Está en la página 1de 2

TEMA 1: FACTORES DEL PROCESO DE ROMANIZACIÓN

Introducción.
La “romanización” es el proceso de transformación gradual de los pueblos prerromanos que habitaban en la
Península en ciudadanos del Imperio Romano y la asimilación por éstos de sus costumbres, organización
económica, organización política (provincias), jurídica (Derecho romano), social y, muy especialmente, la lengua (el
latín).
Este proceso de aculturación comienza con la conquista romana de la Península Ibérica que se inicia en siglo III a.C.,
en el contexto de la segunda guerra púnica, que enfrentó a Roma con Cartago por la hegemonía del mar
Mediterráneo occidental. La victoria romana facilitó su expansión por toda esta área geográfica y que culminó con
la conquista de toda la península en el año 19 a.C. con el sometimiento de los pueblos la cornisa cantábrica.

Desarrollo.
Antes de que toda la Península estuviese conquistada militarmente, los romanos comenzaron a aplicar sus criterios
de organización administrativa y delimitación política del territorio. Como consecuencia de esta política, el espacio
hispánico fue dividido en diversas circunscripciones para su mejor administración y control: las provincias.
Había dos tipos de provincias: senatoriales (controladas por el Senado romano) o imperiales (controladas por el
emperador). Su número fue evolucionando a lo largo de la dominación romana. Inicialmente fueron dos provincias:
la Ulterior (la actual Andalucía y la parte occidental de la Península) y la Citerior (costa mediterránea y valle del
Ebro).
Tras la dominación de todo el territorio, en la época de Augusto (27 a.C.) se crearon tres provincias: Bética,
Lusitania, y Tarraconense. Posteriormente, en el siglo III d.C. se subdividió en cinco provincias: Tarraconense,
Cartaginense, Bética, Lusitania y Gallaecia. Aún se añadieron dos posteriormente, la Baleárica y la Mauritana-
Tingitana (al norte de África). En época de Diocleciano las provincias se agruparon en una unidad administrativa
mayor, la diócesis de Hispania.

Con el objeto de controlar su amplio territorio, Roma se dotó de una excelente red de comunicaciones. En Hispania
las vías principales eran la vía Augusta, la vía de la Plata y la vía. Estas calzadas se convirtieron en ejes comerciales,
pues enlazaban zonas y ciudades del interior entre sí y de éstas con los puertos. Numerosos puentes de la época
permitían salvar los obstáculos naturales por donde transcurrían las carreteras romanas.

En el mundo romano las ciudades se convirtieron no sólo en centros político-administrativos, sino también
económicos, sociales, culturales… Se revitalizaron las ciudades fundadas por los colonizadores y los indígenas, y
nacieron otras nuevas. Pero no todas poseían el mismo status. Podemos distinguir:
 Colonias. Son fundaciones romanas a imagen de la Urbe: Tarraco, Emerita Augusta,
 Ciudades estipendiarias: Tomadas por la fuerza, por ello estaban obligadas a pagar un estipendio o tributo.
 Federadas: Conservaban sus derechos, pero estaban obligadas a prestar auxilio y facilitar víveres para el ejército.
 Inmunes: Disfrutaban de gran autonomía y estaban exentas de pagar impuestos.

En cuanto a la organización económica, la tierra era símbolo de prestigio y riqueza. Se crearon grandes latifundios
en manos de la aristocracia senatorial y se repartieron tierras entre colonos (antiguos soldados, por lo común, de
origen italiano), lo que supuso un crecimiento de la producción agrícola (basada en la triada mediterránea: trigo, vid
y olivo). Aumentaron los regadíos, utillaje agrícola más moderno, nuevas técnicas de cultivo.
La pesca también destacó, derivando de ella actividades como la producción de salazones y sal, y la elaboración de
la salsa denominada garum.
En ganadería destaca la cría del ganado ovino, bovino, porcino y caballar.
Las ricas minas peninsulares pasaron a propiedad del estado, entre ellas destacaban las del oro del Noroeste, plomo
de Sierra Morena, plata y cobre de Cartagena, cobre de Riotinto y mercurio de Almadén.
- El desarrollo comercial se apoyó igualmente en la configuración de una economía monetaria basada en el denario
romano, que actuaba como moneda internacional.
- La economía en Hispania, como en el resto del Imperio, se fundamentaba en la utilización de mano de obra
esclava.
Hispania se convirtió en colonia comercial respecto a la metrópoli y exportaba al resto del Imperio vinos, aceite de
oliva, minerales y esclavos. A cambio, importaba productos manufacturados: cerámica, tejidos y objetos de lujo.

