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Universidad de Ciencias Empresariales

Informe de Lectura “El príncipe – Nicolas Maquiavelo”

Randal González Phillips

Ingeniería en Sistemas

Profesor: Minor Picado Zamora

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Tabla de contenido

Introducción.......................................................................................................................................3

Desarrollo...........................................................................................................................................4

Conclusión..........................................................................................................................................8

Bibliografía.......................................................................................................................................10

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Introducción

El príncipe es un libro, que expresa la comprensión histórica por parte de Maquiavelo,


sobre la realidad política de Italia vivida en el Siglo XV y XVI. Debido a que se encontraba
dividida en familias, tanto por motivos políticos, como por la corrupción y alianza de todo
tipo, que evitaban la unión de Italia.

Su tiempo histórico es real y corresponde al proceso de tránsito de la Europa medieval a


los tiempos modernos, sobre cuyas bases surgió posteriormente el modelo capitalista de
organización de la economía.

La libertad mental conquistada por el hombre del Renacimiento y que lo apartaba de


dogmas, para enfrentar de manera más creadora la realidad material, representa el nuevo
espíritu con el que la burguesía ascendente organizó las relaciones sociales en la Europa
de los siglos XIV, XV, XVI.

No toda Europa logró ser cobijada por ese movimiento espiritual y económico renovador.
En la Europa central el Feudalismo se mantuvo varios siglos más. El desarrollo de la ciencia
permitió la libre investigación de los problemas humanos y de la naturaleza. La realidad se
confronta a partir de la razón y de la experiencia concreta con el mundo, desmitificando el
método escolástico. Maquiavelo constituye desde esa perspectiva una de las síntesis más
reveladoras del nuevo espíritu burgués, caracterizado esencialmente por una mentalidad
profana e inquisitiva para la cual, la realidad inmediata y sensible es la fuente del
conocimiento. Bajo el impulso de ese nuevo espíritu, Maquiavelo logró intuir, que los
valores y la moral tradicional, cimentados por la iglesia católica, no se ajustaban al mundo
cambiante e inestable que surgía en la Europa renacentista.

La Edad Media, había creado en Europa un sinnúmero de principados feudales,


fraccionados y dispersos. Todos ellos operaban como factores adversos a la necesidad de
centralización del poder, requerido por las nuevas clases sociales en su camino de
expansión comercial. La amplia experiencia acumulada por Maquiavelo en las cortes
europeas, como representante de la cancillería florentina, su contacto con príncipes, y su

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observación de las decisiones gubernamentales, le brindaron una visión excepcional sobre
el carácter de los hombres de Estado, y los alcances de sus actos políticos.

El Estado también empezaba a concebirse como un poder civil, no ofrecido a los


individuos por derecho divino sino por intereses económicos, de clases, o por ambiciones
personales. Fue esa gran mentalidad la que permitió la obra de Maquiavelo y de la que
derivó su concepción del poder y de la política. Maquiavelo no es ajeno a la moral. Y supo
intuir antes que sus propios contemporáneos, que era imposible organizar un Estado en
medio del derrumbe social de Italia.

El éxito de un soberano radica en tomarle el pulso a las situaciones, valorarlas y armonizar


su conducta con la dinámica inherente a ellas. Son las necesidades las que impondrán una
respuesta.

Y con ello, Maquiavelo demuestra, q ue los hombres se miden con el mundo y actúan
sobre él.

Premisa infalible, que se había olvidado durante la Edad Media.

Desarrollo

El capítulo inicial de este libro habla de los distintos tipos de principados que existen, y las
distintas formas en las que un soberano puede llegar a adquirirlos, sin que esto reduzca la
legitimidad de su poder, el cual deberá mantener. En el capítulo siguiente, Maquiavelo
hace un inciso para especificar e indagar sobre cada uno de estos tipos de principado,
iniciando entonces con aquellos que se han obtenido por sucesión, señala que son los de
más fácil aceptación por parte de su pueblo, quienes lo ven como un hecho natural, pues
ya están acostumbrados a que determinado linaje ejerza el poder. Así mismo, Maquiavelo
aborda el tema de los Principados Mixtos, los cuales constituyen una novedad, pues
contemplan la subida de una nueva figura al poder, la cual puede conservar a su lado
personajes del principado anterior, por lo que son una mezcla entre nuevo y viejo. El

