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IAFE - Política y Ciudadanía Lic.

Julio Ramírez

LA POLÍTICA
I. Algunos conceptos de política
“La política no es una ciencia exacta, sino un arte”. Otto von Bismark (1815-1898) Político
alemán.
1. La política es una manera de ejercer el poder con la intención de resolver o minimizar el choque
entre los intereses encontrados que se producen dentro de una sociedad.
2. También se podría definir a la política, como un conjunto de ideas, convencimientos o acciones
sociales que se relacionan con las cuestiones públicas o con el poder. Se habla de política al
hacer referencia a un grupo de gobernantes y su relación con la sociedad.
3. En lo jurídico, se la denomina de tres formas posibles: a) como un conjunto de actividades
desarrolladas por un grupo de dirigentes que permiten crear, planificar y ejercer el poder sobre otro;
b) como la lucha y la oposición que debe llevarse a cabo por parte de un grupo reducido para
dominar a uno mayor (no sería una democracia auténtica); y por último, c) como una actividad cuya
razón de ser es alcanzar un fin preciso: el bien común, a través de métodos que no incluyan la
violencia, sino el consenso.
4. Asimismo, podemos definirla como el arte de la integración de las partes del grupo y no de la
dominación, como la gran mayoría de los politólogos sostienen. Esto significa analizar y comprender
cada una de las relaciones que existen entre los miembros de una sociedad. La filósofa y escritora
ruso-estadounidense Ayn Rand (1905-1982), decía que “la ambición (desmedida) de poder es una
mala hierba que sólo crece en el solar abandonado de una mente vacía”.

II. Algo de historia


Los orígenes ancestrales. Los inicios de la política se remontan desde tiempos ancestrales; es en el
neolítico, cuando la sociedad comienza a organizarse en un sistema jerárquico y ciertos individuos
adquieren poder sobre el resto. Entonces, el poder residía en el que tenía mayor fortaleza física o en el
más inteligente de un grupo. Este tipo de organización era como una forma de política.
La utilización del término ganó popularidad en el siglo V a.C., cuando Aristóteles1 desarrolló su obra
titulada “Política”. El término proviene de la palabra griega polis, que hace alusión a las ciudades griegas
que formaban los estados donde el gobierno era parcialmente democrático y se llevaban a cabo
asambleas. Cabe señalar que es en esta cultura donde se intenta formalizar la necesidad humana
de organizar la vida social y los gobiernos.
En general, los sistemas políticos de la antigüedad eran generalmente absolutistas ya que la
totalidad del poder se encontraba en manos de un único sujeto. Es a partir de la independencia de
los Estados Unidos (1776) y de la Revolución Francesa (1789), que comienzan a instaurarse regímenes
con características democráticas, donde la toma de decisiones responde a la voluntad general.
¿Qué busca la política? Nicolás Maquiavelo2 (época del renacimiento), conceptúa la política como una
actividad eminentemente práctica, que no puede estar sujeta a otras consideraciones, que no sean las
que tiendan a lograr el beneficio del Estado3. “En política pasa como en las matemáticas: todo lo que no
es totalmente correcto, está mal”, afirmaba el político estadounidense Edward Kennedy (1932-2009).

1
(384-322 a.C.). Filósofo y pensador de la antigua Grecia cuyas ideas han ejercido una fuerte influencia sobre la historia
intelectual de Occidente por más de dos mil años. Su pensamiento abarca: la lógica, la metafísica, la filosofía de la ciencia, la
ética, la filosofía política, la estética, la retórica, la física, la astronomía y la biología.
2
(1469-1527). Funcionario público, diplomático, escritor, ensayista y poeta italiano, autor de diversos libros. Considerado uno de
los teóricos políticos más notables del Renacimiento. En l513 redactó su tratado de doctrina política titulado “El Príncipe”, donde
describe un método de gobierno esencialmente práctico y adecuado a las circunstancias que caracterizaban a comienzos del
siglo XVI, la Italia de los Príncipes.
3
Suele confundirse el término estado con gobierno, nación, sociedad política, orden jurídico estatal, etc. El Estado como
fenómeno moderno que aparece desde el Renacimiento está compuesto de 4 elementos fundamentales: el territorio, la
población, un ordenamiento normativo (Constitución Nacional) y el gobierno. El Estado surge como una respuesta natural a las
necesidades de la persona; y tiene como finalidad superior el bien común. Y, ¿qué es el bien común?: abarca el conjunto de
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III. Política y Democracia


