TEOLOGIA GENERAL I Eduardo Joudzbalis

CASA DE ORACION ARGENTINA
CURSO De capacitación Ministerial para Pastores, y

Obreros de casa de oracion Argentina
Materia: TEOLOGIA GENERAL I
Profesor: Joudzbalis, Eduardo
¿Quién es Dios?
Para muchos Dios es Alguien que nos socorre cuando necesitamos

ayuda; para otros, el Universo; o energía pura..., Cuando se atribuye a otro ser
ciertas cualidades como la capacidad de crear, de sanar, de obrar milagros, se
crea una idea distorsionada de Dios: se crea un ídolo. Los ídolos abundan y a
la final todos ellos son vanidad (1 Crónicas 16:26) pero no así Dios quien es
uno solo (Isaías 44:6). Saber que Él no es un ídolo nos permite visualizar un
aspecto fundamental del Ser Divino: No ha sido creado: Él es El Creador de
todo el Universo (Génesis 1:1) A Dios nadie le ha dado vida ni existencia.
Debemos partir del siguiente hecho: Dios simplemente es.
Y no necesitamos entrar en escurridizas y enrevesadas terminologías

filosóficas, donde oscurantistas y falsos maestros llegan a caer y hacen de Dios
tan inaccesible a los hombres que se vuelcan a ideas vanas y huecas
(Colosenses 2:8), por lo cual unos terminan tildándolo de incognoscible (como
en el caso de los agnósticos) o demasiado glorioso para preocuparse por el
hombre (en el caso de los deístas). Todo cuanto vemos tiene ser, el asunto es
que en algún momento no lo tuvo y en algún momento dejará de poseerlo: por
ejemplo el gato es, pero hubo cuando el gato no era y habrá cuando dejará de
serlo. Las cosas perceptibles nacen y luego mueren, existen y perecen, y en
ese transcurso de tiempo son objeto de cambios.
Esto porque todo lo visible es imperfecto y mudable; por tanto debe

existir quien le de el ser a todas las cosas y sea perfecto e inmutable: ese
alguien se llama Dios: Él ES EL QUE ES (Santiago 1:17), que no cambia, el
que ha sido, es y será. El nombre de Dios es inherente a su naturaleza; por eso
no es raro que el Señor le diga a Moisés: Jehová, el Dios de vuestros padres;
éste es mi nombre para siempre (Éxodo 3:15); ¡más aún!: ¿quién de nosotros
se ha puesto nombre así mismo…? y ¿quién le dio nombre a Dios?, ¡Nadie!
Notemos como el Señor responde: “…éste es mi nombre para siempre” y no
dice “…éste será mi nombre”.
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Dios no se da un nombre para salir del paso y así el pueblo lo llame de

alguna forma, pues entre lo que es y lo que será hay un trecho largo. Cuando
Dios expresa su nombre lo hace desde lo que es, lo cual implica algo
importantísimo: solo Él se conoce, y por eso es el único con autoridad para
darse a conocer al hombre. Gracias a esto también sabemos que Dios tiene
acceso a su Ser, es decir, al conocimiento pleno de sí mismo, y no así las
criaturas (1 Corintios 2:10-11).
Dios está vivo y existe con pleno ejercicio de una voluntad independiente
de cualquier agente externo. Como Él lo ha Creado todo, no hay quien se
oponga a sus propósitos; Dios nunca actúa por instinto, solo hace su Voluntad;
no como viéndose “obligado” ante alguna circunstancia; como el único Ser
autosuficiente, actúa con benevolencia hacia el hombre por amor y
misericordia. Él tiene toda la comunión y amor que ha necesitado, necesita y
necesitará en la Trinidad que es. Vivo, Creador, racional, libre.., el Dios
verdadero es Personal; no es solo inmanente como dicen los panteístas: a
pesar de haber creado el mar y las estrellas, Dios no es el mar y las estrellas;
aunque creó al hombre a su imagen y semejanza (Génesis 1:26) Dios no es el
hombre.
Así como ningún hijo es su padre, tampoco Dios es lo creado: un hijo

supone la existencia de un padre y aquél refleja ciertos rasgos de su
progenitor; asimismo la naturaleza declara la existencia de Dios y refleja su
grandeza, pero Dios como tal no es la naturaleza (Salmo 19:1. Romanos 1:20).
Por hermoso que sea un paisaje o el canto de las aves, Dios no es estas
cosas. De lo contrario dejaría de ser libre al verse sujeto a las leyes naturales,
limitando así su Voluntad. Estaríamos colocando a Dios como actor y no como
guionista.
¿Definiremos a Dios?
Tratar de definir quién es El Creador se transforma en una campaña

