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C. JUEZ DE LO FAMILIAR EN TURNO


P R E S E N T E:

Mexicanos, mayores de edad, nombrando como representante


común a la C con domicilio para oír y recibir toda clase de notificaciones el
ubicado en Calle autorizando para tal efecto a la C., ante Usted con todo
debido respeto comparezco y expongo:
Que en la vía ordinaria civil, ejercitando la ACCIÓN DE NULIDAD
ABSOLUTA DE TESTAMENTO PÚBLICO ABIERTO, venimos a
demandar:

a) La sucesión testamentaria que se sigue ante el juzgado


expediente número a bienes de nuestra señora madre, por
conducto de la C., en su carácter de albacea de dicha sucesión,
quien tiene su domicilio en calle de esta Ciudad de Durango,
Dgo. C.P.

b) A la Dirección General de Notarías en el Estado de Durango, con


domicilio en Avenida 5 de Febrero No. 218 Ote, Unidad
Administrativa “Ángel Rodríguez Solórzano Zona Centro en esta
Ciudad de Durango, Dgo., a quienes reclamamos, las
siguientes:

P R E S T A C I O N E S:

A LA SUCESIÓN TESTAMENTARIA:

a) La nulidad absoluta o de Pleno Derecho del Testamento


Público abierto, contenido en la escritura pública ante la fe del
finado Lic. Oscar Francisco Zarzosa Ruíz, Notario Público número
dieciocho de esta ciudad. En dicho testamento fueron
nombrados herederos a bienes de la señora sus hijos
b) La declaración relativa a que la referida disposición
testamentaria no produce efecto jurídico alguno a favor de los
herederos citados en el inciso anterior, y por consiguiente en el
propio testamento.

c) La desocupación, entrega formal y material de los bienes


muebles e inmuebles que constituyen el acervo hereditario.

d) El pago de gastos y costas judiciales que se originen con motivo


de este juicio.

A LA DIRECCION GENERAL DE NOTARIAS EN EL ESTADO:

a) Como consecuencia de la nulidad absoluta, que en su


oportunidad se decrete la cancelación en el protocolo del notario
público número dieciocho LIC. OSCAR FRANCISCO ZARZOSA RUÍZ
ya fallecido, de la inscripción y anotación que realizara en dicho
protocolo, de la escritura pública número que contiene el testamento
publico abierto, a bienes de la de Cujus señora

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b) La cancelación de la razón asentada en los Libros Especiales de Registro


de Testamentos, que se hizo en la referida Dirección General de Notarias,
respecto de la escritura misma que contiene el Testamento Público Abierto
a bienes de la señora
c)
SIRVEN DE FUNDAMENTO A ESTA DEMANDA LOS SIGUIENTES
HECHOS Y CONSDERACIONES DE DERECHO:

H E C H O S:

1.- Que mediante Escritura Pública número, otorgada ante la fe del


Finado Lic. Oscar Francisco Zarzosa Ruiz Notario Público No. 18 de esta
ciudad capital, la C. otorgó Testamento Público Abierto mismo que quedo
registrado en Libro Especial de Registro de Testamentos de la Dirección
General de Notarias del Estado, mediante oficio a continuación se
transcribe:
Anexamos a este escrito copia certificada del expediente numero a
bienes de por conducto de la C. en su carácter de albacea de dicha
sucesión.
2.- Sin duda, el Testamento Público Abierto es reputado por la Ley,
Doctrina y Jurisprudencia como un acto solemne. Y en un acto jurídico de
esta naturaleza, las solemnidades constituyen las formas y requisitos con
los cuales la ley exige que aquéllos sean revestidos para asegurar su
existencia, validez o autenticidad. Entonces, las solemnidades con que se
ha dotado a los testamentos y en particular al público abierto que ahora se
analiza, tiene como finalidad brindar plena certeza de la efectiva
existencia, validez del acto por la importancia y trascendencia que este
tiene, ya que se trata de recoger en el acto la última voluntad de una
persona que desea se ejecute para después de su muerte. El riguroso
cumplimiento de estas solemnidades queda evidenciado con lo dispuesto
por los artículos 1376 y 1405 del Código Civil Vigente en la época en que
se otorgó la disposición testamentaria cuya nulidad se pide, pues
sancionan al acto con la nulidad y lo privan de cualquier efecto si en su
otorgamiento y confección no se satisfacen tales solemnidades, esto en
aras de la certeza jurídica ya referida.
Luego entonces, la necesidad, conveniencia y pertinencia de los
requisitos o formas que deben observarse en el otorgamiento y confección
del Testamento Público Abierto se encuentran ya establecidas por el
legislador en las disposiciones del Código Civil que regulan este acto
jurídico y al juzgador únicamente corresponde determinar si dichas formas
fueron o no observadas para en su caso sancionar o no a tal acto con la
nulidad.
Estas consideraciones encuentran apoyo en lo resuelto por la Tercera
Sala de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación en su anterior
conformación mediante dos tesis, ambas sin número y pertenecientes a la
Quinta Época. La primera localizable en la página 842 del tomo XXXVIII
del Semanario Judicial de la Federación, que para su fácil consulta se
localiza bajo el número de registro 809.325 de la obra denominada IUS
que Edita y Publica la Dirección General de la Coordinación de compilación
y Sistematización de Tesis del Poder Judicial de la Federación. La segunda
visible en la página 1276 del Tomo XXXI del citado Semanario, que para
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su más fácil ubicación se encuentra en la obra IUS compendiada bajo el


