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Contestación Demanda Pedro Juan Sánchez Gómez
Contestación Demanda Pedro Juan Sánchez Gómez
El Artículo 46 del CST hace referencia que el contrato a término fijo “debe
constar siempre por escrito y su duración no puede ser superior a tres años, pero
es renovable indefinidamente”.
Igualmente, en el numeral 1 manifiesta que “si antes de la fecha del vencimiento
del término estipulado, ninguna de las partes avisare por escrito a la otra su
determinación de no prorrogar el contrato, con una antelación no inferior a treinta
(30) días, éste se entenderá renovado por un período igual al inicialmente
pactado, y así sucesivamente”. Por tales causas, se configuran como una causal
para la terminación del contrato unilateralmente por Banco de Colombia S.A.
Otra causal de terminación de contrato de manera unilateral por justa causa, son
aquellas consagradas, inicialmente, en el Numeral 4 del Artículo 60 del CST,
indica que una de las prohibiciones expresas por la ley es “faltar al trabajo sin justa
causa de impedimento o sin permiso del {empleador}, excepto en los casos de
huelga, en los cuales deben abandonar el lugar del trabajo”. Igualmente, el
Numeral 6 del Literal A del Artículo 62 de la misma normativa, señala que una
causal de despido por justa causa es “cualquier violación grave de las
obligaciones o prohibiciones especiales que incumben al trabajador, de acuerdo
con los artículos 58 y 60 del Código Sustantivo del Trabajo, o cualquier falta grave
calificada como tal en pactos o convenciones colectivas, fallos arbitrales, contratos
individuales o reglamentos”. Más aún, cuando el mismo empleado por medio del
escrito de demanda presentado por su empleado, demuestra que el mismo venía
cumpliendo con tal obligación cumplidamente, hasta el momento, que envía la
incapacidad ocho días después.
La Corte Suprema de Justicia en las sentencias CSJ SL, 6 mar. 2012, rad. 31948,
CSJ SL13074-2014, CSJ SL7576-2016 y CSJ SL5154-2020 ha precisado que
toda persona, diferente del trabajador, que tenga una relación jurídica con este y
acredite haber sufrido un daño cierto en sus condiciones materiales o morales, con
ocasión de la muerte, discapacidad o invalidez generadas con el infortunio laboral,
en el cual haya mediado culpa suficientemente comprobada del empleador, está
legitimada para solicitar el reconocimiento de la indemnización plena por
perjuicios. Así pues, no tiene fundamentó la solicito realizada por la parte
demandante que dicho perjuicio únicamente puede ser pretendido por el
trabajador.
Ahora, si en todo caso la Sala consultara la jurisprudencia del Consejo de Estado
(CE), es evidente que está en la misma línea que la de esta Sala de la Corte. Por
ejemplo, en la Sentencia CE, Sección Tercera, 19 jul. 2000, exp. 11842, sobre el
daño en la vida de relación, indicó que podía ser sufrido tanto por la víctima directa
del daño como por otras personas cercanas a ella, bien por parentesco o amistad,
pensamiento que se ajusta a la Sala de Casación Laboral de la CSJ. Así lo expuso
aquella corporación:
De otra parte, se precisa que una afectación de tal naturaleza puede surgir de
diferentes hechos, y no exclusivamente como consecuencia de una lesión corporal. De
otra manera, el concepto resultaría limitado y, por lo tanto, insuficiente, dado que,
únicamente permitiría considerar el perjuicio sufrido por la lesión a uno solo de los
derechos de la personalidad, la integridad física. Así, aquella afectación puede tener
causa en cualquier hecho con virtualidad para provocar una alteración a la vida de
relación de las personas, como una acusación calumniosa o injuriosa, la discusión del
derecho al uso del propio nombre o la utilización de éste por otra persona, situaciones
a las que alude, expresamente, el artículo 4º del Decreto 1260 de 1970, o un
sufrimiento muy intenso, daño moral, que, dada su gravedad, modifique el
comportamiento social de quien lo padece, como podría suceder en aquellos casos en
que la muerte de un ser querido afecta profundamente la vida familiar y social de una
persona. Y no se descarta, por lo demás, la posibilidad de que el perjuicio a la vida de
relación provenga de una afectación al patrimonio, como podría ocurrir en aquellos
eventos en que la pérdida económica es tan grande que, al margen del perjuicio
material que en sí misma implica produce una alteración importante de las
posibilidades vitales de las personas.
Debe decirse, además, que este perjuicio extrapatrimonial puede ser sufrido por la
víctima directa del daño o por otras personas cercanas a ella, por razones de
parentesco o amistad, entre otras.
Así, en muchos casos, parecerá indudable la afectación que, además del perjuicio
patrimonial y moral, puedan sufrir la esposa y los hijos de una persona, en su vida
de relación, cuando ésta muere. Así sucederá, por ejemplo, cuando aquéllos
pierden la oportunidad de continuar gozando de la protección, el apoyo o las
enseñanzas ofrecidas por su padre y compañero, o cuando su cercanía a éste les
facilitaba, dadas sus especiales condiciones profesionales o de otra índole, el
acceso a ciertos círculos sociales y el establecimiento de determinadas relaciones
provechosas, que, en su ausencia, resultan imposibles (subraya la Sala).
Ante esto, la CSJ hace la misma censura en el cargo, CE, Sección Tercera, 28 ag.
