Antes de que se conociera la infección por el VIH, más de
80% de todos los casos de tuberculosis se localizaban en los pulmones. Sin embargo, hasta de dos tercios de los pacientes infectados por el VIH y que enferman de tuberculosis pueden padecer una enfermedad tuberculosa pulmonar y extrapulmonar, o solo extrapulmonar. Tuberculosis primaria • La tuberculosis pulmonar primaria la que aparece consecutivamente a la infección inicial por el bacilo tuberculoso. En las regiones con gran prevalencia de la tuberculosis, esta forma suele afectar a los niños y a menudo se localiza en los campos medios e inferiores de los pulmones. Tuberculosis primaria • Después de la infección suele aparecer una lesión periférica que conlleva adenopatías hiliares o parenqueales que pueden pasar inadvertidas en la radiografía de tórax. En la mayor parte de los casos, la lesión cura espontáneamente y más tarde puede descubrirse por un pequeño nódulo calcificado (lesión de Ghon. Tuberculosis posprimaria • Llamada también tuberculosis secundaria, de reactivación, o de tipo adulto, la forma posprimaria se debe a la reactivación endógena de una infección tuberculosa latente, y suele localizarse en los segmentos apicales y posteriores de los lóbulos superiores, donde la gran concentración de oxigeno favorece el crecimiento de las micobacterias. Tuberculosis posprimaria • También suelen afectarse los segmentos superiores de los lóbulos inferiores. El grado de afección parenquimatosa varía mucho, desde pequeños infiltrados hasta un proceso cavitario extenso. Al formarse las cavernas, su contenido necrótico y licuado acaba pasando a las vías respiratorias, dando lugar a lesiones parenquimatosas satélites que también pueden acabar cavitandose. Manifestaciones de la Tuberculosis postprimaria • En las primeras fases evolutivas de las manifestaciones clínicas suelen ser inespecíficas e insidiosas,
• consistiendo ante todo en fiebre .
• y sudores nocturnos, pérdida de peso.
• anorexia, malestar general y debilidad.
• tos (que al principio puede ser seca y después se acompaña de
expectoración purulenta). Manifestaciones de la Tuberculosis postprimaria • Con frecuencia se advierten estrías de sangre en el esputo. A veces aparece una hemoptisis masiva ocasionada por la erosión de un vaso por completo permeable situado en la pared de una caverna, o bien consecutivamente a la rotura de un vaso dilatado en una caverna (aneurisma de Rasmussen) o la formación de un aspergiloma en una caverna antigua. En los pacientes con lesiones parenquimatosas subpleurales a veces existe dolor precordial de tipo pleurítico, pero también puede deberse a la sobrecarga muscular causada por la tos persistente. Pueden producir disnea y, en ocasiones, síndrome de insuficiencia respiratoria aguda del adulto. Signos físicos • son poco útiles en la tuberculosis pulmonar. Muchos pacientes no tienen cambios detectables en la exploración del tórax.
• en otros se oyen estertores inspiratorios en las zonas
afectadas, especialmente después de toser.
• En ocasiones, puede oírse roncus originados por la
obstrucción parcial de los bronquios. Signos físicos
• Entre los síntomas generales están la fiebre, a menudo
ligera e intermitente, y la consunción. En algún caso aparecen palidez y acropaquias. Los datos hematológicos más frecuentes son la anemia ligera y leucocitosis. También se ha descrito hiponatremia debida al síndrome de secreción inapropiada de hormona antidiurética. Tuberculosis extrapulmonar • Fuera del pulmón, los sitios donde con mayor frecuencia se localiza la tuberculosis son, por orden de frecuencia: ganglios linfáticos, pleura, aparato genitourinario, huesos y articulaciones, meninges y peritoneo. Pero prácticamente todos los órganos y apartaos pueden resultar afectados. Dada la diseminación hematógena en los individuos infectados por el VIH, la tuberculosis extrapulmonar es más frecuente hoy en día que tiempos atrás. Tuberculosis ganglionar (adenitis tuberculosa) • La variedad más frecuente de tuberculosis extrapulmonar, que se observa en más de 25% de los casos, es la forma ganglionar, que afecta ante todo a los pacientes infectados con el VIH.
