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Grado Conservación y Restauración de Bienes Culturales. 2020-21.

Catalogación y
documentación histórica de los bienes culturales. Segundo llamamiento. Helena García Ríos.
04/02/2021

Catalogación de obra de arte

Autor/Escuela: Gaspar Afonso de Quevedo

Título: “La inmaculada Lercaro-Justiniani”, “La Inmaculada Concepción de la familia Lercaro-


Justiniani” o simplemente “La Inmaculada”

Género/Objeto/Tipología: Religioso.

Cronología de la obra: Se cree que la obra fue pintada entre 1650 y 1660, la fecha del encargo
se sitúa en 1655.

Materiales/Soporte/Técnica: Óleo sobre lienzo

Dimensiones: 210 x 165 cm

Emplazamiento: Actualmente se sitúa en el Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife,


tercera planta, sala 15. Sin embargo, durante muchos años, la obra estuvo situada en la
mansión de la familia Lercaro.

Descripción: En el cuadro se puede observar a la Virgen María sobre una pequeña elevación en
posición de rezo, pero sin estar arrodillada, y siendo observada por dos querubines que de sus
manos dejan caer pequeños trozos de tela dorados. Es iluminada por una paloma blanca que
representa al Espíritu Santo, y a cada lado de la Virgen se pueden observar a San Pedro y a San
Pablo. Debajo de ellos se hacen notar los escudos de las familias Lercaro (izquierda) y Justiniani
(derecha).

La Virgen es presentada como una mujer joven y risueña, de mejillas sonrosadas, piel clara y
perfecta y con los cabellos rizados de un tono castaño claro.

Sobre su cabeza se puede observar un halo de luz, se supone que celestial, proveniente de
una paloma blanca, la cual representa al Espíritu Santo.

En cuanto al fondo, es la parte de la composición en la cual resulta más evidente la falta de


rectitud y horizontalidad. Dicho fondo se trata de una especie de puerta con columnas y dintel,
en las cuales están situados los querubines observando la pureza que desprende la Virgen.

Contexto cultural/Social/Económico/Iconografía: La obra pertenece al Barroco, en este caso,


muy influenciada por la pintura flamenca y andaluza de la época. En esta época las obras de
arte con temática religiosa eran muy comunes, sobre todo cuando eran encargadas por la
Iglesia o por los nobles y ricos.

Estado de conservación/restauración: Su estado actual es malo. Posee zonas craqueladas y/o


sucias, debido a esto es imposible ver la firma del cuadro.

Observaciones: En cuanto a su autor, Quevedo es uno de los principales exponentes de la


pintura canaria y religiosa del Barroco. Nace en 1616 en La Orotava, Tenerife y, según los
registros existentes, es bautizado el 21 de mayo. Hijo de padres humildes, que no pobres, fue
el tercer hijo de la pareja. Sin embargo, los dos anteriores habían muerto a una edad muy
temprana, convirtiéndole en el primogénito de la familia.
Curiosamente, aunque hay multitud de referencias a la familia en los protocolos notariales de
la época, no existe ningún tipo de fuente acerca de su formación artística. Se cree que tuvo
que ver con Cristóbal Ramírez, artista sevillano afincado en La Laguna en 1618. También se le
relaciona con Asensio de Araujo Mederos, que aceptaba aprendices desde 1636, pero
Quevedo no consta como uno de ellos.

Se sabe que contó con muchos encargos artísticos en su Tenerife natal, de todos los estratos
de la sociedad, sobre todo de nobles, guiado en ocasiones por otros clérigos. También se
presume que conto con aprendices de posterior renombre, símbolo de fama y buena posición
en el gremio artístico. Dentro de nuestro ámbito, resulta oportuno señalar que también
trabajó como restaurador en iglesias. Fue en uno de estos encargos de restauración,
concretamente, la imagen de la patrona de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, que
recibió el pedido de realizar el cuadro objeto de este comentario.

La familia Lercaro le pide, alrededor de 1655, la ya nombrada Inmaculada. Su propósito era


adornar el oratorio de su casa, en La Laguna (que hoy en día es un museo). La beneficiaria del
cuadro fue Jacobina Westerling, viuda de Bernardo Lercaro-Justiniani, de ahí su denominación
actual. De hecho, fue un obispo quien dejó constancia del encargo y de la realización de este,
fechándolo el 5 de diciembre de 1655.

Poco más se sabe sobre su vida. Se le perdió la pista en 1670, cuando se deja constancia de
que murió en España, para ser posteriormente tachado y constar solo como que «murió».
Aunque realmente nunca se supo que pasó con él.

Otros (marcas, firmas, leyendas, etiquetas, inscripciones): Se sabe que es uno de sus dos
únicos cuadros firmados, pero resulta imposible encontrar la firma, debido a su actual estado
de conservación. Pero se cree que se encuentra en la parte inferior izquierda del cuadro.

Fotografías:

Fotografía del cuadro en su emplazamiento actual (izquierda), con su placa identificativa


(derecha), a la que le faltan datos cruciales, como sus medidas, por ejemplo.
Detalle del registro del pincel, craquelados y de la tela del lienzo
a contraluz.

Detalles de zonas sucias en la


pintura, en las que el color ha perdido su lustre original, cubierto por una capa grisácea.
Detalles de zonas de pérdidas, tanto de materia como de color, en el marco.

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