Está en la página 1de 19

Departamento de Geografía e Historia

IES Francisco Nieva. Valdepeñas

ESTE BLOQUE QUINTO ESTÁ COMPUESTO POR TRES


TEMAS, QUE SON LOS SIGUIENTES:

1. LA CRISIS DE 1808 Y LA GUERRA DE LA


INDEPENDENCIA.

2. LA REVOLUCIÓN LIBERAL, LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA


CONSTITUCIÓN DE 1812.

3. EL REINADO DE FERNANDO VII: SUS ETAPAS.

2
Bloque 5. Crisis de la monarquía borbónica. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la
revolución liberal. La Constitución de 1812

LA CRISIS DE 1808 Y LA GUERRA DE LA


INDEPENDENCIA

1. INTRODUCCIÓN

Los reinados de Carlos IV y de Fernando VII se inscriben en unos años


convulsos para España. A la pérdida total del protagonismo internacional se
une la crisis económico-social, la invasión napoleónica y el desmantelamiento
de las reformas ilustradas de Carlos III. Habrá que esperar al reinado de Isabel
II para dejar a un lado el Antiguo Régimen y caminar por la senda liberal.

2. LA CRISIS DEL REINADO DE CARLOS IV 1788-1808


Cuando
El rey Carlos IV subió al trono español en 1788 e inmediatamente se vio
desbordado por la compleja situación creada por la Revolución Francesa en
1789. El miedo a la expansión revolucionaria congeló todas las reformas
iniciadas por el despotismo ilustrado de Carlos III.
Carlos IV apartó del gobierno a los ministros ilustrados (Floridablanca,
Jovellanos,…) y en 1792 confió el poder a un joven militar, Manuel Godoy, de
origen relativamente humilde.
La ejecución de Luis XVI impulsó a Carlos IV a declarar la guerra a
Francia. La derrota de las tropas españolas fue inapelable y la paz de Basilea
lo que derivó
subordinó a España a los intereses franceses. Las alianzas con Francia
que terminó en desastre en la
derivaron en un conflicto con Gran Bretaña; prueba de estas hostilidades es la
batalla de Trafalgar (1805), donde la armada franco española fue destrozada.
El desastre naval acentuó la crisis de la Hacienda Real. Para
para
solventarla, Godoy planteó diversas reformas con el fin de conseguir recursos
para el Estado, como la desamortización de tierras eclesiásticas. Pero estas
medidas, además de ineficaces, provocaron una amplia oposición. La nobleza
al que también rechazó el
y la Iglesia se mostraron contrarias a las reformas de Godoy, al que ya habían
recibido con hostilidad por su condición de plebeyo. Además, el poder que
Godoy ostentaba aumentó el rechazo del hijo del rey, Fernando, que temía
verse desplazado por Godoy ante su padre. Por otro lado, los impuestos sobre
Para complicar las cosas,
3
Departamento de Geografía e Historia
IES Francisco Nieva. Valdepeñas

el campesinado provocaron el descontento popular, que se veía incrementado


por las epidemias, el hambre y la escasez.

2.1. El motín de Aranjuez


La situación se deterioró más cuando en 1807 Godoy, con el beneplácito
de Carlos IV, firmó con Napoleón el Tratado de Fontainebleau, que autorizaba
a los ejércitos napoleónicos a entrar en España para atacar a Portugal, alidada
de Gran Bretaña. A cambio, se pactaría un futuro reparto de Portugal entre
Francia y España. Cuando los franceses cruzaron los Pirineos ocuparon puntos
pero los franceses se comportaron, desde el
estratégicos como Barcelona, Vitoria y Madrid.primer momento, como un ejército invasor. Por
ello,
El 19 de marzo de 1808 estalló un motín en Aranjuez que contó con la
participación popular y fue dirigido por la nobleza palaciega y el clero. Buscaba
la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos en su hijo Fernando.
por lo que
Los amotinados consiguieron sus objetivos, pero los hechos
evidenciaron una crisis profunda en la monarquía española. Carlos IV escribió
a Napoleón haciéndole ver los acontecimientos y reclamando su ayuda para
recuperar el trono que le había sido arrebatado por su propio hijo Fernando VII.
El Emperador se reafirmó sobre la debilidad de la monarquía española y
decidió invadir España, ocupar el trono y anexionar el país al Imperio.

