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La Escuela Cusqueña

Alumno:
VALVERDE AYTE, Daniel Elías

Asignatura:
Historia del Arte II

Ciclo:
VI

Especialidad:
Piano

2017

LA ESCUELA CUSQUEÑA
Antecedentes:
Sin lugar a dudas, la Escuela Cusqueña tiene como gran impulsor (o pintor influyente) a Bernardo Bitti, quien es
considerado el “Padre de la pintura peruana” y es quien trajo el estilo manierista de fácil lectura (como en su
obra dejada en la Catedral del Cusco: “La virgen del pajarito.”). Bitti estuvo en Lima, Arequipa, Cusco, Puno y en
el Alto Perú.

La Escuela Cusqueña se desarrolla principalmente en los siglos XVII y XVIII, en donde las técnicas de recamado
(relieves en oro), de brocateado (también sobredorado o estofado, ornamentación con oro) y las mejillas rojas
de los personajes, fondos boscosos o tipo flamecos (con apariencia irreal) fueron los más recurrentes.

Cabe resaltar la importante intervención del obispo Manuel de Mollinedo y Angulo, ya que luego del terremoto
de 1650 se tuvieron que dar una serie de reconstrucciones y estas abrieron las puertas al barroco.

Siglo XVII:

Se menciona que la llegada de Bernardo Bitti (en 1583) fue determinante para el desarrollo del arte cusqueño,
ya que este clérigo jesuita introduce el manierismo en el Cusco.
Y las principales características eran el tratamiento de las figuras de manera un tanto alargadas, con la luz
focalizada en ellas.

-Si se puede hablar de un máximo representante es Diego Quispe Tito Inga (1611 - 1681), quien estuvo vigente
desde 1627 y con su muerte consolidó la Escuela Cusqueña. Fue considerado el mejor pintor de América Latina y
sus obras se encuentran en la parroquia San Sebastian.
Su estilo tuvo inspiración manierista y rasgos italianos y era sumamente detallista (debido a su influencia
flamenquista). Aun así, termina desarrollando e imponiendo un estilo nuevo a la pintura de la región. Él implanta el
uso de grandes paisajes repletos de flores y animales que luego se convierten en característicos de la Pintura
Cuzqueña.

En La serie del Zodiaco (hecho en 1681 y ubicada en el Palacion Arzobispal de Cusco) se pueden apreciar los fondos
medievales. Está compuesta por nueve lienzos y cada uno representa a un signo zodiacal relacionado con una
parábola de la vida de Cristo.
El objetivo principal de esta obra fue combatir la idolatría.

Obras de Diego Quispe Tito:

El juicio Final
El retorno de Egipto

La sagrada familia en Nazaret

La visión de la Cruz
San Jerónimo penitente

La pesca milagrosa (Piscis, de La serie del Zodiaco)

La sagrada familia y los ángeles


-Otro artista resaltante de la escuela cusqueña es Basilio Santa Cruz Pumacallao. Su pintura está caracterizada
por tener una composición dinámica y ser muy decorativa y de grandes dimensiones.
Este pintor contó con el fundamental apoyo (como mecenas) del obispo Manuel de Mollinedo y Angulo.
Sus obras se pueden apreciar en: La Catedral del Cusco, en el Convento de San Francisco del Cusco y en la Iglesia
de La Merced.

Santa Cruz fue el responsable de la aparición de los ángeles (arcángeles) arcabuceros.


El ángel arcabucero era representado con ropas inspiradas en las de los soldados de la época, y armado de
un arcabuz. Es posible que la buena acogida que tuvieron estas obras entre los indígenas de la época se deba en
parte a la facilidad con que estos pudieron identificar estos seres alados con alguno de sus antiguos dioses y
héroes.
Para la elección de los distintos ángeles los autores tuvieron bien en cuenta los escritos cristianos de la época
acerca de la jerarquía de los ángeles, y de hecho a menudo se pintan los arcángeles, tanto los oficiales
reconocidos por la Iglesia (Rafael, Miguel, Gabriel), como los que vienen de la tradición (Uriel, Letiel, etc.).

