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NICOLÁS MAQUIAVELO

[Tema 02]

VIDA Y OBRA

Nicolás Maquiavelo fue un destacado filósofo, político e historiador del Renacimiento. Nació
en Florencia, Italia, en una familia de la baja burguesía. Su vida coincidió con un período de intensa
agitación política en Italia, marcado por conflictos entre las ciudades-estado y la influencia de
potencias extranjeras. Esta ciudad estaba gobernada por los Medici hasta que la invasión del rey de
Francia en Italia, provocó la instauración de la República en Florencia. Maquiavelo ocupó algunos
cargos como secretario diplomático, lo que le permitió conocer de cerca la política italiana. La
República cayó y los Medici volvieron al poder, lo que supuso para Maquiavelo la pérdida de sus
cargos políticos y que fuera condenado a un ocio forzado en una villa, donde escribió sus principales
obras: El Príncipe y los Discurso sobre la primera década de Tito Livio. Finalmente, y tras escribir
dichas obras, los Medici le recompensaron con un puesto de redactor hasta su muerte.

Cabe destacar que, El Príncipe y los Discursos son dos obras con estilos claramente
diferentes. Por un lado, la obra de El Príncipe resulta un manual realista sobre cómo alcanzar el poder
y mantenerlo en un medio hostil. En cambio los Discursos representan un elogio a la República
Romana, a la que presenta como un modelo a seguir para las repúblicas italianas de su tiempo.
Maquiavelo defiende que las repúblicas italianas necesitan lograr la unidad nacional para defenderse
de las nuevas potencias internacionales. Maquiavelo, en los Discursos, repasa los diferentes tipos de
gobierno y muestra cómo la República es la forma de gobierno que permite una mayor estabilidad y
paz social, basándose en la evidencia histórica de Roma y Venecia.

LA POLÍTICA MODERNA

Maquiavelo es considerado el fundador de la ciencia política, debido a que rompe con el ideal
normativo que caracterizaba la filosofía política. La filosofía política del mundo antiguo se
preguntaba sobre el mejor sistema político capaz de realizar el bien propio de la polis. Diferentes
autores, como Platón o Aristóteles, propusieron diferentes tipos de gobierno. En la modernidad se
rompe precisamente con la idea del telos, ya no hay un fin que la política debe realizar. Esto es así
debido a que se rompe con el ideal clásico de la naturaleza, esta pierde su dimensión metafísica
orientada a un fin y se reduce al mundo físico.

A todo esto se añade que el príncipe se escribe en tiempos de gran inestabilidad política. En
estos tiempos tanto el rey de Francia como Fernando de Aragón estaban haciendo incursiones y
tomando posiciones en la península itálica, invadiendo territorios. De ahí que Maquiavelo centre su
análisis en el concepto de “ Príncipe nuevo”. Este concepto hace referencia a un príncipe que
conquista territorios e impone una nueva ley, que rompe con la ley tradicional de las monarquías
hereditarias, basada en la religión. En este sentido, tanto la ruptura de la visión tradicional del mundo
regido por un orden moral compartido y la gran inestabilidad política presente en Italia, debido a los
príncipes nuevos, hacen que la política cambie de significado. La política ya no se entendía como el
arte gobernar una polis con el objetivo de que se consiga vivir bien; si no que se entiende como la
técnica para lograr el poder en el Estado y preservar su estabilidad en un medio hostil, en el que
surgían nuevos príncipes que rompían con las leyes tradicionales. El problema central de la política ya
no será el buen vivir, sino el mantenimiento de la estabilidad política por parte del gobernante.
Esto explica la orientación realista de la obra política de Maquiavelo, donde los principados
hereditarios se caracterizan por la estabilidad. Esto se debe a que en esos territorios ya se sabe quién
va a ser el sucesor del Rey y a que la traición hace que el pueblo acepte la sumisión al Rey y sus
sucesores. Pero los príncipes nuevos, al romper con la ley tradicional de las monarquías, la cual se
basaba en la religión y la herencia dinástica, hacen que la política se caracterice por la inestabilidad.

