Está en la página 1de 10

DEFINICIONES Y RELACIONES DE PLATÓN RESUMIDAS

Idea del bien


La filosofía platónica gira alrededor de los términos griegos "idea", "eidos", o "forma". No hay que entender las ideas platónicas
en un sentido ordinario, es decir, las ideas de Platón no son los pensamientos que tenemos los humanos sobre las cosas. Las
ideas son entidades independientes de la mente humana, aunque el hombre no exista, ellas sí lo hacen. Son atemporales,
eternas e independientes de la materia. Platón nunca estableció un número exacto de ideas, afirmó la existencia de algunas
como la justicia, la belleza, la igualdad etc. Y negó la existencia de otras como la de maldad, de pelo o uña. De entre todas ellas,
la idea del bien es la que mayor importancia tiene y está por encima de las demás. El filósofo no dio una definición precisa, pero
en el mito de la caverna, la identificó con el sol. El sol hace posible por medio de su luz, ver el resto de cosas (los árboles, el lago,
el cielo etc). La idea del bien realiza esa función, permitiendo el conocimiento de las otras ideas. Platón la definió como "la causa
de todo lo bello y bueno que existe".

La idea del bien también tiene importancia en el pensamiento político de Platón: es necesario que el individuo y la sociedad,
conozcan la idea suprema del bien para poder vivir adecuadamente y en armonía.

Dialéctica
En La República Platón define la dialéctica como un saber que consiste en preguntar y responder para alcanzar conocimientos
verdaderos. En otras ocasiones Platón extendió el significado de dialéctica a alcanzar a conocer las ideas del mundo inteligible.
Ese es el proceso de la dialéctica: es el método que permite pasar de las opiniones falsas del mundo sensorial a la ciencia
verdadera del mundo inteligible.

Para realizar la dialéctica, es necesario ejercitar y preparar el alma: la gimnasia, la música, el razonamiento lógico y el estudio de
las matemáticas son la vía para finalmente conocer las ideas. A esto hay que añadir la justicia; solo un alma justa o pura podrá
llegar a ese conocimiento. La maldad y la injustica imposibilitan cualquier aprendizaje sobre las ideas. Las ideas son puras y
necesitan de un alma pura que puedan ser pensadas. Quienes llevan a cabo la dialéctica son los filósofos.

Opinión
Es el conocimiento que se fundamenta en los sentidos y que se refiere al mundo sensible. Dentro de la escala de conocimientos,
es el de menor grado. No es posible, dado el continuo devenir del mundo de las cosas, alcanzar conocimientos verdaderos sobre
el mundo sensible, pero sí existe un conocimiento inferior al que llamó doxa (opinión). La doxa, la dividió a su vez en dos partes;
la eikasia (imaginación) y la pistis (creencia), que estudia la naturaleza y la física.

La ciencia (episteme), es la forma de conocimiento más elevada y es superior a la doxa. Sus enunciados son siempre verdaderos
e inmutables, su objeto de estudio son las ideas. Platón también realizó una división dentro de la episteme. Por un lado está el
conocimiento matemático, al que llamó dianoia, y por encima de él, esta la captación de las ideas mismas como la del bien, la
belleza, la justicia y demás. A esta inteligencia, la llamó noesis.

Reminiscencia
Para Platón, captar las ideas eternas consiste en recordarlas y no en aprenderlas. Lo argumenta de la siguiente manera: en el
Fedón, afirma que no es posible explicar el conocimiento de ciertas ideas como la justicia o la igualdad en base a la experiencia.
Pues es imposible conocer mediante los sentidos la belleza en sí o la justicia en sí. Sin embargo, nuestra alma a pesar de no
haber visto nunca tales ideas con los sentidos, sí conoce en cierta medida, qué es la belleza o qué es la igualdad. Esto le lleva a
Platón a sostener que conocemos dichas ideas porque anteriormente a nuestra vida, nuestra alma habitaba en el mundo
inteligible y allí las contempló directamente. Sin embargo, al nacer el alma pierde el conocimiento de las ideas. Con el tiempo,
vamos lentamente recuperando ese conocimiento gracias a la experiencia sensible. En realidad el conocimiento de las ideas no
es algo que aprendemos por primera vez, es un conocimiento que ya sabíamos antes de nacer, que luego olvidamos y que
después recordamos. Platón, al plantear el concepto de reminiscencia, se posiciona a favor de la inmortalidad del alma.
Relacionar a Platón con los filósofos presocráticos
El pensamiento platónico recibió numerosas influencias de los filósofos presocráticos; una de las principales influencias las toma
de Heráclito y Parménides:

El mundo de las cosas, está para Platón sometido a la generación, a la muerte y está en constante cambio. Esto se relaciona
directamente con la sentencia de Heráclito: "nada permanece, todo cambia". En cambio, el mundo de las ideas sí es invariable,
universal y eterno. Aquí se refleja el pensamiento de Parménides; para Parménides el no ser no existe, y el Ser es lo único que
existe. Plantea que no pueden existir cambios en el universo; aunque veamos cosas que cambian, en realidad es solo una ilusión
de los sentidos. El Ser por tanto tiene que ser invariable y eterno. Estos atributos que Parménides otorgó al Ser, son los que
Platón utiliza para describir las ideas.

