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Boleto de Compraventa
Algunos aspectos y consecuencias.
1. Concepto y naturaleza
El boleto de compraventa inmobiliario no se encontraba mencionado
por VÉLEZ SARSFIELD en el Código Civil, y sólo fue objeto específico de trata-
miento el contrato de compraventa, tanto de bienes muebles como inmue-
bles. En la normativa concreta de la ley privada se toma en consideración
el acuerdo patrimonial bilateral por el cual se transfiere la propiedad de
una cosa (Arts. 1323 a 1433).
Es recién con la sanción de la Ley 17.711 que en algunas normas, co-
mo los Arts. 1185 bis, y 2355 in fine, se hace una referencia expresa a la
experiencia jurídica nacional, incorporándose legislativamente y con efec-
tos propios al denominado “boleto de compraventa”.
Desde larga data en la Argentina se ha hecho costumbre y hábito, no
muy recomendable a mi modesto juicio, el que muchas personas, antes de
adquirir en forma definitiva un bien inmueble, celebren con el comprador
o el vendedor una forma de contratación que lleva esta extraña denomina-
ción de boleto con el agregado aclarador de la “compraventa”1.
Estos convenios se concretan haciéndose saber que una parte vende y
otra compra, o bien que alguien promete la venta y otro acepta adquirir, y
sus cláusulas y condiciones suelen ser de lo más variadas. Puede ocurr i r
que el comprador pague el precio de contado o en cuotas, se difiera la en-
trega de la cosa para más adelante o en ese acto se haga tradición y pose-
sión en su favor, que se fije un término para suscribir la escritura traslativa
de dominio, se pacten cláusulas penales, arras, y muchas otras condiciones
que la ley en virtud del principio de “autonomía de la voluntad” admite
con generosa amplitud (Art. 1197 del C.C.)1 bis.
También es posible, aunque no corriente, que el acuerdo se realice por
medio de una escritura pública2.
Es conveniente recordar que, de conformidad a la normativa vigente,
para adquirir el dominio pleno de un bien inmueble, es necesario el contra-
to de compraventa o la donación, el cumplimiento de la forma que la ley
exige para ello (Arts. 1184, inc. 1 y 1810), y además efectuar la tradición
1
El vocablo “boleto” conforme al Diccionario de la Real Academia Española, es un “americanismo”
para designar un billete de ferrocarril, o la constancia y prueba de la entrada a un teatro.
1 bis
MORELLO. El boleto de compraventa inmobiliaria, Ed. Platense, 2ª Edic., La Plata 1975, pág. 17.
López de Zavalía. Teoría de los contratos. Parte especial, Ed. Zavalía, 2ª Edic., Bs. As. 1991, págs.
296/297, el autor en la página 299 da la siguiente definición: “Es un contrato parcialmente típico,
concluido por escrito, que según su contenido impuesto o declarado obliga recíprocamente a las
partes a escriturar una compraventa inmobiliaria, y que entre tanto sólo genera por sí obligaciones
naturales de dar la cosa y pagar el precio”.
2
KIPER. Juicio de escrituración (Conflictos derivados del boleto de compraventa), Ed. Hammurabi, Bs.
As. 1999, pág. 47. Gatti-Alterini. Prehorizontalidad y boleto de compraventa, Ed. Platense, La Plata
1981, pág. 12. Rezzónico. Estudio de los contratos, Ed. Depalma, 3ª Edic., Bs. As. 1967, T. I, pág.
438. Borda. Tratado de Derecho Civil Argentino. Contratos, Ed. Perrot, 3ª edic., Bs. As. 1974, T. I,
pág. 338, N° 454.
3
Según lo que dispone el Art. 2377, hay tradición cuando una de las partes entregare voluntariamen-
te una cosa y la otra voluntariamente la recibiese. Y el Art. 2379 agrega: “La posesión de los inmue-
bles sólo puede adquirirse por la tradición hecha por actos materiales del que entrega la cosa con
asentimiento del que la recibe o por actos materiales del que la recibe, con asentimiento del que la
entrega”. Salvat-Argañarás. Tratado Derechos reales, Ed. Tea, 5ª Edic., Bs. As. 1961, T. I, pág. 100,
N° 115. Hernández Gil. La posesión como institución jurídica y social, Ed. Espasa Calpe, Madrid
1987, (Corresponde al T. II de las obras completas del autor), pág. 251. Puig Brutau. Fundamentos
de derecho civil, Ed. Bosch, Barcelona 1978, 2ª Edic., T. III, v. I, pág. 339.
