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GAMETOGÉNESIS

La reproducción sexual en la especie humana supone la creación de


un nuevo individuo a partir de dos diferentes, asegurando con ello la
variabilidad genética. para ello dispone de unos órganos, las gónadas,
que permiten regular la creación de células sexuales o gametos,
especializados en lograr dicho objetivo. la gametogénesis es el
proceso que sufren las células germinales de la gónada hasta
transformarse en gametos, y principalmente supone la reducción de
su material genético, haciéndolas haploides, mediante el mecanismo
de meiosis, y su maduración morfológica y funcional. la embriología
de las células germinales, la cronología de la meiosis, así como la
maduración de los gametos, marcan las diferencias fundamentales
entre la gametogénesis masculina o espermatogénesis y la femenina
u ovogénesis.
1. EMBRIOLOGÍA:
 De 1.000 a 2.000 células germinales primitivas u oogonias llegan a la cresta germinal
(futura gónada) antes de los 45 días de gestación que proceden del endodermo del saco
vitelino.
 Durante 6 semanas, estas células sufren un rápido proceso de división por mitosis y se
diferencian en oocitos primarios (sobre los cuales actúa la meiosis).
 Alrededor de la semana 10, la gónada queda constituida.
 En la semana 20, alcanza el máximo desarrollo, apreciándose en el ovario de 5 a 7 millones
de oogonias y oocitos primarios.
 A partir de este momento, el ovario sufre una progresiva pérdida de las oogonias que no se
diferencian a oocitos primarios (conocido como atresia).
 Al nacimiento los ovarios no contienen ovogonias, y sí un millón de oocitos primarios y sólo
podrán completar un ciclo de maduración a lo largo de la vida, alrededor de 500.
Estos ciclos se van a iniciar en la pubertad, con la menarquia y van a finalizar en la
menopausia, momento en el que ya no existen oocitos primarios en el ovario.
2. MEIOSIS: La meiosis comienza en el momento en que las oogonias se han diferenciado
en oocitos primarios, pero esta división no se completará hasta años más tarde,
deteniéndose en la profase de la primera división meiótica, concretamente en estadio de
diploteno. Esta larga interrupción dura de 12 a 40 años y se reanuda cuando se inicia su
maduración en cada ciclo. En respuesta al pico de LH que sucede en la mitad del ciclo, en
la fase preovulatoria, el oocito reanuda la meiosis y completa la primera división
meiótica, formando dos células de distinto tamaño: la primera llamada ovocito
secundario y que recibe la mayor parte del citoplasma; y otra, mucho más pequeña y casi
sin citoplasma conocida como el primer corpúsculo polar, que es una célula sin función
específica condenada a la degeneración. Cada una de ellas tendrá un número haploide
de cromosomas (23), pero diploide de ADN (cada cromosoma está constituido por dos
cromátides que contienen sus genes duplicados). El ovocito secundario continúa la
meiosis, iniciando la segunda división meiótica, y se convierte en un ovocito no
fecundado detenido durante la metafase, que sólo se completará si un espermatozoide
penetra en su citoplasma, es decir, si el ovocito es fecundado. Cuando la fecundación se
lleva a cabo, nuevamente se forman dos células distintas: el ovocito fecundado (que
contiene el citoplasma casi en su totalidad) y el segundo corpúsculo polar, que con el
tiempo también degenera. Ambas presentarán un contenido haploide de cromosomas
(23) y material genético (cada cromosoma está consituido por una sola cromátide).
Maduración de oocito

Folic primordial Oocito primario Oocito secundario


Detención en
Oocito secundario
metafase de
Se detiene en segunda división
dictioteno de Reinicio de meiótica
profase de 1º meiosis en
division meiotica mitad del ciclo
meiosis 1 ovario por aumento Oocito secundario
de LH. Trompa