2.2. La monarquía de José Bonaparte


Ante esta situación, Carlos IV y Fernando VII fueron llamados por Napoleón a Bayona, lugar
al que acudieron sin oposición. Allí, el emperador francés logró que Fernando
VII devolviera el trono a su padre e hiciera las paces con él. Una vez
conseguido esto, Napoleón convenció a Carlos IV, con la promesa de una renta
vitalicia de varios millones de reales, de que le cediese la soberanía española.
Al hacerlo el emperador francés se convirtió, automáticamente, en el
detentador de los derechos al trono español.
Legitimado por las abdicaciones, Napoleón nombró a su hermano José
rey de España y convocó cortes a fin de aprobar una Constitución que acabase
con el Antiguo Régimen y ratificase el nombramiento de José I. El nuevo
código de Bayona reconocía la igualdad de los españoles ante la ley, los
impuestos y el acceso a los cargos públicos.

4
Bloque 5. Crisis de la monarquía borbónica. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la
revolución liberal. La Constitución de 1812

José Bonaparte inició una reforma que pretendía la liquidación del


abolió
Antiguo Régimen y que se concretó en la abolición del régimen señorial, la
desamortización de tierras de la Iglesia y la desvinculación de mayorazgos y
tierras de manos muertas. Sin embargo, fue una reforma que contó con
escasos apoyos y una total incomprensión. Para una gran parte de la población
española el régimen era ilegítimo y sustentado en el poder de las armas.

3. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA: 1808-1814

3.1. La revuelta popular y la formación de Juntas


El 2 de mayo de 1808 la familia real se preparaba para partir hacia
Bayona, donde se creía que Napoleón tenía secuestrado a Fernando VII. Una
multitud se congregó ante palacio para impedir su partida y se alzó de forma
espontánea contra los franceses. La revuelta fue reprimida por las tropas de
Murat, siendo Goya quien la inmortalizó en dos cuadros: Levantamiento del 2
de Mayo (más conocido como La carga de los Mamelucos) y El 3 de mayo en
Madrid (también conocido como Los fusilamientos). Surgieron Juntas de
Armamento y Defensa de carácter local y formadas por partidarios de
Fernando VII. Poco después estas Juntas pasaron a convertirse en Juntas
y
Provinciales que asumieron la soberanía en ausencia del rey, declararon la
guerra a Napoleón y buscaron el apoyo de Gran Bretaña.
En 1808 las Juntas formaron en Aranjuez la Junta Suprema Central
que coordinase la lucha y dirigiese el país. Dicha Junta reconocía a Fernando
VII como el rey legítimo de España y asumía la autoridad hasta su retorno.
Ante el avance francés, la Junta huyó a Sevilla y de allí a Cádiz.

3.2. La resistencia: sitios y guerrillas


Napoleón consideraba que la ocupación sería rápida y fácil. Sin
embargo, la resistencia de ciudades como Zaragoza Tarragona o Valdepeñas
inmovilizó parte del ejército francés e impidió su avance. Además, las derrotas
francesas en el Bruc y Bailén forzaron a José I a abandonar Madrid. Ante
esto Napoleón se desplazó a España con 250 000 hombres y su avance fue
imparable, situando a su hermano José I de nuevo en Madrid.

5
Departamento de Geografía e Historia
IES Francisco Nieva. Valdepeñas

El ejército tradicional español era incapaz de oponerse al avance de las


fuerzas francesas. Por ello la resistencia a la invasión se realizó mediante el
sistema de “guerrillas”, pequeños grupos locales de unos 30-50 miembros
(
que tenían origen muy diverso: labradores, artesanos, estudiantes, abogados,
)
etc. Sus dirigentes, por el contrario, solían pertenecer a las élites cultas:
militares y clérigos. Las guerrillas hostigaban al ejército por sorpresa, destruían
sus instalaciones, asaltaban los convoyes de avituallamiento… Era, por tanto,
por lo que
llevaban a una guerra “psicológica” de presión y desgaste permanente.
cabo
En 1812, el curso de la guerra quedó afectado por la campaña que
la invasión de Rusia, lo que le obligó
Napoleón inició en Rusia y que le obligó a retirar miles de efectivos de la
Península. Ante ello, las tropas españolas apoyadas por la guerrilla y por el
ejército británico al mando del general Wellington consiguieron la victoria de
Arapiles (Salamanca, 1812), que marcó un punto de inflexión en la guerra.
Incapaz de mantener dos frentes, Napoleón pactó el fin del conflicto con
los españoles y permitió el retorno de Fernando VII mediante el Tratado de
Valençay, comenzando la retirada francesa de la Península a finales de 1813.

