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UNIVERSIDAD NACIONAL DE FORMOSA


FACULTAD DE HUMANIDADES
CARRERA DE GEOGRAFÍA
CÁTEDRA DE GEOGRAFÍA DE FORMOSA
Y DE LA REGIÓN NEA

UNIDAD Nº 2

EL POBLAMIENTO ABORÍGEN PREHISTÓRICO Y


PREHISPÁNICO

CONTENIDOS
El poblamiento primigenio. La población prehistórica. Las principales corrientes de
poblamiento humano.
Los principales grupos raciales que habitaron el territorio formoseño. Pámpidos o
Patagónicos. Sonóridos o Huárpidos.
Los aborígenes chaquenses hasta fines del siglo XVIII. Clasificación de los aborígenes en
la época de la Conquista. Las principales familias lingüísticas. Los Guaycurúes: Tobas,
Mocovíes, Abipones, Pilagáes, Mbayáes, Payaguáes. Los Matacos- Maccá: Matacos,
Chorotis, Maccáes, Ashluslay.
Principales características etnográficas: sociales, culturales, económicas y religiosas de
los aborígenes chaquenses.
Los pueblos aborígenes de la provincia de Formosa en la actualidad.
Los pueblos aborígenes en la Región del NEA.
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UNIDAD Nº 2: EL POBLAMIENTO ABORÍGEN

EL POBLAMIENTO PREHISTÓRICO

El primitivo poblamiento humano en la República Argentina comenzó hace más de


10.000 años, con la introducción de una primera oleada migratoria proveniente de Asia,
esto de acuerdo a los estudios realizados en los yacimientos arqueológicos descubiertos,
sobre todo, en la Región Patagónica. Ya hace 13.000 años estaban asentadas en el sur
de esa región las primeras sociedades de cazadores, que luego fueron avanzando hacia
el norte en diversas oleadas migratorias. Según Salvador Canals Frau, fueron tres los
tipos raciales que contribuyeron a conformar la población prehistórica del actual territorio
de nuestro país: Los Huárpidos, Los Láguidos y los Patagónidos, portadores de una
cultura derivada del Paleolítico Superior.
Para hablar de poblamiento primigenio en el actual territorio de la provincia de
Formosa, debemos analizarlo integrando a nuestra provincia a ese gran conjunto
denominado Chaco Gualamba, del cual Formosa forma parte como integrante del Chaco
Central. En realidad, las corrientes de poblamiento conocidas en la región del Chaco son
aproximadas, ya que existe poca información documentada al respecto.
La Arqueología y la Etnología, han ayudado, -mediante sus valiosos aportes- a
determinar a grosso modo las probables vías de penetración humana a ese vasto
territorio. De hecho, en su obra Atlas Histórico del Nordeste Argentino, el Dr. Maeder
localiza en el territorio formoseño siete sitios arqueológicos (la mayoría en el centro-oeste
formoseño) y que son los siguientes: Las Lomitas, El Chorro, Las Bolivianas, Pozo de
Fierro, Pedalal Chiquillo, El Chorro II (todos estos yacimientos arqueológicos ubicados en
el sector centro-occidental, cercanos al trazado de las vías férreas) y El Colorado, el único
yacimiento arqueológico localizado en el sector oriental, más precisamente sobre la ribera
izquierda del río Bermejo.
Por otra parte, el equipo del CONICET integrado por los investigadores De Feo,
Calandra, Salceda, Santini, Aguirre, Lamenta, Lanciotti, Del Papa y Porterie, realizó una
clasificación de los sitios arqueológicos prehispánicos localizados en el Gran Chaco en
general y en nuestra provincia en particular, entre los que podemos citar, discriminados
por departamentos, los siguientes:
En el departamento Matacos: El Totoral o Arenas, Las Cañitas, Puesto Cañada
Rosillo y El Encontrado, todos ellos conteniendo restos cerámicos de alfarería.
En el departamento Bermejo: Pozo de Maza, Las Bolivianas, Peladal Chiquillo,
Pozo de Fierro, Belén, Las Represitas, Tonhahyat, Madrejón 1, 2, 3 y 4, Laguna
Ampularia, Pozo de la China, Puesto la Corzuela, Pescado Negro, Pocitos, Pozo Breal ,
Vaca Perdida, El Estanque, Puesto Herrán, Casa de Anakín,
En el departamento Patiño: Las Lomitas, El Chorro y Colonia Muñiz. En todos estos
yacimientos –de diferente extensión- se encontró restos de alfarería, y en algunos de ellos
hornitos, restos óseos humanos, de animales y algunos metales.
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MAPA 1: PRINCIPALES YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS PREHISPÁNICOS

Volviendo a la obra del Dr. Ernesto J. A. Maeder, el Atlas Histórico del Nordeste,
éste realiza en él una clasificación de las primitivas corrientes de poblamiento en base a la
consideración de tres parámetros a saber:

1- El patrón de subsistencia (cazadores, recolectores, pescadores, horticultores)


2- Su origen o procedencia geográfica (Pámpidos, Amazónicos)
3- La cronología o época de llegada (los cazadores-recolectores representan un
estadio paleolítico, mientras que los horticultores un estadio neolítico)

En el actual territorio formoseño, y en correlación con todo el territorio chaqueño,


podemos diferenciar –de acuerdo a lo expresado por el Dr. Maeder- los siguientes
contingentes humanos:

a- La corriente pobladora proveniente de la región meridional (sur) representada


por los Pámpidos, que siguieron rumbo norte, donde dominaron las sabanas abiertas en
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comunicación con las pampas. Estos grupos fueron guerreros, cazadores de venado y
ñandú y recolectores de frutos silvestres y raíces. Su llegada corresponde al período
paleolítico y se distribuyeron en todo el territorio formoseño.
Esta corriente humana desde el norte se desplazó con rumbo oeste, adaptándose
sus integrantes a las zonas de bosques cerrados y montes espinosos. Fueron
recolectores de frutos silvestres (chañar, mistol, algarroba) miel, y cazadores de venados,
zorros, nutrias y tatúes.
Los que habitaron las proximidades de los grandes ríos fueron cazadores.
Asimismo, cruzaron el Chaco Boreal, y algunos, en el borde oriental lindante a los
grandes fluvios, se transformaron en canoeros, pescadores, recolectores de algarroba y
de arroz silvestre.

b- La corriente pobladora proveniente de la Amazonia, compuesta por horticultores


que llegaron al nordeste a través de diversas vías y en diferentes momentos de su
historia.
Eran cultivadores de maíz, tabaco, calabaza, mandioca y batata dulce.
Desarrollaron cerámica y se desplazaban generalmente por las riberas de los ríos. Estos
pueblos se corresponden a un estadio Neolítico.

Algunos grupos de esta corriente pobladora se introdujeron por las


desembocaduras de los ríos Pilcomayo y Bermejo tomando rumbo oeste. Otros grupos,
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siguieron en dirección sur siguiendo el cauce del río Paraná hacia la región del Río de la
Plata.

MAPA 2: PRINCIPALES CORRIENTES POBLADORAS PREHISTÓRICAS EN LA


PROVINCIA DE FORMOSA

Por otra parte, de acuerdo a lo expresado por Marcos Altamirano, Cirilo Sbardella y
Alba Dellamea de Prieto, con respecto a la región chaqueña, la más primitiva población
que la habitó debió ser de origen Huárpido, y sus características físicas habían perdurado
entre los Lule-Vilelas del Chaco Occidental. En una época posterior, ocuparon esta
región, procedentes del sur un pueblo o una serie de pueblos con una economía de
grandes cazadores, guerreros y de recia contextura física: los Pámpidos o Patagónidos.
De esta corriente migratoria procederían básicamente los pueblos pertenecientes a la
gran familia étnica y lingüística denominada Guaycurú, que comprende a los Tobas,
Mocovíes, Abipones, Pilagáes, Mbayáes, Payaguáes y otros. (ALTAMIRANO, Marcos
Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Historia del Chaco.
Editorial Dione. Resistencia. 1987. Pág. 13)

Podemos diferenciar dentro de la Región Chaqueña los siguientes tipos raciales:

a- Pámpido o Patagónido: proveniente del sur. Localizados predominantemente en


toda la región. El grupo humano más representativo son los Guaycurúes.
b- Sonórido o Huárpido: Localizados en el oeste. Sus principales representantes
son los Matacos.
c- Amazónido: provenientes del norte. Un grupo de este tronco racial, los
Chiriguanos, se establecieron en el nordeste de la Región Chaqueña.

En realidad, y según lo indican los estudios de la Antropología Física, los


chaquenses típicos pertenecen al grupo racial Pámpido o Patagónido, especialmente el
grupo de los Guaycurúes.
Esta gran familia étnica y lingüística comprende diversos pueblos como ser los
Tobas, Mocovíes, Abipones, Pilagáes, Mbayáes, Payaguáes y otros, muchos de ellos
antaño residentes en el actual territorio formoseño.
Debemos destacar que el principal motivo del desplazamiento de la corriente
migratoria paleolítica de los pueblos Pámpidos desde la Región Pampeana hacia la
Región Chaqueña fue la búsqueda de nuevos territorios de caza. El crecimiento
demográfico de estos pueblos y su adaptación al medio geográfico, terminó generando
una diversificación de los diferentes grupos tribales.
Los pueblos de cultura Neolítica, los Mataco-Maccá, fueron desplazados por otros
pueblos de filiación Chiriguano-Guaraní y se establecieron finalmente en el sector
occidental del Chaco Central, en los territorios comprendidos entre los ríos Pilcomayo y
Bermejo.