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Por ese motivo, para Maquiavelo se hace necesario que un príncipe pueda lograr el poder y
aportar estabilidad mediante la fuerza y la astucia, a lo que Maquiavelo denominará virtud, virtù. Es
decir, mientras los regímenes hereditarios son estables y aportan seguridad al príncipe heredero, los
principados nuevos son por naturaleza inestables y requieren que el príncipe introduzca la estabilidad.
Para ello, Maquiavelo, escribió su obra El Príncipe, en la cual recogerá los consejos necesarios para
que el príncipe pueda hacerse con el poder y mantenerlo instalando así una nueva legitimidad.

De ahí que el príncipe sea una obra realista, ya que Maquiavelo no hace un relato sobre cómo
se debería comportar el príncipe para realizar un ideal moral, sino de que debe hacer en realidad para
obtener y mantener el poder. Maquiavelo escribe no sobre cómo debería ser la política, sino como es
realmente. Porque solo sabiendo como funciona la política en la realidad, el podrá guiarse en ella,
conduciendo sus acciones de un modo eficaz para ganarse el favor de los súbditos y aportar
estabilidad política. Es este el motivo principal de por qué el príncipe es una obra que se aparta de la
filosofía política, la cual propone ideales normativos de política, inaugurando de esta manera la
ciencia política gracias a su enfoque realista sobre la política.

LA VIRTÚ Y LA FORTUNA

Para comprender la obra de Maquiavelo, debemos entender en primer lugar 3 conceptos


claves en su filosofía: la fortuna, la virtud y la ocasión.

Por un lado, en el contexto de Maquiavelo, la fortuna se refiere a las circunstancias


impredecibles y cambiantes que afectan a los gobernantes y a los estados. Puede incluir factores como
la suerte, la situación geopolítica, las alianzas internacionales y otros eventos externos que están más
allá del control humano. Maquiavelo sostiene que los líderes políticos deben ser capaces de adaptarse
a las circunstancias cambiantes y ser resistentes frente a las adversidades. Un príncipe exitoso debe
ser capaz de manejar la fortuna con astucia y eficacia. Históricamente, para los antiguos la política
tenía un telos; es decir, un bien propio al que tendía por naturaleza: el vivir bien. En la edad media,
ese fin será mantenido gracias a la providencia divina 1: Dios actúa en el mundo para permitir que el
bien triunfe sobre el mal en la tierra, a través de influir en las acciones humanas y en el azar. En el
renacimiento, la realidad ya no se concibe regida por la voluntad divina, sino que se vuelve caótica y
accidental. Es por esta razón, que Maquiavelo defiende que el príncipe debe saber actuar del modo
apropiado en cada momento, incluso en periodos de crisis, puesto que no puede ni prever el futuro ni
controlar los factores que influyen en la política.

Aquí en donde Maquiavelo introduce el término de “virtud” ( virtù), la cual no se debe


confundir con el concepto aristotélico de virtud ( areté). En el contexto filosófico de Maquiavelo, la
virtù hace referencia a la habilidad y la destreza del gobernante en el arte de gobernar y mantener el
poder. Para Maquiavelo, la virtù es un recurso necesario de los gobernantes, para que estos sepan
actuar de un modo eficaz y con determinación en un mundo donde reina los imprevisible. La virtù
representa la capacidad de discernir y prever los cambios que la fortuna trae consigo, para elaborar y
ejecutar las estrategias necesarias. Según Maquiavelo, un líder virtuoso es aquel que puede tomar
decisiones efectivas para asegurar el bienestar de su estado.De esta forma, el príncipe podrá introducir
un orden en un mundo donde gobierna el azar y el desorden. Por otro lado, la virtù, también

1 Providencia divina: este término hace referencia al cuidado que Dios tiene de la creación y de sus criaturas.

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representa una clase de racionalidad estratégica, con la cual, los príncipes dominan sus pasiones para
conseguir sus objetivos (alcanzar y mantener el poder). Esta dominación de las pasiones, se llevará a cabo a
través de la inteligencia y el autocontrol.

