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Bloque 5. CRISIS del ANTIGUO RÉGIMEN.

Carlos IV accedió al trono un año antes de suceder la Revolución Francesa en 1789 viendose totalmente perjudicado por ella. Debido al miedo a la
expansión revolucionaria Carlos IV y su entonces ministro, Floridablanca paralizaron las reformas iniciadas en el reinado de Carlos II y además cerraron
las Fronteras para evitar cualquier contagio revolucionario del país vecino. Un férreo control en las aduanas y una estricta censura fueron los medios
utilizados para aislar a España del tumulto francés. El recién nombrado rey Carlos IV apartó del gobierno a los ministros ilustrados como Jovellanos o
Floridablanca y nombró a Manuel Godoy secretario general del Estado en 1792.
La ejecución del rey Francés Luis XVI en enero de 1793 provocó la ruptura tradicional de la alianza con Francia. España se unió a una coalición
internacional y participó en la denominada Guerra de Convención (1793-1795). Este enfrentamiento bélico terminó con la derrota de las tropas españolas,
los costes económicos fueron muy elevados. Por último se firmó la Paz de Basilea en 1795 lo que supuso la recuperación de la integridad territorial
española a cambio de cederle a Francia su parte de la isla de Santo Domingo, este tratado también subordinó a España a los intereses franceses.

Tras la derrota del ejército español en la Guerra de Convención, Manuel Godoy, primer ministro y el que conducía entonces la política española, estaba
convencido de que la verdadera amenaza a la monarquía de Carlos IV radicaba en la penetración británica en el mercado de América. Con la Paz de
Basilea, España se había convertido en la aliada de Francia. Esta situación se reforzó mediante el tratado de San Ildefonso, donde ambas naciones se
unieron para enfrentar a su enemigo común: Gran Bretaña. Siendo España subordinada de Francia. Meses más tarde, enfrentada a los ingleses, la marina
española es derrotada en el cabo San Vicente en 1797. A partir de la toma del poder en Francia por Napoleón Bonaparte, en 1799, y ante la debilidad de la
monarquía hispánica. Godoy se ve obligado a dirigir la invasión de Portugal, aliado de Inglaterra, con el objetivo de cerrar sus puertos al comercio
británico. En 1801 se produjo la conocida como " Guerra de las Naranjas" en la que España derrotó a Portugal y se anexionó Olivenza. En 1802 Francia e
Inglaterra Firman la Paz de Amiens, pero enseguida reanudan su actividades hostiles, y España se ve envuelta en otra guerra, de trágicas consecuencias,
pues su flota quedó destrozada en Trafalgar ( frente a Cadiz ), enfrentamiento naval entre la escuadra hispano-francesa y la británica comandada por el
almirante Nelson en 1805. Esta batalla supuso el fin del poderío naval español que se había configurado en la segunda mitad del siglo XVII, así pues las
posesiones americanas quedan incomunicadas por lo que se interrumpe el comercio Atlántico, viéndose Hacienda privada de los recursos procedentes de
las colonias. Godoy recurrió al endeudamiento, el aumento de las contribuciones y la desamortización de las tierras eclesiásticas, con el fin de conseguir
recursos. A parte redujo la actividad y poder de la Inquisición y proclamó las sociedades Económicas de Amigos del País. Estas medidas provocaron una
amplia oposición. Se produjo un descontento popular que se veía incrementado por las epidemias, el hambre y la escasez. A esto debemos añadirle que en
1807 Godoy y Napoleón firman en Tratado de Fontainebleau cuyo objetivo era la ocupación de Portugal reconociendo el derecho de tránsito y
alojamiento de las tropas francesas en España. La situación interna se agravó con el deseo de Fernando de acabar con la influencia de Godoy sobre su
padre Carlos IV para sustituirlo en el trono.

