Nos encontramos ante un texto que podemos clasificar como una fuente histórica primaria. Según su forma y tema, se trata de un texto narrativo al presentarse como un discurso de carácter político y estar relacionado con un hecho histórico sobre el cual se argumenta sin tener carácter legal. Su autor es Juan Negrín López: médico; afiliado al PSOE desde 1929; y elegido diputado por ese mismo partido en las elecciones a Cortes de junio de 1931, 1933 y 1936. El discurso se produce en mayo de 1939, al mes siguiente de acabar la guerra, ya en el exilio. Tiene la relevancia de que se refleja la versión de Negrín sobre el origen de la Guerra Civil, y tiene la finalidad de difundir la causa de la República española entre la opinión pública internacional.
En este fragmento, trata de desmontar la idea de que la II República española intentaba
instaurar un gobierno comunista o soviético en España, tal y como indica en el primer párrafo. En el segundo párrafo argumenta a favor de la legitimidad del gobierno republicano, recordando que gobernaba hasta ese momento un gobierno de derechas. Además, acusa a la derecha de actos violentos y de sabotaje contra la república, porque no aceptaban los resultados electorales, la reanudación de las reformas ni la amnistía de los presos de la revolución de Asturias de 1934, como indica en el tercer párrafo. Presenta la justificación de la violencia izquierdista, que no era más que la respuesta a los actos violentos de la derecha. Finalmente, en el último párrafo, Negrín reconoce que el asesinato de Calvo Sotelo fue un “crimen”, pero que no puede ser utilizado como pretexto para el golpe de estado contra la II República. Además, alude a los generales golpistas como fuente de la trama del golpe de estado contra la República.
2. Señala los antecedentes de la Guerra de España en el contexto al que hace
referencia este discurso. La proclamación de la II República el 14 de abril de 1931 marcó un cambio en la vida política española. Sin embargo, desde las reformas del primer gobierno de coalición de republicanos y socialistas, así como la aprobación de una Constitución sin consenso, surgieron tensiones. Sectores conservadores, desde 1932 con el golpe fallido del general Sanjurjo, comenzaron a conspirar contra la República, contando con apoyo económico de la Italia fascista de Mussolini.
El contexto internacional de la radicalización política en Europa y España,
combinado con la crisis social y económica de los años 30, influyó en este periodo. En 1933, con la llegada de Hitler al poder en Alemania, la Falange Española se fundó, recibiendo