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cuarto capítulo compara dos tipos de principados: uno en donde el soberano domina en
compañía de una corte de nobles, que a su vez tienen territorios bajo su poder, y que
pueden ir acumulando cuotas de poder y ambición que lleve a la aparición de ciertas
rebeliones. Así también, Maquiavelo utiliza este capítulo para exponer según su visión de
qué forma o manera los Príncipes deben ejercer su poder y gobernar sus ciudades, incluso
si estas son productos de la conquista. De esta forma, Maquiavelo expone al menos tres
estrategias sobre cómo el Príncipe debe tomar el poder, tanto si es un pueblo conocido o
no, tratando de ejercerlo sin hacer grandes cambios de leyes en primer momento, aun
cuando también advierte sobre la posibilidad constante de rebelión, por lo que la
estrategia más segura es la de destruir los territorios conquistados, a fin de dejar los sin
fuerzas ni armas para su defensa. Dentro de los distintos tipos de principados, Maquiavelo
también habla sobre el poder que se logra por medio de las armas, originando principados
nuevos, los cuales presentarán siempre oposición y riesgos. En este sentido, Maquiavelo
afirma que todo Príncipe nuevo, sobre todo aquel que ejerce el poder sobre nuevos
territorios, debe habitar, a fin de que sus nuevos súbditos crean que es lo indicado el
ejerciendo de su poder. La conquista de un territorio por medio de la guerra tiende a ser
caro, puede suceder que un Príncipe cuente con sus tropas y ejércitos a la hora de
conquistar otros territorios, aun cuando el dinero para financiar las batallas provenga de
otros, a través de financiamientos. Esto puede conllevar a que aun cuando el Príncipe
logre el poder, corre el riesgo de ser presionado en su voluntad por quienes le han servido
de financistas. En este caso, sólo puede salvarlos su virtud. No obstante, Maquiavelo no
descarta que el poder pueda adquirirse también por medio de crímenes, circunstancia
que no le resta legitimidad al poder obtenido, aun cuando este escritor advierte sobre la
importancia de usar bien la crueldad. En este sentido, deberá usarse toda junta, a fin de
que una vez se han eliminado los opositores y asegurando el poder, generar una etapa en
donde por el contrario haga presencia, a fin de que los súbditos olviden lo malo, y se
entreguen a disfrutar del nuevo principado. Por el contrario, si no hay límite en la maldad,
y se funda un principado que constantemente causa dolor en los súbditos, tarde o
temprano estos encontrarán la forma de erradicar el principado. En el mismo orden de

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ideas, Maquiavelo reconoce también el Principado civil, el cual puede ser definido como
aquel que se conquista por ayuda o petición del pueblo o los poderosos. Este no requiere
de virtudes especiales, y aunque en apariencia pueda presentar menos dificultades sí se
necesita de gran astucia, a fin de eliminar a los poderosos que hayan ayudado a ascender
al poder, mientras que se entabla amistad con el pueblo. Maquiavelo también opta por
apartar un capítulo que le permita indagar sobre la importancia que tiene para el
Príncipe no sólo ser soberano de un principado, sino la capacidad de éste para
valerse por sí mismo, a fin de poder competir y medir fuerzas de igual a igual con otros
principados, a fin de estar preparado ante otros que quieran atacarle. Igualmente deberá
tener siempre presente estrategias bélicas que le permitan resistir ataques, en caso de
encontrarse con contrincantes más fuertes. Sin embargo, también puede suceder que el
principado sea adquirido gracias a la intervención del poder religioso, o por ser parte de
él. Estos en principio muestran gran oposición, pero si logra pasarse el primer momento,
constituyen después principados fáciles de mantener, pues se manejarán a los súbditos en
torno a leyes que coincidan con los propios principios religiosos. En este capítulo,
Maquiavelo se dará a la tarea de explicar las distintas clases de fuerzas militares con las
que puede contar un principado. Así mismo, pondrá especial atención en definir y
advertir sobre los soldados mercenarios. En consonancia con el capítulo anterior,
Maquiavelo seguirá prestando atención a los militares, esta vez para manifestar sus
apreciaciones sobre la relación e importancia que tendrán para el Príncipe los soldados
auxiliares, aquellos denominados mixtos, y finalmente el inmenso valor que tiene el tener
soldados propios. Una vez descritos los tipos de tropas y soldados, Maquiavelo se da a la
tarea de dar sus lineamientos de cuáles deben ser las actitudes y posiciones que el
Príncipe debe ejercer sobre sus tropas, a fin de ejercer realmente como el comandante en
jefe de ellas, procurando su fidelidad y respeto, pues son ellas las que garantizarán
mantener el poder. Así mismo, en vista de seguir aconsejando al Príncipe sobre cómo
mantener una popularidad alta y aprecio por parte de sus súbditos, Maquiavelo se
entrega en este capítulo a la tarea de explicar cuáles son las cosas que hacen que un
hombre sea alabado, recibiendo admiración, o por el contrario simplemente consiga la

