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CONDUCTUAL
INUNDACIÓN,
IMPLOSIÓN E
INTENSIÓN
PARADÓJICA
• La inundación comprende un conjunto de
procedimientos que comparten el elemento común de
exponer a los pacientes a su situación temida.
• La desensibilización sistemática es la forma más gradual
de hacerlo.
• Seguida de la implosión, en la que el paciente imagina
escenas que provocan intenso miedo.
• Y la inundación, en la que se enfrenta al paciente con su
situación temida en la realidad, bien a solas con un
terapeuta que le estimule o bien con un terapeuta que imite
el acercamiento a la situación temida.
INUNDACIÓN
• La inundación es un método para disminuir la
ansiedad, enfrentando al paciente con la situación que los
provoca. Este enfrentamiento puede producir emoción
intensa. Otros términos para describirlo son exposición
forzada, comprobación forzada de la realidad o presión
ambiental.
• La inundación no es una técnica fija, sino que comprende
un conjunto de métodos. La inundación está en el extremo
del continuo de acercamiento a las situaciones fóbicas y
en el extremo opuesto se halla la desensibilización.
• La diferencia entre los dos es una diferencia de
grado. Cuanto más súbito sea el
enfrentamiento, más tiempo dure y mayor
ansiedad provoque, más apropiado será el
calificativo inundación.
• Cuando la exposición a la situación fóbica es
lenta, gradual y breve, pero con un mínimo de
tensión, entonces es más apropiado el término
desensibilización.
DEFINICIÓN
• Consiste en la exposición prolongada a estímulos
(objetos, situaciones, individuos, etc.) altamente
ansiógenos para el sujeto, los cuales pueden ser
evocadores de conductas de evitación, impidiendo que
se produzca la huida. Es importante que los ensayos sean
repetidos y de larga duración.
• El objetivo de la técnica es la reducción o eliminación de
las respuestas fisiológicas de ansiedad no adaptativas o
de las conductas de evitación, en su caso, cuando éstas se
encuentran asociadas funcionalmente a estímulos o
situaciones específicas.
• DURACIÓN: La conclusión es que cuanto
mayor es la duración de la inundación, mejores
son los resultados, en especial cuando el
tratamiento se administra personalmente por un
terapeuta.
• En líneas generales la exposición prolongada
es mejor que la corta, llegando a configurarse
tratamientos de una sola sesión de 60 a 180
minutos de duración con una media
aproximada de 2 horas.
• La exposición masiva y prolongada incrementa su eficacia si
el terapeuta modela los primeros acercamientos y si es posible
dar una información razonable al paciente del porqué del
método, del propósito del tratamiento.
• En aquellas fobias en que la presentación del estímulo fóbico
pueda realmente libre de todo peligro real, es decir, que la
exposición al estímulo no es seguida de ninguna consecuencia
temida, se incrementará la eficacia. Fobias a los animales
(arañas, gatos, perros, ratones, etc.), a las alturas, a lugares
cerrados, son candidatos a que se aplique este tipo de
exposición.
• HABITUACIÓN. El elemento terapéutico de estos
estudios pudiera considerarse como la habituación
del sujeto a los estímulos desencadenantes del
miedo.
• La extinción podría describir el proceso igualmente
bien, si no fuera porque supone que los estímulos
desencadenantes del miedo fueron originalmente
adquiridos a través de mecanismos de
condicionamiento, una suposición para la que
existen sólo pruebas ocasionales en los pacientes.
INUNDACIÓN: EXPOSICIÓN MASIVA Y
PROLONGADA
1. El paciente se compromete a mantenerse en la situación de
exposición hasta que la ansiedad desaparezca y no escapar de la
situación de tratamiento.
2. Se anima al paciente a aproximarse al estímulo fóbico lo máxima
posible y a mantenerse hasta que la ansiedad disminuya o
desaparezca por completo.
3. Cuando la ansiedad disminuye, se insta al paciente a que se
aproxime más al estímulo fóbico, a que permanezca hasta que
disminuya la ansiedad y a que se acercando lo máximo posible.
