Está en la página 1de 3

Préstame atención: ¿por qué hay tantos niños con dificultades de atención en la actualidad?

No es extraño escuchar, cada vez, a educadores decir que los niños no tienen capacidad de
prestar atención o que están muy dispersos. Tanto es así que se cae en el error de etiquetar a
muchos niños con déficits de atención que pueden no serlos como tal, pero sí que cuentan con
dificultades para mantener la atención.
Muchas de estas dificultades vienen ocasionadas por el exceso de estimulación cerebral que
producen las pantallas. Por ello, es importante ser conscientes de que la atención se educa y,
desde pequeños es interesante tenerlo en cuenta para trabajarlo.

Prestar atención

Los niños cuando nacen tienen la capacidad de prestar atención. De hecho, cuando son bebés
mantienen una atención plena. Son capaces de centrarse en lo que quieren y necesitan, sin
despistarse con otros estímulos. Si quieren comer, a pesar de lo que suceda alrededor, no dejarán
de comer tan fácilmente.
Tal es su atención en lo que están haciendo que no extraño que los padres puedan decir "mi
hijo es muy tozudo, cuando quiere una cosa no para hasta que no lo logra". En realidad, no es
tozudez, o no solamente, sino que tienen la capacidad de mantener una atención plena en lo que
les interesa.
El problema está en que, conforme van creciendo, van teniendo contacto con más estímulos.
Esto es positivo, para las conexiones neuronales y el desarrollo cognitivo y cerebral, pero un
peligro para la atención si no están controlados.
Del mismo modo, la cantidad de objetivos que se les exige a los niños en las tareas que deben
realizar también les afecta significativamente. En este punto, los adultos tenemos una
responsabilidad muy grande, ya que somos quienes exigimos esos objetivos.
Muchos adultos insisten a sus hijos en la importancia de lograr buenos resultados al realizar
una tarea determinada: lograr buenas notas cuando estudia, meter muchos goles cuando juega al
futbol, etc. Siempre buscando resultados satisfactorios de la actividad.
Esta actitud de búsqueda resultados satisfactorios, genera centrarse demasiado en los
objetivos y no en la tarea en sí y provoca pérdida de la atención plena hacia la tarea, provoca
dispersión y puede suponer un riesgo importante.
¿Qué pasa si no se consiguen las metas o resultados esperados? Que aparece la frustración y
desmotivación y, si para obtener resultados es necesario esperar, no quieren esforzarse.
La mayoría de los niños nacen con una gran capacidad de atención y, en función de cómo
planteemos sus actividades, esta capacidad puede desarrollarse más o perderse.

1
Estímulos para captar su atención
Analicemos algunas de las estrategias que pueden ayudar a los niños a desarrollar su
capacidad de atención:

- Enseñar a los niños a realizar las tareas sin buscar un objetivo determinado, simplemente,
disfrutando de la propia tarea y los beneficios intrínsecos de la misma. No es positivo enseñar a los
niños a realizar actividades para lograr metas y tener presión por ello, sino que es importante que
sepan disfrutar haciendo lo que hacen sin necesidad de esperar nada a cambio, solo disfrutar de lo
que hacen y pudiendo poner su atención en hacerlo y en disfrutar.

- Controlar el exceso de estímulos, especialmente, de pantallas: los niños están expuestos


constantemente a numerosas pantallas que generan infinidad de estímulos rápidos y muy ricos a
nivel visual, pero esta rapidez y cambio constante de estímulo provoca una actividad constante del
cerebro y excitación del mismo, que le impide poder relajar la mente y centrase en algo.
Por ello, hay que combinarlo con otras actividades diferentes y, evitarlo, especialmente, antes
de ir a la cama para que puedan descansar, o antes de estudiar para que logren concentrarse
mejor.

- Evitar distractores cuando realizamos las tareas. Con independencia del tipo de tarea que
se esté realizando, hay que potenciar y trabajar la capacidad de estar haciendo esa tarea y no
varias cosas a la vez. Esto es algo que hay que educar desde que son muy pequeños. Por ejemplo,
el hecho de comer mientras ven la televisión no facilita la atención consciente en la comida. La
consecuencia es que tampoco tendrán capacidad para mantener la atención consciente en otras
actividades como los estudios.
Cuando estén haciendo las tareas escolares o estudiando tampoco deben tener juegos en la
mesa, o la televisión puesta, porque descentrará su atención y el rendimiento será más bajo.

- Trabajar la reflexión, meditación y relajación. El ritmo tan elevado, al que estamos


expuestos en la sociedad actual, nos lleva a tener pocos momentos tranquilos para pensar o
reflexionar sobre cómo estamos o cómo nos sentimos. Por este motivo, es necesario poder
destinar un tiempo para ello. Este ejercicio puede ser desarrollado en familia ya que será
beneficioso para todos. Es importante acostumbrarse a hacerlo cuando estamos tranquilos, no
cuando ya estamos más alterados o nerviosos, porque será más fácil adquirir el hábito de hacerlo.
De este modo, cuando se necesite utilizar porque el nivel de excitación o tensión sea alto tendrá
mayor efecto.
- Potenciar la capacidad de observación. La atención no puede desarrollarse si no se
acostumbra al cuerpo a parar, pero también es importante crear el hábito de observar lo que nos
rodea. Debemos parar a mirar los pequeños detalles de las cosas cotidianas que nos rodean con
nuestros hijos. Esto permitirá potenciar la atención y que el cerebro desarrolle el hábito de mirar
con atención y no solo ver.

2
- Estimular la capacidad de escucha. Al contar con tanto estímulo visual y con pantallas que
proporcionan estímulos muy atractivos para los niños, se potencia mucho la visión, pero no tanto
la capacidad de escuchar. Por eso es interesante dedicar momentos, de escucha, sin imágenes. La
radio puede ser un buen estímulo, poner música sin ver la imagen o leerles cuentos o historias
para que puedan escuchar e imaginar. Y por supuesto, aprender a escuchar los sonidos que la
propia naturaleza aporta.
- Aprovechar el juego para estimular la atención. Existen numerosos juegos y recursos
pedagógicos que potencian, de manera directa la atención, y pueden ser muy enriquecedores para
los niños (memory, buscar diferencias, diferencias y errores, etc) pero, además, cualquier juego
puede ayudar a trabajar la atención ya que para realizarlo correctamente deben centrarse en eso
y nada más. Para ello es importante dedicar tiempo a jugar con ellos.
En conclusión, la atención se puede estimular y desarrollar, pero también son muy
importantes los hábitos de vida y las actividades habituales de la familia. Es fundamental aprender
a bajar el ritmo de actividad, calmarnos y eliminar distractores para poder centrar toda nuestra
atención en lo que estamos haciendo en ese momento. De este modo, se logará un mayor
rendimiento y una mayor satisfacción y disfrute al realizar la tarea. No olvidemos que lo que más
educa es el ambiente.

También podría gustarte