2014, rad. 31170, esa Corporación volvió al criterio expuesto en las decisiones
CE, Sección Tercera, 14 sep. 2011. Ante radicados 19031 y 38222, en las cuales,
en lo que interesa, se precisó que los daños a la vida de relación y a la alteración
de las condiciones de existencia eran categorías autónomas que no comprendían
el daño a la salud o afectación a la integridad psicofísica. No hubo entonces una
mutación en el nomen o nomenclatura del primer perjuicio referido, como lo cree la
sociedad recurrente, ni es dable entender de la misma la imposibilidad de
indemnización del daño en la vida de relación, tal y como igualmente se infiere de
esa sentencia. En aquella oportunidad, así concluyó:
Así pues, en el presente caso lo que realmente interesa consiste en ser un evento
de un atraco ocurrido mientras el señor Sánchez Gómez atendía una caja de una
oficina de Bancolombia en Medellín. Como resultado de esto fue herido de
gravedad en cumplimiento de una función contenida en su contrato. Por ello, esto
debe ser asumido por la Administradora de Riesgos Laborales (ARL), y para ello,
se lleva a cabo un proceso de calificación de Pérdida de Capacidad Laboral (PCL).
Se presenta un proceso de PCL cuando una persona ha superado 180 días de
incapacidad de manera continua y con un mismo diagnóstico, según el Artículo 3
del Decreto 1507 de 2014 se definen así: La Capacidad Ocupacional sería la
calidad de ejecución de una persona para llegar a cabo actividades de la vida
cotidiana y ocupacional. Y la capacidad laboral es el conjunto de habilidades,
destrezas, aptitudes y/o potencialidades de orden físico, mental y social, que
permitan desempeñarse en un trabajo.
Donde en el Artículo 2 de la misma normatividad manifiesta que se entiende como
calificación de pérdida de capacidad laboral el mecanismo que permite establecer
el porcentaje de afectación del conjunto de las habilidades, destrezas, aptitudes
y/o potencialidades de orden físico, mental y social que le permiten al individuo
desempeñarse en un trabajo habitual. En el caso de la pérdida de Capacidad
Laboral entre el 50% y el 66%, se debe pensionar con un 60% del Índice Base de
Liquidación (IBL).
En resumen, entre el señor PEDRO JUAN SANCHEZ GÓMEZ y BANCO DE
COLOMBIA S.A. existía un contrato a término fijo. El cual se dio de forma por
terminado de manera unilateral por parte del empleador al darse los causales de
despido por justa causa en el Numeral 4 del Artículo 60 y el Numeral 6 del Literal
A del Artículo 62 del CST dada la presentación por vía correo electrónico de la
incapacidad correspondiente al mes de julio, ochos días después de cumplirse el
plazo, más aún, cuando ha venido el empleado ha venido enviándolo mes tras
mes cumplidamente.
Según el Artículo 488 del CST, las cesantías reclamadas por el señor SÁNCHEZ
GÓMEZ, prescribieron. Pues, las prestaciones sociales, en este caso, el auxilio de
cesantías, prescriben en un lapso de tres años contados a partir de la fecha en
que se hacen exigibles. No obstante, es necesario tener en cuenta que las
solicitudes del derecho por escrito, suspenden el tiempo de la prescripción por un
lapso igual. Sin embargo, en este caso, se le reconocerá desde el 1 de agosto de
2020 hasta el 30 de julio de 2023 el pago de sus cesantías e intereses de
cesantías. Así mismo, se reconocerá lo correspondiente a la prima de servicios de
2023.
Por último, tampoco se le reconocerá lo pretendido por el daño vida – relación. Ya
que, en este caso la relación y a la alteración de las condiciones de existencia
eran categorías autónomas que no comprendían el daño a la salud o afectación a
la integridad psicofísica. No hubo entonces una mutación en el nomen o
nomenclatura del primer perjuicio referido, como lo cree la sociedad recurrente, ni
es dable entender de la misma la imposibilidad de indemnización del daño en la
vida de relación, tal y como igualmente se infiere de esa sentencia. Debido a que,
el señor Sánchez Gómez atendía una caja de una oficina de Bancolombia en
Medellín. Como resultado de esto fue herido de gravedad en cumplimiento de una
función contenida en su contrato. Por ello, esto debe ser asumido por la
Administradora de Riesgos Laborales (ARL), y para ello, se lleva a cabo un
proceso de calificación de Pérdida de Capacidad Laboral (PCL). La cual fue
valorada en un 60%, esto quiere decir, que está clasificada en una pérdida de
Capacidad Laboral entre el 50% y el 66%, por ello, se debe pensionar con un 60%
del Índice Base de Liquidación (IBL).
A continuación, se resume los derechos reconocidos con sus correspondientes
cuantías:
Con base en lo dispuesto en el Artículo 32 del Código Procesal del Trabajo y la
Seguridad Social (CPT – SS), formulo las siguientes:
EXCEPCIONES
Por ello, el poder señale que se confiere para adelantar acción laboral tendiente al
reconocimiento y pago de las acreencias laborales, debe llevar independiente del asunto,
como lo dice el Artículo 74 del CGP, también debe llevar cada una de las pretensiones
presentadas en la demanda.
PRUEBAS
Los cuales describirán las circunstancias de tiempo, modo y lugar en las que
se desarrolló el contrato de trabajo del señor PEDRO JUAN SANCHEZ
GOMEZ y BANCO DE COLOMBIA S.A.
Testimoniales
Interrogatorio de parte:
Interrogatorio que contestará personalmente el representante legal de la empresa,
el señor JUAN JOSE GONZALEZ GOMEZ sobre los hechos de la demanda y el
señor PEDRO JUAN SANCHEZ GOMEZ.
ANEXOS
Adjunto los siguientes documentos:
1.Examen de ingreso
2.Examen de egreso
3. Reglamento interno
4. Liquidación
5. Certificado de existencia de la empresa
NOTIFICACIONES
Atentamente,