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CONSULTA CONSTITUCIONAL EN EL JUICIO:

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•CORTE "CHEMICORP S.A. C/ SOLVAY QUIMICA S.A. S/


Sl)PREMA INDEMNIZACION DE DAÑOS Y PERJUICIOS POR
..>- EJU.S.!ICIA RESPONSABILIDAD CIVIL". AÑO: 2016-Nº 901.---------

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\ l�\ ?!Fr��J a de Acuhdos de la ,Corte Supremá de Justicia, los Excmos. Señores Ministros de la Sala
'-'. s. C <) �stituciona( Doctores CESA � MANUEJ: DIESEL JUNGHANNS, GLADYS BAREIRO DE
'\. MODICA y,;f.\LBERTO MARTINEZ SIMON, Ante mí, el Secretario autorizante, se trajo al acuerdo
"'·"'�..,,....'.::.. el exp�pi€nte:
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... "SOLVAY· QUIMICA S.A. SI INDEMNIZACION DE DANOS Y PERJUICIOS POR
.. )

RESPONSABILIDAD CIVIL", a fin de resolver la consulta sobre constitucionalidad realizada por el


Tribunal de Apelación Civil y Comercial, Tercera Sala. ---------------------------------------------------------­
Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Constitucional,
resolvió plantear y votar la siguiente: -------------------------------------------------------------------------------

C U E S T I O N:

¿Es inconstitucional el art. 1O de la Ley Nº 194/93 -que aprueba con modificaciones el Decreto
r Ley N 7 del 27 de marzo de 1991-?.--------------------------------------------- -----------------------------------
º

\ A la cuestión planteada la Doctora BAREIRO DE MÓDICA dijo: 1) El Tribunal de Apelación


