Averroes, maestro de Occidente

La cultura de al-Andalus experimento un extraordinario desarrollo a partir de sus modestos

orígenes. El s.XI se distingue por la fecundidad de los científicos y el siglo XII por sus
importantes filósofos. La herencia del islam oriental renace en el extremo occidental de
Europa.

Con Averroes culmino la filosofía en el al-Andalus, pero antes de él otros pensadores

notables roturaron este campo. Averroes nació en Córdoba en el año 1126 y murió en
Marrakech en 1198

Las fuentes biográficas nos cuentas que desde su juventud únicamente dejo de estudiar dos
noches, la de su boda y la de la muerte de su padre. Sus escritos ocupan unos diez mil
folios, resulta asombroso en quien estuvo toda su vida ocupando tareas como juez, medico
y consejero real. La mayor parte de su producción literaria fueron comentarios de
Aristóteles, Platón, Al Farabi, Avicena.

Su curiosidad intelectual fue desde la metafísica hasta la política, desde el derecho hasta la
lógica, desde la psicología a la ética, a la zoología y matemáticas, poesía, astronomía.

Aristotelismo

Averroes sentia una admiración por Aristóteles, describiéndolo con devoción como el más
sabio de los griegos.

Al recuperar a Aristóteles se recuperaba la ciencia griega. Averroes asume las grandes

líneas del pensamiento aristotélico como en su metafísica basada en el concepto de
substancia acerca de la cual escribe en su principal escrito ontológico “No se dice que las
cualidades existan absolutamente, ni tampoco los movimientos; se dice de ellos que
“existen cualidades” y “existen movimientos”, no que ellos existan absolutamente, porque
un movimiento es movimiento de algo y una calidad es cualidad de algo, pero una
substancia no es una substancia de algo. Así, lo que existe en realidad y absolutamente es la
substancia; las otras categorías existen relativamente”. Para él, la teoría de la emanación se
reduce a puro cuento y a ideas con aun más escaso fundamento que las de los teólogos,
criticando así, al neoplatonismo incrustado en el aristotelismo de los filósofos del islam
oriental.

De todas formas, no se dedico a repetir y en ocasiones, se alejo del aristotelismo. Por

ejemplo, modifico parcialmente la teoría del primer motor inmóvil, elaboro una teología
filosófica (Tratado decisivo), hizo una reelaboración del concepto de materia.

En su contribución a una filosofía separada de la religión critico a Platón, lo que llamaba

“pensamiento abstracto”, alegando a que creía que cosas extrañas alejadas de la naturaleza,
solamente buscando un razonamiento persuasivo. Para Averroes el debate a fondo de los
argumentos y la crítica constituían una condición necesaria en la búsqueda del saber.

«Una investigación científica es completa solo cuando se han examinado previamente los
argumentos dialécticos a favor y en contra, porque si uno no ha examinado algo
críticamente, no conoce la extensión del conocimiento de aquello que ha adquirido tras ser
ignorante de ello»

Hacia la autonomía de la psicología.

Aristóteles fue el primero que escribió un tratado de psicología, titulado sobre el alma, y lo
hizo desde una perspectiva naturalista. Toda explicación mítica que prescindiera de la
corporeidad del ser humano le parecía cháchara. Este es el marco teórico en el que
Averroes reflexiona sobre el tema. El centro de su psicología lo constituye la noetica o
estudio del intelecto (nous).

El filósofo griego distinguió dos intelectos, uno agente y otro pasivo. Esas dos funciones
básicas de la mente humana, una creativa y otra receptiva, expresadas ya por Aristóteles,
abrieron un nuevo horizonte en la ciencia griega y tuvieron un amplio eco en la filosofía
islámica anterior a Averroes (sobre todo Farabi y Avicena). Averroes intento explicar
cómo pensamos e intento demostrar cómo es posible que un ser humano concreto, ligado a
un cuerpo y perecedero por naturaleza, pueda formular una verdad universal y eterna.