registro 363.897. Los Rubros y Textos de las Tesis que invocamos son los
siguientes
TESTAMENTOS. El testamento es un acto
solemne y si no se ha hecho en la forma legal,
ningún valor tiene. Amparo civil directo
3466/31. Castillo viuda de González María de la
Luz. 27 de mayo de 1933. Unanimidad de cinco
votos. La publicación no menciona el nombre
del ponente.
TESTAMENTO. El testamento es un acto
solemnísimo, que la ley ha rodeado de
formalidades con el objeto no solamente de
asegurar su autenticidad, sino de poder probar
más tarde, con testimonios imparciales, cuáles
fueron las circunstancias que concurrieron en el
momento de su otorgamiento, circunstancias
que, a veces, pudieran producir hasta la nulidad
del acto; de aquí provienen esas taxativas que
la ley ha impuesto en cuanto a la idoneidad de
los testigos, quizás demasiado rigurosas; pero
es preciso convenir en que la apreciación de su
necesidad y conveniencia, corresponde al
legislador y no al Juez, quien tiene que
aceptarlas y decretar la nulidad del acto, si esta
sanción es la ordenada por la ley, por la omisión
de determinados requisitos.
Amparo civil directo 201/30. Carvajal de Baranda
María. 4 de marzo de 1931. Unanimidad de cinco. La
publicación no menciona el nombre del ponente.
3.- Lo que sostenemos en el hecho inmediato anterior debe relacionarse
con lo dispuesto por el artículo 29 fracción III de la Ley del Notariado del
Estado de Durango, que imponen al Notario que interviene en el
otorgamiento de un testamento, la obligación, cuando se tratare de bienes
inmuebles de relacionar en el mismo cuando menos el último título de
propiedad del bien o derecho a que se refiere la escritura, debiendo citar su
inscripción en el Registro Público de la Propiedad. Esta obligación o requisito
presenta la característica de una importante solemnidad, que no fue
observada en el testamento público abierto que se ataca de nulo, el
precepto que invocamos, literalmente prescribe lo siguiente:

“Articulo 29.- El notario redactara las


escrituras en lengua nacional, las reglas
siguientes:
… Fracción III.- Consignara los antecedentes y
certificara que ha tenido a la vista los
documentos que se le hubieren presentado para
la formación de la escritura. Si se tratare de
inmuebles, relacionara cuando menos el último
título de propiedad del bien o del derecho a que
se refiere la escritura y citara la inscripción en
el Registro Público de la Propiedad o expresara
la razón por la cual aún no está registrada”.
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Respecto a este tópico en las clausulas A), C), D) y F) de la escritura


descrita en el hecho (1) de esta demanda, el fedatario público asentó lo
siguiente:
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De la clausula A) antes transcrita se desprende lo siguiente:

1. Que el Notario al redactarla, debió relacionar la clausula E) de la


Escritura Pública Número, Volumen ante la Fe del Lic. Héctor
Vega Franco, Notario Público Número Trece de fecha 28 de
Febrero de 1998 que contiene el Contrato de Adjudicación a
título de herencia mediante el cual la Señora adquirió los
derechos relativos al dominio y la posesión jurídica de diversos
inmuebles urbanos y rústicos, ubicados en la ciudad de Durango
y en el Municipio de Durango; registrada por el C. Director del
Registro Público de la Propiedad en el estado, bajo la inscripción
No. 86034 a fojas 220 del tomo 288 de propiedad, de fecha 18
de agosto de 1998; que a la letra se transcribe:

“…E).- El predio denominado encontrándose comprendidas


dichas fracciones dentro de las medidas colindancias que
se especifican y determinan en los planos topográficos
levantados para tal efecto en su oportunidad.-------------“

Que entre el predio descrito en la clausula A) del testamento


referido no coincide con el descrito en el punto 1 que antecede,
ya que el nombre correcto de las Que en consecuencia al no al
no quedar plenamente identificado el predio a que se refiere la
clausula A) del multicitado testamento, hace imposible su
adjudicación al heredero designado.
C).- Lo que comprende con unas superficie
de trece a catorce hectáreas son
De la clausula C) antes transcrita se desprende lo siguiente:

2. Que no señalan las medidas y colindancias, ni la superficie


correcta.
Que no se consignan los antecedentes registrales ni mucho
menos se hace mención al último título de propiedad y su
inscripción en el Registro Público de la Propiedad.
D).- - - - - - - - - - - - - - - - -
De la clausula D) antes transcrita se desprende lo siguiente:

3. Que no señalan las medidas y colindancias, ni la


superficie de “La Huerta ubicada también en la
4. Que no se consignan los antecedentes registrales ni
mucho menos, se hace mención al último título de
propiedad y su inscripción en el Registro Pùblico de la
Propiedad.