Otro filósofo presocrático del que recibe influencias fue Pitágoras; de él toma la idea de la inmortalidad del alma, así como la
idea de que las matemáticas son un conocimiento verdadero. Además, tanto Pitágoras como Platón, ven la muerte como una
liberación; el alma se purifica cuando pierde el cuerpo.

Finalmente, queda por explicar la crítica que hace Platón a los filósofos materialistas como Tales, Anaximandro, Anaxímenes,
Empédocles, Anaxágoras y Demócrito y Leucipo. Todos ellos caen el error de hacer explicaciones basadas en el mundo sensible,
cuando el verdadero conocimiento solo puede proceder del inteligible.

Relacionar a Platón y Sócrates


Sócrates fue el maestro de Platón y tuvo una gran repercusión en su pensamiento. En sus diálogos, Sócrates es siempre el
personaje principal y se emplean las maneras sencillas de enseñanza que Sócrates utilizaba en sus conversaciones con los
demás, como la mayéutica y la ironía. La mayéutica consiste en guiar al interlocutor hacia una conclusión verdadera y la ironía
socrática en refutar la posición inicial del interlocutor y entonces la persona reconoce que estaba equivocada o que no sabe los
suficiente. Además, la moral socrática también influyó en el pensamiento de Platón, ambos filósofos unen la sabiduría con la
justicia; un sabio es necesariamente justo y bueno.

Otro punto en común entre Platón y su maestro, es la concepción sobre la verdad: según Platón y Sócrates sí es posible llegar a
verdades universales y objetivas, mientras que filósofos sofistas como Protágoras afirmaban que las verdades solo podían ser
relativas y subjetivas. Ambos estaban en contra de los sofistas.
DEFINICIONES Y RELACIONES DE ARISTÓTELES RESUMIDAS

Felicidad: Aristóteles aplica su filosofía teleológica a la vida humana. Para él todas las cosas han de tener una finalidad, en el
caso del ser humano, nuestro propósito es la eudaimonía (felicidad). Distingue entre bienes que son un medio para conseguir
otras cosas (tener dinero o salud) y un bien "perfecto" o "autosuficiente". Aristóteles identifica este bien supremo con la
felicidad. También afirma que nuestra naturaleza y lo que nos distingue de otros seres vivos, son nuestras capacidades
intelectuales. Por eso planteó que nuestro ideal de felicidad ha de ser una vida contemplativa, basada en la sabiduría y en la
comprensión de conocimientos. A esto le llamó ejercitar las virtudes dianoéticas. Algunas virtudes dianoéticas son:
- la ciencia
- la sabiduría
- La prudencia. Esta virtud consiste en deliberar y reflexionar correctamente, mostrándonos lo más conveniente para nuestro
momento en la vida. Por medio de ella reconocemos el término medio entre el exceso y el defecto.

No obstante, no solamente somos seres racionales, somos animales sociales y tenemos que desarrollarnos como tal. Por esta
razón defendió también el cultivo de las virtudes éticas o del carácter. Estas virtudes se basan en practicar el término medio.
Algunos ejemplos son:
- la generosidad: es el término medio entre la tacañería y la prodigalidad
- la moderación: es el término medio entre el desenfreno y la insensibilidad

Indicó además que para ser felices necesitamos de un mínimo de bienes económicos y salud.

Causa: Conocer algo científicamente es conocer sus causas. Aristóteles concibió cuatro tipos de causas, todas ellas necesarias:
-La causa material: se refiere a los componentes físicos que constituyen una cosa.
-La causa formal: es la forma que cada cosa tiene y que define a dicha cosa, es su esencia.
-La causa eficiente: es el desencadenante, aquello que provoca o produce un cambio.
-La causa final es el fin(telos) o meta hacia la que tiende la cosa. Para Aristóteles, la causa final tiene particular importancia, pues
según su filosofía, todo lo que existe tiende hacia algún propósito que explica su realidad y la dota de sentido. Esta concepción
de la realidad se conoce como “finalista” o “teleológica”.

Podemos tomar un roble como ejemplo para explicar estas cuatro causas: su causa material es la materia orgánica de la que está
hecho, su causa formal es su aspecto externo y que lo define como roble (las raíces, tronco, ramas, hojas y demás tienen que
ser las típicas de un roble), su causa eficiente ha sido la germinación de la semilla y el crecimiento que ha sido provocado por el
sol y la lluvia, y por último tenemos la causa final que es su sentido; generar oxígeno, servir de alimento para otros animales, etc.

Potencia-acto: Aristóteles observa como las cosas del mundo que nos rodea nacen, mueren, cambian… como había afirmado
Heráclito. Parménides, por su parte, rechazó que el cambio existiera. Para Aristóteles los cambios existen, pero un ser no puede
cambiar a cualquier otra cosa. Él introdujo los conceptos de potencia y acto para explicar el cambio de las cosas.

En cada proceso de cambio, Aristóteles reconoció que siempre hay un sustrato material (hypokeimenon) que permanece
invariable. Cuando una hoja se marchita, ciertamente se ha producido un cambio en varias de sus propiedades, pero sigue
siendo la misma hoja, es decir existe todavía una base material que no ha cambiado. En línea con esto, el filósofo continúa
afirmando que cada cosa tiene unas posibilidades limitadas de cambio; un bloque de mármol se podría convertir en una estatua
o en una encimera pero no podrá convertirse en un ser vivo por ejemplo. A las posibilidades que una cosa tiene, Aristóteles las
llamó las potencias. Su concepto contrario es lo que es en acto, o lo que es una cosa en ese momento (el lápiz con el que escribo
es un lápiz en acto). En resumen: la potencia es lo que un ser puede llegar a ser, y el acto es lo que un ser es actualmente, el
cambio se explica como el paso de la potencia al acto.