en lo Civil y Comercial, Tercera Sala, dispuso remitir por A.I. Nº 277 de fecha 27 de mayo de 2016,
estos autos en consulta a la Corte Suprema de Justicia, a los efectos de expedirse con respecto a la
inconstitucionalidad o no de la Ley Nº 194/93. El Tribunal realiza la citada consulta de conformidad
con lo dispuesto en el Art. 18 inc. a) del C.P.C. --------------------------------------------------------------------
2) Si bien la facultad de responder consultas de constitucionalidad de parte de la Corte Suprema
de Justicia está prevista en la norma invocada y ha sido admitida en ocasiones anteriores por esta Sala,
respecto al punto señalamos el Articulo 18 numeral a) del Código Procesal Civil: " .. . Facultades
ordenalorias e instructorias. Los jueces y tribunales podrán, aun sin requerimiento de parte: a) remitir
el expediente a la Corte Suprema de Justicia, ejecutoriada la providencia de autos, a los efectos
previstos por el artículo 200 de la Constitución, siempre que a su juicio una ley, decreto u otra
disposición normativa pueda ser contraria a reglas constitucionales ... " (Art. 200 de la CN 1967
derogado por la CN de 1992), he aquí el error el cual consiste en la existencia de un artículo legal que
nos remite erróneamente a otro artículo o institución derogada o inexistente, me permito realizar las
siguientes consideraciones con relación al tema: ----------------------------------------- -------------------------
2.1) La Constitución Nacional, en cuyo Art. 259 establece los deberes y atribuciones de la Corte
r Suprema de Justicia, no incluye entre los mismos la facultad de evacuar consultas constitucionales.
Tampoco incluye tal posibilidad el Art. 260, referida a los deberes y atribuciones de la Sala
Constitucional. En efecto, el Art. 259 de la Carta Magna, en su única disposición referida a las
cue · s constitucionales, dispone en su numeral 5 el deber y la atribución de "conocer y resolver
so re inco titucionalidad". A su vez, en el Art. 260, con respecto a los deberes y atribuciones
e ncretos y elusivos de la Sala menciona sólo dos: "1) conocer y resolver sobre la
i constitucionalid de las leyes y de otros instrumentos normativos, declarando la inaplicabilidad de
1 s disposiciones con arias a esta Constitución en cada caso concreto y en fallo que solo ten efe o
e n relación a ese ca , y 2) decidir sobre la inconstitucionalidad de las sentencias finitivas o
in erlocutorias, declarand la nulidad de las que resulten contrarias a esta Constituci' ". agrega q e
"e \ procedimiento podrá i iciarse por acción ante la Sala Constitucional de la ort Suprema e
Just y por vía de excepc ón en c quier 1 tancia, en cuyo caso se elevarán os an edentes la
Co
2.2) La CSJ en reiterados fallos se ha expedido siempre en el sentido de que solo pueden iniciar
la acción de inconstitucionalidad quienes se ven directamente afectados por la norma o resolución
judicial que reputan de inconstitucional, conforme lo establece el art.550 del Código Procesal Civil que
dispone: "Toda persona lesionada en su legítimo derecho por leyes, decretos, reglamentos,
ordenanzas municipales, resoluciones u otros actos administrativos que infrinjan en su aplicación,
principios o normas de la Constitución, tendrá facultades de promover ante la Corte Suprema de
Justicia la acción de inconstitucionalidad en el modo establecido por disposiciones de este Capítulo". ---
y el Art. 552 del mencionado cuerpo legal establece: " Al presentar su escrito de demanda a la
Corte Suprema de Justicia, el actor mencionara claramente la ley, decreto, reglamento o acto normativo
de autoridad, impugnado, o en su caso, la disposición inconstitucional. Citara además, la norma,
derecho, exención garantía o principio que sostenga haberse infringido, fundando en términos claros y
concretos la petición.---------------------------------------------------------------------------------------------------
AI respecto, corresponde señalar que quien pretende promover una acción de esta naturaleza,
debe acreditar la titularidad de un interés particular y directo, en contraposición, se ha admitido la
consulta constitucional elevada por jueces y Tribunales, quienes no se encuentran legitimados para
l1acerlo. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
2.3) De la lectura de las normas constitucionales transcriptas no surge que la Sala
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia tenga como deber y atribución entender las consultas
remitidas por los Jueces y Tribunales, pues su competencia está limitada a conocer y resolver la
inconstitucionalidad de actos normativos y de resoluciones judiciales contrarios a la Carta Magna, por
las vías procesales de la acción y de la excepción. Estando taxativamente establecidas por la
Constitución las facultades de esta Sala y no encontrándose comprendida entre ellas la de evacuar
consultas, ésta es inexistente. Una ley, aún de la importancia del Código Procesal Civil, no puede fijar
deberes y atribuciones que los convencionales constituyentes en su momento decidieron no incluir. Es
más, ni siquiera autorizaron la remisión a una ley para la fijación de otras facultades no previstas en el
texto constitucional, postura que la misma CSJ reafirma en sesión ordinaria del 14 de abril de 2015
sentada en Acta Punto 8 en contestación al oficio Nº 17/2015 de los Miembros del Tribunal de
Apelación en lo Civil y Comercial, Sexla Sala de la Capital, por el cual consultan respecto a la
vigencia del Art 9 ° de la Acordada Nº 58 del 20 de diciembre de 1985, en el cual se dispuso que el
turno de los Amparos en cuanto a la sustanciación y competencia en los recursos de apelación se
regirá por el turno de rúbrica de los Tribunales, o, si fue modificado por la Acordada 593/09.
debiendo por ello estas causas ser sorteadas. "SE RESUELVE HACER SABER QUE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA NO ES ÓRGANO DE CONSULTA." En consecuencia, la de evacuar
consultas referida a la Sala Constitucional de la Corte lisa y llanamente no forma parte de nuestro
ordenamiento jurídico.-------------------------------------------------------------------------------------------------
3) Los Jueces se encuentran obligados a fundar sus resoluciones en la Constitución Nacional y
en las leyes ( Art. 256, CN). Y han de hacerlo, conscientes de que sus fallos estarán sujetos al recurso de
revisión. Son las partes litigantes las que, eventualmente, han de objetar la constitucionalidad de las
normas aplicadas en la decisión del caso que les ocupa, para lo cual tienen los resortes legales
pertinentes. Más allá del hecho decisivo de que la Sala Constitucional carece de atribuciones para
evacuar consultas, desde un punto de vista práctico, hacerlo presupondrá un prejuzgamiento y un
dispendio innecesario de la actividad jurisdiccional.--------------------------------------------------------------
4) En atención a las consideraciones que anteceden, considero que no corresponde evacuar la
consulta realizada por el Tribunal de Apelación Civil y Comercial, Tercera Sala, en los términos
expuestos. Es mi voto. -------------------------------------------------------------------------------------------------

A su turno el Doctor DIESEL JUNGHANNS dijo: A través del A.I. Nº 277 de fecha 15 de
junio de 2016 el Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial Tercera Sala de la Capital, resuelve
plantear la consulta acerca de la constitucionalidad o no de la Ley Nº 194/93 "Que regula las
relaciones contractuales entre fabricantes y firmas del exterior y personas fisicas o jurídicas
domieiliadas en el Paraguay".----------------------------------------------------------------------------------------
CONSULTA CONSTITUCIONAL EN EL JUICIO:
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Líe, '{a.11.'is• Co\.r:;,'.n