F).- - - - - - - -
De la clausula F) antes transcrita se desprende lo siguiente:

5. Que no señalan las medidas y colindancias, ni la superficie


de Que no se consignan los antecedentes registrales ni
mucho menos, se hace mención al último título de

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propiedad y su inscripción en el Registro Pùblico de la


Propiedad.

De las clausulas antes transcritas se puede apreciar que se hace alusión


a bienes inmuebles, así como también que no se asienta el último Título de
propiedad de dichos bienes, ni tampoco se cita o se menciona su la
inscripción en el Registro Público de la Propiedad; siendo esta solemnidad
esencial y por lo mismo indispensable para la existencia del testamento, sin
embargo como no se observaron estas solemnidades, de conformidad con el
artículo 1405 del Código Civil, el testamento no tendrá validez y así pedimos
que sea declarado.
4.- Otra causa de Nulidad del acto combatido, se deriva de la
inobservancia en ellos de las solemnidades comprendidas en lo dispuesto por
los artículos 1396 y 1397 del Código Civil aplicables en el tiempo de la
elaboración del Testamento Público, mismos que transcribimos a
continuación:
“Artículo 1396. Testamento Público
abierto es el que se otorga ante Notario
y tres testigos idóneos.”
“Artículo 1397. El testador expresara de
un modo claro y terminante su voluntad
al notario y a los testigos, el notario
redactará por escrito las cláusulas del
testamento sujetándose estrictamente
a la voluntad del testador, y las leerá en
voz alta para que este manifieste si
está conforme. Sí lo estuviere, firmaran
todos el instrumento asentándose el
lugar, año, mes, y hora en que hubiere
sido otorgado.”
En el problema que sometemos a la consideración de la justicia que
Usted imparte, los preceptos transcritos fueron violados por el fedatario
público que autorizo la escritura que se analiza, porque la testadora no
otorgò el testamento ante los tres testigos que aparentemente
intervinieron en tal acto, ni expreso a estos de un modo claro y
terminante su última voluntad. Siendo esta una solemnidad esencial y
por lo mismo indispensable para la existencia del testamento, el Notario
Público debió de hacer constar expresamente que la testadora
compareció ante dicho fedatario y que ante él y los testigos les
manifestó su última voluntad de un modo claro y terminante. Para
ello debió identificar plenamente a los testigos con documentos
oficiales idóneos para el caso, explicarles a ellos la función, efectos
y consecuencias de su intervención y que la testadora manifestó y
que el Notario y testigos escucharon y dieron fe de su última
voluntad., como no se cumplieron con estas solemnidades el
testamento es Nulo.
El contenido de los preceptos transcritos no admite otra
interpretación y tampoco admite que se le opongan excepciones
consistentes en suposiciones y sobreentendidos. Esto es, que no es
permisible a que en el momento del otorgamiento del testamento no se
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haya cumplido con esta solemnidad y en la escritura no haya quedado


asentada literalmente tal circunstancia, los eventuales interesados en que
el testamento subsista, pueden ofrecer pruebas en juicio con el fin de que
sean tomadas en cuenta para probar situaciones contrarias a las que
arroja la propia escritura.
La ritualidad y exigencia para el notario de cumplir con estas
solemnidades y de consignar totalmente en la escritura todas y cada una
de ellas es arbitraria, sino que le es impuesta por los artículos 1404 del
Código Civil y 29 fracción XII inciso letra “e” de la Ley del Notariado para
el Estado de Durango por lo que en lo absoluto es suficiente que al final
de la escritura quede asentado, de forma general, que se cumplieron con
todas ellas. Esta simple mención no puede originar que se tengan por
satisfechas las solemnidades del testamento, cuando de la lectura de la
escritura es obvio que no se llevaron a cabo. Para que se pudiera
considerar colmada la solemnidad consistente en que la testadora haya
otorgado el testamento ante tres testigos idóneos y que ante estos
y el notario haya expresado de un modo claro y terminante su
última voluntad, el notario en comento debió asentar esta leyenda
en la escritura de forma expresa, literal y sacramental, pues así lo
ordenan los artículos 1396, 1397 y 1404 del Código Civil y el 29
fracción XII inciso “e” de la Ley del Notariado para el Estado de
Durango. Adicionalmente, este argumento se solidifica con la
interpretación Jurisprudencial que respecto al particular sostuvo la Tercera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en su anterior
conformación contenida en la tesis sin número que integra la Séptima
Época localizable en la página 37 del Tomo 9 Cuarta Parte del Semanario
Judicial de la Federación que para su más sencilla consulta se identifica
con el registro 242.4019 del IUS ya citada. Esta Tesis reza así:
TESTAMENTO, FORMALIDADES DEL
(LEGISLACION DEL ESTADO DE
PUEBLA). En el caso de los
testamentos, el artículo 3345 del
Código Civil de Puebla dispone,
terminantemente, que el notario dará fe
de que se llenaron todas las
formalidades, de manera que si no lo
hace así, actúa en contra de lo
ordenado por la norma y el juzgador
debe ajustarse a los términos del
artículo 3312 del Código Civil, en
relación al 3346 del propio
ordenamiento, que deja sin efecto al
testamento público en el que se haya
omitido alguna de las solemnidades que
debieron observarse.
Amparo directo 54/67. Ignacio Sánchez
Mena. 26 de septiembre de 1969.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente:
Rafael Rojina Villegas.