4
DIEZ PICAZO. Fundamentos del derecho civil patrimonial, Ed. Civitas, 5ª Edic., Madrid 1996, T. III,
pág. 732, N° 42. Salvat-Argañarás. Tratado Derechos reales, T. II, pág. 237, N° 945. Lafaille. Tratado
de los derechos reales, Ed. Ediar, Bs. As. 1943, T. I, pág. 594, N° 784. La fuente del Art. 4010 es la
obra de Aubry y Rau: Cours de droit civil français, Ed. L.G.J. Cosse, 3ª edic., París 1863, T. II, pág.
218, N° 335, quienes agregan: “En d’autres termes, tout titre qui a pour objet de transittre un droit
de proprieté”. Hernández Gil. La posesión como institución jurídica y social, pág. 445, lo denomina
“título idóneo”.
5
SPOTA. Tratado de derecho civil. Parte general, Ed. Depalma, Bs. As. T. I, v. 3-7, pág. 30, N° 2011.
Arauz Castex. Derecho civil. Parte general, Ed. Cooperadora de derecho, Bs. As. Betti. Teoría del ne -
gocio jurídico, Ed. R.D.P., trad. M. Pérez, Madrid 1959, pág. 89, sostiene que la forma es la “estruc-
tura del negocio”, y uno de sus elementos esenciales. De Los Mozos: El negocio jurídico, Ed. Monte-
corvo, Madrid 1987, pág. 383. Compagnucci de Caso. El negocio jurídico, Ed. Astrea, Bs. As. 1992,
pág. 216, N° 72. Santos Morón. La forma de los contratos en el derecho civil, Ed. Univ. Carlos III,
Madrid 1990, pág. 23. Cano Martínez. La exteriorización de los actos jurídicos, su forma y la protec -
ción de la apariencia, Ed. Bosch, Barcelona 1990, pág. 3.
2. Naturaleza jurídica
En nuestra doctrina hay dos corrientes de opinión bien definidas y con-
cretas: una que entiende que el “boleto de compraventa” es un contrato
perfecto, concluido y definitivo, en el que sólo falta y se puede reclamar la
concreción de la escritura; y otra, a la que adelanto mi adhesión, que con-
sidera que se trata de un contrato preliminar o precontrato.
3. Contrato definitivo
Esta tesis tiene un muy buen grado de adhesión entre juristas re l e v a n-
tes, recibe la opinión favorable de B ORDA, MORELLO, B USTAMANTE A LSINA,
MOSSET ITURRASPE, WAYAR, ANDORNO, GARRIDO y RACCIATTI8, quienes entienden
6
DE LOS MOZOS. El negocio..., cit., pág. 405. De Castro. El negocio jurídico, Ed. Civitas, Madrid
1985, pág. 281. Albadalejo. Derecho civil. Parte general, Ed. Bosch, Barcelona 1978, 6ª Edic., T. I, v.
II, pág. 342. Roca Sastre-Puig Brutau. Estudios de derecho civil, Ed. R.D.P., Madrid 1956, T. I, pág.
89.
7
En el Derecho romano la forma se confunde con la misma voluntad, y algunas veces la suple. Rezzó-
nico, Juan C. La forma jurídica y su formación histórica, en LL. 1980-D-1212. Salas. Elementos for -
mativos del actual derecho de las obligaciones, en Estudios de derecho civil en homenaje a Héctor
Lafaille, Ed. Depalma, Bs. As. 1968, pág. 649. Cano Martínez. La forma..., cit., pág. 3. Santos Mo-
rón. La forma de los contratos, cit., pág. 23.