• La linfadenitis tuberculosa, que en la actualidad es producida
con mayor frecuencia por M. tuberculosis, alguna vez fue causada esencialmente por M. bovis. Tuberculosis ganglionar (adenitis tuberculosa)
• El ataque ganglionar tuberculoso tiene como manifestación inicial la
hinchazón indolora de los ganglios linfáticos, con gran frecuencia los cervicales y supraclaviculares (trastorno conocido como escrófula). Al comienzo del proceso los ganglios suelen ser pequeños, pero después pueden inflamarse y formar fistulas por donde se filtra el material caseoso. Tuberculosis pleural • Las lesiones de la pleura son frecuentes en la tuberculosis primaria y se deben a la penetración de algunos bacilos tuberculosos en el espacio pleural. Tuberculosis pleural • Según la capacidad de reacción del hospedador el derrame puede ser escaso o pasar inadvertido y desapareces espontáneamente, o ser lo bastante profuso como para producir síntomas como fiebre, dolor precordial tipo pleurítico y disnea. En la exploración física se encuentran los signos de un derrame pleural: matidez con la percusión y abolición del murmullo vesicular. El empiema tuberculoso
• Suele deberse a la rotura de una caverna con paso de
abundantes microorganismos al espacio pleural, o a la formación de una fistula bronquiopleural a partir de una lesión pulmonar. El empiema tuberculoso puede producir fibrosis pleural intensa acompañada de insuficiencia respiratoria restrictiva. El empiema tuberculoso
• En la radiografía de tórax puede aparecer un
pioneumotórax con un nivel aire-líquido. El derrame es espeso y purulento, muy rico en linfocitos, y es frecuente que el examen microscópico de un frotis del derrame en busca de AFB sea positivo, lo mismo que el cultivo del líquido pleural. Tuberculosis de las vías respiratorias superiores
• Estas formas de tuberculosis casi siempre son una
complicación de la tuberculosis pulmonar cavitaria avanzada y pueden afectar la laringe, la faringe y la epiglotis. Tuberculosis de las vías respiratorias superiores
• Los síntomas consisten en ronquera y disfagia, además
de tos y expectoración crónica. Los signos dependen de la localización, pudiendo verse úlceras en la laringoscopia. El esputo suele contener AFB, pero a veces se necesita biopsia para confirmar el diagnóstico. Tuberculosis genitourinaria • La tuberculosis genitourinaria representa alrededor de 15% de todos los casos de tuberculosis extrapulmonar, puede afectar a cualquier tramo del aparato genitourinario, y suele deberse a la siembra hematógena que sigue a la infección primaria. Tuberculosis genitourinaria • Produce síntomas predominantemente locales, siendo más frecuentes la polaquiuria, la disuria, la hematuria, y el dolor en la fosa renal. Sin embargo, hay pacientes asintomáticos en los que la enfermedad solo se descubre después de producirse graves lesiones destructivas en los riñones. En un 90% de los casos el análisis de orina es normal, existiendo piuria y hematuria. Tuberculosis genitourinaria • El signo de piuria con cultivos negativos en una orina acida debe hacer sospechar una tuberculosis. La pielografía intravenosa ayuda a establecer el diagnóstico: son signos sospechosos la presencia de calcificaciones y de estreches uretrales. Tuberculosis osteoarticular • La patogenia de la tuberculosis osteoarticular guarda relación con la reactivación de focos hematógenos o con una diseminación procedente de los ganglios linfáticos paravertebrales próximos. Las articulaciones que soportan el peso (columna, caderas y rodillas, por este orden son las que más se afectan. Tuberculosis osteoarticular • La tuberculosis vertebral (enfermedad de Pott o espondilitis tuberculosa) suele afectar a dos o más cuerpos vertebrales adyacentes. En los niños, la columna dorsal alta es la localización más frecuente de la tuberculosis vertebral, pero en los adultos se afecta más la región dorsal baja y las vértebras lumbares superiores. Desde el ángulo superoanterior o inferoanterior del cuerpo vertebral la lesión alcanza al cuerpo vertebral inmediato y destruye también el disco intervertebral. Tuberculosis osteoarticular • En fases avanzadas del proceso, el colapso de los cuerpos vertebrales provoca una cifosis o giba. También se puede formar un absceso frio paravertebral. Cuando este absceso está a la altura de la parte superior de la columna puede deslizarse por la pared del tórax formando una masa; cuando se forma en la parte baja de la columna puede llegar a los ligamentos inguinales y manifestarse como un absceso del psoas. Meningitis tuberculosa y tuberculoma • la tuberculosis del sistema nervioso central representa cerca de 5% de los casos de tuberculosis extrapulmonar. Es más frecuente en los niños pequeños, pero también afecta a los adultos, en particular a los infectados por el VIH. Meningitis tuberculosa y tuberculoma • La meningitis tuberculosa se debe a una diseminación hematógena de la lesión pulmonar primaria o posprimaria, o a la rotura de un tubérculo subependimario en el espacio subaracnoideo. En más de 50% de los casos en la radiografía de tórax se observan signos de una lesión tuberculosa se observan signos de una antigua lesión tuberculosa pulmonar o un patrón miliar, El cultivo del LCR establece el diagnostico en un 80% de los casos. TUBERCULOSIS DIGESTIVA
• EL TRAMO DEL TUBO DIGESTIVO PUEDE SER
AFECTADO POR: deglución de esputos con la consiguiente siembra directa, diseminación hematógena, o la ingestión de leche no pausterizada de vacas enfermas de tuberculosis bovina. TUBERCULOSIS DIGESTIVA
• Los signos son: dolor abdominal, similar al de la
apendicitis,, hematoquecsia y tumoración palpable del abdomen.
