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El Mindfulness ofrece a niños y mayores numerosos beneficios. Entre ellos, ayuda a eliminar
estrés, mejora la concentración y ayuda a mejorar la convivencia dentro del hogar. Desde
Guiainfantil.com te ofrecemos una selección de ejercicios de Mindfulness que podrás practicar de
forma muy sencilla. Algunos de ellos están especialmente indicados para los padres, y otros, para
los niños, pero la mayoría pueden practicarse en familia.
Erróneamente algunas personas a día a de hoy todavía piensan que los niños no sufren estrés.
¡Qué equivocados están! Los niños, al igual que los adultos, tienen tensiones en su día a día (los
exámenes, las discusiones con sus compañeros, los celos con los hermanos.).
El mindfulness está recomendado para todos los niños, pero sobre todo para aquellos que tienen
una conducta más inquieta, que se muestran muy dispersos, que están angustiados y
sobreestimulados, y es que les puede ayudar a afrontar la vida con mucha más calma, pero
también a ser mejores personas con ellos y con los que les rodean.
No hay una edad concreta para empezar a realizar ejercicios de mindfulness (uno muy sencillo
puede ser ponerse frente a la ventana y simplemente observar y centrar tu mente en eso, ¡no
pensar en otra cosa!) pero los expertos hablan de que son perfectos para niños entre 5 y 12 años
de edad.
Ahora que ya sabes qué es el mindfulness y antes de darte algunas pautas para su realización es
conveniente descubrir y conocer sus múltiples beneficios, más allá de ser una vía de reducción de
estrés y ansiedad.
Y antes de buscar un hueco en casa para realizar algunos ejercicios y de vestirnos con ropa
cómoda es importante señalar algunas consideraciones que no se nos pueden pasar por alto:
- Ser constante
Para poder sacar el máximo partido a esta práctica hay que hacer las propuestas con regularidad,
de lo contrario no conseguiremos los resultado esperados. ¡Aquí no hay milagros!
- Establecer un horario
Buscad un día o dos a al semana e intentad que sea siempre a la misma hora para crear un hábito
y una rutina familiar.
Al principio tenéis que intentar ser más flexibles con los niños y no exigirles demasiado. Si lo ve
como un momento de juego, ¡se enganchará rápidamente!
- Ser paciente
Todo lo nuevo siempre tarde en dar sus frutos, por eso la paciencia es fundamental para no
desesperarse. ¡Roma no se conquistó en dos días!
No estaría mal que después de la práctica le preguntes a tu hijo qué se ha movido en su interior y
qué ha experimentado. Tú también háblale de lo que has sentido. Eso os ayudará a progresar
hacia en el camino.
Fuente: https://www.guiainfantil.com/articulos/salud/ejercicios-de-mindfulness-para-practicar-
en-familia/