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MAQUIAVELO
El Príncipe
Nacimiento de los Estados Modernos
Para empezar, repasemos los principales cambios que se operan en Europa en el proceso
de emergencia de los Estados modernos:
• Italia se hallaba dividida en pequeñísimos reinos, ducados y ciudades que luchaban entre sí,
era el centro de las intrigas políticas europeas. No lograba constituirse como unidad nacional
en el sentido moderno del concepto, como lo habían hecho Francia, Inglaterra y España;
políticamente no se desprendía de su pasado feudal. Frente a la unificación territorial
acontecida en las grandes monarquías europeas, Italia permanecía (y esto duraría hasta el S
XIX) en una situación de fuerte fragmentación interna.
• Maquiavelo era consciente de la crisis de su momento histórico, y consideraba que la
persistencia de la dispersión política la convertía en una presa fácil de someter. El temprano
desarrollo económico las ciudades italianas había entrado en una crisis que se iría
profundizando.
• Como veremos, Maquiavelo se va a referir directamente al problema culpando al Vaticano de
esa falta de unidad.
• Opositor del poder papal, Maquiavelo expresó también su desprecio por las aristocracias
nobiliarias de origen feudal.
• Según su posición, ambos –Iglesia y nobles- eran un estorbo para la constitución del Estado
nacional italiano.
• Maquiavelo es un ferviente crítico de lo que él llama “la
secta cristiana”, a la que acusa de generar un debilitamiento
Maquiavelo y la Iglesia de la ciudadanía, principal causa del fracaso de las
“repúblicas”.
• En el marco del contexto histórico señalado, la figura de El Príncipe se constituía como un individuo de talentos
superiores, capaz de resolver la crisis italiana y generar el Estado-Nación unificado. Desde el punto de vista
económico, era el actor que la burguesía surgiente necesitaba para someter a todos los poderes estamentales en el
régimen feudal.
• La obra constituye un importante aporte a la concepción moderna de la política. En este sentido, contradice la
tradición filosófica del pensamiento político antiguo según el cual la práctica política se encontraba ensombrecida
por la idealización de gobiernos y ciudades utópicas.
• Al contrario, en El Príncipe, Maquiavelo establece que el ejercicio real de la política implica situaciones reales con
hombres y pueblos reales, cuyas conductas, decisiones y acciones, generalmente no responden necesariamente a la
moral sino a las leyes del poder.
• Así la importancia de esta obra radica en que deja al descubierto las verdades prácticas del poder, disociándolas por
completo de sujeciones morales o religiosas; disciplinas éstas que se presentan como ajenas a la especificidad de la
política.
• De esta manera, Maquiavelo expone detalladamente la forma en que el gobernante debe hacer frente a las diferentes
situaciones o circunstancias que se le presenten, y establece que el principal fin de la práctica política es conservar
exitosamente el poder.
Método de análisis
Concepción de la historia
• El método de análisis propuesto por Maquiavelo –central para explicar la relevancia de su
obra- ha dado en llamarse “realismo florentino”, en oposición al idealismo que prevaleció
desde Platón en adelante. Esto significa que su obra se asienta en una base empírica.
• En la dedicatoria a Lorenzo, el autor pone a su disposición “el conocimiento de las acciones
de los grandes hombres que él ha adquirido, sea por una larga experiencia de los asuntos
de los tiempos modernos, sea por un estudio asiduo de la de los tiempos antiguos”.
• De esta remisión a los “tiempos antiguos” puede derivarse la noción de la historia de
Maquiavelo: ésta será considerada un elemento clave para la comprensión de la política, y
un objeto de estudio ineludible para el político porque permite la previsión.
“No pudiendo admitir que nuestro libre albedrío sea reducido a la nada, yo supongo que
puede ser verdad que la fortuna dispone de la mitad de nuestras acciones, pero que deja
aproximadamente la otra mitad en nuestra disposición. La comparo a un río impetuoso que,
cuando se desborda, inunda las llanuras, derriba los árboles y los edificios, quita las
tierras de un lado y se las lleva hacia otro: todo huye ante sus desvastaciones, todo cede a
su furor, nada puede ponerle obstáculo. Con todo, y por temible que sea, los hombres no
dejan, cuando la tempestad ha cesado, de tratar de protegerse contra ella por medio de
diques, malecones y otros artificios; de modo que al sobrevenir nuevas crecidas, las aguas
se encuentren contenidas en un canal y no puedan ya extenderse con tanta libertad y causar
tan grandes destrozos. Lo mismo ocurre con la fortuna, que muestra, sobre todo, su poder
allí donde ninguna resistencia ha sido preparada y lleva sus furores donde sabe que no hay
obstáculo dispuesto para detenerla”
Virtud
Virtú (generalmente traducida como “virtud”) es la capacidad del político para
aprovechar las circunstancias con sentido de oportunidad, leyendo la historia y
midiendo los tiempos, eligiendo el momento adecuado para la acción política y
utilizando todas las herramientas a su alcance para cumplir con su objetivo de éxito.
El virtuoso es el político que logra alcanzar sus objetivos y para eso cuenta con dos
herramientas esenciales: la fuerza y la astucia, que en El Príncipe son representadas
por la imagen del león y el zorro.
El príncipe debe saber combinar lo característico de cada uno de estos animales, pues
el que sólo usa la fuerza o la astucia está despreciando un enorme potencial y en
consecuencia no va a tener la suficiente capacidad para actuar e imponerse en un
mundo conflictivo.
Fortuna
• ¿Es El Príncipe un manual para el perfecto conspirador? ¿O se limita a ser un retrato -agudo, e incluso
crítico- de la convulsa política de su época? La primera lectura es la más extendida, aunque
definitivamente no es la más acertada.
• Lejos del cinismo que injustamente se le endilgó, la filosofía política de Maquiavelo se erige como
puntapié fundante de la concepción de la política disociada de otros órdenes, regida por sus propias
reglas, como disciplina autónoma del poder.
(Ah! Y ya que estamos reivindicando a Maquiavelo, es hora de aclarar que nunca sostuvo que “el fin justifica los
medios”!!)