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EL TEATRO ANTERIOR A 1939.

TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES

1. Introducción
El primer tercio del siglo XX en España estará marcado por la inestabilidad. Hubo
diversas revueltas sociales relacionadas con las pésimas condiciones laborales y con la impopular
guerra de Marruecos; la terrible “semana trágica de Barcelona” (1909) fue un triste ejemplo. En
1923 se producirá un golpe de estado y comenzará la dictadura de Primo de Rivera que durará
hasta 1930. En 1931 se proclamará la Segunda República que se verá truncada por una
sublevación militar que desencadenó la Guerra Civil española.
Durante las tres primeras décadas del siglo XX, predomina un teatro comercial y de
diversión al que acude un público de clase media y burguesa, poco exigente con el hecho
escénico. Se trata de un teatro inmovilista, decadente, poco creativo sobre todo si lo comparamos
con la narrativa y la poesía de este periodo.
De todos modos, debemos anotar a autores de la Generación del 98, del Novecentismo y
del grupo del 27 que introdujeron innovaciones teatrales, aunque sus obras dramáticas,
demasiadas veces, solían quedar más como un hecho literario que como una realidad escénica.
Los dos creadores que destacarán por encima de todos los demás y cuya dramaturgia
tendrá proyección universal serán Ramón del Valle Inclán (de la Generación del 98) y Federico
García Lorca (de la Generación del 27).

2. Consideraciones sobre el hecho teatral


• A diferencia de otros géneros literarios que se difunden sobre todo en formato de libro para la
lectura, el teatro ha sido concebido y requiere de la representación sobre el escenario para alcanzar la
plenitud comunicativa. Sin embargo, muchas de las obras no llegaron a las tablas, quedaron en lo que
se denomina literatura dramática y por lo tanto no pudieron ejercer ningún influjo beneficioso.
• El teatro depende, mucho más que los otros géneros, del engranaje comercial. Hay que pagar el
local, los actores, los días de ensayo…Los empresarios, por eso, prefieren títulos sencillos, poco
innovadores, que de inmediato gocen del favor del público.
•El espectáculo teatral se muestra mucho más apto que los demás géneros para la transmisión de
ideas, por ello la censura de las épocas dictatoriales se cebará especialmente con el hecho escénico.
•El conservadurismo del público, la escasa predisposición empresarial, y la censura, explican la
escasa originalidad del teatro del primer tercio. Recuérdese que las obras de Valle no llegaron hasta los
años 60 y que Tres sombreros de copa de MIHURA hubo de esperar para su estreno hasta 1952, a pesar
de ser escrita en 1932.

3. EL TEATRO QUE TRIUNFA

3.1. La comedia burguesa. También llamada benaventina por ser JACINTO


BENAVENTE (1866-1954, recibió el Nobel en 1922) el autor más prolífico. Contribuye a dejar

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atrás la grandilocuencia y exageración de los dramas de Echegaray (también Nobel en 1904),
creando un teatro a medida de la burguesía de su tiempo que le convirtió en el autor más
representado de su época.
Esta comedia está protagonizada por personajes de clase alta. Plantea conflictos típicos de
esta clase social: infidelidades conyugales esporádicas, desamor, hijos calaveras, hipocresía,
murmuración…, como ejemplo serviría Lo cursi. El desarrollo escénico es hábil, con un lenguaje
agudo e inteligente, incluso lleno de ironía pero no se cuestiona el vigente ordenamiento social.
Entre sus obras destaca Los intereses creados. (Dos pícaros inspirados en los personajes de la
comedia del arte italiana, utilizan en su beneficio un cúmulo de intereses que marcan la vida de
una comunidad). También cultivó el drama rural como en La malquerida.

3.2. El teatro poético. También llamado histórico-modernista o teatro en verso,


supuso la irrupción del Modernismo en escena: versos variados, musicalidad, lenguaje sonoro,
ambientes exóticos, personajes con ademanes retóricos y efectistas. La escena trata de reproducir
los ambientes históricos en que se desarrolla la acción. Ideológicamente este teatro supone una
reacción contra el noventayochismo.
Eduardo MARQUINA y Francisco VILLAESPESA son dos autores que miran con
nostalgia al pasado con obras como Las hijas del Cid y La leona de Castilla, respectivamente.
Marquina también escribió obras de ambiente rural y aliento lírico (La ermita, la fuente y el río),
que influirán en Lorca.
En esta línea nombraríamos el teatro de los hermanos Manuel y Antonio Machado, con
obras como La Lola se va a los puertos.

