Mejía CONTRAEXAMEN • Una segunda modalidad de interrogar al testigo es el contraexamen. • Esta modalidad se realiza después del examen directo y es ejecutado por la parte contraria. Sus fines son, por un lado, cuestionar la credibilidad del testigo que fue examinado anteriormente y, por otro lado, procurar que el testigo reconozca aspectos positivos para su caso y negativos para el contrario. La primera finalidad • En lo que respecta a la primera finalidad, el contraexamen busca cuestionar al testigo como fuente de información. En ese sentido, en un sistema de libre valoración de la prueba la desacreditación del testigo es necesariamente concreta; hay que darle al juzgador razones reales –en oposición a meros prejuicios– que permitan efectivamente decir que el testigo, como fuente de información, no es confiable, es decir, información concreta; no basta la sola mención que es un drogadicto, alcohólico, meretriz, etc., porque per se ello no conlleva a considerarlos menos dignos de confianza –o que es más probable que mienta–, eso es prejuicio. Segunda finalidad • Desacreditar el testimonio. En este caso, se trata de atacar la credibilidad, no ya de la persona del testigo, sino de su testimonio. El factor que clásicamente desacredita más al testimonio está constituido por las condiciones de percepción. Dichas condiciones pueden pertenecer a circunstancias personales del testigo (miopía, sordera, estado mental, temor, consumo de drogas), o bien circunstancias externas (ruido ambiental, oscuridad, distancia, el hecho de que el objeto sea igual a muchos otros, etc.). Segunda finalidad • Acreditar las proposiciones fácticas del contraexaminador. Hay ocasiones en las cuales se pueden obtener de un testigo contrario testimonios que afirmarán las proposiciones fácticas del contraexaminador, es decir, que puedan corroborar ciertos elementos de su propia versión de los hechos. Adicionalmente, se le envía al juzgador la señal de que no se ha mentido en esos puntos y, por ende, tampoco en los otros. Segunda finalidad • Acreditar prueba material propia. En la misma lógica que la anterior, si un testigo de la contraparte puede acreditar la prueba material del contraexaminador, este se verá favorecido frente al juzgador. • Obtener inconsistencias con otras pruebas de la contraparte. Si se puede obtener de los testigos de la contraparte testimonios inconsistentes entre sí, eso daña el caso de la parte rival de manera importante. Que el testimonio de los testigos de una parte con los de la otra sean inconsistentes suele pasar, pero que las declaraciones de los testigos del adversario sean inconsistentes ya genera, como ganancia, la pérdida de credibilidad de los tales. Observe la siguientes reglas Estructure el contraexamen en forma temática hay cuatro pasos que se sugieren deben ser empleados para alcanzar los fines del contraexamen: (1) fijar la declaración actual inconsistente, es decir, se debe pedir al testigo que fije exactamente cuál es su Emplee declaraciones testimonio, ese que lo ha de desacreditar; (2) establecer las condiciones previas del de legitimidad a la declaración anterior, esto es, que el propio testigo dé testigo como válida la existencia y contenido de una declaración prestada contraexamin anteriormente; (3) acreditar la declaración previa, es decir, mostrarle al ado testigo el documento o soporte material que contiene su declaración anterior a fin de que la valide y sea incorporada al juicio; (4) obtener la declaración previa inconsistente, esto es, se lee en voz alta aquella porción de la declaración que resulta inconsistente con respecto a la declaración actual. • Primera fase: fijar la declaración actual inconsistente • Pregunta (P): ¿Y dice que la persona a quien usted vio violando a la señora Martita tenía un tatuaje en la espalda? • Respuesta (R): Así es. • P: ¿De qué tamaño era? • R: Era grande, como del porte de mi mano, más o menos… • P: ¿Dónde estaba exactamente el tatuaje? • R: En la espalda, justo debajo del cuello. • P: ¿Y recuerda cuál era el motivo del tatuaje? • R: Era algo así como un pájaro en llamas. • (Si se observa, el contraexaminador ha incidido en una porción de la información dada por el testigo: la existencia, ubicación