LOS ABORÍGENES CHAQUENSES HASTA FINES DEL SIGLO XVIII

CLASIFICACIÓN ETNOGRÁFICA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

Ante todo, y en rigor de la verdad, debemos realizar una aclaración respecto a los
criterios utilizados para clasificar los diversos pueblos aborígenes que poblaron nuestro
territorio. A tales efectos, debemos decir que existen por lo menos dos posturas en cuanto
a esta cuestión.
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Por un lado tenemos autores –sobre todo historiadores- que utilizan para clasificar
y establecer similitudes y diferencias entre los diversos pueblos aborígenes chaquenses,
criterios etnográficos, antropológicos y/o etnohistóricos a los que podríamos considerar
“clásicos”, consistentes en aplicar una taxonomía de una Etnografía moldeada en las
Ciencias Naturales a los distintos grupos sociales aborígenes.
Este criterio taxonómico, por supuesto, facilitó el agrupamiento de diferentes
sociedades indígenas de acuerdo a características comunes (sobre todo referentes a
caracteres biológicos, lingüísticos y culturales).
Esta postura, no es aceptada por otros antropólogos y científicos de disciplinas
afines, que la consideran etnocéntrica y con visión europea y colonial.
A nuestros fines hemos decidido –para facilitar su localización y distribución
espacial- trabajar con la postura etnohistórica clásica de clasificación de los pueblos
aborígenes, tomando como parámetro la correspondencia lingüística.
Según lo expresado por Ludwing Kersten, por razones prácticas es recomendable
clasificar las numerosas tribus chaqueñas mediante la correspondencia lingüística, para
de esa manera y con esa base considerar la evolución histórica de estos pueblos y fijar
las condiciones históricas y etnográficas de los mismos.
Como en ninguna parte se ha llegado a la formación de nacionalidades definidas, ni
a la formación de estados, y dada también la uniformidad de los datos físicos–
antropológicos y de los bienes culturales, la correspondencia lingüística resta como único
principio de clasificación. (KERSTEN, Ludwing. Las tribus indígenas del Gran Chaco
hasta fines del siglo XVIII. Una contribución a la etnografía Histórica de Sudamérica.
Departamento de Historia. Facultad de Humanidades. Universidad Nacional del Nordeste.
Resistencia. 1968. Pág. 37.)
De acuerdo a este método de clasificación, Ludwing Kersten reconoce en la Región
Chaqueña en general ocho grandes grupos lingüísticos, de los cuales sólo vamos a
diferenciar dos que nos interesan en particular –ya que los mismos habitaban en territorio
formoseño- y que son:

1- El grupo lingüístico de los Guaycurúes


2- El grupo lingüístico de los Matacos – Mataguayos (1)

(1) Otros autores, como Altamirano, Sbardella y Dellamea de Prieto, hablan de


Matacos- Maccá.

Como dijimos anteriormente, en el momento en que se contactaron las culturas


aborígenes chaquenses con los españoles, y teniendo en cuenta la correspondencia
lingüística como método de clasificación de los pueblos chaquenses, se podían distinguir
en territorio formoseño dos familias lingüísticas bien diferenciadas: Los Guaycurúes y los
Matacos.
Veamos en el siguiente cuadro sinóptico, la composición étnica de cada una de
ellas, según lo expresa Ludwing Kersten en su trabajo sobre las tribus indígenas del Gran
Chaco a fines del siglo XVIII.
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Según Imbelloni, pertenecían también a la familia lingüística Matacos- Maccá los


Noctenes y los Vejoces.
De acuerdo a lo indicado en la Carta Histórica-Etnográfica del Gran Chaco para la
segunda mitad del siglo XVIII, en el territorio de la actual provincia de Formosa residían
los siguientes pueblos aborígenes: de la familia lingüística Guaycurú. Tobas (en el sector
centro oriental), Abipones (en la porción sudeste de la provincia) Mocovíes, (en el sur del
actual departamento Pirané) Pilagáes (en el centro de la provincia).
De la familia lingüística Matacos: Mataguayos (en el centro-oeste) Matacos (en el
oeste).

Al respecto de la familia lingüística Guaycurú, Altamirano, Sbardella y Dellamea de


Prieto dicen lo siguiente:
Los Guaycurúes habitaron desde el comienzo de los tiempos históricos el área
oriental del Chaco, ocupando en territorio argentino una amplia faja sobre la margen
derecha de los ríos Paraguay y Paraná, desde el Pilcomayo hasta Santa Fe.
A estos pueblos del Chaco Oriental, se les dio en la época hispánica el nombre de
Frentones por la costumbre muy generaliza entre ellos de raparse la parte anterior de la
cabeza, dando la impresión de una amplia frente. (ALTAMIRANO, Marcos Antonio,
SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Historia del Chaco. Editorial
Dione. Resistencia. 1987. Pág. 16)
Realizando un análisis de los pueblos aborígenes localizados en el actual territorio
formoseño, dentro de los Guaycurúes, se destacan los Tobas, etnia mayoritaria dentro de
dicha familia y que ocuparon originariamente casi la totalidad del territorio formoseño,
llegando hasta el confín del territorio de los Chiriguanos, en la actual provincia de Salta.
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Hacia el siglo XVIII fueron desplazados del sector occidental por la etnia Matacos,
estableciéndose sus integrantes en el sector oriental, ocupando el territorio de ese sector
desde el norte al sur.
Actualmente se constituye en el grupo aborigen mayoritario dentro de la provincia
de Formosa.
Asimismo, otra etnia Guaycurú, los Pilagáes, se establecieron en la parte central de
nuestra provincia, habitando en principio las zonas anegadizas del entonces estero Patiño
(hoy prácticamente desaparecido) llegando a ocupar incluso territorios que se localizaban
hasta el centro de las vías del Ferrocarril Nacional General Belgrano.
Por otra parte y dentro de la familia lingüística Mataco- Maccá, en el actual territorio
formoseño el pueblo Mataco habitada el oeste formoseño, ocupando la margen izquierda
del río Teuco- Bermejo.
La distribución geográfica dentro del actual territorio de la provincia de Formosa de
los dos principales grupos lingüísticos y de las diferentes etnias o pueblos aborígenes que
componían estos grupos lingüísticos, puede visualizarse en el mapa que a continuación
presentamos.
Lo que debemos destacar aquí, es el hecho que la ocupación espacial del territorio
formoseño por parte de los pueblos aborígenes representados en la cartografía adjunta,
corresponde al período comprendido entre los años 1750 y 1770 aproximadamente
(segunda mitad del siglo XVIII), ya que a fines de ese siglo, se produjeron movimientos
migratorios aborígenes que cambiaban de territorio según las circunstancias, como ser el
empuje o avance de otras tribus indígenas que los obligaban a desplazarse en busca de
nuevas tierras para asentarse.
Es por ello que dicha cartografía adquiere un carácter relativo.
En términos generales, lo que no varió en demasía fue el hecho que el sector
centro-occidental formoseño estuvo ocupada por la familia lingüística Mataco- Mataguayo
o Maccá, mientras que el sector centro-oriental fue habitado por la familia lingüística
Guaycurú.
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MAPA 3: LOCALIZACIÓN DE LOS PRINCIPALES GRUPOS ABORÍGENES EN LA


PROVINCIA DE FORMOSA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII (1750-1767)

PRINCIPALES RASGOS ETNOGRÁFICOS DE LOS GRUPOS ABORÍGENES


CHAQUENSES

Con relación a los principales rasgos etnográficos, a la tecnología, subsistencia,


sociedad, creencias y costumbres de los pueblos aborígenes chaquenses, existe un
trabajo de Enrique Palavecino (que hemos consultado) publicado por la Academia
Nacional de la Historia, y que ha sido sintetizado por Marcos Altamirano, Cirilo Sbardella
y Alba Dellamea de Prieto, al que recurriremos como auxilio bibliográfico.
Con referencia a los grupos Matacos y Guaycurúes, Enrique Palavecino expresa
lo siguiente:

Economía:
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La generalidad de los autores está de acuerdo en que la base de la economía de
los pueblos chaquenses, estaba dada por la recolección de frutos silvestres, la caza y la
pesca. La agricultura se practicaba en forma muy rudimentaria y en poca escala. Entre los
grupos Matacos se producía el acondicionamiento de su economía al medio en que
habitaban: las tribus que vivían en los bosques practicaban la caza y los que moraban en
la ribera de los ríos se dedicaban a la pesca durante casi todo el año.
Los frutos silvestres más buscados durante la tarea de recolección eran la
algarroba, el chañar, el molle, la tusca, frutos de tuna, porotos del monte, tasi, como
también diversas raíces y cogollos de palmeras.
La labor de recolección estaba a cargo de las mujeres, quienes partían por la
mañana en pequeños grupos, se dedicaban a la exploración sistemática y por sectores de
los alrededores de la toldería, de modo que en el término de un mes hubieran recorrido
los cuatro puntos cardinales hasta una jornada de distancia, a partir del lugar de
residencia. La recolección era la principal actividad de los Matacos, siendo la caza y el
cultivo actividades secundarias. La algarroba, que madura de noviembre a febrero era el
principal alimento, pues este período junto con el de la pesca intensiva de los meses de
abril a junio, constituían la época de mayor abundancia de alimentos.
Es importante señalar que la recolección de algarroba en el período de su
fructificación no estaba destinada exclusivamente a cubrir las necesidades del consumo
inmediato, sino que una parte considerable era almacenada en trojas que construían junto
a las viviendas, en previsión de los períodos de escasez.
Los Matacos eran también muy aficionados a la miel silvestre de la cual conocían
16 clases distintas; su extracción requería cierta habilidad pues frecuentemente debían
trepar a los árboles altos y llenar sus calabazas o bolsas de cuero sin perder el precioso
líquido. (ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE
PRIETO, Alba. Historia del Chaco. Editorial Dione. Resistencia. 1987. Pp. 21-23)
Respecto a una de las actividades económicas más practicadas por los Matacos, la
pesca, estos autores dicen lo siguiente:
La pesca ocupaba un lugar importante en la economía de aquellos pueblos que
habitaban la ribera de los grandes ríos como el Bermejo o el Pilcomayo. Su práctica se
efectuaba de diversas maneras. Por medio de un arpón que consistía en una vara de 5
metros, en cuyo extremo estaba atada una varilla en la que descansaba flojamente la
punta del arpón, hecho del extremo agudo de un cuerno de vacuno. Esta punta se hallaba
sujeta a la mano del pescador por medio de una cuerda que corría a lo largo de un palo.
Una vez lanzado el artefacto contra la presa, el arpón penetraba en la carne del pez y se
desprendía del palo. El pescador dejada desenrollar la cuerda que tenía en la mano y
luego atraía a la presa con breves tirones.
FIG. 1. ARMAS DE ABORÍGENES CHAQUENSES

Otro sistema utilizado era el de pesca


con red. Consistía en atar por los extremos
dos varas largas y flexibles de la que pendía la
red. El pescador entraba al río, abría su red, la
sumergía y cuando notaba que había atrapado
algún pez, la retiraba del agua. Una variante
colectiva de este sistema era la que llevaba a
cabo un cierto número de hombres que,
colocados en fila, avanzaban en posición
transversal al curso del río y en sentido
contrario a la corriente y sumergían sus redes
tirando en la orilla los peces que recogían, la
fila de pescadores se cerraba posteriormente
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sobre la costa y acorralando una gran cantidad de peces que eran atrapados con rapidez.
En el Pilcomayo y el Bermejo todavía se practican estos métodos de pesca.
(ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE PRIETO,
Alba. Op. Cit. Pág. 24)

