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Tema 3. El Teatro A Principios de Siglo. R. M Del Valle-Inclán y F. G Lorca
Tema 3. El Teatro A Principios de Siglo. R. M Del Valle-Inclán y F. G Lorca
Mª DEL VALLE-
INCLÁN Y F. Gª LORCA
A principios del siglo XX aún perviven algunas tendencias teatrales del último cuarto
del siglo anterior, como el drama neorromántico de Echegaray o el teatro realista-
naturalista de Galdós. Además, el teatro está muy sujeto a condicionamientos
ideológicos y comerciales. Ello obliga a diferenciar entre un teatro comercial, con éxito
en los escenarios, y un teatro, menos popular, que, al igual que otros géneros, también
se acogió a los movimientos de renovación con la llegada del nuevo siglo.
1. EL TEATRO COMERCIAL
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vuelta a la tradición teatral española, se recrean asuntos de la historia nacional y se
utiliza un verso sonoro, efectista y retórico. Cuenta con el apoyo de las instancias
oficiales y está asociado a una ideología conservadora. En él destacan:
• Francisco Villaespesa: El alcázar de las perlas (1911).
• Eduardo Marquina: En Flandes se ha puesto el sol (1910).
• Los hermanos Manuel y Antonio Machado. También cultivaron el teatro en
verso, aunque con un enfoque distinto, más moderno: La Lola se va a los
puertos (1929).
2. EL TEATRO INNOVADOR
Durante este período hubo interesantes intentos de renovación a los que, salvo
excepciones, no acompañó el éxito de público:
Así, entre los miembros de la generación del 98 y modernista, Unamuno compuso
densos dramas de ideas y también Azorín cultivó un teatro muy personal, aunque el
gran dramaturgo de esta generación es Valle-Inclán, que trataremos más adelante.
El teatro de Jacinto Grau despertó interés fuera de España. Escribe tragedias (El conde
Alarcos) y farsas (El señor de Pigmalión).
De una generación posterior, Ramón Gómez de la Serna escribió obras muy
innovadoras y originales, como Los medios seres, muy vanguardista, en la que los
personajes, que se sienten incompletos en sus vidas, reflejan plásticamente ese vacío
pintando en negro la mitad simétrica de su cuerpo.
Dentro de la generación del 27, Alberti y Salinas cultivaron el teatro, si bien fue
Lorca, sin duda, quien triunfó en este género.
Por último, dentro del teatro innovador, es destacable el teatro de humor, representado,
sobre todo, por Enrique Jardiel Poncela (1901-1952), quien supo fundir en sus obras
el humor de la comedia convencional con rasgos propios del arte vanguardista: uso de
imágenes sorprendentes, primacía de la fantasía, humor intelectual, personajes
excéntricos, diálogos incongruentes… De entre su producción anterior a la Guerra Civil,
merecen destacarse Usted tiene ojos de mujer fatal y, especialmente, Cuatro corazones
con freno y marcha atrás.
En la misma línea, Miguel Mihura (1905-1977) compone en los años treinta su
espléndida comedia Tres sombreros de copa, aunque no se representó hasta veinte años
después.
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Ambos representan una comicidad innovadora, alejada del humor fácil y costumbrista.
Un humor basado en la creación de situaciones absurdas o inverosímiles y diálogos
cargados de ingenio; un humor intelectual, próximo al de las comedias del absurdo.
3.1. Vida
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Esas divinas palabras son: “Qui sine peccato est vestrum, primus in illan lapidem mittat” (Jn, 8, 7b).
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• La marquesa Rosalinda (estrenada en 1912). Se desarrolla en un aristocrático
marco dieciochesco, en el que abundan elementos típicos del Modernismo: la
marquesa frívola, el cisne, el paje enamorado, el ruiseñor…
• Farsa italiana de la enamorada del rey (publicada en 1920). Aparecen
abundantes reminiscencias cervantinas.
• Farsa y licencia de la reina castiza (estrenada en 1931). Se trata de una
caricaturización de la corte de Isabel II.
