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HISTORIA DE LA

FITOTERAPIA

Del Antiguo Próximo Oriente a América

Dr. Daniel Asade


Museo de Farmacobotánica
Dr. Marcelo L. Wagner - Director
2019
INTRODUCCIÓN

La farmacoterapia que lidera la civilización Occidental está anclada en


los estándares que recomiendan la FDA (U.S. Food and Drug
Adminisrtration) y EMA (European Medicines Agency). Pero no siempre
ha sido así. Si observásemos una línea del tiempo, veríamos que la
terapéutica posee una larga tradición científica y empírica (y hasta
mágica) que ha sido desarrollada a través de milenios. Sus orígenes
deben buscarse en el Antiguo Próximo Oriente, región conocida como
“cuna de la civilización”. Esta extensa área geográfica que abarca desde
Egipto hasta Mesopotamia (actual Irak), ha tenido influencia directa en
grandes civilizaciones como Grecia y Roma, quienes transmitieron el
conocimiento al mundo islámico, para luego nuevamente reingresar a
Europa y desde allí a América. A su vez, China e India han seguido
caminos diferentes, influenciando al Lejano Oriente, ubicado al Este del
continente Asiático, y en menor medida a Europa en distintos períodos.
En este seminario veremos todo aquello que gira en torno a la historia
de la fitoterapia: culturas, lenguas, geografía, organización médico-
farmacéutica, farmacopeas, plantas medicinales, farmacotecnia; y por
sobre todas las cosas descubriremos que el conocimiento fitoterápico
se ha transmitido de una cultura a otra, de forma dinámica y en
procesos de mejora, de manera tal que, lejos de ser patrimonio de
alguna cultura específica, se trata del hombre y la necesidad de sanar.
EL ANTIGUO PRÓXIMO ORIENTE

Esta región abarca los actuales países de Egipto, Israel, Territorios


Palestinos, Jordania, Siria, Líbano, Irak, Turquía, Irán y la península
Arábiga, estudiados durante un largo período histórico que comienza
aproximadamente en el año 3000 a.C. con el desarrollo de la escritura,
y culmina en el 333 a.C. con la llegada de Alejandro Magno a la región.

Las culturas que allí florecieron en esa época, fueron los sumerios,
asirios, babilonios, hititas, egipcios, cananeos-fenicios, hebreos,
arameos y elamitas. Toda esta región realizó grandes aportes a la
civilización Occidental: la revolución neolítica en el VIII milenio a.C. que
condujo a la aparición de la agricultura y la ganadería; la revolución
urbana en el 3000 a.C. que condujo a la aparición de los primeros
grandes centros urbanos, al nacimiento de la escritura y su posterior
creación del alfabeto alrededor del año 1000 a.C.; y la fe monoteísta
cuya referencia más presente es el pueblo hebreo. Podríamos decir
que, los cimientos de la civilización Occidental están en aquella región
en ese período, por lo que es muy importante estudiar su fitoterapia.
Mapa del Antiguo Próximo Oriente
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Antiguo_Oriente_Pr%C3%B3ximo
La fitoterapia en el Antiguo Próximo Oriente

Los métodos terapéuticos que nos han acompañado a través de la


historia, han sido por un lado el instinto del hombre confirmado con el
empirismo, y por otro la sistematización del razonamiento inductivo-
deductivo. Estas herramientas intrínsecas al ser humano, también han
sido acompañadas por el uso de la magia, que jugó un papel
preponderante hasta la Edad Media.

La medicina “arcaica” consideraba a la enfermedad como un castigo


divino, mientras que la curación era una purificación. De esta manera
se relacionaban directamente con el pecado y la penitencia. A todo
este proceso los griegos posteriormente lo denominaron “catarsis”, y
era el que dominaba la terapéutica en la antigüedad, tanto en
Mesopotamia como en Egipto e incluso parcialmente en Grecia. El
Antiguo Testamento en la Biblia otorga innumerables ejemplos de ello.
Podemos decir que la medicina formaba parte del ideológico religioso.

Se debe tener en cuenta que, cuando uno habla de medicina de Egipto,


Mesopotamia, Grecia, Roma, etc…no se trata de un conocimiento
estático anclado en una zona geográfica determinada, sino de un
conocimiento que circulaba entre regiones distantes como el
Mediterráneo, Persia, India y más allá.
Lo que hoy se conoce como fármaco (cuya definición se verá a lo largo
del curso), deriva de la palabra griega φαρμακον (phármakon) cuyo
significado es “droga” ó “remedio”, y ésta a su vez de la lengua egipcia
pharmaki que significa “otorgante de seguridad” (contra las
enfermedades).

La fitoterapia que describiremos en esta sección de historia, no debe


ser comprendida como patrimonio de pueblos específicos, sino en su
relación con las lenguas en las que se compusieron las obras. Salvo en
Egipto, el resto de los autores podía pertenecer a una zona que estaba
influenciada por una región determinada. Por ejemplo, en
Mesopotamia se escribía en acadio, asirio o babilonio, abarcando una
amplia región del Medio Oriente compuesta por varios pueblos. En el
caso de la literatura médica en griego, la mayoría de los autores no
eran de Grecia, sino de cualquier parte del Mediterráneo Oriental. Lo
mismo sucede con los árabes, pues no fueron los típicos árabes del
desierto quienes escribieron semejantes obras, sino autores que se
expresaron en aquella lengua desde Persia hasta la España musulmana.
Y lo mismo sucedió con el latín en Europa. Por ello en este seminario
entenderemos a la obra literaria fitoterápica como un objeto estudiado
en una lengua determinada y no en un pueblo.
La literatura fitoterápica circuló de varias formas en aquella región. Por
un lado, en Mesopotamia y Norte de Siria generalmente se escribía
sobre tablillas de arcilla, mientras que en Egipto y gran parte de Siria-
Palestina el soporte era el papiro. Claro que también hay registros
epigráficos.
Como estamos en un curso que tiene que ver con botánica, nos
detendremos solamente a explicar el papiro Cyperus papyrus que se
usaba como soporte de la escritura. Se trata de una hierba que crece
naturalmente en el valle del Nilo en Egipto, la región de Siria y Sicilia.
Se utilizaba su tallo el cual, luego de un proceso, se cortaba en finas
tiras. La palabra papiro viene del griego papyros en referencia a sus
derivados alimenticios, mientras que la palabra exacta utilizada para el
soporte de la escritura era byblos, nombre de una antigua ciudad
fenicia que se dedicaba a su comercio por el Mediterráneo. De
“papiro” deriva la palabra “papel”, y de “byblos” derivan las palabras
“Biblia” y “Bibliografía”.