Fecundación
oocito
maduro
haploide.
Trompa
Folículos
• Primordial: oocito con capa de células
epiteliales aplanadas
3. Maduración funcional:
Foliculogénesis, ovulación La maduración del ovocito estrechamente ligada a
las células de la granulosa, asociándose para constituir los folículos
primordiales, unidades reproductivas fundamentales del ovario. Estos
folículos, se sitúan en la corteza ovárica y están constituidos por un ovocito en
estadio de diplotene de la profase meiótica, rodeado de una sola capa de
células planas de la granulosa, por fuera de la cual se halla una membrana
basal que separa ambas estructuras del tejido intersticial adyacente. En cada
ciclo, un número de ellos, proporcional al pool de folículos remanentes, van a
ser reclutados iniciando su desarrollo, este periodo inicial, al menos en parte,
se produce incluso en ausencia de las gonadotrofinas hipofisarias, pero más
allá su desarrollo no es posible sin ellas. Su inicio va marcado con un
moderado crecimiento del propio ovocito, que aumenta su diámetro de dos a
tres veces, seguido del crecimiento de más capas de células de la granulosa,
pasando el folículo a llamarse folículo primario. Este continúa creciendo y una
vez que alcanza 150 - 200 micrómetros de diámetro, pasa de la cortical ovárica
avascular a la medular ovárica mucho mejor vascularizada.
Folículo primario
 Maduración de Folículo primario primordial
 Oocito aumenta de tamaño, células que lo rodean progresan hasta hacerse
cúbicas (células de la granulosa) separadas por lamina basal del conectivo
 Zona pelúcida: gruesa mb. Eosinófila, separa oocito de células de granulosa.
 Interdigitaciones en mb. –Glucoprot. de oocito.
 Teca folicular
En este momento, las células de la granulosa, bajo el estímulo inicial de la FSH, proliferan
rápidamente, formando varias capas. Por otro lado, células fusiformes del intersticio
ovárico también se agrupan formando un segundo tipo de células (la teca) que, se divide
en dos capas, la interna, con capacidad de secretar hormonas y la externa que se
convierte en una cápsula de tejido conectivo muy vascularizada. La masa de células de la
granulosa secretan un líquido folicular, rico en estrógenos, que se acumula formando el
antro en su interior. El óvulo también aumenta su diámetro unas tres o cuatro veces
más. A medida que crece el folículo, el propio óvulo permanece sepultado en una masa
de células de la granulosa situadas en un polo del folículo. El óvulo, todavía en fase de
oocito primario, junto con las células de la granulosa que lo rodean recibe el nombre de
cúmulo ooforo. El perfil esteroideo de líquido folicular con las mayores concentraciones
de estrógenos y los índices andrógenos/estrógenos más bajos se asocia a una mejor
calidad de los ovocitos, proporcionando una mayor tasa de embarazos. Hasta esta etapa,
el folículo era estimulado principalmente por la FSH sola, que actúa favoreciendo la
síntesis de sus propios receptores en las células de la granulosa y en combinación con el
estradiol del antro, induce su proliferación y secreción.
Folículos secundarios
• Teca externa . Tej conect
con cel. musc. lisas
•Teca interna, cel.
C.G. con Poliédricas con
antro núcleos redondos y
folicular gotas de lípido y rica
en REL (estrógeno)
liquido rica vascularización,
claro y sint. Estradiol
viscoso, •. Recep LH.
•Androstenediona
Cúmulo (LH)
oóforo.
Rceptores
FSH y LH Sensibles a las
gonadotrofinas
La LH, que ahora también actúa en combinación con los estrógenos, estimula
la proliferación de las células tecales y el aumento de secreción folicular. Por
tanto, una vez que comienzan a crecer los folículos antrales, su crecimiento se
produce rápidamente. Llegado a este punto, uno de los folículos reclutados
comienza a crecer más que los restantes. Al parecer, secreta más estrógenos
causando una retroacción positiva de él mismo. Este folículo dominante será
seleccionado y estará destinado a ovular a partir de este momento, no
pudiendo ser sustituido por ninguno de los demás folículos en crecimiento, de
manera que, mientras él prosigue su desarrollo, los restantes iniciarán un
proceso de atresia. Si alteramos estos mecanismos ováricos de selección
