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Max Weber

y la ética protestante.

Nicolás Galán
¿Quién fue?
Fue un filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y sociólogo alemán, considerado uno de los
fundadores del estudio moderno de la sociología y la administración pública, con un marcado sentido
antipositivista (rechazo del empirismo y método científico)

Max Weber nació en Erfurt, Turingia en Alemania, 21 de abril de 1864, siendo el mayor de los siete hijos
de Max Weber (padre), jurista y político destacado del Partido Liberal Nacional en la época de Bismarck
y funcionario protestante.

Debido a la vida pública de su padre, Weber creció en un ambiente familiar inmerso en la política, y su
hogar recibió la visita de prominentes académicos y figuras públicas.

Weber estudió en las universidades de Heidelberg, Berlín y Gotinga, interesándose especialmente por el
derecho, la historia y la economía.
A pesar de ser reconocido como uno de los padres de la sociología, junto con Karl Marx, Auguste Comte
y Émile Durkheim,​Weber nunca se vio a sí mismo como sociólogo, sino como historiador; ​para él, la
sociología y la historia eran dos empresas convergentes.

Sus trabajos más importantes se relacionan con la sociología de la religión y el gobierno, pero también
escribió mucho en el campo de la economía. Su obra más reconocida es el ensayo La ética protestante y
el espíritu del capitalismo, que fue el inicio de un trabajo sobre la sociología de la religión.

Weber creó y trabajó en una tradición antipositivista e idealista, al igual que Werner Sombart, su amigo y
para entonces, el más famoso representante de la sociología alemana. Estos trabajos iniciaron la
revolución antipositivista en las ciencias sociales, que marcó la diferencia entre éstas y las ciencias
naturales, especialmente debido a las acciones sociales de los hombres.
La ética protestante y el espíritu del
capitalismo.
Este ensayo es su obra más conocida. Se dice que este trabajo no debería ser visto como un estudio
detallado del protestantismo, sino como una introducción a obras posteriores de Weber.

En este se presenta la tesis de que la ética protestante y sus ideas puritanas influyeron en el desarrollo
del capitalismo. En general, la devoción religiosa está usualmente acompañada por el rechazo a los
asuntos mundanos, incluyendo el rechazo a la búsqueda de una mejor posición económica.

¿Por qué no es éste el caso del protestantismo? Weber intenta hacer comprensible esta paradoja entre
la ética protestante y su actitud como preparación para el desarrollo del espíritu capitalista.
Define al “espíritu del capitalismo” como las ideas y hábitos que favorecen la búsqueda racional de
ganancias económicas. Weber señala que tal espíritu no existe en la cultura occidental, cuando lo
consideramos como una actitud presente en individuos. Ya que también hay que tomar en cuenta que
estos individuos no podrían, por sí solos, establecer un nuevo orden económico (capitalismo). Para ello
deben ser aceptadas socialmente ciertas tendencias. Entre las tendencias propiciadoras estaban: a) la
ambición de ganancias con un mínimo esfuerzo, b) la estimación de que el trabajo es una maldición
divina y una carga que debe ser combatida.

Weber mostró que algunos tipos de protestantismo favorecen la búsqueda racional del beneficio
económico. No era el objetivo de esas ideas religiosas, sino más bien un producto de su espíritu, de la
lógica inherente de dichas doctrinas.

Max Weber fue sin duda uno de los estudiosos que más se ha acercado a comprender el espíritu del
capitalismo desde sus raíces éticas en la religión.

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