Cyperus papyrus
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Papiro
El papiro utilizado como soporte de la escritura
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Papiro
Literatura sumeria, acadia, asiria y babilónica:

Sumer, Acad, Asiria y Babilonia han sido las grandes civilizaciones de la


Mesopotamia. Ubicadas entre los ríos Tigris y Éufrates, han contribuido
enormemente al desarrollo de la humanidad. De los sumerios se dice
han inventado la rueda, el sistema de escritura (que inclusive es
anterior al egipcio), el calendario de 12 meses, y tal vez la cerveza. Los
acadios constituyeron el primer Imperio del mundo, integrando
culturas diferentes, convirtiéndose su lengua en influencia
administrativa de toda la región, inclusive en Egipto. Respecto de los
asirios y babilonios, su literatura es muy rica, extensa y variada, hasta
en el ámbito médico-religioso. Entre sus escritos más famosos se
encuentra el código de Hammurabi que describe normas de la práctica
médica, entre otros temas. En la tablilla de Nippur (tercer milenio a.C.)
está la información considerada como el primer manual de medicina
del mundo.

Fuente: http://iesvilladenijar.musiquiatricos.es/CCSS/CCSSU3/aprende.html
Mapa político que muestra la Mesopotamia y algunas de sus antiguas ciudades

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Geograf%C3%ADa_de_Mesopotamia
En cuanto a la terapéutica, la magia (muy importante en esta región),
la materia medica y la farmacotecnia eran bien conocidas por ellos. El
médico era llamado āšipu, cuya función era diagnosticar y tratar las
enfermedades. El farmacéutico, asû, su principal responsabilidad era
redactar los vademécums y dominar la información acerca de la
distribución geográfica de las plantas, en qué momento sembrar y
cosechar y cómo almacenarlas. Sin duda alguna era consulta de
primera mano para enfermedades frecuentes y fáciles de tratar como
dolores de cabeza o de estómago.

Sello de un asû babilónico con reverencia a los dioses, un autorretrato y representaciones de cuchillos, vasos y
agujas de bronce (A. Leix. Medicine and the Intellectual Life of Babylonia. Ciba Symposia 1940; 2:663 - 674.)
Placa de arcilla que representa a un āšipu vestido con una capa con forma de pez y realizando un ritual de
purificación (Museo Metropolitano de Arte, New York).

Los textos terapéuticos mesopotámicos, desde el punto de vista


farmacéutico, se los puede dividir de la siguiente manera:

a) Aquellos que clasifican según los casos clínicos desde los pies
hasta la cabeza, incluyendo el tratamiento y preparación del
medicamento. Este tipo de texto era redactado por el
médico, aunque utilizado por el farmacéutico, y tenía la
siguiente estructura: “La enfermedad X de la cabeza, se cura
con la planta Y, que se prepara de la siguiente forma…”

b) Aquellos clasifican las plantas medicinales. Estos textos eran


redactados y utilizados por el farmacéutico, y tenían la
siguiente estructura: “La planta X se utiliza para la
enfermedad o síntoma Y”. Entre los textos hallados se
encuentran: 1) un típico vademecum organizado por su uso
terapéutico que contiene además información sobre el
método de preparación; 2) la naturaleza de las plantas,
organizado según similitud entre hojas, primero nombra a la
planta y la compara con otra, para luego describir su uso y el
método de preparación; 3) la naturaleza de las piedras; y un
4) glosario de plantas que indica su nombre en varias
lenguas, y por qué otras plantas podrían sustituirse.

Ejemplo de texto extraído del vademécum:

“El áloe es una planta para la vesícula biliar. Se debe moler y dar a
beber con cerveza de primera calidad”.

Aloe vera
āšipu

Ejemplo de texto extraído de La naturaleza de las plantas:

“La planta que se asemeja a la menta se llama kamkddu. Es buena


contra las llagas que producen exudación. Se debe moler y colocar en
la llaga”.

