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Recensión del libro de Burbules, N y Callister,T.

(2001) EDUCACIÓN:
Riesgos y Promesas de las nuevas tecnologías de la información.
Granica. Barcelona.-

Silvina Romero

El significativo título de la obra de Burbules y Callister da cuenta de los cuidados que


hay que tener cuando pensamos en los usos de las nuevas tecnologías de la información
en el ámbito educativo y, porque no, en la sociedad en general; al tiempo que, también,
nos inspira un sentimiento de potencialidad, algo que quisiéramos lograr con ellas.
El pensar sobre los riesgos y aspiraciones de las nuevas tecnologías supone asumir una
postura crítica a la hora de definir los usos educativos de estos medios.

Atendiendo a la estructura de la obra organizada en 8 capítulos, optaremos por clasificar


los mismos según la temática que abordan bajo dos criterios: la incorporación de la
tecnología a la sociedad y la escuela y, las características intrínsecas que supone su
utilización.

Las tecnologías de la información y su incorporación a la sociedad

Loa autores comienzan el libro realizando un exhaustivo análisis del significado del
término “Tecnologías de la información” problematizando las visiones simplistas que
acompañan su uso.
Cuestionan la frase tecnologías de la “información”. Apuntan que la “información”
presentada por las nuevas tecnologías pareciera ser algo estático, dado, siendo de
hecho aceptado por los usuarios como verdadero, cuando, en realidad, no lo son, ya que
está cargada de interpretaciones, recortes de la realidad, hasta invenciones que alteran
la misma realidad. Por eso los autores prefieren llamarlas “tecnologías de la
información y de la comunicación”, ya que la comunicación implicaría no solo un
intercambio de información sino también una adecuación de los mensajes según sus
reglas y finalidades.

Por otro lado, para los autores las nuevas tecnologías constituyen un nuevo espacio en
donde se producen las interacciones.
“Un espacio es un entorno en el cual suceden cosas, donde la gente actúa e
interactúa.” (Burbules y Callister 2001: 19)

Desde esta perspectiva podríamos decir que en las nuevas tecnologías, la información y
la comunicación van de la mano, configurando un nuevo espacio social.
Sin embargo, podríamos considerar que la relación información – comunicación
sostenida para las nuevas tecnologías, tal como es presentada por los autores, no es
propia de las mismas. Entiendo que todo proceso de comunicación implica un manejo
de información desarrollado en un espacio social determinado. Lo nuevo quizás sea,
entonces, el entorno en donde se desarrolla esta relación, en donde el tiempo
fenoménico de los acontecimientos y el tiempo de producción de la información es cada
vez más cercano.

- Autora: Silvina Romero. Buenos Aires. Argentina 1/9/04

1
En segundo lugar los autores someten a juicio a las “Tecnologías” entendiendo que
estas son mucho mas que herramientas o instrumentos al servicio del hombre y suponen
una relación bilateral. Al respecto dicen:

“Las herramientas pueden tener ciertos usos y finalidades establecidos, pero con
frecuencia adquieren otros previsibles y generan nuevos efectos imprevisibles.”
(Burbules y Callister 2001: 21)

Así, como ya lo dijera en otro escrito “ Las nuevas tecnologías no son sólo medios
para hacer mejor y más rápido lo que habitualmente realizábamos, sino que suponen
un cambio en la propia forma de encarar la tarea, que implica nuevas y desconocidas
interacciones y procesos de pensamiento. (Romero 2004)
Sobrados ejemplos encontramos al respecto: desde el descubrimiento de la rueda por el
hombre cavernícola, hasta la invención de la imprenta y, en la actualidad, el desarrollo
de las tecnologías de la comunicación y la carrera espacial. Tecnologías todas que
modifican la forma de pensar y actuar de los hombres en el mundo.

