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Roca”
Taller 3
Prof. Silvia Reinoso
Alumnas: Belachur Damaris, Freire Candela y Freire Florencia.
2° Cuatrimestre // Turno Vespertino
Año. 2020
Fundamentación:
Para los/as lactantes las palabras no tienen aún valor semántico. En este período los/as
bebés se expresan integralmente. La palabra es el puente que tendemos para que ingresen
con buen paso a nuestra cultura letrada. Y lo es también porque, en relación con ellos/as,
nos permite el juego, la caricia, las recomendaciones del cuidado, la intensidad de los
límites, el sostén de la valoración.
En esta ocasión, hemos seleccionado la poesía como puente, que si bien se vale de palabras,
éstas no tienen el significado comunicativo que suelen tener en la vida cotidiana. Por lo cual
nos resulta doblemente exquisita la propuesta. En las poesías, las palabras adquieren
cuerpo, olor, sabor, imagen, dejan de ser transparentes. Es juego y ritmo, palabra que vive
en metáfora, silencio, musicalidad. El poema dice un poco, y calla otro poco, para que
imaginemos, para que proyectemos. Lo callado del poema nos convoca profundamente.
Confirmamos entonces, que la poesía es un lenguaje divergente, de aperturas, de
sugerencias, de exploración, de sonidos y ritmos; que le permite a los/as infantes un
encuentro diferente con la palabra, un acercamiento estético, enriquecedor de sus
sensaciones y emociones, disparador de su fantasía, de su creatividad. Apelando a los
sentidos más que a la razón, jugando con la plurisignificación. Elisa Boland nos ayuda a
profundizar en estos conceptos:
“El objeto que aparece en una poesía, por ejemplo, es y no es el mismo que estamos
acostumbrados a mirar y a utilizar a diario. De eso se trata, de entregarles a los/as
chicos/as el mundo que conocen pero renovado a través de la creación artística; de
ofrecerles la diversidad de sentidos que tienen las palabras en situación de poesía.”
Dar de leer poesía es cumplir con el derecho al placer e ir generando encuentros con lo
mejor de nuestra tradición cultural literaria.
Concluyendo, dejamos un fragmento escrito de María Elena Walsh que nos sirve de
orientadora para pensar en la poesía.
“La poesía no alude más que a sí misma, sopla donde quiere y es preferible que no
forme parte del temario sino del recreo, que se integre más en el juego que en la
instrucción.”
Propósitos:
Actividades:
Actividad 1:
Recurso: Tarjetones, voz.
En esta actividad recitaremos la poesía “Arrullos” del autor Francisco Morales Santos,
utilizando tarjetones como recurso. Cada tarjetón, tendrá la imagen mencionada en la
poesía, es decir, habrá una luna, un cisne, agua y una cuna.
Para comenzar les diremos: “¿Cómo se dormirá la luna? ¿Será que necesita ayuda? Para
averiguarlo, leeremos una poesía. ¿Vamos a ver que dice?”. Empezaremos con la lectura
pausada e iremos sacando los tarjetones en el momento indicado (cuando se nombre el
objeto o personaje). Observaremos el impacto en el grupo y utilizaremos alteraciones que
nos parezcan pertinentes al momento. Las variaciones pueden ser en velocidad, en
tonalidad, alargando silencios y en la emocionalidad de la interpretación. Nos mostraremos
corporalmente disponibles acompañando todo el recitado. La repetiremos las veces que sea
necesario.
Les contaremos que esta poesía se llama Arrullo y que es del autor Francisco Morales
Santos. Nos despediremos de la luna y la guardaremos.
Volveremos a realizar lo mismo con los grupos faltantes.
Actividad 2:
Para la introducción dialogaremos: “Miren lo que tengo acá, hoy les traje algo muy especial.
Este no es un paraguas cualquiera, es un paraguas poeta y tiene algo para compartirnos.
¿Vamos a escucharlo?”. Aquí empezamos con el recitado de la poesía a una velocidad lenta.
Observaremos el impacto en el grupo y utilizaremos alteraciones que nos parezcan
pertinentes al momento, así también para con las repeticiones. Las variaciones pueden ser
en velocidad, en tonalidad, alargando silencios, en la emocionalidad de la interpretación,
podemos recitarlas o cantarlas. Nos mostraremos corporalmente disponibles acompañando
todo el recitado.
Para concluir esta propuesta les contaremos que esta poesía se llama “Luna lanar” y que es
de Silvia Schujer, haremos alusión a que el paragua poeta está cansado y quiere irse a
dormir. Le agradeceremos lo compartido, lo despediremos y le diremos que regrese pronto.
Actividad 3:
Consideramos apropiado para esta actividad la modalidad del uno a uno o grupos de no más
tres para los/as bebés más grandes. En simultáneo al cambiado de pañales, nos
acercaremos a los/as lactantes (de a uno o no más de tres) e invitaremos formulando el
interrogante “¿Sabes qué hace la luna? ¿Dónde está que no la vemos? ¡Beatriz Ferro nos
cuenta que la luna se va al zoológico! ¿Estará allí? Vamos a ver qué hace.” Aquí iniciamos
con el recitado de la poesía narrativa de una manera pausada. A medida que aparezcan las
menciones de los objetos iremos sacando las figuras de los bolsillos. Al llegar el momento de
“pero por más que se apura”, bajaremos la capa de tela azul para que se pueda apreciar la
tela negra estrellada y finalizar el recitado adhiriendo la luna a ésta. Realizaremos al menos
un recitado completo y luego permitiremos que puedan interactuar con el delantal y las
figuras, así potenciaremos el encuentro.
Para finalizar, diremos: “Que lindo saber de vos Luna, ¡que aventurera sos! Esperamos que la
próxima vez, no estés tan apurada.” Sutilmente guardaremos la luna en el bolsillo y
agradecemos al delantal poético por visitarnos. Lo despediremos y guardaremos.
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Bibliografía:
Anexo
Lana lunera,
luna lanar,
luna redonda,
te vi sobre el mar.
Lana lunera,
luna lanar,
luna redonda,
me hiciste cantar.”
La luna se va al Zoológico,
la luna se va en un coche,