Ejemplo de texto extraído del glosario:

“Puerro: es un sustituto del sarmadu”

Allium ampeloprasum
Literatura egipcia:

Egipto desarrolló su cultura en el valle del Nilo. Mientras que a ambos


lados se encuentra un vasto desierto impropio para la vida, las
inundaciones del Nilo facilitaron la agricultura.
Desde Elefantina al sur del país, hasta el delta que desemboca en el
mar Mediterráneo, los egipcios realizaron varios aportes a la
civilización Occidental a lo largo de los últimos tres milenios a.C., antes
de ser romanizados. Su sistema de escritura jeroglífica y demótica
describieron técnicas útiles para el avance de la sociedad, como
matemática, agricultura, tecnología del vidrio, navegación y por
supuesto medicina. Su conocida técnica de embalsamiento como
método de preservación para las momias, dan cuenta de su enorme
dominio sobre la química y la farmacia, e inclusive muchos expertos
sostienen que la palabra “química” deriva del nombre del antiguo
Egipto Kemi.
Mapa del Antiguo Egipto

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_Antiguo_de_Egipto
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Cronolog%C3%ADa_del_Antiguo_Egipto

Los dioses egipcios relacionados con la medicina eran Toth, Osiris, Isis,
Horus, Imhotep. Éste último con el tiempo se volvió el mayor
representante de la medicina, un médico que vivió alrededor del año
3000 a.C., divinizado dos milenios después de su muerte. Los griegos lo
denominaban Imouthes, y en él veían un reflejo del propio Asklepios.
Según la mitología egipcia, fue Isis, la esposa de Osiris, quien reveló a
su hijo Horus el secreto de la farmacia.
Antes de que sea una profesión propiamente dicha, solamente las
mujeres y los sacerdotes preparaban los medicamentos. A Toth,
frecuentemente representado con la cabeza y las alas de un ibis,
también se lo conocía como "Ph-ar-maki“, cuyo significado es “garante
de seguridad”. Éste es el origen del término “farmacia”, farmacología,
etc… y está íntimamente relacionado con la magia y la protección
contra las enfermedades.
Dios Toth
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Tot

Al farmacéutico se lo designaba urma, quien era una especie de


médico-sacerdote muy venerado. Hasta disponía de una habitación
especial en el templo para su función. Anepu (Anubis para los griegos),
era el guardián de la habitación de las medicinas y la cámara de
embalsamamiento, y, por lo tanto, puede ser considerado como el
boticario de los dioses de Egipto.

Tenemos conocimiento acerca de la fitoterapia en Egipto, no


solamente gracias a personajes egipcios como Monethos y a las
inscripciones que se encuentran en los monumentos y papiros, sino
también gracias a otros como el historiador griego Heródoto (480-425
a.C.) y el naturalista romano Plinio (s. I d.C.). Al igual que en
Mesopotamia, la magia en Egipto estaba presente. Sin embargo, el
método empírico era más importante.
Las plantas medicinales nativas de Egipto son pocas respecto de su
totalidad, ya que, por su topografía, su hábitat básicamente es el valle
del Nilo. Teofrasto (s. IV a.C.) y Dioscórides (s. I d.C.) describen las
principales plantas medicinales de Egipto, y se refieren a algunas de
ellas como oriundas de otras regiones, pero cultivadas allí (por ejemplo
la granada).
El papiro de Ebers (1500 a.C.) es la farmacopea más importante de
Egipto, ya que contiene un gran número de prescripciones (unas 800) e
información sobre drogas (unas 700) minerales, vegetales y animales.
Las drogas vegetales podían ser utilizadas frescas o secas. Las formas
farmacéuticas que menciona son infusiones, comprimidos, cápsulas,
polvos, pociones, inhalaciones, lociones, ungüentos, emplastos,
fumigaciones, supositorios, por lo que el modo de administración
correcto era bien conocido. Algunas veces el nombre de las drogas
tenía un nombre de fantasía, por lo que nos es imposible identificarla.
Respecto de las herramientas se mencionan morteros, molinos,
tamices, etc.; y los pesos, se basaban en el sistema decimal, entre otros
sistemas.
Papiro de Ebers

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Papiro_Ebers
El papiro de Ebers contiene fórmulas mágicas y empíricas, además de
métodos de diagnóstico.

Ejemplos extraídos del papiro de Ebers – fórmulas:

“Medicamento que preparaba la diosa Isis para el dios Ra para quitar


sus dolores de cabeza: Fruto de cilantro, fruto de la planta del opio,
ajenjo, fruto de juníperos, miel. Frotar con la mezcla al enfermo para
que se recupere”.

“Contra la diarrhea:
Cebolla de verdeo 1/8
Gruel recién cocido 1/8
Aceite y miel ¼
Cera 1/16
Agua 1/3
Cocinar y tomar durante 4 días”

“Contra los temblores en los dedos: Incienso, comino, cera, óxido de


plomo, excremento de los dioses, miel
higos. Cocinar y aplicar como cataplasma”.

“Para regular la orina: Azafrán del sur, frijoles asados. Poner en aceite y
untar el pene”
EL MUNDO GRECORROMANO

Aunque la historia de la civilización Occidental pareciera comenzar en


Grecia, hay que buscar sus orígenes en el contacto con Egipto y
Mesopotamia, principalmente a través de los fenicios. Si bien en esa
época (1200 a.C.) aún no existía una cultura homogénea en el
Mediterráneo, parte del conocimiento sí lo era, y por eso encontramos
en muchas ocasiones, los mismos medicamentos en universos tan
diferentes.
A los filósofos que se expresaron en lengua griega, se les debe el paso
del mito a la razón. A partir Alejandro Magno (s. IV a.C.), parte del
Mediterráneo se encontrará helenizado dando como resultado ahora sí
una homogeneidad cultural, al menos entre las clases educadas,
quedando la cultura autóctona reducida al ámbito familiar.

Mapa de las conquistas de Alejandro Magno

Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/alejandro_magno.htm
Cronología griega
Fuente: https://sites.google.com/site/geohistoriantigua/grecia/0-cronologia?overridemobile=true

Cronología romana
Fuente: http://lareplica.es/la-integracion-personas-territorios-la-romanizacion/

Fuente: https://biombohistorico.blogspot.com/2012/10/una-breve-cronologia-interactiva-para.html
Literatura griega:

Al principio, muchos eran los dioses y semidioses que tenían


cualidades curativas: Apolo, Hefesto, Heracles, Prometeo, Asclepios. De
este último se abrieron santuarios en distintas partes, que se
convirtieron en centros de peregrinación, donde también se
desarrollaron escuelas de medicina y prepararon medicamentos. Entre
los atributos de Asclepio estaba la serpiente enrollada en un bastón,
denominada “vara de Esculapio” capaz de curar todas las
enfermedades. Su esposa, la diosa Epíone calmaba el dolor, su hija
Higea simbolizaba la prevención, y Panacea el tratamiento.

