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Gustavo Andrés Cancino Camarena

Nicolás Maquiavelo: Vida y obra “El Príncipe”

Biografía
Nació en Florencia en el año 1469 y fallecido en el año 1527 fue un escritor y
estadista florentino. Nacido en el seno de una familia noble empobrecida, Nicolás
Maquiavelo vivió en la Florencia de los Médicis, en tiempos de Lorenzo el Magnífico
y Pedro II de Médicis. Tras la caída de Girolamo Savonarola (1498) fue nombrado
secretario de la segunda cancillería encargada de los Asuntos Exteriores y de la
Guerra de la ciudad, cargo que ocupó hasta 1512 y que le llevó a realizar
importantes misiones diplomáticas ante el rey de Francia, el emperador Maximiliano
I de Habsburgo y César Borgia, entre otros.

Su actividad diplomática desempeñó un papel decisivo en la formación de su


pensamiento político, centrado en el funcionamiento del Estado y en la psicología
de sus gobernantes. Su principal objetivo político fue preservar la soberanía de
Florencia, siempre amenazada por las grandes potencias europeas, y para
conseguirlo creó la milicia nacional en 1505.

Como consecuencia de este giro político, Maquiavelo cayó en desgracia, fue


acusado de traición, encarcelado y levemente torturado (1513). Tras recuperar la
libertad se retiró a una casa de su propiedad en las afueras de Florencia, donde
emprendió la redacción de sus obras, entre ellas su obra maestra, El príncipe (Il
principe), que Maquiavelo terminó en 1513 y dedicó a Lorenzo de Médicis (a pesar
de ello, sólo sería publicada después de su muerte).

Obra “El Príncipe”


Cuando la gente desea con toda su alma obtener poder sobre todo el mundo,
lamentablemente obtener tanto
beneficio y autoría produce consecuencias inimaginables. Nicolás Maquiavelo, el
padre fundador de la ciencia política, expresó en su libro mas leído, el cinismo como
factor indispensable en el gobierno y observaciones que mostraba los fallos y éxitos
de los gobiernos.

El libro escrito por Maquiavelo, era un completo manual de gobierno, en esa época,
el sistema de gobierno más común, era el de los señores feudales, llamados
también príncipes. En esta obra el autor habla sobre, cada una de las situaciones
que suceden entre los distintos gobiernos, la forma de regir sus estados y por
supuesto, la forma correcta en la que de debe gobernar para mantener esa
estabilidad entre estado y feudo o príncipe. En un inició, Maquiavelo habla sobre los
tipos de principados que puedan existir, como los nuevos, los hereditarios, los
eclesiásticos y los mixtos.

Maquiavelo habla también sobre las personas, de las cuales hay que cuidarse, y
sobre las personas en las cuales hay que confiar. Todo lo que menciona lo apoya
ejemplificando con hechos históricos que el mismo presencio o algunos datos
antiguos de los cuales el tiene conocimiento. La mayoría de estos hechos,
ocurrieron en Italia, España y Francia, además de ejemplos de situaciones que
sucedían en aquella época, una de estas situaciones se puede apreciar en el caso
de los papados y sobre el reinado de Fernando de Aragón, los cuales eran
contemporáneos a él.

La obra claramente era exclusiva para príncipes de la época, aunque podria


ocuparse en algunas características modernas, ya que Maquiavelo se adentra en la
mente del hombre y como reaccionaría en diversas situaciones, en muchas, el
hombre actuaría igual a como actuaba hace siglos atrás y un ejemplo actual podría
ser Irak.

Para Maquiavelo los fines políticos eran inseparables del "bien común".
El bien del Estado no se subordina al bien del individuo o de la persona humana en
ningún caso, y su fin se sitúa por encima de todos los fines particulares por más
deseables que se consideren. El sentido de la vida y de la historia, no termina para
los hombres si ellos prosiguen en la tarea de perfeccionar la sociedad sobre bases
racionales que los trasciendan más allá del simple plano individualista o de
atomización social en el que viven dentro de las sociedades contemporáneas de
finales del siglo XX. La transformación de la política, como lo mencionó Maquiavelo,
puede ser el camino para la humanización del poder y la sociedad.