Substancia (esta definición recomiendo que la descarten por ser la más difícil): Etimológicamente substancia procede del latín
substantia, traducción del griego ousía “lo que está debajo o subyace a algo”. El concepto de substancia se desglosa en varios
puntos: la substancia como sujeto, la teoría hilemórfica y la explicación de las substancias primeras y segundas.

La substancia es el sujeto en el que descansan las propiedades: por ejemplo una mesa, de ella podemos predicar rasgos o
propiedades como ser blanca, grande, circular etc. Las propiedades o los predicados sólo pueden existir vinculados a la
substancia o en otras palabras: no pueden existir predicados sin sujeto. En la oración "el perro es blanco", " lo blanco" necesita
siempre de una substancia, pues es imposible que exista "la blancura" por sí misma. Sin embargo, el sujeto o la substancia sí
puede existir por sí mismo (un perro existe).

El hilemorfismo establece que cada substancia está compuesta de materia y forma: la materia se refiere a los componentes
físicos, y la forma se refiere al aspecto externo de cada cosa, la forma también define y caracteriza a una cosa.

Finalmente distinguió entre substancias primeras y segundas. La substancia primera es el ser concreto, por ejemplo María y
Abdul, y la substancia segunda sería el género al que pertenecen las substancias primeras: la substancia segunda de María y
Abdul es el género humano.
Aristóteles y Platón

Para relacionar ambos pensamientos, conviene recordar brevemente las líneas generales de la filosofía platónica. Según Platón
existen dos mundos: el mundo de la ideas y el mundo de las cosas. Solo el primero de ellos es auténtico; las ideas son perfectas,
eternas, inmutables e inmateriales y sí es posible un conocimiento verdadero sobre ellas al que llamó episteme. El mundo
sensible por el contrario, es el devenir, está en constante cambio y no es susceptible de un conocimiento verdadero, sino de uno
muy inferior al que llamó "doxa". Aristóteles elaboró una serie de argumentos en contra de esta teoría:

- Platón para explicar el mundo lo que hace es duplicarlo, lo que dificulta aún más la tarea porque ahora hay que explicar dos
realidades distintas.

- Aristóteles pregunta: ¿cómo es posible que la esencia o ideas de las cosas, aquello que las hace ser lo que son, estén separadas
de las cosas en un mundo distinto? Para él, la idea o forma de una cosa ha de estar unida a la materia, y viceversa.

- Finalmente, la teoría de las ideas no logra explicar por qué vivimos en un mundo en constante cambio e imperfecto, ya que las
ideas platónicas son perfectas e invariables. La conclusión de Aristóteles es que el mundo de las ideas no existe y solo existe el
mundo sensible.

También tienen diferencias en el concepto de alma: de acuerdo a Platón, nuestra alma es inmortal y conocemos las ideas gracias
a la reminiscencia. Esto es contrario a Aristóteles: al nacer no tenemos ningún conocimiento previo y el conocimiento viene
dado por la información de los sentidos (la experiencia). Aristóteles afirma que nuestra mente al nacer es "una tábula rasa",
negando cualquier posibilidad de reminiscencia.

Aristóteles y Hobbes

El pensamiento político de Hobbes es una teoría contractualista; el origen de un Estado civil se debe a la constitución de un
pacto entre los miembros de una sociedad. Antes del surgimiento de un Estado civil, existe lo que Hobbes llama la condición
natural de la humanidad o estado de naturaleza. Este estado previo a cualquier contrato social se caracteriza por ser un estado
de guerra constante entre hombres contra hombres. Según Hobbes si dos personas desean una misma cosa y no es posible
compartirla, surgirá la competencia y procurarán destruirse mutuamente. En definitiva, el estado de naturaleza es incompatible
con la supervivencia de la humanidad. Es por esto por lo que las personas pactan crear el Estado: gracias al Estado se crea un
poder superior a todos los demás, las personas tendrán que someterse a las leyes del Estado y de esta forma, se garantiza una
cierta convivencia en la sociedad.

Las diferencias con Aristóteles son claras. Primero, en Aristóteles hay una concepción del hombre muy diferente; el hombre es
un animal social, en nuestra naturaleza está el ser social y vivir en una comunidad; necesitamos de la polis para poder ser felices
y ejercer las virtudes éticas como la generosidad, la justicia y la amistad. Frente a esto, Hobbes maneja una idea del hombre
opuesta; el hombre es un lobo para el hombre, y las personas ven a las otras personas como enemigos potenciales. En este
sentido, el propósito de la polis en Aristóteles es proporcionar a los ciudadanos el desarrollo de una vida feliz y en comunidad,
mientras que en Hobbes la finalidad última de un Estado es evitar la guerra entre los individuos.
Definiciones de Kant

Giro copernicano: anteriormente a Kant, se pensaba que la información procedente de los sentidos por sí sola era la fuente de
experiencias, pero Kant afirma que la simple información de los sentidos no es suficiente; intervienen también una serie
intuiciones y conceptos trascendentales que pertenecen al sujeto. La experiencia para Kant, es el resultado de la información
externa y de las intuiciones y conceptos puros del sujeto. Esto supuso una revolución en la filosofía y se le llamó giro
copernicano por una analogía que hizo Kant entre la revolución filosófica de su pensamiento y la revolución científica de
Copérnico.