Vara de Esculapio
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Vara_de_Esculapio

Hipócrates, denominado “padre de la medicina”, era considerado de la


familia de Asclepios. Nacido en el 460 a.C., se sabe hoy que no ha sido
realmente él quien escribió semejantes tratados, sino más bien que su
nombre designa en sí, el tipo de medicina de la época “hipocrática”,
que a diferencia de la medicina de épocas anteriores, podemos
denominar científica, ya que el raciocinio estaba por encima de la
magia y la religión.
La teoría hipocrática de los “cuatro humores” ha sido el fundamento de
la medicina por 1500 años: sangre (húmeda y caliente), flema (húmeda
y fría), bilis amarilla (húmeda y seca) y bilis negra (fría y seca), eran los
humores del cuerpo humano que estaban en equilibrio, excepto en
caso de enfermedad.
El corpus hipocrático conoce muy bien las formas farmacéuticas;
narcóticos como el opio, la mandrágora y el beleño; y por supuesto los
purgantes y enemas, ya que el primer paso era purificar el cuerpo del
exceso de alguno de los cuatro humores causante de enfermedad.
A partir de ahora al medicamento “pharmakon” ya no se lo considera
como instrumento de la catarsis desde el punto de vista mágico-
religioso, sino lógico, cuyo efecto farmacológico será el de corregir el
exceso o defecto de cada uno de los humores.

En cuanto a la materia medica, Dioscórides (s. I d.C.) era la base de


estudio, que, aunque no se sepa si alguna vez practicó la medicina, sí
sabemos que realizó distintos viajes para describir las drogas de su
tiempo y explicar su efecto. Los rhizotomoi eran los expertos en plantas
medicinales ó farmacobotánicos. Uno de ellos era Teofrasto (372-285
a.C.), llamado “padre de la botánica”.
De materia medica de Dioscórides se divide en cinco libros. En cuanto a
las técnicas, menciona la extracción por maceración seguida de
evaporación; la prensión de las plantas para obtener su jugo y posterior
concentración por exposición al sol. Además, brinda un detallado
cuidado en el método de conservación.

Galeno (131-201 d.C.), continuando las enseñanzas de Hipócrates, creó


un sistema que dominó durante 1500 años. Se focalizó en los temas
farmacéuticos centrándose en la teoría de los cuatro humores,
proponiendo que los medicamentos debían diferenciarse según el
predominio de una o más características terapéuticas importantes. Por
lo tanto los simples y compuestos tendrían las características de
caliente, frío, húmedo y seco o combinaciones de ellos, y podrían
usarse para contrarrestar la patología. “Hiera picra”, “terra sigillata” y
“teriaca” eran medicamentos ampliamente recomendadas por él.
Pablo de Egina (s. VII d.C.), fue el último de los autores que escribieron
en griego, justo durante la aparición de la cultura árabe musulmana.

LOS CUATRO HUMORES

Fuente: https://www.slideshare.net/TonantzinMoreno/presentacin-teoria-de-los-cuatro-
humores
Literatura romana:

Sabemos que los romanos adoptaron la cultura griega, incluyendo todo


tipo de conocimiento, como el farmacéutico. El imperio Romano fue
quien propagó la cultura helenística, dando como resultado una unidad
cultural.

Mapa del imperio Romano


Fuente: https://www.disfrutaroma.com/imperio-romano
De Plinio el viejo (s. I. d.C.) solamente se conserva la Historia Natural,
que recoge información de más de dos mil libros, abarcando temas de
botánica, zoología, mineralogía, medicina, etc. Otro personaje que
escribió en latín fue Escribonio Largo quien compiló una de las
primeras farmacopeas en el año 47 d.C., en una lista de 271
prescripciones De Compositione Medicamentorum.

Hemos visto que salvo Plinio el viejo, el resto de los autores


mencionados han escrito sus obras en griego. Sucede que el griego era
la lengua culta, pero además hay que explicar que con la decadencia
del Imperio romano de Occidente y hasta llegar a su caída en el s. V
d.C., el latín había caído en desuso, y todos aquellos que escribieron en
griego, formaban parte no de Grecia, sino de distintas regiones del
Imperio romano de Oriente, cuya lengua era el griego desde la
conquista de Alejandro Magno.

Ejemplo extraído de Plinio, Historia Natural, Libro XVII:

“De los remedios proporcionados por las hierbas. Sin duda, al crecer mi
trabajo, aumenta mi admiración por la antigüedad. A cuantas más
copias de plantas me quedan de hablar, más me siento inclinado a
practicar el culto en los antiguo en buscarlas y el afán de hacernos
descubrimientos, tan onerosos. Su generosidad en este sentido parece
haber superado la magnificencia de la misma naturaleza en sí misma,
siendo el conocimiento de las plantas una actividad humana, pero
ahora está claro que es el trabajo de los dioses o, al menos,
divinamente inspirado, aun cuando el hombre se la haya encontrado,
es la madre común de todas las cosas quien las ha enseñado y
engendró. Si queremos llegar a un acuerdo sobre la verdad, ¿no es en
la civilización algo más maravilloso de ver, la hierba escita
(Scythicam ¿Glycyrrhiza glabra L, regaliz?) que viene de las lagunas
Meotidas Paludíferas, y la euforbia del Monte Atlas más allá de las
Columnas de Hércules? pero mirando en otra dirección, donde la
naturaleza parece que respira, está la hierba británica (Rumex
aquaticus) en las islas de los océanos más allá de los límites de la tierra,
¿Y la hierba Etiópide, de las tierras quemadas por las estrellas? para
finalmente ver este perpetuo intercambio entre las diferentes partes
del mundo, de las plantas útiles para la salud humana. Se lo debemos a
la majestuosa inmensidad de la paz romana, la paz que es conocida por
las playas y de las naciones más distantes unos de otros, no sólo
hombres sino también las montañas y sus picos arrogantes perdidos en
las nubes, producen sus plantas. De este don pido la eterna bendición
de los dioses, que así parece haber dado los romanos al mundo como
una segunda luz para brillar en las cosas humanas.