Con relación al uso de estas tecnologías en la escuela, los autores critican la mirada del
“ordenador como panacea” según la cual la mera inclusión de las tecnologías en la
educación mejoraría la calidad de la enseñanza y resolvería muchos de los problemas
pedagógicos. Según Burbules y Callister esta ilusión estaría sustentada por grupos
económicos que lucran con la venta de equipos y software. Y, en la práctica la
incorporación de estas tecnologías no resolvería ningún problema, muy por el contrario
generarían otros.
En tanto desde esta perspectiva se acentuaría el poder de la tecnología, desde otra, se
revalorizaría el papel humano, entendiendo que los beneficios de la utilización del
ordenador dependerían del uso que el sujeto les diera. Sin embargo, si decimos que la
relación hombre – tecnología es bilateral esta premisa perdería valor. Ya que el uso que
se haga de las tecnologías estaría condicionado por la propia herramienta. Según los
autores:

“...un enfoque mas relacional, como el que proponemos, entiende que los criterios de
medios y fines se interpretan y cada uno de ellos se reconfigura a la luz del otro.”
(Burbules y Callister 2001:28)

Al respecto me parece acertado el pensamiento de Friedtich quien nos recuerda la


importancia de considerar las prácticas sociales que se construyen y se constituyen a
partir de uso de las nuevas tecnologías:

“...si bien es cierto que Internet no es sólo una herramienta, sino que a su vez modifica
al usuario(de la misma manera que lo hizo el libro), esas modificaciones pierden
sentido si se las abstrae del medio actual.” (Friedtich 2003)

Es común que las escuelas incluyan las Nuevas tecnologías de una manera ingenua,
desconociendo las características propias del medio y sin una adecuada formación
docente que justifique la elección y consecuencias de su utilización. Esto hace que
efectivamente en las escuelas se crea que la inclusión de las nuevas tecnologías

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contribuyen a mejorar la calidad de la educación, cuando en realidad se ocultan nuevas
relaciones de dominación.1

Desde una postura postecnocrática se propone superar la antinomia con relación a si son
buenas o malas las tecnologías y acentuar la inseparabilidad de estas cualidades. Así, se
intenta reconocer los límites de la previsión y planificación humana.
“...tener presente que las nuevas tecnologías son intrínsecamente peligrosas y no
engañarse que somos sus amos.” (Burbules y Callister2001: 31)

El capítulo 2 hace referencia al acceso y credibilidad del medio, y es aquí donde se


pone de manifiesto los supuestos de la educación, en relación al hombre que queremos
formar y la sociedad deseada. Las preguntas ¿ Acceso para quién? Y ¿ Acceso a qué?
son las que guían el desarrollo del escrito.
Burbules y Callister reflexionan sobre lo que significa tener acceso. Entienden que el
acceso excede a la posibilidad de contar con el recurso, ya que implica también poseer
la capacidad para utilizarlo críticamente. En este marco, incluyen en el análisis una
nueva variable: la credibilidad, según la cual el usuario debería ser capaz de interpretar
lo que encuentra, discernir lo que le sirve de lo que no y, por otro lado, hacer creíble
sus propios mensajes.

Desde el paradigma tecnocrático en educación se ha puesto el acento en la necesidad de


conectar a todas las instituciones a la Red. La política genera un discurso de mejora de
la calidad educativa a través de “garantizar” el acceso de “todos”.
Sin embargo, este acceso es ilusorio. Considerando las variables que consideran
Burbules y Callister vemos que existirían varios tipos de acceso:

 un acceso técnico propiamente dicho, el cual estaría condicionado por la


capacidad de las máquinas, el tipo de conexión y los costes del servicio.
 las técnicas, aptitudes y predisposiciones de los sujetos para el acceso,
 acceso práctico, ligado al tiempo y posibilidades reales de utilización y
 la forma y el contenido como cuestión de acceso, la estructura y diseño de los
software y páginas web que, de alguna manera, responden a un cierto tipo de
usuario y terminan condicionando su “acceso”.

Las condiciones y criterios de acceso son interdependientes de las aptitudes y


actitudes, lo que hace que, en realidad, sean pocas las personas con oportunidades de
aprovechar los recursos y experiencias de las nuevas tecnologías.
Por esto, el “garantizar” el acceso a “todos”, en realidad oculta nuevos mecanismos de
marginación.
De que me sirve tener...si la institución no me permite usarlo, si está obsoleto, o si no
sé cómo?
Resolver el problema del acceso excede al ámbito educativo, ya que aún son escasos
los sectores sociales y culturales que utilizan este recurso.

