la característica central de la naturaleza humana. Según Fromm, la conducta típica de las personas está en íntima relación con pautas socioeconómicas concretas. Él rompe con las teorías biologistas de la personalidad postulada por Freud y considera a los seres humanos como frutos de la cultura donde se desarrolla. Desde esta óptica va a orientar su propuesta terapéutica: propone que hay que armonizar los impulsos del individuo y los de la sociedad donde vive. 2.- Fundamentos y constructos teóricos: Miedo a la libertad: el miedo a la libertad es la manifestación de una crisis profunda que abarca los cimientos de nuestra civilización. Fromm distingue entre libertad de (negativa) y libertad para (positiva). a) La libertad de: significa liberación de la determinación instintiva del obrar. b) Libertad para: parte del principio de que no existe poder superior al del yo individual; el hombre representa el centro y el fin de la vida. En verdad, nos dice, la libertad es la condición necesaria tanto para la felicidad como para la virtud. Es necesario entender el significado de la lucha por la libertad. El problema radica en que cuando el hombre gana libertad, se transforma en un individuo: se genera un proceso de individuación que no es otra cosa que la separación de los vínculos primarios que lo mantienen unido a una persona como su madre en la que haya protección. Puesto que la «verdadera naturaleza» de la humanidad es la libertad, nos dice Fromm, cualquiera de los modos de escapes de ella nos aliena y arroja fuera de nosotros mismos. El hombre nace como un ente extraño de la naturaleza: es parte de ella y al mismo tiempo la trasciende. Por eso necesita hallar principios de acción y de toma de decisiones que reemplacen a los principios instintivos. Al romperse estos vínculos el individuo se encuentra angustiado y solo frente al mundo; no sabe cómo actuar, se experimenta desprotegido y trata de buscar alguna forma de seguridad. El temor supremo es el miedo a la libertad para ser individuo, único y diferente. El inconsciente social: el creer que se actúa en base al propio juicio, aunque simplemente se siguen órdenes a las que se está tan acostumbrado que no se notan como tales. Fromm basa su análisis de la sociedad en el concepto de inconsciente social, que representa la parte socialmente reprimida de la psique universal. De este modo el ser humanos vive en una evidente contradicción entre las metas universales humanistas, que son entre otras, el amor a la vida y a lo vivo, puesto que el vivir es la verdad esencial; y por el otro, las metas mercantiles y necrófilas de la sociedad actual. Pipos de personalidad: a) La orientación receptiva: aquellos que esperan conseguir lo que necesitan; si no lo consiguen de forma inmediata, esperan. Creen que todo lo bueno proviene del exterior. Los sujetos pueden caracterizarse por ser resignados y optimistas. En extremo: sumisos y anhelantes. La orientación explotadora: esperan conseguir lo que desean a través de la explotación de otros. Las cosas tienen más valor si son arrebatadas a otros. Las personas suelen ser asertivas, orgullosas y cautivadoras. En extremo suelen ser sujetos agresivos, seductores y engreídos. La orientación acaparadora: acumular cosas y retenerlas; considerar al mundo como posesiones y como potenciales posesiones. En su forma pura, el individuo es terco, tacaño y poco imaginativo. Una forma menos extrema: resolutivo, económico y práctico. La orientación de venta: espera vender; el éxito es una cuestión de cuan bien puede venderse; de darse a conocer, todo es un anuncio, y debe ser perfecto. La persona, es oportunista, infantil, sin tacto. En casos más moderados, se perciben como resueltos, juveniles y sociales. La orientación productiva: la persona que no lleva máscara, sin evitar su naturaleza social y biológica, no se aparta nunca de la libertad y la responsabilidad. En la orientación productiva se vive en el modo vivencial. El individuo se define por sus acciones en el mundo, se relaciona con los demás sin dejar de ser el mismo. Esta, es una posición utópica, pues el mismo Fromm reconoce que no existe. Orientación Sociedad Familia Escape de la libertad Sociedad Simbiótica Autoritario Receptivo Campesina (pasiva) Masoquista Sociedad Simbiótica Autoritario Explotador Aristocrática (Activa) (Sádico)
Acaparadora Sociedad Apartada Perfeccionistas
Burguesa (Puritana) destructivo De venta Sociedad Apartada Conformista moderna (Infantil) autómata Productiva Socialismo Amorosa y Libertad y Comunitario Razonable Responsabilidad Humanista Reconoce y acepta El amor El amor es un poder activo en el hombre; un poder que atraviesa las barreras que separan al hombres de su semejantes y lo unen a los demás. El amor es la unión con algo o con alguien, exterior a uno mismo, a condición de retener la individualidad e integridad de sí mismo. El amor capacita al hombre para superar su sentimiento de aislamiento y separatidad. En el amor yo soy uno con todos, y sin embargo, soy yo mismo, un ser humano singular independiente. Desarrollo de la personalidad Para Fromm la fuerza represora no proviene de las pulsiones libidinales, sino que se origina en las normas externas que la sociedad impone a la familia para garantizar su propio funcionamiento y por medio de ella, al individuo. Toda neurosis es el resultado de un conflicto entre los poderes congénitos del hombre y aquellas fuerzas que bloquean su desarrollo. Los síntomas neuróticos, al igual que los síntomas de un mal físico, son la expresión de la lucha que la parte sana de la personalidad sostiene contra la influencia inhibidoras dirigidas contra su desarrollo. En opinión de Fromm, las neurosis tiene su origen en una madre amorosa, pero demasiado indulgente o dominadora, y un padre débil e indiferente. Permanecer fijado a una temprana relación con la madre convierte a la persona en dependiente, receptiva y fácilmente vulnerable, necesitada de cuidado y protección constantes: en los demás, ya sea en mujeres o en hombres con autoridad, busca la seguridad que le falta. 