Asimismo, sobre la otra actividad económica fundamental de los aborígenes


chaquenses, la caza, se expresaban los autores: La caza era una actividad común a
todos los pueblos chaquenses. Su práctica se efectuaba en forma individual o colectiva y
puede decirse que no tenía una época determinada. El indio siempre estaba dispuesto a
cazar y en toda familia había un individuo que se dedicaba permanentemente a esta
actividad.
Las carnes más apreciadas eran las del ñandú, el tapir, el venado, la corzuela
y el pecarí. Poseían diversos métodos de caza. Para la del avestruz empleaban un
disfraz consistente en un armazón cónico de hojas y ramas que les permitía acercarse a
las aves sin ser descubiertos hasta tenerla a tiro. También empleaban perros para cercar
a la presa o bien preferían acecharla en las aguadas.
Además, utilizaban el fuego para incendiar la pradera, sacando de sus escondrijos
a los animales y obligándolos a dirigirse hacia donde los acechaba el cazador….
Las armas utilizadas para la caza eran por lo general, el arco y la flecha, además la
lanza y la macana o maza de madera. Los arcos poseían sección rectangular y las
cuerdas eran de tiras de piel trenzadas. Su tamaño era relativamente corto. Las puntas de
flecha eran antiguamente de madera, pero posteriormente se usó el hierro, por comercio
con los blancos. También eran utilizadas trampas consistentes en lazos de cuerda
accionados por varas flexibles. (ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo
Ramón y DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Op. Cit. Pp. 23-24)
La agricultura era una actividad secundaria entre las tribus chaquenses. Su
conocimiento debió venirles por vía de contacto con otros pueblos, culturalmente más
evolucionados, como los Lule-Vilelas por el oeste y los Guaraníes por la cuenca del
Paraguay y del Paraná, por el este. Por eso las tribus chaquenses más sensibles a esas
influencias eran las más dadas a la agricultura como los Matacos y Pilagáes del ángulo
nordeste de la Región Chaqueña.
Las áreas de cultivo eran muy reducidas (no pasaban de 15 metros de largo por 6
metros de ancho) y estaban ubicadas en lugares recónditos o bien protegidas por cercos
de ramas espinosas. Los hombres eran los encargados de la plantación y el cuidado de
las huertas, las mujeres de la cosecha. La siembra se efectuaba sin ningún orden y por
medio de hoyos practicados en la tierra con palas de madera. Desconocían el riego, la
extracción de malezas y la remoción de la tierra.
El producto era consumido por la familia que sembraba compartiendo con algunos
amigos, siendo su volumen escaso pues suministraba alimento por unas pocas semanas
al año. Las especies más cultivadas eran el maíz, la calabaza y el tabaco.
(ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE PRIETO,
Alba. Op. Cit. Pág. 24)
Es evidente que el tipo de agricultura practicada por los chaquenses consistía en
la forma más primitiva de agricultura de manutención o subsistencia.

Vivienda:

Por otra parte y respecto a sus viviendas y al mobiliario que en ellas se encontraba,
los grupos Matacos construían chozas cupulares hemisféricas de planta circular, cuyas
dimensiones eran de 2 o 3 metros de diámetro….. entre los Matacos cada choza
albergaba una sola familia y el conjunto de viviendas no guardaba orden alguno.
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Respecto al tipo de vivienda, el armazón de las viviendas entre los Matacos
consistía tradicionalmente en ramas encorvadas que se cubrían de paja dejando un
espacio abierto para la entrada. Posteriormente se adoptó, tal vez por vía de préstamo, el
caballete como elemento principal sobre el cual se asentaron el ramaje o la paja.
El moblaje era precario. Bolsas de caraguatá conteniendo utensillos pendían de
horquetas clavadas en el piso. La cama era un cuero tendido en el suelo; vasijas de barro
que contenían agua colgaban de las paredes o se amontonaban en un rincón.
Las armas se acomodaban entre la paja de la techumbre.
Asimismo, estos autores describen las viviendas de los Guacurúes diciendo que
consistía simplemente en dos esteras desarmables y portables que utilizaban como
paravientos. Este tipo de vivienda que no desapareció del todo, fue reemplazado por otro
consistente en armazones de ramas cubiertas con paja, de planta ovoide de 2 a 3 metros
de ancho por 15 metros de largo. (ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo
Ramón y DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Op. Cit. Pág. 24)
Es interesante destacar que entre el grupo de chozas quedaba siempre un espacio
libre donde jugaban los niños, se realizaban los bailes y en ocasiones las borracheras
colectivas. (ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE
PRIETO, Alba. Op. Cit. Pág. 25)
Palavecino expresa, respecto a la localización de las aldeas, que para la erección
de las aldeas se tienen en cuenta tres condiciones fundamentales, a saber: la proximidad
de aguas potables, la abundancia de pesca o caza en el lugar, y la seguridad. Esta última
se obtiene buscando lugares donde la visibilidad es escasa, o las entradas son pocas y de
fácil vigilancia. (PALAVECINO, Enrique. Las culturas aborígenes del Chaco. En Historia
de la Nación Argentina. Tomo 1. Capítulo VI. Academia Nacional de la Historia. 1939.
Pág. 404)

Vestimenta y ornamenta:

Respecto a la vestimenta, los autores nos dicen que La vestimenta de los Matacos
y Guaycurúes no difería mucho. La prenda típica usada desde época muy antigua era el
manto de pieles de origen patagónico. Consistía en varios cueros de nutria, venado o
zorro cosidos entre sí con el pelo hacia adentro y la parte exterior decoradas con figuras
geométricas negras y rojas.
Por influencias andinas fue usado el manto de lana especialmente por los hombres.
Esta prenda se llevaba sujeta por medio de una faja de lana tejida. Las mujeres por su
parte usaban un trozo de piel sujeta por un cinturón del mismo material. Posteriormente
también esta prenda fue confeccionada con tejidos de lana, caraguatá o algodón.
Entre los Matacos era común el uso de una camiseta tejida al crochet con fibras de
caraguatá.
Completaban la vestimenta de estos pueblos vinchas de color, aderezos de plumas
en la cabeza y en los tobillos, además mocasines cuyo uso era frecuente entre los
Pilagáes y la ojota de cuero de vaca o tapir de origen andino. Eran muy aficionados al
tatuaje facial y a las pinturas corporales. Entre sus adornos característicos se contaban el
tarugo cilíndrico en el lóbulo de la oreja y el barbote en el labio inferior, también llamado
tembeta por los Guaraníes (barbilla) (ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo
Ramón y DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Op. Cit. Pág. 25)
Las mujeres utilizaban pulseras de cuero con aplicaciones de hojalatas y collares
de semillas, discos de conchas o dientes de animales.
La técnica más primitiva en el tejido de los Matacos era la que empleaba fibra de la
hoja de caraguatá. Una vez extraída dicha fibra se retorcía en cordones de diferentes
grosores, para confeccionar luego prendas al crochet (bolsas y camisas). También
utilizaban hilos teñidos para realizar dibujos decorativos. Estas prendas eran elaboradas
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en telares muy primitivos, de procedencia andina, confeccionándose asimismo ponchos y
fajas de fina terminación.
Entre los indios del Chaco los hombres son muy inclinados a adornarse. El cabello
lo llevan cortado a nivel de las cejas; dos largos mechones, a manera de patillas,
encuadran el rostro llegando a veces hasta el borde inferior de la mandíbula; en algunos
casos el resto del cabello lo llevan atado sobre la nuca en un solo mechón, con
cordoncillos o cintas de lana, a veces terminados en borlas….
Los adornos de plumas para el cabello eran de tres tipos: penachos de plumas de
avestruz o de garzas, que se atan con el mechón trasero del cabello, otros penachos
cortos, de plumas recortadas, y que afectan la forma de una brocha de afeitar nuestra, se
usa del mismo modo, siendo el tercer tipo la diadema de plumas, ligadas por el cañón a
un doble cordón de hilo de caraguatá. (PALAVECINO, Enrique. Op. Cit. Pág. 408)
Los hombres también utilizaban en los tobillos y en las muñecas adornos de
plumas de avestruz.

Alfarería y otras manifestaciones artísticas:

Según Palavecino y
respecto a las piezas de
alfarería, las mujeres de los
indios del Chaco fabrican, por
el conocido procedimiento del
rodete espiral, piezas de
alfarería de distinta forma,
según el uso a que están
destinadas; la forma más
difundida es la subglobular, con
un cuello estrecho y dos asas
pequeñas por las cuales pasa
una cuerda para el transporte;
son los botijos para llevar agua
y los fabrican de todos
tamaños.
FIG. 2: DIBUJOS DE ABORÍGENES CHAQUENSES SOBRE CALABAZAS

Junto a estas formas confeccionan otras en forma de escudillas, ollas, cántaros de


boca ancha, vasos gemelares y otras de positiva filiación andina; en realidad, el botijo
para agua parece representar con algunos aditamentos y modificaciones, el tipo
primitivo de alfarería chaqueña, pues parece haberse desarrollado en otra forma muy
vecina a las elementales de los Sirionós. (PALAVECINO, Enrique. Op. Cit. Pág. 410)
Asimismo, este autor nos dice respecto a la música que fuera de los cantos
médicos, los aborígenes chaquenses tienen otros con que acompañan sus danzas
nocturnas. Pequeños arcos musicales, flautas de caña y hueso, y tambores, constituyen
el elenco de sus instrumentos, pero el simple canto es su manifestación musical preferida.
En la decoración de sus instrumentos de alfarería, calabazas y utensillos en general,
muestran una capacidad muy limitada, pero en el tejido, acaso por imposición mecánica
del arte mismo, hacen decoraciones variadas y muy hermosas. (PALAVECINO, Enrique.
Op. Cit. Pág. 416)

Organización social:
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Por otra parte y refiriéndose a su conformación social la familia era de base
monogámica, aunque los caciques acostumbraban a tener dos o tres mujeres de diferente
edad. La mujer tomaba generalmente la iniciativa en las relaciones amorosas con el
hombre y pese a que no le estaba vedada la vida sexual antes del matrimonio, una vez
casada permanecía por lo general fiel a su marido….
La organización social de los pueblos aborígenes chaqueños estaba basada en
el cacicazgo hereditario. No obstante, su estructura no era muy coherente puesto que el
cacique detentaba en tiempos de paz un poder limitado. Todas sus decisiones debían ser
consultadas previamente con los jefes de las familias. Además la sucesión recaía en el
hijo mayor o pariente cercano del cacique siempre que fueran considerados aptos para
ejercer el mando. De no ser así se elegía cacique a aquel que reunía las siguientes
condiciones: conocer los lugares de caza y pesca y destacarse por su habilidad y arrojo.
La propiedad de la tierra era comunitaria y las tribus se distribuían los respectivos
territorios de caza. (ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y
DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Op. Cit. Pág. 26)
Respecto a su vida social, cuando un hombre pretendía a una mujer, entre los
Tobas era común que el pretendiente se presentara en casa de la pretendida mostrando
los productos de su caza, para hacer ver que podía mantener a mujer. (ALTAMIRANO,
Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Op. Cit.
Pág. 24)
También la base familiar Guaycurú –al igual que la de los Matacos- era
monogámica. La crianza de los hijos está descripta por estos autores así: La educación
del niño estaba destinada a prepararlo para la vida adulta. Con ese fin aprendía el manejo
de las armas y la práctica de la caza y de la pesca; así se fortalecía para soportar los
rigores del medio y las privaciones. La niña acompañaba a su madre a todas partes y
aprendía a sobrellevar las tareas domésticas de la mujer de la tribu. (ALTAMIRANO,
Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Op. Cit.
Pág. 24)