imposible de alcanzar: Él no es comparable con nada existente, y hasta lo más
sublime que podamos imaginar acerca de la deidad limita su naturaleza. En
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vista de ello usaremos la siguiente definición nominal (provisional para efectos

de estudio):
Dios: Ser increado y Supremo quien contiene la plenitud de la existencia

y de quien depende todos los de seres distintos a Él.
Las perfecciones de Dios
Aseidad Dios es autoexistente, existe por sí mismo. Su existencia no

depende de algún otro ser. Algunos pasajes que confirman este atributo son
Gn 1:1; Ex 3:14,6:3.
Simplicidad Dios es sin composición; las tres personas divinas no son

partes o sustancias que componen la Deidad, sino que Dios es radicalmente tri-
personal. La composición exige “partes”. La simplicidad de Dios no implica una
trasposición de sus perfecciones al punto de que estas se pierdan unas en
otras. Algunos teólogos realizan afirmaciones tales como que el amor de Dios
es su justicia, o su soberanía es su omnipotencia, o su esencia su existencia,
entre otros. En este sentido, aunque mantengamos esta definición usual de
“simplicidad” mantendremos que a pesar de ello, las perfecciones divinas
mantienen un grado de distinción tal que estas pueden ser diferenciadas sin
comprometer la unidad esencial perfectísima intrínseca a la Deidad.
Infinitud La palabra infinito viene del latín finis, que significa fin, término,
límite; el prefijo in es negativo, es decir, que no hay finis, que no hay fin. En
cuanto a cantidad de perfecciones: En Dios no hay fin. En cuanto al grado de
Sus perfecciones: no hay límite. Al afirmar que Dios es infinito estamos
comunicando la idea de que tanto su naturaleza, el espacio que ocupa, el
tiempo; nada de lo creado, puede colocar límite o coto a su existencia u obrar.
1 Reyes 8:27; Hechos 17:24-28.
Eterno El término usado en el Nuevo Testamento para “eternidad” es la

palabra griega “aionios”. Su utilización más importante está en relación con la
vida eterna y esta no es otra cosa que la vida de Dios . A lo largo de la Biblia
observamos tres personas que hace de la eternidad algo propio. La Eternidad
es la duración perpetua de un ser sin principio ni fin ni sucesión. Conforme a la
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clásica definición de Boecio, es la “posesión total, simultánea y perfecta de una

vida interminable”. Esta definición solo es aplicable a Dios .
Constancia La constancia divina implica que no hay cambio cuantitativo

en Él: Dios no puede incrementarse en nada porque ya es perfecto; tampoco
puede sufrir algún tipo de degradación. La naturaleza de Dios no experimenta
modificación alguna. Algunas interpretaciones de la constancia divina,
expresada como “inmutabilidad”, proceden de la idea griega de inmovilidad y
esterilidad. Esto hace de Dios algo inactivo; pero el punto de vista bíblico no el
de un Dios estático sino vivo. Tomemos el caso de Nínive, Dios en efecto dijo
“Cuarenta días más y Nínive será destruida, a menos que se arrepientan”.
Nínive se arrepintió y fue perdonada. Fueron los humanos quienes cambiaron,
no el plan de Dios.
Personalidad Un Dios personal se presenta a sí mismo ante las demás

personas. Esto se ve de diversas maneras. Dios se revela así mismo diciendo
su nombre. Nada es más personal que el propio nombre. Cuando Moisés
preguntó quién debería decir que le había enviado al pueblo de Israel, Jehová
respondió “soy el que soy” (Ex 3:14). Es más, Dios hizo pactos personales con
individuos (Noé, Abraham) y con la nación de Israel. Y fijémonos en que la
bendición que Aarón y sus hijos pronunciaron ante la gente “Jehová te bendiga
y te guarde. Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga misericordia”
(Num 6:24-26). Los salmos contienen muchos testimonios de experiencia
personal con Dios. Y el objetivo de la vida de Pablo fue un conocimiento
personal de Dios: “Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el
poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y
llegar a ser semejante a él en su muerte” (NVI Fil 3:10)
Soberanía Él tiene el gobierno y la autoridad absoluta sobre su creación.