“El aloe tiene una semejanza con la cebollas, excepto que es más
grande y tiene las hojas más gruesas y aserradas en oblicuo. El tallo es
delicado, de color rojo en el centro, algo similar a Anthericum. Tiene
una raíz, que se introduce en la tierra como un palo. El olor es fuerte,
sabor amargo. Aloe Vera es estimado el de la India, también se da en
Asia, pero no la usan, usan solo las hojas frescas para las heridas,
porque el jugo de estas hojas las cierra maravillosamente. En vista de
esta propiedad se cultivan, y se siembra, en grandes jarrones y tiestos
como la siempreviva. Algunos cortan el tallo antes de la madurez de la
semilla, para obtener el jugo, mientras que otros cortan las hojas”.

Ejemplo de medicamento simple extraído de materia medica


(Dioscórides):

“Adormidera. [Otros ‘lechetrenza rastrera’ (khamaisýkē), otros


‘amapola’ (mēkōn rhoiás), otros ‘de semilla ácida’ (oxýgonon); los
romanos papauer; los egipcios nantí.]
Hay una especie cultivada y hortense. Sus simientes sirven para hacer
un pan destinado al uso medicinal. Y mezclada con miel se sirven de
ella a guisa de sésamo. Se la llama ‘bolsera’ (thylakîtis); tiene la
cabezuela alargada y la simiente blanca. Otra es la silvestre, que tiene
la cabezuela plana, la simiente negra, la cual se denomina ‘tinajera’
(pithîtis) , aunque también ésta es llamada por algunos rhoiás, porque
destila un licor. La tercera especie es más silvestre, más pequeña y más
medicinal que las anteriores; su cabezuela es alargada.
Es virtud común a todas ellas la de enfriar. Por ello las hojas y las
cabezas de esta planta, cocidas en agua y luego aplicadas en forma de
loción, inducen el sueño; su decocción se bebe también contra el
insomnio; las cabezuelas majadas con harina de cebada, aplicadas en
emplasto, van bien contra inflamaciones y erisipelas. Hay que majarlas
verdes y modelarlas en forma de pastillas, y, una vez secas,
almacenarlas y así irlas usando. Cocidas por sí solas las cabezuelas en
agua, hasta que se consuma la mitad, recocidas con miel hasta que el
líquido resultante se espese, son un electuario analgésico contra la tos,
las fluxiones de la tráquea y las indisposiciones intestinales.
Se vuelve más eficaz si se mezcla con ella el zumo del hipocisto y la
acacia. La simiente de la adormidera negra majada se bebe con vino
contra el flujo del vientre y la menstruación. Se aplica como emplasto,
mezclada con agua, sobre la frente y las sienes de los que padecen
insomnio. El licor por sí solo, tomado en escasa cantidad, como de un
grano de yero, tiene mayor capacidad para enfriar, espesar los
humores y secar; es analgésico, somnífero y digestivo. Es beneficioso
contra las toses y las indisposiciones intestinales. Si se bebe en una
cantidad mayor, es perjudicial por aletargar y mata.
Es eficaz también contra los dolores de cabeza, aplicado en forma de
loción con aceite rosado; contra los dolores de oído, instilado con
aceite de almendras, azafrán, y mirra; aplicado con yema de huevo y
con azafrán, en el caso de la inflamación de los ojos; con vinagre,
contra las erisipelas y las heridas; con leche de mujer y con azafrán,
contra la podagra; aplicado por el ano a modo de supositorio, produce
sueño.
El licor más fuerte es el espeso, profundo de olor y que adormece al
olerlo, <amargo al gusto, el que se disuelve bien en agua, liso, blanco>,
ni áspero ni grumoso, que al desleírse no se condensa como la cera, el
que expuesto al sol se derrite, el que prendido con una candela arde
con llama no oscura y el que conserva después de extinguirse su virtud
olorosa. Lo falsifican mezclándolo con glaucio o con goma arábiga o
con zumo de lechuga silvestre. Pero el mezclado con glaucio se vuelve
de color azafrán al desleírse, y el mezclado con zumo de lechuga es de
olor más evanescente y más áspero; el mezclado con goma no tiene
fuerza y es transparente.
Algunos llegan a tal grado de insensatez, que incluso mezclan grasa con
él. Se tuesta en un recipiente de barro nuevo para uso oftálmico, hasta
que se muestra blando y más amarillento. Dice Diágoras que
Erasístrato desaprobaba su uso para las otalgias y para los pacientes
con inflamación de ojos, por ser causante de ambliopía y adormecedor.
Andreas dice que los ojos untados con ese jugo se cegarían si no
estuviera adulterado; Mnesidemo afirma que sólo es conveniente para
el sueño su uso por el olfato, mientras que, empleado de otro modo,
resulta perjudicial, lo cual es falso, refutado por la experiencia, por el
hecho de que la eficacia de este medicamento se atestigua por sus
efectos.
No es extemporáneo describir someramente también el modo en que
recogen el licor. Algunos, en efecto, majan las cabezas de la planta con
las hojas, las estrujan completamente mediante una prensa, las
trituran en un mortero y dan forma de pastillas a la pasta resultante. El
fármaco así obtenido se llama ‘meconio’ (mēkōnion) y es más débil que
el licor. Los que se ponen a la labor de recoger el licor, después de que
se sequen las gotas de rocío, tienen que recortar con un cuchillo la
estrellita de la cabezuela, de manera que no atraviese hasta dentro, y
así, hacer cortes oblicuos sobre la superficie de las cabezuelas en línea
recta, recoger las lágrimas que de ellas salen con el dedo e
introducirlas en una concha; de nuevo, no mucho tiempo después, hay
que repasar, pues el licor se encuentra coagulado, y al día siguiente
también así se encuentra; hay que majarlo en un mortero, darle forma
y almacenarlo. Ahora bien, en el acto de cortar las cabezuelas hay que
retroceder hacia atrás para que los vestidos no se lleven el licor
prendido”.