folicular mediante la administración de gonadotrofinas exógenas,
conseguiremos el desarrollo casi simultáneo de múltiples folículos en ambos
ovarios. Una vez alcanzada la maduración definitiva, el folículo preovulatorio
de Graaf seleccionado, produce elevadas cantidades de estrógenos que al
estimular la hipófisis darán lugar al pico preovulatorio de FSH y LH.
Folículo maduro de Graaf
15 – 20 m. 60 días desde reclutamiento
 Se suelta el oocito rodeado ZP, células de granulosa forman la
corona radiada.
OVULACIÓN
• Se inicia la meiosis II, pero el ovocito se detiene en la
metafase aproximadamente 3 horas antes de la ovulación.
• Entre tanto, en la superficie del ovario empieza a crecer
un bulto y en su ápice aparece una mancha avascular, el
estigma.
El folículo maduro irá disolviendo por acción de enzimas proteolíticas la pared folicular y la
porción de pared del ovario bajo el que está situado simultáneamente, acercándose a su
superficie. Mientras, las células de la granulosa aumentan de tamaño y adquieren
inclusiones lipídicas, y la teca se vacuoliza y vasculariza intensamente. Poco antes de la
ovulación, el folículo se aprecia como una formación vesicular transparente e hiperémica de
1-2 cm de diámetro, que protruye en la superficie del ovario Esta pared externa que hace
relieve, se hincha rápidamente, y una pequeña zona de la cápsula, denominada estigma,
forma una protuberancia. En treinta minutos, más o menos, comienza a rezumar líquido
folicular a través del estigma y unos minutos más tarde, cuando el folículo se hace más
pequeño por la pérdida de líquido, el estigma se rompe ampliamente y un líquido más
viscoso que lleva el ovocito y la corona radiada se vierte al abdomen.
OVULACIÓN
• Bajo la influencia de la LH y FSH, el folículo secundario
crece con rapidez hasta alcanzar un diámetro de 25mm
• El aumento brusco de la LH induce el ovocito primario a
completar la meiosis I y hace que el folículo entre en la
fase preovulatoria.
RECORRIDO DE LOS ESPERMATOZOIDES Casi inmediatamente después de la
eyaculación, el semen forma un gel, que contiene de 200 a 300 millones de
espermatozoides. Desde la vagina hasta la trompa, este número sufre una merma
sustancial. La pérdida más importante ocurre en la vagina, principalmente por la
expulsión del semen del introito. A los 20-30 minutos, este gel es licuado por enzimas
originadas en la glándula prostática, su pH alcalino los protege del medio ácido
vaginal, protección transitoria, ya que, en dos horas la mayoría de los espermatozoides
que quedan en la vagina son inmovilizados. En el coito, el aparato reproductor
femenino se contrae tras el orgasmo y estas contracciones pueden ser importantes
para la entrada de espermatozoides en la mucosa cervical y su posterior transporte,
aunque no esenciales. Las contracciones uterinas, favorecidas también por las
prostaglandinas contenidas en el semen, junto a la movilidad de los espermatozoides
más afortunados, los impulsan hacia arriba, alcanzando a entrar en lengüetas de moco
cervical que cubren al ectocérvix.
Los espermatozoides nadan y migran a través de poros en la microestructura del moco,
que son más pequeños que la cabeza del espermatozoide, por lo que deben abrirse paso
empujando, proceso que se facilita durante la ovulación, ya que en este momento los
altos niveles de estrógenos producen un moco idóneo para su paso (menos viscoso, más
abundante). En general, se acepta que el moco tiene una función de filtro; los
espermatozoides anormales y menos “capaces” tienen dificultades para atravesarlo.
Además, se sabe que el cuello funciona como reservorio de donde se van liberando hasta
72 horas después del coito. En las primeras 24 horas, la cantidad de espermatozoides es
relativamente constante y a las 48 horas quedan relativamente pocos. En la región
ampular, los espermatozoides adoptan otro patrón de movimiento que se ha llamado
movilidad hiperactivada. Se han hallado espermatozoides humanos en las trompas de
Falopio desde 5 minutos hasta 80 horas después del coito y estos, aún pueden
comportarse normalmente.
.
ZONA PELUCIDA
• Membrana compuesta glucoproteinas,
secretadas por el ovocito