Dios podría ser amor, por ejemplo, pero si no fuera soberano, las
circunstancias podrían coartar su amor de manera que nos resultara inservible.
Lo mismo con respecto a su justicia. Dios podría querer instaurar la justicia
entre todos los seres humanos, pero si no fuera soberano, la justicia se
frustraría y la injusticia prevalecería. Más bien es la doctrina que le da
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significado y sustancia a todas las demás doctrinas. Como observa Arthur Pink
es “el cimiento de la teología cristiana... el centro de gravedad del sistema de la
verdad cristiana -el sol alrededor del cual giran el resto de los astros”
Omnisciencia Dios todo lo sabe, tanto de sí mismo como de sus

criaturas (1 Jn 3:20; Hch 15:18; Jn 21:17). La omnisciencia de Dios implica:
a. Lo existente: pasado, presente y futuro.
b. Lo posible: lo que puede existir, ser o suceder.
c. Lo futurible: lo que no existe ni existirá, pero que existiría o sucedería si se

diesen determinadas circunstancias (1 Sam 23:10-13; Mt 11:20-24)
Omnipresencia Dios está en todas partes debido a su inmensidad, pero

también debe resaltarse como de forma especial la Escritura enseña que tiene
su morada en los cielos y en los creyentes de forma particular. (Sal 139:7-12;
Jer 23:23-24; Hch 17:24-28; Rom 10:6-8)
Omnipotencia Esta perfección es entendida como la capacidad de Dios

de hacer cuanto quiera (Gen 17:1; Job 42:2; Jer 32:17; Mt 19:26). No obstante
existen tres aspectos en los cuales Dios está limitado en el “buen sentido” de la
expresión:
1. Dios no puede ir en contra de su naturaleza, por ejemplo, Él no puede

mentir (Tito 1:2).
2. Dios no puede hacer cosas que van en contra de la idea del ser
(antinomias): Crear un círculo cuadrado.
3. Dios no puede ir en contra de Su Palabra: Él tiene una sola Palabra, un

solo Verbo(Juan 1:1). Por ejemplo, Si Él prometió estar con sus hijos
hasta el fin del mundo, pues Él lo hará.
Ninguno de estos tres aspectos implican alguna debilidad en la

naturaleza divina, sino al contrario, afirman Su Grandeza y nos dan confianza
sobre la soberanía del Creador sobre las criaturas.
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¿Quién es Jesucristo?
Para la teología, Cristo es el centro de la enseñanza ¿Por qué? Veamos:
1. Es el único camino a nuestra más elevada meta (Jn 14:6)
2. Tiene el control de todas las cosas (1 Cor 15:27)
3. Es dueño y cabeza de nuestra existencia (Col 1:16-18)
4. Da identidad y sentido a nuestras vidas (Rom 6:1-11; Ef 2:6)
5. Se le llamó, trató y conoció como hombre (Jn 8:40, 1:30, 7:27, 4:9; Hch
2:22,13:38; 1 Cor 15:21,47). Esto aún después de la resurrección
(20:15,21:4,5) y será así en el futuro (Mt 16:27,28,24:30, 26:64-65; Hch
17:31; Col 2:9; 1 Tim 2:5)
Entonces, ¿era Cristo Dios? ¿Era solo un hombre perfecto? ¿O era

ambas cosas?. En la presente materia abordaremos los siguientes aspectos:
1. Humanidad de Cristo
2. Divinidad de Cristo
3. Unión Hipostática.
Humanidad de Cristo
Las Escrituras enseñan que Jesús era humano en todo el sentido de la palabra,
esto se hace claramente evidente al ver las siguientes verdades bíblicas que
describen su humanidad.
1. Nació de una mujer (Gal 4:4; Mt 1:18, 2:1-2; Lc 1:30-38, 2:1-20)
2. Tuvo un cuerpo, alma y espíritu humano (Mt 26:12,25,38; Jn 12:27; Mr

2:8, Lc 23:46)
3. Tuvo facultades físicas propias de un hombre: creció, se desarrolló como

hombre; experimentó hambre y sed (Lc 2:40,52; Mt 4:2;21:18; Jn 4:7;
19:28)
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4. Tuvo facultades emocionales propias de un hombre: lloró (Jn 11:35),

sintió amor filial (Jn 11:3), agonía (Lc 22:44), se entristeció (Lc 22:33), se
asombró y sintió turbación (Mr 6:6; Jn 12:27). Sintió la soledad (Mt
27:38)
5. Tuvo las fragilidades típicas de un ser humano: cansancio (Jn 4:6),