Ejemplos de medicamento compuesto (Pablo de Aegina):

“Comprimidos de las amazonas para el estómago:


Apio, Anís y canela china 6 dracmas; ajenjo 4 dracmas; mirra, pimienta,
opio y castóreo 2 dracmas. Machacar y hacer una pasta con agua,
hacer comprimidos de 1 dracma cada uno para administrar como dosis
única”.
Papaver somniferum Adormidera, Amapola

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Papaver_somniferum
EL MUNDO ISLÁMICO

Las tribus árabes provenientes de la península arábiga convertidas al


islam en el s. VII d.C. conquistaron gran parte Imperio romano de
Oriente. Al principio utilizaron la lengua griega como administración de
su territorio, pero un siglo después, decretaron el árabe (lengua del
Corán) como lengua oficial. Para aquel entonces su zona de influencia
recorría el sur de España, Norte de África, Sicilia, Egipto, la antigua Siria
y Mesopotamia, la península arábiga y la antigua Persia. Cualquier obra
compuesta bajo territorio musulmán, debía ser traducida al árabe para
obtener verdadero valor cultural. Sin embargo, antes de llegar a la
edad de oro de la denominada Ciencia islámica, cuyo auge fueron los
siglos IX-XII d.C., estos autores que escribieron en lengua árabe se
valieron de las culturas que las precedieron. En la zona del
Mediterráneo oriental, el griego había sido utilizado desde hacía siglos,
según vimos anteriormente. Los cristianos de lengua aramea
desarrollaron su propia literatura en la región de Siria, Palestina y
Mesopotamia, y el persa sasánida hizo lo propio en su territorio. Toda
aquella literatura pre-islámica poseía un patrimonio autóctono más un
agregado proveniente del mundo helenístico. De esta forma se
mezclaba la medicina científica hipocrática, con conocimientos locales,
que por lo general se redactaba en lengua aramea. Esta fue la
producción literaria que se tomó como base para traducir al árabe
todos los textos científicos que se conocían en el s. IX, incluyendo los
textos de Hipócrates, Dioscórides y Galeno.
El Islam en el s. IX

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Expansi%C3%B3n_musulmana

Cronología del Islam

Fuente: http://augustogeohistoria.blogspot.com/2014/09/cronologia-del-islam.html

Literatura árabe:

La farmacia desarrollada en lengua árabe hizo sus propios aportes, y es


de esta manera como llega a Europa medieval. Introdujeron plantas
medicinales provenientes de Persia e India, desconocidas por Europa
hasta ese momento, como el senna, alcanfor, sándalo, ruibarbo,
almizcle, cassia, tamarindo, clavo de olor, nuez moscada, etc. En cuanto
a la farmacotecnia hicieron frecuentes las preparaciones con azúcar o
miel y otras formas farmacéuticas y técnicas. Para aquella época el arte
de la farmacia se había complejizado, a tal punto que el farmacéutico
aparece por primera vez como alguien especializado, ya bien
diferenciado del médico. En Bagdad en el s. VIII se creó la primera
farmacia, que luego se extendió a todo el territorio musulmán.
Los autores más famosos en lengua árabe, de los que nos han llegado
noticias con importantes aportes a la farmacia, fueron Mesué (777-
857) un cristiano arameo quien compuso un formulario Selecta Artis
Medicinae; el médico persa Al-Razi (865-925) Liber Continens de gran
influencia en Europa; Avicena (980-1035) también médico persa
compuso el Canon Medicinae utilizado en Europa hasta el s. XVII, y en
Oriente hasta hoy en día. El Libro II de éste último trata sobre
medicamentos simples, y el Libro V sobre medicamentos compuestos.
En el otro extremo del mundo Islámico, España ha dado a luz autores
árabes con importantes aportes a la farmacia. Abulcasis (+1013,
Córdoba); Ibn al-Baitar (s.XIII); Avenzoar (1113-1162); Maimónides
(1135-1208), etc.
Toda este conocimiento, muchas veces denominado “medicina griega
arabizada” era la base científica de Europa medieval. Entre los años
878-1061, Sicilia fue sede de la cultura en lengua árabe, y en Salerno
existió una importante escuela de medicina. Parte de España
permaneció árabe por mucho tiempo más. En Toledo y en Salerno fue
donde se tradujo el conocimiento del árabe al latín.
Senna

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Senna_(planta)
Tamarindo

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Tamarindus_indica
Ejemplo extraído del Canon de la medicina (Avicena, Libro V,159):

“Acerca de otra copia de preparación de alcanfor en polvo: es


beneficioso para la digestión, la debilidad del estómago y la flema.
Preparación: mezclar pimiento, nuez moscada, jengibre, clavel, canela
china, canela, menta, alcanfor y azafrán. De cada uno un dirham.
Triturar todo junto y amasar con miel sin espuma”.