4. La sesión de terapia termina únicamente cuando el nivel de
ansiedad se ha reducido un 50 por 100 del valor más alto o cuando
ha desaparecido.
IMPLOSIÓN
• Implosión denota el estallido hacia dentro de un recipiente
por la presión externa.
• Se empleó por Stampfl y otros para describir una forma de
enfrentamiento en la que el paciente imagina de forma viva
sus temores.
• La implosión «indica el curso de los estímulos fóbicos y la
subsiguiente reacción intensa de ansiedad que va seguida del
colapso de los síntomas debido a la extinción de la ansiedad
que los sostiene». La implosión también se llama inundación
en fantasía (o inundación en imaginación).
• La implosión (inundación en imaginación) consiste en
hacer que el paciente imagine la situación temida
provocando deliberadamente niveles altos de ansiedad a
través de descripciones reales del último contacto con el
miedo.
• Va precedida, como en el caso de la desensibilización, por
un cuidadoso estudio de los estímulos ambientales que
provocan la ansiedad y la huida.
• A diferencia de la desensibilización, las escenas que
provocan fuerte ansiedad se emplean desde el comienzo.
PASOS PARA LA
APLICACIÓN DE LA
IMPLOSIÓN Y DE
INUNDACIÓN
• La técnica de inundación puede llevarse a cabo «en imaginación» o «en
vivo». En el procedimiento de «inundación en imaginación o implosión»
se siguen todos los pasos que a continuación se enumeran. En el
procedimiento de «inundación en vivo» se eliminarían los pasos número 2
y 3:
1. Elaborar un listado de los estímulos evocadores de ansiedad o, en su
caso, elicitadores de las conductas de evitación que se desean modificar. El
listado puede jerarquizarse teniendo en cuenta que todos los ítems deben
provocar niveles moderadamente altos de ansiedad (exposición gradual).
También puede llevarse a cabo comenzando con situaciones estimulares que
evocan niveles altos de ansiedad (exposición masiva).
2. Comprobar la capacidad de imaginación del sujeto y, en su caso,
entrenarle con escenas neutrales o ajenas al problema.
3.Lleva a cabo sesiones de exposición en las que se
presenten, en imaginación, las descripciones de los
distintos ítems de la jerarquía.
• Cada ensayo ha de realizarse de forma repetida y
mantenerse hasta que las respuestas de ansiedad
desaparezcan o disminuyan a hasta la línea base
inicial.
• El sujeto ha de superar en imaginación todos los
ítems de la jerarquía antes de continuar con el
siguiente paso.
4. Exponer al sujeto a situaciones reales en las que estén presentes los
estímulos temidos.
• Las exposiciones han de ser de larga duración y se ha de impedir que el
sujeto escape de la situación.
• El tiempo de exposición varía de un caso a otro pero, en general, la
exposición ha de mantenerse hasta que las respuestas fisiológicas y
subjetivas de ansiedad alcancen el máximo grado y luego disminuyan
hasta la línea de base inicial o desaparezcan por completo.
• Las sesiones de exposición han de tener lugar con la mayor frecuencia
posible (varias a la semana).
• Es conveniente que el terapeuta esté presente y dirija las primeras
exposiciones hasta que, posteriormente, el sujeto vaya adquiriendo
mayor responsabilidad en las mismas.
5. Reforzar positivamente cada paso, que el sujeto lleve
a cabo de forma adecuada y transmitirle confianza
acerca de que las respuestas de ansiedad irán
desapareciendo a medida que permanezca en la
situación.
6. Proporcionar al sujeto información específica sobre
los progresos del tratamiento, bien mediante
retroalimentación por parte del terapeuta, bien a través de
autorregistros rellenados por el propio sujeto.
POSIBLES PROBLEMAS EN LA APLICACIÓN DE LOS
PASOS
1. Es una técnica que expone al cliente a niveles muy altos de ansiedad,
lo cual puede producir desagrado en éste y obliga al terapeuta a manejar
correctamente las situaciones con objeto de que el cliente no escape de ellas.