Tentaciones (Heb 2:18, 415), agotamiento físico (Jn 4:6) y dolor (Heb
5:8; 1 P 3:23).
¿Fue Jesucristo verdadero humano si nunca pecó?
A.E. Taylor ha expuesto el caso de forma directa y clara: “ si un hombre

no comete ciertas transgresiones… debe ser porque nunca se ha sentido
atraído hacia ellas”.
El escritor de la carta a los Hebreos 4:15 dice que Jesús fue realmente
tentado según nuestra semejanza. Pero ¿podría haber pecado Jesús? Las
Escrituras dicen que Dios no puede ser tentado por el mal ni ser tentado (St
1:13).
Entonces ¿era realmente posible que Jesús siendo Dios, pecase? Y si

no ¿su tentación era genuina? Aquí nos encontramos con uno de los más
grandes misterios de la fe: las dos naturalezas de Jesús.
Podemos afirmar que las luchas y tentaciones eran genuinas, sin

embargo el resultado estaba seguro: Jesús no habría pecado. Ahora bien,
¿una persona que no peca es realmente humana? Si decimos que “no”,
estamos manteniendo una concepción errónea de que el pecado es parte de la
esencia de la naturaleza humana, y si esto es así, entonces Dios es el autor del
pecado.
Por el contrario, si entendemos que el pecado no forma parte de la

esencia humana, en lugar de preguntarnos ¿Jesús era tan humano como
nosotros? Lo más correcto sería comparar nuestra humanidad con la de Jesús
como hombre perfecto.
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La revelación del Verbo de Dios en la carne muy bien podría retar hasta
el agotamiento nuestros intentos de explicarla cabalmente. Lo que es
realmente fundamental para nosotros es que Jesús fue completamente
humano y que fue semejante a nosotros.
La Deidad de Cristo
De la misma manera en que hallamos en la Biblia pruebas contundentes

de la humanidad de Cristo, también encontramos claras evidencias de su
deidad, entre las que resaltan las siguientes:
1. Posee características que son exclusivas de Dios: Eternidad ( Juan 1:1),

Omnipresencia (Ef 1:3), Omnisciencia (Jn 4:9), Omnipotencia (Mt 9:2)
Inmutabilidad (Heb 13:5,8), Santidad absoluta ( Jn 8:46), Sabiduría (1
Cor 1:24).
2. Tiene oficios y privilegios propios de Dios: Creador (Jn 1:3), Dador de la

vida (Jn 5:21), Perdonador de pecados (Mr 2: 1-12), Salvador (1 Tim
4:10)
3. Su relación con el Padre tiene características que le colocan en

igualdad: Soberano (Jn 3:35), Obra igual que Dios (Jn 5:19), es auto-
existente (Jn 5:26)
4. El testimonio de Dios el Padre: Identifica a Jesús como su Hijo (Mt 3:17:

17:5; Lc 3:22).
5. El testimonio de los profetas: Isaías lo identifica como “Dios con

nosotros” (Is 7:14), Dios Fuerte (Is 9:6), Padre eterno (Is 9:6). Jeremías
le llama “El Fuerte” y lo identifica con Jehová de los ejércitos (Jer 50:34).
Dios se identifica como el Hijo en Zacarías 12:10 y Zacarías le llama
Jehová (Zac 14:5)
6. Su propio testimonio: El mismo Señor Jesús se identificó como Hijo de

Dios (Jn 5:7), Procedente de Dios (Jn 16:28), uno con Dios (Jn 10:30),
Revelación del Padre (Jn 14:9-11), la imagen visible de Dios (Jn 14:8-
10).
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7. El testimonio de los apóstoles: Juan lo presenta como verdadero Dios (1

Jn 5:20), como el Verbo de Dios (Jn 1:1). Tomás lo reconoce como
Señor y Dios (Jn 20:28). El apóstol Pablo reiteradas veces le presenta
como Dios (Tito 2:13, Col 2:9, Rom 9:5, Fil 2:6)
8. Su nacimiento virginal: el Señor Jesús no fue un hombre común, su

nacimiento habla claramente de su Deidad pues fue obra directa de Dios
sin intervención humana (Lc 1:35), Hijo del Altísimo (Lc 1:32) y es
descrito como un Santo Ser (Lc 1:35)
9. Su vida sin pecado: desde Adán, todo hombre es pecador (Rom 3:23),
Jesús en cambio no cometió pecado alguno (Jn 8:46), confirmando así
su deidad.
10. Su obra: Milagros, Expiación, Resurrección, Ascensión y Exaltación

( Hch 2:33; Fil 2:9-11)
La unión de las dos naturalezas en Jesucristo.
La Biblia enseña con precisión que Jesús es Dios, igualmente lo

presenta como hombre. Evidentemente Jesús posee dos naturalezas, divina y
humana. Jesucristo es verdadero Divino y verdadero Hombre. Esto no quiere
decir:
1. Las naturalezas se mezclan y forman una tercera (Jesús ya no sería ni

Dios ni hombre)
2. Que las naturalezas sean independientes la una de la otra al punto de

que se dividan en dos personas.
3. Que a los atributos humanos le sean trasmitidas perfecciones divinas