En cu·kpto a la no O de cuya coqstitucionalidad se duda, el Tribunal consultante expresa: "... el


caso que motivq.._ la consulta es un recufso de apelación interpuesto contra el auto interlocutorio que
rechaza la excepc'iÓ!J de incompete11cib de jurisdicción en relación con una acción sustentada en la Ley
194/93, respecto de Ío's-efectos ·dé···un contrato comercial internacional, en el cual se ha pactado una
prórroga de jurisdicción hacia un juzgado extranjero -perteneciente a uno de los países que conforma
el MERCOSUR- sobre la base del Protocolo de Buenos Aires Sobre Jurisdicción Internacional en
Materia Contractual, ratificado por Ley Nº 597195. El problema se suscita en torno de la aplicación de
la ley nacional, que es una ley especial y de orden público, según surge de su art. 9° "Las partes
pueden reglar libremente sus derechos mediante contratos sujetos a las disposiciones del Código Civil,
pero sin que en forma alguna puedan renunciar a derechos reconocidos por la presente Ley" en
concordancia con el art. 1 O: "Las paies se someterán a la competencia territorial de los Tribunales de
la República", por sobre las disposiciones del referido Protocolo de Mercosur, el cual en su art. 4
permite pactar la prórroga jurisdiccional referida". En ese contexto supone infringidas el Tribunal el
Art. 137 de la Constitución, donde resulta evidente el conflicto de prelación, el cual implica el
tratamiento y eventual decisión sobre la constitucionalidad de la Ley Nº 194/93.----------------------------
Ante supuestos como el sub examine, la ley prevé expresamente una vía, la indicada en el Art.
18 inciso "a)" del Código Procesal Civil, que provoca un pronunciamiento sobre la constitucionalidad
de la ley, decreto o disposición de que se trata. El texto del referido artículo dice, en el inciso señalado:
"Art. 18.- Facultades ordenatorias e instructorias. Los jueces y tribunales podrán, aún sin
requerimiento de parle: a) remitir el expediente a la Corte Suprema de Justicia, ejecutoriada la
providencia de autos, a los efectos previstos por el Artículo 200 de la Constitución, siempre que, a su
juicio, una ley, decreto u otra disposición normativa pueda ser contraria a reglas constitucionales... ".-
A pesar del uso, en la práctica tribunalicia, del término "consulta" para referirse a la vía
procesal prevista en el citado Art. 18, inciso "a)", procediéndose -incluso- a usar el término en el
caratulado del expediente respectivo (como se ve también en estos autos), dicha vía, por su naturaleza,
lejos está de constituirse en una "consulta", en el sentido del requerimiento de una simple información,
opinión o consejo. El trámite causa un pronunciamiento, por lo que mal podría admitirse que el uso
cotidiano e impropio de un nombre para designar cierto trámite, tenga la virtualidad de cambiar su
naturaleza y efectos.----------------------------------------------------------------------------------------------------
Delimitada la previsión y finalidad de ésta vía, corresponde analizar el cumplimiento de los
requisitos formales exigidos por el Art. 18 del C.P.C. para la viabilidad procesal de este planteamiento,
ellos son: I) La ejecutoriedad de la providencia de autos; y, 2) La mención por el requirente de la
disposición normativa acerca de cuya constitucionalidad tiene duda, así como de los preceptos

r
constitucionales que presume son vulnerados por aquella, expresando claramente los fundamentos de
dicha duda.--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Debe señalarse que en autos se hallan cumplidos ambos requisitos por lo que paso a considerar
el tema que nos ocupa.-------------------------------------------------------------------------------------------------
En autos, el Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial Segunda Sala -que entendió con
anterioridad en el proceso- a través del A.I. Nº 698/12, revocó lo resuelto en primera instancia. Dicha
resolución fue impugnada de inconstitucionalidad, donde ésta Sala (entonces con otros conformantes),
resolvió revocar el auto interlocutorio, declarándolo arbitrario. En aquella ocasión el Dr. Fretes
sostuvo: "(. . .) este el típico caso de una sentencia arbitraria, en el cual el juzgador no da una razón
valeder pa concluir como lo hizo, y aún más, prescindiendo de las constancias de autos para la
soluci 'n del cas Con respecto a la crítica de que la resolución es autocontradictoria, se observa que
ás de incurrir en esa deficiencia, se aboca al estudio de una cuestión de fondo,
de la cláusula 22 del contrato, incurriendo así en un típico caso de sen/ cia
ultra etila, ya que deb ', como se dijo, tratarse al momento de dictarse sentencia, oportunida en la
que s estudiará la viabib ad o no de la nulidad de las cláusulas contractuales. Podemos I ir, por
tanto, que la resolución im ugnada es violatoria del deber de fundar las resoluciones · 1dici l s en la
Conslilución y la ley, confi me lo consa!5!:; artículo 256 de la Carta Magna, or lo ,e hac
a procedencia de I medio otorgado por la Constit 1ción