• Receptores para espermatozoides

• Inicia la reacción acrosómica

• Impide la poliespermia .

• Reacción de zona
CAPACIDAD FECUNDANTE

HORAS

HORAS
FECUNDACIÓN La fecundación es una secuencia de fenómenos coordinados que se
inicia cuando entran en contacto ambos gametos. Sucede en la región ampular
(tercio distal) de la trompa de Falopio. No se sabe por cuánto tiempo el oocito
humano mantiene la capacidad de ser fertilizado, pero la mayoría de las
estimaciones hablan de entre 12 y 24 horas. En el espermatozoide la capacidad
fecundante se estima entre 48 y 72 horas. Los extremos de intervalo en el que se
produce el embarazo, documentados después de un solo acto sexual, son de 6 días
antes a 3 días después de la ovulación. La gran mayoría de los embarazos se
producen cuando el coito tiene lugar en el intervalo de tres días que precede a la
ovulación. El contacto inicial entre el espermatozoide y el oocito es un proceso
mediado por receptores. La zona pelúcida está compuesta por glucoproteinas
secretadas por el oocito, llamadas ZP1, ZP2 y ZP3, de las cuales la más abundante
es la ZP3, y es el principal fijador para el espermatozoide.
FECUNDACIÓN

Es el fenómeno biológico
mediante el cual se une el
espermatozoide y el óvulo
para formar una nueva
célula, el huevo o cigoto,
con el que se inicia el
desarrollo embrionario.
FECUNDACIÓN
Por su parte el espermatozoide, depositado en la vagina,
avanza en sentido contrario, atravesando cuello uterino,
útero, arribando a las trompas, donde ambos se encuentran a
la altura del tercio distal de la misma.
FECUNDACIÓN
Con el eyaculado se depositan en la vagina
unos 8.000.000 de espermatozoides, en la
especie humana muchos quedan en el camino
atrapados por barreras físicas, como el cuello
uterino y la unión uterotubárica, o destruidos
por la acidez vaginal, alcanzando el óvulo muy
pocos. Los ovocitos conservan su capacidad
para ser fecundados hasta 24 hs. después de la
ovulación, y el espermatozoide, entre 24 y 72
hs.
• LOS ESPERMATOZOIDES PARA SER
APTOS PARA LA FECUNDACION DEBEN
SUFRIR 2 PROCESOS:

REACCION
CAPACITACION ACROSOMICA
CAPACITACION

• COMPLETA LA MADURACION.

• PIERDEN UNA CAPA DE


GLUCOPROTEINAS Y PROTEINAS DE LA
SUPERFICIE DEL ACROSOMA

• POR INFLUENCIAS DE SUSTANCIAS T.F.G.