(Jesucristo sería una especie de “superhombre” o “semi-dios”)
4. Que a las perfecciones divinas le sean transmitidas atributos humanos

(Jesucristo ya no sería propiamente Dios)
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La unión de las naturalezas divino-humana en la única persona del

Hijo de Dios es en última instancia un misterio, y es de acotar que
cualquier acción de Jesucristo es de Él como Dios hombre.
El término teológico utilizado para explicar esta singular verdad Bíblica

es UNIÓN HIPOSTÁTICA, lo cual no es otra cosa que la unión de la persona
del Verbo de Dios con la naturaleza humana de Cristo.
La unión de estas naturalezas en el Señor Jesús resulta difícil de

explicar, sin embargo es una verdad bíblica que debemos aceptar por fe.
Richardson (1998) expone: “La naturaleza humana encontró su

personalidad únicamente cuando se unió a la naturaleza divina. La naturaleza
humana no tuvo una personalidad propia antes que Cristo la tomara para sí
mismo… las dos naturalezas así unidas constituyen una sola subsistencia
personal. La personalidad del “Logos” formó un principio organizador de la
naturaleza humana doble de Jesucristo. Fue Dios en la persona de Cristo tomó
sobre sí la naturaleza de un hombre”
¿Qué es la Pneumatología?
La Pneumatología es el estudio del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es

el ser más maravilloso con el que el cristiano puede contar y está presente en
todo momento de su vida. Es el dulce acompañante en nuestro caminar diario;
es quien glorifica a Cristo en nuestras vidas (Juan 16: 13-14). Pero muchas
veces el creyente no da importancia a este fiel huésped, muchos ignoran sus
operaciones (Hechos 19:2), por lo cual no disfrutan muchos de sus beneficios o
no reconocen su poder transformador ( 1 Cor 6:11).
El Espíritu Santo es una persona A veces cometemos el error de

confundir personalidad con visibilidad. La personalidad no es un atributo del
cuerpo; sino un atributo del espíritu.
Dentro de las propiedades personales del Espíritu Santo, tenemos:
1. El posee inteligencia. "Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de

sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu." (I
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Corintios 12:8) Véanse: Isaías 11:2-3; Nehemías .9:20; I Pedro 1:11; II

Pedro 1:21; I Corintios 2:10-11.
2. El posee voluntad. "Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo
Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere." (I
Corintios 12:11)
3. El posee poder. "Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en

el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu
Santo... con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de
Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta
Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo." (Romanos 15:13-
19)Véanse: Zacarías 4:6; Isaías 11:2; Efesios 3:16.
4. El posee conocimiento. "Pero Dios nos las reveló por el Espíritu;

porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque
¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del
hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios,
sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del
mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que
Dios nos ha concedido." (I Corintios 2:10-12)
5. El es la fuente del amor cristiano. "Pero os ruego, hermanos, por

nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis
orando por mí a Dios." (Romanos 15:30) La divinidad del Espíritu Santo
El Espíritu Santo mencionado al mismo nivel con Dios.
6. Mt 28:19: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,

bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.”
7. 2 Co 13:14: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la

comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.”Ef 4:4-6:
“un [solo] cuerpo, y un [sólo] Espíritu, como fuisteis también llamados
en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un
bautismo, 6un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por
todos, y en todos.”
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8. 2 Co 3:16-18: “Pero cuando se conciertan al Señor, el velo se quitará.

17Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí
hay libertad. 18Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta
como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria
en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
9. Hch 5:3-4: “Y dijo Pedro: Ananias, ¿por qué llenó Satanás tu corazón
para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la
heredad? 4Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no
estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has
mentido a los hombres, sino a Dios.”
Símbolos del Espíritu Santo
1. La paloma: Inmediatamente después que Jesús fue bautizado, dice

Lucas 3:22, el cielo se abrió y se escuchó la voz de Dios bendiciendo a
su hijo y se vio al Espíritu Santo descender en forma de una paloma.
Esta fue la primera vez que los discípulos vieron al Espíritu Santo en
forma física. Su presencia en ese momento fue para ungir a Jesús
antes de empezar su ministerio y llenarlo de su poder. Jesús es el
mesías y mesías significa "el ungido". La paloma representa el amor
(Cantares 5:2), la paz (Génesis 5:8) y la ternura (Isaías 59:11) del
Espíritu Santo.
2. El agua: Cuando se refiere al Espíritu Santo, el agua representa tres