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desaprobación general. En este sentido, Maquiavelo sigue insistiendo en la necesidad del
Príncipe de transmitir a otros la idea de que él cuenta con virtud. De esta forma,
Maquiavelo señala la importancia de parecer, no necesariamente siéndolo, que practica la
generosidad, a fin de ir ganando adeptos, sin necesidad poner en riesgo las arcas públicas.
De igual forma, Maquiavelo dispondrá de un capítulo para exponer el cómo deben ser
empleadas durante el ejercicio del poder tanto la crueldad como la compasión, las cuales
deben ser administradas de forma correcta por el Príncipe. Así mismo, habla la
importancia de ser un líder amado, o por el contrario si es mejor ser temido, llegando a la
conclusión de que el Príncipe debe en todo momento generar en sus súbditos, de forma
simultánea, el amor y el temor, como forma de proteger su posición. Así mismo, dentro de
la virtud que debe exponer y mantener el Príncipe, se encuentra sobre todo el valor de la
palabra dada. En este sentido, Maquiavelo le explica al soberano las estrategias que
puede seguir para en todo momento cumplir con lo dicho, o cómo no quedar como
mentiroso aun incumpliendo lo prometido. Pensando también que el Príncipe es un ser
humano, el cual comete errores, y en ocasiones debe tomar decisiones que no dejan a
todos felices, Maquiavelo toma un capítulo de su obra para explicarle a los posibles
Príncipes cómo evitar que el odio sea un sentimiento que nazca hacia él, pensando
nuevamente en que todo Príncipe debe ser amado por su pueblo y súbditos. Continuando
con la lista de consejos para el Príncipe, o quien desee mantener el poder, Maquiavelo
entra entonces al terreno de qué tan útiles o no son las cosas que un Príncipe hace a
diario, incluso aquellas referidas al ámbito bélico. Así mismo, Maquiavelo sigue insistiendo
en que un Príncipe debe contar con una reputación que lo resalte como un ser virtuoso,
digno de ser amado y ejercer el poder. En este sentido, en este capítulo, despliega otras
estrategias, que le permitirán al Príncipe seguir ganando estima de aquellos que lo
rodean, sobre todo de los miembros de su gobierno. En sintonía con el pensamiento que
dice que no hay peor enemigo que el que se tiene cerca, Maquiavelo también expone sus
apreciaciones sobre los secretarios y ministros que acompañaran al Príncipe en el ejercicio
del poder, explicando cómo deben escogerse y manejarse, a fin de evitar traiciones.
Igualmente, Maquiavelo coloca el acento en la importancia que tiene para un Príncipe, en

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cuanto a las estrategias que le permitan mantener el poder que ejerce a salvo, alejarse de
los aduladores, pues estos para quedar bien le mentirán siempre, mientras que por el
contrario el Príncipe debe rodearse de personas que le digan la verdad, de forma frontal, a
fin de conocer la realidad. Hacia los capítulos finales, Maquiavelo decide hacer también un
recuento histórico de las causas que han llevado a los monarcas italianos a perder
sucesivamente el poder, como una forma de ejemplificar cuáles son los asuntos que
pueden interponerse en el desarrollo continuo del poder.