Cesar M. Diesel Jun;anns


...�ir:. t:SJ.
Suprema de Juslicia para mantener la vigencia del Eslado de Derecho (..)" A su turno el Dr. Víclor
Núñez expresó: "En esta especial coyuntura, resulta que para resolver la cuestión de la competencia
del Tribunal, si correspondería a los tribunales paraguayos o a los de Argentina entender en esta
contienda, se hacía necesario entrar a tallar sobre la cuestión de fondo, sobre la pretensión de
nulidad; vale decir, que no podía el juzgado resolver sobre su compelencia sin antes decidir acerca de
la validez o no de la cláusula impugnada, que hacía al objeto mismo de la pretensión y que por lo
tan/o. debía necesariamente ser materia de estudio y decisión al momento de la sentencia de mérito. La
Alzada, sin embargo. se extralimita en sus facultades decisorias como órgano revisor, al decidir contra
legem como lo hizo sobre la incompelencia de los tribunales paraguayos, puesto que olvidó que en este
estadio incipiente del proceso, mal podría verter un pronunciamiento atinente al fondo de la cuestión,
sin estar prejuzgando ya sobre la pretensión misma en que se sustenta la demanda. En efecto, si bien
no rechazó expresamente la demanda de nulidad respecto de la cláusula de prórroga de jurisdicción,
tácitamente ya sentó su postura al re:,,pecto, puesto que el análisis realizado por el Tribunal versó
sobre la eficacia de la citada cláusula, para arribar como corolario a la incompetencia de nuestros
tribunales. En suma, el tratamiento de la cuestión de la competencia en este caso en parlicular,
necesariamente debía quedar diferido al momento de la sentencia; puesto que de la validez o no de la
cláusula resultaría a su vez la competencia o incompetencia de nuestros tribunales. Por las razones
precedentemente esbozadas, al haberse apartado el Ad Quem de la solución normativa previsla para el
caso, y resuelto así de forma arbitraria, su decisión amerita ser descalificada como acto judicial:
correspondiendo en consecuencia, hacer lugar a la acción de inconstituciona!idad y declarar la
nulidad de los fallos impugnados, con el alcance establecido en el Art. 560 del C.P. C. ".------------------
Como puede notarse, estas argumentaciones versaron puntualmente acerca de la competencia de
jurisdicción, vale decir, si ella debe ser tratada de modo previo o con la sentencia definitiva.--------------
Cabe recordar que el Protocolo de Buenos Aires Sobre Jurisdicción Internacional en Materia
Contractual, ratificado por Ley Nº 597/95 prevé: "...Artículo 4.- En los conflictos que swjan en los
contratos internacionales en materia civil o comercial serán competentes los tribunales del Estado
Parle a cuya jurisdicción los contratantes hayan acordado someterse por escrito, siempre que tal
acuerdo no haya sido obtenido en forma abusiva ... ". De la norma supranacional citada se desprende
que su aplicación -en cuanto a determinación de los tribunales competentes- está supeditada a un
acuerdo de partes, vale decir el precepto no actúa per sé sino a partir de lo que acuerden al respecto
quienes celebran un negocio jurídico privado. Además, la misma norma supranacional contempla una
condición especial de validez cuya inobservancia justificaría el cese de la aplicación del artículo 4
citado. Cabe recordar que una de las pretensiones de fondo, de la demanda, consiste en la obtención de
la declaración de nulidad del pacto contractual que haría aplicable el Protocolo, pretensión (de fondo)
sobre la que solo puede recaer resolución en la definitiva, luego de agotada la sustanciación del juicio
principal .-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En concordancia con las expresiones vertidas en aquel fallo de esta sala, especialmente con
respecto a la posibilidad de anticipar el fondo de la cuestión, y por las consideraciones precedentes,
entiendo que pronunciarnos hoy, en este estado de la causa, sobre la constitucionalidad de la aplicación
del art. 1O de la ley Nº 194/93 -para el caso concreto planteado entre las partes del juicio- por su
posible colisión con el protocolo aludido, sería emitir juicio sobre una de las pretensiones del fondo de
la demanda, lo que escapa la competencia de esta Sala y es extraño e inadecuado dado el estado
procesal actual del juicio, por lo que derivaría en un caos jurídico y desvirtuarían la naturaleza de la
atribución de la Sala Constitucional dispuesta en el art. 260 inc. 1 y 2.----------------------------------------
Consecuentemente, la consulta constitucional planteada deviene improcedente, debiendo ser
desestimada. Es mi voto.----------------------------------------------------------------------------------------------

