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Registro Núm.

22708; Novena Época; Segunda Sala; Semanario Judicial de la Federación y su


Gaceta

Tomo XXXIII, Febrero de 2011, página 1083.

CONTRADICCIÓN DE TESIS 339/2010. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL PRIMER TRIBUNAL


COLEGIADO DEL DÉCIMO OCTAVO CIRCUITO, EL ENTONCES TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS
DE TRABAJO Y ADMINISTRATIVA DEL SÉPTIMO CIRCUITO, ACTUAL PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO
EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SÉPTIMO CIRCUITO, EL SÉPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA DE TRABAJO DEL PRIMER CIRCUITO, EL SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO
CIRCUITO Y EL NOVENO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL PRIMER CIRCUITO.

CONSIDERANDO:

PRIMERO. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente para
conocer de la presente denuncia de contradicción de tesis, de conformidad con lo dispuesto por
los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución General de la República, 197-A de la Ley de
Amparo y 21, fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con
los puntos segundo y cuarto del Acuerdo Plenario Número 5/2001, publicado en el Diario Oficial
de la Federación el veintinueve de junio de dos mil uno, en virtud de que se trata de una
contradicción de criterios en materia laboral, cuya especialidad corresponde a esta Sala.

SEGUNDO. La denuncia de contradicción de tesis proviene de parte legítima, toda vez que fue
formulada por los Magistrados integrantes del Primer Tribunal Colegiado del Décimo Octavo
Circuito, quienes en términos del artículo 197-A, párrafo primero, de la Ley de Amparo, están
facultados para denunciar la posible contradicción de criterios.

TERCERO. El Primer Tribunal Colegiado del Décimo Octavo Circuito, al resolver el amparo directo
laboral 527/2010, en la parte que interesa, determinó:

"SÉPTIMO. En otro concepto de violación se aduce que el laudo es violatorio de los artículos 841 y
842 de la Ley Federal del Trabajo, pues en la demanda laboral se reclamó la inscripción retroactiva
al Instituto Mexicano del Seguro Social, así como el pago de las aportaciones al Sistema de Ahorro
para el Retiro y Afore, pero la Junta absolvió al demandado con el argumento de que ya no existe
la relación de trabajo, lo que es contrario a los artículos 11, fracción IV, 12, fracción I, 31, fracción
IV, 37 y 167 a 169 de la Ley del Seguro Social, y del (sic) 10 y 16 del reglamento de afiliación
relativo, pues de ellos deriva que es un derecho de los trabajadores el disfrutar de los beneficios
de la seguridad social, por lo que si existió una relación laboral ese derecho se incorporó a la
esfera jurídica del actor, además de que la Junta tiene competencia para resolver al respecto.
Luego -argumenta el quejoso-, si la demandada no acreditó haber realizado las aportaciones
relativas, debió condenársele a cumplir dicha obligación. Lo anterior es sustancialmente fundado.
De los artículos 12, fracción I y 15, fracción I, de la Ley del Seguro Social y 45 de su Reglamento en
Materia de Afiliación, Clasificación de Empresas, Recaudación y Fiscalización, deriva que las
personas sujetas a una relación laboral deben ser afiliadas al régimen obligatorio de
aseguramiento, lo que obliga a los patrones a inscribir a sus trabajadores. En ese contexto, aun
cuando es cierto que el Instituto Mexicano del Seguro Social es un organismo fiscal autónomo con
facultades para exigir el cumplimiento del pago de las cuotas a cargo del patrón, ello no obsta para
que el trabajador pueda demandarle ante la Junta de Conciliación y Arbitraje el cumplimiento de
las obligaciones en materia de seguridad social. Luego, en este caso la pretensión del actor al
reclamar la inscripción retroactiva ante el instituto y las aportaciones no efectuadas al Sistema de
Ahorro para el Retiro y la Administradora de Fondos para el Retiro, es que el patrón cumpliera con
la obligación que había desatendido de afiliarlo al régimen obligatorio del Seguro Social, que
mientras perduró la relación de trabajo generó derechos al demandante, entre ellos, los relativos
al ramo de retiro, sin que puedan ser suprimidos por el solo hecho de que el vínculo de trabajo
haya concluido. Lo anterior se apoya en la jurisprudencia emitida por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, citada por el quejoso, de rubro: ‘SEGURO DE RETIRO. LAS
JUNTAS DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE SON COMPETENTES PARA CONOCER DE LA PRETENSIÓN
PLANTEADA POR EL TRABAJADOR, EN CONTRA DEL PATRÓN, RESPECTO DEL PAGO DE LAS CUOTAS
RELATIVAS.’. Sin que pase inadvertido para este tribunal, que la Ley del Seguro Social establece en
sus artículos 88, 149 y 186, en lo conducente, que el patrón será responsable de los daños y
perjuicios ocasionados por la omisión de inscribir a los trabajadores; y que en los numerales 304 A,
fracción II y 311, fracción I, se prevén como infracciones y se disponen las penas correspondientes
para quienes no cumplan con las obligaciones en materia de inscripción, pues ello no los releva de
satisfacer la reclamación laboral efectuada por el trabajador. En otras palabras, si bien existe la
posibilidad para éste de exigir esos daños y perjuicios por la omisión de ser inscrito, ello no le
impide reclamar en el juicio laboral la satisfacción en forma retroactiva de dicha obligación, con la
finalidad de que sean reconocidos los derechos que genera ser sujeto de afiliación al régimen
obligatorio. Además de que no podría exigirse al trabajador que en una acción independiente
reclamase esos daños y perjuicios, si puede y debe obtener la satisfacción de sus pretensiones en
materia de seguridad social en el conflicto planteado en contra del patrón ante la Junta, que tiene
competencia para conocer de las reclamaciones surgidas con motivo del vínculo laboral, aun
cuando ya haya terminado, respetándose así el derecho del trabajador de acceder a una justicia
pronta y completa, en los términos del artículo 17 constitucional. Por tanto, lo resuelto por la
Junta en torno a dichas prestaciones es desacertado, ya que sí se demostró el nexo de trabajo,
pero no el cumplimiento de las obligaciones del patrón de pagar las cuotas correspondientes.
Debido a las razones que se han expuesto, no se comparte el criterio del Tribunal Colegiado en
Materias Administrativa y de Trabajo del Séptimo Circuito, citado por la autoridad responsable, en
el que se establece la improcedencia de la inscripción retroactiva ante el Instituto Mexicano del
Seguro Social, con motivo de que la relación laboral ya ha terminado, pues justamente por haber
existido ese vínculo el patrón adquiere la obligación de inscribir a sus trabajadores para el efecto
de que se reconozcan los derechos que correspondan al tiempo que no estuvo inscrito y se cubran
las aportaciones relativas. Así las cosas, al haberse acreditado la violación a la garantía de legalidad
prevista por los artículos 14, segundo párrafo y 16, primer párrafo, de la Constitución Federal, lo
procedente es conceder el amparo para el efecto de que la Junta deje insubsistente el laudo
reclamado y dicte otro en el cual resuelva nuevamente la reclamación del actor de que el patrón
cumpla con las aportaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social, Sistema de Ahorro para el
Retiro y Administradora de Fondos para el Retiro."
CUARTO. El Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, al resolver el juicio de amparo
directo 907/2003, en la parte que interesa, determinó:

