Está en la página 1de 2

Tema 1: Proceso de Romanización

Introducción: La romanización en Hispania se inicia en el marco de la II Guerra Púnica, cuando


en el 218 a.C. las legiones romanas desembarcan por primera vez en la Península para
enfrentarse a los cartagineses. De forma gradual, los pueblos peninsulares irán asumiendo las
costumbres, la organización política, jurídica y social romanas, así como su lengua: el latín. La
intensidad de la romanización fue muy diferente entre las zonas del sur y levante, en que fue
temprana e intensa, y las del norte, en que fue débil y tardía.

FACTORES DE LA ROMANIZACIÓN:

La organización del territorio: La primera medida administrativa que introdujeron los romanos
fue la división del territorio en provincias. Durante el período republicano se establecieron dos
grandes provincias: la CITERIOR (valle del Ebro y costa mediterránea) y la ULTERIOR (resto del
territorio conquistado). A lo largo de su dominio, fueron fragmentando el espacio hispánico.
Durante el Alto Imperio, hubo tres provincias, Tarraconensis, Lusitania y Bética (Augusto, siglo
I). Las dos primeras como provincias imperiales por su conflictividad y la última, senatorial,
controlada por el Senado. A partir del Bajo Imperio, (Caracalla y Diocleciano, siglo III), hubo
seis: las anteriores más Cartaginensis, Gallaecia y Balearica.

Las provincias eran consideradas territorios sometidos y explotados en beneficio de Roma.


Estaban gobernadas por un pretor, asesorado y vigilado por una asamblea (Consilium) y
divididas en conventus, en los que había un centro para la administración de justicia. Al frente
de la Hacienda provincial estaba un cuestor.

Para controlar el territorio y el desplazamiento de las legiones se estableció una red de


comunicaciones: las calzadas. En Hispania todas confluían en la Vía Augusta, que comunicaba el
valle del Guadalquivir con las Galias e Italia; Además, la Vía de la plata que enlazaba el noroeste
con la costa atlántica meridional a través de Mérida.

El territorio se estructuró con un entramado de ciudades con funciones administrativas,


económicas, sociales, culturales y políticas. Las Colonias eran las ciudades fundadas por los
romanos (Tarraco, Caesar Augusta o Emerita Augusta), estaban amuralladas y solían presentar
un plano regular con dos calles principales: el cardo, con dirección norte-sur, y el decumano,
con dirección este-oeste. El punto de unión de ambas calles se le conocía como el foro, donde
se levantaban los edificios más importantes de la ciudad. Las ciudades indígenas fueron
romanizándose, se diferenciaban: ciudades estipendiarias, que habían sido conquistadas por la
fuerza, estaban sometidas a un pretor y obligadas a pagar un tributo anual (estipendio);
ciudades federadas, que conservaban sus derechos pero tenían que prestar auxilio a Roma y
facilitar víveres; ciudades inmunes disfrutaban de autonomía y estaban exentas de pagar
impuestos.

La organización económica: Una vez conquistada Hispania, los romanos integraron sus
provincias en el sistema de producción esclavista propio del mundo clásico. Las conquistas
romanas proporcionaron abundante mano de obra esclava procedente de aquellos pueblos
que no aceptaron pacíficamente el dominio romano. Hispania fue integrada en el circuito
general del sistema económico mediterráneo de los romanos, con el denario como moneda

Tema 1: Proceso de Romanizació n


internacional. Roma fomentó que Hispania exportara fundamentalmente materias primas
(productos agrícolas de la trilogía mediterránea: trigo, vid y olivo) e importara productos
manufacturados (cerámica, tejidos, productos suntuosos, armas, etc.) La minería tenía una
larga tradición en la Península desde la Edad de los Metales. Las minas eran propiedad del
Estado: oro, plomo, plata, cobre o hierro. Destacar la salsa de pescado, garum, que permitía
llevar hacia el interior sabores costeros.

La conquista de Hispania abrió la ocasión de asentar a un gran número de romanos necesitados


de tierras. Las mejores pasaron a manos de la aristocracia senatorial. La instalación de los
nuevos colonos provocó un importante crecimiento de la producción agrícola y la
transformación de tierras de secano en regadío, además de la construcción de canales de
riego. Con ello destacó la introducción de técnicas de abono y de barbecho.

La organización social: Formada por población libre y esclava. Entre los libres había diferentes
grupos: Honestiores (grupo privilegiado, dominante) Orden senatorial, constituido por
senadores y grandes propietarios. Orden ecuestre (caballeros) integrado por aquellos que
ocupaban puestos intermedios en el ejército o en la administración. Decuriones, habitantes
más ricos de las ciudades. Humiliores (capa popular) Plebe: artesanos y campesinos. Los
esclavos no tenían ningún derecho ni podían acceder a la propiedad, y realizaban los trabajos
más duros en las minas y en el campo. Además, existía una gran diferencia entre los que
poseían la ciudadanía romana y los que no. Esa situación duró hasta el año 212, fecha en la
que el emperador Caracalla decidió conceder a todos sus súbditos la ciudadanía romana.

Religión, Derecho, Cultura y Arte : Factor clave para la romanización fue la religión: el culto al
emperador y las divinidades inspiradas en el mundo griego convivieron con los cultos
indígenas. En el siglo I, el cristianismo llegaba a la Península, perseguido hasta el año 313 a.C.
en el que Constantino aprueba la tolerancia del cristianismo, el fin de su persecución y la
construcción de grandes templos. Poco después, en el año 380, Teodosio, por medio del Edicto
de Tesalónica, convierte al cristianismo en la religión oficial del Imperio.

Roma introdujo en Hispania su organización jurídica, que con el paso de los siglos será la base
de las leyes que han regido los territorios peninsulares desde la Edad Media (Derecho
Romano). La lengua latina, difundida por los soldados y comerciantes, acabó desplazando a las
lenguas indígenas y fue otro de los factores clave de la romanización.

Fue muy intensa la integración hispana en el sistema romano, con emperadores nacidos en la
Península (Trajano, Adriano, y Teodosio); destacados escritores como Séneca o el historiador
Lucano. Las evidencias monumentales son hoy abundantes. Obras públicas como acueductos
(Segovia) murallas (Lugo) puentes (Alcántara) o teatros (Mérida y Sagunto)

Conclusión: La romanización de la Península Ibérica es uno de los capítulos esenciales para


comprender los distintos aspectos y características que han definido la Historia de nuestro país
a lo largo de los siglos. Desde entonces hasta la actualidad, España es una nación de cultura
eminentemente latina. La mentalidad, el arte, las costumbres y un largo etcétera tienen en
Roma su origen y explicación.

También podría gustarte