Ahora bien , es la inteligencia y el autocontrol que caracterizan la virtù, lo que permitirá al


príncipe aprovechar la “ocasión”. La ocasión consiste en las oportunidades que deparan las
circunstancias en un momento dado. Es decir, la ocasión se relaciona con el momento oportuno para
tomar decisiones políticas. Maquiavelo enfatiza la importancia de reconocer y aprovechar las
oportunidades en el momento adecuado, para poder conseguir el poder y mantenerlo. Un príncipe
hábil debe ser capaz de adaptarse a las circunstancias y actuar decisivamente cuando se presenta una
ocasión propicia. Ahora bien, para poder aprovechar las ocasiones, el príncipe debe conocer la
naturaleza humana. Esto se debe a que, si la política es el resultado de las acciones humanas en una
ambiente hostil; el príncipe, para conseguir sus objetivos, debe conocer cómo se comportan los
hombres. Esto hace de la psicología un elemento clave de la teoría de Maquiavelo.

PSICOLOGÍA HUMANA

Maquiavelo sostiene la idea de que las personas están impulsadas por un conjunto de pasiones
y deseos. Ahora bien, a diferencia de autores anteriores, Maquiavelo defenderá que la razón no es
suficiente para dominar las pasiones. Maquiavelo, al igual que otros autores, como Adam Smith,
Montesquieu o Hume, cree que el comportamiento del hombre está impulsado por diferentes pasiones
que la razón no es capaz de ordenar. Por eso, surgirán diferentes teorías sobre cómo canalizar los
impulso de las pasiones para permitir una convivencia pacífica dentro del Estado.

Maquiavelo, entendió que las pasiones deben ser contrapuestas unas a otras para que las
pasiones favorables compensen la acción de las pasiones destructivas. Esta es la teoría de la pasión
compensatoria. En dicha teoría, las pasiones favorables contrapesan la acción de las pasiones
perniciosas, sobre la conducta humana, y el resultado es el beneficio del hombre y la humanidad.
Ahora bien, ¿qué es lo que caracteriza a una pasión como favorable o destructiva? Las pasiones que
son concebidas como “pasiones favorables”, son entendidas como el “interés”. El término interés
designa una aspiración o beneficio esperado por el sujeto. Pero el interés hacía referencia a las
pasiones que tenían asignadas la función compensatoria para, mediante un cálculo apropiado, permitir
que la acción del hombre sea correcta.

Ahora bien, Maquiavelo aplica la idea del interés y de las pasiones compensatorias al
príncipe, no a los súbditos. En la filosofía de Maquiavelo, el interés representa la voluntad racional
que proporciona al príncipe una guía clara y segura de acción. El interés representa el reconocimiento
de lo que se requiere para que el príncipe aumente el poder, la influencia y la riqueza del Estado. De
ahí que se hable de “interés nacional”. El interés conlleva un cálculo sobre las pasiones que mueven al
príncipe; y dicho cálculo permite superponer las pasiones favorables a las perniciosas. Por lo tanto, el
interés es una guía para la acción del gobernante.

Ahora bien, Maquiavelo extrapola el concepto de interés a los súbditos. De esta manera,
explica que si los hombres guían su conducta por el interés, el comportamiento humano se volverá
predecible. De esta forma, el príncipe deberá conocer cómo las pasiones dominan el comportamiento
humano para saber cómo ganarse el favor y la lealtad del pueblo. Sólo de esta manera, el príncipe
asegura la estabilidad del Estado. de aquí que Maquiavelo subraye en El Príncipe, el estudio de la
psicología humana.

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Cuando Maquiavelo habla de la psicología humana, este parte de un pesimismo
antropológico. Maquiavelo subraya dos aspectos de la psicología humana.