Ejemplo de una receta árabe tomada del arameo y del griego, extraído
del Canon de Avicena:
“Comprimidos de las Amazonas. Apio y anís 6 dracmas, ajenjo 4
dracmas, mirra, pimienta, opio, castóreo 2 dracmas, canela china 6
dracmas, agua cantidad suficiente”.
Receta en árabe del Libro V
Del Canon de Avicena (alcanfor en polvo)
EUROPA MEDIEVAL

Hemos mencionado la caída del Imperio romano de Occidente (s. V


d.C.), que coincide con la entrada en escena de las tribus germanas,
vándalos, longobardos, visigodos y ostrogodos. Especialmente en
Europa, a partir de entonces el cristianismo toma fuerza, dejando de
lado todo lo relacionado al mundo pagano, inclusive la Ciencia.
Inclusive en el Imperio romano de Oriente el Emperador Cristiano
Justiniano (527-567) cerró las escuelas de medicina de Alejandría y
Atenas. A partir de entonces, personajes cristianos santificados serán
venerados como intercesores en las curaciones. Tal es el caso de San
Cosme y San Damián. A diferencia del período clásico, la ciencia
médica era sólo un complemento de la fe. Sin embargo, algunos aún
intentaban rescatar la antigua sabiduría. Tal es el caso de Casiodoro
(490-585), quien fundó una academia donde se enseñaba farmacia y
medicina en Calabria, y en su regla, estableció que los monjes, quienes
actuaban como médicos, debían consultar Dioscórides, Hipócrates y
Galeno. Estamos en los comienzos de la medicina monástica, que
estaba siendo estudiada en traducciones de fragmentos que existían
del griego al latín, o de las obras en latín como las de Plinio, Celso y
Escribonio Largo. Para aquella época el griego en Europa se conocía
cada vez menos. Claro que cada pueblo poseía su conocimiento
farmacéutico autóctono prescindiendo del latín. En esto fueron
importantes la materia media inglesa e irlandesa, que se había
dispersado por los principales monasterios de Francia, Alemania, Suiza,
y norte de Italia.
Mapa de Europa Medieval
Cronología Edad Media

Fuente: https://slideplayer.es/slide/4174451/

Literatura latina:

Un poema acerca de las hierbas compuesto en latín De Herbarum


Virtutibus “Macer Floridus” probablemente producido por Odo de
Meune (1161 d.C.) fue uno de los más populares, y el primer herbario
independiente de Europa medieval. Sin embargo, el influjo a través de
la Escuela de Salerno continuaba, y se veía reflejado por ejemplo en el
Antidotarium Nicolai (1100) procedente de Oriente, y era casi una
farmacopea oficial en esa escuela.
Mientras tanto, al Oriente, toda la sabiduría grecorromana había sido
rescatada en lengua aramea y árabe, como vimos anteriormente. Hasta
el siglo X, Occidente se conformó con lo poco que tenía, hasta que
Constantino el Africano (1020-1087) realizó las primeras traducciones
del árabe al latín, y así pudo reingresar de una forma más completa la
medicina hipocrática a Europa. A partir de entonces, no se contó
solamente con fragmentos, sino con la obra completa.
La escuela de Salerno luego de la muerte de Constantino, comenzó a
producir en latín sus propias obras, como Liber de Simplici Medicina y
Circa Instans de Mattheus Platearius, y en otras regiones, Alberto
Magnus (1206-1280), Roger Bacon (en inglés), a partir de las
traducciones árabes al latín originadas en Toledo, España.
Gerardo de Cremona en el s. XII sobrepasó a Constantino el Africano,
traduciendo del árabe al latín obras completes de Avicena, Al-Razi,
Abulcasis, Hipócrates y Galeno. Para el siglo XV, los boticarios de
Europa debían conocer los libros de Mesué, Avicena, Serapión,
Dioscórides, “Macer Floridus”, “Circa Instans” y “Antidotarium Nicolai”,
todos compuestos por autores árabes, salvo Dioscórides y “Macer
Floridus”.
Un libro que alcanzó gran expansión en Europa fue Regimen Sanitatis
también llamado Flos Medicinae. Se trata de poesía didáctica en versos
latinos (1100 d.C.) redactada por un anónimo, luego traducida a todas
las lenguas europeas, que ha sido utilizado hasta el s. XIX.
El concepto de la profesión farmacéutica concebido en el mundo
islámico (s. VIII) como una profesión especializada y separada del
médico, se trasladó a Europa, creando en el s. XI en el sur de Italia y de
Francia las primeras farmacias públicas. Statuta sive leges municipals
Arelates trataba la regulación para farmacéuticos y médicos en la
ciudad de Arles, Francia (1162-1202). Esta ley, que creaba la Farmacia
Europea, prohibía que la misma sea administrada por los médicos.
Liber de Simplici Medicina

Matheus Platearius
Ejemplo extraído de Régimen sanitatis:

“Capítulo 13. Venenos


El ajo, nuez, minerales, peras, rábanos, jarabe de melaza;
Estos son el antídoto para el veneno mortal”.
LA FITOTERAPIA MÁS ALLÁ DEL RENACIMIENTO