Fue ese clima de inestabilidad y descontento popular además de las múltiples intrigas y conspiraciones lo que culminó en el Motín de Aranjuez , una
protesta que provocó la detención de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII . Fernando aceptó la situación de ocupación de las
tropas francesas del General Murat regresando a Madrid desde Bayona . Es entonces cuando Carlos IV le pide ayuda a Napoleón para volver a recuperar
el trono.El emperador, aprovechando la presencia de sus tropas en España y comprobando la debilidad de la Corte española, concibió un proyecto nuevo
con un doble objetivo: eliminar a la dinastía real borbónica española, que sería sustituida por su hermano José I Bonaparte y convertir los territorios
españoles al norte del río Ebro en provincias francesas. Para llevar a cabo su plan, Napoleón convocó a los monarcas en la ciudad francesa de Bayona
donde ambos reyes aceptaron abdicar de la Corona (Abdicaciones de Bayona) y, con esta legitimación, nombró a su hermano rey de España y convocó
unas Cortes en Bayona para aprobar una Constitución. En esas Cortes se aprobó el Estatuto de Bayona, carta otorgada propuesta por Napoleón de
contenido reformista en la que se abolía la Inquisición, los privilegios y reconocía la igualdad de los españoles ante la ley, los impuestos y el acceso a los
cargos públicos ,además de unas reformas tan importantes como la disolución del Consejo de Castilla, la reducción a un tercio de los conventos existentes,
la abolición de la jurisdicción señorial y la eliminación de las barreras aduaneras interiores. En ese Estatuto también se reconocía a José I como rey de
España.

Mientras tanto en Madrid, el pueblo apoyado por los capitanes Daoiz y Velarde se sublevan contra los franceses iniciando el Levantamiento del 2 de mayo
de 1808 que fue reprimido por Murat con los fusilamientos del 3 de mayo. Esto da comienzo a la Guerra de la Independencia que se llevaría a cabo desde
1808 hasta 1814.

El grueso de la población española durante la Guerra de la Independencia formó el frente patriótico, es decir, se opusieron a la invasión. Aunque, este
bando agrupaba posiciones muy diversas:
- La mayor parte del clero y la nobleza deseaban la vuelta del absolutismo bajo la monarquía de Fernando VII, defendían la tradición y la religión católica
y rechazaban todo cambio social.
- Algunos ilustrados creían que con la vuelta de Fernando VII se podría emprender un programa de reformas y la modernización del país dentro de los
cauces del Antiguo Régimen.
- Finalmente, los liberales (burgueses, profesionales...) veían en la guerra la oportunidad de realizar un cambio en el sistema político. Era la ocasión de
implantar en España un sistema político liberal basado en una constitución como norma suprema, en la soberanía nacional, la división de poderes, las
instituciones representativas y la abolición de los privilegios estamentales y gremiales a fin de impulsar el desarrollo del capitalismo.

Sin embargo, existía otra minoría de españoles, entre los que se hallaban intelectuales, altos funcionarios, y una parte de la nobleza, que colaboraron con
la monarquía de José I. Procedentes en su mayoría del despotismo ilustrado, se sentían vinculados con su programa reformista y apostaban por un poder
fuerte para modernizar España, sin riesgo de excesos revolucionarios. Buscaban beneficiarse de quién creían que sería el vencedor. Muchos de ellos
suscribieron la llamada Constitución de Bayona (6 julio de 1808), que tenía mucho de Carta Otorgada con claros rasgos autoritarios . Fueron llamados los
afrancesados .
La Guerra de la Independencia puede dividirse en tres fases :
1. Ocupación y levantamiento popular ( desde mayo hasta finales de 1808 ) > En esta fase destaca el sitio de Zaragoza, donde el general Palafox resistió el
intento francés de conquistar la ciudad y la famosa batalla de Bailén (19 de julio de 1808), donde las tropas españolas al mando del general Castaños
vencieron a los franceses al mando de Dupont. Era la primera derrota en campo abierto del ejército napoleónico. José Bonaparte, que acababa de llegar a
Madrid, tuvo que retirarse rápidamente a Vitoria, y las tropas francesas retrocedieron hasta el Ebro.
2. Predominio francés (desde fines de 1808 hasta 1812) > Para poner fin a la insurrección, el propio Napoleón, al frente de 250.000 hombres (la Grande
Armée), vino en otoño a la Península, derrotó al ejército español, recuperó Madrid y regresó a Francia. José Bonaparte vuelve a Madrid, mientras que la
Junta Central debe buscar refugio primero en Sevilla y luego en Cádiz. Los franceses ocuparon la mayor parte del país, excepto las zonas periféricas y
montañosas donde se inició la "guerra de guerrillas" contra el ejército francés. Entre los líderes guerrilleros más destacados podemos mencionar a Espoz y
Mina, Juan Martín “el Empecinado”, el cura Merino, etc. Sólo resistían en la Península las ciudades de Cádiz y Lisboa. Desde 1809 en adelante la guerra
entró en una fase de desgaste caracterizada por la hostilidad continua de la guerrilla, una forma de lucha nueva e imprevista que será decisiva para la
victoria final. Su importancia radica en su peculiar táctica. El guerrillero rehuye la batalla frontal, en la que se sabe inferior, y opta por golpear
repetidamente, mediante emboscadas, contra fuerzas reducidas del enemigo. El ejército francés, incapaz de luchar con efectividad contra las guerrillas,
reaccionó con una dura represión indiscriminada contra la población española en su conjunto.
3. Ofensiva hispano-inglesa (1812-1814) > En la primavera de 1812, la guerra da un giro definitivo. La retirada de efectivos al frente de Rusia podía llevar a
los franceses al desastre, como efectivamente ocurrió en julio de 1812, cuando el general Wellington, al frente de tropas inglesas, portuguesas y españolas,
y ayudado por las partidas guerrilleras, derrota a los franceses en Arapiles, cerca de Salamanca. Los expulsa de Andalucía y entra en Madrid, obligando a
José I a dejar la ciudad. Los franceses también serán vencidos en San Marcial y Vitoria. Vencido también en Austria, Napoleón llega a un acuerdo con
Fernando VII, al que libera y devuelve la corona de España con el Tratado de Valençay (diciembre de 1813).
Bloque 5. CRISIS del ANTIGUO RÉGIMEN.