REACCION ACROSOMICA
PERFORACIONES EN EL ACROSOMA, A TRAVES DE LAS CUALES SALEN LAS
ENZIMAS (HIALURONIDASA Y ENZIMAS DE LA MUCOSA TUBARICA) NECESARIAS
PARA LA PENETRACION DEL ESPERMATOZOIDE EN LA CORONA RADIADA Y ZONA
PELUCIDA.
La formación del complejo ZP3-espermatozoide (enzima de su superficie), no
sólo facilita la unión, sino que también induce la reacción acrosómica. Una vez
que esta se produce, se liberará hialuronidasa (enzima encargada de la
dispersión de la corona) y acrosina (proteinasa encargada de la penetración en
la zona pelúcida), que junto al movimiento espermático (movimientos
oscilatorios laterales rápidos alrededor del istmo, similares a los de una
guadaña) harán que el espermatozoide penetre de forma rápida a través de la
zona pelúcida. En este momento, la región posacromial de la cabeza se une con
la membrana del ovocito, y el núcleo del espermatozoide se incorpora al
ovoplasma. Cuando esto sucede, el ovocito secundario completa la segunda
división meiótica, formando el ovocito maduro y el segundo corpúsculo polar. El
núcleo del ovocito maduro inicia la descondensación de sus cromosomas,
originando el pronúcleo femenino. El material cromatínico de la cabeza del
espermatozoide se descondensa y se forma el pronúcleo masculino. Este
fenómeno puede contemplarse a las 17 horas de la inseminación.
FECUNDACIÓN - CAPACITACIÓN
Mediante este proceso se produce la eliminación o la remoción de las
glicoproteínas que integran la membrana plasmática del espermatozoide,
solamente los capacitados pueden atravesar a las células de la corona
radiada.
FECUNDACIÓN – REACCIÓN ACROSOMICA
Se inicia con múltiples uniones entre la
membrana externa del acrosoma con la
membrana plasmática, formándose poros, y
luego la desaparición de ambas membranas.
FECUNDACIÓN – REACCIÓN ACROSOMICA
Se produce después de al
unión a la zona pelúcida,
inducida por proteínas de la
zona, culminando con la
liberación de enzimas
necesarias para penetrar la
zona pelúcida, que incluyen a
la hialuronidasa y la acrosina,
almacenadas en el interior del
acrosoma
EL ESPERMATOZOIDE PENETRA LA ZONA
PELUCIDA
1. EL OVOCITO EXPERIMENTA POR LA ACCION DE ENZIMAS LIBERADAS POR
EL ESPERMATOZOIDE (ACROSINA-NEURAMINIDASA) REACCION ZONAL.
BLOQUEO DE LA POLIESPERMIA
2. EL OVOCITO II FINALIZA LA SEGUNDA
DIVISION MEIOTICA Y SE FORMA EL OVULO
MADURO Y SEGUNDO CUERPO POLAR.
Los cromosomas de cada pronúcleo se disponen alrededor del huso acromático,
equidistante de los centríolos. Los 23 cromosomas de cada progenitor se
fusionan, y a continuación se dividen longitudinalmente dando lugar a dos
núcleos con un número diploide de cromosomas, iniciándose así la primera
segmentación celular como una mitosis ordinaria. Al mismo tiempo, la fusión de
las membranas del oocito y del espermatozoide desencadena la reacción
cortical, la liberación de sustancias de los gránulos corticales, organelas ubicadas
justo debajo de la membrana celular del óvulo. La reacción cortical genera a su
vez, una reacción de la zona inducida por enzimas, entre las que se encuentra la
ZP2, que consiste en el refuerzo de la zona por entrecruzamiento de las
proteínas estructurales y la desactivación de fijadores para los receptores del
espermatozoide, lo que impide la polispermia.
3. La cabeza del espermatozoide crece y forma pronúcleo masculino

4. La cola del espermatozoide se desprende y degenera.

5. El núcleo del ovocito maduro se denomina pronúcleo femenino


6. LOS PRONUCLEOS MASCULINOS Y FEMENINOS SE
APROXIMAN, PIERDEN SUS MEMBRANAS NUCLEARES Y SE
FUSIONAN.
7. LOS CROMOSOMAS PATERNOS Y MATERNOS
SE MEZCLAN PARA FORMAR CIGOTO (CELULA
DIPLOIDE)

VERDADERO MOMENTO DE LA
FECUNDACION
CONSECUENCIAS

• RESTABLECIMIENTO DEL Nº DIPLOIDE DE


CROMOSOMAS
• VARIACION DE LA ESPECIE
• DETERMINACION DEL SEXO DEL NUEVO
INDIVIDUO. SEXO CROMOSOMICO
• INICIO DE LA SEGMENTACION DEL
CIGOTO. (al fusionarse los pronúcleos)
La unión de los cromosomas marca la línea divisoria entre la fecundación y el
comienzo del desarrollo embrionario. El óvulo fecundando o cigoto es un
embrión unicelular con 46 cromosomas, aunque puede haber errores durante la
fecundación y en el proceso de reordenamiento cromosómico, originando
anomalías cuantitativas o estructurales, dependientes del número de
cromosomas o de su estructura, respectivamente, además durante el proceso
de fecundación se habrá determinado el sexo del nuevo individuo según sea XX
o XY. Tras la primera segmentación, el cigoto formado constará de dos
blastómeros, los cuales pueden observarse hacia las 30 horas de la fecundación;
si los dos blastómeros se separan, cada uno puede formar un embrión completo
(del 25 al 30% de los gemelos monocigotos se deben a la separación en este
estadío). Esta segmentación en el ser humano se caracteriza por ser completa,
uniforme e indeterminada, ya que la totalidad de los segmentos del cigoto o
blastómeros tienen el mismo tamaño y su destino no está fijado, de manera que
la segregación es más flexible y menos precisa.
Formación del Blastocisto en la Cavidad Uterina
(4to –5to día)