El primer aspecto que Maquiavelo explica, es que los hombres son malos y egoístas, y que
tardan menos en dañar al que aman que al que temen. Es por esto que, en El Príncipe, Maquiavelo
explica que es mejor ser temido que amado. Esto se debe a que el amor y la bondad generan en los
hombres falta de respeto; mientras que el temor, refuerza la obediencia, ya que el miedo al castigo no
abandona a los hombres. De esta manera, Maquiavelo explica que el príncipe puede permitirse ser
cruel con el pueblo, si esto le genera una fama de cruel que le permitirá mantener la unidad y la
lealtad de sus súbditos. Ahora bien, el príncipe debe procurar que el temor no se vuelva odio, ya que
el odio puede provocar la unión del pueblo contra el príncipe.

El segundo aspecto que Maquiavelo explicará de la psicología humana, es que: “los hombres
en general juzgan más por los ojos que por las manos (...) cada uno ve lo que quiere, pero pocos
palpan lo que eres”. Con esta declaración, Maquiavelo quiere resaltar dos características diferentes de
la psicología humana.

1. La primera es relativa a la concepción peyorativa de la naturaleza humana: las personas son


simples. Maquiavelo defiende que los hombres no reflexionan ni profundizan en el
conocimiento de la realidad que les rodea. Explica que estos se dejan seducir por la apariencia
de las cosas y que juzgan los sucesos según los resultados.

2. La segunda es que, como el vulgo sólo juzga los sucesos por los resultados, también juzgará
los medios empleados para alcanzar un suceso, como buenos o malos, según el resultado. De
esta manera, Maquiavelo introduce una versión mal entendida de la teoría de Max Weber, de
la ética de la responsabilidad.

Max Weber distingue entre una ética de la convicción y una ética de la


responsabilidad. La ética de la convicción consiste en valorar las acciones sólo por los
principios éticos en los que se inspiran las acciones, sin tener en cuenta las consecuencias:
una política es buena si está guiada por buenas intenciones, aunque sus resultados provoquen
desastres o muerte (ej. la revolución). Por otro lado, la ética de la responsabilidad señala que las
acciones se deben juzgar por las consecuencias. Es decir, si las consecuencia son negativas, es
mejor no aplicar la política, aunque el fin propuesto sea bueno.

Ahora bien, Maquievales hace una interpretación errónea, y perversa, de la ética de la


responsabilidad. Para Maquiavelo, si los medios empleados consiguen mantener la estabilidad
del Estado, el vulgo dará como buena la acción, aunque se haya empleado la violencia, la
mentira o la crueldad. Y, teniendo en cuenta que los sujetos evalúan las acciones por sus
resultados, el príncipe debe perseguir el interés del estado, aunque para ello deba recurrir a
medios indecentes. Esto hace que la política deba ser pragmática 2, punto clave que
abordaremos a continuación.

EL PRAGMATISMO POLÍTICO

2 Pragmatismo: Teoría filosófica según la cual el único medio de juzgar la verdad de una doctrina moral, social,
religiosa o científica consiste en considerar sus efectos prácticos.

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Para entender el pragmatismo político de Maquiavelo, hace falta entender que él no busca
construir una política sobre cómo se debería vivir ( como Platón), sino sobre cómo las personas viven.
Esto es importante porque, como hemos señalado antes, para Maquiavelo todos los hombres son
malvados. Y, por esto mismo, Maquiavelo defiende que el príncipe debe regir su comportamiento en
busca de su interés: conseguir, mantener y aumentar el poder del Estado. Y, para lograr esto, el
príncipe debe comportarse teniendo en cuenta cómo son los hombres y la política realmente, no cómo
cree que debería ser. De lo contrario, guiando su comportamiento por ideales morales, las
consecuencias de sus acciones serán perniciosas no sólo para él, sino también para su pueblo. En
consecuencia, no tiene sentido que el príncipe guíe su acción por ideales religiosos o morales de
justicia, ya que estos ideales distan mucho de la realidad existente. El enfoque de la política debe ser
realista y pragmático.

