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TEMA 3

¿Quién es Dios?
LA SANTÍSIMA TRINIDAD

1. ¿QUIÉN ES DIOS?

Es difícil contestar a esta pregunta. Para dar la definición de Dios debemos antes estudiar su
naturaleza, es decir, qué cosa sea Dios, y para tener una idea más concreta, debemos primero analizar
qué ha dicho Dios de sí mismo.

EL NOMBRE DE DIOS
En Ex 3, 14-15: Dios se manifestó a Moisés y le reveló su nombre:
"YO SOY EL QUE SOY".
14
Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy.» Y añadió: «Así dirás a los israelitas:
"Yo soy" me ha enviado a vosotros.» 15 Siguió Dios diciendo a Moisés: «Así dirás a los
israelitas: Yahveh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el
Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, por él seré
invocado de generación en generación.»
Los hebreos no usaban vocales. Éxodo 3, 15 presenta un conjunto de cuatro consonantes
YHWH, a las que añadían, a veces, algunas vocales puesto que desde el año 597 (cautividad de
Babilonia) se dejó de pronunciar este nombre para evitar que fuera conocido y profanado por los
paganos. Durante la lectura, cuando se encontraba este nombre, se hacía un poco de silencio y se
continuaba. Después se usó Adonai (-> el Señor)1.
Nosotros pensamos que se pronunciaba Yahvéh porque así lo pronunciaban los samaritanos,
que se habían separado del Reino del Sur unos tres siglos y medio antes de la cautividad de Babilonia
y que, por lo tanto, eran portavoces de una tradición muy antigua. Los Testigos de Jehová, al
contrario, se basan sobre la interpretación que le dieron los masoretas (700-1000 d. Cristo), un grupo
de sabios que añadieron unos signos a base de puntuación a las consonantes para expresar las
vocales. Éstos sacaron las vocales de la palabra "adonai" (Señor), para formar la palabra Jehová,
cambiando la primera "a" por "e".
Para nosotros, se trata de una discusión inútil, puesto que Jesús nos enseñó a llamar a Dios
con el nombre de "Padre" y san Juan nos dio una nueva definición de Dios, diciendo que "Dios es
Amor" (I Jn 4, 8).
El nombre trae consigo dos explicaciones:
 De orden metafísico, como sinónima del Ser subsistente, de la plenitud del Ser, del Acto

1 LA SANTA SEDE PIDE OMITIR EL TÉRMINO "YAHVÉ" EN LA LITURGIA. Carta a las conferencias episcopales so-
bre el nombre de Dios del cardenal Arinze. CIUDAD DEL VATICANO, jueves 11 de septiembre de 2008 (ZENIT.org).- La
Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha enviado una carta a las conferencias episcopales
del mundo sobre el nombre de Dios en la que pide no usar el término "Yahvé" en las liturgias, oraciones y cantos. La carta se
refiere al uso del nombre "YHWH" con el que se designa a Dios en el Antiguo Testamento y que en español se lee "Yahvé".
El texto explica que este término debe traducirse de acuerdo al equivalente hebreo "Adonai" o del griego "Kyrios"; y pone
como ejemplos traducciones aceptables en cinco idiomas: Lord (inglés), Signore (italiano), Seigneur (francés), Herr (alemán)
y Señor en español. La misiva está firmada por el cardenal Francis Arinze y por el arzobispo Albert Malcom Ranjith, respec -
tivamente prefecto y secretario de la Congregación vaticana, siguiendo una directiva de Benedicto XVI. Tras comentar que el
nombre de Dios exige a los traductores un gran respeto, el cardenal explica que la palabra "YHWH" es "una expresión de la in-
finita grandeza y majestad de Dios", que se mantuvo "impronunciable y por ello fue reemplazada en la lectura de las Sagradas Escritu-
ras con el uso de la palabra alternativa 'Adonai' que significa Señor". Esta tradición de la traducción es importante para entender
a Cristo, señala la carta vaticana, ya que el título de "Señor" se vuelve "intercambiable entre el Dios de Israel y el Mesías de la fe
cristiana". "Las palabras de las Escrituras contenidas en el Antiguo y Nuevo Testamento expresan la verdad que trasciende los límites
del tiempo y el espacio. Son la palabra de Dios expresada en palabras humanas, y por medio de estas palabras de vida, el Espíritu Santo
introduce a los fieles en el conocimiento de la verdad total, y por ello la palabra de Cristo aparece ante los fieles en toda su riqueza", ex-
plica la indicación de la Santa Sede.
puro, cuya esencia es su existencia y cuya existencia constituye su propia esencia.
 De orden histórico, significando "el que está con vosotros" para asistiros, defenderos de
vuestros enemigos y llevaros a la felicidad. Eso es lo que demuestra Yahveh Dios continuamente al
pueblo de Israel.
La esencia de Dios es ser "el que es" (Sap 13, 1). Ésta es la cualidad fundamental de Dios, la
aseidad, como dicen los teólogos. Él existe por sí mismo, es el ser por esencia, el ser independiente de
todo ser, del que reciben el ser que tienen las demás cosas.

