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UNIDAD 2 v2 Poblamiento Originario
UNIDAD 2 v2 Poblamiento Originario
UNIDAD Nº 2
CONTENIDOS
El poblamiento primigenio. La población prehistórica. Las principales corrientes de
poblamiento humano.
Los principales grupos raciales que habitaron el territorio formoseño. Pámpidos o
Patagónicos. Sonóridos o Huárpidos.
Los aborígenes chaquenses hasta fines del siglo XVIII. Clasificación de los aborígenes en
la época de la Conquista. Las principales familias lingüísticas. Los Guaycurúes: Tobas,
Mocovíes, Abipones, Pilagáes, Mbayáes, Payaguáes. Los Matacos- Maccá: Matacos,
Chorotis, Maccáes, Ashluslay.
Principales características etnográficas: sociales, culturales, económicas y religiosas de
los aborígenes chaquenses.
Los pueblos aborígenes de la provincia de Formosa en la actualidad.
Los pueblos aborígenes en la Región del NEA.
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EL POBLAMIENTO PREHISTÓRICO
Volviendo a la obra del Dr. Ernesto J. A. Maeder, el Atlas Histórico del Nordeste,
éste realiza en él una clasificación de las primitivas corrientes de poblamiento en base a la
consideración de tres parámetros a saber:
Por otra parte, de acuerdo a lo expresado por Marcos Altamirano, Cirilo Sbardella y
Alba Dellamea de Prieto, con respecto a la región chaqueña, la más primitiva población
que la habitó debió ser de origen Huárpido, y sus características físicas habían perdurado
entre los Lule-Vilelas del Chaco Occidental. En una época posterior, ocuparon esta
región, procedentes del sur un pueblo o una serie de pueblos con una economía de
grandes cazadores, guerreros y de recia contextura física: los Pámpidos o Patagónidos.
De esta corriente migratoria procederían básicamente los pueblos pertenecientes a la
gran familia étnica y lingüística denominada Guaycurú, que comprende a los Tobas,
Mocovíes, Abipones, Pilagáes, Mbayáes, Payaguáes y otros. (ALTAMIRANO, Marcos
Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Historia del Chaco.
Editorial Dione. Resistencia. 1987. Pág. 13)
Ante todo, y en rigor de la verdad, debemos realizar una aclaración respecto a los
criterios utilizados para clasificar los diversos pueblos aborígenes que poblaron nuestro
territorio. A tales efectos, debemos decir que existen por lo menos dos posturas en cuanto
a esta cuestión.
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Por un lado tenemos autores –sobre todo historiadores- que utilizan para clasificar
y establecer similitudes y diferencias entre los diversos pueblos aborígenes chaquenses,
criterios etnográficos, antropológicos y/o etnohistóricos a los que podríamos considerar
“clásicos”, consistentes en aplicar una taxonomía de una Etnografía moldeada en las
Ciencias Naturales a los distintos grupos sociales aborígenes.
Este criterio taxonómico, por supuesto, facilitó el agrupamiento de diferentes
sociedades indígenas de acuerdo a características comunes (sobre todo referentes a
caracteres biológicos, lingüísticos y culturales).
Esta postura, no es aceptada por otros antropólogos y científicos de disciplinas
afines, que la consideran etnocéntrica y con visión europea y colonial.
A nuestros fines hemos decidido –para facilitar su localización y distribución
espacial- trabajar con la postura etnohistórica clásica de clasificación de los pueblos
aborígenes, tomando como parámetro la correspondencia lingüística.
Según lo expresado por Ludwing Kersten, por razones prácticas es recomendable
clasificar las numerosas tribus chaqueñas mediante la correspondencia lingüística, para
de esa manera y con esa base considerar la evolución histórica de estos pueblos y fijar
las condiciones históricas y etnográficas de los mismos.
Como en ninguna parte se ha llegado a la formación de nacionalidades definidas, ni
a la formación de estados, y dada también la uniformidad de los datos físicos–
antropológicos y de los bienes culturales, la correspondencia lingüística resta como único
principio de clasificación. (KERSTEN, Ludwing. Las tribus indígenas del Gran Chaco
hasta fines del siglo XVIII. Una contribución a la etnografía Histórica de Sudamérica.