Las consecuencias que provocó esta guerra fueron tanto internas como externas :
Consecuencias internas:
- Elevadas pérdidas humanas (unas 300.000 bajas) y económicas, pues los asedios dejaron ciudades completamente arrasadas, como Zaragoza, Gerona
o San Sebastián.
- Grave deterioro de la industria textil catalana.
- La ruina definitiva de la Hacienda española.
- El exilio de los afrancesados.
Consecuencias a nivel internacional:
- La derrota de Bailén causó una enorme sensación en Europa, al demostrar que los franceses no eran invencibles.
- El inicio de la guerra, había provocado en las colonias americanas el estallido del movimiento independentista. Los grupos criollos, empapados de ideas
nacionalistas por influjo de los procesos revolucionarios norteamericano y francés, aprovecharon el levantamiento español de 1808 para organizar sus
propias Juntas y cabildos.

Ante la situación creada por la abdicación borbónica, se produce un vacío de poder real, en el momento en que una parte considerable del país se rebela
contra los franceses. Surgieron así por todo el país las Juntas Locales y, en pocas semanas, las Juntas Provinciales, que gobernaron en nombre de
Fernando VII, pero que en realidad estaban haciendo cristalizar la soberanía nacional.
Desde el principio, aunque tuvieran una localización tan sólo provincial o regional, existió el propósito de constituir un gobierno central que asumiera el
papel del gobierno de la nación. A esta idea respondió la Junta Suprema Central, que representaban todas las tendencias de la resistencia. Estableció
primero su sede en Aranjuez, y posteriormente se trasladó a Sevilla y Cádiz obligada por el avance de las tropas de Napoleón.
Su obra fue triple:
- Gobernar el país, pues era el órgano legítimo supremo nacional en ausencia del rey.
- Dirigir la resistencia militar contra los franceses; por ello firmó un tratado de alianza con Inglaterra.
- Convocar la reunión de los representantes de la nación en unas Cortes extraordinarias en Cádiz. Iniciativa completamente revolucionaria, ya que
anteriormente el derecho de convocatoria de Cortes quedaba reservado exclusivamente a los reyes, y que decidirían las reformas a emprender. Se formó
una Comisión de Cortes, que empezó a debatir el carácter que tenían que tener las elecciones y la Cámara. Finalmente optaron por el sufragio universal
de los varones mayores de 25 años y unas Cortes bicamerales.

En enero de 1810 se dictaron las instrucciones para proceder a la elección de la Cámara baja, y pocos días después, la Junta, dividida y asediada por las
tropas francesas, decidió disolverse y traspasó sus poderes a un Consejo de Regencia, que continuó las líneas trazadas por la Junta y procedió a convocar
elecciones a Cortes en junio de 1810; al final se constituyó una sola Cámara, ante las dificultades que el aislamiento imponía para organizar la votación de
los estamentos privilegiados.