8
MORELLO. El boleto de compraventa, cit., pág. 50 y ss. Bustamante Alsina. El boleto de compraventa
y su inoponibilidad al concurso o quiebra del vendedor, en LL. 131-1275. Racciatti. Momento de la
perfección del contrato de compraventa de bienes inmuebles celebrado en instrumento particular,
en LL. 106-42. Andorno. Conflicto de intereses sobre el inmueble vendido por boleto. ¿Quién tiene
un mejor derecho, el comprador por boleto, el primer embargante? Tercerías de dominio o de mejor
d e r e c h o, en “Revista de Derecho privado y comunitario”, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe 2000-3,
pág. 250. Mosset Iturraspe. Compraventa inmobiliaria, Ed. Ediar, Bs. As. 1976, pág. 94. Del mismo
autor: La discutida naturaleza del “boleto de compraventa”, ¿contrato preliminar de promesa o con -
trato obligacional definitivo?, consecuencias de una y otra posición, en la Rev. cit., 2000-3, pág. 7 y
ss. Garrido. Boleto de compraventa y posesión legítima, en JA. 1976-III-675. Llambías J. Tratado de
derecho civil. Obligaciones, Ed. Perrot, 2ª Edic., Bs. As. 1973, T. II-A, pág. 114/115, nota 100, dice
4. Precontrato
El llamado “boleto de compraventa” celebrado por instrumento priva-
do, no puede ser el contrato definitivo que permite la transmisión o consti-
tución de un derecho real, que el Código Civil argentino regula en los Arts.
1184, 1185 y 1329 y ss.
Es por lo tanto un acuerdo previo o antecontrato o pactum de contra -
hendo o precontrato que genera los efectos propios de ese acuerdo, pero
no cumple de ninguna manera con los requisitos sustanciales que exige la
ley vigente10 bis.
Para una idea de corte tradicional que, en general ha sido seguida por
numerosa doctrina italiana, el contrato preliminar produce la obligación de
concluir un contrato futuro, a diferencia del definitivo que obliga al cumpli-
miento de la prestación principal11.
re, en Archivo giuridico 1931-32. Alguer. Para la crítica del concepto de precontrato, en R.D.P. T. 12,
pág. 125. Messineo. Doctrina general del contrato, Ed. Ejea, Bs. As. 1952, trad. Fontanarrosa. Sentís
Melendo y Volterra, T. I, pág. 353. De Ruggiero. Instituciones de derecho civil, Ed. Reus, Madrid
1931, Trad. Serrano Suñer y Santa Cruz Teijeiro, T. II, v. II, pág. 292.
12
El ejemplo y el dicho pertenecen al profesor Federico De Castro y Bravo. La promesa de contrato, en
A.D.C. 1950-III-1138. Estas ideas tienen su antecedente en la obra del canonista Juan Andrés, en su
comentario al “Speculum Iuris” de Guillermo Durando, cuando indica: “Qui se obligavit se obligatu-
rum ad landum nihi” dicim: tenet Altertour Galeatus: “Quod sine alea obligatione nihi ad illa tenetur
esta evititur circuitus”.
13
DIEZ PICAZO. Fundamentos, T. I, pág. 331, N° 58. Carnelutti. Prova testimoniali del pagamento, en
“Riv. de diritto commerciale” 1922-XX-336. Candián. Instituciones de derecho privado, Ed. Uteha,
México 1961, trad. B.P. de Caballero, págs. 82/83, N° 51. Albadalejo. El negocio jurídico, Ed. Bosch,
Barcelona 1958, pág. 25, N° 14. Compagnucci de Caso. El negocio jurídico, Ed. Astrea, Bs. As. 1992,
pág. 16, N° 2.
nitivo. Son líneas, criterios básicos, especie de columnas que van a desen-
volverse en tiempos más distantes y concretarse a posteriori.
Dice ROCA SASTRE que en el precontrato ya existe todo el contrato prin-
cipal o definitivo, pero en germen, de lo que se puede inferir que el con-
trato definitivo es el precontrato desarrollado y desenvuelto14.
Es esta la idea que logra fijar acabadamente la figura del “precontra-
to”, en una especie de camino hacia lo definitivo, lugar donde se hallan las
bases y principios que actuarán como la semilla que germina el acuerd o
pleno y perfecto. Estoy convencido de que el “boleto de compraventa”, en
la legislación nacional, encaja perfectamente en esa concepción del contra-
to preliminar.
14
ROCA SASTRE-PUIG BRUTAU. Estudios de Derecho privado, Ed. R.D.P., Madrid 1948, T. I, pág. 324.