Podemos conocer a Dios, pero no comprenderle.


Rom 1, 20: San Pablo dice que lo invisible de Dios se hace cognoscible en las cosas creadas;
pero con eso no alcanzamos a comprender a fondo qué es Dios y esto es debido a que Él es infinito y
nuestro entendimiento débil y limitado. No podemos comprender la inmensidad de Dios como con
un vaso no podemos abarcar todo el agua del mar.
Ahora bien, sí está claro que podemos conocer distintas cosas de Dios. Conocer a Dios de
modo inmediato e intuitivo, no podemos hacerlo. Eso es propio sólo de Dios mismo. Y esto es verdad
por una razón muy sencilla: Nuestro entendimiento solamente conoce a través de los sentidos. Y no
hay conocimiento alguno que llegue a nuestro entendimiento sin que antes no haya pasado por los
sentidos. Por tanto, todo conocimiento llega al hombre por medio de las cosas sensibles. También las
cosas divinas llegan al hombre por medio de lo sensible y, por esa razón, solamente podemos conocer
las cosas divinas de un modo aproximado, por analogía.
Conocer de modo inmediato e intuitivo el Ser Subsistente sólo es propio de Dios. Conocer las
cosas por intuición y de modo evidente es lo mismo que conocerlas sin necesidad de utilizar
razonamiento alguno, de deducción. y está fuera del alcance de todo entendimiento creado. Si yo
estoy viendo la ciudad de Lima, nadie tiene que decirme ni probarme que existe esa ciudad. Yo
mismo lo estoy viendo y ese conocimiento se hace evidente a mí. Y además, sabemos que lo conocido
está en el que lo conoce. Por ejemplo : yo puedo conocer cualquier animal porque sé muy bien que
soy superior a él. Si pudiéramos conocer a Dios seríamos más que Él.
La existencia de Dios es evidente en sí misma, pero no con relación a nosotros y, por lo
mismo , necesita ser demostrada.
A nosotros los hombres nos es imposible conocer la naturaleza divina, por eso necesita ser
demostrada por medio de cosas más conocidas a nosotros.

LA RAZÓN HUMANA PUEDE DEMOSTRAR CON CERTEZA


LA EXISTENCIA DE DIOS.
Lo dice:
1. La SAGRADA ESCRITURA. Sab 13, 1-5: "pues de la grandeza y hermosura de las criaturas, por
razonamientos, se llega a conocer al Hacedor de éstas" . Rom 1, 20: "Porque desde la creación del mundo, lo invisible de
Dios, su eterno poder y su divinidad, son conocidos mediante las criaturas".
2. MAGISTERIO DE LA IGLESIA: Concilio Vaticano I: Si alguno dijere que el Dios uno y
verdadero, Creador y Señor nuestro, no puede ser conocido con certeza por la luz natural de la razón humana
por medio de las cosas que han sido hechas, sea anatema. (Dz 1806)
Partiendo de las cosas creadas, por vía de causalidad, se llega a la Causa Primera que es Dios.

2. EXISTENCIA DE DIOS
DEL ATEÍSMO AL AGNOSTICISMO MODERNO
El fenómeno del ateísmo en nuestro tiempo es, sin duda, mucho más preocupante que en
tiempos pasados, en los que se daba sólo de forma esporádica y a modo de excepción. Pero algo ha
cambiado en estos últimos años. Ha dejado de existir el llamado ateísmo combativo, el de Feuerbach,
Marx, Freud, Nietzsche y Sartre: el ateísmo que se inspiraba en la modernidad2 y pretendía