Si el sujeto escapa de la situación aversiva con un grado alto de
ansiedad, se reforzará la conducta de evitación a tal situación.
2. Las situaciones temidas por sujeto no permiten la intervención
directa del terapeuta.
3. Las situaciones temidas no están presentes en el momento del
tratamiento en la vida del sujeto. Cuando se aplica «en imaginación»
puede ocurrir que el sujeto no pueda mantener la escena el tiempo
suficiente para que la ansiedad desaparezca o que bloquee la ansiedad
minimizando y neutralizando importantes elementos ansiógenos de la
escena.
4. Las exposiciones dan lugar a alteraciones médicas,
riesgos físicos para el sujeto o problemas
psicológicos.
5. El sujeto no atiende al malestar físico y emocional
que experimenta durante la exposición, centrándose en
otros aspectos menos desagradables de la misma
(distracción, escape cognitivo, etc.).
6. El sujeto teme marearse y llegar a perder el
conocimiento, justificando de este modo el evitar
exponerse a la situación temidas.
ESTRATEGIAS DE SOLUCIÓN PARA LOS PROBLEMAS
ANTERIORES
1. El terapeuta, en todo caso, debe asegurarse de que el sujeto no
puede escapar de la situación problemática. Una que las claves
para ello es informar al sujeto de posibles situaciones
desagradables que pueden surgir durante la exposición.
• Antes y durante las sesiones de exposición, el terapeuta ha de
enfatizar los efectos positivos que, a largo plazo, obtendrá a
nivel fisiológico, cognitivo y conductual.
• En este sentido, es importante me insista en que es la
permanencia prolongada en la situación, sin escapar de ella la
que producirá los consiguientes cambios de los componentes
cognitivos y fisiológicos de la ansiedad.
• Establecer un contrato en el que se especifique el
compromiso de permanecer en las situaciones
problemáticas.
• La graduación de las exposiciones aumenta el nivel de
cooperación del sujeto y reduce las posibilidades de que
escape de la situación aversiva. No obstante, es necesario
que el grado de ansiedad sea moderadamente alto en
cada uno de los ítems de la jerarquía.
• Si hubiese posibilidad de escape, el terapeuta no debe
confiar la exposición a personas no preparadas o con poca
experiencia en esta técnica.
2. Entrenar adecuadamente a otra persona que pueda
suplir al terapeuta, para lo cual puede ser de utilidad la
técnica de role playing. En todo caso, el terapeuta ha
de asegurar la correcta aplicación de la técnica y, si esto
no es posible, se elegirá otra que supere estos
problemas (por ejemplo, autoinstrucciones). También
puede utilizarse la exposición en imaginación.
3. Utilizar la exposición en imaginación en los
mismos términos anteriores.
4. Si el sujeto no mantiene la imaginación de la escena el tiempo
suficiente, el terapeuta puede describirla tantas veces como sea
necesario para que se concentre en la visualización de la misma.
• Si el sujeto evita enfrentarse a la situación ansiógena, deberá
resaltar la importancia de mantener la visualización de la
escena y, si es preciso, elaborar un contrato en el que se
especifique el compromiso para seguir las instrucciones del
terapeuta.
5. Los efectos negativos sobre el estado físico y psicológico del
sujeto son raros pero deben prevenirse con una cuidadosa,
exploración médica y psicológica previa al tratamiento. Si tuvieran
lugar durante el desarrollo del mismo, se han de suspender las
sesiones de exposición.
6. Proporcionarle instrucciones dirigidas; a impedir la
evitación y, si fuese necesario, graduar más las
exposiciones, hacerla; más prolongadas y más
frecuentes.
7. Igual que en el caso anterior, el terapeuta debe
proporcionar instrucciones dirigidas a impedir la
evitación. Se le explicará al sujeto que la única medida
necesaria es la de encontrarse en una posición que evite
algún daño físico. Aparte de ello, se minimizarán los
problemas relacionado con las sensaciones de mareo.
CARACTERÍSTICAS DEL TERAPEUTA