Habría que esperar al Renacimiento para que nuevas teorías sean


impuestas sobre aquel largo período de medicina hipocrática.
Paracelso (1493-1541), propuso que el concepto de enfermedad no es
otra cosa que un desequilibrio químico del cuerpo, y que puede ser
curado con el uso de productos químicos apropiados (iatroquímica).
Por eso se esforzó por introducir productos químicos dentro de la
materia medica, y por encontrar métodos de preparación de tinturas y
extractos líquidos conteniendo la esencia de la droga extraída
“quintessence”. Era un médico moderno, aunque con un toque místico
ya que consideraba que una fuerza misteriosa dominaba todas las
funciones de la vida.
A partir de entonces y hasta el s. XIX, surgieron en Europa diferentes
teorías en torno al concepto de salud y enfermedad. Carlos Linneo (s.
XVIII) es considerado el padre de la taxonomía, es decir de la
clasificación de los seres vivos.
El primero en acercarse a la concepción actual de salud-enfermedad
fue Virchow (1821-1902), el fundador de la patología celular, por lo
que comenzaron a buscarse afinidades entre células particulares y
sustancias químicas particulares.

Si observamos la materia medica a lo largo de la historia, esta no ha


sido verdaderamente modificada según las distintas teorías que
giraban en torno a la salud y enfermedad; salvo la iatroquímica, que
convirtió a los productos químicos en remedios.
Las drogas vegetales, en la medida en que su utilidad era demasiado
obvia para ser negada, comenzaron a ser investigadas en cuanto a sus
supuestos constituyentes eficientes para aislar sus principios activos.
Alcaloides, Glucósidos y Vitaminas eran los resultados obtenidos.
A pesar del gran peso de la química, la farmacobotánica ha sido
siempre un movimiento científico en progreso, ya que se ha
demostrado que las drogas vegetales son eficientes sin la necesidad de
aislar sus componentes específicos.

Típico mercado árabe de especias


LA FITOTERAPIA EN AMÉRICA

Cristobal Colón, al igual que sus colegas exploradores, tenían en vista la


búsqueda de especias, además de oro y joyas. A partir del
descubrimiento de América nuevas drogas fueron introducidas a las ya
conocidas por la historia de la fitoterapia en la civilización Occidental.
Algunas de ellas eran Cascara sagrada Rhamnus purshiana D.C.; Tabaco
Nicotiana quadrivalvis Pursch., Coca Erythroxylum coca, Cacahuete
Arachis hypogaea, Maíz Zea mays, Batata Ipomoeas batata,
Zarzaparrilla Smilax aspera, Quina Cinchona officinalis, etc.

El primer tratado sobre drogas de origen americano fue publicado por


Nicolás Monardes bajo el título Historia medicinal de las cosas que se
traen de nuestras Indias occidentales (1565). Esta obra fue tan
significante que se tradujo al latín, y luego al inglés, francés, italiano y
alemán.

Ejemplo
Historia medicinal de las cosas que se traen de nuestras Indias
occidentales (Monardes, 1565):

“De la zarzaparrilla. Era usada por los indios porque curaba muchas
enfermedades, es una planta que echa muchas raíces debajo de la
tierra…Además de la de Nueva España, se halló otra en Honduras que
hace mejores efectos,…Al principio se cortaba y remojaba en agua, se
exprimía, se y se obtenía un mucílago y se tomaba por la mañana
caliente, durante tres días. Sirve para el mal de bubas (Sífilis)…”

Otro ejemplo es la Cáscara Sagrada (Rhamnus purshiana), que es


originaria de la región occidental de América del Norte. Su nombre fue
otorgado por los españoles, quienes supusieron que de este arbusto se
habría obtenido la madera para la construcción del Arca de Noé. Desde
antes del “descubrimiento” de América, los nativos del Pacífico la
usaron como laxante, dado que contiene emodina, que es una
antraquinona. Su descripción fue publicada por primera vez por el
botánico Candolle en 1825, Prodromus systematis naturalis regni
vegetabilis. La droga que se encuentra en la corteza, fue de venta libre
en USA hasta el año 2002, cuando se prohibió debido a la falta de
evidencia científica en cuanto a la dificultad para establecer una dosis
adecuada (dado que puede provocar una fuerte deshidratación), así
como también los trastornos que puede ocasionar en el páncreas. Por
ello, hoy en USA se la puede comprar solo como suplemento dietario,
pero no como droga. En cuanto a su seguridad, MedlinePlus (que es un
servicio de información provisto por la Biblioteca Nacional de Medicina
de USA) establece que: “Cuando se toma por vía oral: La cáscara
sagrada es posiblemente segura cuando se usa por menos de una
semana. Los efectos secundarios incluyen malestar estomacal y
calambres. Pero la cáscara sagrada posiblemente no sea segura cuando
se usa durante más de una semana. Esto podría causar efectos
secundarios más graves, como deshidratación, niveles bajos de
electrolitos, problemas cardíacos, debilidad muscular y otros”. Sin
embargo, en Argentina es una droga oficial, y se comercializa bajo
diversas formas farmacéuticas, al igual que en la European Medicines
Agency.
BIBLIOGRAFÍA

- www.theplantlist.com
- Asade, Daniel J. (2017-12-21). La literatura farmacéutica Siríaca y Árabe : comparación de
las recetas de El Libro de las Medicinas (siríaco) con recetas en la literatura farmacéutica
árabe (tesis doctoral). Universidad de Buenos Aires. Facultad de Farmacia y Bioquímica.
[consultado: 27/3/2019] Disponible en el Repositorio Digital Institucional de la Universidad
de Buenos
Aires: <http://repositoriouba.sisbi.uba.ar/gsdl/collect/posgrauba/index/assoc/HWA_2100.dir
/2100.PDF>
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Editores.
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enfocado a la farmacia americana.

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- STANNARD, Jerry (1974), Medieval Herbals and their Development, Clia Medica, vol. 9, nº
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