Estas ideas han sido seguidas por numerosas sentencias del Tribunal Supremo Español. Sent. del 16-
X-65; del 24-V-80; del 13-II-51; sent. del 2-V-59. Murillo. Forma y nulidad del precontrato, Ed. Eun-
sa, Pamplona 1993, pág. 73 y ss. La autora desarrolla con erudición las diferentes concepciones so-
bre la naturaleza del precontrato. Para una amplia visión de la figura es recomendable su lectura.
15
KIPER. Juicio de escrituración…, pág. 63. Gatti-Alterini. Prehorizontalidad…, pág. 19.
16
Ver la nota de Vélez Sarsfield al Título IV, del Libro III. Hernández Gil. Derecho de obligaciones, Ed.
Ceura, Madrid 1983, pág. 21 y ss. Betti. Teoría general de las obligaciones, Ed. R.D.P., trad. De Los
Mozos, Madrid 1969, T. I, pág. 2, enseña que las relaciones de derecho real resuelven el problema
de la atribución de bienes, en cambio las de obligación el de la cooperación o reparación en las hipó-
tesis de responsabilidad aquiliana. Giorgianni. La obligación (La parte general de las obligaciones),
Ed. Bosch, Barcelona 1958, trad. Evelio Verduera y Tuells, pág. 81. Cazeaux-Trigo Represas. Derecho
de las obligaciones, Ed. Platense, La Plata 1987, 3ª edic., T. I, pág. 31, N° 15. Puig Brutau. Funda -
mentos del derecho civil, cit., T. I, v. II, pág. 48. Lafaille. Tratado de las obligaciones, Ed. Ediar, Bs. As.
1947, T. I, pág. 19, N° 13. Alsina Atienza. Las diferencias entre el derecho real y el derecho de crédi -
to, en JA. 1956-III-11.
17
GOUTAL Jean Louis. Essai sur le principe de l’effet relatif du contrat, Ed. L.G.D.J., París 1981, pág.
22, Nº 9, cita la opinión de Capitant que decía que se trataba de “une règle de bons sens et un prin-
cipe indispensable”. Franzoni. Il contratto e i terzi, en Il contratto in generale, cit., T. II, pág. 1051.
Salvat-Acuña Anzorena. Trat. Fuentes de las obligaciones, T. I, pág. 173, Nº 221. Aubry-Rau. Cours
de droit civil français, cit., T. III, pág. 222, Nº 346. Aubert Jean Luc. Le contrat, Ed. Dalloz, París 1996,
pág. 98.
18
COLMO. De las obligaciones en general, Ed. J. Menéndez, Bs. As. 1920, pág. 250/251, Nº 344. Llam-
bías: Tratado de derecho civil. Obligaciones, Ed. Perrot, 2ª Edic., Bs. As. 1973, T. II-A, pág. 106 y ss.,
Nº 816 y 819. Cazeaux-Trigo Represas: Derecho de las obligaciones, cit., T. II, pág. 48, Nº 589. Alte-
rini-Ameal-López Cabana. Derecho de las obligaciones, civiles y comerciales, Ed. Abeledo-Perrot, Bs.
As. 1989, pág. 348, Nº 1022/1024. Compagnucci de Caso. Manual de obligaciones, Ed. Astrea, Bs.
As. 1997, pág. 327, Nº 263.
19
COLMO. De las obligaciones…, cit., pág. 251, Nº 344. Kiper. Juicio de escrituración…, cit., pág. 76,
considera que aquél que tiene instrumento público prevalece sobre el de instrumento privado aun
siendo este último de fecha anterior. Gatti-Alterini. Prehorizontalidad…, cit., pág. 53. Cazeaux-Trigo
Represas. Derecho de las obligaciones, T. II, pág. 48, Nº 589. Alterini-Ameal-López Cabana. Derecho
de las obligaciones, pág. 438, Nº 1022/1024. Llambías. Obligaciones, T. II-A, pág. 114, Nº 822, sos-
tiene –a mi juicio acertadamente– que no importa que se trate de un instrumento público o privado,
sino que lo que interesa es la fecha anterior.
20
BORDA. Contratos, T. I, pág. 316.
21
Cuando aparece, como en el caso, la puja entre el que tiene en su favor la posesión, la escritura pú-
blica y la inscripción en el Registro de la Propiedad, y el derecho del adquirente por boleto, no puede
existir duda de que prevalece el primero. Se trata de un titular pleno de un derecho real, con sufi-
ciente publicidad para oponer a los terceros con alguien que sólo tiene un derecho personal debilita-
do. Cazeaux-Trigo Represas. Derecho de las obligaciones, T. II, pág. 48, Nº 589. Colmo. De las obli -
gaciones, cit., pág. 249, Nº 343.