obras. Primero, el Espíritu es refrescante. Dice Salmos 72:6
"Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; Como el rocío que
destila sobre la tierra.". Esto complementa el título de Espíritu de Vida.
El Espíritu también trae una satisfacción total a la vida del creyente
(Juan 4:14) y llena su interior completamente. Juan 7:38 dice, "El que
cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua
viva.".
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3. El fuego: El fuego del Espíritu Santo se presenta de dos formas y tiene

dos propósitos. Cuando Dios se le presento a Moisés en el desierto lo
hizo en forma de fuego que no era consumidor. Leyendo a Éxodo 3:1-6
vemos que la llama de fuego en medio de la zarza no la consumía. Esa
llama representaba a la presencia de Dios, que es capaz de ser
poderosa y tierna a la misma vez. El fuego del Espíritu Santo también
representa purificación. Este fuego conmueve a la persona dejar a tras
cualquier pecado que exista en su corazón. Juan el Bautista dijo de
Jesús en Mateo 3:11, "Yo a la verdad os bautizo en agua para
arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy
digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu
Santo y fuego.".
4. El viento: Hablando del nuevo renacimiento con Nicodemo, Jesús dice

del que ha nacido del Espíritu lo siguiente: "El viento sopla de donde
quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va;
así es todo aquel que es nacido del Espíritu."-Juan 3:3-8. Con esto
Jesús simplemente explicaba que el Espíritu Santo toma control
completo sobre sus seguidores. Es él quien dicta el camino de la vida
del creyente y lo lleva hacia el propósito que tiene con esa persona.
También vemos que el Espíritu Santo entro en la casa donde los
hermanos de la primera iglesia estaban reunidos en el día de
Pentecostés como un gran viento que soplaba y llenaba la casa
(Hechos 2:2).
5. El vino: En Efesios 5:18 dice, "No os embriaguéis con vino, en lo cual

hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu.". Esto se relaciona al
gozo que produce la presencia de Dios en nuestras vidas.
Similarmente, en el día de Pentecostés, el gozo que había entre los
hermanos y el efecto que el Espíritu Santo causó dentro y en medio de
ellos fue tan grande, que los que no entendía lo que estaba sucediendo
pensaban que ellos estaban borrachos. El Espíritu trae gozo y alegría.
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6. El aceite: Esto simboliza la unción del Espíritu Santo. Reyes eran

ungidos antes de empezar su reinado, como con el rey David (1
Samuel 16:1-12) y profetas antes de empezar su ministerios. Es una
forma de Dios mostrar que está presente en nuestras vidas, seamos
algunos reyes o no. El aceite también simboliza el poder de Dios para
sanar, como vemos en Santiago 5:14
¿Qué es ser persona?
Los términos persona y personalidad son muy apreciados por el

cristianismo. De algún modo él fue su partero, quien los trajo al mundo. Con
anterioridad al cristianismo la filosofía griega había vislumbrado
imperfectamente la noción de persona, persona como sujeto propio de
atribución de actos y fin en sí misma. Su realidad fue descubierta y
desarrollada por el pensamiento cristiano en diferentes etapas de su historia.
El politeísmo griego (la creencia en varias divinidades) tiene a

personajes por dioses: cada dios representa un papel y en especial una
tragedia, son inmorales y desalmados. Los hombres están a su merced como
juguetes. El término persona no se limita a los seres humanos.
Ser persona puede ser entendido en pocas palabras como la capacidad

de exhibir intencionalidad. Tener intenciones, presuponen la existe de una
mente racional, de una conciencia capaz de elegir. Lo impersonal carece de
intencionalidad, mente y capacidad de elegir. En Lucas 16: 19-22 vemos a
Jesús hablando de Abraham, y del rico y Lázaro como personas aunque
carezcan de un cuerpo físico. Esta realidad implica que el concepto de persona
es más amplio a la idea común y abarca a todo individuo en su naturaleza
espiritual de incomunicabilidad.
Dejemos a Tomas de Aquino darnos un ejemplo lo bastante claro en

cuanto a lo que incomunicabilidad se refiere: «… No hay gramático que
engendre hijos conocedores de la gramática que él aprendió. En cambio, los
elementos que pertenecen a la naturaleza pasan de los padres a los hijos (...)
Pero no las cosas puramente personales» (STh I-II, 81, 2 in c.).
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Entonces, cuando decimos que ser persona va a la par con la

incomunicabilidad, damos a entender que a diferencia de otros seres, como los
animales, los humanos tenemos algo como individuos más allá de una
naturaleza física; hay algo más profundo en nuestra individualidad: la persona
es lo más propio de cada hombre, lo más singular. Por eso no basta con tener
un cuerpo humano para ser de por sí una persona; por tanto se consideran
personas a los ángeles y a las personas divinas (El Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo).
¿Qué es la doctrina de la Trinidad?
La doctrina de la Trinidad es una formulación que incluye en su

definición los datos bíblicos expuestos en relación con la naturaleza de Dios.
Esta doctrina resume las siguientes afirmaciones:
1. Hay un solo Dios
2. Las personas del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, presentan
atributos exclusivos de Dios.
3. Existe un Dios en tres personas. El término Trinidad no está en la