Ahora bien, ¿qué son esas intuiciones puras y conceptos puros de los que habla? Las intuiciones puras son dos, que son el
espacio y el tiempo y los conceptos puros son 12 (algunos son la causa, la unidad o la substancia). Estas intuiciones y conceptos
no los aprendemos por medio de la experiencia, al contrario, son condición necesaria para tener experiencias; son elementos a
priori de nuestra razón. En este sentido, no es posible tener experiencias fuera del tiempo o pensar un objeto fuera del espacio,
o concebir un fenómeno sin causa porque todas nuestras experiencias están sometidas a dichas intuiciones y conceptos. A
todos los elementos de la razón que son condición para la experiencia y que son anteriores a ella, Kant los llamó
trascendentales.

Ilusión trascendental: En la Crítica de la razón pura establece que es posible un conocimiento de validez universal para las
matemáticas y la física. Sin embargo, el ser humano, tras haber alcanzado grandes logros en estos campos, cae a menudo en el
deseo de seguir conociendo ideas que siempre le han suscitado interés: alma, mundo, dios o preguntas como: ¿tiene el universo
un origen? Sin embargo este tipo de cuestiones no están dentro de la experiencia ni tampoco podemos obtener conocimiento
sobre ellas por medio de razonamientos a priori. La metafísica a lo largo de la historia se ha extralimitado y ha considerado la
idea de dios o del alma como susceptibles de ser conocidas. Esto para Kant es un uso inadecuado y dogmático de la razón.
Intentar responder a estas preguntas metafísicas solo conducen a paralogismos (errores en los razonamientos) y a antinomias
(conflictos de la razón consigo misma). Un ejemplo de lo dicho sería lo siguiente: que el universo tenga un origen o si por el
contrario siempre estuvo en el tiempo, es una pregunta metafísica que el ser humano no podrá resolver nunca y cualquier
intento de respuesta, conducirá a errores. Kant llamó a estos intentos de conocer lo que está más allá de la experiencia, ilusión
trascendental.

Imperativo: es necesario explicar primero el concepto de “buena voluntad” en Kant. Para él, un acto tiene valor moral solo si
está realizado por deber. Si se ha realizado por algún motivo personal, del tipo que sea, no va a contener valor moral. Este
criterio es el que emplea Kant para distinguir entre imperativos hipotéticos y categóricos. Los hipotéticos son aquellas acciones
que son realizadas como medio para alguna cosa, mientras que en los categóricos la acción se realiza por sí misma, sin buscar
ningún ningún otro fin. Tomemos el ejemplo “ayudar a los demás”. El imperativo parece categórico, pero en realidad no
sabemos si la persona ayuda a los demás por vanidad o como un medio para conseguir su felicidad. En ambos casos, la acción
está orientada por un fin específico, por lo que el imperativo sería hipotético. Solo si la acción de ayudar a los demás se realiza
únicamente por deber, la acción tendría valor moral.

Kant formula dos imperativos categóricos: el primero de ellos afirma que debemos obrar como si la máxima de nuestra voluntad
pudiera convertirse en ley universal. Entendiendo por máxima, la intención o el motivo subjetivo que guía la acción. Una máxima
como la envidia, el egoísmo o la maldad no puede bajo ningún concepto convertirse en ley universal de la humanidad. En el
segundo imperativo, Kant toma como base que una persona tiene un valor absoluto (dignidad), partiendo de ahí enuncia que
tenemos que relacionarnos con las demás personas nunca como medios, sino como fines.

Libertad: caben dos planteamientos en torno a la libertad:


- El determinismo: la libertad no existe y los seres humanos no son libres. Somos el resultado de nuestro entorno, experiencias o
la genética.
- La libertad como autonomía: esta posición admite la existencia de libertad. Las personas son capaces de tomar sus propias
decisiones. Kant defiende esta posición.

Kant advierte un problema en el determinismo; si no fuéramos libres, y no pudiéramos elegir cómo actuar, no podría existir el
hecho moral. La libertad sería por tanto, la condición para la moralidad. No podríamos juzgar a un asesino por sus malos actos
porque en el fondo sus actos han sido disparados por causas ajenas a él (como podrían ser malos tratos, una infancia difícil...).

No obstante, la libertad no deja de ser una idea metafísica, y como toda la metafísica es imposible de demostrarla. Por este
motivo, aunque en su teoría del conocimiento Kant afirma que no podemos conocer nada sobre la libertad, en su ética plantea
que la libertad es un postulado: un enunciado que aún sin poder ser demostrado teóricamente, sí tiene una validez practica.
Kant y Aristóteles
La ética kantiana supuso una revolución en el campo de la moral: fue la primera ética basada en el deber moral y no en la
búsqueda de la felicidad.