Ahora bien, para Maquiavelo la bondad del príncipe no es mala en sí misma. Lo que sucede
es que, si la compasión con el pueblo pudiera ser buena, en la práctica esta no es efectiva para
conseguir el objetivo de mantener el poder. Por ello, el príncipe que base su acción política en la
creencia de la amistad cívica, busca su ruina y la de su pueblo. O, si el príncipe basa su política en
mantener siempre su palabra, pensando que los otros harán lo mismo, pronto será engañado. Es decir,
Maquiavelo no dice que los gobernantes no deban poseer las cualidades de la compasión o la bondad;
simplemente subraya que dichas cualidades no son efectivas para conseguir el interés del príncipe. El
príncipe debe ser bondadoso, pero debe saber comportarse del modo apropiado para conseguir sus
intereses. Porque, si tiene como principio comportarse de forma bondadosa,siempre acabará
perdiendo, pues las personas son malas.

Es este pesimismo sobre la psique humana lo que también explica que para Maquiavelo, en el
gobierno de los hombres no bastan las leyes, sino que es necesaria la fuerza. Esto se explica
entendiendo que, dado que los hombres son malos, mentirosos y desagradecidos, en el gobierno de los
hombres las leyes no bastan y es necesario la fuerza. Es decir, el príncipe no puede presuponer una
buena voluntad de los súbditos, de cumplir las leyes, porque esta no existe. El príncipe debe gobernar
según convenga en cada momento, ya sea según las leyes o cuando sea posible, por la fuerza. Esto
explica que la política en Maquiavelo se separa de la moral y la religión, y esta separación es un
elemento característico del realismo político.

Para la corriente de pensamiento realista, cuyos máximos representantes son Maquiavelo y


Hobbes, la política es una área independiente de la religión y la moral. Esto se debe a que la moral se
guía por criterios de bondad o maldad; y la religión. se somete a los mandatos divinos. Y, sin
embargo, la política persigue un fin propio, que es garantizar el interés del príncipe: la estabilidad y el
poder del Estado. Por ese motivo, el príncipe no debe guiarse por los ideales morales o religiosos en la
gestión del poder, sino que debe actuar de un modo apropiado, virtuoso, para conseguir el fin propio
de la política: el interés. El príncipe debe afrontar los cambios caóticos de la fortuna para conseguir
sus objetivos, y si para ello debe ser cruel, matar o engañar, lo deberá hacer.

Esta tesis nos conecta con la idea de “razón de Estado”. Cabe destacar que Maquiavelo nunca
empleó este término de manera explícita, aunque su pensamiento ha sido empleado como fundamento
de este concepto político. Este concepto se refiere a la idea de que los líderes políticos deben tomar
decisiones basadas en el interés y la estabilidad del Estado, incluso si estas decisiones implican
acciones moralmente cuestionables o contrarias a los principios éticos convencionales. Por tanto, la
idea de razón de Estado alude a una racionalidad propia de la acción política que es independiente de
la religión o la moral. En la política es legítimo todo aquello que permita mantener o aumentar el

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poder del estado. La razón de estado se aplica particularmente a los métodos, no ordinarios e
inmorales, que son necesarios para mantener el poder del Estado. Con ello, el mantenimiento del
Estado representa un fin al que se deben dedicar todos los medios posibles, por muy inmorales que
sean. El príncipe debe estar dispuesto a hacer todo aquello que sea necesario para mantener la
estabilidad del Estado, y eso incluye, actos contrarios a la moral o la religión. De ahí, que la razón de
Estado representa una forma de acción política alejada de la moral y la religión.