2 La Modernidad viene a tener las siguientes directrices: 1) Confianza ilimitada en la razón; 2) Conciencia histórica: lo
que supone una madurez actual, ya que antes estábamos dominados por la irracionalidad y el oscurantismo; 3) Utopía del
progreso, lo que conlleva una liberación de las esclavitudes externas e internas; 4) Principio de inmanencia: se concibe el
mundo como un lugar para la reafirmación y, por tanto, no apto para abrirse a la transcendencia, sino únicamente para
encontrarse con uno mismo. Lo cual va a proclamar un idealismo donde se potencia la autonomía del yo; 5)
Reivindicación de la libertad. Todo esto hace que se procese una evolución que va del deísmo(Dios crea el mundo pero
no interviene en él) pasando por el ateísmo (un Dios superfluo que no fundamenta los valores morales y se puede
prescindir de él) para llegar a la secularización (hay que vivir como si Dios no existiera).
explicarlo todo con la razón empírica. Tenía una visión optimista de la racionalidad y el método
científico se levantaba contra el oscurantismo, creía en la utopía y en el progreso y se presentaba
como liberador y humanista. Se trataba de un ateísmo total y radical.
El Ateísmo, en líneas generales, se puede resumir en 4 ideas:
1. Resalta la dignidad del hombre.
2. Autonomía absoluta.
3. No permite ningún tipo de transcendencia.
4. Antiteísmo: se rebela ante la idea de Dios.
Esta elaboración sistemática surge del proceso de pensadores que acabamos de citar.
 FEUERBACH: Basa sus teorías en el famoso principio del sensualismo. Con él afirma que el
pensamiento verdadero y objetivo se crea en la intuición sensible y
por la intuición sensible; y ésta nos da el conocimiento absoluto. Es
decir, que la experiencia hace el conocimiento. Como Dios es un ser
pensado, no experimentable, no existe. El hombre no tiene alma y
tiene su satisfacción plena en la Tierra. El hombre tiene un deseo de
felicidad y lo proyecta en una felicidad infinita que es Dios a modo de
satisfacción fantástica del hombre. Es decir: la finitud e impotencia del
hombre crea a Dios.
 KARL MARX: Presenta tres etapas:
1. Separación Iglesia-Estado: reduce la religión al ámbito de lo
privado.
2. La Religión en un sueño de las necesidades humanas no satisfechas.
3. Materialismo histórico: El obrero se aliena en la medida en que es despojado del objeto de su
trabajo. Por eso necesita la religión. Pero ésta es el opio del pueblo. La Religión desaparece en cuanto
el obrero se identifica con su trabajo.
 FREUD: En el hombre hay dos instintos: uno negativo (de muerte o de autodestrucción) y otro
positivo (sexual). Su esquema lo procesa a partir del Complejo de Edipo. Edipo es hijo del rey Layo de
Tebas y de Yocasta. Abandonado en Corinto es educado como príncipe y descubre que sus
educadores no son sus padres. Huye y, en su huida, mata a un caminante que resulta ser su padre
disfrazado. Al llegar a Tebas, libera la ciudad de un maleficio y casa con Yocasta. Al descubrir que es
su madre se arranca los ojos. De aquí surge la teoría del reduccionismo, base de todo su pensamiento:
reduce al hombre al puro sexo. Eso le hace convertirse en el padre del psicoanálisis. Por la
interpretación de los sueños trata de ayudar a los pacientes a traspasar al plano de la conciencia los
impulsos sexuales reprimidos o camuflados, con el fin de alcanzar el equilibrio perdido.
Con el Complejo de Edipo va a explicar también el proceso religioso del hombre. Al principio,
un jefe dominaba todas las hembras y esclavizaba a los machos. Éstos se rebelan, lo matan y se lo
comen. Surge así la anarquía. Con sentimiento de culpabilidad, adoran un totem que representa al
padre. La religión es, pues, una neurosis general.
 NIETZSCHE: Gran propagador del nihilismo: muerte de Dios. La moral cristiana es un sistema
de prohibiciones, negaciones y frustaciones. Le horroriza el amor al prójimo y la igualdad entre los
hombres. Los valores se fundan en la exaltación de la vida a la que se llega por la voluntad de poder
para crear el super-hombre (dominio del más fuerte). De estas fuentes beberá Hitler.
 SARTRE: Es el padre del existencialismo (la existencia precede a la esencia). El hombre no es
una esencia pensada y creada por Dios que le impone así el cauce de su libertad, sino una existencia
pura que va conquistando su esencia con la libertad. El hombre es como él se quiere, es lo que él hace- va a
exclamar. Da igual si Dios existe o no, lo que importa es que el hombre se encuentre a sí mismo.
Aquel ateísmo combativo ha pasado ya a la historia. Han caído las ideologías y el hombre
postmoderno no tiene ya aliento ni para negar a Dios. En pocos años hemos pasado del ateísmo al
agnosticismo. Es verdad que aquel ateísmo combativo era más bien teofobia, es decir, deseo de que
Dios no exista. Pero hoy nos encontramos ante el apagamiento de la posmodernidad, el agotamiento
de la razón empírica, el triunfo de lo irracional, la pérdida de la utopía, el cansancio intelectual.
Incluso se ha perdido la subjetividad del hombre.
¿Cuáles podrían ser las causas de este agnosticismo moderno que, de alguna manera, nos im-
plica a todos?
Materialismo de vida y cultura por el que el hombre moderno busca en todo la satisfacción y
placer inmediatos, rehuyendo el pensar, para no encontrarse con el vacío que lleva por dentro. Es el
hombre que pretende comprar la felicidad, el hombre light que supedita los valores morales y
religiosos al triunfo profesional, a sus prisas y ambiciones. Resulta, sin embargo, un hombre
insatisfecho, inseguro y triste, producto de nuestra empobrecida cultura.
Agotamiento de nuestra filosofía. El escepticismo es cada vez mayor.
Fideísmo: creer sin razones, simplemente por la fuerza del sentimiento o de la tradición.
La secularización que pretende vivir como si Dios no existiese. Este fenómeno ha entrado en
muchos ambientes tecnológicos y religiosos, presentando un Dios falso, que no interviene en la
historia y del que se puede prescindir. Pero un Dios del que se puede prescindir es un Dios que
termina siendo ignorado, porque se trata de un Dios inútil.
Nuestra tarea, por tanto, consiste en responder al desafío del agnosticismo moderno, dando
razón de nuestra fe. Es San Pedro quien nos lanza el reto: I Pe 3, 15.
La fe en Dios tiene, pues, que tener un apoyo claro en la razón. Ahora bien, la razón humana
no se puede reducir a la pura razón empírica, diciendo que sólo tiene sentido lo que es empíricamente
verificable, pues esta afirmación curiosamente no es empíricamente verificable, sino una afirmación
filosófica y metafísica. Existe, pues, una forma de llegar a Dios por medio de la filosofía.
La Iglesia Católica, que, por su lado, sostiene que la fe es más que la pura razón filosófica,
admite claramente que por la razón humana se puede llegar a un conocimiento cierto de la existencia
de Dios. El Catecismo de la Iglesia Católica se ha extendido en este punto afirmando también con
clara coherencia que sin esa capacidad el hombre no podría acoger la revelación de Dios. (CEC 36)

PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS

1. Por vía de Revelación.


Leeremos las primeras páginas de la Biblia (Gn 1,1), según las cuales queda bien patente que
todas las cosas han sido creadas por Dios. Lo cual queda corroborado en las primeras palabras del
Evangelio de San Juan (Jn 1,1).

2. Por vía de razón.


A la existencia de Dios llegamos por el PRINCIPIO DE CAUSALIDAD: Todo efecto tiene su
causa3.
Según este principio, surge un argumento muy sencillo:
a) Todo cuanto ha comenzado a existir ha debido tener una causa que le haya dado la
existencia.
b) Esta causa, que hace que exista un efecto, o es la Causa primera o es una causa segunda
causada, a su vez, por otra anterior a ella.
c) Esta serie de causas segundas o intermedias no puede remontarse hasta el infinito. Es
necesario llegar a una Causa Primera incausada que sea origen y razón de todas las demás.

Todo ser tiene en sí, o fuera de sí, la razón de su existencia. Un carpintero fabrica una silla. La silla
es el efecto del trabajo del carpintero; y el carpintero es la causa de que esa silla exista.
Es bien conocida la experiencia que tuvo Leverrier (1811-1877). Al estudiar el planeta Urano,
se dio cuenta de algunas desviaciones de éste, inexplicables sin la existencia de otro planeta que
desviara su curso, por lo que dedujo la existencia y la órbita de este planeta desconocido. Apuntó el
telescopio en esa dirección, pero no lo localizó. No obstante, llegó a calcular su tamaño y distancia.
Años más tarde, el astrónomo Galle, con instrumentos más perfectos, llegó a ubicar ese planeta,
Neptuno, en la dirección indicada por Leverrier, tal y como lo había descrito él.
Existe un orden y todo orden exige una inteligencia ordenadora.
Las cosas no se hacen solas; es decir, alguien tiene que hacerlas. Tanto la mesa y la casa, como
el Sol, la Tierra y las estrellas han sido hechos por alguien. La mesa ha sido hecha por el carpintero, la
casa por el albañil. EL SOL, LA TIERRA Y LAS ESTRELLAS HAN SIDO HECHOS POR DIOS.
Si paseas por la playa un día que ha bajado la marea, conoces, por las huellas en la arena, si lo
que pasó por allí fue un hombre, un perro o un pájaro. Lo mismo debemos hacer nosotros para
averiguar la existencia de Dios. A Dios no lo podemos ver porque es espíritu; y el espíritu no se ve
con los ojos de la cara: A Dios no lo ha visto nadie, (Jn 1, 18). Pero vamos a conocer a Dios por las