3.3. Actitudes sociales, políticas e ideológicas


La invasión francesa obligó a las diferentes corrientes ideológicas a
tomar partido frente a la presencia francesa y a la nueva monarquía
napoleónica. Por un lado, nos encontramos una minoría de españoles,
conocidos como “afrancesados”, entre los que se hallaban intelectuales, altos
funcionarios y una parte de la nobleza, que colaboraron con la monarquía de
José I. Procedían del despotismo ilustrado, vinculados a su programa
reformista y querían modernizar España. Al final de la guerra muchos tuvieron
que exiliarse ante la persecución iniciada por Fernando VII. El grueso de la
población española formó lo que se conoce como el Frente Patriótico, es
decir, los que se opusieron a la invasión, divididos en tres grupos:

 La mayor parte del clero y la nobleza, defensores de la vuelta al


absolutismo bajo la monarquía de Fernando VII, querían tradición y
religión católica, rechazando todo tipo de cambio social.

6
Bloque 5. Crisis de la monarquía borbónica. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la
revolución liberal. La Constitución de 1812

 Por su parte algunos ilustrados creían que con la vuelta de Fernando


VII se podría emprender un programa de reformas y la modernización
del país dentro de los cauces del Antiguo Régimen (Jovellanistas).
 Los liberales, que veían en la guerra la oportunidad de realizar un
cambio en el sistema político. Era la ocasión para implantar en España
un sistema político liberal, basado en una constitución suprema, en la
soberanía nacional, la división de poderes y la abolición de los privilegios
estamentales y gremiales a fin de impulsar el desarrollo del capitalismo.

4. CONCLUSIÓN

La Guerra de la Independencia fue un evento traumático para la


población en todos los sentidos. Supuso, no obstante, la quiebra de muchos
elementos relacionados con el Antiguo Régimen que, tras el paréntesis del
reinado de Fernando VII y el regreso de los viejos hábitos absolutistas,
permitió el inicio y la consolidación del gobierno liberal constitucional bajo el
reinado de Isabel II.

7
Departamento de Geografía e Historia
IES Francisco Nieva. Valdepeñas

LA REVOLUCIÓN LIBERAL, LAS CORTES DE CÁDIZ


Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812

1. LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812

La obra de los diputados reunidos en Cádiz significó la liquidación


jurídica y política del Antiguo Régimen y la definición del primer sistema liberal
español, el más avanzado de Europa en aquellos momentos y ejemplo para
otras muchas constituciones europeas y americanas.

a. La convocatoria de Cortes
La Junta Suprema Central se había mostrado incapaz de dirigir la
guerra y decidió disolverse en enero de 1810, no sin antes iniciar un proceso
de convocatoria de Cortes para que los representantes de la nación decidieran
sobre su organización y su destino. Mientras se reunían las Cortes se mantenía
una regencia formada por 5 miembros y se organizó una “consulta al país” a
través de las Juntas Provinciales o de los Ayuntamientos sobre las reformas a
realizar por las Cortes. La idea de dichas consultas era la de garantizar un
poder no absoluto del monarca.
Las Cortes se abrieron en septiembre de 1810 y el sector liberal
consiguió su primer triunfo al forzar la formación de una cámara única frente a
la tradicional representación estamental. En su primera sesión aprobaron el
principio de Soberanía Nacional, es decir, el reconocimiento de que el poder
reside en el conjunto de los ciudadanos, representados en Cortes.

b. La Constitución de 1812
Fue promulgada el 19 de marzo de 1812, día de San José, por lo que
popularmente fue conocida como “la Pepa”. Era un texto largo, de 384
artículos, y su tramitación se vio afectada por la guerra y las diferencias entre
absolutistas y liberales.
La Constitución de 1812 es de las más liberales de su época, ya que
contiene una declaración de derechos del ciudadano:

8
Bloque 5. Crisis de la monarquía borbónica. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la
revolución liberal. La Constitución de 1812

 Libertad de pensamiento y opinión.