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Entonces, para la existencia del Testamento, la presencia de los


testigos en la expresión de la voluntad de la testadora es insalvable y la
redacción y asiento de dicha voluntad en la escritura por mano u orden del
notario deben ser simultáneas. Así lo sostiene el criterio Jurisprudencial
emitido por los Tribunales Colegiados de Circuito que se contiene en la
Tesis sin número que integra la Octava Época localizable en la página
320 del Tomo X del mes de Noviembre de 1992 del semanario Judicial de
la Federación, que para su más sencilla consulta se identifica con el
registro 218.027 de la Obra IUS ya citada. Esta tesis es la siguiente:

TESTAMENTO PÚBLICO ABIERTO.


VALIDEZ DEL. Es cierto que el
otorgamiento de un testamento tiene
varias partes, pero también es verdad
que cada una de esas partes puede
constituir una solemnidad sin cuya
existencia no puede ser válido el
testamento. Entre esas solemnidades
están la manifestación de la voluntad
del testador y la redacción del
testamento, que reglamenta el artículo
1446 del Código Civil del Estado de
Jalisco; precepto del que se infiere que
tanto la manifestación de la voluntad
del testador para repartir sus bienes
después de su muerte, como la
redacción y firma del testamento deben
realizarse en forma simultánea, ante el
notario y los testigos requeridos por la
ley, todo ello en un solo acto, es decir,
la manifestación de la voluntad se hará
cuando los testigos estén presentes y
no antes, pues la frase "...expresará de
un modo claro y terminante su voluntad
al notario y a los testigos", no permite
interpretación diferente, pues si no
fuere así, no existiría continuidad en el
acto, lo cual, de acuerdo con lo que
establecen los artículos 1446 y 1453 del
ordenamiento legal invocado, es un
requisito sine qua non, para que el
testamento sea válido; de ahí que no
pueda considerarse que el
otorgamiento del testamento conste de
dos partes, una de preparación y otra
de redacción, pues tanto la
manifestación de la voluntad del
testador, como la redacción de la
misma, son actos solemnes
indispensables para su validez, y por
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tanto, si falta alguno de ellos, el


testamento es inexistente, conforme lo
establece el artículo 1454 del mismo
Código Civil para el Estado de Jalisco.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.
Amparo directo 57/92. Silvano Flores
Flores. 21 de mayo de 1992.
Unanimidad de votos. Ponente: Carlos
Arturo González Zárate. Secretaria:
Bertha Edith Quiles Arias.

Prima facie, de acuerdo con lo dicho anteriormente y corroborado


con las tesis que invocamos el rigorismo que reflejan los artículos 1396 y
1397 pudiera estimarse exagerado. Sin embargo, contienen la esencia del
testamento público abierto, porque pretende cumplir con la naturaleza de
todo acto de última voluntad que, según la definición del artículo 1181 del
Código Civil, se caracteriza por ser un acto personalísimo revocable y libre.
Por esta razón, a través de los dos numerales que resultaron violados, no
es al fedatario público a quien se le encomienda la delicada tarea de
cerciorarse de la identidad de la testadora y de que es su libre y auténtica
voluntad la que se traslada de forma escrita a la escritura, sino que los
testigos instrumentales también están llamados a contribuir con esta labor
para darle plena certeza a este acto solemne. Entonces, es claro que en la
especie no se cumplió con esta finalidad y la sanción es la nulidad del acto.

Así pues, es de concluirse que la compareciente no expresó al


notario y a los testigos, de un modo claro y terminante su voluntad
de testar. Sostener lo contrario no será posible porque en realidad no
sucedió tal cosa y precisamente a eso se debió que en la escritura no se
asentara expresamente el cumplimiento de esta solemnidad. La nulidad, por
la causa que hacemos valer en este apartado producto de la violación a los
preceptos examinados tuvo su origen en que el notario consideró a los
testigos como de simple conocimiento y no como testigos instrumentales,
tal y como se verá en el apartado siguiente, por lo que solicitamos que los
argumentos contenidos en este apartado y en el venidero sean valorados en
forma conjunta.

5.- Precisemos la distinción y respectiva función de los testigos


instrumentales y de conocimiento en los testamentos. Los primeros son
los que presencian el acto solemne del testamento en presencia de
quienes el testador dispone de sus bienes, instituye herederos y
legatarios, nombra albacea y demás particularidades del testamento, por el
contrario, los testigos de conocimiento se limitan a manifestar al notario
que conocen al testador y que es la persona cuyo nombre le ha
proporcionado, sin notar en el signos patentes de incapacidad natural e
ignorar que este sujeto a incapacidad civil. Los conceptos para estas dos
clases de testigos y la distinción de sus respectivas funciones e
intervenciones ha quedado reconocido por la Tesis de Jurisprudencia aislada
sin número publicada en el Semanario Judicial de la Federación, localizable

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en la página 92 identificada en el registro 269370 de la Instancia Tercera


