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Almacenamiento frutas
y Verduras
Instructora: Yolanda Bustamante Ficha: 1136429
Aprendices: Soraidy Martínez
Fabián Sánchez
Luisa Serrano
Natalia Pinzón
Sistemas de almacenamiento
Un producto puede ser almacenado en más de una forma y el tiempo que puede ser conservado
aumenta cuando del almacenamiento natural o a campo se pasa al realizado en estructuras
diseñadas para tal efecto y más aún cuando se adiciona la refrigeración o atmósferas
controladas. La tecnología aplicar depende de la rentabilidad de la misma una vez descontados
los costos asociados.
• Almacenamiento natural o a campo
• Ventilación natural
• Ventilación forzada
Pre enfriamiento
Daño por frío
Etileno y otras contaminaciones gaseosas
Humedad relativa
Almacenamiento refrigerado por períodos cortos. Transporte refrigerado
• Refrigerado
• Combinación de sistemas
• Atmósferas controladas
Almacenamiento natural o a campo
Es el sistema más rudimentario pero aún en uso en muchos cultivos como por
ejemplo raíces (zanahoria, batata, yuca) y tubérculos (papa) en donde se
dejan en el suelo hasta que son cosechados para ser preparados para la venta.
De la misma manera, los cítricos y algunas otras frutas pueden ser dejadas en
el árbol. Si bien está ampliamente difundido, el producto está demasiado
expuesto al ataque de plagas, enfermedades y condiciones climáticas adversas
que afectan seriamente su calidad.
El almacenamiento a campo en pilas sobre paja o algún otro material que lo
aísle de la humedad del suelo y cubierto con lonas, plásticos o paja es
también un sistema muy difundido (Figura 49). Es muy común en aquellas
especies que por ser muy voluminosas requieren instalaciones muy grandes
para poder contenerlas, como por ejemplo papa, cebolla, zapallo, batata,
etc. Una variante es el almacenamiento a campo en bins (cajones de madera
o plástico de 120x100 cm y diseñados para ser manipulados con montacargas), Almacenamiento de cebolla a
campo en pilas protegidas por
normalmente apilados de a dos y el superior protegido de la lluvia. paja.
Ventilación natural
Es la más simple de las estructuras de almacenamiento en la que se aprovecha el flujo natural del
aire alrededor del producto eliminando, de esta manera, el calor y la humedad generada por la
respiración. Se puede utilizar cualquier tipo de construcción que proteja del ambiente externo y
que posea aberturas para permitir la circulación del aire. El producto es colocado en su interior a
granel, en bolsas, cajas, cajones, bins, tarimas u otras estructuras auxiliares (Figura 50). Para
poder utilizar eficientemente este sistema es conveniente enfatizar algunos conceptos básicos:
1. Las condiciones de humedad y temperatura son muy próximas a las del ambiente externo por
lo que debe ser utilizado solamente en aquellas especies que pueden ser conservadas
satisfactoriamente en forma natural tales como papa, batata, ajo, cebolla, zapallo, etc.
2. Debido a que son estructuras con aberturas generosas para permitir la entrada de aire, es muy
importante evitar el ingreso de animales, roedores y plagas.
3. Como todo fluido, el aire fluye por el camino que le ofrece menor resistencia. Esto es, se
deben evitar volúmenes muy compactos pues el aire va a circular por alrededor y no va a
penetrar la masa almacenada para remover el calor y gases de la respiración acumulados en el
interior de la misma. Para realizar una ventilación eficiente, es necesario dejar espacios, lo
que reduce la capacidad de almacenamiento.
Almacenamiento de ajo en
4. El aire caliente y húmedo asciende dentro de la estructura y si no encuentra aberturas en la estructuras simples con ventilación
parte más alta, se crean zonas calientes y húmedas que afectan la calidad y conservación del natural
producto favoreciendo el desarrollo de enfermedades.