 Igualdad de los españoles ante la ley.
 Derecho de petición.
 Libertad civil.
 Derecho de propiedad.
 Reconocimiento de todos los derechos legítimos de los individuos que
componen la nación española.

La Nación se definía como el conjunto de todos los ciudadanos de


ambos hemisferios: los territorios peninsulares y las colonias
americanas, como bien observamos en el Artículo 1.
La estructura del Estado era la de una monarquía limitada, basada en
la división de poderes y no en el derecho divino. El poder legislativo estaría
en manos de las Cortes unicamerales que poseían amplios poderes, como la
elaboración de leyes, la aprobación de los presupuestos y de los tratados
internacionales, el mando sobre el ejército, etc. El sufragio sería universal
masculino e indirecto (el pueblo elegía a sus representantes y estos elegían el
candidato o candidatos finales).
El monarca era la cabeza del poder ejecutivo como vemos en el
Artículo 16, por lo que poseía la dirección del gobierno e intervenía en la
elaboración de las leyes a través de la iniciativa y la sanción. Las decisiones
del monarca debían ser refrendadas por los ministros.
El poder judicial era competencia exclusiva de los tribunales y se
establecían los principios básicos de un Estado de derecho: códigos únicos en
materia civil, criminal y comercial, inamovilidad de los jueces, garantías de los
procesos, etc. Todo ello se recogía en el Artículo 17.
Otros artículos de la Constitución planteaban la reforma de los
impuestos, la creación de un ejército nacional, el servicio militar obligatorio y la
implantación de una enseñanza primaria, pública y obligatoria. Asimismo el
territorio se dividía en provincias, se creaban las diputaciones provinciales, se
establecía la formación de ayuntamientos con cargos electivos para el gobierno
de los pueblos y se creaba la Milicia Nacional, como se observa en el Artículo

9
Departamento de Geografía e Historia
IES Francisco Nieva. Valdepeñas

362. El texto constitucional plasmaba también la confesionalidad católica del


Estado (Artículo 12).

c. La acción legislativa de las Cortes


Las Cortes de Cádiz promulgaron además una serie de decretos que
abolían los fundamentos del Antiguo Régimen, por ejemplo:

 Se decretó la libertad de imprenta.


 Fueron abolidos los señoríos jurisdiccionales, desapareciendo así los
conceptos de señor y vasallo.
 Fueron suprimidos los gremios, que impedían la innovación y la libre
iniciativa económica, abriendo paso a relaciones económicas
capitalistas.
 Como medida desamortizadora se decretó la incautación y venta en
pública subasta de las tierras comunales de los municipios, de las
órdenes militares y de los jesuitas.
 Fueron derogados los privilegios de la Mesta.
 Fue abolida la Inquisición, que impedía el desarrollo de la libertad de
pensamiento y de la ciencia.

10
Bloque 5. Crisis de la monarquía borbónica. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la
revolución liberal. La Constitución de 1812

EL REINADO DE FERNANDO VII: SUS ETAPAS

1. INTRODUCCIÓN

El reinado de Fernando VII se caracterizó por la restauración del


absolutismo, con una fuerte oposición de los liberales, que fueron duramente
perseguidos. Atravesó por tres etapas: el sexenio absolutista (1814-1820), el
trienio liberal (1820-1823) y la década absolutista u ominosa (1823-1833).

1.1. El sexenio absolutista (1814-1820)


El tratado de Valençay firmado entre Napoleón y Fernando VII en
diciembre de 1813 establecía el final de la guerra de la Independencia y la
vuelta de Fernando como rey de España. Sin embargo, las Cortes no
reconocían a Fernando VII como rey hasta que no jurase la Constitución.
Los sucesos más importantes del periodo fueron: el restablecimiento del
absolutismo (favorecido por el contexto internacional), la represión de liberales
y afrancesados, la política desastrosa e ineficaz de los gobiernos, controlados
por la camarilla de Fernando VII y las conspiraciones de los liberales.
Fernando VII se negó a jurar la Constitución de 1812 y restableció el
absolutismo con un golpe de Estado a través del decreto de Valencia, de 4 de
mayo de 1814, tras conocer la opinión de los diputados absolutistas expresada
( )
en el Manifiesto de los Persas (12 de abril de 1814).
Los objetivos de los gobernantes de este periodo fueron básicamente:

 La vuelta al pasado: se restauró la Inquisición, los consejos, la Mesta,


los gremios, el régimen señorial, las instituciones feudales, etc.
 La represión de los liberales y afrancesados: a los primeros se les
persiguió y se les encarceló. A los segundos se les condenó al destierro.
La mayoría de los exiliados marcharon a Reino Unido y Francia, desde
donde conspiraron para establecer un sistema constitucional.