Departamento de Historia. Facultad de Humanidades. Universidad Nacional del Nordeste.
Resistencia. 1968. Pág. 37.)
De acuerdo a este método de clasificación, Ludwing Kersten reconoce en la Región
Chaqueña en general ocho grandes grupos lingüísticos, de los cuales sólo vamos a
diferenciar dos que nos interesan en particular –ya que los mismos habitaban en territorio
formoseño- y que son:
Economía:
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La generalidad de los autores está de acuerdo en que la base de la economía de
los pueblos chaquenses, estaba dada por la recolección de frutos silvestres, la caza y la
pesca. La agricultura se practicaba en forma muy rudimentaria y en poca escala. Entre los
grupos Matacos se producía el acondicionamiento de su economía al medio en que
habitaban: las tribus que vivían en los bosques practicaban la caza y los que moraban en
la ribera de los ríos se dedicaban a la pesca durante casi todo el año.
Los frutos silvestres más buscados durante la tarea de recolección eran la
algarroba, el chañar, el molle, la tusca, frutos de tuna, porotos del monte, tasi, como
también diversas raíces y cogollos de palmeras.
La labor de recolección estaba a cargo de las mujeres, quienes partían por la
mañana en pequeños grupos, se dedicaban a la exploración sistemática y por sectores de
los alrededores de la toldería, de modo que en el término de un mes hubieran recorrido
los cuatro puntos cardinales hasta una jornada de distancia, a partir del lugar de
residencia. La recolección era la principal actividad de los Matacos, siendo la caza y el
cultivo actividades secundarias. La algarroba, que madura de noviembre a febrero era el
principal alimento, pues este período junto con el de la pesca intensiva de los meses de
abril a junio, constituían la época de mayor abundancia de alimentos.
Es importante señalar que la recolección de algarroba en el período de su
fructificación no estaba destinada exclusivamente a cubrir las necesidades del consumo
inmediato, sino que una parte considerable era almacenada en trojas que construían junto
a las viviendas, en previsión de los períodos de escasez.
Los Matacos eran también muy aficionados a la miel silvestre de la cual conocían
16 clases distintas; su extracción requería cierta habilidad pues frecuentemente debían
trepar a los árboles altos y llenar sus calabazas o bolsas de cuero sin perder el precioso
líquido. (ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE
PRIETO, Alba. Historia del Chaco. Editorial Dione. Resistencia. 1987. Pp. 21-23)
Respecto a una de las actividades económicas más practicadas por los Matacos, la
pesca, estos autores dicen lo siguiente:
La pesca ocupaba un lugar importante en la economía de aquellos pueblos que
habitaban la ribera de los grandes ríos como el Bermejo o el Pilcomayo. Su práctica se
efectuaba de diversas maneras. Por medio de un arpón que consistía en una vara de 5
metros, en cuyo extremo estaba atada una varilla en la que descansaba flojamente la
punta del arpón, hecho del extremo agudo de un cuerno de vacuno. Esta punta se hallaba
sujeta a la mano del pescador por medio de una cuerda que corría a lo largo de un palo.
Una vez lanzado el artefacto contra la presa, el arpón penetraba en la carne del pez y se
desprendía del palo. El pescador dejada desenrollar la cuerda que tenía en la mano y
luego atraía a la presa con breves tirones.
FIG. 1. ARMAS DE ABORÍGENES CHAQUENSES
Vivienda:
Por otra parte y respecto a sus viviendas y al mobiliario que en ellas se encontraba,
los grupos Matacos construían chozas cupulares hemisféricas de planta circular, cuyas
dimensiones eran de 2 o 3 metros de diámetro….. entre los Matacos cada choza
albergaba una sola familia y el conjunto de viviendas no guardaba orden alguno.
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Respecto al tipo de vivienda, el armazón de las viviendas entre los Matacos
consistía tradicionalmente en ramas encorvadas que se cubrían de paja dejando un
espacio abierto para la entrada. Posteriormente se adoptó, tal vez por vía de préstamo, el
caballete como elemento principal sobre el cual se asentaron el ramaje o la paja.