"SEXTO. ... En otra cuestión, los quejosos alegan que la responsable debió condenar a las
demandadas a inscribirlos retroactivamente como asalariados ante el Instituto Mexicano del
Seguro Social y a que enteraran al mismo las cuotas obrero patronales. Lo anterior es fundado, por
lo siguiente: Los artículos 12, fracción I y 15, fracciones I y III, de la Ley del Instituto Mexicano del
Seguro Social dicen: (se transcriben). Los artículos 20 y 21 de la Ley Federal del Trabajo
determinan lo siguiente: (se transcriben). De la lectura de los artículos transcritos se colige que
cuando se den los supuestos de los numerales 20 y 21 de la legislación federal del trabajo, como
en el caso, en que la responsable determinó que quedó demostrada la existencia de un vínculo
laboral entre los peticionarios del amparo con los demandados y que los actores le prestaban a los
terceros perjudicados un trabajo personal subordinado, los patrones están obligados a inscribir a
sus empleados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, así como a determinar las cuotas
obrero patronales y enterar los importes al mismo. Sin embargo, en la especie, no obstante que,
como se dijo, los promoventes del amparo prestaban a los demandados un trabajo personal
subordinado y que tenían una relación laboral con ellos, los terceros perjudicados no los
inscribieron ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, ni enteraron las cuotas obrero patronales
a su cargo ante este último, como era su deber legal, por tanto, ante su inadecuado actuar,
causaron perjuicio a los solicitantes de garantías. Sin que en la especie se estime adecuado lo
razonado por la Junta, en el sentido de que los actores debieron acreditar que el estudio a fin de
que se llevara a cabo la inscripción al Instituto Mexicano del Seguro Social, ya había sido aprobado,
de acuerdo con el artículo décimo octavo transitorio de la ley de dicha institución, lo cual apoyó en
el criterio cuyo rubro dice: ‘SEGURO SOCIAL, INSCRIPCIÓN AL RÉGIMEN DEL. TRABAJADORES DE
ORGANISMOS PÚBLICOS DESCENTRALIZADOS.’. Ello es así, porque la tesis que citó la responsable
para sustentar su razonamiento es inaplicable, en la especie, toda vez que en ella se establece que
de acuerdo con el artículo décimo octavo transitorio de la Ley del Seguro Social, publicada en el
Diario Oficial de la Federación el doce de marzo de mil novecientos setenta y tres, para que los
trabajadores de empresas descentralizadas cuyos contratos colectivos consignen prestaciones
superiores a la ley, se inscriban en dicho instituto, es menester realizar un estudio previo que sea
debidamente aprobado y, en tanto ello no suceda, la institución de mérito estará exenta de esa
inscripción. Como puede advertirse, el artículo transitorio se refiere a trabajadores de empresas
descentralizadas, lo que no se da en el caso particular, porque las demandadas no reúnen las
características de este tipo de compañías. En efecto, la Ley Orgánica de la Administración Pública
Estatal de Chiapas determina las bases para la organización de la misma. Al respecto, el artículo 1
de dicha legislación determina lo siguiente: (se transcribe). El numeral 38 del mismo ordenamiento
legal establece: (se transcribe). El capítulo cuarto de dicha ley hace referencia a los fideicomisos,
como entidades de la administración pública estatal. Los artículos 47 y 48 de la misma legislación
establecen: (se transcriben). De la lectura de lo anteriormente transcrito queda evidenciado que,
como se ha dicho, ninguna de las demandadas puede ser considerada como un organismo
descentralizado, porque no reúnen los requisitos para concluir que tienen ese carácter. Ello se
afirma, toda vez que por lo que hace al Comité de Sanidad Pecuaria del Estado de Chiapas, se trata
de una sociedad civil, la cual obviamente se rige por un contrato de esta naturaleza, como lo
dispone el artículo 2661 del Código Civil para el Estado de Chiapas, y que no reúne las
características que establece la Ley Orgánica de la Administración Pública de esta entidad, para ser
considerado como un órgano descentralizado de la misma. De igual forma, por lo que hace al
fideicomiso demandado, resulta claro que la Ley de la Administración Pública en comento, no lo
señala como un organismo descentralizado, sino como una entidad estatal auxiliar del Ejecutivo.
En tal virtud, es evidente que los patrones demandados no son empresas descentralizadas; por
ende, los actores no tenían obligación de conducirse en términos del artículo décimo octavo
transitorio referido en la tesis en mención, la cual, como se ha señalado, es inaplicable en la