Religión:

Según Palavecino, la religión de las tribus chaquenses está plagada de ideas


mágicas, con una concepción del mundo eminentemente personalista. Todos los seres
vivos y los fenómenos naturales poseen alma (animales, plantas, personas) o están
animados por espíritus. No tienen una idea de un ser supremo muy precisa, y los
hechiceros son intermediarios poderosos ante los espíritus que gobiernan la naturales,
que pueden ser benignos o malignos. Estos hechiceros o magos son importantes
personajes dentro de la sociedad chaquense debido a sus funciones, siendo su iniciación
como tales por transmisión hereditaria, por revelación y por aprendizaje.
Por transmisión hereditaria el hechicero recibe la herencia paterna, que desarrolla y
perfecciona a lo largo del tiempo con la práctica. Junto a los poderes el hijo recibe el
paquete de instrumentos mágicos (un sonajero, dos silbatos de hueso, un paquete de
plumas de yulo etc.) También el hechicero puede recibir sus poderes por revelación, y se
da cuando el candidato a hechicero, ignorando su destino, sale a cazar o a buscar miel, y
un espíritu le revela una fuerza mágica. El iniciado de esta manera se denomina entre los
Tobas, Payak. El tercer tipo de iniciación mágica se realiza por aprendizaje directo de un
discípulo con su maestro.
La religión de los grupos Matacos es analizada también por Antonio Serrano en su
libro Los aborígenes argentinos, donde expresa que los Matacos poseen médicos
hechiceros de gran autoridad, que ejercen su medicina con prácticas de magia y
exorcismo, explicable por el carácter de maleficio que atribuyen a todas las
enfermedades.
15
La idea de un ser supremo entre los Matacos es admitida hoy por muchos
etnólogos, pero esa idea no es demasiado clara. Reconocen una serie de dioses, buenos
y malos, a los cuales llaman aittah. Al más benigno de ellos y de más jerarquía, aittah
talac, le llaman el viejo….
Vienen luego los ahots o espíritus malos que moran en los cementerios o en los
sitios donde vive la gente… No adoran los astros…. Reconocen sí una acción benéfica
de la luna en ciertos quehaceres, en la preparación de la aloja, por ejemplo; y en las
noches de luna las mujeres realizan bailes ceremoniales como de invocación o mágicos.
Enterraban a sus muertos en fosas poco profundas. Según las tribus es la posición
que se da al cadáver. Autores antiguos citan las sepulturas sobre árboles, quizás
reservadas a caciques, pero a sido Palavecino el único que ha podido estudiarlas y
fotografiarlas por primera vez. Esta sepultura es transitoria y una vez que la carne ha
desaparecido, los huesos son enterrados en fosas.
Tienen ciertas ceremonias de carácter mágico que realizan para apresurar la
maduración de la algarroba, al producirse la primera menstruación y en otras
circunstancias. (SERRANO, Antonio. Op. Cit. por Altamirano, M. Sbardella, C. y Dellamea
de Prieto, A. Pág. 14)
Los Tobas creen en un ser superior al que llaman Ayaic, Paiyac o Payack. A él
recomiendan la protección de las almas. Parece ser el mismo Ahar-Aigichi de los
Avipones del siglo XVIII, del cual nos dice Dobrizhoffer que era llamado cariñosamente
abuelito y estaba representado en el cielo por las Pléyades (constelación de los siete
cabritos) Paiyac no parece ser un ser supremo sino un espíritu protector.
Entre los niños se conserva como juego una danza llamada gualañi o danza de la
boa, que quizás sea la reminiscencia de una danza de carácter mágico. (SERRANO,
Antonio. Op. Cit. por Altamirano, M. Sbardella, C. y Dellamea de Prieto, A. Pág. 14)

LOS PUEBLOS ABORÍGENES EN LA ACTUALIDAD

En la actualidad, y de acuerdo a la clasificación etnográfica de las etnias


aborígenes, habitan en el territorio de la provincia de Formosa tres etnias aborígenes
pertenecientes a dos familias lingüísticas: los grupos étnicos Toba y Pilagá,
pertenecientes a la familia lingüística de los Guaycurú, y la etnia Mataco o Wichi,
perteneciente a la familia lingüística de los Matacos- Mataguayos o Maccá.
Según el Censo Nacional Indígena llevado a cabo entre 1967 y 1968 en nuestro
país por la Secretaría de Estado de Gobierno del Ministerio del Interior de la República
Argentina, existía en territorio formoseño un total de 7.960 personas de origen aborigen,
de las tres etnias mencionadas.
Este censo relevó a las agrupaciones indígenas que se conservaban como tales,
ya sean éstas aislados o en contacto con el resto de la sociedad.
En realidad, el Censo Nacional Aborigen discriminaba los asentamientos indígenas
según su situación geográfica (nombre del asentamiento y localización por departamento,
población y número de habitantes) y por grado de participación en la cultura nacional,
definiéndose este último ítem como la relación de los integrantes de dichos asentamientos
con el resto de la sociedad no aborigen (aislados o con algún tipo de contacto permanente
o irregular).
Veamos en el cuadro siguiente un resumen estadístico de dicha información:
16

CUADRO 1: PROVINCIA DE FORMOSA


NÚMERO DE ABORÍGENES POR DEPARTAMENTO. AÑOS 1967-1968

DEPARTAMENTOS ETNIA TOBA ETNIA ETNIA WICHI TOTAL


PILAGÁ
BERMEJO 172 87 802 1.061
FORMOSA 379 0 0 379
LAISHÍ 467 0 0 467
MATACOS 0 0 1.057 1.057
PATIÑO 849 1.050 695 2.594
PILAGÁS 298 0 0 298
PILCOMAYO 658 0 0 658
PIRANÉ 189 0 0 189
RAMÓN LISTA 0 0 1.257 1.257
TOTAL 3.012 1.137 3.811 7.960
PROVINCIAL
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2001. Provincia de Formosa.

La población referida en el cuadro precedente, localizada en los diferentes


departamentos de nuestra provincia, estaba establecida en diferentes asentamientos, en
su mayoría en grupos que iban desde una veintena de individuos a algunos cientos de
ellos. En esos años, la comunidad aborigen con más integrantes era la de Bartolomé de
las Casas (540 habitantes pertenecientes a la etnia Toba) situada en el departamento
Patiño, siendo el asentamiento aborigen con menos habitantes el de El Porongal (14
residentes de la etnia Wichí en el departamento Matacos).
A continuación detallaremos todas las comunidades aborígenes registradas por
dicho censo, consignando entre paréntesis la etnia a la que pertenecen sus habitantes.
En el departamento Bermejo: El Silencio, Corinto, El Carmen El Castor, El
Simbolar, El Yacaré, Laguna Yema, Los Chiriguanos, Los Esteros, Misión Laguna Yacaré,
Pozo de Fierro, Puesto Irigoyen, Santa Isabel, Tas-Tas (Mataco); Jesús María, Laguna de
los Peces, Sombrero Negro (Toba) y Pozo Molina (Pilagá).
En el departamento Formosa: Formosa, Chacras 41-42 y San Hilario (Toba).
En el departamento Laishí: Misión San Francisco de Laishí (Toba).
En el departamento Matacos: Bolsa de Ponce, El Mistolar, El Porongal, Fraga,
Ingeniero Juárez, Ingeniero Juárez (grupo Anglicano), Ingeniero Juárez (grupo
Pentecostal), Isla de Cuba, La Florencia y Pozo Yacaré (Mataco)
En el departamento Patiño: Campo del Cielo, Lote 14- La Bomba, Colonia aborigen
Juan Bautista Alberdi, El Descanso, Pozo de los Chanchos, Pozo de Navagán (Pilagá);
Colonia Aborigen Bartolomé de Las Casas, Kilómetro 503, Riacho de Oro, San Carlos,
Colonia Ensanche (Toba); Colonia Ensanche Ibarreta, Colonia Muñiz, Misión San Nicolás
y Pozo Verde (Mataco).
En el departamento Pilagás: Misión Tacaaglé (Toba).
En el departamento Pilcomayo: Clorinda y La Primavera-Naick-Neck, (Toba).
En el departamento Pirané: Campo Villafañe y El Alba (Toba).
En el departamento Ramón Lista: El Chorro, El Desmonte, El Yuto, Lote 1, María
Cristina, Palmarcito, Puesto García, San Andrés, San Martín, San Miguel, Santa Teresa y
Tucumancito (Mataco).
Esto hace un total de aborígenes censados de 7.960 personas, de las cuales 3.012
pertenecían a la etnia Toba, 1.137 a la etnia Pilagá y 3.811 a la etnia Wichí.
17
Este número de indígenas se distribuía en unas 62 comunidades aborígenes, de
las cuales 16 pertenecían a la etnia Toba, 7 a la etnia Pilagá y las restantes 39 a la etnia
Mataco o Wichí.
En el mapa que a continuación presentamos, podemos visualizar la localización
geográfica de cada una de estas comunidades indígenas. Debemos destacar, que este
mapa respondía a la realidad existente durante los años en que se llevó a cabo el
relevamiento censal aborigen (años 1967-1968).
Esta aclaración debe realizarse debido a que algunos de esos asentamientos –
sobre todo los ubicados en el extremo noroeste, sobre la ribera del río Pilcomayo- han
sufrido diferentes traslados debido a los continuos desbordes del mencionado río, que por
tener una dinámica de torrente y por acción retrocedente de su curso, cambia de recorrido
el mismo con cada período de creciente, inundando vastos ambientes y obligando al
traslado de los asentamientos indígenas a otros lugares que no hallan sido alcanzados
por el desborde de las aguas.

MAPA 4: LOCALIZACIÓN DE LOS PRINCIPALES ETNIAS ABORÍGENES DE LA PCIA.