Las nuevas tecnologías han acentuado las diferencias sociales en relación con los que
acceden y los que no; y al tipo de acceso que promueven. Desde esta óptica, Burbules
y Callister se han preocupado por los distintos tipos de acceso y sus consecuencias, no

1
Se recomienda ver Fueyo Rodriguez

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profundizando el tema de la exclusión de la mayoría de personas del planeta a estas
tecnologías.
Al respecto, creo que nos debemos un debate más exhaustivo analizando la pertinencia
o no de su inclusión en culturas aún no informatizadas, atendiendo fundamentalmente a
la característica relacional de las tecnologías y, por lo tanto, a las modificaciones que
acarrea en los procesos de pensamiento.

Por otro lado, las cuestiones de acceso también remiten a cuestiones ideológicas y
políticas, en tanto las nuevas tecnologías se vislumbran como eficientes para transmitir
el discurso hegemónico; a mayor acceso mayor consenso.
Desde esta perspectiva es relevante el análisis de los autores ya que hacen hincapié,
como me referiré mas adelante, al rol de la educación para la construcción de un sujeto
capaz de leer críticamente la realidad.

Finalmente, en el capítulo 8 los autores se zambullen en el tema de la comunidad


virtual ¿Qué clase de comunidad puede ser la Internet? .

La idea que sostienen es que la Internet puede ser una meta-comunidad en el sentido
de que es capaz de albergar a muchas comunidades y de ponerlas en contacto.
Se caracteriza por ser una pluralidad de espacios públicos en donde aprendemos a tratar
con la diversidad y aprendemos a reconocer el límite de la tolerancia.
Al decir de Tourraine, en la actualidad la identificación del sujeto con una comunidad se
hace necesaria ya que está basada en la disociación que se genera en la sociedad entre la
economía y la cultura, desdibujado el concepto de ciudadanía. La sociedad actual hará
que el individuo se identifique con comunidades basadas en pertenencias culturales y la
red posibilitará este encuentro.

“La existencia de una “comunidad”, en consecuencia, no es algo dado, sino una


demanda, una propuesta, definida por un conjunto de condiciones y prácticas que la
han originado.” (Burbules y Callister2001: 256)

Desde esta perspectiva, los autores analizan la dinámica de la inclusión y la exclusión


en una determinada comunidad, en función de las siguientes condiciones: condiciones
mediadoras, condiciones políticas y condiciones de espacio y lugar.
Finalmente, Burbules y Callister analizan si la red puede constituirse en una comunidad
educativa y de que manera inciden estos condicionantes a tal fin.
Al respecto, afirman que en tanto meta-comunidad, pude albergar entre otras, a
comunidades educativas, las cuales tendrán su propia impronta según como se manejen
las experiencias de sus participantes en relación con las dimensiones de: movimiento-
quietud, interacción-aislamiento, publicidad-intimidad, visibilidad–ocultación e
inclusión-exclusión.
En tal sentido, Internet podrá albergar así como lo hace la sociedad toda, a distintos
tipos de comunidades educativas que respondan a intereses y objetivos bien diversos.

Sobre el tema pienso que el gran desafío es generar lugares alternativos (comunidades
virtuales) que contribuyan a desentramar la relación educativa de las economías de
privilegio y los sectores de poder que existen en la sociedad.

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Características intrínsecas de las nuevas tecnologías: su utilización en la escuela

Bajo este título incluiré los temas abordados en los capítulos 3,4,5,6 y 7. En ellos se
presentan las características del hipertexto, la lectura crítica en Internet, el problema de
la información que circula en la red, vigilancia e intimidad y el comercio de la
información.

 El hipertexto

Básicamente la red está construida bajo el formato del hipertexto. Este permite hacer
asociaciones laterales, lineales; conecta ideas mediante enlaces y yuxtaposiciones; de
aquí su nombre de red. Como todo tipo de texto, tiene características propias por las
cuales se crea, organiza, almacena y recupera información. Los autores reflexionan
sobre este formato atendiendo a su potencial educativo, se cuestionan sobre la
intervención docente al respecto y la posibilidad de guiar o dar libertad al alumno para
explorar los materiales. Así sostienen que los hipertexto deben elaborarse contemplando
las necesidades de un público diverso, al tiempo que contemple los variados estilos de
aprendizaje y diferencias culturales de los grupos.
De lo contrario, si creamos un material específico para un grupo de usuarios,
indefectiblemente dejaremos afuera a otros.
Se pone el acento en la capacidad del lector para navegar, usar o ser hiperlector,
reivindicándose esta última postura.