• MASA CELULAR
INTERNA O
EMBRIOBLASTO
• MASA CELULAR
EXTERNA O
TROFOBLASTO
• CAVIDAD DEL
BLASTOCISTO O
BLASTOCELE
TRANSPORTE DEL CIGOTO Es difícil conocer exactamente la cronología del recorrido
del concepto por la trompa. En la mujer, el cigoto no sale de la porción ampular hasta
48 horas después de la fecundación, cuando puede observarse un cigoto de 4
blastómeros. Parece ser que este lento recorrido por la porción ampular de la
trompa, se debe sobre todo a su retención en la unión istmoampular. El paso por la
porción istmica es más rápido, en menos de 24 horas llega al útero, donde se halla
formando una masa celular, la mórula, con un número habitualmente inferior a 32
blastómeros. De las divisiones de las etapas iniciales de la segmentación surgen dos
grupos distintos de células: uno formará el embrión (células grandes, escasas en
número, que se dividen más lentamente y conservan la pluripotencia del óvulo
fecundado), y el otro, las membranas nutritivas y protectoras que lo rodean (células
más pequeñas y numerosas, ubicadas superficialmente, que se dividen más
rápidamente y que sufren una reducción en la totipotencialidad a medida que se
diferencian en células trofoblásticas).
Durante su trayecto tubárico, la trompa tiene una función de soporte nutritivo
importante que da tiempo para que el endometrio se vuelva receptivo y el
blastocisto pueda implantarse, este tiempo es de alrededor de 80 horas, 90% de
las cuales transcurren en la ampolla. Además de las secreciones de las células
del endosálpinx, el cigoto se nutre de sus propias reservas deutoplásmicas y
progresa gracias a los movimientos de los cilios y al peristaltismo tubárico, que
no es uniforme en todo el trayecto. Durante este recorrido, además, pierde las
células de la corona radiada. La zona pelúcida aún está presente, y permanecerá
hasta el inicio de la implantación. Al llegar al útero, la mórula mantiene su
multiplicación, pero las células del interior no pueden nutrirse correctamente,
se produce un acúmulo de líquidos, secretados por las células trofoblásticas o
procedentes de la luz uterina. Los espacios intercelulares se agrandan y
agrupan, y las células se reorganizan en la superficie creando en el interior una
cavidad, denominada cavidad blastocística, pasando a llamarse la mórula
blastocisto.
Las células que rodean la cavidad se distinguen entre las que darán lugar
al trofoblasto, y, las que formarán el embrión o células embrioblásticas.
En este estadio preimplantatorio, el blastocisto tiene 107 células, las
cuales 69 son células trofoblásticas murales, y 30 trofoblásticas polares,
situadas por debajo de las ocho células embrionarias o masa formadora.
En este estadio preimplantatorio, la superficie interna de la masa
formadora se reviste de una capa interna de células poliédricas, el
endodermo embrionario.
IMPLANTACIÓN Se define la implantación como el proceso por el cual un embrión
en fase de blastocisto se adhiere a la pared uterina y penetra primero el epitelio y
luego el sistema circulatorio de la madre, para formar la placenta, y continuar así
su desarrollo. Durante la misma se ponen en marcha múltiples mecanismos
interrelacionados, que van a depender tanto del cigoto como del endometrio. Los
lugares mas frecuentes de implantación se localizan en el tercio medio y superior
de la pared posterior, que son los lugares eutópicos. Para lograrlo, el blastocisto
debe encontrarse en la etapa de desarrollo apropiado y contactar con el epitelio
endometrial, en condiciones hormonales específicas, es decir, durante la ventana
de implantación, que comprende de los días sexto a décimo postovulación, o lo
que es lo mismo, en los días 18 ó 19 del ciclo, de dos a tres días después de que el
óvulo fertilizado entre en el útero o de 5 a 7 días después de la fecundación,
siendo esto imposible en el resto del ciclo menstrual.
El blastocisto, en fase preimplantacional, posee un trofoblasto muy
activo que produce señales que estimulan al endometrio haciéndolo
más receptivo y mediante la HCG mantiene al cuerpo lúteo, que
además de evitar la menstruación, permite que la secreción de
estrógenos y progesterona no sólo persista, sino que aumente. El
endometrio, por su parte, en la mitad de la fase lútea, tiene un grosor
de 10 a 14 mm y la actividad secretora ha llegado a su punto máximo,
las células endometriales son ricas en glucógeno y lípidos. Esta
transformación de la mucosa uterina, denominada reacción decidual,
que le confiere al endometrio el nombre de decidua, se inicia antes de
la implantación y debe considerarse una reserva nutricional para la
etapa prehemótrofa del embrión.
• La ventana de receptividad del endometrio se limita solamente
entre los días 16 y 20 de un ciclo normal de 28 días, y entre los 16-
19 de los ciclos estimulados con gonadotropinas exógenas.
• Durante la ventana de implantación, aparece también un pico
específico de expresión de citoquinas, factores de crecimiento,
moléculas de adhesión, en especial las integrinas y receptores,
que interactuarán con lo los componentes extracelulares del
blastocisto, especialmente laminina y fibronectina. Este pico es
inducido también por el embrión, que crea así un patrón
endometrial favorable para su propia implantación.
La implantación transcurre en cuatro fases distintas, relacionadas y
consecutivas, denominadas: aposición, adhesión, rotura de la
barrera epitelial e invasión o migración –para denotar su naturaleza
benigna–. La yuxtaposición y adhesión del blastocito al epitelio
uterino, alrededor de 2 a 4 días después de que la mórula entre en
la cavidad uterina requiere que el blastocisto pierda la zona
pelúcida, procedimiento denominado hatching. Para explicarlo, se
describen dos mecanismos no excluyentes, uno mecánico, en el
que el blastocisto expandido ejerce presión sobre la zona pelúcida
debilitándola y otro bioquímico, mediado por la secreción de
proteasas (tripsina) para digerirla.
Durante la fase de aposición el blastocisto “busca” su lugar de
implantación, orientándose de forma específica, el trofoblasto polar
situado por debajo del embrioblasto es el que se pone en contacto con la
decidua para iniciar el proceso de adhesión, y será lo que posteriormente
dará lugar al corión frondoso y luego a la placenta. Cuando el blastocisto
entra en estrecho contacto con el endometrio, las microvellosidades de
su superficie se aplanan y se entrecruzan con las de la superficie luminal
de las células epiteliales. Llega un momento en el que las membranas
celulares se aproximan mucho y se forman complejos de unión o gap
junctions, a través de las moléculas de adhesión
DIA 7
EL TROFOBLASTO SITUADO SOBRE EL
EMBRIOBLASTO SE DIFERENCIA EN 2 CAPAS