22
KIPER. Juicio de escrituración, pág. 76.
23
El tema es conflictivo, se vincula con la posibilidad que puede tener quien escrituró y carece de la po-
sesión de la cosa, para promover una acción reivindicatoria. El poseedor por boleto aparentemente
no puede argumentar que tiene un título de propiedad (conf. Art. 2791); y el otro está impedido de
alegar cesiones sucesivas tácitas de la acción real de su causante porque el titular dominial dejó la
posesión a que ostenta el boleto. Gatti-Alterini. Prehorizontalidad…, pág. 53 y ss. Borda. Contratos,
T. I, pág. 316.
24
No es posible controvertir la primacía legal del propietario hacia terceros defraudados por actos delic-
tivos del vendedor.
25
Voto de la Dra. Aída Kemelmajer de Carlucci, en S. C. Mendoza del 6-XII-91, cit. por la autora, en
Protección jurídica de la vivienda familiar, Ed. Hammurabi, Bs. As. 1995, pág. 569. El fundamento es
el de la “publicidad posesoria”, y la evidente mala fe de quien escrituró sin verificar quién era el po-
seedor de la cosa. Alterini. Tutela del adquirente por boleto de compraventa fuera del caso específico
del Art. 1185 bis, en ED. 153-635. En contra: Kiper. Juicio de escrituración..., pág. 80/82.
cosa. Otra vez es necesario un juzgamiento rígido y efectivo del caso, te-
niendo como mira y efecto el principio de la buena fe contractual (Art.
1198 del Código Civil), a fin de evitar triquiñuelas y triches* desgraciada-
mente tan difundidas en los últimos tiempos.
*
Trampas.
26
La solución es conforme a lo dispuesto en los Arts. 3108, 3119, 3128, 3135, y especialmente 3149
del Código Civil.
27
BORDA. Contratos, T. I, págs. 317/318, considera que el adquirente por boleto que está en posesión
del bien inmueble resulta un “poseedor legítimo”, y tiene preferencia sobre el acreedor privilegiado.
Para Gatti y Alterini: Prehorizontalidad y boleto..., pág. 43, el gravamen hipotecario tiene efectos mi-
norados por la existencia de la posesión en cabeza de un tercero (poseedor por boleto), y en esa medi-
da subordinado a las ulterioridades del negocio respectivo. Similar postura sigue Lorenzetti en Tratado
de los contratos, Ed. Rubinzal-Culzoni, Bs. As. 1999, T. I, pág. 347, ya que afirma: “En el conflicto en-
tre el comprador por boleto y el acreedor hipotecario debe estarse a la posesión: si ésta fue dada con
anterioridad a la hipoteca triunfa el comprador; en cambio si la hipoteca fue anterior a la posesión
prevalece el acreedor, quedándole al comprador las acciones contra el vendedor y las penales. Si el hi-
potecario ejecuta el bien, el comprador por boleto con posesión anterior a la hipoteca puede deducir
la tercería de dominio”, S.C.B.A., en ED. 55-203, con nota de Borda, Acerca de la posesión legítima y
el abuso del derecho. Id. Andorno. Conflicto de intereses sobre el inmueble vendido por boleto, en
“Revista de Derecho Privado y comunitario”, Ed. Rubinzal-Culzoni, 2000-3, pág. 55.
28
En similar sentido y con mejores argumentos Kiper en El juicio de escrituración..., cit. pág. 84, sostiene
que si bien el acreedor hipotecario puede saber que hay un poseedor, es dificultoso que conozca el
boleto, y agrega: “Además el derecho real de hipoteca no requiere de la posesión, de modo que no es
tan importante para el acreedor hipotecario saber que hay un poseedor en el inmueble. Lo que sabe el
acreedor hipotecario es que si el dueño que hipoteca el inmueble después lo vende, esto no lo perju-
dicará ya que cuenta con el ius persequendi característico de los derechos reales... Lo que debe verifi-
car el acreedor hipotecario es que quien constituye la hipoteca sea dueño del inmueble, publicidad re-
gistral mediante, y mientras lo sea sabe que el derecho real se puede constituir perfectamente”. Fazio
de Bello. Teoría y técnica del boleto de compraventa, Ed. Abaco, Bs. As. 1984, pág. 168.