“Los hiperlectores exigen mucho más, ya que no sólo necesitan los recursos y guías
para movilizarse dentro del sistema, sino los medios que les permitan modificarlos e
intervenir activa- y tal vez permanentemente- en él, en función de sus propias
lecturas.”( Burbules y Callister 2001: 97)

Al respecto, pienso que la escuela tiene como función la alfabetización. Y esta implica
un proceso permanente de comprensión y producción de lenguajes y sistemas de
escritura. Por lo tanto, es responsabilidad de la escuela capacitar a los alumnos para que
puedan apropiarse de este “nuevo” formato textual. La escuela debe enseñar todos los
tipos textuales, y así como se enseña a escribir y leer un cuento o un informe debe
enseñarse a crear, “escribir”, un hipertexto.
Pero, por sobre todo, considerando que el leer no es una decodificación, es
comprensión y comunicación.
Los problemas educativos que plantean los autores con relación al uso del hipertexto no
son ajenos a la enseñanza de cualquier otro tipo de texto. El docente siempre debe
seleccionar, debe decidir qué deja a fuera y qué no, cómo se enseña, cómo se presentan
los saberes y bajo qué condiciones didácticas.
Por eso considero que más allá de la decisión de incluir este tipo textual en la
enseñanza, debemos apuntar a la formación docente en relación a los valores implícitos
que se derivan de su intervención. Es aquí donde reside el problema de la formación de
un usuario crítico.
Por otro lado, debemos evaluar si la utilización de las nuevas tecnologías puede
contribuir a formar mas que usuarios críticos, personas críticas.

 La lectura crítica en Internet

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En consonancia con el tema anterior los autores plantean la necesidad de formar
usuarios críticos, dadas las características intrínsecas de la red.
El abundante caudal de información que circula hace que los usuarios se vean en la
necesidad de evaluar la información atendiendo a su procedencia, presentación,
facilidad de acceso y, fundamentalmente, evaluar su credibilidad, ya que esta se
constituye en una variable esencial a la hora de elegir el material. La característica de un
usuario crítico es que busca una determinada información y es capaz de evaluar la
credibilidad de la información que obtiene. Ahora bien, el problema es cómo evaluar la
credibilidad?
Burbules y Callister enuncian una serie de elementos a considerar: la dirección
electrónica que nos provee de datos institucionales, las partículas “.com” “.edu”
“.gov”, el proveedor de Internet puede entenderse también como marca de
confiabilidad, la información que presentan algunas páginas en relación a quienes son,
su historia, etc.
Sin embargo, esto también nos puede llevar a cuestionar la veracidad de estos datos ya
que se puede adoptar una identidad parcial o falsa.
El poner en duda los contenidos que circulan es una buena manera de comenzar a
asumir una postura crítica. Así como en otros entornos buscamos datos de un autor, nos
fijamos en el año en que se escribió un libro, indagamos su contexto, de igual manera
debemos manejarnos con los textos que circulan en la red.
Analizar de donde viene la información y como se presenta, que objetivos persigue,
desenmascarar su ideología, constituye el principal objetivo de la criticidad.

El ser lectores críticos excede la lectura en la Internet. Seguramente una persona crítica
asumirá esta actitud ante la lectura de cualquier tipo de información sea en la red, la
televisión, una revista o un libro. Como educadores debemos si enseñar las
características de cada medio y cada tipo textual para facilitar tal objetivo. Si asumimos
ese compromiso, no importa que nuestros alumnos no participen de la red, por que les
habremos enseñado a cuestionar los mensajes que circulan y a tener un pensamiento
propio.
Podrán no conocer el medio, o acceder a él ocasionalmente, pero sabrán qué intereses
se manejan y tendrán la opción de acceder a la información por otras fuentes. En
educación es tan útil enseñar a usar Internet como buscar información en una biblioteca.