“No puedes hacer una revolución para tener la democracia. Debes tener la democracia para
hacer una revolución”. Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) Escritor británico
Desde hace siglos se intenta explicar el concepto de política y las formas en las que debe llevarse a
cabo. Entre los documentos más importantes se encuentran los de Platón y Aristóteles. El primero, en su
obra “La República”, manifiesta que la forma en la que debía gobernarse un pueblo era a través de
la observación de la realidad y la puesta a prueba de cambios y mejoras idealistas y que dicho
trabajo debía estar a cargo de los seres más sabios de esa sociedad. Por su parte, Aristóteles
proponía un enfoque científico de la política, donde el análisis social se hiciera tomando en cuenta
elementos psicológicos, culturales y sociales y estableciendo relaciones de causa y efecto. Además,
manifestaba la necesidad de crear una clase media que atenuase la brecha existente entre los más
ricos y los más pobres. Su obra también se llamaba “La República”.
La democracia es la forma de organización política que ha cobrado mayor aceptación en los últimos
tiempos. Se basa en un estado elegido por mayoría en base a lo estipulado por una Constitución
aprobada por la sociedad, que ejerce un poder parcial y organizacional y cuyo objetivo es representar las
ideas de la sociedad dentro y fuera de un territorio. Esto es así en la teoría pero en la práctica pocas
veces se lleva a cabo en la forma deseada, debido a que es difícil que la dirigencia política deje a un
lado sus intereses particulares para velar por los de la sociedad. El ex-primer ministro y estadista
británico Winston Churchill (1874-1965), expresaba que “la democracia es la necesidad de
doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás”.
También los gobiernos totalitarios se valen de la democracia para acceder al poder (en otros tiempos,
Hitler accedió al poder por la vía democrática. Casos presentes: Venezuela, Nicaragua, Rusia, entre
otros).
Existen múltiples vertientes de las teorías e ideologías políticas, que pueden resumirse en dos
grandes grupos: las políticas de izquierda (el socialismo-marxista, el comunismo y el populismo
progresista o socialista4), relacionadas principalmente a la igualdad social, y las políticas de derecha (el
liberalismo y el conservadurismo), que defienden el derecho a la propiedad privada, la libertad individual
y al libre mercado.
En general, todas las teorías coinciden en una cosa: en que la actividad política sólo puede hacerse
realidad mediante el instauración de normas jurídicas que establezcan qué se debe o puede
hacer y qué no en un determinado territorio. No puede haber política si no existen distintas maneras
de ver las cosas (diversidad de pensamientos), o sea, que la violencia verbal y/o física y la coerción
como medio para conseguir los objetivos políticos no deberían ser consideradas como herramientas
genuinas5.
La disciplina encargada del estudio de las actividades políticas se denomina ciencia política. Los
politólogos son los profesionales en esta ciencia, mientras que las personas que ocupan cargos en el
Estado de un país o aspiran a ellos se definen como políticos6.

condiciones sociales que permiten a los ciudadanos el desarrollo pleno de su propia perfección, es decir, el Estado está
obligado a generar las condiciones sociales necesarias y convenientes, para que los ciudadanos puedan desplegar su iniciativa
y actitud personal, logrando así, asegurar la satisfacción plenas de las necesidades básicas.
Mientras que el gobierno es el elemento del Estado, que se constituye en el depositario del orden jurídico y el responsable de
generar y aplicar el derecho, el monopolio fiscal y el uso de la fuerza; y representa las ideas de la sociedad dentro y fuera de un
territorio.
4
Una forma elocuente de representarlo: “Con la de ellos son capitalistas. El socialismo es siempre con la ´tuuuuuuuuya
contribuyeeeeeente´”, expresaba Marcos Galperin, dueño de Mercado Libre el 7/02/2024, al publicarse la noticia que la ex
vicepresidenta de la Nación, en octubre 2023, compró 1.667 acciones de su empresa a un valor de $23.858 cada una, lo que
hace un total de $39.771.286 (US$ 45.000) y acciones de empresas extranjeras.
5
Lamentablemente nuestro país tuvo muchos períodos históricos de hacer política a través de la violencia. El historiador
Marcelo Larraquy, analiza y responde en el libro “Argentina. Un siglo de violencia política” (Sudamericana, 2017) las razones
por las que durante décadas la política fue cruzada por la violencia. "La violencia -dijo- es incómoda para todos: para el que la
vive, para la víctima, para el victimario, para el que la cuenta, para los protagonistas que la sobrevivieron. Entonces, se trata de
armar un relato o una memoria y ésta siempre oculta verdades".
6
Dirigente político: es toda aquella persona que ocupa alguna función de liderazgo en la política en sentido estricto, sea en
cargos estatales o en cargos partidarios.
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IV. Formas de hacer política: el caso argentino