Ventilación forzada
Las oscilaciones naturales de la humedad y temperatura ambiente pueden ser aprovechadas mejor aún con la instalación de
ventiladores que fuercen al aire a pasar a través del producto acelerando el intercambio gaseoso y térmico. Este sistema
permite almacenar a granel en pilas de hasta 3 metros aprovechando mucho mejor el espacio dentro de la estructura de
almacenamiento. El aire circula por debajo del piso forzado por un ventilador y pasa a través de la masa almacenada
mediante aberturas o conductos perforados. Como se dijera anteriormente, el aire toma el camino que le ofrece menor
resistencia, por lo que se debe dimensionar adecuadamente la capacidad de los ventiladores y conductos de ventilación así
como el patrón de carga del producto para efectivamente asegurar que el aire pasa a través y en forma uniforme. Es posible
la utilización de conductos de aire que se desarman y permiten la utilización con otros fines la bodega cuando no está en
uso.
La elección del forzador de aire es el componente más crítico de este sistema y su cálculo debe ser hecho por personas
especializadas. Aspectos a tener en cuenta son, en primer lugar, el volumen de la estructura y el número de cambios de
aire deseado por unidad de tiempo. Esto último es función del ritmo respiratorio del producto a ser almacenado. Además es
necesario considerar la presión estática o la resistencia al flujo del aire ofrecida por la masa almacenada y por rozamiento
dentro de los conductos. Lo ideal es que estos sistemas estén comandados por termostatos y humLa elección del forzador de
aire es el componente más crítico de este sistema y su cálculo debe ser hecho por personas especializadas. Aspectos a tener
en cuenta son, en primer lugar, el volumen de la estructura y el número de cambios de aire deseado por unidad de tiempo.
Esto último es función del ritmo respiratorio del producto a ser almacenado. Además es necesario considerar la presión
estática o la resistencia al flujo del aire ofrecida por la masa almacenada y por rozamiento dentro de los conductos. Lo
ideal es que estos sistemas estén comandados por termostatos y humidistatos que permitan que ante determinadas
condiciones cierren completamente la estructura permitiendo solamente la circulación del aire interior o que la abran Vista interior de un galpón de
totalmente para la renovación de la atmósfera. También se debería permitir la entrada parcial de aire para que se mezcle almacenamiento con ventilación forzada. Los
con el interno y lograr, de esa manera, las condiciones de humedad y temperatura deseadasidistatos que permitan que ante conductos de aire son removidos cuando no
determinadas condiciones cierren completamente la estructura permitiendo solamente la circulación del aire interior o que hay producto almacenado y la estructura es
la abran totalmente para la renovación de la atmósfera. También se debería permitir la entrada parcial de aire para que se
aprovechada para guardar máquinas y
mezcle con el interno y lograr, de esa manera, las condiciones de humedad y temperatura deseadas
equipos
Refrigerado
El control de la temperatura es una de las herramientas principales para reducir el deterioro postcosecha: las
bajas temperaturas disminuyen la actividad de las enzimas y microorganismos responsables del deterioro de los
productos perecederos. De esta manera, se reduce el ritmo respiratorio, conservando las reservas que son
consumidas en este proceso, se retarda la maduración y se minimiza el déficit de las presiones de vapor entre el
producto y el medio ambiente, disminuyendo la deshidratación. La suma de todos estos factores favorece la
conservación de la frescura del producto así como la preservación de la calidad y el valor nutritivo.
Una bodega refrigerada es una construcción relativamente hermética, aislada térmicamente del exterior y con un
equipo de refrigeración capaz de extraer el calor generado por el producto para dispersarlo en el exterior. Debido
al ritmo metabólico intenso de muchas frutas y hortalizas, el equipo debe tener una gran capacidad refrigerante
para eliminar el calor respiratorio. Es necesario, además, que pueda controlarse precisamente la temperatura y la
humedad relativa en el interior de la bodega.
Cada especie tiene un rango de temperatura y humedad relativa óptimo para su conservación y en muchos casos,
las distintas variedades poseen distintos requerimientos (Tabla 5). En almacenamientos refrigerados prolongados
siempre es conveniente almacenar solamente una misma especie para poder optimizar los requerimientos de
temperatura y humedad relativa específicos de la variedad considerada. Las incompatibilidades de temperaturas,
humedad relativa, sensibilidad al frío y al etileno, la absorción o emisión de olores contaminantes y otras,
determinan que el uso del mismo espacio refrigerado para almacenar distintas especies sólo sea posible por
períodos cortos (hasta 7 días, dependiendo de las especies) o bajo condiciones de transporte. Especies muy
incompatibles no deberían estar juntas más de 1 o 2 días dentro de un mismo ambiente.