• CITOTROFOBLASTO

• SINCITIOTROFOBLASTO
(SINCICIO)

 PRODUCEN
GONADOTROFINAS
CORIONICA HUMANA
El embrión en desarrollo ya no puede ser desalojado. Una vez adherido, el epitelio
endometrial constituye una “barrera” que el embrión debe atravesar para proceder con el
proceso implantatorio. Para ello debe abrirse camino induciendo la apoptosis de las células
endometriales adyacentes y digiriendo la matriz intercelular que las mantiene unidas.
Durante dos días el blastocisto penetra en la decidua, las células más externas del
trofoblasto se multiplican rápidamente, perdiendo la definición de los límites celulares y
dando lugar a una masa sincitial multinucleada; el sincitiotrofoblasto, que recubre al
trofoblasto celular o citotrofoblasto. En el sincitiotrofloblasto se forman unas lagunas, y el
citotrofoblasto reemplaza el endotelio materno de las arteriolas uterinas hasta el primer
tercio miometrial. En uno o dos días el trofoblasto erosiona sus paredes permitiendo que la
sangre inunde las lagunas trofoblásticas, con lo que se inicia la placentación hemocorial de
los humanos, que se caracteriza porque la sangre materna, libre en los espacios
intervellosos, esta rodeada por tejido trofoblástico, esto es, tejido fetal. Una vez que el
blastocisto se ha puesto en contacto con la sangre materna, el estímulo luteotrófico para el
mantenimiento del cuerpo lúteo procede del propio trofoblasto, que segrega
gonadotrofina coriónica.
Blastocyst Apposition and Adhesion