4. Ciclo del esperpento. En 1920, Valle-Inclán publica Luces de bohemia, primera
obra a la que da el nombre de “esperpento”. En Luces de bohemia encontramos ya
todas las características del “esperpento”:
• Deforma o distorsiona la realidad con un propósito crítico.
• Para ello degrada a los personajes (que son “animalizados” y “cosificados”,
hasta convertirse en meros fantoches carentes de humanidad).
• Hay fuertes contrastes entre lo doloroso y lo grotesco, lo patético y el humor
mordaz y amargo.
• El lenguaje está caracterizado por su riqueza y la variedad de registros: lo
literario, lo coloquial, lo castizo conviven magistralmente. Sorprende tanto el
arte del diálogo como el arte de las acotaciones, plenamente literarias.
En Luces de bohemia asistimos a las últimas horas en la vida de Max Estrella, poeta
ciego y fracasado, y a su peregrinaje por distintos escenarios de la noche madrileña,
acompañado por don Latino de Hispalis. Este viaje nocturno nos lleva por diferentes
ambientes (la calle, la cárcel, las tabernas y cafés, el Ministerio, el periódico…) por
donde desfilan los más variados personajes (taberneros, bohemios, prostitutas,
policías, políticos, etc.).
Esta obra no está dividida en actos, sino en quince escenas que, por lo general, se
corresponden con escenarios diferentes. La muerte del protagonista se produce en la
escena XII, siendo las tres últimas una especie de epílogo. Es precisamente en la
escena XII en la que Valle-Inclán, a través de las palabras de un Max Estrella que ya
presiente su muerte, explica los fundamentos del esperpento como una deformación
sistemática y degradante de la realidad.
Esta técnica se advierte en la caracterización de los personajes, muchos de los cuales
son meros fantoches. No es el caso de Max Estrella, personaje complejo y de
indudable grandeza. Orgulloso y fracasado a la vez, destaca en él su furia contra la
sociedad y su sentimiento de fraternidad hacia los oprimidos. Está inspirado en el
escritor Alejandro Sawa3, si bien presenta rasgos del propio Valle-Inclán. Como
contrapunto, don Latino se muestra como un personaje miserable por su deslealtad.
Muchos de los personajes restantes quedan reducidos a fantoches que quedan
caricaturizados y degradados: los burgueses, los policías, los pedantes, los
políticos…
La obra constituye una dura crítica contra el sistema político, social y cultural del
momento en una España injusta y absurda. La política, la represión policial, el poder
del dinero, la religiosidad vacía, las instituciones literarias… Todo es objeto de la
mirada mordaz y desencantada de Valle-Inclán.
Luces de bohemia destaca por la riqueza de su lenguaje y estilo. Es asombrosa la
variedad de registros empleados por los personajes, que quedan perfectamente
individualizados por su lenguaje. Es asimismo admirable el valor literario de las
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Poeta y novelista español (1862-1909) y al que se considera uno de los precursores de la generación
finisecular.
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acotaciones, de una gran calidad pictórica en la descripción de ambientes y
personajes.
Valle-Inclán abrió nuevos caminos que sólo más tarde habrían de ser seguidos. Fue
mucho más allá de lo que permitían las convenciones escénicas de su tiempo y no se
doblegó a los prejuicios estéticos o sociales de entonces. Ello condenó a sus obras a la
simple lectura y sólo al cabo de los años han sido llevadas a la escena.
Hoy se le considera la máxima figura del teatro español de este siglo, así como un
verdadero vanguardista que se anticipó considerablemente a nuevas tendencias del
teatro mundial.
4.1. Vida
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• El empleo del verso y la prosa. Mariana Pineda está en verso, mientras que en
Bodas de sangre y en Yerma se alternan el verso y la prosa.
• La importancia de los signos no verbales -música, danza, vestuario, etc.-, desde una
concepción del teatro como espectáculo total.
• El uso de un lenguaje intensamente poético, lleno de símiles, metáforas y símbolos,
también habituales en la obra lírica lorquiana.