Sala, Volumen CXXIX, Cuarta Sala, el rubro y texto de la Tesis en cuestión
es el siguiente:

Época: Sexta Época


Registro: 269370
Instancia: Tercera Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Volumen CXXIX, Cuarta Parte
Materia(s): Civil
Tesis:
Página: 92
TESTAMENTOS. TESTIGOS
INSTRUMENTALES Y DE IDENTIDAD.
DIFERENCIAS. En relación con la escritura
pública donde se otorga un testamento
público abierto, tanto el Código Civil como
la Ley del Notariado del Distrito Federal
distinguen perfectamente entre testigos
instrumentales y testigos de identidad;
aquellos, son los que presencian el acto
solemne del testamento, en presencia de
quienes el testador dispone de sus bienes,
instituye herederos y legatarios, nombra
albacea y demás particulares del
testamento; en cambio, los testigos de
identidad o de conocimiento se limitan a
manifestar al notario que conocen al
testador y que es la persona cuyo nombre
le ha proporcionado, sin notar en el signos
patentes de incapacidad natural e ignorar
que este sujeto a incapacidad civil. El
artículo 1515 del Código Civil dispone que
en el caso de extrema urgencia y no
pudiendo ser llamado otro testigo, firmara
por el testador uno de los instrumentales,
cuando el testador no pudiere o no supiere
escribir, en cuyo caso el artículo anterior ya
había dispuesto que interviniera otro
testigo, además de los instrumentales.
Estos preceptos están denotando
claramente que los testigos instrumentales
solo son aquellos tres a que alude la
definición misma de testamento público
abierto, consignada en el artículo 1511. La
Ley del Notariado del Distrito Federal
aclara con toda precisión cuales son los
testigos de identidad y su objeto, como
puede verse en los artículos 34, fracción
XI, 36 y 37, y especialmente este último
establece quienes pueden ser testigos de
identidad. Establecida esta distinción entre
testigos instrumentales y de conocimiento
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o de identidad del otorgante, salta a la


vista que la prohibición contenida en la
fracción VI del artículo 1502 del Código
Civil sólo se refiere a los instrumentales, en
el sentido de que no podrán ser testigos del
testamento público abierto los herederos o
legatarios, sus descendientes,
ascendientes, cónyuge o hermanos.

Amparo directo 2212/67. Josefina


Contreras viuda de Gómez y coags. 29 de
marzo de 1968. Cinco votos. Ponente:
Mariano Azuela.
En el caso particular, los testigos que participaron en el acto nulo
fungieron únicamente como testigos de conocimiento y jamás como
Instrumentales. Esto se obtiene no de la simple denominación que se les
haya dado a los mismos, sino de la verdadera participación que asumieron
en el acto de que se trata, y de lo cual el fedatario dio fe de haber pasado
en su presencia. Las circunstancias que abonan nuestro dicho son las
siguientes:
a) El Notario Público al principio del acto solemne, únicamente
dio fe de la presencia de los testigos, quienes no se
identificaron con los documentos oficiales respectivos para el
caso.

b) Independientemente de que en realidad los testigos no son


conocidos personales del notario, no fueron requeridos por
dicho funcionario para que se identificaran plenamente ante
él, siendo esta una condición ineludible por ser el
testamento un acto solemne. Esta consideración quedara
apoyada con una de las tesis de jurisprudencia que
transcribimos líneas abajo;

c) Los testigos no intervinieron de forma directa en la


captación, por medio de sus sentidos, de la expresión de la
última voluntad de la testadora, pues no lo atestiguaron ni
visual ni auditivamente.

d) La testadora no expreso ante los testigos de un modo claro y


terminante su voluntad de testar.

e) Al principio del acto, el notario no explico a los testigos la


función que los verdaderos testigos instrumentales tienen en
testamento público abierto. Y al final del acto, tampoco les
explico el valor, efectos y fuerza legales de la escritura, sino
que literalmente quedo asentado que el fedatario manifestó:

“que leí en voz alta en forma entera y


completa este testamento a la otorgante y
testigos que se han mencionado, los que
permanecieron durante todo el tiempo en que
se redacto por su propio autor el presente
Testamento Público Abierto”
De las menciones que quedaron asentadas inmediatamente después de
la descripción de sus generales, se aprecia el carácter de simples testigos de
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conocimiento conque intervinieron las tres personas que fungieron como


testigos, porque únicamente se limitaron a sostener que conocían a la
testadora, que consideraban que se encontraba libre de toda coacción y
violencia y en completo uso de sus facultades mentales. Como se ve, estos
atributos y funciones son los propios de los testigos de conocimiento pero no
de los Instrumentales.

De todo lo antes expuesto, se desprende que los testigos jamás


intervinieron en su carácter de Instrumentales, sino que fungieron
simplemente como de conocimiento, porque su única función fue la de
manifestar que la conocían, que a su juicio se hallaba la testadora en su
cabal juicio y libre de coacción. Al solo haber dado fe de estas
circunstancias, no cabe duda que los testigos fungieron como testigos de
conocimiento y que debido a ello el testamento adoleció de una importante
solemnidad, cuya inobservancia provoca su Nulidad Absoluta.