y diseño de un tatuaje en la persona que se le imputa el delito de violación. Seguramente es una seña importantísima a la hora de identificar al presunto responsable de la violación). • Segunda fase: establecer las condiciones de legitimidad a la declaración anterior • P: Señor testigo, ¿recuerda haber sido interrogado por la policía un par de días después de que estos hechos tuvieron lugar? • R: Sí. • P: Y usted sabía que esos policías estaban tratando de dar con el paradero del violador de la señora Martita, ¿verdad? • R: Por supuesto. • P: ¿Y usted quería contribuir con el trabajo de la policía en este caso? • R: Claro, quería que agarraran al degenerado… • P: Y por eso, cuando la policía lo entrevistó, usted se esforzó por darle todos los detalles que recordaba sobre lo sucedido, ¿no es verdad? • R: Sí, me acordaba de todo perfectamente. • P: ¿Le dijeron ellos que todo el detalle, por insignificante que pareciera, podía ayudar? • R: Sí, me dijeron eso varias veces. • R: En efecto. • P: Y cuando terminó de declarar, ¿firmó una transcripción de dicha declaración? • R: Sí. • P: Y supongo que leyó antes de firmarla, ¿verdad? • R: Sí. • P: ¿Les hizo saber a la policía de alguna imprecisión? • R: No. • P: La leyó y la firmó. • R: Sí. • P: Porque la transcripción de hecho reflejaba lo que usted les había dicho a los policías. • R: Sí. • (Obsérvese que el segundo grupo de preguntas estaba referido a establecer, por un lado, la existencia de una declaración previa dada por el testigo y, por otro lado, que el contenido de la misma reflejaba exactamente lo que percibió el testigo, de ahí la importancia de haber establecido que firmó la transcripción de la declaración, luego de haberla leído y sin encontrar ninguna imprecisión). Tercera fase: acreditar la declaración previa • P: Señor testigo, le voy a mostrar un documento. Le voy a pedir que lo mire con atención y que me diga si lo reconoce. • R: Sí, señor. Es la declaración que me tomaron los policías cuando me interrogaron. • P: ¿Es esta la declaración de la que hablábamos recién, en la que usted se esforzó por recordar detalles útiles, solo dos días después de cometido el delito? • P: Y usted se esforzó por recordar todo lo que pudiera, ¿no es así? • R: Sí. • P: ¿Cómo sabe que se trata de su declaración? • R: Bueno, aquí está mi firma que yo le dije había estampado una vez concluida y leída la declaración. • (Nótese que la credibilidad de cualquier documento –en este caso, de la manifestación policial– se establece por la propia persona, a quien se le tomó la declaración o manifestación. Asimismo, se debe recordar que el documento por sí solo no habla. Debe cambiarse la mentalidad de que basta solo con resaltarse el párrafo u oración que nos interesa. En la mecánica del nuevo juicio oral, si se va ingresar un documento –en este caso una declaración previa– durante el desarrollo del juicio, se hará a través de la validez y credibilidad que establezca el testigo o perito responsable de este; y es de la confrontación entre lo que declaren y el contenido del documento de donde se obtendrá el máximo de beneficio. Cuarta fase: obtener la declaración previa inconsistente • P: ¿Podría por favor leer al juzgador la parte de ella en que aparece mencionada la palabra “tatuaje”? • R: Bueno… no está, señor. • P: ¿Ni una sola mención a un tatuaje? • R: Bueno, lo que pasa es que… • P: Señor testigo, ya habrá oportunidad de que nos explique qué es lo que pasa. De momento, lo que quisiera que le dijera al juzgador es si aparece en esa declaración, en alguna parte, la palabra “tatuaje”. • R: No, señor, en ninguna. • P: Señor juez, no tengo más preguntas. • (Obsérvese la inconsistencia detectada entre lo declarado por el testigo en el juicio y lo declarado ante la policía. Sin embargo, también se debe resaltar que al haberse detectado la inconsistencia, el contraexaminador no hizo ninguna pregunta de más, no cometió la imprudencia de preguntar: ¿qué paso? o ¿por qué?, las cuales son interrogantes prohibidas de ser formuladas, por estrategia, por el contraexaminador, dado que si las hace originará que el testigo se justifique, salga bien librado de la red de preguntas, y no deje ningún beneficio al contraexaminador).