“El mundo está lleno de estadistas a quienes la democracia ha degradado convirtiéndolos en
políticos”. Benjamín Disraeli (1804-1881) Estadista inglés.
No obstante estar caminando el siglo XXI en la era del conocimiento, la innovación tecnológica y la
inteligencia artificial, parecería que la Argentina está inmersa en agotar sus energías en la inmediatez.
En la inmediatez vivía el hombre primitivo. Mientras la inmediatez sea primordial en nuestras vidas,
estamos más cerca del pasado, del primitivismo, de la ignorancia, de la política instrumentada por la
pobreza discursiva y la demagogia banal, que de la civilización y la modernidad.
Una creencia aceptada por la clase dirigente es el dogma de que el poder puede imponer a la fuerza un
cambio cultural en la sociedad. Aún no se aprendió que la confianza y el buen ejemplo son más
necesarios que el poder para construir el bienestar de los individuos, de la sociedad y de las naciones.
Asimismo, refiriéndose al tema de los consensos en política, la escritora y ensayista Beatriz Sarlo
afirmaba: “En la Argentina discutimos demasiado. Más bien, discutimos mal, sobre cuestiones que no
están claramente expuestas y que, muchas veces, resultan incomprensibles”.
“Argentina no es una Nación, es un escenario de disputa brutal. Somos un conglomerado que
pelea por la supremacía protagónica de la realidad”. Santiago Kovadloff, filósofo y pensador
argentino, miembro de la Academia Argentina de Letras y miembro correspondiente de la Real
Academia Española.
En los últimos tiempos, cuando la sociedad argentina creía que tenía todas las respuestas y soluciones,
nuevamente tiene que cambiar inexorablemente todas sus preguntas. De acuerdo a las vivencias
políticas del período democrático desde 1983, se hace evidente que la clase dirigente argentina
-principalmente el género político- aún tiene que formarse y aprender de cómo se debería proceder y de
cómo no se debería actuar en este siglo XXI.
 Consideraría que la clase dirigente argentina está empeñada en no aprender de sus fracasos, pues
hasta ahora ha vivido más cerca del siglo XIX que del XXI. Si bien es encomiable reconocer errores y
subsanarlos a tiempo, la constante repetición histórica de estos episodios revela improvisación en la
toma de decisiones y deja la sensación de gobiernos de convicciones vacilantes e irresolutas.
 Gobernar sin histerias, con honestidad profesional, ejemplaridad, sentido común y coherencia en su
proceder. Son cualidades apreciadas por la sociedad, en la medida en que no se caiga en análisis
simplistas e ingenuos de la realidad (convertir lo complicado en simple es una demagogia7 peligrosa);
o no se advierta a tiempo dañinos efectos colaterales de ciertas decisiones políticas.
 A los gobernantes se les pide resultados. No alcanza con el diagnóstico de los problemas; es más
importante afrontarlos y solucionarlos y medir las consecuencias, que tener razón. Para ello, tiene que
saber negociar, saber coordinar voluntades.
 La dirigencia política debería subordinarse a una construcción institucional, ética8 y moral del país, y
no sujetarse a un efímero resultado electoral9; como así también dejar de practicar el doble juego de
cosechar desgastes y estimular conflictos con objetivos electorales. El científico alemán nacionalizado
estadounidense Albert Einstein (1879-1955), afirmaba que “mi ideal político es el democrático. Cada
uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado”.
 Una política asistencialista sustenta la continuidad de los problemas estructurales y la degradación
del país. Empobrece y estigmatiza a la gente, agrava desigualdades y deshonra a la política. En
general, los planes sociales anulan el proyecto de vida de las personas. No hay peor cosa para su