La ética de Aristóteles es un claro ejemplo de una ética eudaimonista (que busca la felicidad): en el filósofo griego nuestro
propósito es ser felices, para ello tenemos que ejercitar las virtudes dianoéticas y las virtudes del carácter, como la amistad, la
generosidad, la justicia o llevar a cabo el término medio. Kant está en desacuerdo con esto; su ética nos dice que tenemos que
actuar siempre en base al deber moral y no en busca de nuestro propio bienestar o felicidad; de hecho, si actuamos
persiguiendo nuestros propios fines, nuestras acciones carecerían de valor moral. Es el deber y no la felicidad el eje de la ética
kantiana.

En lo que respecta a la teoría del conocimiento, en Aristóteles no existen las intuiciones y los conceptos trascendentales (como
el espacio, el tiempo y las categorías kantianas). El sujeto conoce la experiencia, sin aplicar dichas intuiciones y conceptos, por lo
que el sujeto de conocimiento en Aristóteles es pasivo. En Kant, el sujeto sí aplica las intuiciones y los conceptos trascendentales
para conocer la experiencia, por lo que es un sujeto activo.

Kant y racionalismo/empirismo

Kant fue deudor de ambas corrientes filosóficas. Primero vamos a comparar a Kant con el filósofo empirista David Hume.

Hume admite que solo el conocimiento de las relaciones de ideas (las matemáticas) tiene validez universal, mientras que las
”cuestiones de hecho” no pueden llegar a ser conocimientos universales. Hume afirma que todos los conocimientos de la
experiencia están basados en la causa y efecto, pero las causas no existen; lo que sucede es que nuestra mente confunde la
simple repetición de algo, con el concepto de causa. Sin el concepto de causa, consecuentemente, tampoco puede haber
conocimientos universales de las ciencias empíricas.

Aunque la filosofía de Hume impactó fuertemente a Kant, el filósofo alemán planteó una teoría del conocimiento diferente: por
un lado criticó el concepto de causa en Hume; para Kant las causas sí existen y además son una condición trascendental para
cualquier experiencia. Por otro lado, sostuvo a diferencia de Hume, que la física es una ciencia a priori sintética, y por tanto sí es
un conocimiento universal. Ambos coinciden en que la matemática -como ciencia a priori sintética- proporciona conocimientos
universales.

En cuanto al racionalismo, discute de él un punto importante; tienden a considerar la metafísica como una ciencia. En Descartes
y en otros filósofos racionalistas están presentes demostraciones de la existencia de Dios y otros enunciados metafísicos. Para
Kant, esto es un error pues las cuestiones metafísicas nunca podremos conocerlas.

En conclusión, Kant es crítico con el escepticismo de Hume y con el dogmatismo de los racionalistas. Su pensamiento se sitúa en
un punto intermedio entre el escepticismo y el dogmatismo. A su propia posición intermedia la llamó “criticismo”.

Relaciones entre Kant y los filósofos Rousseau y Hobbes


El pensamiento de Hobbes plantea que el ser humano es egoísta por naturaleza; en un hipotético estado de naturaleza, sin
leyes y sin gobierno, la humanidad estaría condenada a la guerra constante; no habría trabajo, ni comercio y todos viviríamos
bajo el temor morir en cualquier momento. Por esto se crea el Estado, un poder superior que impone leyes fuertes a los
ciudadanos.

Rousseau por el contrario, afirma que el ser humano es inicialmente bueno por naturaleza, y en un estado previo a las leyes y a
la propiedad privada, la humanidad convivía en armonía. Sin embargo, tras la creación de la propiedad privada y la sociedad
civil, surge la desigualdad social y económica, y con ello las guerras y los conflictos.

En líneas generales, Kant está de acuerdo con el pensamiento político de Hobbes, sin embargo admite también alguna influencia
de Rousseau; no podemos prescindir de los demás, en nuestra naturaleza está el ser social. No obstante, aparte de ser egoístas y
sociales, somos también seres racionales, y esa característica nuestra le permite a Kant plantear que el ser humano podrá
elaborar sistemas de gobierno y Constituciones justas. Una vez el ser humano viva bajo gobiernos justos, el sueño de vivir en paz
en el mundo, no será una ilusión vana sino algo real, al alcance de las sociedades humanas.
DEFINICIONES Y RELACIONES DE MARX RESUMIDAS

Plusvalía: Marx afirma que en el capitalismo los trabajadores son mercancía; venden su fuerza de trabajo y su tiempo al
capitalista. Esta mercancía además tiene una cualidad única: es una fuente de valor, es decir, genera un valor por encima de su
valor original, y con esto se produce el fenómeno de la plusvalía. Veamos un ejemplo: si un trabajador cuesta 1.000 euros al mes
(su salario) pero da un rendimiento de 1.500 euros al mes al capitalista, podemos decir que esa mercancía (el obrero), ha
costado 1.000, pero ha generado un valor extra de 500. Ese valor adicional es la plusvalía, esos 500 euros extras, creados por el
trabajador son apropiados por el capitalista. Esto no sucede con el resto de mercancías porque su valor se mantiene; si compro
un kilo de manzanas, lo venderé a un precio igual o muy similar al que lo he comprado, esta mercancía no produce ningún valor
adicional. La plusvalía es el elemento indispensable de una economía de mercado; no podría existir capitalismo sin plusvalía.

Un término asociado al de plusvalía es el de explotación; mientras más produce el trabajador para el capitalista y menos salario
recibe a cambio, mayor será su grado de explotación.