A su turno el Doctor MARTÍNEZ SIMÓN dijo: Disiento muy respetuosamente de los votos
que anteceden.----------------------------------------------------------------------------------------------------------
En cuanto a la naturaleza de la cuestión de constitucionalidad elevada por el Tribunal de
Apelación en lo Civil y Comercial, de la Capital -coloquialmente denominada como "consulta
constitucional"- considero, al igual que el Ministro César Diesel Junghanns, que esta vía no es sino
aplicación de la facultad prevista en el artículo 18 inc. a) del Código Procesal Civil, por lo que adhiero
opinión a los argumentos de procedencia esbozados por aquel en su voto. Disiento, no obstante, en lo
que hace a la imposibilidad de estudiar la existencia o no de una colisión normativa, puesto que no
entiendo -como si lo hace aquel- que la realización de tal valoración implique una suerte de preopinión
sobre el forido de la controversia. ------------------------------------------------------------------------------------
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que el cbntrol que realiza la Corte Suprema de Justicia se reduce a
la constatación de.., validez de na noffi1a'· -cuestión objetiva- sin adentrarse a estudiar el contexto -
caso- en el cual se·'ta).nvoca. La Corte Suprema de Justicia no toma en cuentas los argumentos de
fondo invocados por 1as· ' partes' !rí"'sustento de sus pretensiones, ni mucho menos las pruebas, sino
<

meramente la validez y constitucionalidad de normas que el juzgador estime aplicable al caso. Como se
ve, la cuestión se circunscribe a identificar un vicio congénito o ínsito del precepto normativo
(inconstitucionalidad), el cual existirá independientemente del sujeto o caso en el cual se lo invoca.-----
En un Estado social de derecho como el nuestro nada excede o sobrepasa el marco
constitucional; por ende, las normas de rango inferior que integran nuestro sistema deben adecuarse al
molde que la ley suprema delimita. Siendo así, todo miembro del Poder Judicial, en su carácter de
custodio de la Constitución (artículo 247 de la Carta Magna), debe examinar las leyes en los casos
concretos que se traen a su decisión, comparándolos con los textos de mayor jerarquía para averiguar si
se encuadran o no en dicho marco. Este control judicial es ineludible, y debe ser realizado a petición de
parte, o incluso sin ella; todo aquel que se someta al control judicial tendrá por cierto que es a la norma
suprema a la cual se acudirá, en primer término, para resolver su pretensión, y no existirá decisión
válida si no es acorde a aquella.--------------------------------------------------------------------------------------
Claramente, todo juez adopta su decisión según ciertas normas, y al hacerlo, no solo evalúa el
r mérito de los argumentos de las partes, sino -y más importante aún- la propia validez de las normas
invocadas. Luego, atendiendo al control difusa de control que se encuentra instalado en nuestro
ordenamiento, toda vez que el juzgado tenga dudas con respecto a la constitucionalidad de una norma,
le asiste a aquel la facultad de provocar un control oficioso del órgano con competencia -la Corte
Suprema de Justicia- con lo cual se logra mantener la armonía e integridad de nuestro sistema
normativo, conforme a los delineamientos de nuestra norma suprema, de los cuales nadie puede
abstraerse.----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En lo que hace a los efectos mediatos o inmediatos que un pronunciamiento de
inconstitucionalidad pueda implicar en la solución del caso, estos resultan ajenos al estudio de la
cuestión de constitucionalidad1 , cuyo único propósito, reiteramos, es el de preservar la vigencia y
coherencia de nuestro ordenamiento legal. De suyo va que resulte sin asidero la abstención de estudiar
una alegada colisión normativa por recelo a preopinar, desde que tal control es mandatorio, y además es
hecho de manera abstracta y objetiva.-------------------------------------------------------------------------------
Aclarado lo anterior, tenemos que en el caso de autos el Tribunal solicitó el estudio del art. 1O
de la Ley Nº 194/93 "Que aprueba con modificaciones el Decreto Ley No. 7 del 27 de marzo de 1991,
por el que se establece el régimen legal de las relaciones contractuales entre fabricantes y firmas del
exterior y personas fisicas o jurídicas domiciliadas en el Paraguay", ya que pone en dudas su
r constitucionalidad en relación con art. 137 de nuestra Carta Magna, en vista a las disposiciones del art.
4º del Protocolo de Buenos Aires sobre Jurisdicción Internacional en Materia Contractual y los arts. 26
y 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados. ---------------------------------------------
Conviene, primeramente, citar la normativa cuestionada. El art. 1O de la Ley Nº 194/93 reza
cuanto sigue: "Las partes se someterán a la competencia territorial de los Tribunales de la República.
Podrán transigir toda cuestión de origen patrimonial o someterla al arbitraje antes o después de
deducida la demanda en juicio ante la justicia ordinaria, cualquiera sea el estado de ésta, siempre que
no hubiese 'do sentencia definitiva y ejecutoriada".---------------------------------------------------------
L colisió e da, según los dichos del Tribunal que elevó la cuestión de constitucionalidad, con
el Proto olo de Buen Aires sobre Jurisdicción Internacional en M i Contractual, aprobado por
Ley Nº 97/95, cuyo art. º dispone que: "En lo onjlictos que sw; ·an en I s contratos internacionales
en mate ia civil o comercia erán compet tes los 'bunales de Estado arte a cuya jurisdicción los
contra/ ntes hayan acordado s meterse or escrito, s e rpre u tal acue, o no haya sido obtenido en
forma abusiva. Asimismo puede arda, e la prórrog aJavo, e tribuna s arbitrales.".-----------------