El gobierno de este periodo fue desastroso, destacando las siguientes


medidas y sucesos:

11
Departamento de Geografía e Historia
IES Francisco Nieva. Valdepeñas
IMPORTANTE, LO QUE SIGUE NO LO PONGÁIS EN FORMA DE ESQUEMA,
PONEDLO EN FORMA DE TEXTO

 La guerra contra la independencia de las colonias americanas.


 La inestabilidad de los gobiernos y el predominio de la camarilla que y
rodeaba a Fernando VII.
 La quiebra de la Hacienda pública, acentuada por la guerra de las
colonias y las medidas fiscales del Antiguo Régimen.

Los liberales, conocedores de su escaso apoyo popular, se organizaron


en logias masónicas y buscaron el apoyo de los militares descontentos para
sublevarse contra el gobierno y cambiar el orden político. Se iniciaba así una
triunfando el
larga serie de pronunciamientos militares. Durante este periodo hubo hasta
ocho, siendo el último el que triunfó. Fue dirigido por el coronel Rafael del
Riego el 1 de enero de 1820 en Las Cabezas de San Juan (Sevilla). Desde allí
se extendió a toda Andalucía y otras ciudades españolas, por lo que Fernando
VII tuvo que jurar el 7 de marzo la Constitución de 1812 (“Marchemos
francamente, y yo el primero, por la senda constitucional”). Comenzó así el
trienio liberal o constitucional. Conviene decir que entre las tropas de Riego
surgió el famoso himno que lleva su nombre –himno de Riego- y que se
convertiría en el himno nacional oficial durante el trienio liberal.

1.2. El trienio liberal (1820-1823)


Durante el mismo se produjo la formación de la cultura política liberal, la
división de los liberales, la sucesión de los moderados y los exaltados en el
gobierno y el triunfo final de la oposición absolutista. Tras el pronunciamiento
de Riego se formó un gobierno integrado por destacados liberales y se inició
gran
una labor legislativa que recuperaba muchos decretos de las Cortes de Cádiz.
dirigida

1.2.1. La formación de la cultura política liberal durante el primer gobierno


liberal
El primer gobierno liberal se formó con destacados liberales que
regresaron del exilio, como Agustín Argüelles. Las medidas adoptadas se
dirigieron a construir un sistema de libertades políticas y hacer reformas
políticas y económicas que trataban de aplicar las normas emanadas de las

12
Bloque 5. Crisis de la monarquía borbónica. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la
revolución liberal. La Constitución de 1812

Cortes de Cádiz. Destacaron la libertad de presos políticos, la supresión


definitiva de la Inquisición, la creación de la Milicia Nacional (cuerpo de
voluntarios para la defensa del sistema constitucional), etc.
Los vehículos de expresión de la cultura y espíritu liberal fueron dos
fundamentalmente: la prensa y las sociedades patrióticas. Hubo más de 700
publicaciones, que reflejaron la pluralidad ideológica y la libertad de expresión.
Las sociedades patrióticas eran clubes abiertos en los que se debatían todos
los temas de actualidad política y social.
No obstante, los liberales contaron con dos grandes enemigos: el
contexto internacional, ya que predominaban las monarquías absolutas en
Europa, y Fernando VII, que conspiró para derribar el sistema constitucional.

1.2.2. Las divisiones internas del liberalismo


 Liberales moderados (como Martínez de la Rosa y Agustín Argüelles).
Deseaban alcanzar un compromiso con las antiguas clases dominantes
y el rey para que fueran aceptadas las reformas liberales. Buscaban el
equilibrio entre las libertades básicas y el orden público. Situaban en un
plano de igualdad la Corona y la nación. Defendían la reforma de la
Constitución de 1812, que atribuía excesivo poder a las Cortes frente al
rey y la introducción de un Senado o cámara de la aristocracia.
 Liberales exaltados (como Mendizábal y Alcalá Galiano). Consideraban
intocable la Constitución de 1812, apelaban al pueblo, la nación y la
libertad. Eran apoyados por las sociedades patrióticas, la Milicia
Nacional y el ejército de Riego.