La política, por lo tanto, es el arte de el príncipe o gobernante. Y el príncipe, en


cuanto conquistador y dueño del poder, en cuanto encarnación del Estado, está por
principio exento de toda norma moral. Lo importante es que tenga las condiciones
naturales como para asegurar la conquista y posesión del poder.

Para Maquiavelo la razón suprema no es sino la razón de Estado. El Estado,


constituye un fin último, no solo independiente sino también opuesto al orden moral
y a los valores éticos, y situado de hecho, por encima de ellos, como instancia
absoluta.

El autor también menciona los distintos tipos de ejércitos que puede tener disponible
un principado. Pueden ser los siguientes:

Ejército mercenario: Este ejército pagado, es el peor ejército, al trabajar solo por
dinero, es muy simple que no hagan bien su trabajo y existe la gran posibilidad de
que se revelen en contra del príncipe, lo cual podría finalizar en la pérdida del poder.
Este ejército es muy peligroso y poco confiable.

Ejército auxiliar: Es un ejército que no es propio y a la larga termina poniendo al


principado en una situación de deuda con el otro principado al cual le pertenece el
ejército. El principado pierde su independencia militar y queda atado a la merced
del otro principado.

Ejército propio: Este es el mejor ejército que un principado podría tener, por la simple
razón de que son los únicos que son enteramente leales al príncipe y que son los
más confiables, es muy difícil que un príncipe sea traicionado por su propio ejército.
Es este ejército en el quien puedes confiar una batalla, ya que son entrenados según
tus mandatos.

Ejército mixto: Es la mezcla entre un ejército propio y uno auxiliar.


Maquiavelo habla sobre este tema gran parte del libro, lo que evidencia que es un
tema de gran importancia en la época y con razón ya que las constantes luchas por
territorios y rutas de comercio, hacían indispensable que cada principado tuviera su
ejército para defenderse o atacar.

Opinión
El príncipe es una obra que Maquiavelo elaboro con el fin de que los gobiernos se
dieran cuenta de todo
lo malo y bueno que han ido otorgando a su estado en su periodo. Sin duda es un
libro obligatorio para todas aquellas personas que quieran obtener un gobierno
sólido y próspero convirtiéndose así en un manual para los prospectos al poder
máximo.

Esta obra, en la actualidad sigue siendo de gran importancia para las personas que
quieran entender y profundizar en el tema de la evolución social y política del mundo
moderno surgida en el Renacimiento.

Maquiavelo es tratado como una persona mala y con intenciones de derrocar al


gobierno del renacimiento con críticas perjudiciales que tenían como fin sensibilizar
a todo el pueblo. Sin embargo, él solo plasmo en su obra una realidad que se
presentaba en aquella época, sin temor a nada plasmo toda la investigación que el
realizó para dar hincapié en todas las características tanto negativas como positivas
que tiene un gobierno y como tratar de corregirlo.
Antecedentes
Maquiavelo es un pensador, pero sin un sistema filosófico concreto, un humanista
con nostalgia de la grandeza de la antigua Roma; patriota, sin principios éticos y
oportunista. Si Tomás Moro es un idealista, Maquiavelo está en el extremo opuesto.
No se distinguió ni por su amor ni por su respeto a sus semejantes.

Procurar el bien moral o material del pueblo quedaba relegado frente al objetivo de
afianzar el poder del déspota. Los dos valores centrales del Renacimiento:
racionalidad y libertad se aplican también a la visión renacentista de la sociedad y
del pensamiento. El progreso en la historia depende de la acción del hombre y no
de la intervención divina. Para pensadores como Pico y Campanella el hombre es
capaz de construir racionalmente una sociedad de seres libres e iguales: el orden
político ha de ser el reflejo de estos valores.