3 Entender este principio en el sentido de que todo efecto ha de tener una causa distinta realmente de sí mismo: nadie puede
causarse a sí mismo. Esto sería contradictorio. pues debería ser y no ser a la vez. El Ser existente por sí mismo no es
contradictorio. Este Ser no es efecto, siempre existe y existe necesariamente. No tiene el ser después del no-ser, sino siempre
y necesariamente.
huellas que ha dejado en la creación. Dice San Pablo que Dios es cognoscible con la razón a través de
las criaturas.

La contingencia
Ser contingente es aquel que necesita de otro para existir y ser necesario es el que tiene en sí la
razón de su existencia. Los seres de este mundo no tienen en sí mismos la razón de su existencia,
dependen de otros para existir. Luego si dependen de otros para existir tienen que sostenerse sobre
uno que no dependa de nadie para hacerlo. A ese ser necesario que no depende de nadie para existir
lo llamamos DIOS.

El hombre
El hombre tiene manifestaciones que no son materiales (que no son extensas) y, por tanto, son
espirituales. Si existe ese principio espiritual al que llamamos alma, éste no puede venir de la materia,
sólo puede explicarse por creación directa de Dios.
El hombre se diferencia del animal en que tiene un alma inteligente. Ésta es la parte
espiritual del hombre que sobrevive al cuerpo, y es sede de sus operaciones espirituales. Las
actividades del alma son: el conocimiento intelectual, el lenguaje simbólico, la libertad, el progreso, el
arte, la ética, la religión.
El Concilio Vaticano I afirma: Desde el principio del tiempo creó Dios de la nada la criatura espiritual
y corporal, esto es, la angélica y la mundana, y luego la humana constituida de espíritu y cuerpo.
El hombre tiene un cuerpo, pero no es un cuerpo. Es algo más que su cuerpo. Es el espíritu el
que nos hace personas. Sin él no seríamos más que materia. Seríamos puros animales. Ese elemento
sobrenatural en el hombre, demuestra que existe algo más por encima y más allá de la naturaleza. A
esa sustancia que se halla única y exclusivamente en el hombre, le llamamos alma.

La existencia del alma espiritual


Es claro que no vemos la existencia de nuestra alma, por lo que, al igual que en el tema de la
existencia de Dios, tenemos que recurrir a una prueba de tipo filosófico, partiendo del hecho de que
hay en el hombre acciones espirituales que, por ser irreductibles a la materia, exigen un principio
espiritual que las cause.
Son espirituales las manifestaciones del hombre que tienen los atributos distintos de la materia
y la trascienden intrínsecamente. La materia es extensa, tiene partes y se encuentra en el espacio. Si
existen en el hombre manifestaciones que no sean extensas, que no tengan partes, que no sean sensi-
bles, que superen el espacio, diremos que son espirituales, y, como tales, sólo podrán venir de un
principio espiritual, que es el alma. Ahora bien, si existe el alma y el alma no puede derivarse de la
materia, sólo puede explicarse por creación directa de Dios. Esta es la prueba. Todo el peso de la
argumentación descansa, por lo tanto, en demostrar que existen en el hombre dimensiones
espirituales que proceden, en consecuencia, de un alma espiritual.

3. HAY UN SOLO DIOS VERDADERO


Sólo puede haber un Dios verdadero. Si hubiera más, o uno mandaría sobre los demás -y
entonces éste sería el único Dios verdadero-, o serían independientes unos de otros. Pero esto es
imposible, porque el Dios verdadero ha de tener dominio absoluto sobre todo lo que existe fuera de
Él. Si no, no lo podría todo.
Dios es un ser único, infinito e inmenso que lo llena todo. El ser perfectísimo no puede ser más
que uno. Si hubiese dos o más dioses, se distinguirían entre sí por alguna perfección o imperfección.
Entonces el que careciese de la perfección o tuviese la imperfección ya no sería infinitamente perfecto
y, por tanto, ya no sería Dios.
 Dt 6, 4: Escucha, Israel: Yahveh nuestro Dios es el único Yahveh
 Is 44, 6: Así dice Yahveh el rey de Israel, y su redentor, Yahveh Sebaot:«Yo soy el primero y el último, fuera
de mí, no hay ningún dios.
 I Cor 8, 6: para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual
somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros.