El moblaje era precario. Bolsas de caraguatá conteniendo utensillos pendían de
horquetas clavadas en el piso. La cama era un cuero tendido en el suelo; vasijas de barro
que contenían agua colgaban de las paredes o se amontonaban en un rincón.
Las armas se acomodaban entre la paja de la techumbre.
Asimismo, estos autores describen las viviendas de los Guacurúes diciendo que
consistía simplemente en dos esteras desarmables y portables que utilizaban como
paravientos. Este tipo de vivienda que no desapareció del todo, fue reemplazado por otro
consistente en armazones de ramas cubiertas con paja, de planta ovoide de 2 a 3 metros
de ancho por 15 metros de largo. (ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo
Ramón y DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Op. Cit. Pág. 24)
Es interesante destacar que entre el grupo de chozas quedaba siempre un espacio
libre donde jugaban los niños, se realizaban los bailes y en ocasiones las borracheras
colectivas. (ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE
PRIETO, Alba. Op. Cit. Pág. 25)
Palavecino expresa, respecto a la localización de las aldeas, que para la erección
de las aldeas se tienen en cuenta tres condiciones fundamentales, a saber: la proximidad
de aguas potables, la abundancia de pesca o caza en el lugar, y la seguridad. Esta última
se obtiene buscando lugares donde la visibilidad es escasa, o las entradas son pocas y de
fácil vigilancia. (PALAVECINO, Enrique. Las culturas aborígenes del Chaco. En Historia
de la Nación Argentina. Tomo 1. Capítulo VI. Academia Nacional de la Historia. 1939.
Pág. 404)
Vestimenta y ornamenta:
Respecto a la vestimenta, los autores nos dicen que La vestimenta de los Matacos
y Guaycurúes no difería mucho. La prenda típica usada desde época muy antigua era el
manto de pieles de origen patagónico. Consistía en varios cueros de nutria, venado o
zorro cosidos entre sí con el pelo hacia adentro y la parte exterior decoradas con figuras
geométricas negras y rojas.
Por influencias andinas fue usado el manto de lana especialmente por los hombres.
Esta prenda se llevaba sujeta por medio de una faja de lana tejida. Las mujeres por su
parte usaban un trozo de piel sujeta por un cinturón del mismo material. Posteriormente
también esta prenda fue confeccionada con tejidos de lana, caraguatá o algodón.
Entre los Matacos era común el uso de una camiseta tejida al crochet con fibras de
caraguatá.
Completaban la vestimenta de estos pueblos vinchas de color, aderezos de plumas
en la cabeza y en los tobillos, además mocasines cuyo uso era frecuente entre los
Pilagáes y la ojota de cuero de vaca o tapir de origen andino. Eran muy aficionados al
tatuaje facial y a las pinturas corporales. Entre sus adornos característicos se contaban el
tarugo cilíndrico en el lóbulo de la oreja y el barbote en el labio inferior, también llamado
tembeta por los Guaraníes (barbilla) (ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo
Ramón y DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Op. Cit. Pág. 25)
Las mujeres utilizaban pulseras de cuero con aplicaciones de hojalatas y collares
de semillas, discos de conchas o dientes de animales.
La técnica más primitiva en el tejido de los Matacos era la que empleaba fibra de la
hoja de caraguatá. Una vez extraída dicha fibra se retorcía en cordones de diferentes
grosores, para confeccionar luego prendas al crochet (bolsas y camisas). También
utilizaban hilos teñidos para realizar dibujos decorativos. Estas prendas eran elaboradas
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en telares muy primitivos, de procedencia andina, confeccionándose asimismo ponchos y
fajas de fina terminación.
Entre los indios del Chaco los hombres son muy inclinados a adornarse. El cabello
lo llevan cortado a nivel de las cejas; dos largos mechones, a manera de patillas,
encuadran el rostro llegando a veces hasta el borde inferior de la mandíbula; en algunos
casos el resto del cabello lo llevan atado sobre la nuca en un solo mechón, con
cordoncillos o cintas de lana, a veces terminados en borlas….