El proceso de elaboración del concepto, lo que los escolásticos cristianos llamaron el

problema de los universales, es abordado por Averroes. En primer lugar, la génesis de la
intelección arranca para el de la percepción sensible de los objetos individuales y culmina
en el universal, que no existe fuera del alma sino que se obtiene a partir de la experiencia
sensible. Según él, nos vemos obligados a sentir primero y a imaginar después, y solamente
ahí podemos captar el universal; por eso quien abandona cualquier de los sentidos, le
abandona un inteligible y se repite hasta que salta en nosotros la chispa de universal.

En segundo lugar, existe una dialéctica interna en virtud de la cual el universal únicamente
tiene la existencia en cuanto que es universo por aquello que es particular. Pero, en última
instancia será el intelecto o entendimiento el que le proporcione la universalidad a una
proposición que parte de las cosas sensibles. Formula: la ciencia necesita adecuarse a la
realidad concreta y particular, pues ni basta la mera corrección formal, no puede existir
conocimiento directo de los universales.

La concepción del intelecto en Averroes sufrió diversos cambios en su viuda. Distinguió los
siguientes tipos de intelecto: material, habitual, agente y adquirido. Más que de los
intelectos diferentes, habría que hablar con mayor rigor de las sucesivas fases por las que
atraviesa el entendimiento humano en la génesis del conocimiento. El intelecto será uno por
el intelecto material, pero múltiple por las formas imaginativas ligadas a los sentidos; la
ciencia es una en un sentido, y por eso tiene validez universal, y es múltiple en otro, ósea,
en cuanto que son muchos los individuos que la poseen. Por otra parte, el filosofo se separo
de los filósofos islámicos orientales, en especial de Avicena, al rechaza r que el intelecto
agente fuera una inteligencia separada de la que emanaban las formas sustanciales y al
afirmar por primera vez en la Edad Media que el intelecto agente, causa eficiente y formal
de nuestro conocimiento, es intrínseco al hombre, que existe en nuestra alma.

Teoría ética, reformismo social y crítica política.

El pensamiento ético de Averroes seguía el camino trazado por Aristóteles. Por primera vez
se asimilaba en el Medievo cristiano una ética autónoma, es decir, en la que el propio
hombre fijaba la norma moral al margen de los preceptos religiosos que le venían
impuestos. Los efectos de esta recepción cristiana de una ética autónoma y de una
psicología naturalista pueden calificarse como una resolución intelectual del siglo XIII

El concepto de felicidad, eudaimonia es central en Averroes y Aristóteles. Casi todos los

hombres coinciden en nombrar la felicidad como el más excelente de todos los bienes,
aunque disientes a la hora de definirla. El ser social que es el hombre aspira a la felicidad
en una vida entera y viviendo en comunidad. Consideraba que la felicidad debía hallarse en
nuestra mejor virtud, el intelecto, que es la facultad mas divina que poseemos. La
realización de la felicidad consistirá para él en una actividad de sabiduría y teoría o
especulación a lo largo de toda la vida.

La ética de Averroes, entonces, es eudaimonista. Hay una concesión entre la ética y la

política, teniendo esta ultima la hegemonía por tratarse no del bien individual, sino del bien
de la comunidad.

Como al-Farabi, reflexiono sobre el mundo social y político islámico a partir del dialogo
platónico. Su proyecto político no fue utópico ni radical, sino reformista. Su crítica a la
ocupación del poder político por los militares; la conveniencia de educar a la gente en vez
de reprimirla a la hora de intentar mejorar la conducta de los ciudadanos, o la preferencia
por una monarquía regida por un gobernante virtuoso bien dotado intelectualmente en lugar
de por una democracia. El objetivo final del buen gobierno consistía para él en el logro de
la cohesión social, fundada no es los lazos de sangre sino en una armonía entre las distintas
clases sociales en la que debe prevalecer la búsqueda del bien público.