La teoría del Estado sufrió un declive con la aparición del estado de derecho, el cual se rige
por el dominio de la ley. Un Estado de derecho es un principio fundamental en el cual el poder del
gobierno está sujeto a la ley. En un Estado de derecho, tanto los ciudadanos como el gobierno están
sometidos a un conjunto de leyes y normas que se aplican de manera imparcial. Este principio implica
que el gobierno debe actuar dentro de los límites establecidos por la ley y que todos los ciudadanos,
independientemente de su posición o estatus, son iguales ante la ley. Es decir, en un estado de derecho
todas las personas son iguales ante la ley. Por tanto, el gobernante no puede infringir ninguna ley con
el pretexto de garantizar la seguridad del estado.

LA APARIENCIA

La orientación pragmática de la doctrina de Maquiavelo, dirigida a la consecución del interés,


saca a la luz la importancia de la apariencia. Lo importante para Maquiavelo no es como sea el
príncipe, sino como se comporte ante los súbditos. Es decir, no es necesario que el príncipe sea
clemente o íntegro, sino que aparente estas virtudes ante sus súbditos, con el fin de ganarse su favor y
lealtad. El príncipe debe aparentar ser leal, pero a su vez, debe tener el carácter apropiado para obrar
en contra de esas virtudes. Es decir el príncipe debe contra con la virtù para poder dominar los
cambios de la fortuna. En ocasiones deberá obrar en contra de la fe o la moral, pero seguir
aparentando ser íntegro y religioso. Ahora bien, esto será fácil porque, según Maquiavelo, los
hombres solo se fijan en la apariencia. Por lo que, aunque las acciones inmorales o en contra de la
religión se lleven a cabo en público, si consigue mantener esa estabilidad estatal, la gente le seguirá
teniendo por bueno, ya que juzgan la apariencia y los resultados.

En consecuencia, para Maquiavelo, la religión y la moral, lejos de ser guías de acción de los
políticos, son instrumentos que se emplean para conseguir el interés. De ahí, que la política
maquiavélica se presente como inmoral, puesto que instrumentaliza cualquier medio ( la fe, la ética) para
conseguir el interés.

Aquí se concluye la exposición de El Príncipe, para dar paso a un análisis de las tesis
principales de Maquiavelo en los Discursos sobre la primera década de Tito Livio. Esto nos permitirá
conocer mejor la herencia que Maquiavelo ha dejado en el pensamiento republicano.
EL MAQUIAVELO REPUBLICANO

Maquiavelo en los Discursos sobre la primera década de Tito Livio sigue las tesis del
historiador romano Polibio. En esta obra, Maquiavelo señala cómo con el tiempo las formas de
gobierno clásicas (monarquía, aristocracia y república) terminan degenerando en formas desviadas de gobierno
(tiranía, oligarquía y democracia). La degeneración se produce porque las generaciones siguientes a la
implantación de un régimen recto, dejaban de lado la virtud y procuraban su bien particular.

A continuación, vamos a exponer algunos elementos importantes expuesto en los Discursos sobre la
primera década de Tito Livio.

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El primero de todos, es que Maquiavelo explica en dicha obra, que la monarquía degeneraba
en tiranía, y para salir de la tiranía, se establecía una aristocracia. Sin embargo, esta degeneraba con el
tiempo en la oligarquía, y para escapar de la oligarquía se establecía la república. Una vez instaurada
la república, Maquiavelo explica que esto degenera en la democracia, y que para escapar de la
democracia se vuelve a instaurar la monarquía. De esta manera, Maquiavelo, siguiendo a Polibio,
expone un círculo vicioso de corrupción. Y, es esta circularidad en el desarrollo de los regímenes
políticos, lo que introducía una cierta regularidad en el comportamiento humano. Y, para Maquiavelo,
esto será un elemento clave para que el príncipe pueda predecir el comportamiento humano, y orientar
su acción política.