Los adornos de plumas para el cabello eran de tres tipos: penachos de plumas de
avestruz o de garzas, que se atan con el mechón trasero del cabello, otros penachos
cortos, de plumas recortadas, y que afectan la forma de una brocha de afeitar nuestra, se
usa del mismo modo, siendo el tercer tipo la diadema de plumas, ligadas por el cañón a
un doble cordón de hilo de caraguatá. (PALAVECINO, Enrique. Op. Cit. Pág. 408)
Los hombres también utilizaban en los tobillos y en las muñecas adornos de
plumas de avestruz.
Según Palavecino y
respecto a las piezas de
alfarería, las mujeres de los
indios del Chaco fabrican, por
el conocido procedimiento del
rodete espiral, piezas de
alfarería de distinta forma,
según el uso a que están
destinadas; la forma más
difundida es la subglobular, con
un cuello estrecho y dos asas
pequeñas por las cuales pasa
una cuerda para el transporte;
son los botijos para llevar agua
y los fabrican de todos
tamaños.
FIG. 2: DIBUJOS DE ABORÍGENES CHAQUENSES SOBRE CALABAZAS
Organización social:
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Por otra parte y refiriéndose a su conformación social la familia era de base
monogámica, aunque los caciques acostumbraban a tener dos o tres mujeres de diferente
edad. La mujer tomaba generalmente la iniciativa en las relaciones amorosas con el
hombre y pese a que no le estaba vedada la vida sexual antes del matrimonio, una vez
casada permanecía por lo general fiel a su marido….
La organización social de los pueblos aborígenes chaqueños estaba basada en
el cacicazgo hereditario. No obstante, su estructura no era muy coherente puesto que el
cacique detentaba en tiempos de paz un poder limitado. Todas sus decisiones debían ser
consultadas previamente con los jefes de las familias. Además la sucesión recaía en el
hijo mayor o pariente cercano del cacique siempre que fueran considerados aptos para
ejercer el mando. De no ser así se elegía cacique a aquel que reunía las siguientes
condiciones: conocer los lugares de caza y pesca y destacarse por su habilidad y arrojo.
La propiedad de la tierra era comunitaria y las tribus se distribuían los respectivos
territorios de caza. (ALTAMIRANO, Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y
DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Op. Cit. Pág. 26)
Respecto a su vida social, cuando un hombre pretendía a una mujer, entre los
Tobas era común que el pretendiente se presentara en casa de la pretendida mostrando
los productos de su caza, para hacer ver que podía mantener a mujer. (ALTAMIRANO,
Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Op. Cit.
Pág. 24)
También la base familiar Guaycurú –al igual que la de los Matacos- era
monogámica. La crianza de los hijos está descripta por estos autores así: La educación
del niño estaba destinada a prepararlo para la vida adulta. Con ese fin aprendía el manejo
de las armas y la práctica de la caza y de la pesca; así se fortalecía para soportar los
rigores del medio y las privaciones. La niña acompañaba a su madre a todas partes y
aprendía a sobrellevar las tareas domésticas de la mujer de la tribu. (ALTAMIRANO,
Marcos Antonio, SBARDELLA, Cirilo Ramón y DELLAMEA DE PRIETO, Alba. Op. Cit.
Pág. 24)
Religión:
Aquí podemos apreciar que los departamentos con mayor porcentaje de población
aborigen respecto al total poblacional son Ramón Lista, con un 64,9% de población
primigenia y Matacos, con casi el 50% de su población total compuesta por aborígenes.
Los departamentos que presentan menores índices de población indígena son
Formosa y Pirané, con 1,3% y 1,4% respectivamente.
Sintetizando, podemos decir que el 7,8% de la población de la provincia de
Formosa se compone de individuos pertenecientes a las tres comunidades aborígenes
predominantes.
En el mapa que a continuación presentamos se pueden apreciar dichos
porcentajes.
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2001. Provincia de Formosa.
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MAPA 5: PORCENTAJE DE POBLACIÓN ABORIGEN RESPECTO AL TOTAL GENERAL
PROVINCIAL, DISCRIMINADA POR DEPARTAMENTOS. AÑO 2001.