DE FORMOSA EN LA ACTUALIDAD. AÑOS 1967-1968
18

De acuerdo a los datos suministrados por el Instituto de Comunidades Aborígenes (ICA),


en el año 2001 habitaban nuestro suelo unos 38.038 aborígenes, que representaban el
7,77% del total poblacional provincial en ese año.
Veamos la discriminación de dicha población por etnia y localización geográfica de
los individuos de cada etnia:

CUADRO 2: PROVINCIA DE FORMOSA


NÚMERO DE ABORÍGENES POR DEPARTAMENTO. AÑO 2001

DEPARTAMENTO WICHI TOBA PILAGÁ TOTAL


BERMEJO 2.943 1.843 80 4.866
FORMOSA 0 2.743 0 2.743
LAISHÍ 0 1.320 0 1.320
MATACOS 5.775 220 0 5.995
PATIÑO 2.969 3.190 5.911 12.070
PILAGÁS 0 550 0 550
PILCOMAYO 0 2.420 0 2.420
PIRANÉ 0 990 0 990
RAMÓN LISTA 7.084 0 0 7.084
TOTAL 18.771 13.276 5.991 38.038
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2001. Provincia de Formosa.

Esta población se discriminaba por familias de la siguiente manera:

ETNIA WICHÍ: 3.413 familias


ETNIA TOBA: 2.215 familias
ETNIA PILAGÁ: 990 familias
TOTAL: 6.618 familias.

Debemos destacar que la población aborigen se distribuye en la provincia de


Formosa en ambientes urbanos (barrios aborígenes en diferentes ciudades formoseñas,
como ser el barrio Nan Qom de Formosa, el barrio Toba de Clorinda, el barrio Toba de
Ingeniero Juárez, el barrio La Paz de El Colorado y otros, y en comunidades rurales,
donde en muchos casos poseen la propiedad de la tierra que habitan.
Veamos a continuación la cantidad de hectáreas de tierra en manos de dichas
comunidades aborígenes rurales, discriminadas por etnias:

ETNIA WICHÍ: 200.898,5 hectáreas


ETNIA TOBA: 60.168 hectáreas
ETNIA PILAGÁ: 29.003 hectáreas
TOTAL: 290.069 hectáreas.

A continuación detallaremos todas las comunidades aborígenes registradas por el


Instituto de Comunidades Aborígenes de Formosa en el año 2001, consignando entre
paréntesis la etnia a la que pertenecen sus habitantes.
19
En el departamento Bermejo: Pescado Negro, Pocito, Pozo de Maza urbano y Pozo
de Maza rural (Wichi), Vaca Perdida, La Rinconada, Sombrero Negro, Tres Yuchanes, El
Charcal, Pozo Ramón, El Breal, y La Madrugada (Toba) y Pozo Molina (Pilagá).
En el departamento Formosa: Formosa- Barrio Nan Qom (Toba).
En el departamento Laishí: Misión San Francisco de Laishí, El Dorado, San
Antonio, Laguna Gobernador, El Naranjito (Toba).
En el departamento Matacos: Barrio Toba Ingeniero Juárez (Toba) Barrios Obreo,
Pilcomayo, Viejo. La Esperanza, Palo Santo, Campo Bandera, El Trébol, Misión Pozo
Yacaré. Teniente Fraga, El Mistolar, El Aibal, Sumayen, Las Bolivianas, Wichi Lawet,
Pozo del Mortero, Tres Pozos, Lote rural 27 urbano, Lote rural 27 rural La Pantalla, Lote
rural 42 y ampliación, Lote rural 24, Javier Muñiz y Pozo Verde. (Wichi)
En el departamento Patiño: San Carlos, Riacho de Oro, Bartolomé de las Casas y
El Ensanche (Toba), Campo del Cielo y ampliación, La Bomba, El Carandillar, Kilómetro
30, El Descanso, La Línea, El Simbolar, Juan Bautista Alberdi, San José, El Ensanche,
Bartolomé de las Casas, Pozo Navagán y ampliación, Osvaldo Quiroga, Ceferino
Namuncurá, Qompi Sosa urbano, Qompi Sosa rural, Cacique Coquero, La Invernada y
Lote 21 (Pilagá),
En el departamento Pilagás: El Espinillo y Misión Tacaaglé (Toba)
En el departamento Pilcomayo: Barrio Toba de Clorinda y La Primavera. (Toba).
En el departamento Pirané: Las Mercedes, El Alba, Barrio La Paz de El Colorado,
Barrio Kolping, Barrio Lote 140 (Toba).
En el departamento Ramón Lista: El Breal, Pozo La Chiva Santa Teresa, Campo
del Acha, María Cristina, San Miguel, El Solari, Tucumancito, Tres Palmas, Lote 8,
Palmarcito, Pozo Cercado, El Chorro urbano, El Chorro rural, El Civil, El Sol, Las
Palmitas, Kilómetro 2, El Estanque, El Surubí, Pozo Algarrobo, Lote 1, San Martín Lote
10, San Martín, San Andrés, El Potrillo, Isla Colón, Las Cañitas, La Brea, El Quebracho,
Barrio El Sol, Mistol Marcado, Tronquito, El Silencio, Monte Redondo y El Divisadero.
(Wichi)

En total se pueden apreciar unas 112 comunidades aborígenes, de las cuales 29


pertenecían a la etnia Toba, 18 a la etnia Pilagá y las restantes 65 a la etnia Mataco o
Wichí.
Como podemos apreciar, la mayoría de estas comunidades se ubican en los
lugares ya localizados en el mapa anterior, donde se consignan los asentamientos
aborígenes de acuerdo al Censo Nacional Aborigen de los años 1967-1968, localizándose
nuevos asentamientos sobre todo a partir del año 1984, en que se pone en práctica la Ley
Nº 426/84 denominada Ley Integral del Aborigen.

Continuando con el análisis la población aborigen desde un punto de vista


demográfico y comparándola con la población no aborigen, podemos apreciar en el
cuadro siguiente los porcentajes generales de dicha población respecto al total provincial
discriminada por departamentos.
Veamos este cuadro:

CUADRO 3: PORCENTAJE DE POBLACIÓN ORIGINARIA RESPECTO AL TOTAL


GENERAL PROVINCIAL DISCRIMINADA POR DEPARTAMENTO. AÑO 2001
DEPARTAMENTO TOTAL TOTAL PORCENTAJE
POBLACIÓN POBLACIÓN DEL TOTAL
ABORIGEN GENERAL GENERAL
BERMEJO 4.866 12.616 38,6%
FORMOSA 2.743 209.558 1,3%
20
LAISHÍ 1.320 16.289 8,1%
MATACOS 5.995 12.107 49,5%
PATIÑO 12.070 64.197 18,8%
PILAGÁS 550 17.417 3,1%
PILCOMAYO 2.420 78.074 3,1%
PIRANÉ 990 68.330 1,4%
RAMÓN LISTA 7.084 10.917 64,9%
TOTAL 38.038 489.505 7,8%
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2001. Provincia de Formosa.

Aquí podemos apreciar que los departamentos con mayor porcentaje de población
aborigen respecto al total poblacional son Ramón Lista, con un 64,9% de población
primigenia y Matacos, con casi el 50% de su población total compuesta por aborígenes.
Los departamentos que presentan menores índices de población indígena son
Formosa y Pirané, con 1,3% y 1,4% respectivamente.
Sintetizando, podemos decir que el 7,8% de la población de la provincia de
Formosa se compone de individuos pertenecientes a las tres comunidades aborígenes
predominantes.
En el mapa que a continuación presentamos se pueden apreciar dichos
porcentajes.

FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2001. Provincia de Formosa.
21
MAPA 5: PORCENTAJE DE POBLACIÓN ABORIGEN RESPECTO AL TOTAL GENERAL
PROVINCIAL, DISCRIMINADA POR DEPARTAMENTOS. AÑO 2001.

En el mapa precedente podemos visualizar claramente que los mayores


porcentajes de población indígena respecto al total general poblacional se encuentran en
extremo occidental del territorio formoseño (departamentos Ramón Lista, Matacos y
Bermejo), mientras que en el sector oriental provincial se presentan los menores índices
de población aborigen. Claro está que en este caso nos referimos a la relación existente
entre la población indígena y el resto de la población de cada departamento, y no a la
cantidad total de aborígenes.

Por último, teniendo en cuenta los datos del INDEC. Censo Nacional de Población y
Vivienda. Año 2010, del total de la población de la Provincia de Formosa (530.162
habitantes) 32.216 habitantes pertenecen a pueblos originarios, representando el 6,10%
de la población, los mismos se encuentran distribuidos de manera irregular en el territorio
provincial. Como se puede observar en el siguiente cuadro, el departamento con mayor
porcentaje de población originaria (relacionando con población total) es el departamento
Ramón Lista, con 7.853 habitantes, lo que representa un 57,54% de la población total. En
segundo lugar, se encuentra el departamento Bermejo con 3.474 habitantes,
representando el 25%. Y en un tercer lugar se encuentra el departamento Matacos con
3.561 habitantes que representa el 24,92%.
Los departamentos con menor porcentaje de población originaria son: Pirané que
presenta solo el 1,75% (1.128 habitantes), el Departamento Formosa, que presenta una
población originaria de 4.543 habitantes, representando el 1,95% y el departamento
Pilcomayo que presenta una población de 2.954 personas originarias lo que representa el
3,49%.
Un tercer grupo con porcentajes que varían entre el 4 y 10% son: los departamentos de
Pilagás, que presenta una población de 771 habitantes originarios representando el
4,23%, el departamento Laishí presenta un porcentaje de 6,19% con una población
originaria de 1.054. Por último, el departamento Patiño tiene una población de 6.878, lo
que representa un 10,10%. Como se puede observar en el cuadro y gráfico.
CUADRO 4: PORCENTAJE DE POBLACIÓN ABORIGEN RESPECTO AL TOTAL
GENERAL PROVINCIAL POR DEPARTAMENTOS. AÑO 2010
POBLACIÓN POBLACIÓN PORCENTAJE DE POBLACIÓN
DEPARTAMENTOS
ABORIGEN TOTAL ABORIGEN
BERMEJO 3.474 13.872 25%
FORMOSA 4.543 232.747 1,95%
LAISHÍ 1.054 17.021 6,19%
MATACOS 3.561 14.291 24,92%
PATIÑO 6.878 68.124 10,10%
PILAGÁS 771 18.221 4,23%
PILCOMAYO 2.954 84.706 3,49%
PIRANÉ 1.128 64.393 1,75%
RAMÓN LISTA 7.853 13.648 57,54%
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
22

FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.

MAPA 6: PORCENTAJE DE POBLACIÓN ABORIGEN RESPECTO AL TOTAL GENERAL


PROVINCIAL, DISCRIMINADA POR DEPARTAMENTOS. AÑO 2010.

Teniendo en cuenta la población originaria por grandes grupos de edades, el mayor


número de habitantes se da en edades económicamente activa, es decir de 15 años a 64
años, con un total de 17.491 personas. El grupo de edades de 0 a 14 años, denominada
población pasiva transitoria, presenta una población de 13.947.
El grupo de edad con menor número de personas lo conforma la población pasivo
definitivo, con un total de 778 personas. Como se observa en el siguiente gráfico:
23
GRÁFICO 1: POBLACIÓN ORIGINARIA POR GRANDES GRUPOS DE EDADES. AÑO
2010

FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.