29
MARTINEZ RUIZ. Efectos de la falencia del deudor sobre las obligaciones pendientes de escriturar, en
LL. 110-230. Algunos fallos siguieron la tendencia restrictiva: “El Juez de la quiebra no puede dispo-
ner la escrituración por el liquidador, de los departamentos cuyo precio haya sido pagado totalmente
de acuerdo con lo convenido en los boletos suscriptos con el fallido ni tampoco está facultado para
ordenar el depósito de lo que dicen adeudar algunos de los compradores” (C.N. Com. en pleno, 29-
XI-67, in re: “Lozzi c/Soccha s/quiebra”, en JA. 1967-III-321, C.N. Com. Sala A., en LL. 120-año
1965, fallo 54.451). Nota de Bendersky: Efectos de la quiebra sobre la compraventa inmobiliaria ce -
lebrada en instrumento privado. En otros pronunciamientos la misma Cámara sostuvo la solución
contraria: “El concurso del vendedor debe escriturar el inmueble vendido por éste si el comprador ha
abonado íntegramente el precio y tiene la posesión del inmueble, sobre todo considerando que si es
cierto que la situación del vendedor era grave al tiempo de obligarse, todavía no se había producido
su desapoderamiento, consecuencia de la declaración en estado de quiebra”. (C.N. Com. Sala F, en
LL. 119-876. Id. en LL. 160-443. Id. en JA. 1960-II-149). La Cámara Nacional Civil se ubicó en la pos-
tura amplia: C.N. Civ. Sala F, en LL. 100-443. Id. Sala C, en LL. 65-78. Id. Sala A, en LL. 115-344.
una concordancia plena con la norma del Código Civil, permiten al tene-
dor del boleto reclamar la escrituración del bien.
En prieta síntesis, se puede indicar que el adquirente por medio del bo-
leto de compraventa, debe demostrar la existencia de ese instrumento, el
haber pagado por lo menos el 25% del precio total con anterioridad a la de-
claración de quiebra, la fecha cierta del acuerdo, y su buena fe30.
De todos los requisitos, el de la buena fe es quizá el que merece una
mayor atención y cuidado. Si el comprador sabía de la situación de insol-
vencia del vendedor e igualmente suscribió el boleto, se puede inferir la
inexistencia de un convencimiento serio de legitimatio ad causam. Aun-
que es importante considerar que la buena fe se presume, y será el Síndi-
co o los otros acre e d o res quienes pueden alegar y deben demostrar
l a mala fe.
Para BORDA la toma de posesión suple la necesidad de probar la buena
fe, en atención a lo dispuesto en el Art. 2355 in fine, e incluso no habien-
do pagado el porcentaje establecido, igualmente podría reclamar la escri-
turación31. Sin embargo, esta tesis no resulta aceptada por la jurisprudencia
mayoritaria. Al respecto aparece paradigmático el plenario de la Cámara
Nacional Comercial, cuando expresa: “El pago del 25% del precio a que
alude el Art. 1185 bis del Código Civil, debe haber sido efectuado por el
comprador antes de la falencia del vendedor, haya mediado o no por parte
del ahora fallido la entrega de la posesión del inmueble vendido a aquél”.
También distinguida doctrina sigue ese mismo criterio32.
Además, quien peticiona debe pagar el saldo del precio u ofrecer pa-
garlo a la conclusión del acto, y como ya se pudo observar queda contro-
vertida la necesidad y obligación de presentarse con el boleto a la verifica-
ción que ordena la Ley de Concursos.
Resta como interrogante si es posible aplicar esta facultad de reclamo
de escrituración ante cualquier otro medio de promesa de enajenación, co-
mo ante una dación en pago, permuta, o contratos no instrumentados pe-
30
LOPEZ DE ZAVALIA. Teoría..., T. II, pág. 209. Morello. El boleto..., cit., pág. 790. Bergel. Efectos de la
quiebra del vendedor sobre el contrato de compraventa inmobiliario, no reducido a escritura pública,
en ED. 10-580. Highton E. Inscripción de boletos de compraventa inmobiliaria, en “Revista de Dere-
cho Privado y Comercial”, año 2000-3, pág. 59. Roitman. Efectos jurídicos de la quiebra sobre los
contratos preexistentes, ed. Lerner, Córdoba 1973, pág. 95. Como subtema vinculado a la cuestión,
se trata sobre la necesidad de verificar la oposición del boleto al concurso del vendedor: Junyent Bas
J. Una vexata questio: la oponibilidad del boleto de compraventa como vía verificatoria, en “Revista
de Derecho Privado y Comercial”, 2000-3, pág. 25.