Trabajo: En el Capital, el trabajo es descrito como un proceso entre la naturaleza y el hombre; El hombre pone en acción su
fuerza frente a la naturaleza para transformarla. Por ejemplo, un campesino que trabaja una parcela de tierra. El trabajo es algo
constitutivo de los seres humanos y nos produce satisfacción y realización. Sin embargo en una sociedad capitalista, el
trabajador pasa de ser un hombre libre, a alguien sometido al burgués, quien le compra como mercancía. En este momento, el
trabajador asalariado ya no podrá controlar el proceso productivo (lo hará el capitalista) y lo que es más grave, el burgués pasa
a apropiarse del beneficio del trabajo del obrero. El trabajo por tanto, se convierte en plusvalía para el capitalista, mientras que
el trabajador recibe un salario que le sirve únicamente para cubrir sus necesidades más básicas. En definitiva, el trabajo deja de
ser un proceso de autorrealización y se convierte en una forma de explotación del burgués al obrero.

Solo eliminando la propiedad privada y el capitalismo, el trabajo volvería a ser una actividad vital y que nos proporciona un
disfrute, sería trabajo libre.

Alienación: el término alienación procede del latín y significado algo extraño o ajeno. Marx lo utiliza para describir el estado en
el que cae el trabajador en el sistema capitalista. Sufre un estado de tanta opresión, que su situación se vuelve enajenada y se
pierde así mismo. En el capitalismo, el trabajador deja de ser un hombre libre y se convierte en alguien sometido al burgués,
quien le compra como mercancía y le oprime. Esta opresión se refleja de varias formas:
- El producto del trabajo no pertenece al obrero sino al capitalista.
- El trabajador deja de controlar el proceso de producción. Será el capitalista quién decida cuánto producir, qué producir y cómo
hacerlo.
- Como consecuencia de lo anterior, se produce una situación conflictiva entre dos clases sociales: la burguesía y el proletariado.
La sociedad estará envuelta en una lucha constante en la que pierden ambas partes (no solamente el trabajador).

El resultado es la miseria del trabajador, no solamente en un sentido económico, también a un nivel humano. La alienación es un
concepto que le sirve a Marx para explicar la “falsa consciencia”, esto se produce cuando un obrero apoya unas metas que son
contrarias a su condición (por ejemplo si vota a un partido burgués), estas contradicciones se producen por la alienación que
sufren los trabajadores.

Capital: para comprender el significado de capital, primero explicaremos un circuito de circulación de mercancías donde no se
produce capital. En el circuito mercancías-dinero-mercancías, el vendedor vende una mercancía que ya posee, para luego
adquirir otra mercancía distinta de la que tiene necesidad. Esto sucedería con un campesino que vende sus manzanas en el
mercado para luego comprar otro bien que le hace falta. En esta operación no hay beneficios económicos.

El beneficio económico necesario para un sistema capitalista solo puede surgir por medio de una mercancía única: el trabajo de
los asalariados. En un proceso de producción compuesto por capital constante (materias primas, maquinaria etc) y capital
variable (trabajadores) surgirá una plusvalía gracias a la fuerza de trabajo de los asalariados. Esta plusvalía no se va a quedar
paralizada, se va a reinvertir en la empresa, para que de nuevo se produzca el mismo proceso de producción que generará más
plusvalía. Eventualmente, este bucle incesante acarreará crisis económicas que Marx las denominó las crisis cíclicas del capital.

El resultado de estas relaciones económicas, es una sociedad dividida en burgueses y proletarios, donde los primeros acaparan
los medios de producción y los segundos son explotados por los primeros. En una sociedad así, no hay libertad ni tampoco
habría propiedad privada, pues la gran mayoría de la sociedad (los proletarios) no tiene ni lo uno ni lo otro.
Rosa Luxemburgo y Marx

Rosa Luxemburgo fue una filósofa, economista y activista marxista polaca. A lo largo de su vida fue encarcelada numerosas
veces por su activismo político y murió asesinada por el gobierno alemán.

Fue fiel seguidora de las teorías de Marx. No obstante, Rosa consideraba que su teoría estaba incompleta; según ella el
capitalismo tiene una dependencia hacia el imperialismo; solo mediante la conquista económica y militar de los países
subdesarrollados, puede sobrevivir el sistema capitalista. Las nuevas colonias suponen nuevos mercados donde poder vender las
mercancías, sin ellas la demanda sería muy baja y el mercado se saturaría rápidamente. Además estas colonias no aumentan la
competencia, pues sus economías son muy primitivas (son sistemas no capitalistas) y carecen de empresas productoras. Al igual
que Marx, sostenía que el capitalismo debido a sus crisis y contradicciones, era un sistema que iba a destruirse a sí mismo, sobre
todo porque no hay un número ilimitado de países subdesarrollados que explotar.

Como mujer realizó agudas reflexiones sobre el movimiento de sufragio universal. Pensaba que el movimiento sufragista
femenino debía englobarse dentro de una lucha por las condiciones de los obreros y obreras. Procurar el voto femenino pero no
querer cambiar el sistema capitalista, era dar la espalda a todas las mujeres de clase trabajadora. Desgraciadamente, según ella,
una parte de las sufragistas eran mujeres burguesas que en realidad no tenían ningún interés verdadero en derechos sociales o
políticos.