1
Compet o y la part que fundó su pretensión en una
norma in1AJ11bt-t1ru
nns 5

o,:d;¿d:;d, :di�
i'viinistra
También, refirió que la ley cuestionada infringe la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados, aprobado por Ley Nº 289/71, la cual impone a los Estados el deber de cumplir con las
convenciones celebradas con otro Estado y adecuar el ordenamiento jurídico interno a las normas
internacionales (principio de pacta sunt servanda- art. 26 de la Convención2), y, además la
imposibilidad de los Estados de invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación para
el incumplimiento de una convención internacional (art. 27 de la Convención3).-----------------------------
EI análisis normativo deberá iniciar con la determinación de la existencia o no de un supuesto
antinómico, para luego, en caso de así serlo, determinar cuál es la norma que prevalece conforme a los
criterios de superación de colisiones normativas. ------------------------------------------------------------------
Pues bien, el cuestionado art. 1O de la Ley Nº 194/93 constituye una norma atributiva de
competencia jurisdiccional, la cual fija de modo expreso la competencia de los tribunales paraguayos
para los casos de conflictos de carácter internacional que se susciten en relación con contratos de
representación, agencia o distribución4 • Esta asignación de competencia es improrrogable, atendiendo a
la regla expuesta por el art. 9 in .fine del mismo cuerpo legal, el cual veda la posibilidad de renunciar a
los derechos reconocidos por la referida ley5.----------------------------------------------------------------------
En contraposición, el Protocolo de Buenos Aires sobre Jurisdicción Internacional en Materia
Contractual, aprobado por Ley Nº 597/95, dispone la posibilidad de prorrogar la competencia a favor
de cualquiera de los tribunales de los Estados parte -incluso la posibilidad de obviar la jurisdicción
ordinaria y acordar la arbitral- cuando se traten de contratos internacionales de naturaleza civil y
comercial, salvo aquellos explícitamente excluidos por su art. 2°, entre los cuales no se encuentran
aquellas que son objeto de regulación por la Ley Nº 194/936.---------------------------------------------------
Por consiguiente, se advierte, desde ya, un supuesto antinómico entre los dos cuerpos
normativos, ya que los contratos regulados por la Ley Nº 194/93 caerían igualmente bajo el ámbito de
la aplicación del Protocolo de Buenos Aires. Tenemos, pues, dos mandatos contradictorios: el
protocolo autoriza a las partes signatarias prorrogar la competencia a favor de los tribunales de
cualquiera de los Estados parte del Mercosur (norma permisiva positiva), en tanto que nuestra ley
interna excluye tal facultad, y dispone la competencia obligatoria e improrrogable a favor de los
tribunales paraguayos para entender en materia de contratos de representación, agencia y distribución,
en los que el representante, agente o distribuidor se halle domiciliado en la República (norma
11. nperat 1.va negat r.va).--------------------------------------------------------------------------------------------------

De este modo, toda vez que la parte extranjera se encuentre domiciliada en alguno de los países
del Mercosur, y la parte representante,. distribuidora o agente se encuentre domiciliada en nuestro país,
estaremos ante una situación en la cual existirán dos posibles universos normativos contradictorios que
regularan un mismo supuesto.----------------------------------------------------------------------------------------
Resta por determinar la solución que nuestro ordenamiento impone a dicha contradicción. Para
ello, debemos traer a colación el art. 137 de la Constitución, en particular, con el orden de prelación de
normas prefigurado por dicha cláusula constitucional: "La ley suprema de la República es la
Constitución. Esta, los tratados, convenios y acuerdos internacionales aprobados y ratificados, las
leyes dictadas por el Congreso y otras disposiciones jurídicas de inferior jerarquía, sancionadas en
consecuencia. integran el derecho positivo nacional en el orden de prelación enunciado. Quienquiera
que intente cambiar dicho orden, al margen de los procedimientos previstos en esta Constitución,
incurrirá en los delitos que se lipificarán y penarán en la ley. Esta Constitución no perderá su vigencia