4.- Construcción sobre la normalidad y la anormalidad Tres caminos a través de los cuales evadimos la libertad: a) En el autoritarismo: El hombre tiende a buscar vínculos secundarios como sustitutos de los primarios que se han perdido. Hay dos formas de autoritarismo: una es buscar protección bajo la sumisión a una persona que le proporciona la seguridad que perdió, volviendo pasivo y complaciente; la otra es cuando uno mismo se convierte en autoritario. La forma extrema de autoritarismo es el masoquismo y el sadismo y ambos se sienten forzados a asumir estos roles, no son libres de escoger sus acciones. b) La destructividad: Responder al dolor destruyendo al mundo. Si el deseo de destrucción de una persona se ve bloqueado, entonces puede redirigirlo hacia adentro de sí mismo (suicidio, alcoholismo...) la auto destructividad es una destructividad frustrada. El hombre hace pequeño todo y trata de destruirlo. Estos, dice Fromm, responden al dolor volviéndolo en contra del mundo: si destruyo al mundo, ¿cómo puede hacerme daño? Es este escape de la libertad lo que explica tantos actos indiscriminados de la vida: brutalidad, vandalismo, humillación, crimen, terrorismo. c) La conformidad mecánica: - el hombre deja de ser él mismo y adopta lo que le digan las pautas culturales. Cuando el hombre necesita replegarse, se refugia en su propia cultura de masas: desaparece en medio de la gente y no tiene necesidad de plantearse nada sobre su libertad o asumir cualquier otra responsabilidad. Elegir la forma en la cual se escapa de la libertad, sostiene Fromm, tiene mucho que ver con el tipo de familia en la que se crece. Nos presenta dos modelos de familia evasivas: a) Familias simbióticas: en esta, algunos miembros de la familia son "absorbidos" por otros miembros, de manera que no pueden desarrollar completamente sus personalidades por sí mismos. b) Familias apartadas: su principal característica es la indiferencia e incluso el odio; puede utilizar la culpa y el retiro de afecto como castigo. Los padres se vuelven bastante indiferentes. Ya no son, verdaderos padres, solo cohabitan con sus hijos. Una familia buena, sana y productiva sería aquella donde los padres asumen la responsabilidad de enseñar a sus hijos a razonar en una atmósfera de amor. El Crecer en este tipo de familias permite a los niños aprender a identificar y valorar su libertad y a tomar responsabilidades por sí mismos y finalmente por la sociedad como un todo. Sentido del mal. Fromm destaca que todas las orientaciones, tienen algo en común: todas constituyen un esfuerzo para vivir, un intento de adaptarse a la vida. Son biófilos, amantes de la vida. Sin embargo, existe otro tipo de personas, los necrófilos o amantes de la muerte. Estos, sienten atracción hacia todo lo que es muerte y destrucción, el transformar todo lo vivo en no-vivo; destruir solo por destruir; este interés es simplemente mecánico. Fromm decía que los factores que podían desencadenar esta conducta eran, una predisposición genética que les evita el sentir o responder al afecto; una persona también necrófila: que nunca recibió afecto, por eso está frustrada e inmersa en una rabia toda la vida. Fromm entendía la necrofilia no como la expresión de un instinto sexual derivado de la muerte, sino como la consecuencia de llevar una vida sin estar realmente vivo. Para Erich Fromm la necrofilia es lo opuesto a la biofilia, y es junto con la fijación simbiótica y el narcisismo, uno de los tres mayores males de la humanidad. Según Fromm, la carencia de amor en la sociedad occidental conduce a la necrofilia. El necrófilo vive mecánicamente, convierte a los sentimientos, procesos y pensamientos en cosas. Tiende a querer controlar la vida, a hacerla de cierto modo predecible. Erich Fromm afirma que, puesto que la única seguridad de la vida es la muerte para el necrófilo, éste anhela la muerte, la adora. Criterios para una personalidad ideal: La realización del amor, de la justicia y de la libertad se conseguirá cuando se satisfagan de manera correcta las necesidades radicales del hombre: la exigencia de relaciones espontáneas, una dimensión trascendente y creativa, una plena expresión de la individualidad, una fe capaz de orientar los comportamientos, una fraternidad universal. Según Fromm, una persona será llamada sana, desde la perspectiva de una sociedad en funcionamiento, si es capaz de cumplir con el papel social que le toca desempeñar dentro de la sociedad. Y desde la perspectivas del individuo, se considera sana o normal a la persona que alcanza el grado óptimo de desarrollo. Una persona sana es socialista, comunitario y humanista.