Atributos divinos.
Son las cualidades o perfecciones que descubrimos en Dios y constituyen su esencia. En
realidad, son diferentes denominaciones de una sola y
simplicísima esencia y perfección divina. Las obras de Dios nos
manifiestan esa perfección divina bajo diferentes aspectos. Lo
mismo acontece en un paisaje, que mirado de diferentes puntos
de vista, parece distinto, aunque es el mismo.
Dios es infinitamente perfecto porque posee sin límites
todas las perfecciones posibles. Las principales son: Dios es
eterno; inmutable; inmenso; infinitamente sabio y poderoso;
infinitamente santo y justo; infinitamente bueno, misericordioso,
veraz y fiel.

4. LA SANTÍSIMA TRINIDAD
La Santísima Trinidad es el mismo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
tres personas distintas y un solo Dios verdadero.

EN DIOS HAY TRES PERSONAS DISTINTAS. ESTAS TRES PERSONAS SON: PADRE, HIJO Y
ESPÍRITU SANTO
Tres textos donde aparcen las tres personas juntas:
Mt 28, 19; Mt 3, 16-17; Jn 14, 16 y 26.
El Padre es Dios; el Hijo es Dios; el Espíritu Santo
es Dios. Pero no hay tres dioses; sólo hay un Dios. Porque
las tres divinas personas tienen una sola esencia o una
misma naturaleza.
Esto lo sabemos porque se nos ha revelado en la
Biblia, pero no lo comprendemos. Lo creemos porque Dios
así nos lo ha dicho.
Con la sola razón podemos llegar a conocer algo de
Dios: su eternidad, su omnipotencia. Pero no la vida íntima
de Dios (Trinidad).
La Segunda Persona es como la idea que brota del
entendimiento. Por eso se le llama Verbo. La Tercera Persona es el Amor que brota entre las dos
primeras personas. Sin embargo las tres Personas son simultáneas en el tiempo, porque las Tres son
eternas.
Si la Sagrada Escritura atribuye a cada una de las Personas Divinas (Padre, Hijo y Espíritu
Santo) operaciones divinas y autoridad divina, podemos afirmar con certeza que cada una de las tres
es verdadera Persona Divina en una sola esencia.

EL PADRE ES DIOS.
El Padre es la Primera persona porque no tiene origen ni procede de otra.
 Salmo 2, 7: Voy a anunciar el decreto de Yahveh: El me ha dicho: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy. El
Padre engendra al Hijo.
 Jn 5, 26: Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo. Tiene
vida en sí mismo y la da al Hijo.
 Jn 3, 16: Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que
tenga vida eterna. Nos da a su Unigénito por amor.
 Jn 16, 27: pues el Padre mismo os quiere, porque me queréis a mí y creéis que salí de Dios. Nos ama.

EL HIJO ES DIOS.
El Hijo es la Segunda Persona porque procede del entendimiento del Padre.
Se trata de una procedencia puramente intelectual. Pues así como nuestra mente, al conocerse
a sí misma, produce una imagen de sí misma que los teólogos han denominado “verbo”, de un modo
semejante, Dios, al conocerse a sí mismo, engendra al Verbo eterno.
La Segunda Persona de la Santísima Trinidad procede del Padre, pero no es posterior a Él en
el tiempo. Es procedencia de origen, no de tiempo. Cuando yo enciendo una luz en la noche, veo
simultáneamente mi mano y la sombra de ésta. La sombra y la mano aparecen ante mis ojos al mismo
tiempo, simultáneamente. No hay prioridad en el tiempo, sí en el origen, pues está claro que si no hay
mano no hay sombra.
 Jn 1, 1.18: 1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. 18 A Dios
nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado. Es el Verbo existente en el seno
del Padre.
 Jn 10, 30: Yo y el Padre somos uno. Es uno con el Padre.
 Jn 5, 19.21-23: 19Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: «En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede
hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo. 21Porque,
como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. 22Porque el Padre no
juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, 23para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que
no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. El Hijo hace cuanto ve hacer al Padre.
 Mt 11,27: Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le
conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. El verbo utilizado en griego es
 que indica un conocimiento claro y perfecto.
Si todos deben honrar al Hijo como honran al Padre, resulta que el Hijo es acreedor del
homenaje que se le debe tributar al Padre Dios, el de adoración.

EL ESPÍRITU SANTO ES DIOS.