Biblia, como tampoco lo están otros términos. Así como en la Escritura
no aparece la palabra “omnipresente”, pero se deja ver su concepto
entre las líneas de la sagrada revelación, igualmente se acuñó el
término Trinidad para implicar en una sola palabra, las tres premisas
anteriores.
Reconocemos que solo existe una esencia divina y tres personas. A la

esencia divina competen todos los atributos propios de la Deidad revelados en
la Escritura; las personas divinas son centros de conciencia que subsisten en
dicha esencia divina y permiten una interacción tipo “tu-yo-nosotros”.
Reconocemos que el estudio por separado de la esencia divina y las

personas, es solo una forma práctica de escudriñar la Biblia en relación a qué y
quién es la Deidad; sin embargo es propio de la naturaleza divina el ser una
Trinidad.
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Esta doctrina es meramente “descriptiva” de la data bíblica en su unidad

vital como Escritura que incluye el Antiguo y Nuevo Testamento. Con esto
queremos decir que:
1. Dios no está compuesto de personas: La doctrina de la Trinidad no

enseña que tres personas “compongan” a Dios. Para hablar de
composición tendríamos que admitir existencia de algún tipo de “partes”
en la Deidad, pero todo ser compuestos es anterior a sus partes y en
este sentido ya Dios dejaría de ser eterno (habría comenzado a existir
como una Trinidad en algún momento).
2. Las personas no dividen a Dios: Nuevamente, para que exista división

de algún tipo, el objeto en cuestión tiene que estar compuesto por
partes; además debe existir una distancia real entre una parte y otra que
permita afirmar la separación o división. Tomemos como analogía la
existencia del cuerpo y del alma humana ¿quién podría afirmar cuál es
la distancia entre uno y otro? Ciertamente como toda analogía, falla en
relación con la existencia de una parte material (el cuerpo) y una
inmaterial (el alma) con relación a Dios que no tiene partes materiales,
pero nos vale para afirmar que, si en seres finitos como nosotros, es
razonable pensar que cuerpo y alma no están separados por distancia
alguna y aún así son realmente distintos ¿Cuánto más en el Ser eterno
que es puro Espíritu podrán existir “distinciones” personales sin dividir su
esencia?
3. Las personas no se mezclan: El término mezclar no tiene cabida en la

doctrina de la Trinidad dado que solo es válido hablar de mixturas
cuando hay al menos dos sustancias distintas en el asunto. La esencia
de Dios es una sola y las personas divinas no existen cada una en
esencias diferentes (con lo cual tendríamos tres Dioses); las personas
divinas “subsisten” en la única, indivisible e individual esencia divina.
4. Las personas del Padre, Hijo y Espíritu Santo no se confunden:

Dios es perfectísimo por antonomasia. Considerar siquiera la posibilidad
de confusión entre las personas (donde por ejemplo el Padre no sabe si
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es el Padre o el Hijo) atenta en contra de la omnisciencia y sabiduría

divina más que hacia la Trinidad. Valga esta explicación para quienes
arguyen afirmando el sinsentido de que Dios tiene “problemas de
personalidad” cuando su mismísima naturaleza es ser Trinidad.
5. La doctrina de la Trinidad no es una contradicción lógica: Una

contradicción surge de afirmar dos proposiciones mutuamente
excluyentes por razones de tiempo y lugar, ejemplo, decir “está lloviendo
ahora sobre mi cabeza” y “no está lloviendo ahora sobre mi cabeza”. La
doctrina de la Trinidad afirma que Dios es “uno” respecto a su esencia y
“tres” respecto a las personas, no que es simultáneamente ambas cosas
en referencia a una misma categoría (como decir: es una esencia y tres
esencias, o una persona y tres personas). Cualquiera que vea alguna
contradicción en esta afirmación desconoce la lógica más fundamental.
6. La doctrina de la Trinidad no es un enigma: La revelación Bíblica nos

lleva a afirmar que Dios es uno; a la vez nos conduce a sostener que
tres personas tienen los atributos de ese único Dios. La conclusión es la
formulación de la doctrina de la Trinidad; por otro lado, un enigma
(especie de adivinanza un tanto más elaborada), parte de las
conclusiones (lógicas o no) para desentrañar las premisas.
Conclusión: La doctrina de la Trinidad expresa que Dios es un solo Ser

en el cual subsisten tres personas; no como si las personas dividan la esencia
divina y estuviesen componiendo la misma o se mezclen entre ellas o
confundan. La doctrina de la Trinidad solo describe la naturaleza del único Dios
verdadero sin caer en contradicciones lógicas o en un oscuro enigma del que
en última instancia nada podemos saber.
Fundamentación bíblica
Dios es una trinidad de personas: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El