especie. Independientemente de lo anterior, la responsable sólo señaló en el laudo combatido el
artículo décimo octavo transitorio de la Ley del Seguro Social, sin especificar si se refería al vigente
o al que regía al momento de la presentación de las demandas laborales respectivas, lo que indica
una incorrecta motivación, sin embargo, no obstante de haber incurrido en esa deficiencia formal,
de todos modos, por las razones precisadas, como los actores no estaban obligados a presentar
estudio previo alguno debidamente aprobado, esa incongruencia no trasciende al resultado del
fallo. En otro orden de ideas, los inconformes esgrimen que la responsable es competente para
conocer y resolver lo procedente respecto a las prestaciones que reclamaron consistentes en
inscribirlos en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y que los
demandados enteren el importe de las aportaciones para su abono en la subcuenta de vivienda de
la cuenta individual de los actores y determinar si eran procedentes o no esas reclamaciones. Lo
anterior es fundado, pues la Junta responsable debe resolver lo relativo a las prestaciones
reclamadas por los trabajadores, relacionadas con las inscripciones de los mismos y el importe de
las aportaciones respectivas, en los términos previstos por los artículos 29, fracciones I y III, de la
Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda y 136, 143 y 144 de la Ley Federal del Trabajo,
que dicen: (se transcriben). Esto es, los empleados, según los numerales transcritos, tendrán
derecho a recibir habitaciones cómodas e higiénicas y a ser inscritos en el Instituto del Fondo
Nacional de la Vivienda para los Trabajadores; por tanto, es inconcuso que los primeros tienen la
facultad de acudir ante la Junta respectiva a defender sus derechos. Por ende, es indudable que
los quejosos tenían la facultad de acudir ante la responsable para hacer valer su reclamo en el
sentido de no haber sido inscritos por los demandados ante el Instituto Nacional de la Vivienda
para los Trabajadores y no haber efectuado éstos las aportaciones respectivas, y dicha autoridad
tenía competencia legal para resolver esas cuestiones. Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis 4a./J.
7/93, de la entonces Cuarta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Octava Época, tomo 62, febrero de 1993, página
15 (de) rubro: ‘INFONAVIT. LAS JUNTAS DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE SON COMPETENTES PARA
CONOCER DE LA RECLAMACIÓN CONSISTENTE EN LA FALTA DE PAGO DE APORTACIONES AL.’. Por
tanto, por las razones apuntadas, al no pronunciarse sobre los tópicos descritos y considerarse
incompetente legalmente para ello, la responsable causó un perjuicio a los solicitantes de
garantías. No es óbice a lo anterior, lo que sostiene la Junta responsable en el sentido de que los
trabajadores, de acuerdo con lo dispuesto por los artículos 29, 30 y 32 de la Ley del Instituto del
Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, tienen la facultad de ocurrir ante dicha
institución para demandar a los patrones las obligaciones inherentes a la inscripción y al monto de
las aportaciones enteradas a aquél, sin embargo, ese aspecto es opcional, pero no deslinda a la
autoridad laboral de pronunciarse en relación con esas reclamaciones. En consecuencia, en
concordancia con lo resuelto en el juicio de garantías 909/2003, debe concederse el amparo
solicitado para el efecto de que la responsable deje insubsistente el laudo combatido y, con
seguimiento de los lineamientos establecidos en esta ejecutoria, dicte otro, en el que deje
intocadas las condenas, excepto la reclamación de horas extras que fue determinada en contra del
codemandado Fideicomiso Fondo de Fomento Agropecuario del Estado de Chiapas, la cual deberá
declarar improcedente y, por un lado, analice la prestación reclamada consistente en el pago de
aguinaldo correspondiente al periodo del uno de enero al treinta y uno de diciembre de dos mil
uno, así como el que se genere del uno de enero de dos mil dos al momento en que se
cumplimente el laudo; por otro, determine procedente la inscripción retroactiva de los quejosos
ante el Instituto Mexicano del Seguro Social y a que los demandados enteren a dicha institución
las cuotas obrero patronales respectivas y, por último, se pronuncie en relación con la inscripción
de los promoventes de garantías ante el Instituto Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y
respecto de las aportaciones que correspondan a la subcuenta de vivienda reclamada por los
actores y, una vez hecho lo anterior, con plenitud de jurisdicción, dicte la resolución que conforme
a derecho proceda."