Maquiavelo expone que, para salir de este círculo, se debe instaurar un gobierno mixto en el
que esté presente las tres formas de gobierno, en forma de diferentes magistraturas. Maquiavelo pone
como ejemplo de éxito a la república Romana, la cual se regía por un sistema compuesto por tres
poderes:

1. el senado → representa a la aristocracia


2. los cónsules → representa a la monarquía
3. el tribuno de la plebe → que representa a la república

Maquiavelo subraya que es el continuo choque entre los tres poderes, lo que hace que la
nobleza no pueda abusar de su poder para dominar a la plebe y que la plebe no se dejará avasallar por
la nobleza, defendiendo así su libertad. De esta manera, es el régimen mixto en el que los diferentes
poderes se controlan mutuamente, otorgando estabilidad a la república.

Monar Tiraní
quía a

Democ Aristoc
racia racia

El Repúb Oligar segundo importante


señalado lica quía por Maquiavelo en los
Discursos sobre la primera
década de Tito Livio es el papel
de las leyes y de la educación. Para Maquiavelo, un buen régimen político debe estar basado en unas
buenas instituciones que darán lugar a la existencia de buenas leyes. Pero, como las sociedades
degeneran con el tiempo, dichas leyes se tienen que estar actualizando para que los nuevos
gobernantes no las utilicen en su propio beneficio. Un régimen con buenas leyes, ejerce a su vez,

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según Maquiavelo, de elemento educador para la ciudadanía. Esto se debe a que el cumplimiento de
las leyes, hace a los ciudadanos virtuosos y amantes de la patria y la libertad.

El tercer elemento que cabe destacar de los Discursos sobre la primera década de Tito Livio,
coincide con lo expuesto en El Príncipe. Maquiavelo, en ambas obras, defiende los ejércitos
nacionales compuestos por los propios ciudadanos. Maquiavelo, en El Príncipe, crítica los ejércitos
compuesto a los mercenarios, porque los mercenarios se mueven por el interés económico y no por la
lealtad a la patria. Sin embargo, Maquiavelo defiende que los ejércitos nacionales garantizan la
independencia de la república. Por ellos, Maquiavelo propone instaurar la leva, que es el
reclutamiento periódico de civiles para servir en el ejército, conocido también como el servicio militar
obligatorio. Según Maquiavelo, e inspirado por la leva de los romanos, esa mili permitirá a la
república adiestrar a los ciudadanos en la defensa de la patria y fomentará las virtudes cívicas y el
amor de los ciudadanos a la república.

El cuarto elemento que cabe destacar de los Discursos sobre la primera década de Tito Livio,
es como concibe la religión Maquiavelo. Para este filósofo, la religión es un elemento instrumental
que sirve a favor de la estabilidad de la república. La religión, a través del culto y las costumbres,
instaura en la conciencia del pueblo el temor de Dios y el respeto a las leyes. Por eso, las repúblicas
en las que hay una religión fuerte son poderosas y tranquilas; mientras que cuando la religión decae,
la república se va a la ruina.

El quinto elemento que cabe destacar de los Discursos es la igualdad. Para que la república
tuviera éxito, era requisito imprescindible que no hubiera grandes diferencias económicas entre los
ciudadanos.

El último elemento que cabe destacar de dicha obra, es el papel que Mauquiavelo le asigna al
pueblo. El autor defiende que el pueblo es fácilmente manipulable; y sin embargo, subraya que el
príncipe debe atender la opinión del pueblo, para evitar ser odiado por este. Además, en los Discursos
sobre la primera década de Tito Livio, Maquiavelo afirma que los hombres pueden ser virtuosos, si se
les educa en la virtud a través de las leyes. Este punto de vista, provoca que Maquiavelo se aleja del
pesimismo antropológico que vemos en El Príncipe. Esto se debe a que en su obra, El Príncipe,
Maquiavelo habla de un pueblo que está en tiempos de crisis; mientras que, en los Discursos,
Maquiavelo hace alusión a un pueblo conformado por leyes buenas en tiempo de paz y estabilidad.

BIBLIOGRAFÍA

Pérez Zafrilla, Pedro Jesús, 2022. Nicolás Maquiavelo. Historia de la filosofía política y social. 1a
edición. Valencia: Tirant lo Blanch, pp. 33 - 52. ISBN: 978-84-1147-316-3

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