Otra característica importante a considerar por los usuarios es la estructura del


hipertexto, el estudiar y analizar los enlaces que se proponen también se constituye en
una herramienta necesaria a la hora de utilizar la red.
El leer, tal como lo dicen los autores, debe considerarse como una práctica social.
Al respecto Mc Laren nos dice ( cómo educadores) ...

“....significa enseñarles a leer los textos como lenguajes construidos por medio del
ordenamiento de códigos particulares que nombran y legitiman de modos específicos la
realidad y las identidades sociales. Los estudiantes tienen que aprender a leer no como
un proceso de sometimiento a la autoridad del texto sino como proceso dialéctico de
comprensión, crítica y transformación.....Leer un texto debe ser una manera de
aprender cómo elegir, cómo construir una voz y cómo situarse dentro de la historia.”
(Mac Laren 2003:68-69)

 El problema de la información que circula en la red

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Burbules y Callister se refieren a la diversidad y multiplicidad de contenidos que
circulan en la red, calificando a muchos de estos como inexactos, injuriosos, intrincados
e inútiles. Claro que será cada usuario el que determine la calificación de la información
que encuentre. Los problemas se generan cuando los usuarios no son capaces de
identificar una información correcta de otra que no; cuando todos, inclusive los niños,
pueden acceder a material sexual; cuando los materiales se presentan de una manera tan
barroca que el acceder a la información se hace imposible; cuando no encuentro lo que
busco.
Ante estos problemas se han planteado cinco respuestas: la censura, el uso de filtros, la
parcelación, la rotulación y la formación de lectores críticos.
Los autores analizan cada una de estas respuestas terminado por descalificar las tres
primeras, decisión con la que acuerdo ya que de hecho estaríamos seleccionando
información por otros y dejando afuera una parte de la realidad. Sostengo que en la
medida que formemos lectores críticos, el sujeto será quién decida y no deberíamos
preocuparnos por sus elecciones, asimismo creo necesario advertir a los usuarios de los
contenidos que se presentarán para que estos puedan tomar sus propias decisiones.
El prohibir contenidos no contribuye a formar una persona pensante.

 Vigilancia e intimidad

Otro de los temas analizados en el libro se relaciona con la vigilancia que puede
ejercerse a través de red. Pareciera que el medio tecnológico favorece a este control
registrando y permitiendo inspeccionar la información que allí circula.
Sin embargo, estos mecanismos de vigilancia y control no son propios del ciberespacio,
son herederos de un sistema que se preocupa por mantener cierto orden, con lo cual se
preocupa por conducir la conducta humana hacia intereses particulares.
La escuela tradicionalmente se constituyó como una institución encargada de vigilar a
los niños. Controla que todo lo mandado se haga, y se haga bien, de lo contrario se
recibirá un castigo. La escuela como medio del buen encauzamiento dirá Foucault.
El panoptismo2, modelo de vigilancia nacido originalmente para las cárceles, se
impondrá cada vez más en la escuela y en la vida cotidiana de los hombres como lo
normal y necesario para estar seguros. El estar siempre vigilados hace que nos sintamos
protegidos ante los riesgos de una sociedad cada vez más violenta.
El saber que se puede ser observado actúa como autocensura. Es el entorno el que
genera el control.
Las prácticas de control ejercidas en las escuelas generalmente son justificadas como
bien intencionadas, sin embargo, ocultan relaciones de poder. ¿Quién controla? ¿A
quién? Y porqué? De que debemos proteger a los jóvenes? ...
Excediendo el ámbito escolar, somos vigilados y controlados por todas partes. Somos
filmados por cámaras de seguridad sin que las percibamos. Nos requieren nuestros datos
identificatorios para acceder a ciertas informaciones. Se desdibuja cada vez más el
límite entre el espacio público y el privado.
Nos sometemos a este control porque pensamos que así estamos protegidos y podremos
gozar mejor de nuestras libertades.
Al respecto los autores se cuestionan ¿puede la tecnología proteger lo que quita?
Quita intimidad, privacidad, libertad entonces cómo podremos ser libres?
Burbules y Callister sostienen que:

2
Ver Foucautlt. Vigilar y Castigar pág .199

7
“Uno puede evitar recurrir a tales tecnologías a fin de impedir que se le restrinja su
libertad personal; pero corre el riesgo de perder los otros tipos de libertades y
oportunidades que esas nuevas tecnologías ponen a su disposición.”(Burbules y
Callister 2001:207)

Pienso que las personas tienen que ser capaces de poder elegir entre estas opciones y,
para ello la principal herramienta quizás sea desocultar los mecanismos de vigilancia y
control, desnaturalizar la vigilancia.
¿Por qué debemos estar vigilados? ¿A qué tememos? Acaso la violencia, la
marginación, no son la consecuencia de la implementación de las mismas políticas
económicas que nos vigilan?

 El comercio de la información.

Burbules y Callister señalan que uno de los mayores problemas a la hora de acceder a la
información se relaciona con los equipos y programas de computación. Estos, al ser
actualizados constantemente, hacen que los usuarios se vean en la necesidad de cambiar
las máquinas para obtener mejores prestaciones y comprar las actualizaciones o nuevos
softwares para no quedar afuera de la carrera informática.
Esto visto desde el sistema escolar hace, por un lado, que las escuelas desembolsen una
importante cantidad de dinero para la compra de equipos y programas que en poco
tiempo será obsoleto y, por otro, hace que los docentes sientan la necesidad de una
constante capacitación para no alejarse de las modificaciones de los nuevos programas.
Al respecto creo que el sistema enajena a los sujetos haciendo que estos entren en una
carrera desenfrenada del querer tener...tanto en lo material como en la capacitación
específica.
Cuando, concretamente los docentes deberían ser los capaces de visualizar estos
mecanismos de alineación y enseñar a sus alumnos los intereses que se ocultan en este
mercado.
Una alternativa para ello es la utilización del software libre, el cual se rige por los
principios de la cooperación y la libre circulación. Sin embargo, al ser sus programas
incompatibles con otros productos hace que uso sea restringido.

El poseer nueva tecnología sin duda contribuye a crear diferencias en las escuelas, como
dicen los autores: mientras algunos niños aprenden a manejar un teclado otros crean
páginas web. Sin embargo, la mayor diferencia resultaría de los recursos humanos con
que se cuenten, ya que es más valioso contar con un alumno que sepa o no manejar un
teclado, pero que sea capaz de leer la realidad críticamente. Y esto solo será posible si
se cuenta con docentes capacitados y comprometidos en esta misión.
Si bien nos falta evaluar de que manera el carácter relacional de las tecnologías (y aquí
el poseerlas y utilizarlas o no) influyen sobre el proceso de pensamiento de las personas
para saber que tipo de diferencia contribuye a generar entre los jóvenes estudiantes.

Por otro lado la Web se constituye en un nuevo espacio para la publicidad y para la
consecución de nuevos consumidores.
“La publicidad fomenta una cultura de la seducción en la que el atractivo popular y la
apariencia pueden llegar a importar más que el contenido”( Burbules y Callister 2001:
233 )

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De aquí que muchas páginas educativas cuenten con patrocinadores a los cuales solo se
accede con un simple “clic”.
América Latina aún se encuentra alejada de esta realidad, son pocas las escuelas que
cuentan con acceso a la red, y menos aún las que poseen un sitio propio. Esto, podría
generar algunas ventajas, en la medida en que aún falta tiempo para que estas
tecnologías invadan en forma masiva la escuela, quizás, podamos prepararnos para que
nuestros docentes estén atentos a los mensajes que allí circulen.
Aprender a usar buscadores (no dejando que ellos elijan por nosotros), identificar la
información verdadera, conocer los mecanismos de vigilancia, reconocer que la red es
una manifestación de la economía globalizada, son algunas de las capacidades que los
docentes deben tener.