Marx y Hegel

Uno de los elementos de la filosofía hegeliana que aparece también en el pensamiento marxista es la dialéctica. En Hegel, cada
concepto tiene dentro de sí a su concepto contrario; del concepto de Ser, podemos llegar al concepto de Nada. Si negamos el
Ser, obtenemos la Nada. No obstante, podemos encontrar un concepto que abarca tanto el Ser como la Nada, este sería el
devenir. El devenir es el cambio, donde las cosas son y dejan de ser, y para explicar el devenir es necesario conocer sus
conceptos anteriores (Ser y Nada). Este análisis dialéctico lo utiliza Hegel para explicar y comprender la historia. Los diferentes
movimientos sociales, políticos e históricos tienen dentro de sí a sus movimientos contrarios; fases históricas como la antigua
Grecia, Roma, la edad media o la revolución francesa forman parte de este proceso dialéctico de la historia. Un ejemplo sería el
absolutismo previo a la revolución francesa; durante el reinado de Luis XVI no había libertad en Francia y se vivía bajo el
absolutismo, sin embargo eso provocó un contra-movimiento basado en la libertad y en la República: la famosa revolución
francesa.

Marx emplea también la dialéctica hegeliana para analizar la realidad, pero le da un enfoque diferente, lo utiliza para explicar el
capitalismo y desde una perspectiva materialista; la negación del capitalismo, que ocurrirá cuando el proletariado le conquiste
el poder a la burguesía, producirá una fase que es la sociedad sin clases. La historia, se entendería como una primera etapa sin
capitalismo, una fase de capitalismo y finalmente una sociedad sin clases (el comunismo). Una vez suceda esto, el desarrollo
dialéctico de la historia habría concluido. La caída del capitalismo y la instauración del socialismo, es para Marx algo inevitable,
pues forma parte del proceso dialéctico; el capitalismo, con sus contradicciones y sus crisis, causará su propio final.

Marx y Kant
En la ética kantiana, una de las formulaciones del imperativo categórico es tratar a los demás como fines en sí mismos y nunca
como medios. Es decir, tratar a los demás con dignidad, y no volverlos instrumentos para nuestro beneficio. Bajo el análisis
marxista nos damos que cuenta que el capitalismo es incompatible con el imperativo categórico; la burguesía oprime a la clase
obrera, los vuelve mercancía y los convierte en simples medios para obtener riquezas. Podemos decir por tanto, que la idea de
dignidad en Kant, ejerció una influencia en Marx para criticar el capitalismo.

Otra similitud que hay entre los dos autores es que en ambos existe una finalidad en la historia; para Kant la meta de la
humanidad es que los pueblos convivan en paz y bajo gobiernos justos con ciudadanos libres y autónomos (ideales ilustrados),
Para Marx la meta es la sociedad sin clases, sin explotación, sin lucha social. sin propiedad privada; el comunismo.

Hay que señalar también diferencias; la política kantiana es contraria a las revoluciones sociales, Kant siempre se mostró en
contra de la sublevación del pueblo. En Marx es todo lo contrario; la revolución violenta es necesaria para avanzar, es la única
vía hacia el comunismo.
DEFINICIONES NIETZSCHE
Dionisíaco: en la mitología griega existían dos dioses que representaban polos opuestos; Apolo es el dios del Sol. Nietzsche lo
relaciona con la belleza, la simetría, la música y la armonía. Dionisio es el dios del vino, simboliza la embriaguez, el éxtasis y el
desenfreno. Nietzsche lo relacionó con el cambio, el azar y el caos. Estas dos divinidades aunque contrarias, son dos instintos
que corren paralelos. No podemos eliminar a uno para quedarnos con el otro; son dos sentimientos inherentes a la vida.
Según Nietzsche, el arte es el mejor medio para conocer y descifrar la realidad. El arte griego, especialmente el género de la
tragedia, supo mezclar esta dualidad entre lo apolíneo y lo dionisíaco. Que el arte griego haya conseguido equilibrar ambos
elementos, es una genialidad de la cultura helénica.

La decadencia de la cultura helénica llegó cuando Platón negó la importancia del mundo sensible y se inventó uno aparte, el
mundo inteligible, donde todo respondía a los ideales apolíneos de perfección, orden y eternidad. Esta dualidad entre Apolo y
Dioniosio, tan fructífera para el arte y para la comprensión de las cosas, comenzó consecuentemente a perderse tras el auge del
platonismo. Estas reflexiones las expuso en El nacimiento de la tragedia.

Transmutación de valores: en La genealogía de la moral Nietzsche realiza una crítica a la moral cristiana a partir del estudio
del origen de los valores. Para ello emplea el método genealógico, consistente en una investigación etimológica e histórica de la
evolución de los conceptos del bien y del mal. Podemos diferencias tres etapas:

1. En la Grecia arcaica lo bueno era el fuerte, el apasionado, el poderoso y el guerrero. Los héroes griegos representan esta moral.
A partir de Sócrates y Platón, la moral comienza a invertirse para mal.
2. Judaísmo y cristianismo, apoyados en el platonismo, son el origen de una nueva moral cuya característica fundamental es
el resentimiento. El cristianismo lleva a cabo una inversión de los valores griegos de la etapa arcaica: a partir de ahora
los buenos son los obedientes, los débiles, los impotentes y los humildes. Del mismo modo, ahora pasan a ser malos los
superiores, los orgullosos, los fuertes y los poderosos. La moral cristiana es una moral de esclavos.
3. Nietzsche propone una nueva inversión de los valores, una transmutación de los valores. La moral cristiana del resentimiento,
sería sustituida por una “moral de los señores” que se guía por valores que dicen “sí” a la vida, a las pasiones y a los instintos. El
“superhombre” es quien encarna esa moral, capaz de vivir sin ídolos, de abandonar la vieja moral cristiana y elaborar una
propia.