1.2.3. Evolución política del trienio


 Gobierno de los moderados (marzo 1820-julio 1822). Se suprimió el
ejército que había llevado el pronunciamiento de Riego, así como la
supresión de las sociedades patrióticas. Se intentó reformar en sentido
conservador la Constitución de 1812 (sufragio censatario, creación de un
Senado), pero fracasaron por la oposición de los exaltados. En lo
tocante a la economía, se suprimieron las órdenes monacales y se

13
Departamento de Geografía e Historia
IES Francisco Nieva. Valdepeñas

reformaron las regulares. Se abolieron los gremios, se desamortizaron


los bienes de la Iglesia y se suprimieron los mayorazgos.
 Gobierno de los exaltados (julio 1822-septiembre de 1823). Se hicieron
con el poder como consecuencia de la sublevación realista en Madrid en
1822, que pretendía restaurar el absolutismo. El gobierno de los exal-
tados provocó el aumento de la presión absolutista internacional y la
entrada de las tropas francesas de Luís XVIII, los Cien Mil Hijos de San
Luís, que en abril de 1823 invadieron toda España con la ayuda de los
realistas ante la escasa resistencia del pueblo español, al contrario de lo
que ocurrió en 1808. El gobierno liberal huyó hasta Cádiz, llevándose
con él al rey. El 1 de octubre los franceses liberaban a Fernando VII,
quien restableció su poder absoluto e iniciaba una persecución
implacable contra los liberales.
1.3. La década ominosa o absolutista (1823-1833)
Esta segunda etapa absolutista se caracterizó por la represión y exilio de
los liberales, las reformas de los gobiernos absolutistas, la fractura de los
absolutistas y el nacimiento del carlismo.

1.3.1. La represión y exilio de los liberales


Se exiliaron entre 15 000 y 20 000 liberales, entre ellos lo más selecto de
la clase media ilustrada y liberal. Se refugiaron en el Reino Unido y en Francia,
desde donde conspiraron para derrocar a Fernando VII. Los que se quedaron
fueron encarcelados o asesinados.
El aparato represivo del Estado absolutista se articuló en torno a cuatro
instrumentos básicos: la policía y las comisiones militares, que depuraron a
funcionarios y militares; el cuerpo de voluntarios realistas, los tribunales de
justicia y las Juntas de Fe (herederas de la Inquisición).
Entre los casos de represión y ejecución de liberales más importantes
destacaron las ejecuciones de Riego, Torrijos y Mariana Pineda (y por su
importancia local en Valdepeñas, la de Francisco Abad “Chaleco”).
1.3.2. Las reformas de los gobiernos absolutistas
La experiencia de los años transcurridos entre 1814 y 1820, cuando el
inmovilismo provocó la quiebra del Estado absoluto, pesó sobre esta nueva

14
Bloque 5. Crisis de la monarquía borbónica. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la
revolución liberal. La Constitución de 1812

etapa. Hasta la fecha, el rey había sido refractario a toda reforma, pero a partir
de 1823 participaron en los gobiernos políticos de formación técnica, herederos
del despotismo ilustrado que modernizaron la administración sin que ello
conllevara la más mínima apertura liberal. Esta estrategia permitió que la obra
gubernamental fuera más eficaz que la de la primera restauración absolutista.
Las principales reformas fueron: Por ejemplo, no se reinstauró la inquisición

 Restablecimiento matizado del Antiguo Régimen. Aunque el decreto de


1 de octubre de 1823 restableció las instituciones anteriores a 1820,
algunas no subsistieron, como la Inquisición o el consejo de Estado.
 Reformas de Hacienda. La independencia de las colonias, unida a la
deuda pública heredada, más los gastos militares y de la administración,
hacían necesaria una reforma fiscal. Fue elaborada por Luis López
destacó
Ballesteros, ministro de Hacienda. Entre sus medidas destacaron la
reducción de la deuda pública y el diseño de los primeros presupuestos
del Estado de la Historia de España. como
 Reformas administrativas y económicas, de gran calado y con un
marcado carácter modernizador: Creación del Consejo de Ministros
(1823), promulgación del Código de Comercio (1829), creación del
Banco de San Fernando (1829), antecedente del Banco de España,
fundación de la Bolsa de Comercio en Madrid (1831) y creación del
etc.
ministerio de Fomento (1832).