El Imperio Romano era una sociedad esclavista muy jerarquizada y con distintos grados de derechos políticos y
jurídicos. Entre la población libre encontramos:
- el orden senatorial (senadores latifundistas muy ricos)
- el orden ecuestre o caballeros (puestos intermedios de la administración y dueños de negocios)
- los decuriones (burguesía urbana)
- la plebe (trabajadores).
No obstante, siendo libres, no todos poseían los mismos derechos. Hay ciudadanos romanos, latinos y súbditos del
Imperio. En el año 212 d.C., Caracalla concedió la ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio.
En el último peldaño de la escala social estaban los esclavos, sin derecho alguno, la mayoría procedente de los
ejércitos vencidos por Roma.
La familia era patriarcal. El marido poseía la patria potestad de todos los miembros de la familia y la mujer romana
dependía de este. El divorcio estaba regulado legalmente.

La dominación romana de Hispania supuso que su cultura, sus costumbres, sus leyes y su religión se impusieran
sobre los pueblos autóctonos.
El latín se extendió por todo el territorio. Su difusión le permitió imponerse sobre las lenguas autóctonas que, no
obstante, no desaparecieron totalmente. De él derivarían nuestras lenguas, y sólo el vasco pudo pervivir como
lengua no romance. Algunos relevantes autores latinos fueron de origen hispano: Mela (geógrafo), Séneca (filósofo)
o Lucano (historiador).
El uso del derecho romano se extendió por toda la Península. Su empleo no solamente regulaba las relaciones
privadas, sino también las instituciones políticas y su funcionamiento. Todavía hoy es uno de los fundamentos del
derecho occidental.
La dominación romana impuso también las creencias religiosas propias del Imperio romano. Se respetaron las
creencias locales pero era obligado el culto al emperador y a los tres dioses de Roma: Júpiter, Juno y Minerva. Con el
Edicto de Milán (313) se decretó la libertad religiosa y se reconoció legalmente el cristianismo, que pasó a
convertirse en la iglesia oficial del Estado con el emperador Teodosio I en el año 380.
Finalmente, también podemos observar restos del dominio romano en infinidad de obras públicas: acueductos
(Segovia), murallas (Lugo), puentes (Alcántara), teatros (Mérida, Sagunto, Cartagena), anfiteatros (Itálica),
monumentos funerarios (Torre de los Escipiones), arcos de triunfo (Bará, Medinaceli), templos (de Diana en
Mérida), etc.

Durante el siglo III el Imperio Romano entra en un periodo de crisis en todos los ámbitos debido a la dificultad de
administrar territorios tan amplios.
Diocleciano intentó atajar la crisis mediante una nueva división territorial-administrativa, pero el enorme peso
impositivo del estado llevó a los grandes propietarios rurales a huir a sus villas (Ruralismo). Las ciudades
comenzaron a decaer y, , el pueblo buscó la protección de esos terratenientes a cambio de entregarles sus tierras
y/o trabajo, antecedente del feudalismo. Paralelamente a este proceso, los pueblos germanos (“bárbaros”) van
infiltrándose en el territorio imperial, pacíficamente unas veces (como federados de Roma) o de forma violenta.

Conclusión.
La civilización romana marcó el devenir de las sucesivas sociedades que se fueron asentado en nuestro territorio y
aún pervive en nuestros días. Muestra de ello son las grandes construcciones de obras públicas que llevaron a cabo
y que conservamos hoy día como el acueducto de Segovia, el teatro de Cartagena, el circo de Mérida, etc.
Por otra parte, la religión cristiana y la lengua (el latín fue el punto de partida para el desarrollo de las lenguas
romances que de él derivan y que son habladas por un área geográfica muy extensa), así como el uso del derecho
romano, que todavía hoy es uno de los fundamentos del derecho occidental.

También podría gustarte