Obras de Brasilio Santa Cruz:

El martirio de San Laureano

Nuestra señora de Belén


San Cristóbal

Aparición de la Virgen a San Felipe Neri


Arcángel arcabuzero

La imposición de la Casulla a San Idelfonso


-Juan Espinoza de los Monteros, pintor del siglo XVII, activo en el Cusco entre 1638 y 1669.
Este pintor asienta el estilo barroco de Zurbarán usando como modelos estampas flamencas. Algunos documentos
dan fe de que hizo obras para la Orden San Franciscana.

Obras de Juan Espinoza:

La virgen entregando el rosario a Santo Domingo de Guzmán

-Juan Zapata inga, fue seguidor de Basilio santa Cruz.

El tránsito de San Juan de Dios


Siglo XVIII:

-El mayor exponente de este siglo fue Marcos Zapata, siendo uno de los últimos autores de la escuela cusqueña.
Su carrera se desarrolló entre 1748 y 1773, y su influyente estilo se caracteriza por el uso de los colores azules y
rojos, y la belleza dulce y convencional de sus representaciones marianas, rodeadas casi siempre por cabezas
aladas de querubines. Zapata también abordó temas alegóricos a la Virgen.

Letnías Lauretanas de nuestra señora, es una serie de ciencuenta lienzos hecha en 1755. Basados en la serie de
grabados Elogia Mariana de Christoph Thomas de Scheffler (1732). Se centran en representar pasajes de la vida
de la Virgen. Están ubicadas en los lunetos de la Catedral del Cusco, entre los que se encuentra el lienzo Turris
Davidica y Turris Eburnea.

Obras de Marcos Zapata:

La última cena (se ve un cuy servido en la mesa)

Letanías Lauretanas de Nuestra Señora


La visitación

-Marcos Sapaca, fue un pintor cusqueño con quien era confundido Marcos Zapata por la gran similitud en el
apellido. Fue autor de la obra Josafat, Rey de Judá (una serie de doce lienzos con estilo manierista elaborada
para la Iglesia de Humahuaca en 1764), donde se aprecian las figuras de los Profetas, Patriarcas y Reyes.
-Cabe destacar en este siglo al pintor cusqueño Basilio Pacheco, con un estilo barroco que se desarrolla entre
1738 y 1752.

Obras de Basilio Pacheco:

El entierro de San Agustín (pertenece a la serie La vida de san Agustín)

La circuncisión
El arte mural:

-Tadeo Escalante, se dice que nació en 1770 y falleció en 1840 (se sabe poco de él como persona). Fue un
muralista cusqueño y su obra se encuentra en la Iglesia de Huaro, Cusco.

En su obra Molina de la Creación pinta desde el Génesis hasta la salida de Moisés al Monte Sinaí.
En un mural del Molino de Acomayo se encuentra la genealogía de los Incas fechado en 1840.

El infierno (en la Iglesia de Huaro)


La muerte del pobre y La muerte del rico

Serie de los Incas en el Molino de Acomayo

El árbol vano
-Luis de Riaño fue un importante representante peruano de la pintura colonial y el más importante discípulo
de Angelino Medoro. Como limeño aprendió de Medoro su estilo contramanierista y lo introdujo en la pintura
cusqueña. Este pintor fue asesorado por el padre Pérez de Bocanegra (en cuanto a lo conocimiento y dominio
teológico para la temática de sus obras).

En su arte mural trata de conyugar el óculo central (que hace ilusión a la visión de Dios) a la anunciación de Dios
a la virgen María (La anunciación).

Su obra se encuentra en Quispicanchi, Cusco, en la iglesia de Andahuaylillas (considerada como la Capilla Sixtina
de América).

Obras de Luis de Riaño:

Iglesia de Andahuaylillas

Camino al cielo y Camino al infierno (díptico)

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