Padre no es la misma persona que el Hijo; el Hijo no es la misma persona que
el Espíritu Santo; y el Espíritu Santo no es la misma persona que el Padre. Son
personas distintas; sin embargo, ellas son, las tres, el Dios verdadero.
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Ellas están en perfecta armonía, consistiendo de una misma sustancia.

Son iguales en eternidad (co-eternas), naturaleza (co-iguales) y poder
(copoderosas). Si una cualquiera de ellas fuese quitada, no habría Dios.
Otro punto que requiere aclaración es que Dios no es una persona conocida
como el Padre, con Jesús como una criatura y el Espíritu Santo como una
fuerza (como sostienen los Testigos de Jehová).
Tampoco es una persona que adoptó tres formas consecutivas, es decir,

el Padre que luego devino el Hijo quien entonces se tornó en el Espíritu Santo
(como afirma, por ejemplo, la iglesia Pentecostal Unida).
Tampoco es la Trinidad un oficio asumido por tres Dioses separados

(como enseña el mormonismo).
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TEOLOGIA GENERAL I Eduardo Joudzbalis

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3. Dios no puede ir en contra de Su Palabra: Él tiene una sola Palabra, un

Ninguno de estos tres aspectos implican alguna debilidad en la

Para la teología, Cristo es el centro de la enseñanza ¿Por qué? Veamos:

1. Es el único camino a nuestra más elevada meta (Jn 14:6)

2. Tiene el control de todas las cosas (1 Cor 15:27)

3. Es dueño y cabeza de nuestra existencia (Col 1:16-18)

4. Da identidad y sentido a nuestras vidas (Rom 6:1-11; Ef 2:6)

Entonces, ¿era Cristo Dios? ¿Era solo un hombre perfecto? ¿O era

1. Nació de una mujer (Gal 4:4; Mt 1:18, 2:1-2; Lc 1:30-38, 2:1-20)

2. Tuvo un cuerpo, alma y espíritu humano (Mt 26:12,25,38; Jn 12:27; Mr

3. Tuvo facultades físicas propias de un hombre: creció, se desarrolló como

4. Tuvo facultades emocionales propias de un hombre: lloró (Jn 11:35),

5. Tuvo las fragilidades típicas de un ser humano: cansancio (Jn 4:6),

¿Fue Jesucristo verdadero humano si nunca pecó?

A.E. Taylor ha expuesto el caso de forma directa y clara: “ si un hombre

Entonces ¿era realmente posible que Jesús siendo Dios, pecase? Y si

Podemos afirmar que las luchas y tentaciones eran genuinas, sin

Por el contrario, si entendemos que el pecado no forma parte de la

De la misma manera en que hallamos en la Biblia pruebas contundentes

1. Posee características que son exclusivas de Dios: Eternidad ( Juan 1:1),

2. Tiene oficios y privilegios propios de Dios: Creador (Jn 1:3), Dador de la

3. Su relación con el Padre tiene características que le colocan en

4. El testimonio de Dios el Padre: Identifica a Jesús como su Hijo (Mt 3:17:

5. El testimonio de los profetas: Isaías lo identifica como “Dios con

6. Su propio testimonio: El mismo Señor Jesús se identificó como Hijo de

7. El testimonio de los apóstoles: Juan lo presenta como verdadero Dios (1

8. Su nacimiento virginal: el Señor Jesús no fue un hombre común, su

10. Su obra: Milagros, Expiación, Resurrección, Ascensión y Exaltación

La unión de las dos naturalezas en Jesucristo.

La Biblia enseña con precisión que Jesús es Dios, igualmente lo

1. Las naturalezas se mezclan y forman una tercera (Jesús ya no sería ni

2. Que las naturalezas sean independientes la una de la otra al punto de

3. Que a los atributos humanos le sean trasmitidas perfecciones divinas

4. Que a las perfecciones divinas le sean transmitidas atributos humanos

La unión de las naturalezas divino-humana en la única persona del

El término teológico utilizado para explicar esta singular verdad Bíblica

La unión de estas naturalezas en el Señor Jesús resulta difícil de

Richardson (1998) expone: “La naturaleza humana encontró su

La Pneumatología es el estudio del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es