7
Demagogia: utilización de planteamientos radicales para convencer y movilizar a las masas con fines políticos. Un demagogo
utiliza a la sociedad para hacerla instrumento de la propia ambición personal (Diccionario de la Real Academia Española)
8
Ética: conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad. La “ética
política se identifica con lo bueno, lo honesto, lo justo y, en general, con lo positivamente valioso… La política tiene como
objetivo el bien común de la sociedad; la ética se ocupa de obrar bien”. Los argentinos –en general- somos indiferentes a las
cuestiones éticas: “roban, pero hacen”.
9
“Muchos analistas coinciden en que en la política contemporánea la campaña electoral parece no terminar nunca, y que los
periodos de gobierno suponen permanentes estrategias de construcción de imagen. Quizás porque,…la legitimidad ganada en
las urnas no garantiza la legitimidad de las acciones de gobierno…” (Raquel San Martín, en Suplemento “Ideas”, La Nación,
págs. 1 y 5, 26/02/2017).
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sociedad que el sentimiento de no tener futuro y no poder progresar. Hasta el 2023, nadie se ocupaba
de desarmar la estructura clientelística, de convertir los subsidios en educación, capacitación y
creación de empleo, tal vez porque es más fácil administrar la pobreza que generar un crecimiento
económico y social.
 La corrupción no solo representa un desvío en la asignación de los recursos materiales y humanos,
sino que también está acompañada por ineptitud, malas prácticas y tomas de decisiones ajenas a
criterios de eficiencia y bienestar general. La corrupción es causante de injusticia y muerte. Los
países con altos niveles de corrupción suelen tener fases de crecimiento muy bajas en el largo plazo.
La corrupción perpetúa las mafias del crimen organizado y la pobreza estructural.
 Toda clase dirigente debería entender que la pobreza y las desigualdades sociales se resuelven con
un sistema educativo de calidad, acorde a los tiempos modernos. Por los grandes desafíos de la
globalización, Argentina necesita una preparación educativa para una nueva era en la producción y
distribución de bienes y servicios, pues el mundo elimina puestos de trabajo con el avance de la
automatización y la robótica.
 En el siglo XXI, la clave de la prosperidad está en las instituciones del Estado. La riqueza de un
país ya no está definida por sus tierras, sus recursos naturales o su diversidad climática. La
prosperidad tiene más que ver con la evolución cultural de la sociedad, su nivel de salud y educación,
la cultura del trabajo y el esfuerzo, la organización social y el respeto por la ley.
 La ostentación y el cuidado de la imagen personal, en concordancia con el marketing político, es
inversamente proporcional a gestionar, gobernar, transformar la realidad; que son las exigencias de
estos tiempos. Lo que ayuda a ganar elecciones, no siempre sirve para gobernar.
 Por lo tanto, lo que requiere el país son Estadistas10, no candidatos marketineros. Un estadista no le
tiene temor a la imagen. El desafío de un estadista es que sin dejar de mirar el pasado, comienza –a
la vez- a divisar e indagar hacia el futuro. Un estadista piensa que no existe una única solución para
la mayor parte de los problemas. El estadista hace del Estado un instrumento al servicio de la
Nación. “Si nos quedamos con el marketing de la política lo que vamos a lograr es surfear la
realidad…, cuando hoy el país tiene una gran oportunidad de meterse en profundidad a cambiar la
realidad”, expresaba Emilio Monzó, ex Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.
“El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones
y no en las próximas elecciones”. Winston Churchill
Conclusiones. En estos tiempos modernos, gran parte de la sociedad argentina está exigiendo un
rotundo cambio en la cultura política, el funcionamiento institucional y la profundización de una buena
cultura democrática, en el sentido de ir dejando atrás el caprichoso caudillismo unilateral o liderazgo
mesiánico, y orientarse en la búsqueda de nuevas clases dirigentes y renovados políticos más
responsables, éticos y con sabiduría11 que establezcan consensos amplios y maduros, sin chicanas (la
amplitud de un acuerdo no debe desdibujar los objetivos con los cuales se comenzó a buscarlo. No sirve
un consenso sobre generalidades). “No niego los derechos de la democracia; pero no me hago ilusiones
respecto al uso que se hará de esos derechos mientras escasee la sabiduría y abunde el orgullo”,
expresaba Henry F. Amiel, escritor suizo (1821-1881).

V. La responsabilidad ciudadana
“La aceptación de la opresión por parte del oprimido acaba por ser complicidad; la cobardía es
un consentimiento; existe solidaridad y participación vergonzosa entre el gobierno que hace el
mal y el pueblo que lo deja hacer”. Víctor Hugo (1802-1885) Novelista francés.