Maquiavelo rechazó cuanto fuera idealismo y teoría y aplicó el sentido práctico. La


política nada tenía que ver con la moral, la ética o la religión.
Maquiavelo tiene una concepción totalmente diferente de la sociedad humana: para
él, el hombre es por naturaleza perverso y egoísta, sólo preocupado por su
seguridad y por aumentar su poder sobre los demás; sólo un estado fuerte,
gobernado por un príncipe astuto y sin escrúpulos morales, puede garantizar un
orden social justo que frene la violencia humana. Fue el primero en usar la palabra
estado en su sentido moderno.

Algunos le atribuyen la invención de la dictadura moderna y su consiguiente


Realpolitik, como expresión específicamente distinta de las antiguas formas de
totalitarismo. Sus ideas políticas estaban impregnadas de sentido práctico y una
visión realista de gobierno.
Su obra El Príncipe (1513):
El príncipe o el gobernante, tiene como misión la felicidad de sus súbditos y ésta
sólo se puede conseguir con un Estado fuerte. Para conseguirlo tendrá que recurrir
a la astucia, al engaño y, si es necesario, a la crueldad.

La virtud fundamental es la prudencia, para la conveniencia del Estado. Si el interés


de la patria exige traición o perjurio, se comete. "La grandeza de los crímenes
borrará la vergüenza de haberlos cometido". Los medios no importan: no es
necesaria la moral, sino un realismo práctico, no lo que debe ser, sino lo que es en
realidad. Política y moral son dos ámbitos distintos e incluso contradictorios. Aunque
El Príncipe estuviera dedicado a Lorenzo de Medicis (1492-1519) (duque de
Urbino), con la esperanza de recuperar la confianza perdida, Maquiavelo quiere
presentar en su obra el arquetipo de cualquier político.

La unidad de Italia:
El Príncipe es el producto de una idea capital que lo informa en todos sus aspectos.
Maquiavelo no había echado por la borda todo vestigio de la ética discernible en los
Discorsi. En el último capítulo XXVIl del Príncipe, titulado Exhortación a liberar Italia
de las manos de los bárbaros, proclama con apasionada sinceridad lo que
constituye la idea rectora y motivante de la obra: Italia debe hallar su gobernante y
sacudir el yugo extranjero.
Escribe: espero que algún príncipe... siguiendo estas normas mías, consiga
enseñorearse de toda Italia y hacer de ella una país grande, compacto y rico como
los otros que ahora predominan en Europa. El historiador objetivo se convierte ahora
en un inflamado patriota que propugna la unidad de Italia. Al pesimismo y la carencia
de escrúpulos han venido a suplantar de pronto la esperanza y aun la fe. Para
aceptar el papel de padre de la patria propone a Lorenzo de Médicis, duque de
Urbino: vana exhortación, pues Lorenzo no pasaba de ser una figura secundaria
que no ofrecía la menor esperanza.
El texto trata sobre temas políticos, que durante el Renacimiento se dieron bajo un
género literario concreto, Las Utopías, en las qué bajo la forma de descripciones de
Estados ideales, se contienen alusiones a estados concretos y teorías políticas
importantes. El fragmento de El Príncipe, nos muestra las cualidades que el
gobernante de este Estado "Ideal" debe tener a juicio de su autor. Debe ser una
persona amoral, indiferente entre el bien y el mal, debe estar por encima de ambos.

En este "sistema político" por el que aboga Maquiavelo, se ha olvidado por completo
la ética y la política que predicaron Platón y Aristóteles, ahora un
hombre bueno, moral y honrado no puede, según el autor, ser un buen político.
Resumiendo, todo el texto se basa en un único principio: "El fin justifica los medios".
Fuentes bibliográficas:

Bibliografía
Vidas, B. y. (2004-2019). Nicolás Maquiavelo. Recuperado el Septiembre de 2019, de
Biografías y Vidas:
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/maquiavelo.htm
www.elaleph.com. (1999). El Príncipe, Nicolás Maquiavelo. Recuperado el Septiembre de
2019, de
https://ocw.uca.es/pluginfile.php/1491/mod_resource/content/1/El_principe_Ma
quiavelo.pdf

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