1.3.3. La fractura de los absolutistas y el nacimiento del carlismo


Aunque Fernando VII no era liberal en ningún grado, las reformas
realizadas por la incorporación de los técnicos reformistas al gobierno y la
suavización del Antiguo Régimen extendieron la idea entre los absolutistas
puros de que el rey estaba en manos de los liberales y dividió las filas
absolutistas. Los ultras, denominados también apostólicos, defendían la religión
como fundamento de la monarquía tradicional y exigían el restablecimiento de
la Inquisición y la plena autonomía para los Voluntarios Realistas. Fernando VII
integró a ministros reformistas y apostólicos en sus gobiernos, y ello generó
continuas tensiones en el seno del ejecutivo. En un principio los ultras

15
Departamento de Geografía e Historia
IES Francisco Nieva. Valdepeñas

fueron los protagonistas de


manifestaron su descontento mediante conspiraciones e intrigas palaciegas. La
actuación más radical fue la insurrección en Cataluña en 1827 se conoce como
la revuelta de los agraviados o malcontents. Se extendió por el campo y la
montaña catalanes, se articuló en torno a los Voluntarios Realistas, el clero
rural y los campesinos. Los malcontents exigían el programa típico del
absolutismo más radical (restablecimiento de la Inquisición, reglamentación de
los voluntarios realistas, abolición de la legislación reformista del rey,
exterminio de las sociedades secretas, etc.). La rebelión fue desmovilizada por
la intervención del ejército, que realizó una dura represión.
El final del reinado provocó la cuestión sucesoria, con la que surgió
definitivamente el carlismo. La fractura entre apostólicos y reformistas se
agudizó en 1829, cuando la llegada a España de María Cristina de Nápoles,
cuarta esposa de Fernando VII, puso sobre la mesa la sucesión del rey, que no
tenía hijos. Los ultras se agrupaban en torno al hermano del monarca, el
infante don Carlos, y los reformistas alrededor de María Cristina. Emba-razada
María Cristina, el 29 de marzo de 1830 se publicaba la Pragmática Sanción de
1789 que derogaba la Ley Sálica (que desde comienzos del siglo XVIII impedía
reinar a las mujeres; de este modo, la reina aseguró el trono para su
descendencia, fuera cual fuera su sexo) y en octubre de 1830 nacía una niña,
la futura Isabel II. Esto radicalizó a la facción ultra, lo que provocó los sucesos
de la Granja en el verano de 1832: Fernando VII, enfermo, fue convencido por
los absolutistas ultras (ministro Calomarde) para firmar la derogación de la
Pragmática Sanción publicada en marzo de 1830, pero tras recuperarse de la
enfermedad y, presionado por los reformistas, revocó dicho documento,
expulsó a los ultras del gobierno y formó un gobierno presidido por el reformista
Francisco Cea Bermúdez.
Cea trató de reforzar su posición aliándose con los liberales más
moderados e inició una tímida apertura política: reabrió las universidades,
cerradas desde 1830, otorgó una amnistía que permitió el regreso de varios
miles de exiliados, separó del ejército a los mandos carlistas y licenció y
desarmó a los Voluntarios Realistas.
El 20 de junio de 1833 la princesa Isabel, con tres años de edad, juró
como heredera al trono ante unas Cortes reunidas por estamentos, según el

16
Bloque 5. Crisis de la monarquía borbónica. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la
revolución liberal. La Constitución de 1812

procedimiento del Antiguo Régimen. Cuando Fernando VII falleció, el 29 de


septiembre, los partidarios de don Carlos se negaron a reconocer a la nueva
reina y se inició la Primera Guerra Carlista, en la que estaba en juego no sólo el
sucesor de Fernando VII (su hermano Carlos María o su hija Isabel), sino el
modelo de Estado (Carlos María Isidro era apoyado por los absolutistas ultras,
mientras que Isabel era apoyada por los absolutistas reformistas y los liberales
moderados). Esta parte es más que recomendable, pero os la pongo en opcional por si sale el
tema y no os da tiempo a escribir todo lo anterior.