31
BORDA. Contratos, T. I, pág. 338, Nº 454. Del mismo autor: La posesión adquirida por boleto de
compraventa y la quiebra del vendedor, en ED. 96-500.
32
C.N. Com. en pleno, fallo del 8-VII-81, in re: “Arturo De Zaguir c/Concepción Arenal S.C.A.”, en LL.
1981-C-465. Cám. Civ. 1ra. Bahía Blanca, Sala I, en JA. 1989-IV-149. Cám. Civ. Apel. Rosario, Sala
III, en ED. 97-431. Highton. Inscripción de boletos..., cit., en R.D.P. y Com. 2000-3, pág. 60. Kiper.
Juicio de escrituración…., cit., pág. 87. Kemelmajer de Carlucci. Protección jurídica de la vivienda fa -
miliar, cit., pág. 576.
33
LAVALLE COBO. Código Civil anotado, Dir. Belluscio, Coord. Zannoni, Ed. Astrea, Bs. As., T. V, pág.
853. Morello. El boleto..., cit., pág. 96, sostiene: “No obstante que la norma sólo alude al boleto de
compraventa deben considerarse comprendidos en ella: 1) Contratos de enajenación de inmuebles
de carácter oneroso que debiendo ser hechos por escritura pública se formalizaron por instrumentos
públicos; 2) Todos los contratos de enajenación de inmuebles de carácter oneroso que, habiendo si-
do hechos por escritura pública, no se hubieran inscripto en el Registro de la Propiedad Inmueble
dentro de los plazos que establece el Art. 5º de la Ley 17.801; 3) Todos los contratos de enajenación
de inmuebles de carácter oneroso que, habiendo sido hechos por instrumento público otorgado en
país extranjero, no se hubieren presentado a juez competente a los efectos previstos en el Art. 1211
del Código Civil”.
34
DE LOS MOZOS. El principio de la buena fe en el derecho español, Ed. Bosch, Barcelona 1965, pág.
17 y ss. Santi Romano. Buona fede, en Enciclopedia del diritto, T. V, pág. 677. Betti: Teoría general
de las obligaciones, trad. De Los Mozos, Ed. R.D.P., Madrid 1969, T. I, pág. 70. Compagnucci de Ca-
so R. El principio de la buena fe como fundamento ético de las relaciones jurídicas, en el libro Etica y
derecho, Fundación Ricardo Balbín, La Plata 1998, pág. 81 y ss.
35
BORDA. Contratos, T. I, pág. 346, este autor es quien mejor argumenta el criterio de aplicación ana-
lógico. En contra: López de Zavalía. Derechos reales, T. I, pág. 437. Del mismo autor: Boleto de com -
praventa y quiebra del vendedor. Interpretación extensiva de un régimen doblemente excepcional,
en “Revista de Derecho Comercial y de las obligaciones”, Ed. Depalma, Bs. As. 1985, Nº 18, pág.
396. Gatti-Alterini. Prehorizontalidad..., cit., pág. 60. Kiper. Juicio de escrituración, pág. 91. Loren-
zetti. Tratado de los contratos, T. I, pág. 346. Andorno. Boleto de compraventa y posesión: reformas
proyectadas, en JA. 1995-III-928. Kemelmajer de Carlucci. Protección de la vivienda familiar, cit.,
pág. 561.
36
BORDA. Contratos, T. I, págs. 316/317. Una sentencia de la Suprema Corte de Bs. As. se expide en
ese sentido: fallo del 9-II-93, en LL. 1994-C-207. En contra: López de Zavalía. Teoría…, T. I, pág.
210. Do Campo y Forte. El Art. 1185 bis del C.C., su ámbito de aplicación, en LL. 1988-D-881. No
participo de esta interpretación, ya que la analogía con el Art. 1185 bis del C.C., es de dudosa apli-
cación. Los principios de la universalidad del proceso concursal y de la pars condictio creditorum no
pueden ser trasladados a las ejecuciones individuales. El legislador lo previó sólo para ese tipo de pro-
ceso, ya que en caso contrario lo hubiera hecho extensivo a cualesquiera otro tipo de ejecución.