Si se compara la población originaria con la población total de la provincia, la población


originaria es mayor en población de 0-14 años, 43,3% frente a 31,5%, menor en el grupo
de 15 a 64 años 54,3% frente al 61,5 provincial; y menor en 65 años y más 2,4% frente al
7 % provincial. Como se observa en el siguiente cuadro.

CUADRO 5: POBLACIÓN TOTAL Y POBLACIÓN ORIGINARIA POR GRANDES


GRUPOS DE EDADES. AÑO 2010

GRUPO DE TOTAL
EDAD PROVINCIAL PORCENTAJE ORIGINARIA PORCENTAJE
0-14 166.980 31% 13.947 43%
15-64 326.120 62% 17.491 54%
65 y más 37.062 7% 778 2%
TOTAL 530.162 100% 32.216 100%
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
24
GRÁFICO 2: POBLACIÓN TOTAL Y POBLACIÓN ORIGINARIA POR GRANDES
GRUPOS DE EDADES DE LA PROVINCIA DE FORMOSA. AÑO 2010

FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.

POBLACIÓN ORIGINARIA POR SEXO. AÑO 2010

De los 32.216 habitantes de pueblos originarios, 16.417 habitantes son del sexo
masculino, representando el 51%. El resto de la población 15.799 son de sexo femenino,
las mismas representan el 49% de la población como se observa en el siguiente cuadro y
gráfico. Teniendo en cuenta sexo por departamentos, en todos los departamentos de la
Provincia de Formosa existe un mayor número de hombres sobre el número de mujer.

CUADRO 6: POBLACIÓN ORIGINARIA POR SEXO Y DEPARTAMENTO. AÑO 2010

Población aborigen discriminando sexo


DEPARTAMENTOS VARÓN MUJER TOTAL
BERMEJO 1.780 1.694 3.474
FORMOSA 2.241 2.302 4.543
LAISHÍ 540 514 1054
MATACOS 1.777 1.784 3.561
PATIÑO 3.583 3.295 6.878
PILAGÁS 392 379 771
PILCOMAYO 1.585 1.369 2.954
PIRANÉ 602 526 1.128
RAMÓN LISTA 3.917 3.936 7.853
25
TOTAL 16.417 15.799 32.216

FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.

GRÁFICO 3: POBLACIÓN ORIGINARIA POR SEXO Y DEPARTAMENTO. AÑO 2010

FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.

ÍNDICE DE ALFABETIZACIÓN DE LA POBLACIÓN ORIGINARIA DE LA PROVINCIA


DE FORMOSA. AÑO 2010

De los 32.216 habitantes pertenecientes a pueblos originarios en edad escolar (20.082


personas) que se encuentran en la provincia de Formosa, el 13% de la población es
analfabeta, es decir que no sabe leer ni escribir, lo que representa a un total de 2.888
personas y el 87% de la población (20.082 habitantes) son alfabetos como se puede
observar en el siguiente cuadro. Si se tiene en cuenta el sexo, existe un mayor número de
mujeres analfabetas en relación a los hombres.

SEXO ALFABETOS ANALFABETOS


MASCULINO 10.657 1.003
FEMENINO 9.425 1.885
Total 20.082 2.888
Total en
87% 13%
porcentajes
GRÁFICO 4: POBLACIÓN ORIGINARIA ALFABETA Y ANALFABETA DE LA
PROVINCIA DE FORMOSA. AÑO 2010
26

FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.

En referencia a la cuestión legal, la provincia de Formosa es una de las más avanzadas


en lo que respecta a legislación referida a pueblos aborígenes, ya que ha sancionado la
Ley Nº 426 del año 1984 (Ley Integral del Aborigen) y sus derechos están reconocidos en
los Artículos 79 y 93 Inciso 10 de la Constitución de la Provincia de Formosa. La
antedicha ley reconoce los derechos de los pueblos indígenas, teniendo como objeto la
preservación social y cultural de las comunidades aborígenes, la defensa de su patrimonio
y de sus tradiciones, el mejoramiento de sus condiciones económicas, acceso al régimen
jurídico que les garantice la propiedad de la tierra y de otros recursos productivos, como
así también el respeto a sus modos de organización tradicional, más allá que estas
comunidades quieran adoptar formas de organización de acuerdo a las leyes vigentes.
El Estado les reconoce asimismo a través de esta ley, la existencia legal como
comunidades y les otorga personería jurídica si así lo solicitaran. Además habilita a los
jueces a tener en cuenta sus usos y costumbres, otorgándoles el beneficio de la duda
atendiendo a su estado cultural cuando correspondiere.
En lo que corresponde al asentamiento de las comunidades indígenas, la ley
expresa que el asentamiento de las mismas atenderá en lo posible la posesión actual de
la tierra, y su traslado, en caso que correspondiera, deberá ser con expreso
consentimiento libre y voluntario de las comunidades implicadas.
Reconoce asimismo el derecho de las comunidades autóctonas a litigar por las
tierras que considere suyas y de las que posean títulos otorgados en algún momento por
el Estado Nacional o el Estado Provincial, y de las que por algún motivo les hayan sido
desposeídas.
También respecto a la adjudicación de tierras, habla esta ley sobre la adjudicación
gratuita de tierras en forma individual o colectiva, la que no podrá ser embargada,
arrendada a terceros, hipotecada y/o enajenada.
Asimismo, por intermedio de esta ley se crea el Instituto de Comunidades
Aborígenes (ICA), cuya finalidad es velar por los intereses de los pueblos indígenas y
hacer cumplir los derechos establecidos en esta ley.
El Instituto de Comunidades Aborígenes está facultado a realizar acciones a favor
de las comunidades indígenas en las áreas de Educación, Trabajo, Salud, Asistencia y
Seguridad Social, Tierra, Vivienda, Asuntos Jurídicos y otras, y está integrado por un
Presidente nombrado por el Poder Ejecutivo Nacional, y un Directorio conformado por tres
directores, uno por cada etnia (Toba Wichí y Pilagá) electos por los miembros de cada
27
una de ellas. A ellos se les suma un Consejo de Asesores Aborígenes, integrado por un
representante de cada comunidad, electos por cada una de ellas.

Los pueblos originarios de Formosa en la actualidad


Contrariamente a lo que manifiesta Carrasco (2.000-pp 9), desde hace décadas las
comunidades indígenas dejaron de ser mayoría en Formosa, es claro que las
intervenciones estatales nacionales, desde la época de la conformación territorial,
estuvieron enfocadas en exterminar al indio y ocupar sus tierras, reemplazando a la
población originaria por, como se expresaba en los textos de las leyes de colonización,
“razas laboriosas”. En su defecto, si no se lo exterminaba, había que domesticarlo y
utilizarlo como mano de obra barata cuasi “esclava” de ingenios, obrajes y chacras.
Si bien no hay registros de la cantidad de indígenas en territorio formoseño previos a la
década del 60, hay datos del Censo realizado durante 1.967-1.968, que, aunque no se
realizó en forma completa en los departamentos Ramón Lista y Matacos, brinda una idea
de la distribución espacial de los asentamientos o tierras ocupadas. Como se puede ver
en cuadro que sigue, los departamentos con mayor número de población indígena son:
Patiño, Ramón Lista, Matacos y Bermejo, situación, que salvo Patiño se mantiene hasta
hoy, pero como este censo no se completó, es probable que no se haya registrado a la
totalidad de aborígenes de los departamentos ya mencionados como incompletos. A nivel
nacional la población indígena según el censo incompleto se estimó 165.381 personas,
representando el 0,7% de la población total del país.
Para el 1970, la población total de la provincia de Formosa, ascendía a 234.0751, si se
tomara como referencia el censo indígena, la población originaria representaría el 3,4%,
pero se sabe que ese censo estuvo incompleto. En base a las estimaciones, Formosa
casi quintuplicaba la media nacional de esa época.
Los censos de 1.980 y 1.991, ni siquiera mencionan el tema indígena a pesar de que,
para este último, ya se habían sancionado leyes provinciales y la ley nacional sobre la
temática indígena. En los censos 2.001 y 2.010 se realiza la consulta sobre la pertenencia
e identidad a pueblos originarios, datos que se resumen en el siguiente cuadro:
2.001 2.010

PORCENTAJE PORCENTAJE
POBLACIÓN POBLACIÓN DE POBLACIÓN POBLACIÓN POBLACIÓN DE POBLACIÓN
DEPARTAMENTO ABORIGEN TOTAL ABORIGEN ABORIGEN TOTAL ABORIGEN

BERMEJO 4.866 12.616 38,60% 3.474 14.046 25%

FORMOSA 2.743 209.558 1,30% 4.543 234.354 1,95%

LAISHÍ 1.320 16.289 8,10% 1.054 17.063 6,19%

MATACOS 5.995 12.107 49,50% 3.561 14.375 24,92%

PATIÑO 12.070 64.197 18,80% 6.878 68.581 10,10%

PILAGÁS 550 17.417 3,10% 771 18.399 4,23%

PILCOMAYO 2.420 78.074 3,10% 2.954 85.024 3,49%

PIRANÉ 990 68.330 1,40% 1.128 64.566 1,75%

RAMÓN LISTA 7.084 10.917 64,90% 7.853 13.754 57,54%

TOTAL 38.038 489.505 7,80% 32.216 530.162 6,07%

1
Censo Nacional de Población 1.970. INDEC.
28

En el último censo2 estos tres pueblos originarios sumaron 32.216 personas,


representando el 6,10% de la población total de la provincia, los mismos se encuentran
distribuidos de manera irregular en el territorio provincial. Un 13% de esa población es
analfabeta, en donde las mujeres duplican en número a los varones. Como se puede
observar en el cuadro, hay evidente relación en las proporciones de población indígena en
los mismos departamentos que resultaron como mayor cantidad de aborígenes en el
primer CIN Censo Indígena Nacional, el único que no tiene relación de proporción es el
departamento Patiño, pero como se dijo antes, puede que Ramón Lista y Matacos,
justamente los de población mayoritariamente aborigen, no fueron censados en forma
completa. Entre los dos períodos intercensales, la provincia mantiene un porcentaje
similar en su población indígena que, si bien representa una minoría, desde el regreso de
la democracia en 1.983, en el caso de Formosa fue destinataria de acciones e
intervenciones del estado en forma específica con el fin de mejorar la situación de vida
que tenían e incluirlos plenamente en la sociedad.
La ley integral del aborigen abrió el camino integracionista en Formosa y a partir de allí al
país entero, esta ley hace un reconocimiento en el texto y también los hechos de los
derechos de los pueblos originarios, permitió al Estado disponer de herramientas para
intervenciones directas y beneficiosas para las comunidades. Y no se quedó allí, años
después, los derechos ganados tomaron jerarquía constitucional, en el año 1.991 la
Convención Constituyente, incorpora a la Carta Magna provincial el artículo 79 3, que fue
complemento del artículo 574 (incorporado en la sanción de la primera Constitución
Provincial de 1.957). El proceso de reconocimiento de derechos se quedó solo en la ley,
el preámbulo5 de la Constitución Provincial incorpora conceptos modernos de
pluriculturalidad y pone en valor la cultura de los pueblos originarios del territorio
formoseño, dejando al margen que estos pueblos sean una pequeña minoría dentro del
total de la población, como también lo pueden ser otros grupos ya sean de países
europeos o latinoamericanos. Es una clara apuesta no solo a la convivencia paralela de
culturas, sino a su integración y que además es la fuente de la identidad del pueblo
formoseño en su totalidad.
Con respecto a la tierra en propiedad comunitaria, han accedido a ella 116 comunidades
de la etnia Wichi, 50 comunidades de la etnia Toba y 26 comunidades de la etnia Pilagá,
sumando entre las tres, más de 300.000 hectáreas. Participan políticamente en el ICA,
Instituto de Comunidades Aborígenes el cual está integrado por 3 directores, uno por
etnia, organismo ante el cual se gestiona tanto la personería jurídica de las comunidades,
como la solicitud y/o reclamo por tierras.
En educación es el aspecto social de mayor relevancia, ya que la interculturalidad y el
bilingüismo están garantizados a la totalidad de los integrantes de las comunidades. Aquí,

2INDEC Censo 2010.