Norwitz, E. R. et al. N Engl J Med 2001;345:1400-1408


Blastocyst Implantation

Norwitz, E. R. et al. N Engl J Med 2001;345:1400-1408


Maintenance of Early Pregnancy

Norwitz, E. R. et al. N Engl J Med 2001;345:1400-1408


Fijación del blastocisto al epitelio endometrial (6 días), el
embrión se implanta en su superficie dorsal futura.
7 días, penetración del sincitiotrofoblasto al estroma
endometrial.
Su aparición en sangre materna, se acompaña con un incremento paralelo y
mantenido, tanto de 17-beta-estradiol como de progesterona, que se prolonga
hasta que es relevado por la placenta unas semanas más tarde. El cuerpo amarillo
gestacional, bajo el estímulo de la HCG, sintetiza también cantidades crecientes de
relaxina, hormona uteroinhibidora con acción a nivel miometrial que desempeña
un papel importante en el mantenimiento de la gestación. A partir de la
implantación, la supervivencia ulterior del embrión depende de factores capaces
de suprimir la respuesta inmune materna a los antígenos paternos, evitando el
rechazo, pero limitando la invasión trofoblástica para evitar la enfermedad
trofoblástica. El embrión y la madre poseen una dotación genética e inmunológica
distinta, el útero no es un órgano inmunológicamente privilegiado y durante el
embarazo, la madre posee una inmunidad celular y humoral normales, pudiendo
desarrollar una respuesta inmunológica ante antígenos extraños, incluyendo los
fetales.
Los mecanismos para burlar esta vigilancia inmunológica materna son fundamentalmente
dos:
• La ausencia de antígenos de transplante clásicos en el sincitiotrofoblasto (HLA I y II) La
expresión de un antígeno HLA-modificado, que no provocan reconocimiento ni
respuesta inmune El sistema inmunológico materno no reconoce al embrión como
extraño o propio, simplemente no lo reconoce y no lo ataca
• La existencia de mecanismos metabólicos que evitan la presencia de linfocitos T
(responsables del rechazo alogénico) próximos al trofoblasto (la enzima indolamina 2,3-
dioxigenasa (IDO), cataliza el triptófano creando una zona libre de este aminoácido
esencial para los linfocitos T, proceso fisiológico que puede ser inhibido
farmacológicamente creando un rápido rechazo inmunológico del embarazo).
Mediante pruebas de embarazo sensibles, se ha llegado a la conclusión de que
la tasa total de embarazos que no evolucionan después de la implantación es de
aproximadamente el 30%.
Cuando se incluyen los oocitos fertilizados que se pierden antes de la
implantación, aproximadamente el 46% del total de embarazos finaliza antes de
que sea posible detectarlos clínicamente.
Si se consideran sólo los embarazos diagnosticados clínicamente, en el periodo
posterior a la implantación, la cifra generalmente aceptada de abortos
espontáneos en el primer trimestre es del 15%. Aproximadamente el 50-60% de
estos fetos abortados tiene anomalías cromosómicas. El hecho de que sólo uno
de cada 200 neonatos tenga alguna anomalía cromosómica da cuenta de los
poderosos mecanismos de selección que funcionan en las etapas precoces de la
gestación.
En cada ciclo ovulatorio, sólo el 30% de las parejas fértiles logran embarazo. Una
vez producida la concepción, sólo el 30% de los embriones sobrevive hasta el
nacimiento.

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