2
Art. 26. "Pacta sunl servando". Todo tratado en vigor obliga a las parles y debe ser cumplido por ellas de buena/e."
' Art. 27. "El derecho interno y la observancia de los tratados. Una parle no podrá invocar las disposiciones de su derecho
interno comojustificación del incumplimiento de un tratado. Esta norma se entenderá sin pe,juicio de lo dispuesto en el
artículo 46. "
4
Artículo 1 ° de la Ley Nº 1 94/93: "Establécese el régimen legal por el cual se definen las relaciones contractuales para la
promoción, venta o colocación dentro del país o de otro área determinada de productos o servicios, proveídos por
fabricantes yfirmas extraryeras por medio de Repre:¡entantes, Agentes o Distribuidores domiciliados en la República y se
fijan las pautas de las indemnizaciones que correspondan con motivo del cese, sin expresión de causa de las relaciones
contractuales."
5
Artículo 9° de la Ley Nº 1 94/93: "Las partes pueden reglar libremente sus derechos medianlé contratos, sujetos a las
disposiciones del Código Civil, pero sin que én forma alguna puedan renunciar a derechos reconocidos por la presente
Ley".
<• Artículo 2º del Protocolo de Buenos. Aires: "El ámbito de aplicación del presente Protocolo excluye: l. los negocios
jurídicos entre las fallidos y sus acreedores y demás procedimientos análogos, especialmente los concordatos; 2. los
acuerdos en el ámbito del derecho de familia y sucesorio; 3. los contratos de seguridad social; 4. Los contratos
administrativos; 5. Los contratos laborales; 6. Los contratos de venta al consumidor; 7. Los contratos de transporte; 8. Los
contratos de seguros; 9. Los contratos reales; ".
CONSULTA CONSTITUCIONAL EN EL JUICIO:
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ni dejará de obsef.x,arse por &Pc · 8 · efuerza ofuera derogada por cualquier otro medio distinto del que
ella dfapone. Carecen de validez odas las disposiciones o actos de autoridad opuestos a lo establecido
, "\,t;: ----------------------------------------------------------------------------------
en esta Const1.tuc1.on. _� ------------
Como es sabido7'nuestro:::• ordenamiento normativo consagra el principio de supremacía
constitucional, la cual supone una subordinación de todas las normas que integran el sistema a la ley
superior. Ahora bien, un atento examen de la cuestión demuestra que la operativa del principio no es
lineal ni mucho menos desordenado, sino que supone una graduación jerárquica que va,
ordenadamente, de la ley superior a las de rango inferior. Entonces, tal como se lee en la norma
transcripta, el orden jerárquico se organiza piramidalmente: las normas de rango superior subordinan a
las inferiores, y todo el conjunto se subordina, finalmente, a la constitución. Así se ha dicho que: "Más
que un requisito de control. La supremacía es un presupuesto del sistema que exige el ordenamiento
jurídico su establecimiento enforma jerárquica, encontrándose su vértice ocupado por la Constitución
(..) Toda actividad que realice centro del campo de acción de la Constitución debe ser conforme a
ella. La Constitución es norma jurídica y, además, suprema: por lo tanto, no se pueden invocar
razones de ningún orden que permitan emancipar del control determinada actividad, sea estatal o
privada." (Toricelli, Maximiliano (2019), Manual de derecho constitucional Organización del poder,
Ira. ed, Ed Astrea, p. 39/40).------------------------------------------------------------------------------------------
r Planteada así la cuestión y detectado el supuesto antinómico, queda por ubicar cada norma en la
escala piramidal al cual pertenece, de modo a determinar si es que la contradicción puede ser superada
con un criterio de apreciación jerárquico.---------------------------------------------------------------------------
Empecemos con la ley impugnada: la Ley Nº 194/93 integra nuestro ordenamiento normativo
interno ya que fue sancionada y promulgada conforme a los requisitos formales de validez establecidos
por la Constitución. Tratándose de una ley dictada por el Poder Legislativo, y promulgada luego por el
Ejecutivo, la ubicación de la norma en el sistema es bastante clara, desde que ubica el tercer escalón;
prevaleciendo sobre aquel la Constitución, por un lado, y los tratados internacionales aprobados y
ratificados por el otro.--------------------------------------------------------------------------------------------------
En cuanto al Protocolo de Buenos Aires, este ha sido aprobado en el marco del sistema de
integración del Mercosur, siendo una Decisión del Consejo del Mercado Común, - DEC Nº 1/94;
luego, fue aprobado por el Congreso Nacional por Ley Nº 597/95 y; finalmente ratificado por el
Presidente de la República, por lo que, a primera vista, resulta innegable la impronta internacionalista
que reviste.--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En efecto, el Protocolo es producto del particular sistema prefigurado por el Tratado de
Asunción de 1991, el cual dio origen al organismo de integración del Mercosur. Dicho tratado, en
conjunto con el protocolo que aquí se estudia, constituye lo que en doctrina se denomina como derecho
comunitario primario, mientras que las normas que son producto del orden creado se denominan
derecho comunitario secundario (en el caso del Mercosur, las decisiones del Consejo del Mercado
Común, las Resoluciones del Grupo del Mercado Común y las directivas de la Comisión de Comercio,
etc.).----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Esta comunidad internacional encaja en el esquema concebido por el art. 145 de nuestra Ley
Fundamental, c reconoce la existencia y validez de un orden jurídico supranacional, el cual se
convierte, a u vez, en na nueva fuente de normas jurídicas vinculantes para nuestro país. En efecto,
este recono imiento es pr ucto del fenómeno de globalización que, como expresión genérica de una
serie de pocesos culturale complejos y multidimensionales, diluye la rigidez de las fronteras
nacionales, en tanto que mue s áreas de la actividad humana hoy día van más allá de aquellas. Se
modifica, así, el escenario estát1 o en el que antes operaba: toda la lítica, social, económica y
cultural de un determinado grupo de personas ya no se de oll exclusi amente dentro del ámbito
Estado-nación, sino a nivel intem cional; y ' enes juríd·c s de na raleza supranacional, por
acuerdo e los mismos Estados, absorber redist · uir func ones o competencias que
anterior te eran exclusivos de lo a juris