 Hc 5, 3-4: 3Pedro le dijo: «Ananías, ¿cómo es que Satanás llenó tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte
con parte del precio del campo?4¿Es que mientras lo tenías no era tuyo, y una vez vendido no podías disponer del precio?
¿Por qué determinaste en tu corazón hacer esto? Nos has mentido a los hombres, sino a Dios.» Es Dios. Mentirle a Él es
mentir a Dios.
El Espíritu Santo es la Tercera Persona porque procede por amor del Padre y del Hijo como de un
solo principio y así la Escritura dice que el Espíritu Santo es el Espíritu del Padre
 EL ESPÍRITU DEL PADRE: Mt 10, 20: Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de
vuestro Padre el que hablará en vosotros.
 y es también EL ESPÍRITU DEL HIJO: Gal 4, 6: La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a
nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!
II Cor 3, 17: Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. A este
respecto comenta Benedicto XVI: Leyendo la Escritura aprendemos, si embargo, que Cristo y el Espíritu San-
to son inseparables entre sí. Cuando Pablo afirma con una síntesis desconcertante: "El Señor es el Espíritu" (2
Corintios 3, 17), no sólo está mostrando, como telón de fondo, la unidad trinitaria entre el Hijo y el Espíritu
Santo, sino también y sobre todo su unidad en la historia de la salvación: en la pasión y resurrección se arrancan
los velos del sentido meramente literal y se hace visible la presencia del Dios que está hablando. Al leer la Escri-
tura junto a Cristo aprendemos a escuchar en las palabras humanas la voz del Espíritu Santo y descubrimos la
unidad de la Biblia. (22-XII- 2008. Discurso a los miembros de la Curia Romana y de la Gobernación de la Ciu -
dad del Vaticano)
 Jn 15, 26: Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que
procede del Padre, él dará testimonio de mí. Es el espíritu de verdad que procede del Padre.
 Gal 4, 6: Es el Espíritu del Hijo que Dios envía a nuestros corazones.
 Jn 16, 14-15: 14El me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. 15Todo lo que tiene el
Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Cristo mismo nos envía el Espíritu
Santo.Si Cristo nos envía el Espíritu Santo es porque procede de Él. Además, todo cuanto tiene el
Padre es del Hijo, por tanto el Espíritu Santo procede tanto del Padre, como del Hijo.
 Jn 14, 16-17: 16 y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre, 17el
Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede. Es el Consolador.
 Jn 16, 7-13: 7Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a
vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré: 8y cuando él venga,convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo
referente a la justicia y en lo referente al juicio; 9en lo referente al pecado, porque no creen en mí; 10en lo referente a la
justicia porque me voy al Padre, y ya no me veréis; 11en lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo está juzgado.
12
Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. 13Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará
hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir.
Convencerá al mundo respecto del pecado y la justicia y el juicio. Nos va a guiar hasta la verdad
plena.
 I Cor 2, 10: Porque a nosotros nos lo reveló Dios por medio del Espíritu; y el Espíritu todo lo sondea, hasta
las profundidades de Dios.Es Espíritu de inteligencia.
 I Cor 12, 11: Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en
particular según su voluntad.Obra y actúa.
 I Cor 6, 11: Y tales fuisteis algunos de vosotros. Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios. Regenera y justifica.
 Hc 13, 2: Mientras estaban celebrando el culto del Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: «Separadme ya a
Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado.» Escoge a Pablo y Bernabé.
 Hc 20, 28: «Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo
como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio hijo. Escoge a los
Obispos.
 I Cor 6, 19: ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis
recibido de Dios, y que no os pertenecéis? Somos templos del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es también una Persona divina, por lo tanto debe recibir la misma adoración
y honor que las otras dos. El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo como el calor procede del sol
y de su luz.

NO SON TRES DIOSES IGUALES, SINO UN SOLO DIOS VERDADERO EN TRES PERSONAS
DISTINTAS
Las tres Personas tienen la misma y única naturaleza divina. La misma grandeza, poder,
sabiduría, bondad, santidad, el mismo querer y el mismo obrar,... Lo que hace una Persona lo hacen
las tres, sin embargo ciertas actividades parecen más apropiadas a una Persona que a otra: la Creación
al Padre, la Redención al Hijo, y la Santificación de las almas al Espíritu Santo. No es que entre las tres
personas se repartan la divinidad, sino que cada una de ellas tiene toda la divinidad.

EL PADRE........no es el Hijo, ni el Espíritu Santo........pero es


EL HIJO....................no es el Padre, ni el Espíritu Santo......pero es DIOS
EL ESPÍRITU SANTO...no es el Padre, ni el Hijo.........pero es

El Padre nos ha creado, nos ama y nos ha hecho sus hijos.