• También puede haber fiebre, perdida de peso y
sudoración nocturna. Tuberculosis miliar o diseminada
• Consiste en una siembra hematógena de bacilos
tuberculosos.
• Las lesiones suelen consistir en granulomas
amarillentos que son similares a las semillas de mijo de ahí el termino miliar. Tuberculosis miliar o diseminada • Las manifestaciones clínicas son inespecíficas y variadas que dependen de la localización:
• Fiebre, sudoración nocturna, anorexia debilidad y perdida de peso.
• En la exploración física puede haber: hepatomegalia,
esplenomegalia y adenopatías . Formas extrapulmonar menos frecuente • La tuberculosis puede producir:
• Coriorretinitis, uveítis, panoftalmía y conjuntivitis
flictenular dolorosa.
• La otitis es rara y produce sordera, otorrea y perforación
del tímpano. Formas extrapulmonar menos frecuente
• Tuberculosis suprarrenal: enfermedad avanzada: lleva a
insuficiencia renal.
• La tuberculosis congénita: transmitida de la madre al
feto: afecta el hígado, bazo los ganglio linfáticos y otros órganos . Diagnostico
• Esencial primeramente: clínica, RX de tórax
• Se pueden encontrar signos característicos de infiltrados
y cavernas de los lóbulos superiores. Diagnostico • Técnicas radiológicas: se encuentra infiltrados y cavernas en los lóbulos inferiores, en la practica puede verse cualquier patrón radiográfico: desde una normal o un nódulo solitario pulmonar, hasta infiltrados alveolares . Diagnostico • RX de tórax : Diagnostico Examen microscópico de los AFB • Frotis de una muestra de esputo o tejido: ejemplo de los ganglios linfáticos, obtenido con fines diagnósticos.
• Cultivo de las micobacterias: casi siempre con el esputo de un
paciente con tos productiva.
• Amplificación de los ácidos nucleicos : proporciona el
diagnostico incluso en cuestión de horas (sistema analítico basado en la amplificación del acido nucleico de las micobacterias. • Baciloscipia de esputo: examen microscópico, directo de una muestra de esputo para determinar la presencia de bacilos acido-alcohol-resistente. Tratamiento • Deberán indicarse los medicamentos y esquemas de tto recomendados nacional e internacionalmente para cada categoría de pacientes,
• Bajo supervisión una vez al día y de forma simultanea.
• Los esquemas se calculan en base al tto efectuado de lunes a
viernes. Si el paciente esta hospitalizado en la fase intensiva -7 días
• Tto normalizado en 2010 según el ministerio popular para la
salud. Tratamiento • Régimen N°1: pacientes de >15años o mas(casos nuevos, recaídas y recuperación de abandono) tto de la TBC supervisado. fase Drogas y dosis frecuencia duración
Primera Estambutol 5 días por 10 semanas
intensiva 1,200mg. semana Total 50 tomas Isoniacida 300mg. Lunes a viernes Rifampicina 600mg Pirazinamida 2gr.
Segunda Isoniacida 600mg 3 veces por 18 semanas
mantenimiento Rifampicina semana Total 54 600mg Lunes Miércoles Y viernes Tratamiento • En la primera fase a las personas con menos de 50kl administrar solo 3 tabletas de Pirazinamida (1500mg).
• Se inicia la segunda fase cuando el paciente cumplió las
50 tomas programadas en la primera fase.
• Si el paciente recibe el tratamiento hospitalizado debe
recibirlo los 7 días de la semana. Tratamiento fase Drogas y dosis frecuencia duración
Primera intensiva Estreptomicina 7 días por semana 12 semanas
1gm. Total 84 tomas Estambutol 1,200 mg. Etionamida 750 mg. Pirazinamida 2gr.
Segunda Estambutol 3 veces por semana 40 semanas
mantenimiento 1200mg. Lunes Total 240 tomas Etionamida 750mg. Miércoles Y viernes control del tratamiento:
evaluación clínica:
Se inicia la segunda fase cuando el paciente cumplió las
50 tomas programadas en la primera fase.
• Si el paciente recibe el tratamiento hospitalizado debe
recibirlo los 7 días de la semana. Tratamiento • En la primera fase a las personas con menos de 50kl administrar solo 3 tabletas de Pirazinamida (1500mg).
• Se inicia la segunda fase cuando el paciente cumplió las 50
tomas programadas en la primera fase.
• Si el paciente recibe el tratamiento hospitalizado debe
recibirlo los 7 días de la semana.
• Después de la primera fase se le deben indicar al paciente