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Carcinoma de laringe.

• El carcinoma de laringe representa solo el 2% de todos los cánceres. Suele aparecer en personas
mayores de 40 años y es más frecuente en los hombres que en las mujeres (con un cociente entre
los sexos de 7:1). Los factores medioambientales tienen mucha importancia en su etiología; casi
todos los casos afectan a fumadores y también puede influir la exposición al alcohol y al amianto.
Se han detectado secuencias del VPH aproximadamente en el 15% de los tumores, que tienden a
tener un pronóstico mejor que otros carcinomas. Aproximadamente el 95% de los cánceres de
laringe son carcinomas epidermoides típicos. Es raro encontrar adenocarcinomas, posiblemente
originados en las glándulas mucosas. El tumor se desarrolla directamente sobre las cuerdas vocales
(tumores glóticos) en el 60-75% de los casos, pero puede hacerlo proximal a las cuerdas
(supraglótico; 25-40%) o distal a ellas (subglótico; menos del 5%). Los carcinomas epidermoides de
laringe comienzan como lesiones in situ, que, posteriormente, se convierten en placas de color gris
perlado y arrugadas sobre la superficie mucosa, que se acaban ulcerando y adoptan un aspecto
fungoso
• Los tumores glóticos suelen ser carcinomas escamosos queratinizantes, bien o
moderadamente diferenciados, aunque también existen los mal diferenciados
no queratinizantes. Como cabría esperar con lesiones causadas por la
exposición repetida a carcinógenos ambientales, la mucosa adyacente puede
mostrar hiperplasia escamosa con focos de displasia o, incluso, carcinoma in
situ. Clínicamente, el carcinoma de laringe se manifiesta por una disfonía
persistente. La localización del tumor en la laringe tiene una influencia
significativa sobre el pronóstico. Por ejemplo, aproximadamente el 90% de los
tumores glóticos están confinados a la laringe en el momento del diagnóstico.
En primer lugar, como consecuencia de que interfieren en la movilidad de las
cuerdas vocales, producen síntomas en fases tempranas de la evolución de la
enfermedad; en segundo lugar, la región glótica tiene una vascularización
linfática escasa y es poco frecuente su extensión más allá de la laringe. Por el
contrario, la laringe supraglótica es rica en espacios linfáticos, y casi un tercio
de estos tumores metastatizan en los ganglios linfáticos regionales
(cervicales).
Macroscopia.
• En la región de la lengua (a la derecha) y la tráquea superior (a la
izquierda). Un carcinoma de células escamosas de gran tamaño, con
aspecto fungiforme, se extiende desde la laringe hasta la epiglotis y
erosiona una parte de la epiglotis derecha. Estas masas de gran
tamaño pueden presentarse con ronquera, tos y disfagia. Las lesiones
más avanzadas pueden ulcerarse y producir hemoptisis. Con
frecuencia hay metástasis a los ganglios linfáticos locales,
produciéndose linfadenopatías no dolorosas. La mayoría de los casos
se relacionan con el tabaco y el alcohol. Las lesiones precursoras
comienzan con hiperplasia epitelial que progresa a displasia, pero
estas lesiones iniciales a menudo son asintomáticas.
Microscopia.
• Puede apreciarse que el epitelio cilíndrico seudoestratificado normal
de las vías respiratorias ha sido reemplazado por epitelio escamoso
metaplásico. En el centro y la parte derecha de la figura hay un
carcinoma de células escamosas bien diferenciado, con ulceración.
Esta neoplasia infiltra la submucosa. Muchas de las células se
disponen en nidos y ponen de manifiesto queratinización, con
abundante citoplasma eosinófilo. Un 99% de los carcinomas laríngeos
tienen diferenciación escamosa.
Radiología.
Diagnostico diferencial.
pronostico.
• En conjunto, el pronóstico del paciente con cáncer de laringe es favorable
comparado con otros tipos de tumor, aunque varía según el tamaño y
extensión del mismo en el momento del diagnóstico.
• El de mejor pronóstico es el tumor glótico (que afecta a las cuerdas vocales),
porque su diagnóstico suele ser más precoz y tienen menor tendencia a dar
metástasis. Se considera que la supervivencia a los cinco años del diagnóstico
y tratamiento correcto de un tumor glótico varía entre el  90 y el 95% en los
tumores más pequeños y el 50% en los más grandes.
• En los tumores supraglóticos correctamente tratados, la supervivencia a los 5
años oscila entre el 80% en los de menor tamaño y el 50% en los de mayor
tamaño.
• Los tumores subglóticos son los de peor pronóstico, con una supervivencia a
los 5 años por debajo del 40%.

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