Conclusión

Algunas ideas de Maquiavelo se encuentran obsoletas o poco funcionales como


menciona Pasquino (2000) “Resulta fuerte la tentación de actualizar su pensamiento, de
explotarlo para la comprensión de la política contemporánea y para su orientación” (p.
11).

Nicolás Maquiavelo vivió en Florencia en tiempos de Lorenzo y Pedro de Médicis. Fue


nombrado secretario de la segunda cancillería encargada de los Asuntos Exteriores y de la
Guerra de la ciudad, cargo que ocupó hasta 1512 y que le llevó a realizar importantes
misiones diplomáticas ante el rey de Francia, el emperador Maximiliano I y César Borgia,
entre otros. Su actividad diplomática desempeñó un papel decisivo en la formación de su
pensamiento político, centrado en el funcionamiento del Estado y en la psicología de sus
gobernantes. Su principal objetivo político fue preservar la soberanía de Florencia,
siempre amenazada por las grandes potencias europeas, y para conseguirlo creó la milicia
nacional en 1505. Intentó sin éxito el acercamiento de posiciones entre Luis XII de Francia
y el papa Julio II, cuyo enfrentamiento terminó con la derrota de los franceses y el regreso
de los Médicis a Florencia en1512. Como consecuencia de este giro político, Maquiavelo
cayó en desgracia, fue acusado de traición, encarcelado y levemente torturado en 1513.
Tras recuperar la libertad se retiró a una casa de su propiedad en las afueras de Florencia,
donde emprendió la redacción de sus obras, entre ellas su obra maestra, El príncipe, que

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Maquiavelo terminó en 1513 y dedicó a Lorenzo de Médicis a pesar de ello, sólo sería
publicada después de su muerte.

El Príncipe trata de como los gobernantes de esa época deberían de dirigir para
mantener el territorio que se le haya heredado o conquistado, en el caso de que sea
heredado el pueblo va a aceptar de manera absoluta el nuevo poder y en el caso de que
sea conquistado existen múltiples variables que se debe de tener en cuenta para poder
mantener el poder sobre ese nuevo territorio ,permitiendo el uso de la violencia para
erradicar de manera permanente las ideologías del poder anterior o para evitar
revoluciones de la nobleza; Maquiavelo menciona que existe un límite donde la violencia
es permitida, pasando esa línea, un príncipe deja de serlo y se convierte en un tirano.
Maquiavelo decía las cosas de manera directa y fría, sin tener en cuenta la opinión de
sus allegados o de sus lectores, permitiéndose ser más conciso y efectivo para dar su
punto de vista de lo que quiere decir o redactar. Como sociedad no estamos
acostumbrados a expresar comentarios de la manera en la que Maquiavelo lo hace, la
forma en la que lo hacía quedo muy marcado en la sociedad que se creó un término para
explicar la crudeza de una acción o un comentario llamado “Maquiavélico”.

Muchas ideas que presenta en su libro nos siguen sirviendo, y esperemos que lo sigan
haciendo, porque es un libro que habla de la redención política: de las acciones políticas
para reformar un orden político existente, necesarias para liberar a un pueblo de la
opresión o la corrupción, para que los seres humanos vivan una vida digna. Es un libro
sobre la gran política, sobre el redentor. La verdad del libro se encuentra en el último
capítulo. Han pasado quinientos años, pero ese tratado habla de una aspiración duradera
y persistente de los seres humanos: la aspiración de participar en la redención política.

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Bibliografía

Maquiavelo, N. (1513). El Príncipe [Libro electrónico]. El Aleph.


https://www.elaleph.com/libro/El-Principe-de-Nicolas-Maquiavelo/704/

Pasquino, G. (2000). Algunos aspectos sobre el pensamiento de Maquiavelo. CORE.

https://core.ac.uk/download/pdf/35173088.pdf

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