Por último, teniendo en cuenta los datos del INDEC. Censo Nacional de Población y
Vivienda. Año 2010, del total de la población de la Provincia de Formosa (530.162
habitantes) 32.216 habitantes pertenecen a pueblos originarios, representando el 6,10%
de la población, los mismos se encuentran distribuidos de manera irregular en el territorio
provincial. Como se puede observar en el siguiente cuadro, el departamento con mayor
porcentaje de población originaria (relacionando con población total) es el departamento
Ramón Lista, con 7.853 habitantes, lo que representa un 57,54% de la población total. En
segundo lugar, se encuentra el departamento Bermejo con 3.474 habitantes,
representando el 25%. Y en un tercer lugar se encuentra el departamento Matacos con
3.561 habitantes que representa el 24,92%.
Los departamentos con menor porcentaje de población originaria son: Pirané que
presenta solo el 1,75% (1.128 habitantes), el Departamento Formosa, que presenta una
población originaria de 4.543 habitantes, representando el 1,95% y el departamento
Pilcomayo que presenta una población de 2.954 personas originarias lo que representa el
3,49%.
Un tercer grupo con porcentajes que varían entre el 4 y 10% son: los departamentos de
Pilagás, que presenta una población de 771 habitantes originarios representando el
4,23%, el departamento Laishí presenta un porcentaje de 6,19% con una población
originaria de 1.054. Por último, el departamento Patiño tiene una población de 6.878, lo
que representa un 10,10%. Como se puede observar en el cuadro y gráfico.
CUADRO 4: PORCENTAJE DE POBLACIÓN ABORIGEN RESPECTO AL TOTAL
GENERAL PROVINCIAL POR DEPARTAMENTOS. AÑO 2010
POBLACIÓN POBLACIÓN PORCENTAJE DE POBLACIÓN
DEPARTAMENTOS
ABORIGEN TOTAL ABORIGEN
BERMEJO 3.474 13.872 25%
FORMOSA 4.543 232.747 1,95%
LAISHÍ 1.054 17.021 6,19%
MATACOS 3.561 14.291 24,92%
PATIÑO 6.878 68.124 10,10%
PILAGÁS 771 18.221 4,23%
PILCOMAYO 2.954 84.706 3,49%
PIRANÉ 1.128 64.393 1,75%
RAMÓN LISTA 7.853 13.648 57,54%
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
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FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
GRUPO DE TOTAL
EDAD PROVINCIAL PORCENTAJE ORIGINARIA PORCENTAJE
0-14 166.980 31% 13.947 43%
15-64 326.120 62% 17.491 54%
65 y más 37.062 7% 778 2%
TOTAL 530.162 100% 32.216 100%
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
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GRÁFICO 2: POBLACIÓN TOTAL Y POBLACIÓN ORIGINARIA POR GRANDES
GRUPOS DE EDADES DE LA PROVINCIA DE FORMOSA. AÑO 2010
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
De los 32.216 habitantes de pueblos originarios, 16.417 habitantes son del sexo
masculino, representando el 51%. El resto de la población 15.799 son de sexo femenino,
las mismas representan el 49% de la población como se observa en el siguiente cuadro y
gráfico. Teniendo en cuenta sexo por departamentos, en todos los departamentos de la
Provincia de Formosa existe un mayor número de hombres sobre el número de mujer.
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
PORCENTAJE PORCENTAJE
POBLACIÓN POBLACIÓN DE POBLACIÓN POBLACIÓN POBLACIÓN DE POBLACIÓN
DEPARTAMENTO ABORIGEN TOTAL ABORIGEN ABORIGEN TOTAL ABORIGEN
1
Censo Nacional de Población 1.970. INDEC.
28
Provincia de Chaco
9 de Julio
Chacabuco
Independencia
O'Higgins
Sargento Cabral
Quitilipi
Tapenagá
Libertad
Maipú
San Fernando
Almirante Brown
2 de Abril
General Belgrano
General Güemes
1ro de Mayo
San Lorenzo
25 de Mayo
Comandante Fernández
12 de Octubre
General Donovan
Presidencia de la Plaza
De esta manera, el departamento con mayor número de personas originarias es el
departamento General Güemes, en segundo lugar el departamento San Fernando y en un
tercer lugar se encuentra el departamento Libertador General San Martín.