1. Pre-enfriamiento
Las cámaras frigoríficas o vehículos refrigerados usados para la conservación o transporte están
diseñados para mantener baja la temperatura del producto, pero no poseen la capacidad para
extraer rápidamente la temperatura de campo que es aproximadamente igual a la del ambiente y
muy superior a ella si se encuentra al sol. Cuando es expuesto a un ambiente más frío, el producto
pierde temperatura lentamente hasta finalmente alcanzar un valor próximo a las condiciones en que
se encuentra. La velocidad con que pierde calor es función de la diferencia de temperaturas, del
volumen individual y de la masa total de producto que se está enfriando, así como de la capacidad de
los equipos refrigerantes. No es infrecuente, por lo tanto, que un producto caliente requiera de 24-
48 horas para alcanzar las condiciones de cámara. La actividad metabólica (respiración, producción
de etileno, reacciones químicas y enzimáticas) disminuye con la temperatura y cuanto más rápido
alcance las condiciones ideales de almacenamiento, menor será la pérdida de energía, de reservas
almacenadas y de calidad.
Se entiende por preenfriado al proceso mediante el cual se reduce rápidamente la temperatura «de
campo» del producto recién cosechado y previo a su procesamiento industrial, almacenamiento o
transporte refrigerado. Es un proceso absolutamente necesario para mantener la calidad de frutas,
hortalizas y otros productos vegetales y forma parte de la «cadena de frío» para maximizar la vida
postcosecha del producto. Es beneficioso aún cuando el producto retome posteriormente la
temperatura ambiente, ya que el deterioro es proporcional al tiempo expuesto a las altas Vista interior de una cámara para el
temperaturas. El preenfriado es generalmente una operación aparte, que requiere de instalaciones almacenamiento refrigerado. El
especiales, aunque complementaria del almacenamiento refrigerado. evaporador se instala en la parte superior.
2. Daño por frío
La modificación de la atmósfera reduce aún más el reducido ritmo metabólico obtenido con la refrigeración,
resultando en una extensión adicional del período de conservación sin afectar la calidad. El control estricto
de la humedad relativa es el tercer componente de este sistema.
La composición normal de la atmósfera a nivel del mar es aproximadamente 78,1 por ciento nitrógeno, 21
por ciento oxígeno y 0,03 por ciento anhídrido carbónico. Una «atmósfera controlada» o «modificada» es
aquella en donde las concentraciones de los gases que la componen son diferentes a los valores normales. La
diferencia entre ambas definiciones radica en que en el primer caso ("controlada"), se mantienen
exactamente las proporciones deseadas y normalmente se la utiliza con productos que permiten una
conservación muy larga en instalaciones fijas. En cambio, el almacenaje en atmósferas modificadas es
realizado en recipientes con permeabilidad diferencial a los gases (películas plásticas) y por períodos cortos
de tiempo. La composición gaseosa no es exactamente controlada en este caso sino que dentro del envase se
modifica por la respiración hasta alcanzar un equilibrio con la del ambiente. Esta atmósfera de equilibrio es
función del producto, de las características de la película y de la temperatura de almacenamiento.
La modificación de la atmósfera de almacenamiento produce un retardo en los cambios bioquímicos y
fisiológicos relacionados con la senescencia, fundamentalmente el ritmo respiratorio, la producción de
etileno, los cambios en la composición y el ablandamiento del producto. Otros efectos que han sido
demostrados son la reducción de la sensibilidad del producto al etileno y en algunos casos al daño por frío.
En algunos casos, disminuye la severidad del ataque de patógenos y pueden ser utilizadas para el control de
insectos. Cuando la composición gaseosa no es la adecuada, se pueden presentar efectos no deseables como
fermentaciones, asfixia de los tejidos (Figura 59), desarrollo de olores o sabores desagradables.
Ventana de visualización en una cámara de
atmósfera controlada
Web-grafia
• http://www.fao.org/docrep/006/y4893s/y4893s06.htm