7
Ministra
',

Es en este esquema se impone el Protocolo de Buenos Aires sobre Jurisdicción Internacional en


Materia Contractual, en virtud del cual nuestro Estado ha renunciado a su competencia jurisdiccional
exclusiva en ciertos casos, permitiendo a los particulares pactar, conforme el precitado art. 4, la
jurisdicción a favor de alguno de los Estados miembros del Mercosur como sede para resolver los
conflictos que se originan en sus relaciones contractuales de naturaleza civil o comercial, dentro de las
cuales caen los contratos de representación, agencia o distribución, tal como ya hemos también
remarcado.---------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Queda por determinar, nada más, su ubicación en el ordenamiento jurídico, y al respecto no
cabe duda que, tratándose de un producto directo de un sistema supranacional establecido por un
tratado internacional, se encuentra en segundo rango después de la Constitución, tal como r�sulta del
orden establecido por el art. 137 ya antes visto.--------------------------------------------------------------------
No puede dejar de mencionarse, también, que la violación se da con los artículos 26 y 27 de la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, ya que la norma interna claramente viola una
norma supranacional, por lo que echa por tierra, a su vez, al principio de pacta sunl servanda y el deber
de adecuación del derecho interno.-----------------------------------------------------------------------------------
A tenor de lo dicho, se concluye que el Protocolo de Buenos Aires sobre Jurisdicción
Internacional en Materia Contractual, aprobado por Ley Nº 597/95, se encuentra en un rango jerárquico
superior a la L O
1 94/93. Luego, de cara al supuesto antinómico que suscita el art. 1 O de la Ley
1 94/93 en rel ción c el art. 4 del Protocolo, no cabe sino concluir forzosamente la contradicción del
pnmero en !ación con I segundo, y por ende, su trasgresión al orden constitucional prefigurado por
el art. 137 la Carta Mag .-----------------------------------------------------------------------------------------
Por las consideracion s mencionadas, corresponde declarar la inconstitucionalidad promo ·aa
contra el a . 1 O de la Ley Nº 94/93 y, por consiguiente, su inaplicabilidad al presente caso.
voto.-------- ------------------------ -------------------------------------------------------------------------- --

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Á¿¡,,L,dc ,¡&
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rtinez Simon iV,il'li)tra
Cesar M. Diesel Junghanns
Ministro CSJ,
Ante mí:

SENTENCIA NÚMERO: ¿.«:f?:> .

Asunción, l< de ¡vn io de 20-i.1 .-

VIST méritos del Acuerdo que anteceden, la


CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
Sala Constitucional
R E S U E L V E:

Ante mí:

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