3.3. El teatro cómico. Modalidad preferida por las clases populares. Se agrupan
espectáculos diversos como: la zarzuela, el café teatro, el sainete.
Sainete: CARLOS ARNICHES (1866-1943) Recuperó la tradición del Siglo de Oro o del
XVIII representando una galería de tipos pintorescos madrileños con sus problemas cotidianos y
su característica forma de hablar (Los milagros del jornal). En esta misma línea deberíamos citar
a los Hermanos Álvarez Quintero que llevaron al teatro una “Andalucía bonita” y superficial en
la que los problemas siempre se solucionan, Las de Caín.
Tragedia grotesca: ARNICHES. Sin olvidar lo humorístico, el autor plantea con crudeza
aspectos de la sociedad española ya tratados por los del 98: caciquismo, inmoralidad de los
dirigentes, injusticia social. Títulos: La señorita de Trevélez, Los caciques.
Astracán (subgénero cómico basado en sencillos juegos de palabras, equívocos fáciles,
parodia de diversos recursos teatrales). Su máximo representante, PEDRO MUÑOZ SECA,
escribe La venganza de Don Mendo donde se ridiculizan los dramas históricos modernistas. Esta
comedia burlesca, muy popular, está entre las obras españolas con un mayor número de
representaciones.
4. TEATRO INNOVADOR:
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4.1. Breve síntesis de los movimientos artísticos
•Dentro de la Generación del 98, UNAMUNO trató de plasmar en las tablas las ideas que transmite en
sus ensayos y novelas (Fedra). Los personajes se limitan a expresar las inquietudes del autor. AZORÍN
buscó la renovación recurriendo a un teatro que se vale de recursos irreales y simbólicos para tratar el paso
del tiempo con diálogos muy literarios (Lo invisible). Debemos incluir a Jacinto GRAU con la obra El
señor de Pigmalión, ya que reúne varias de las características de este teatro innovador.
•De los novecentistas la tentativa renovadora hay que dársela a RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA que
escribió varias obras teatrales de las que la más conocida es Los medios seres, cuyo tema es el vacío en
búsqueda de la propia identidad. Pura metáfora. Azaña es otro autor de cita obligada.
•Del 27 Destaquemos a ALBERTI que escribió teatro de corte político: El adefesio (en la línea del
esperpento) Fermín Galán, Noche de Guerra en el Museo del Prado. P. SALINAS cultivó la obra corta (El
director). MAX AUB (Espejo de avaricia), concilió el compromiso histórico con la preocupación
fundamental por acercarse al interior del ser humano por encima de condicionamientos políticos. Miguel
HERNÁNDEZ con El labrador de más aire. Por último, Alejandro Casona, poético y misterioso en La
sirena varada.

4.2. VALLE INCLÁN (1866-1936). Uno de los dramaturgos más relevantes de


todos los tiempos y fundamental en el siglo XX en idioma castellano. Su importancia se debe a la
creación de una nueva forma de reflejar la realidad: el esperpento, cuya fecha de referencia es
1920. Con tal estilo tiende a superar la estética burguesa tanto en el lenguaje como en la acción
dramática, con una amplísima nómina de personajes, variedad de escenarios, acotaciones
teatrales de alto valor literario y lenguaje de extraordinaria riqueza. Tal vez la novedad es la
manera de mirar a los personajes: “Mirar al mundo desde un plano superior y considerar a los
personajes de la trama como seres inferiores al autor, con un punto de ironía”. Destaquemos su
amplia trayectoria:
4.2.1. Fase Modernista: poemas dramáticos, versos sonoros, ambiente medieval (Cuento
de abril)
4.2.2. Ciclo mítico. Transcurre en una Galicia rural y primitiva, mítica. Abundan
hechicerías, supersticiones, crueldades, muerte: la trilogía de las Comedias bárbaras (Águila de
Blasón, Romance de Lobos, Cara de Plata) y Divinas palabras.
4.2.3. Farsas. Utiliza elementos del guiñol, el humor, para ridiculizar comportamientos
de la nobleza y clase alta en espacios “ridículos”, propios del siglo XVIII con jardines, cisnes,
rosas... Farsa y licencia de la reina castiza, La marquesa Rosalinda.
4.2.4. El esperpento. La primera manifestación es de 1920: Luces de bohemia, pero ya se
notan rasgos esperpénticos en Divinas palabras. Fundamentalmente, lo esperpéntico marca tres
obras agrupadas bajo el título de Martes de carnaval (Los cuernos de Don Friolera, Las galas
del difunto, La hija del capitán). En los temas del esperpento destacan la parodia a modelos
literarios precedentes. Abunda la crítica a clases sociales e instituciones: la aristocracia, los
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militares, la monarquía, la alta burguesía. Habituales alusiones a personajes históricos.
Preferencia por ambientes miserables, marginales, degradados. El estilo muestra la extraordinaria
capacidad expresiva de Valle: variedad de registros (vulgar, habla coloquial madrileña, andaluza
e hispanoamericana, administrativa, cursi...) Abunda la ironía y lo despectivo, el humor agrio y
el sarcasmo. Los personajes aparecen animalizados, como peleles o fantoches.

4.3. GARCÍA LORCA (1898-1936). La restauración de la tragedia.


Su vocación fue temprana y orientada hacia el teatro poético-modernista. A su vuelta de
Nueva York (1931) manifestó su intención de emprender una reforma teatral. Comenta: “el
teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país”. Su
trayectoria puede agruparse así:
•Farsas y poemas dramáticos. Textos sencillos (cierta influencia de Valle) en los que
aparece el tema central de su dramaturgia: Conflicto autoridad/ libertad. Retablillo de Don
Cristóbal. La zapatera prodigiosa, Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín.
•Comedias imposibles. Etapa muy influida por el surrealismo: Así que pasen cinco años,
El público.
•Ciclo de las tragedias. Sí alcanzan el éxito comercial. Se agrupan obras que tienen en
común el protagonismo de la mujer, fuerte tono dramático y la insatisfacción amorosa: Doña
Rosita la soltera o el lenguaje de las flores. Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda
Alba. En ellas se podrían apuntar ciertas características generales:
▫ Búsqueda del espectáculo total. Combina verso y prosa en algunos casos, elementos cultos y folclóricos,
música.
▫ Acercamiento a un receptor popular. Teatro también impregnado de elementos populares.
▫ Ambientes opresivos que condicionan la libertad de los personajes: el pueblo, la ciudad.
▫ Protagonistas femeninos que no pueden desarrollar sus sentimientos esenciales: el amor, la maternidad.
▫ Lenguaje sencillo, directo pero lleno de lirismo.

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