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LA ROMANIZACIÓN

En la Península Ibérica había varios pueblos antes de la llegada de los romanos. Durante el primer milenio a.C. se
conformaron tres culturas interrelacionadas diferentes: iberos, celtas y celtiberos. Más tarde fueron llegando los
fenicios, griegos, tartessos, cartagineses y finalmente los romanos en el marco de la segunda guerra púnica. La
romanización fue un proceso de aculturación por el cual los habitantes de la Península se adscribieron en el marco
cultural romano (lengua, derecho, religión e ideología) y en su estructura social y económica.
TEMA
La romanización se inició con el pretexto del ataque del cartaginés Aníbal a la ciudad de Sagunto, aliada de Roma.
Como represalia por la actuación cartaginesa en Sagunto y con el fin de impedir el avance de Aníbal hacia Italia, los
romanos enviaron a la Península dos ejércitos que desembarcaron en Ampurias en 218 a.C.
Hacia el 206 a.C., los romanos lograron expulsar a sus enemigos de la Península y dominar la costa mediterránea. La
segunda etapa consistió en la conquista de la Meseta y se caracterizó por la oposición de los indígenas. La rebelión
de los lusitanos y el asedio de Numancia fueron episodios importantes. Para someter a Numancia, los romanos
rodearon la ciudad y se asentaron en siete campamentos. Tras ocho meses de asedio, la ciudad se rindió. En esta
etapa también fueron conquistadas las Islas Baleares para poner fin a la piratería. Para completar la conquista en la
Península, el emperador Augusto sometió a los cántabros y astures.
La conquista por sí misma no supuso la romanización, los factores que la determinaron fueron:
EL EJÉRCITO
Fue fundamental, un importante vehículo de romanización. Los soldados llevaban la lengua, la cultura, las creencias
y las costumbres de Roma y las difundieron por todo el Imperio. Además, era el instrumento muy importante de
control y dominio de las provincias. Roma contaba con tropas auxiliares hispanas que se romanizaron rápidamente.
Asimismo, el servicio militar se asentaba en tierras entregadas por Roma, a donde llevaban su civilización. Estos
campamentos atraían a sectores marginados y los legionarios fueron los primeros en estar en contacto con los
indígenas. Muchos de los asentamientos acabaron convirtiéndose en ciudades (León, Mérida, Barcelona…).
LA DIVISIÓN PROVINCIAL
Roma aprovechó las ciudades existentes en la Península y las hizo dependientes. En otras zonas fundó nuevas
ciudades con pobladores romanos. En las ciudades se decidía todo y eran los centros de producción e intercambio.
Los romanos comenzaron a aplicar sus criterios de organización administrativa y delimitación política del territorio,
creando así las provincias. Cada una de ellas estaba dirigida por un pretor, un procónsul o un cónsul, asesorados por
el Consilium. Se subdividían en conventus (municipios). Para controlar los impuestos estaba el cuestor.
Había dos tipos de provincias: senatoriales (controladas por el Senado romano) o imperiales (controladas por el
emperador). La Península se dividió en dos: Hispania Ulterior e Hispania Citerior, dependiendo de su lejanía con
Roma. En tiempos de Augusto se dividió en la Tarraconesis, la Baetica y la Lusitania. Después se establecieron cinco
provincias, añadiendo Carthaginensis y Gallaecia. Finalmente, en el siglo IV se creó la provincia Balearica.
Las ciudades no eran todas iguales, existían cinco tipos:
 Municipia: De mayor categoría, más romanizadas y menos abundantes, sus habitantes tenían los mismos
derechos que cualquier ciudadano romano, exentas de impuestos ordinarios.
 Colonias: Son fundaciones romanas a imagen de la urbe. Muy populosas algunas, en ellas se elevaban multitud
de edificios de utilidad pública.
 Ciudades estipendiarias: Ciudades indígenas tomadas por la fuerza, por ello estaban obligadas a pagar un
estipendio y sometidas fuertemente al pretor, máxima autoridad romana.
 Federadas: Ciudades indígenas que conservaban sus derechos, pero obligadas a prestar auxilio a Roma y facilitar
víveres para el ejército.
 Inmunes: Ciudades indígenas que disfrutaban de gran autonomía y estaban exentas de pagar impuestos.
LAS CALZADAS
El desarrollo de un amplio sistema de calzadas por todo el Imperio favoreció el intercambio comercial y la llegada de
pobladores, ejércitos, comerciantes, etc. Las principales ciudades romanas estaban intercomunicadas entre sí. La vía
Augusta se comunicaba con Roma. Otras calzadas importantes en Hispania fueron la vía de la Plata y la vía
Trasversal. Aparte de las calzadas mayores había multitud de caminos que cruzaban los conventus de cada provincia.