3
Constitución Provincial (1991) “Art. 79. La Provincia reconoce al aborigen su identidad étnica y cultural, siempre que con ello no se violen otros
derechos reconocidos en esta Constitución; y asegura el respeto y desarrollo social, cultural y económico de sus pueblos, así como su efectivo
protagonismo en la toma de decisiones que se vinculen con su realidad en la vida provincial y nacional. Asegura la propiedad de tierras aptas y
suficientes; las de carácter comunitario no podrán ser enajenadas ni embargadas. La utilización racional de los bosques existentes en las comunidades
aborígenes requerirá el consentimiento de éstos para su explotación por terceros y podrán ser aprovechados según sus usos y costumbres, conforme
con las leyes vigentes”.
4
Constitución Provincial (1957): “Art. 57: La Provincia promoverá el mejoramiento sanitario, económico, social y cultural de los grupos indígenas
que pueblan su territorio, y su efectiva incorporación a la vida nacional y provincial, asegurándoles la propiedad de la tierra donde residen para
equipararlos integralmente en derechos y obligaciones con el resto de los habitantes. La tierra que se les otorgue no podrá ser enajenada”.
5
Preámbulo de la Constitución de Formosa (2003) “Nos, el Pueblo de la Provincia de Formosa, a través de sus representantes, reunidos en
Convención Constituyente, con el objeto de plasmar el modelo formoseño para un proyecto provincial, reafirmando la auténtica identidad
multiétnica y pluricultural, garantizando el fortalecimiento de los poderes públicos, una mayor participación de los habitantes de la Provincia por sí
y a través de las organizaciones libres del pueblo, en la administración de la cosa pública y para constituir un estado federal moderno, bajo la forma
de gobierno representativa, republicana, democrático participativa y social, desde una concepción humanista y cristiana e invocando la protección
de Dios, fuente de toda razón y justicia, sancionamos la siguiente: Constitución de la Provincia de Formosa”.
29
también Formosa fue pionera, ya que elaboró los primeros planes de estudio de nivel
secundario en el país con enfoque intercultural y bilingüe. Esto dio paso a la formación de
maestros especiales modalidad aborigen MEMA y de profesores interculturales en los 4
niveles: inicial, primario, secundario y superior. Hasta el año 2.012 se registraban en
funcionamiento 442 unidades educativas interculturales y bilingües en las que trabajan
495 docentes indígenas.
En salud, las políticas provinciales indígenas están en el mismo marco que la salud en
general, donde la estrategia principal es la APS Atención Primaria de la Salud. Las
comunidades que tienen más de 700 integrantes cuentan con centro de salud u hospital
rural, con profesional médico y de enfermería, ambulancia y red de comunicación radial,
esto, con los agentes sanitarios indígenas y en algunos casos especiales con parteras
tradicionales indígenas. En el sistema de salud trabajan más de 200 agentes sanitarios
indígenas y 12 enfermeros/as indígenas universitarios, 1 licenciada en enfermería y 30
alumnos de distintas etnias estudiando la carrera de enfermería en la UNaF. Como dato
de la mejora en salud, en 1.985 la tasa de mortalidad infantil aborigen era de 131/1000
nacidos vivos, la tasa provincial era de más de 23/1000, en la actualidad la tasa de
mortalidad infantil aborigen se redujo en un 85% y la provincial se redujo un poco más de
un 30%. Ambos indicadores siguen estando entre los más altos del país, pero se debe
medir el esfuerzo, la complejidad y los recursos humanos y económicos que implicaron el
logro de esta mejora.
Respecto de las actividades productivas, se promovió el aprovechamiento de los recursos
del monte, que fue siempre fuente de vida de estos pueblos, según datos de 2012 en el
departamento Ramón Lista practican la apicultura 69 productores wichí que tienen en total
1280 colmenas que producen 30.000 kg de miel para el mercado interno y de exportación
y entre 9 y 12.000 kg de miel que comercializan localmente. En total hay más de 200
productores y más de 3000 colmenas entre las tres etnias.
Existen más de 740 artesanos en asociaciones, los que se forman en talleres para
mejorar la calidad y el volumen de producción, utilizan palma, chaguar y lana, las que son
decorados con tintes naturales del monte. Han logrado trabajar su tierra (ninguna de las
etnias era tradicionalmente agricultora), si bien lo hacen para el autoconsumo, la
incorporación de la práctica agrícola y/o ganadera a sus costumbres es un beneficio para
ellos, teniendo hoy unas 1.500 hectáreas con distintos cultivos a lo que se suma la cría de
ganado. Para preservar el monte al año 2012 se llevaban implantados más de 400.000
plantines de algarrobo, del cual cosechan la chaucha para producir harina de algarrobo
que es la base de la alimentación de las comunidades.
En cuanto a servicios, todas las comunidades tienen acceso al agua potable a pesar de la
dificultad para construir la infraestructura que se requiere ya que se trata de espacios
rurales con gran dispersión de los asentamientos en su gran mayoría. El Instituto
Provincial de la Vivienda construye un modelo de vivienda especialmente diseñado en
función de la cultura aborigen, quienes participan de los procesos de adjudicaciones al
igual que el resto de la población. Entre 1995 y 2015 se construyeron y entregaron 2.102
viviendas aborígenes.
30
POBLACIÓN ORIGINARIA EN LA PROVINCIAS QUE INTEGRAN LA REGIÓN DEL
NEA

Provincia de Chaco

Del total de la población de la Provincia de Chaco (1.055.337 habitantes) 41.304


habitantes pertenecen a pueblos originarios, representando el 3,9% de la población total.
Los mismos se encuentran distribuidos de manera irregular en el territorio provincial.
Como se puede observar en el cuadro, el departamento con mayor porcentaje de
población originaria es el departamento General Güemes con un número de 12.470, lo
que representa el 18,73% en relación con la población total.
En segundo lugar, se encuentra el departamento 25 de Mayo, con una población de
3.828, representando el 13%. Y en un tercer lugar se encuentra el departamento
Libertador General San Martín 7.035 habitantes que representa el 11,97%. Como se
puede observar en la siguiente tabla:

CUADRO 7: POBLACIÓN ORIGINARIA POR DEPARTAMENTO. PROVINCIA DE


CHACO. AÑO 2010
CHACO
POBLACIÓN
DEPARTAMENTO ABORIGEN PORCENTAJE
Almirante Brown 143 0,42
Bermejo 1.359 5,46
Comandante Fernández 1.186 1,24
Chacabuco 759 2,5
12 de Octubre 117 0,53
2 de Abril 8 0,11
Fray Justo Santa María de Oro 64 0,54
General Belgrano 48 0,4
General Donovan 188 1,4
General Güemes 12.470 18,73
Independencia 57 0,26
Libertad 407 3,35
Libertador General San Martín 7.035 11,96
Maipú 861 3,41
Mayor Luis J. Fontana 1.657 3,03
9 de Julio 310 1,09
O'Higgins 755 3,75
Presidencia de la Plaza 84 0,68
1ro de Mayo 184 1,79
Quitilipi 2.016 5,93
San Fernando 7.128 1,84
San Lorenzo 404 2,76
Sargento Cabral 71 0,45
Tapenagá 165 4,03
25 de Mayo 3.828 13,13
TOTAL 41304 3,9%
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
31

MAPA 7: PORCENTAJE DE POBLACIÓN ORIGINARIA EN LA PROVINCIA DE CHACO


POR DEPARTAMENTO

En el siguiente gráfico de barras, se puede observar la distribución de los habitantes de


pueblos originarios en los distintos departamentos de la Provincia de Chaco, sin tener en
cuenta la relación con la población total.

GRÁFICO 5: POBLACIÓN ORIGINARIA POR DEPARTAMENTO. PROVINCIA DE


CHACO. AÑO 2010
32

Población Originaria de la Provincia de Chaco


por Departamento
14000
12000
10000
8000
6000
4000
2000
0

Libertador General San…


Fray Justo Santa María…
Bermejo

9 de Julio
Chacabuco

Independencia

O'Higgins

Sargento Cabral
Quitilipi

Tapenagá
Libertad

Maipú

San Fernando
Almirante Brown

2 de Abril

General Belgrano

General Güemes

1ro de Mayo

San Lorenzo

25 de Mayo
Comandante Fernández

12 de Octubre

General Donovan

Mayor Luis J. Fontana

Presidencia de la Plaza
De esta manera, el departamento con mayor número de personas originarias es el
departamento General Güemes, en segundo lugar el departamento San Fernando y en un
tercer lugar se encuentra el departamento Libertador General San Martín.