Derivado de las anteriores consideraciones, el Tribunal Colegiado autorizó la tesis siguiente:

"No. Registro: 178434

"Tesis aislada

"Materia(s): Laboral

"Novena Época

"Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

"Tomo: XXI, mayo de 2005

"Tesis: XX.2o.22 L

"Página: 1478

"INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL. SI SE ACREDITA LA EXISTENCIA DE UN VÍNCULO


LABORAL, LOS PATRONES DEBEN INSCRIBIR A SUS TRABAJADORES ANTE DICHA DEPENDENCIA,
INCLUSO CON EFECTOS RETROACTIVOS, SIN NECESIDAD DE LA APROBACIÓN DEL ESTUDIO
CORRESPONDIENTE, SALVO CUANDO SE TRATE DE EMPRESAS DESCENTRALIZADAS. Los artículos
12, fracción I y 15, fracciones I y III, de la Ley del Seguro Social establecen, respectivamente, que
son sujetos de aseguramiento al régimen obligatorio aquellas personas que, acorde con los
numerales 20 y 21 de la Ley Federal del Trabajo, presten, en forma permanente o eventual, a otras
de carácter físico o moral o unidades económicas sin personalidad jurídica, un servicio
remunerado, personal y subordinado; y que es obligación del patrón registrar e inscribir a sus
trabajadores en el instituto, comunicar sus altas y bajas, así como las modificaciones de sus
salarios y demás datos, dentro del plazo no mayor a cinco días hábiles; además, deberá
determinar las cuotas obrero-patronales a su cargo y enterar su importe a la citada dependencia.
Ahora bien, si dentro del juicio se acredita la existencia de un vínculo de naturaleza laboral, con
base en los citados preceptos 20 y 21, con ello se actualiza la obligación de la parte patronal de
inscribir a sus trabajadores ante el Instituto Mexicano del Seguro Social y, por ende, determinar las
cuotas obrero-patronales que habrá de enterarle; inscripción que deberá realizarse, incluso, con
efectos retroactivos y sin necesidad de la aprobación del estudio previo a que se refiere el artículo
décimo octavo transitorio de la Ley del Seguro Social, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el doce de marzo de mil novecientos setenta y tres, pues tal supuesto sólo es aplicable
tratándose de empresas descentralizadas."

QUINTO. El Noveno Tribunal Colegido en Materia de Trabajo del Primer Circuito, al resolver el
amparo directo 9919/1995, en la parte que interesa, determinó:

"TERCERO. Los conceptos de violación son inoperantes en una parte, infundados en otra y
fundados en una más; esta última se analiza con base en consideraciones supletorias de la queja,
de conformidad con el artículo 76 Bis, fracción IV, de la Ley de Amparo. ... aduce el solicitante del
amparo, en una parte del capítulo en estudio, que según se desprende del expediente laboral, la
empresa demandada no cumplió con inscribirlo ante el Instituto Mexicano del Seguro Social,
Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y Sistema del Ahorro para el
Retiro. En otros asuntos, este órgano jurisdiccional estimó que cuestiones similares a las
apuntadas no fueron materia de reclamo en el juicio natural en la forma que señalaron los
promoventes en su respectiva demanda de garantías, puesto que lo exigido fue la documentación
que acreditara su inscripción (puntos V, VI y VII del proemio de demanda), mas no que fuesen
inscritos en esa institución y sistema, en caso de no estarlo, motivos que llevaron a concluir que
los conceptos de violación eran inatendibles. Una mayor

Época: Décima Época

Registro: 2009551

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 20, Julio de 2015, Tomo II

Materia(s): Laboral, Común

Tesis: II.1o. J/2 (10a.)