LA CONCESIÓN DE LA CIUDADANÍA ROMANA
Aunque muchos habitantes tenían derechos políticos, no todos tenían la ciudadanía romana (ius Latii), que era un
privilegio que ofrecía plenitud de derechos, además de pagar menos impuestos. Que un indígena la recibiera era un
honor que solo conseguían aquellos que colaboraban estrechamente con Roma. Se concedió a muchos la ciudadanía
latina, que proporcionaba ciertos derechos. Caracalla otorgó la ciudadanía romana a toda Hispania en el año 213 d.C.
RELIGIÓN Y CULTURA
La religión romana era en un principio politeísta y fue heredada de la griega. El culto a los dioses romanos estaba
basado en la tríada capitolina (Júpiter, Juno y Minerva). Más tarde, en la época imperial, se le empezó a rendir culto
al emperador. A partir del siglo III el cristianismo se difundió por Hispania y sus seguidores fueron perseguidos hasta
que el emperador Constantino declaró la libertad religiosa (313). En 381 se convirtió en la religión oficial del Imperio,
el cristianismo era lo único que podía dar cohesión al Imperio e incluso sobrevivió a su caída.
Durante el periodo de conquista los pueblos hispanos hicieron propia la cultura romana. Aunque en el sur y el
Mediterráneo se romanizaron pronto, el resto de la península tardó más o incluso no llegó a romanizarse del todo.
ECONOMÍA
La estructura económica de Roma impuesta en Hispania se basaba en:
 La formación de latifundios  La utilización de mano de  La ciudad como centro de
 La propiedad privada de la obra esclava producción
tierra  El uso de la moneda.
Las tierras conquistadas, en general, pertenecían al pueblo romano. Parte de estas tierras eran devueltas a sus
antiguos propietarios o solían ser repartidas entre colonos, soldados licenciados o indígenas sin tierras. El resto eran
del Estado que las concedía en arriendo. Con el tiempo muchas de estas tierras arrendadas se convirtieron en
propiedad privada y la clase senatorial se hizo con enormes extensiones de tierras que se organizaron en villas
trabajadas por esclavos.
Las principales actividades económicas de Hispania eran:
 La actividad agrícola y ganadera (trilogía  La actividad minera en las Médulas (oro),
mediterránea) Córdoba Y Cartagena (plata), Huelva (cobre) y
 La actividad artesanal y comercial que se en Almadén (mercurio).
realizaba en las ciudades y se comercializaba a  La pesquera (salazones en la costa
través de las calzadas romanas o vía marítima. mediterránea)
SOCIEDAD
Hombres libres: Hombres no libres:
Honestiores: Pertenecían a las clases prudentes y Libertos: Esclavos que habían sido liberados por sus
ricas, formando la minoría dirigente. amos, pero todavía conservaban cierta dependencia.
Humiliores: Hombres libres, pero con pequeñas Esclavos: La base de la economía. No son propietarios,
propiedades como artesanos o campesinos. su situación se hereda de padres a hijos y solían
proceder de las tierras conquistadas que se oponían a
No ciudadanos: No tenían derechos políticos, pero sí
Roma. Existían esclavos de campo y de palacio.
civiles.
CAÍDA DEL IMPERIO
El imperio entró en crisis debido al fin de las grandes conquistas y la concesión del derecho de ciudadanía. Como
consecuencia, el sistema de producción esclavista dejó de ser rentable y el comercio y artesanado experimentaron
un notable freno. Así pues, las ciudades empezaron a despoblarse y el imperio se mostró sin recursos para gobernar.
A partir de 260 Hispania sufrió la invasión de pueblos bárbaros. Hispania no se recuperó y se quedó en el marco de
una economía empobrecida y ruralizada. En el siglo V el último emperador fue depuesto por los bárbaros que
ocuparon Roma (476). En Oriente, el Imperio cayó cuando lo hizo Constantinopla por los turcos.
CONCLUSIÓN
La romanización afectó a las estructuras políticas, económicas y sociales de la península en un proceso lento, difícil y
completo, aunque en el norte no alcanzó tanto relieve. Se puede contemplar, a pesar de los siglos transcurridos,
restos arquitectónicos en muchas ciudades de España, como en Murcia que se puede observar en la villa romana de
Quintilla (Lorca), en el teatro romano de Carthago Nova (que era uno de los más grandes y ricos de la Hispania
romana), o el acueducto romano de Cehegín.

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