Las elecciones se celebraron y los diputados que lograron llegar a Cádiz asistieron a la solemne apertura de las Cortes el 24 de septiembre de 1810 en la
isla de León (actual San Fernando). La reunión definitiva se hace en Cádiz por ser esta la única ciudad que ayudada por los ingleses resistía el asedio
francés.

Muy pronto se formaron dos grupos de diputados enfrentados:


• Liberales: partidarios de reformas revolucionarias, inspiradas en los principios de la Revolución Francesa.
• Absolutistas: partidarios del mantenimiento del Antiguo Régimen (monarquía absoluta, sociedad estamental, economía mercantilista).

La mayoría liberal, aprovechándose de la ausencia del rey, inició la primera revolución liberal burguesa en España, con dos objetivos: adoptar reformas
que acabaran con las estructuras del Antiguo Régimen y aprobar una Constitución que cambiara el régimen político del país.
Estas fueron las principales reformas políticas, económicas, sociales y jurídicas adoptadas por las Cortes de Cádiz:
• Libertad de imprenta (1810)
• Abolición del régimen señorial: supresión de los señoríos jurisdiccionales, reminiscencia feudal. Sin embargo, la nobleza mantuvo la propiedad de casi
todas sus tierras.
• Supresión de la Inquisición (1813)
• Abolición de los gremios. Libertad económica, comercial, de trabajo y de fabricación (1813)
• Tímida desamortización de algunos bienes de la Iglesia y eliminación de los mayorazgos.
• Invención de la Lotería Nacional.

La Constitución de 1812
Aprobada el 19 de marzo de 1812 en el Oratorio de San Felipe Neri (Cádiz) y popularmente conocida como “La Pepa”, este texto legal fue la primera
constitución liberal del país. La Constitución de 1812 es uno de los grandes textos liberales de la historia, siendo muy célebre en su tiempo.
Los diputados liberales Agustín Argüelles, Diego Muñoz Torrero, el Conde de Toreno, Francisco Martínez de la Rosa y Pérez de Castro son las figuras más
destacadas en su elaboración.
Estos son los rasgos principales de la Constitución:
• Soberanía nacional. El poder reside en la nación, idea opuesta a la soberanía monárquica.
• División de Poderes.
- Poder legislativo: Cortes Unicamerales.
- Poder judicial: tribunales.
- Poder ejecutivo: Rey, pero con importantes limitaciones:
● Sus órdenes deben ir validadas por la firma del Ministro correspondiente.
● No puede disolver las Cortes.
● Veto suspensivo transitorio durante dos años, tras ello la decisión de las Cortes se convierte en ley.
• Nuevo derecho de representación. La nación ejerce su soberanía mediante sus representantes en Cortes.
• Complicado procedimiento electoral por sufragio universal masculino indirecto.
- Derecho de voto: todos los hombres mayores de 25 años, que elegían a unos compromisarios que a su vez elegían a los diputados.
• Igualdad de los ciudadanos ante la ley. Esto supuso el fin de los privilegios estamentales.
• Se omite toda referencia a los territorios con fueros, lo que equivalía a su no reconocimiento. No obstante, los regímenes forales de las provincias vascas
y de Navarra no se derogaron explícitamente.
• Reconocimiento de derechos individuales: a la educación, libertad de imprenta, inviolabilidad del domicilio, a la libertad y a la propiedad.
• El catolicismo es la única confesión religiosa permitida. La necesidad de contar con la colaboración del clero en la lucha contra los franceses explica este
rasgo intolerante que choca con el espíritu avanzado de la Constitución.

En resumen, la Constitución de 1812 establece los principios fundamentales de la ideología liberal y supone el inicio del constitucionalismo español. Fue
derogada por Fernando VII a su llegada a España con la publicación del Decreto de 4 de mayo de 1814, que anuló toda la obra de las Cortes de Cádiz y
supuso la vuelta, por poco tiempo, al absolutismo monárquico. Sólo estuvo vigente desde su promulgación en 1812 hasta 1814 (aunque apenas se pudo
aplicar porque España estaba en guerra), durante el Trienio Liberal (1820-1823) y en un breve periodo de tiempo en 1836-1837.
Bloque 5. CRISIS del ANTIGUO RÉGIMEN.

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