El Hijo nos ha salvado muriendo por nosotros.
El Espíritu Santo nos ayuda con su gracia a ser buenos cristianos.

TESTIGOS DE JEHOVÁ. Niegan la Trinidad porque esta palabra no aparece en la Biblia. Y es


verdad. La palabra como tal no aparece, pero sí la doctrina. Se deduce de todo el Evangelio. Una
prueba clara es el mandato de Cristo de bautizar "en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo" (Mt 18, 29). Fórmula que ellos mismos eliminan en la administración del bautismo protestante,
en lo cual desobedecen al mismo Cristo.
También afirman que este misterio lo hemos copiado del Hinduísmo, en que las tres
divinidades Brahama, Vishnú y Shiva forman una trinidad. Pero cabe decir que, aunque es cierto que
estas divinidades se nombran en el Mahabarata y en algunos Puranas antes de Jesucristo, no tienen el
significado que nosotros le damos, pues se trata siempre de divinidades independientes entre sí e
incluso opuestas. Curiosamente esta trimurti hindú (triple forma de la divinidad) se relacionan como
trimurti a partir del siglo V después de Cristo, probablemente por el influjo de la predicación del
apóstol Tomás en la India. Hay testimonios que se remontan al siglo III, de distintas procedencias, de
que Santo Tomás evangelizó por la India. Allí fue muerto y su cuerpo está enterrado en la Catedral de
Madrás (India). Con todo la trimurti hindú nunca llega a ser una trinidad en sentido cristiano.

ES UN MISTERIO
Misterio profundo, pero estamos seguros de que es así, pues Dios así lo ha revelado y Dios no
puede engañarse ni engañarnos. Es un misterio de amor. El amor es un darse mutuamente para
formar un nosotros. En la Trinidad, las Tres personas se funden por el amor formando una sola
naturaleza.
Los misterios son frecuentes en nuestra religión. Ahí está el fundamento de la misma, en que
nuestra razón se supedita a la fe. Ahora bien, aunque los misterios de la fe sean superiores a la razón,
eso no implica que sean contrarios a la razón, o sea que no son imposibles ni absurdos. Ocurre con
ellos lo que con otras cosas de la vida, que las usamos continuamente y no sabemos lo que son: el
magnetismo, y/o la luz...Podemos explicar cómo actúa la luz, tras la doble teoría corpuscular de
Newton y ondulatoria de Huygens, con la teoría del corpúsculo con onda asociada de Schrödinger,
pero de la naturaleza de la luz poco podemos decir. Lo mismo ocurre con la gravedad: atracción
mutua de las masas materiales. Newton afirmó que conocía las leyes de la atracción, pero no su
esencia. Y es que la Física nos habla de los hechos, pero no de esencias.
Muchas cosas hay que no nos podemos explicar y sería un absurdo pretender que solamente
lo que cabe en el pequeño entendimiento del hombre sea verdad. Ni la inmensidad del mar cabe en
nuestro ojo, ni la inmensidad de Dios en nuestro entendimiento. Es limitado. Cuando creemos en los
misterios, hacemos un acto de humildad reconociendo que Dios sabe más que nosotros.
Los misterios ni son exclusivos de la religión ni son obstáculos para creer. Lo mismo que en
las demás ciencias, cuando no entendemos una cosa, nos fiamos de lo que nos dicen los que entienden
de esa ciencia, así en las cosas de la Religión debemos fiarnos de lo que Dios dice en la Revelación,
obra de Dios, aunque nuestro pequeño entendimiento no
alcance a comprenderlo perfectamente. Tampoco una hormiga
no entiende el juego del ajedrez, y sin embargo éste es una
realidad. Llegará un día en que los entenderemos: en el cielo.
ALGUNA LUZ: El misterio de que hay un solo Dios
y tres Personas distintas se llama Misterio de la Santísima
Trinidad. Aunque no podamos entenderlo perfectamente,
podemos, sin embargo, aclararlos con comparaciones.
 Un rosal puede tener tres rosas iguales, pero no son tres rosas.
 Un monte con tres picos no son tres montes distintos.
 El agua puede estar en tres estados (sólido, líquido y gaseoso) sin perder su naturaleza:
H2O.
 Con el mismo alma discurrimos, amamos y recordamos: son operaciones distintas que
hacemos con la misma naturaleza.
 Si te miras al mismo tiempo en tres espejos distintos, ves tres imágenes tuyas.
 Tres cerillas unidas tienen una sola llama: cada cerilla tiene llama, pero no son tres llamas,
sino una sola.
 En un triángulo cada ángulo abarca todo el triángulo, sin embargo los tres ángulos son
distintos.

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