La mayoría de nosotros queremos las mismas cosas de nuestras comunidades. Queremos que ellas estén protegidas de la violencia y enfermedad; queremos vecindarios que sean activos y que funcionen bien. Y nos gustaría tener personas que nos cuiden y en quienes confiemos en absoluto.
¿Pero cómo desarrollamos una comunidad así? Nuestra creencia es
que las comunidades son construidas cuando las personas trabajan en conjunto sobre cosas que les importan. En esta sección, hablaremos sobre qué queremos decir con eso, y analizaremos nuestra idea de cómo podemos llegar desde aquí hasta allí, lo que podemos llamar nuestro "Modelo del cambio" o "Teoría de la práctica." Por comunidad, representamos un grupo de personas que comparten un lugar, la experiencia, o el interés común. A menudo usamos este término para las personas que viven en la misma zona: el mismo vecindario, la misma ciudad o pueblo, e incluso el mismo estado o país. Pero las personas también pueden considerarse a sí mismas como parte de una comunidad con otros que han tenido similares experiencias. Por ejemplo, las personas podrían verse a sí mismas como parte de una: 1. Comunidad racial o étnica (por ejemplo, las comunidades Afro Americana, Hispana o Irlandesa) 2. La comunidad religiosa (por ejemplo, las comunidades Católica , Hindú o Musulmana ) 3. La comunidad de personas con discapacidades (aquellos con deficiencias visuales, discapacidades del desarrollo, o la enfermedad mental) ¿QUIÉN DEBERÍA ESTAR INVOLUCRADO? Cuando se desarrollan estas sociedades de colaboración, ¿quién debe estar involucrado? Primero, es importante que la colaboración sea tan inclusiva como sea posible. Esto significa que se impliquen personas individuales de las diferentes partes de la comunidad - por ejemplo, representantes de escuelas, la corporación mercantil, y el gobierno. También significa representantes de niveles diferentes - por ejemplo, representantes del vecindario, el distrito, el estado o la provincia, e incluso la región más amplia o nación. SOCIEDADES COLECTIVAS DE LA COMUNIDAD Y DEL ESTADO El socio más obvio en un esfuerzo de colaboración serán las sociedades colectivas de la comunidad o el estado en si mismas - los grupos de personas que están trabajando directamente para cambiar sus comunidades. Estos grupos, que son a menudo organizaciones sin fines de lucro, se encuentran en casi cualquier comunidad. ¿CÓMO CONSTRUIR COMUNIDADES MÁS PRÓSPERAS Y SALUDABLES?: UN MODELO PARA EL CAMBIO DE LA COMUNIDAD Existen cinco partes básicas en este modelo: Contexto de la comunidad y planificación Acción e intervención de comunidad Cambio en la comunidad y los sistemas Factores de riesgo y factores protectores y cambio amplio de comportamientos Mejorar los resultados más distantes (los objetivos a largo plazo) Antes de que miremos específicamente cada una de estas partes, he aquí un par de ideas generales para tener en mente cuando pasamos a través de este modelo: Primero, este modelo pretende ser fluido e interactivo. Por ejemplo, una comprensión del contexto de la comunidad y planificación deben servir de guía a la acción de la comunidad, la cuál debe afectar a los cambios de la comunidad y de los sistemas, etcétera Segundo, este modelo pretende ser un ciclo ininterrumpido. Por ejemplo, la mejora en los resultados distantes, como reducir los porcentajes de la violencia, deben resultar en un ciclo renovado de planificación y acción para éstos u otros asuntos que importan a los miembros de la comunidad 1. CONTEXTO COMUNITARIO Y PLANIFICACIÓN El primer paso es comprender el contexto en el que las personas actúan. Por el contexto, entendemos las experiencias de las personas, sus sueños para una mejor vida, y lo que les hace hacer lo que hacen.
2. ACCIÓN E INTERVENCIÓN COMUNITARIA
El proceso de planificación debe ser seguido por la acción - saliendo y haciendo lo que fue pensado. Si el plan de la acción era minucioso, esta parte debería ir por lo general bastante lentamente. Eso no significa decir que no haya protuberancias en el camino. A veces, el movimiento lleva a resistencias muy serias. Incluso un esfuerzo relativamente inofensivo de arreglar viviendas para gente de bajos ingresos puede ser resistido por los funcionarios locales, que demoran los permisos de construcción necesarios. 3. CAMBIO EN LA COMUNIDAD Y LOS SISTEMAS El objetivo del plan de acción es provocar los cambios en la comunidad y los sistemas. Provocar éstos cambios es un paso importante hacia conseguir sus objetivos organizacionales. Por el cambio de la comunidad, queremos decir desarrollar un nuevo programa (o modificar uno existente), provocar un cambio en la política, o ajustar una práctica relacionada con la misión del grupo. 4. FACTORES DE RIESGO Y DE PROTECCIÓN Y CAMBIOS DE CONDUCTA AMPLIOS Nuestra creencia es que cuando estos cambios de la comunidad y los sistemas ocurren, deberían, tomados juntos, cambiar el entorno en el que una persona actúa. Esto es expresado a veces como aumentar los factores protectores y/o reducir los factores de riesgo con que los miembros de comunidad se enfrentan. 5. RESULTADOS MÁS DISTANTES Mejoras en los resultados más distantes, como reducir la violencia o incrementar porcentajes de empleo e ingresos familiares, son los objetivos finales de las sociedades colectivas de colaboración. Nuestra creencia es que reduciendo los factores de riesgo (y aumentando los factores protectores) para el asunto que usted está tratando de abordar, usted afectará a la línea de base. Una comunidad saludable es una forma de democracia viviente: personas que trabajan en conjunto para dirigirse a lo que les importa a ellos. Como ciudadanos, tenemos un deber de dar forma a las condiciones básicas que afectan a nuestras vidas con otros en nuestra comunidad. En la transformación de las comunidades, somos guiados por valores compartidos y principios que nos unen en el fin común. Construir comunidades más saludables mezclando lo local y lo universal, el contexto particular y el más amplio. Tales esfuerzos son basados a nivel local: la familia, el vecindario y otras comunidades allegadas. Para ser eficaces, sin embargo, también debemos agrupar diversas personas y organizaciones para transformar juntos las condiciones más amplias que afectan el trabajo local. Esto requiere valor, dudas y fe: el valor de confiar en aquellos fuera de nuestra experiencia inmediata, la duda para preguntar lo que es y la fe de creer en que juntos haremos una diferencia. El trabajo de construir comunidades más saludables requiere tiempo: nuestro tiempo, el de nuestros niños y el de los niños de nuestros hijos. Un proverbio judío aconseja: "Usted no está obligado a terminar el trabajo, pero tampoco es libre de dejarlo." En nuestros lazos emergentes a través del tiempo y los espacios, nos reunimos con otros en un intento de crear ambientes dignos de todos nuestros hijos.