Provincia de Misiones
En lo que respecta a la provincia de Misiones, el número de habitantes de pueblos
originarios es menor en relación con las Provincia de Chaco y Formosa. Cuenta con un
total de 1.097.829 personas, de las cuales 12.311 habitantes pertenecen a pueblos
originarios, lo que representa el 1,11% de la población total.
Relacionando con la población total, el departamento con mayor porcentaje de personas
originarias es el Departamento San Pedro con un número de 770 habitantes, lo que
representa un 2,49%. En un segundo lugar se encuentra el departamento Guaraní con
1.496 personas de pueblos originarios, representando un 2,17. E resto de los
departamentos presentan un porcentaje entre 0,4 a 2% como se puede observar en la
siguiente tabla
CUADRO 8: POBLACIÓN ORIGINARIA POR DEPARTAMENTO. PROVINCIA DE
MISIONES. AÑO 2010

MISIONES
Población
Departamento Aborigen Porcentaje
Apóstoles 198 0,47
Cainguás 420 0,79
Candelaria 311 1,17
Capital 2.139 0,66
Concepción 105 1,1
El Dorado 613 0,79
General Manuel Belgrano 618 1,45
Guaraní 1.469 2,17
Iguazú 1.911 2,4
33
Leandro N. Alem 273 0,61
Libertador General San Martín 2.032 4,4
Montecarlo 461 1,26
Oberá 459 0,43
San Ignacio 146 0,7
San Pedro 770 2,49
25 de Mayo 386 1,4
TOTAL 12311 1,11%
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.

MAPA 8: PORCENTAJE DE POBLACIÓN ORIGINARIA EN LA PROVINCIA DE


MISIONES POR DEPARTAMENTO

Si se tiene en cuenta solo el número personas originarias sin relacionar con el total, la
población se comporta de la siguiente manera:
34
GRÁFICO 6: POBLACIÓN ORIGINARIA POR DEPARTAMENTO. PROVINCIA DE
MISIONES. AÑO 2010

Población originaria de la Provincia de


Misiones por Departamento
2500
2000
1500
1000
500
0

Como se observa en el gráfico, el departamento con mayor población aborigen es el


departamento capital con 2.139 habitantes. En un segundo lugar el departamento
Libertador General San Martín con 2.032 habitantes y en tercer lugar se encuentra el
departamento Iguazú con un total de 1.911 habitantes originarios

Provincia de Corrientes
Del total de población que presenta la provincia de Corrientes (992.259), solo 5.129
habitantes pertenecen a pueblos originarios, lo que representa un 0,59% de la población
total.
El departamento con mayor porcentaje de población aborigen es el departamento de
Berón de Astrada con un 1,24%, el resto de los departamentos presentan un porcentaje
de 0,3 a 0,9%
CUADRO 9: POBLACIÓN ORIGINARIA POR DEPARTAMENTO. PROVINCIA DE
CORRIENTES. AÑO 2010

CORRIENTES
POBLACIÓN
DEPARTAMENTO ABORIGEN PORCENTAJE
Bella Vista 161 0,43
Berón de Astrada 30 1,24
Capital 1.921 0,54
Concepción 72 0,34
Curuzú Cuatiá 204 0,46
Empedrado 80 0,53
Esquina 117 0,38
General Alvear 46 0,59
General Paz 34 0,23
Goya 407 0,46
Itatí 53 0,59
Ituzaingó 277 0,9
35
Lavalle 117 0,41
Mburucuyá 29 0,32
Mercedes 168 0,42
Monte Caseros 175 0,49
Paso de los Libres 352 0,73
Saladas 56 0,25
San Cosme 50 0,35
San Luis del 38 0,22
Palmar
San Martín 73 0,57
San Miguel 158 1,52
San Roque 38 0,21
Santo Tomé 419 0,69
Sauce 54 0,6
TOTAL 5129 0,59%
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.

MAPA 9: PORCENTAJE DE POBLACIÓN ORIGINARIA EN LA PROVINCIA DE


CORRIENTES POR DEPARTAMENTO
36

Si se tiene en cuenta el número de personas originarias sin relacionar con el total de


habitantes, la población se comporta de la siguiente manera:

GRÁFICO 7: POBLACIÓN ORIGINARIA POR DEPARTAMENTO. PROVINCIA DE


CORRIENTES. AÑO 2010

Población originaria de la Provincia de


Corrintes por Departamento
2000
1500
1000
500
0

San Luis del…


Lavalle

Monte Caseros
Itatí

San Cosme
Mercedes
General Alvear

Ituzaingó
Bella Vista

Mburucuyá

San Miguel
Esquina

San Roque
Berón de Astrada

General Paz
Empedrado
Concepción

Sauce
Capital

Curuzú Cuatiá

Saladas

Santo Tomé
Goya

San Martín
Paso de los Libres

Como se observa en el gráfico, el departamento con mayor número de personas


originarias es el departamento Capital. En un segundo lugar se encuentra el
departamento Santo Tomé.

Teniendo en cuenta las cuatro provincias que integran la Región del Nea, se puede
establecer que la población con mayor número de habitantes pertenecientes a pueblos
originarios es la provincia de Chaco con 41.304 personas y en segundo lugar se
encuentra la Provincia de Formosa con 32.216 habitantes.
Con respecto al número de personas originaria en relación a la población total, la
provincia que presenta mayor porcentaje es Formosa con un 6, 10 %. En un segundo
lugar se encuentra la Provincia de Chaco con un 3,9%
37

FIG. 3: MUJERES Y NIÑOS ABORÍGENES DE LA ETNIA TOBA POSANDO CON UNA


MISIONERA BLANCA
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES DE INFORMACIÓN

AUTORES VARIOS. Historia Visual Argentina. Los pueblos indígenas a la hora de la


conquista. Editorial Clarín. Fascículo 3. Tomo 1. Buenos Aires. 2003.
ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE PRIETO,
Alba. Historia del Chaco. Editorial Diome. Resistencia. 1987.
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Anales del XXII Encuentro de Geohistoria Regional. IIGHI- Conicet. Resistencia. 2002.
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INDEC.
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MAEDER, Ernesto J. A y GUTIÉRREZ, Ramón. Atlas Histórico del Nordeste Argentino.
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Nacional del Nordeste. Resistencia. 1995.
KERSTEN, Ludwing. Las tribus indígenas del Gran Chaco hasta fines del siglo XVIII. Una
contribución a la etnografía Histórica de Sudamérica. Departamento de Historia. Facultad
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PALAVECINO, Enrique. Las culturas aborígenes del Chaco. En Historia de la Nación
Argentina. Tomo 1. Capítulo VI. Academia Nacional de la Historia. 1939.
38
CONTE, R., GUZMÁN, C.; KALAFATTICH, S.; (2.012). Cuadernos para el Fortalecimiento
de Contenidos en Geografía. IPP Instituto Pedagógico Provincial “Justicia Social”.
Gobierno de la Provincia de Formosa.
PASTOR, PATRICIA G. (2017). Indigenismo en Formosa y la sanción de la ley provincial
del aborigen. Movimientos indígenas, cronología y antecedentes para el análisis.
Documento de trabajo en Doctorado en Ciencia Política. Universidad de Belgrano. Buenos
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PASTOR, P.; ZIESENISS, C.; TOKARCHUK, D. y otros (2019). Atlas de Procesos
Territoriales en la Provincia de Formosa. Asociación de Geógrafos de Formosa GeoFor y
Gobierno de Formosa. Formosa-Argentina.
PASTOR, P.; ZIESENISS, C.; TOKARCHUK, D. y otros (2019). Procesos Territoriales en
la Provincia de Formosa. Asociación de Geógrafos de Formosa GeoFor y Gobierno de
Formosa. Formosa-Argentina.
GOBIERNO DE FORMOSA. (2.012). Informe Políticas Indígenas en la Provincia de
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https://www.formosa.gob.ar/media/destacados/informe_politicas_indigenas_provincia_for
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MURACCIOLE, Federico, MARTINEZ, Micaela y MILLENAAR, Nahuel. (2.015). Política y
Etnicidad. Estado, agentes globales y proyectos políticos. Las políticas indígenas en la
provincia de Formosa. Formosa. Argentina. Edición del autor.
http://www.altaalegremia.com.ar/Archivos-Website//POLITICA_y_ETNICIDAD.pdf

FUENTES CARTOGRÁFICAS

MAPA 1: PRINCIPALES YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS PREHISPÁNICOS


EN LA PROVINCIA DE FORMOSA. Fuente: DE FEO, C.- CALANDRA, H.- SALCEDA, S.-
SANTINI, M.- AGUIRRE, B.- LAMENZA, G.- LANCIOTTI, M.- DEL PAPA, L. y PORTERIE,
A. Localización espacial y caracterización cultural de sitios arqueológicos del Gran Chaco
Meridional. En Anales del XXII Encuentro de Geohistoria Regional. IIGHI-CONICET.
Resistencia. 2003. Pág. 132.
MAPA 2: PRINCIPALES CORRIENTES POBLADORAS PREHISTÓRICAS EN LA
PROVINCIA DE FORMOSA. Fuente: MAEDER, Ernesto J. A y GUTIÉRREZ, Ramón.
Atlas Histórico del Nordeste Argentino. Instituto de Investigaciones Geohistóricas. (IIGHI)
Fundanort- Conicet. Universidad Nacional del Nordeste. Resistencia. 1995. Pp. 29.
Adaptación propia.
MAPA 3: LOCALIZACIÓN DE LOS PRINCIPALES GRUPOS ABORÍGENES EN LA
PROVINCIA DE FORMOSA HASTA MEDIADOS DEL SIGLO XVIII. Fuente: CARTA
HISTÓRICA Y ETNOGRÁFICA DEL GRAN CHACO. En KERSTEN, Ludwing. Las tribus
indígenas del Gran Chaco hasta fines del siglo XVIII. Una contribución a la etnografía
Histórica de Sudamérica. Departamento de Historia. Facultad de Humanidades.
Universidad Nacional del Nordeste. Resistencia. 1968. Página 41. Adaptación propia.
MAPA 4: LOCALIZACIÓN DE LOS PRINCIPALES ETNIAS ABORÍGENES EN LA
PROVINCIA DE FORMOSA EN LA ACTUALIDAD. Fuente: CENSO NACIONAL
INDÍGENA. 1967-1968. Secretaría de Estado de Gobierno. Ministerio del Interior de la
República Argentina. En Censo Nacional de Población y Vivienda. 1980. INDEC.
MAPA 5: PORCENTAJE DE POBLACIÓN ABORIGEN RESPECTO AL TOTAL
GENERAL PROVINCIAL, DISCRIMINADA POR DEPARTAMENTOS. AÑO 2001. Fuente:
Elaboración propia.
39
ÍNDICE DE FIGURAS

FIGURA 1: ARMAS DE ABORÍGENES CHAQUENSES EN LA ÉPOCA


PREHISTÁNICA. Fuente: ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y
DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Historia del Chaco. Editorial Dione. Resistencia. 1987.
Página 21.
FIGURA 2: DIBUJOS CHAQUENSES SOBRE CALABAZAS. Fuente:
ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE PRIETO,
Alba. Historia del Chaco. Editorial Dione. Resistencia. 1987. Página 24.
FIGURA 3: MUJERES Y NIÑOS ABORÍGENES DE LA ETNIA TOBA POSANDO
CON UNA MISIONERA BLANCA. Fuente: Gentileza de la Lic. Karina Giménez.

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