Provincia de Misiones
En lo que respecta a la provincia de Misiones, el número de habitantes de pueblos
originarios es menor en relación con las Provincia de Chaco y Formosa. Cuenta con un
total de 1.097.829 personas, de las cuales 12.311 habitantes pertenecen a pueblos
originarios, lo que representa el 1,11% de la población total.
Relacionando con la población total, el departamento con mayor porcentaje de personas
originarias es el Departamento San Pedro con un número de 770 habitantes, lo que
representa un 2,49%. En un segundo lugar se encuentra el departamento Guaraní con
1.496 personas de pueblos originarios, representando un 2,17. E resto de los
departamentos presentan un porcentaje entre 0,4 a 2% como se puede observar en la
siguiente tabla
CUADRO 8: POBLACIÓN ORIGINARIA POR DEPARTAMENTO. PROVINCIA DE
MISIONES. AÑO 2010
MISIONES
Población
Departamento Aborigen Porcentaje
Apóstoles 198 0,47
Cainguás 420 0,79
Candelaria 311 1,17
Capital 2.139 0,66
Concepción 105 1,1
El Dorado 613 0,79
General Manuel Belgrano 618 1,45
Guaraní 1.469 2,17
Iguazú 1.911 2,4
33
Leandro N. Alem 273 0,61
Libertador General San Martín 2.032 4,4
Montecarlo 461 1,26
Oberá 459 0,43
San Ignacio 146 0,7
San Pedro 770 2,49
25 de Mayo 386 1,4
TOTAL 12311 1,11%
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
Si se tiene en cuenta solo el número personas originarias sin relacionar con el total, la
población se comporta de la siguiente manera:
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GRÁFICO 6: POBLACIÓN ORIGINARIA POR DEPARTAMENTO. PROVINCIA DE
MISIONES. AÑO 2010
Provincia de Corrientes
Del total de población que presenta la provincia de Corrientes (992.259), solo 5.129
habitantes pertenecen a pueblos originarios, lo que representa un 0,59% de la población
total.
El departamento con mayor porcentaje de población aborigen es el departamento de
Berón de Astrada con un 1,24%, el resto de los departamentos presentan un porcentaje
de 0,3 a 0,9%
CUADRO 9: POBLACIÓN ORIGINARIA POR DEPARTAMENTO. PROVINCIA DE
CORRIENTES. AÑO 2010
CORRIENTES
POBLACIÓN
DEPARTAMENTO ABORIGEN PORCENTAJE
Bella Vista 161 0,43
Berón de Astrada 30 1,24
Capital 1.921 0,54
Concepción 72 0,34
Curuzú Cuatiá 204 0,46
Empedrado 80 0,53
Esquina 117 0,38
General Alvear 46 0,59
General Paz 34 0,23
Goya 407 0,46
Itatí 53 0,59
Ituzaingó 277 0,9
35
Lavalle 117 0,41
Mburucuyá 29 0,32
Mercedes 168 0,42
Monte Caseros 175 0,49
Paso de los Libres 352 0,73
Saladas 56 0,25
San Cosme 50 0,35
San Luis del 38 0,22
Palmar
San Martín 73 0,57
San Miguel 158 1,52
San Roque 38 0,21
Santo Tomé 419 0,69
Sauce 54 0,6
TOTAL 5129 0,59%
FUENTE: INDEC. Censo Nacional de Población y Vivienda. Año 2010. Provincia de Formosa.
Monte Caseros
Itatí
San Cosme
Mercedes
General Alvear
Ituzaingó
Bella Vista
Mburucuyá
San Miguel
Esquina
San Roque
Berón de Astrada
General Paz
Empedrado
Concepción
Sauce
Capital
Curuzú Cuatiá
Saladas
Santo Tomé
Goya
San Martín
Paso de los Libres
Teniendo en cuenta las cuatro provincias que integran la Región del Nea, se puede
establecer que la población con mayor número de habitantes pertenecientes a pueblos
originarios es la provincia de Chaco con 41.304 personas y en segundo lugar se
encuentra la Provincia de Formosa con 32.216 habitantes.
Con respecto al número de personas originaria en relación a la población total, la
provincia que presenta mayor porcentaje es Formosa con un 6, 10 %. En un segundo
lugar se encuentra la Provincia de Chaco con un 3,9%
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FUENTES CARTOGRÁFICAS