Coinciden en esa idea: Kiper. Juicio de escrituración, cit., pág. 91. Y Miguel. El boleto de compraven -
ta y el Art. 1185 bis del C.C., en LL. 1994-C-207. Anaya, su voto en el Plenario de la C.N. Com., 8-
VII-81, en ED. 94-648.
37
NICOLAU. El adquirente por boleto frente a los acreedores del enajenante, en Iuris (Rosario) 1978, pág.
3. Las Primeras Jornadas de Derecho Civil de Mendoza (1983), en la Comisión que tuvo a su cargo el
tema: “Conflicto entre el adquirente por boleto y los acreedores embargantes”, propiciaron: “Si al ad-
quirente por boleto no se le ha efectuado la tradición frente a los acreedores quirografarios, triunfa el
que primero inscribe medidas precautorias”. Andorno. Conflicto de intereses sobre el inmueble vendido
por boleto, en “R.D. P. y Com.”, 2000-3, pág. 253. Lorenzetti. Trat. de los cont., T. I, pág. 346. Ferrer
A. Embargantes versus adquirente por boleto. Un conflicto cotidiano, en LLC. 1989-486.
38
ANDORNO. Conflicto de intereses sobre el inmueble vendido por boleto..., en “Revista de Derecho
Privado y Comercial” 2001-3, pág. 250. Gatti-Alterini. Régimen jurídico del boleto de compraventa,
en LL. 143-1168. Moisset de Espanés. Reflexiones sobre las tercerías de mejor derecho, en JA. 1986-
II-162. Bellotti. ¿Son oponibles al acreedor embargante los derechos derivados del boleto de compra -
venta?, en diario La Ley 29-IX-2001. Kemelmajer de Carlucci. Protección de la vivienda familiar, cit.,
pág. 571. Morello. El boleto…, pág. 770. Flah, Lily. El boleto de compraventa y su oponibilidad, en
LL. 1990-A-207.
39
CN. Civ. Sala C., 17-VI-88, en LL. 1990-A-208. Id. Sala B, 25-IX-76, en JA. 1977-II-457.
40
BONO. El adquirente por boleto de compraventa y los acreedores del vendedor, en LL. 1995-E-743.
Kiper. Juicio de escrituración, cit. págs. 91/92, dice: “La publicidad posesoria es inaceptable, pues al
acreedor le interesa que su deudor sea dueño del inmueble para saber si puede ejercer su derecho
sobre dicha cosa. No está obligado a verificar el estado de ocupación del inmueble, ya que ninguna
norma lo obliga a hacerlo”. En esa dirección cita un fallo de la CN. Civ. Sala E, del 3-VII-97, en JA.
1998-III-65.
41
El Art. 1498 dispone: “Enajenada la finca arrendada por cualquier acto jurídico que sea, la locación
subsiste por el tiempo convenido”. En la nota, el Dr. Vélez Sarsfield hace saber cuáles fueron los an-
tecedentes legislativos y doctrinarios, y fundamentalmente la utiliza para rebatir la opinión de Tro-
plong (Du luage) quien sostenía el carácter real del derecho que surge de la locación de cosas, ante
la posibilidad de su ejercicio contra cualquier propietario. El estudio y evolución de la regla “venta no
quita renta”, o el principio contrario de emptio tollet locatio con los efectos en el Derecho moderno
holandés es estudiado con detalle y precisión por Reinhart Zimmerman: El derecho privado holandés
y el derecho romano, en el libro Estudios de derecho privado europeo, ed. Civitas, trad. Vaquer Aloy,
Madrid 2000, pág. 90 y ss.
42
KIPER. Juicio de escrituración, cit., pág. 97. Gatti-Alterini. Prehorizontalidad…, cit., pág. 45. Com-
pagnucci de Caso. Manual de oblig., cit., pág. 328, Nº 263. Lorenzetti. Trat. de los cont., cit., T. I,
pág. 345.
43
BORDA. Contratos, T. I, págs. 448/449. Fazio de Bello: Teoría y técnica del boleto de compraventa,
cit., pág. 170.