Página: 1508

COMPETENCIA EN MATERIA LABORAL. CUANDO EL INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL


APARECE COMO DEMANDADO, CORRESPONDE CONOCER DEL CONFLICTO A LA JUNTA FEDERAL
DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE SI LA PRESTACIÓN RECLAMADA ES PRINCIPAL Y A LA JUNTA
LOCAL SI SE TRATA DE UNA PRESTACIÓN ACCESORIA O DERIVADA.
De la interpretación sistemática de los artículos 123, apartado A, fracción XXXI, inciso b), subinciso
1, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 527, fracción II, inciso 1, de la Ley
Federal del Trabajo; 1o., párrafo tercero y 3o., fracción I, de la Ley Orgánica de la Administración
Pública Federal; 5 y 275 de la Ley del Seguro Social derogada; 5 y 295 de la vigente, así como de la
jurisprudencia 2a./J. 46/95, de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II,
septiembre de 1995, página 239, de rubro: "COMPETENCIA LABORAL. CUANDO EL DEMANDADO
ES EL INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL ES DE ORDEN FEDERAL SI SE LE DEMANDA EL
CUMPLIMIENTO DE UNA PRESTACIÓN PRINCIPAL, PERO ES LOCAL SI SÓLO SE LE DEMANDA LA
INSCRIPCIÓN DEL TRABAJADOR.", se advierte, como regla general, que la aplicación de las normas
del trabajo corresponde a las autoridades federales cuando se trate de organismos que sean
administrados en forma directa o descentralizada por el gobierno federal; sin embargo, para
establecer qué Junta laboral es competente para conocer de conflictos en que ese instituto
aparece como demandado, es necesario atender al tipo de prestación que le es reclamada, pues si
ésta es principal, corresponderá a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, pero si es accesoria
o derivada, será la Junta Local correspondiente la que deberá conocer del asunto.
Consecuentemente, en asuntos donde se demanda de un patrón la reinstalación o indemnización
constitucional por despido injustificado como acción principal y del Instituto Mexicano del Seguro
Social la inscripción retroactiva o pago de aportaciones, corresponderá a la Junta Local de
Conciliación y Arbitraje el trámite y resolución del juicio, pues aun en el caso de ser condenada la
demandada, quien soportará el costo de esas prestaciones será el patrón y no la institución de
seguridad social.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO CON RESIDENCIA EN CIUDAD


NEZAHUALCÓYOTL, ESTADO DE MÉXICO.

Conflicto competencial 28/2010. Suscitado entre la Junta Especial Número Diez de la Local de
Conciliación y Arbitraje del Valle Cuautitlán-Texcoco, con residencia en Los Reyes La Paz, Estado de
México y la Junta Especial Número Nueve Bis de la Federal de Conciliación y Arbitraje, con
residencia en el Distrito Federal. 20 de enero de 2011. Unanimidad de votos. Ponente: Froylán
Borges Aranda. Secretaria: Verónica Arzate Lépez.

Conflicto competencial 16/2011. Suscitado entre la Junta Especial Número Diez de la Local de
Conciliación y Arbitraje del Valle Cuautitlán-Texcoco, con residencia en Los Reyes La Paz, Estado de
México y la Junta Especial Número Nueve Bis de la Federal de Conciliación y Arbitraje, con
residencia en el Distrito Federal. 6 de mayo de 2011. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Arturo
Sánchez Jiménez. Secretario: Juan José Hernández Leyva.

Conflicto competencial 31/2011. Suscitado entre la Junta Especial Número Diez de la Local de
Conciliación y Arbitraje del Valle Cuautitlán-Texcoco, con residencia en Los Reyes La Paz, Estado de
México y la Junta Especial Número Tres Bis de la Federal de Conciliación y Arbitraje, con residencia
en el Distrito Federal. 31 de mayo de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Miguel Enrique
Sánchez Frías. Secretario: Juan Carlos Hernández Jiménez.

Conflicto competencial 8/2014. Suscitado entre la Junta Especial Número Diez de la Local de
Conciliación y Arbitraje del Valle Cuautitlán-Texcoco, con residencia en Los Reyes la Paz, Estado de
México y la Junta Especial Número Ocho Bis de la Federal de Conciliación y Arbitraje, con
residencia en el Distrito Federal. 26 de junio de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Arturo
Sánchez Jiménez. Secretario: Germán Velázquez Carrasco.

Conflicto competencial 17/2014. Suscitado entre la Junta Especial Número Diez de la Local de
Conciliación y Arbitraje del Valle Cuautitlán-Texcoco, con residencia en Los Reyes La Paz, Estado de
México y la Junta Especial Número Nueve Bis de la Federal de Conciliación y Arbitraje, con
residencia en el Distrito Federal. 19 de febrero de 2015. Unanimidad de votos. Ponente: Daniel
Horacio Escudero Contreras. Secretario: Arturo Contreras Ramírez.

Esta tesis se publicó el viernes 03 de julio de 2015 a las 09:15 horas en el Semanario Judicial de la
Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 06 de julio de
2015, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

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