Comentarios finales

Retomando el título del libro Riesgos y Promesas, creo que los riesgos son muchos, sin
embargo no podemos negar las nuevas tecnologías, ellas ya forman parte de la sociedad
por lo tanto la escuela no puede ignorarlas.
Promesas...son muchas las que se dicen desde el discurso dominante, pero pocas son
ciertas, pueden servir a una ideología alternativa? Esa es la pregunta que nos hacemos
y a la que los autores nos motivaron a pensar... .
Creemos que si, pero será necesario conocer sus cualidades intrínsecas, su proceso
histórico de construcción, y tener en claro los fines sociales a los que uno aspira.
Si tenemos en claro esto podremos incorporar las nuevas tecnologías en la escuela desde
una mirada crítica, sin que las limitaciones económicas nos asusten, ni nos alejen de
nuestro objetivo. Si queremos que las nuevas tecnologías se constituyan en herramientas
tendientes a lograr una mayor democratización debemos fomentar la formación de
usuarios críticos en el sentido que lo expresan Burbules y Callister.
Pero claro, para ello debemos formar una “persona crítica”, una persona tal como lo
sostienen los pedagogos de la corriente crítica que sea capaz de elaborar “contra-
discursos” o “posiciones de sujeto resistente ”,en donde tal como lo dijera Paulo Freire
pueda “leer el mundo y leer la palabra” para abocarse a una praxis cultural más
adecuada para un proyecto de transformación social.
En esta línea Peter Mac Laren y H. Giroux sostienen que:

“Uno de los desafíos que encontramos para construir un lenguaje y una política que
represente la vida social y que transforme nuestras relaciones dentro de ella es el
examen de las nuevas tecnologías, de los sistemas de significación y de las prácticas de
lectura que apelan en poco a los standards actuales de racionalidad.” (Mac Laren
Giroux 2003:81)

Los mismos autores se refirieren a las nuevas tecnologías como transformadoras de los
afectos de las personas en discursos de deseo y de identidad, el conocimiento mediático
posmoderno contribuye a crear un mundo virtual y alejarnos de la realidad.
“Este ecosistema digital produce contextos que son indeterminados y contingentes en
vez de estar anclados en un tiempo biológico o humano.” (Mac Laren Giroux 2003:81)

En tanto la escuela representa la cultura letrada del siglo XIX, las tecnologías fuera de
ella crean un espacio en donde no existen los límites entre las subjetividades humanas y
las máquinas.

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Por ello, creemos que los maestros necesitan un lenguaje crítico para que estos
estudiantes puedan entender la realidad en la que están insertos, analizar las relaciones
mediáticas, al tiempo que pueden utilizar los avances de la misma.

“El verdadero debate en relación con las nuevas tecnologías de la información es el


debate de las estrategias y opciones que, no sólo en el momento de su aplicación sino
desde el momento de su diseño, configuran tales tecnologías” (Zubero 1999)

De aquí se desprende la impronta que tiene la formación de docentes en estas


cuestiones. Pues más allá de que las escuelas cuenten con los recurso materiales los
maestros tienen que conocer las características intrínsecas de los medios y la función
que estos cumplen en la sociedad. He aquí la importancia del libro de Burbules y
Callister ya que aporta elementos en ambos sentidos..

Bibliografía Consultada:

FOUCAULT,M. Vigilar y Castigar. Nacimiento de la prisión. Trigésimo primera


edición 2001. México. Siglo XXI

FRIEDRICH,D 2003 ¿ Nuevas tecnologías implica nuevas problemáticas? Ensayo


sobre “Educación Riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información”de
Burbules y Callister.
http://weblog.educ.ar/site/archives/000149.php

FUEYO, A RODRÍGUEZ, C. 2000 Progreso, libertad, igualdad y fraternidad: las


nuevas tecnologías en el discurso publicitario. Quaderns digitals n 24
http://www.quadernsdigitals.net/articuloquaderns.asp?IdArticle=3573

McLAREN ,P. GIROUX. Pedagogía, identidad y poder. Los educadores frente al


multiculturalismo. Segunda Edición 2003. Argentina HomoSapiens

ROMERO, S. Nuevas Tecnologías en la escuela ¿Para qué? 2004.

TOURRAINE, A. ¿Podremos vivir juntos? Cuarta reimpresión 1999. Brasil.Fondo de


cultura económica.

ZUBERO, IMANOL (1999): Participación y democracia ante las nuevas tecnologías.


Retos políticos de la sociedad de la información.
http://www.adi.uam.es/paredes/lectura/zubero.html

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