No es óbice para tener por solido el argumento de la Nulidad Absoluta,


la circunstancia de que el Notario Público haya consignado al final de la
escritura en el número 1 del capítulo de certificaciones lo referente a que
todas las formalidades se practicaron en un solo acto en forma continua y sin
limitación alguna y que estuvieron presentes simultáneamente en dicho acto
la testadora y los testigos, desde un principio hasta el fin. Lo anterior
porque en realidad no se cumplieron con las solemnidades relativas a los
testigos instrumentales y en caso de que estos en realidad hayan fungido
como tales se debió consignar expresa, literal y simultáneamente en la
escritura la manera y forma de su intervención. Esto queda de manifiesto por
los Tribunales Colegiados de Circuito en la tesis sin número que integra la
Séptima Época, localizada en la página 531, 205-216 Sexta Parte del
Semanario Judicial de la Federación que puede ser fácilmente consultada
bajo el registro 248.223 de la obra IUS. El rubro y texto de esta tesis es la
siguiente:

TESTAMENTO PÚBLICO ABIERTO,


FORMALIDADES EN EL (LEGISLACION
DEL ESTADO DE TAMAULIPAS). En
efecto, la responsable considera que la
circunstancia de que el notario no haya
asentado que la voluntad del testador
se hubiere manifestado ante él y los
testigos que intervinieron en ese acto,
no es una formalidad esencial para la
validez del testamento. Razonamiento
contrario a lo dispuesto por el artículo
1405 del Código Civil de Tamaulipas,
que dice: "Testamento público abierto,
es el que se otorga ante notario y tres
testigos idóneos", en relación con el
1406 que establece: "El testador
expresará de un modo claro y
terminante su voluntad al notario y a

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los testigos ...", advirtiéndose por lo


tanto como requisito indispensable, que
la manifestación de esa voluntad se
haga ante la presencia de los testigos,
esto es, darlos por presentes junto con
el que va a testar, en la redacción de un
testamento público abierto, además, el
notario deberá exigir la presencia física
de los testigos que van a intervenir en
el acto, obligación que se deriva de los
citados artículos, por lo que no es
correcto que primero se dé por
presente a quien va a otorgar el
testamento, y después se corrija tal
omisión, con el solo hecho de
manifestar que "para cumplir con las
formalidades del procedimiento", se
presentan a las personas que van a
intervenir como testigos. Al acontecer
esto, se desprende que a los testigos no
se les hizo saber en el acto que iban a
intervenir, ni sus alcances legales, y en
el caso concreto esas personas sólo se
limitaron a dar fe de la firma que
estampó el testador, contraviniendo los
mencionados artículos, surtiéndose en
consecuencia la hipótesis prevista por
el artículo 1385 del citado
ordenamiento legal, que dice: "El
testamento es nulo cuando se otorga en
contravención a las formas prescritas
por la ley".

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL


CUARTO CIRCUITO. Amparo directo
346/85. Elvira Escobedo Zárate. 25 de
abril de 1986. Ponente: Isidro Gutiérrez
González. Secretario: Abraham
Calderón Díaz.

Así las cosas, es procedente declarar la Nulidad Absoluta del


testamento y escritura que lo contiene porque adolece de falta de
solemnidades que no debieron ser pasadas por alto.

6.- Ya se dijo, que otra de las formalidades que no se


observaron en la confección del testamento, consistió que los
testigos no quedaron plenamente identificados por el notario,
mediante la exigencia de sus respectivos documentos para tal caso,
lo cual debió hacerse para cumplir con el principio de certeza
jurídica. Esta falta acarrea varias consecuencias: No puede tenerse plena

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seguridad sean en verdad quienes dijeron ser; que tienen su domicilio en


esta ciudad. La razón para que los testigos, aun suponiendo sin conceder
que el fedatario los conociera personalmente, que hayan sido compelidos
por el fedatario para identificarse plenamente ante él, dejando constancia en
la escritura de este hecho, estriba en que es el propio artículo 1396 del
Código Civil el que previene tácitamente este requisito, al establecer que los
tres testigos deberán ser idóneos. Lo anterior, porque la calificación de
idoneidad de los testigos no solamente residen en el subjetivo criterio del
Notario sino que debe ser expuesta al escrutinio de todo interesado para
dotar al testamento de la certeza jurídica que ya se ha mencionado. Por
tanto, este funcionario debió exigirles a los testigos que se
identificaran para dejar constancia de ello en la escritura. Esta
consideración encuentra sustento en lo resuelto por la Tesis de
Jurisprudencia sin número, que conforma la Quinta Época, emitida por la
Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en su anterior
conformación, que se localiza en la página 1410 del Tomo XXXVIII del
Semanario Judicial de la Federación, que para su fácil consulta se ubica bajo
el registro 361.975 de la obra denominada IUS. El rubro y texto de esta
Tesis es como sigue:

TESTAMENTOS. La intervención de los


testigos en la facción del testamento, es un
requisito de solemnidad, puesto que dichos
testigos concurren juntamente con el
notario, autorizante, a dar fe del acto, por
lo cual es necesario que esté asegurada la
identidad de los mismos, lo que supone la
condición de vecindad. La ley quiere que el
testigo concurra al acto del testamento
para dar fe, en unión del notario, de que
conoce al testador y de que está capacitado
para hacer su testamento, y mal puede
asegurar esto, quien no radica en el mismo
lugar en que el testamento se otorga. Esta
interpretación está de acuerdo con los
antecedentes legislativos del artículo 3492
del Código Civil del Distrito, expedido en
1884, pues la Ley Recopilada, tomo I, título
18, libro 10, exigía el requisito de vecindad
en el lugar de otorgamiento, y el artículo
565 del proyecto de García Goyena, en el
que en gran parte, se inspiró el legislador
mexicano, dice: "el testamento abierto
debe ser otorgado ante escribano público y
tres testigos domiciliados en el lugar del
otorgamiento", y aunque el mismo García
Goyena manifiesta que el concepto de
vecindad puede dar lugar a dudas y a
disputas, hay que tener en cuenta que no
es un concepto distinto del de domicilio,
pues todo individuo que tiene su domicilio
en determinado lugar, es vecino de allí y

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viceversa; mas tratándose de testamentos


otorgados en el Distrito Federal, bajo la
vigencia del código que se invoca, hay que
tener en cuenta que la división en
demarcaciones notariales o
municipalidades, sólo obedecía a motivos
de orden político y económico, y por tanto,
bastaba con que los testigos
instrumentales tuvieran su domicilio en el
Distrito, aunque no fuera precisamente en
la municipalidad donde el testamento se
otorgó.
Amparo civil directo 2017/27. Paz Carlos
M. 27 de julio de 1933. Unanimidad de
cuatro votos. La publicación no menciona el
nombre del ponente.

7.- El Notario Público, no dejo constancia en la escritura de que las tres


personas que intervinieron como testigos en el testamento se hayan
identificado ante él. Solo le basto con mencionar que se encontraban
presentes omitiendo con ello esta solemnidad.

En efecto, a fojas 1 y 2 del testamento en cuestión, se asienta lo


siguiente:

…”Yo, el Notario, Doy Fe que también se


encuentran presentes en este acto y que
intervienen como testigos los señores: quienes por
sus generales manifestaron ser: mexicanos por
nacimiento, mayores de edad, el primero, casado,
Químico, al corriente en el pago del Impuesto sobre
la Renta, lo que manifestó sin acreditar, habiendo
nacido de esta Ciudad…”

Es la propia Ley de Notariado para el Estado de Durango, la que


mediante su artículo 29 fracción XII incisos “a” y “b”, distinguen con suma
claridad los conceptos de comparecientes y testigos y por supuesto que su
tratamiento es distinto. Así pues el artículo 30 de la Ley en estudio no se
refiere a los testigos sino a los comparecientes, por lo que no existió ningún
sustento legal para que el notario público haya dejado de exigir a los
testigos documento para identificarse y dejar constancia en el Instrumento
de que se cumplió con este requisito. Al no haber procedido de esta forma,
el Testamento y Escritura en que quedo formalizado este son nulas de forma
absoluta.

8.- En el Testamento Público Abierto en cuestión de fecha el Notario


Público jamás dio fe ni asentó que, según su criterio, la testadora no
manifestaba signos evidentes de incapacidad natural, que se hallara en su
cabal juicio y libre de cualquier coacción., solo expreso lo siguiente:

“…hago constar que compareció la señora , de mi


conocimiento personal, de lo que doy fe, así como de su
plena capacidad para contratar y obligarse, quien por
sus generales manifestó……………”.
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Por lo que de lo antes transcrito se desprende que el Notario Público no


cumplió con las solemnidades previstas por los artículos 1389 del Código
Civil, y 31 de la Ley de Notariado para el Estado de Durango; mismos que a
la letra se transcriben:

ARTICULO 1389.- Tanto el Notario como los


testigos que intervengan en cualquier
testamento deberán conocer al testador
cerciorarse de algún modo de su identidad,
y que se halla en su cabal juicio y libre de
cualquiera coacción.

ARTÌCULO 31.- En caso de no ser


reconocidos los comparecientes, hará
constar su identidad y capacidad si le
presentan documentos oficiales que las
acrediten, o por la declaración de dos
testigos idóneos a quiénes conozca el
notario, quien así lo expresará en la
escritura.

9.- Con base en los hechos, argumentos, preceptos legales y


Jurisprudencia que hemos expuesto en todos los apartados de esta
demanda es inconcuso que en el acto jurídico y escritura que
combatimos no se observaron varias solemnidades esenciales, que
provecha que dichos actos sean declarados nulos conforme a lo
dispuesto por los artículos 1376 y 1405 del Código Civil y 56 fracción VII
de la Ley de Notariado para el estado de Durango. Por lo tanto,
atentamente solicitamos a su Señoría que los actos combatidos sean
declarados nulos de pleno derecho y se dejen sin efectos.

D E R E C H O:

Su Señoría deberá aplicar la legislación sustantiva civil vigente en


la época en que se otorgó la disposición testamentaria cuya nulidad se
pide, pues en términos del último párrafo del artículo 14 constitucional,
en los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá dictarse
conforme a la Ley vigente.