Nihilismo: del latín, “nihil” que significa nada. Nietzsche lo definió como: “que los valores supremos hayan perdido su valor”. Si
los valores supremos se desvalorizan, ocurre la decadencia, pero la ausencia de valores es solo provisional y se tiende
inevitablemente a la nueva instauración de valores. Resulta por tanto que el nihilismo remite tanto a la desvalorización de
valores como al movimiento de reacción que esto genera, es decir la instauración de valores.

Esto se puede trasladar a la Europa del siglo XIX (el siglo de Nietzsche), en esa época los valores predominantes cristianos
pierden su valor, cayéndose en el nihilismo. La destrucción de los valores cristianos se refleja en la frase nietzscheana “Dios ha
muerto”. Los nuevos valores que defiende Nietzsche será una moral basada en afirmar la vida, en vivir no en base al deber sino
al querer.

Podemos afirmar por tanto que el nihilismo tiene dos momentos; una parte negativa donde los valores se destruyen y el
individuo no tiene ningún valor supremo en el que creer, y una segunda fase más activa y positiva, que es cuando la persona
crea unos nuevos valores.

Inocencia del devenir: Nietzsche afirma la existencia de un solo mundo; el mundo en que vivimos. Este mundo se caracteriza
principalmente por ser cambio, devenir; el universo está en constante cambio. Sin embargo, según Nietzsche, la filosofía
tradicional ha sentido siempre rechazo al devenir, al carácter cambiante y fluyente de las cosas, persiguiendo ilusoriamente el
ideal de una realidad superior. Para filósofos como Parménides y Platón el cambio y el devenir era algo molesto, que no
coincidía con la verdadera realidad que según ellos tendría que ser inmutable, eterna, y universal. La historia de la filosofía es
principalmente un error basado en rechazar el devenir.
Del mismo modo, Nietzsche tampoco creía que la historia de la humanidad tuviera un sentido preestablecido o una meta final,
como lo plantearon filósofos como Kant o Marx. La historia es dinámica y cambia constantemente, no existe ningún objetivo
final.
RELACIONES NIETZSCHE

Nietzsche y Platón

Nietzsche rechaza de plano la moral socrática que tanto influyó en Platón y en su ideal de filósofo. Para el filósofo alemán el
pensamiento socrático de que la justicia y la virtud nos conducen a la felicidad es un gran engaño. Para Nietzsche, Sócrates y su
moral se oponen a la vida; en sus últimos días de vida Sócrates pudo haberse salvado de morir injustamente, pero no lo hizo.
Prefirió aceptar una condena injusta que huir y sobrevivir. Es con Sócrates y posteriormente con Platón cuando comienza la
decadencia del mundo griego. La influencia socrática y platónica se ha traspasado a la cultura occidental y al cristianismo. El
resultado es el desprecio de la pasión y la alegría, y la sobrevaloración de lo racional.

Por otro lado, Nietzsche critica el dualismo platónico; un mundo sensible y un mundo inteligible; para él, sólo existe este mundo
natural, el mundo inteligible es un invento que es retomado por el cristianismo. En consecuencia Nietzsche se opone
radicalmente a los conceptos fundamentales de la filosofía cristiana: la existencia de Dios, del cielo, de la vida del más allá etc.

Nietzsche y Kant
La ética kantiana es totalmente contraria al pensamiento de Nietzsche. Los imperativos categóricos kantianos nos mandan a
actuar siempre por deber moral; "actúa como si la máxima de tu voluntad pudiera convertirse en ley universal de la
humanidad". Los intereses personales no tienen cabida en la ética kantiana; si una persona actúa en función de sus propios
intereses, sus acciones carecen de valor moral.

Subordinar la felicidad al deber moral y someternos a éste, es para Nietzsche algo absurdo. En Así hablo Zaratustra, Nietzsche lo
explica con la metáfora del camello y el león; el camello vive sometido al deber y al hacerlo, renuncia a tener una vida plena. En
cambio, el león rompe con el deber, con los valores establecidos y vive en base al querer. El camello representa el la ética
kantiana y el león representa la moral de Nietzsche.

Otra gran diferencia es la posición epistemológica de Nietzsche; si Kant es criticista, Nietzsche es escéptico.

Nietzsche y Heráclito
Heráclito fue un filósofo presocrático que marcó una gran influencia en Nietzsche. Afirmaba que el universo estaba en constante
cambio y que no había nada permanente o invariable. Famosa es su sentencia: “nada permanece, todo cambia”.
Desgraciadamente esta verdad fundamental ha sido rechazada por la mayoría de los filósofos: Parménides, Platón o Kant se
esforzaban por negar el cambio y el devenir, realizado teorías falsas, basadas en conceptos o ideas permanentes y universales.
La filosofía occidental se ha asentado en bases equivocadas, principalmente por no estimar lo suficiente a Heráclito y por
considerar como verdaderas teorías huecas como las de Parménides, Platón y Kant.

De los antiguos griegos, Heráclito era el preferido por Nietzsche.

También podría gustarte