1.4. La independencia de la América española


Fue, junto con la Guerra de la Independencia, el suceso que evidenció la
crisis del Antiguo Régimen en España. Se inició en 1810 en Caracas y Buenos
Aires y finalizó en 1824 tras la batalla de Ayacucho (Perú). Sus causas fueron:

 Las reformas políticas y administrativas de los Borbones en el siglo XVIII provocaron


dejaron el poder en manos de los peninsulares, provocando el
descontento de los criollos (hijos de españoles nacidos en América).
 La liberalización del comercio peninsular con América desde 1765
benefició más a los comerciantes peninsulares que a los criollos.
 La influencia de la revolución americana, iniciada en 1776, que supuso
el nacimiento de EE. UU. y la influencia de la revolución francesa de
1789, cuyas ideas inspiraron el pensamiento emancipador.
 Los intereses del Reino Unido, que prefería países independientes en
América con los que poder comerciar libremente.

1.4.1. El proceso emancipador


1.ª fase, de 1810 a 1815. Coincidió con la Guerra de Independencia en
España. En las colonias se formaron juntas leales a Fernando VII y contra José
Bonaparte, pero el elemento criollo fue desplazando al peninsular. En 1810 se
extendieron proclamas de independencia en Caracas (Venezuela), Buenos
Aires (Argentina), Santa Fe de Bogotá (Bogotá), Uruguay, Paraguay, Ecuador y
América Central. Fueron reprimidas a la vuelta de Fernando VII en 1814,
gracias a las expediciones españolas a Venezuela y la decidida actuación del
virrey del Perú (fiel a Fernando VII). En México fueron los propios criollos los

17
Departamento de Geografía e Historia
IES Francisco Nieva. Valdepeñas

que hicieron fracasar la revolución de Hidalgo y Morelos por temor a su


contenido social y a su radicalismo agrario. En este periodo sólo se
independizó Paraguay (1811 y 1813).

2ª fase, de 1816 a 1824. La monarquía de Fernando VII no tenía


recursos para aguantar el nuevo rebrote independentista a partir de 1816.
Además, los independentistas criollos contaban con el apoyo del Reino Unido,
interesado en comerciar directamente con las colonias emancipadas, y con el
apoyo norteamericano (“doctrina Monroe” sintetizada en la frase “América para
los americanos”). Los principales líderes independentistas fueron los generales
Simón Bolívar (zona norte) y José San Martín (zona sur).
Las campañas de José de San Martín posibilitaron la independencia de
Argentina (1816); después, San Martín atravesó los Andes, derrotó a los
españoles en Chacabuco (1817) y propició la independencia de Chile (1818).
Las campañas de Simón Bolívar en el norte permitieron la independencia de la
Gran República de Colombia o Gran Colombia que, a grandes rasgos,
englobaba a las actuales Colombia, Venezuela y Ecuador, aunque se
independizaron posteriormente. En México, el movimiento independentista
liderado por Agustín de Iturbide triunfó en 1821 y los territorios de América
Central, incorporados a México en un principio, alcanzaron en 1824 su
independencia como República Federal de Centroamérica (agrupaba
aproximadamente a las actuales Guatemala, Honduras, El Salvador,
Nicaragua, Costa Rica, Panamá). La emancipación del virreinato del Perú fue
la última en consumarse; Antonio José de Sucre, en la batalla de Ayacucho
(1824) derrotaba al último ejército español, al mando del virrey La Serna, lo que
originó la independencia de Perú y Charcas. Uruguay se independizó en 1828
porque su territorio fue invadido por Brasil en 1816.

1.4.2. Las repercusiones para España de la emancipación de la América


española. Fueron territoriales, políticas y económicas
 El patrimonio colonial español quedó reducido a las islas de Cuba y
Puerto Rico (en el Caribe), las islas Filipinas (en Asia) y las islas
Marianas y las Carolinas (en el océano Pacífico).

18
Bloque 5. Crisis de la monarquía borbónica. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la
revolución liberal. La Constitución de 1812

 España perdió su condición de potencia mundial, quedó relegada a


pequeño país de la periferia europea, condicionada en el plano
internacional por Francia y Gran Bretaña.
 El comercio exterior se contrajo: las exportaciones cayeron un 40 %.
 Decayó la industria, por el cese de suministro de materias primas y la
pérdida del mercado americano.
 Aumentó el déficit público, por el costo de las campañas militares en
América, que se sumó al de la Guerra de la Independencia española.
 Depresión económica y caída de la renta nacional, por la salida de
monedas de oro y plata para pagar el déficit exterior tras la
emancipación de las colonias.

19

También podría gustarte