Por las razones que la animan, es aplicable a lo anterior la


jurisprudencia por contradicción de tesis 1ª/83/2010, publicada en la
página 329, del Tomo XXXIII, Febrero de 2011, Novena Época, del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que dice:

“EMPLAZAMIENTO EN EL JUICIO
ORDINARIO MERCANTIL, EN CASO DE
RESULTAR APLICABLE EL CÓDIGO DE
COMERCIO, VIGENTE CON ANTERIORIDAD A
LAS REFORMAS PUBLICADAS EN EL DIARIO
OFICIAL DE LA FEDERACIÓN DEL 24 DE
15
16

MAYO DE 1996, LA APLICACIÓN DE LA


LEGISLACIÓN LOCAL SUPLETORIA, DEBE
REGIRSE CONFORME A SUS PROPIAS
REGLAS DE VIGENCIA. Con fundamento en
el último párrafo del artículo 14
constitucional, se concluye que en los
juicios del orden civil, la sentencia definitiva
deberá dictarse conforme a la ley vigente.
Por lo tanto, en caso de que respecto de un
emplazamiento en juicio ordinario
mercantil, resulte aplicable el Código de
Comercio, vigente con anterioridad a las
reformas publicadas en el Diario Oficial de
la Federación del 24 de mayo de 1996, por
tratarse de un asunto en el que el crédito se
contrató con anterioridad a la vigencia de
dichas reformas, debe darse trato a dicha
legislación, como vigente aunque
objetivamente ya no lo sea, pues
precisamente en ello consiste el conflicto de
normas en el tiempo; y si en el artículo
1054 del texto anterior del Código de
Comercio, se establece una norma
remitente, al señalar como supletoria a la
legislación procesal local, deberá buscarse
la norma supletoria remitida, con base en
las normas de vigencia propias de dicha
norma remitida, sin que para ello deban
tomarse en cuenta las reglas de vigencia de
la norma remitente. Por lo tanto, si la
norma supletoria se encuentra en el artículo
69 del Código de Procedimientos Civiles
para el Estado de Nuevo León, que fue
reformado mediante decreto publicado en el
Periódico Oficial de dicha entidad el 21 de
julio de 1997, debe considerarse inaplicable
el texto reformado de dicho precepto, en
aquellos juicios originados por demandas
que se hubieren presentado y se
encuentren en trámite con anterioridad a su
entrada en vigor, en términos del segundo
transitorio del decreto en mención.”

Y ADEMAS ES APLICABLE LA TESIS DE JURISPRUDENCIA QUE A


CONTINUACION SE TRANSCRIBE:

TESTAMENTO, LEGITIMACION PARA DEMANDAR


LA NULIDAD DEL. No cualquier persona está
legitimada para impugnar la validez de un
testamento, sino solamente los interesados,
16
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entendiéndose por “interesados” aquellas


personas que por su parentesco con el autor de
la sucesión podrán obtener el reconocimiento
de derechos hereditarios en la herencia del de
cujus. En otros términos, los únicos que tienen
interés legítimo en anular un testamento son
los llamados a la herencia.

Precedentes: Amparo directo 6698/57. Eliseo


García, Sucn. 1º de Julio de 1960. Unanimidad
de 4 votos. Ponente: José Castro Estrada.
Semanario Judicial de la Federación Tercera
Sala Volumen: XXXVII Página: 100 Sexta Época.

En cuanto al fondo son aplicables los artículos 56 Fracción VII de


la Ley del Notariado para el Estado de Durango, 8, 1376, 1398, 1405 y
demás relativos del Código Civil vigente en la época en que s otorgó la
disposición testamentaria cuya nulidad se pide; norman el
procedimiento los numerales 1, 25, 45, 140, 143, 156, 255, 256, 259 y
demás relativos del Código de Procedimientos Civiles vigente en el
Estado.

Por lo anteriormente expuesto y fundado, concluimos solicitando:

PRIMERO.- Se nos tenga por presentando esta demanda, se


admita la misma y por conducto de los actuarios adscritos a este
Tribunal, se ordene practicar el emplazamiento a juicio a la sucesión
testamentaria a bienes de nuestra señora madre, por conducto de su
albacea C.

SEGUNDO.- Se nos tenga por nombrando como representante


común de los demandantes a la
TERCERO.- Se ordene el emplazamiento de los demandados en
los domicilios propuestos y se les corra traslado con las copias simples
de los documentos que acompañamos a esta demanda.

CUARTO.- Seguido el juicio por sus trámites normales, en su


oportunidad se declare procedente la acción de nulidad de Testamento
Pùblico Abierto intentada y se condene a los demandados al
cumplimiento de todas y cada una de las prestaciones que se les
reclaman.
QUINTO.- Anexamos a este escrito copia certificada del
expediente a bienes de nuestra señora madre, por conducto de la C., en
su carácter de albacea de dicha sucesión.

SEXTO.- A fin de acreditar la defunción del Lic. en esta ciudad, en


la fecha en que se elaboro el testamento del cual se demanda la
nulidad, exhibimos Acta del Registro Civil de Defunción

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PROTESTAMOS LO NECESARIO
Durango, Dgo., a 22 de Abril de 2015

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