10
Este calificativo comprende a los responsables políticos de un país que están por encima de las divisiones partidarias y de los
sectores, en inquieta y creativa búsqueda del bien común y asumiendo sus propias responsabilidades. En 1927, el español José
Ortega y Gasset escribía que el verdadero "hombre de Estado" debe tener "virtudes magnánimas", una misión creadora y
carecer de las "pusilánimes". Y agrega: “El estadista se ocupa de las cuestiones de largo plazo y toma decisiones impopulares a
corto plazo, en tanto que la mayoría de los políticos se preocupan de los resultados inmediatos de sus acciones. Virtudes
convencionales como la honradez, la veracidad, no son típicas del político, que suele ser propenso a ciertos vicios como la
desfachatez, la hipocresía o la venalidad” (Revista de Occidente y Alianza Editorial. Madrid, 1986, págs. 195/226).
11
Es decir, personas que sepan convertir la política en un arte, acumulando experiencias y conocimientos que, cuando se
complementan con lecturas y el intercambio con otros personajes semejantes, producen bienestar para los ciudadanos.
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Parecería que la sociedad argentina adolece de madurez y compromiso. La culpa siempre es del otro; y
lo que no se asume, no se redime, no se soluciona. Además, la clase política de estos tiempos es la que
la misma sociedad ha construido, con acción o con inacción.
Por otra parte, como ciudadanos sabemos mucho acerca de nuestros derechos, pero aún no tenemos
una acabada conciencia y responsabilidad acerca de nuestros deberes y obligaciones. Por lo que la
sociedad argentina:
 ¿Llegará a realizar su autocrítica por el fracaso colectivo acumulado como sociedad durante el ciclo
democrático desde 1983? Por ejemplo, Carlos Menen y Cristina Fernández de Kirchner fueron
reelectos con importante caudal de votos para luego ser cuestionados, reprobados y procesados
judicialmente al final de sus mandatos.
 ¿Podrá superar su capacidad de continuar tolerando frustración tras frustración?
 ¿Tomará conciencia y convencimiento que en los tiempos por venir, los liderazgos personalistas
deben ceder ante la construcción de consensos políticos y sociales más amplios?
12
 ¿Aceptará ser, de una vez por todas, una República “normal” (no “republicanismo” hipócrita) como
muchos países de América y del mundo?. La democracia republicana (nuestro Estado de derecho
adopta la forma republicana) debería ser un modelo con una enorme capacidad y posibilidad de
redefinirse, readaptarse y reconfigurarse, de acuerdo a las exigencias o los desafíos de cada época.
El político estadounidense Theodore Roosevelt (1858-1919), afirmaba que “una gran democracia
debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia”.

VI. Conclusión y reflexión final


“Todo gobierno tiene que potenciar al máximo la revalorización de la cultura..., pues, la cultura
es la conciencia cívica dentro de la que se inscribe la capacitación profesional. Con
capacitación profesional, sin cultura cívica, democrática, republicana, no generamos
ciudadanía…” Santiago Kovadloff
Aristóteles manifestaba que “la única verdad es la realidad”. Es indudable que la realidad expresa todo lo
que el ser humano significa como representante de la especie y como persona. Por consiguiente,
podríamos afirmar que la realidad nos muestra que los fracasos del Estado argentino son a causa del
factor humano en su función de gobernantes. De allí, que se requiere de un cambio cultural que
promueva un “Estado inteligente, eficaz y simplificado que se enfoque en las principales tareas para
seguridad, educación, salud, defensa y justicia”13
Indudablemente que no hay ninguna solución mágica a las debilidades y problemas argentinos si no se
transita por una dimensión cultural superadora. El acostumbramiento cultural a situaciones que en
otras épocas hubieran resultado inaceptables, es la peor desidia, embotamiento e insensibilidad para el
perfeccionamiento, el progreso y la transformación de la sociedad argentina. Es indudable que la
práctica adecuada de nuestras libertades políticas como ciudadanos, es una condición significativa
para el cambio y el bienestar económico-social de las generaciones venideras.
En consecuencia, si deseamos mejorar nuestra performance como sociedad en todos los aspectos de la
vida cotidiana y exigir cambios en la práctica y representaciones de la convivencia social (necesidad de
generar una “cultura del encuentro”), la misma sociedad, y cada uno de los individuos, debe ir
plasmando su propia mejora y evolución cultural, para que las clases dirigentes futuras tengan otra
impronta muy diferente a la superficialidad y pobreza cultural que las caracteriza en la actualidad.

Marzo 2024

12
República: del latín res publica, “la cosa pública, lo público”, en sentido amplio, es un sistema político que se fundamenta en
el imperio de la ley (constitución) y la igualdad ante la ley como la forma de frenar los posibles abusos de quienes tienen mayor
poder del gobierno y de las mayorías, con el objeto de proteger los derechos humanos fundamentales y las libertades civiles de
los ciudadanos. A su vez, la república escoge a quienes han de gobernar mediante la representación (democracia
representativa) de toda su estructura mediante el derecho a voto. El electorado constituye la raíz última de su legitimidad y
soberanía. República y democracia aluden a principios distintos, la república es el gobierno de la ley mientras que democracia
significa el gobierno de la mayoría (del griego Dimokratía: Demos, “Pueblo” y Kratos, “Estado”).
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Declaración de los gobernadores radicales y jefes de bloques de la UCR, 15/03/2024.
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