La filosofía en Grecia

El texto explora el origen de la filosofía en la cultura griega antigua, destacando su carácter humanista y
su enfoque en torno al hombre y su armonía con la naturaleza. Se discute si es justo comenzar la filosofía
con Grecia, despreciando los posibles aspectos filosóficos en culturas orientales anteriores. Algunos
argumentan que la filosofía surge en Grecia porque fue allí donde se descubrió la razón como un medio
para penetrar en la realidad de manera racional. Otros creen que la verdadera profundidad filosófica se
encuentra en las tradiciones orientales, influyendo indirectamente en el pensamiento griego. En última
instancia, se reconoce la importancia de la influencia oriental en varios temas del pensamiento griego,
pero se considera que Grecia ofrece las primeras soluciones verdaderamente racionales a las cuestiones
filosóficas.

Conceptos clave:

• Arjé: Principio o sustrato permanente de todas las cosas.

• Cosmos: Universo material.
• Caos: Lo indeterminado, lo informe.
• Pluralistas: Filósofos que admiten una pluralidad de elementos materiales.
• Homeomerías: Realidades últimas cualitativamente diversas.
• Nous: Mente suprema.
• Átomos: Partículas diminutas, indivisibles.
• Una homeomería significa literalmente "partes semejantes"
• Nitrógeno en la sangre que viene de la urea (una sustancia formada por la descomposición de proteínas
en el hígado)

LOS PRIMEROS FILÓSOFOS COSMÓLOGOS

El texto presenta los primeros intentos filosóficos registrados en la historia, que surgieron en el siglo VI a.C. en la
ciudad de Mileto, en la costa de Asia Menor. Destaca a Tales de Mileto como uno de los primeros filósofos, quien
propuso que el principio fundamental de todas las cosas era el agua, mientras que Anaximandro sugirió que era
una sustancia indeterminada llamada "apeiron". Anaxímenes, otro filósofo milesio, postuló que el aire era el
principio común de todas las cosas. Posteriormente, en el siglo V a.C., surgieron los pluralistas, como Empédocles,
quien propuso la teoría de los cuatro elementos (tierra, fuego, aire, agua) y la existencia de fuerzas como el amor
y el odio. Anaxágoras postuló la existencia de infinitas partículas básicas llamadas "homeomerías", y propuso la
existencia de una mente suprema, el "nus", como principio de armonía. Finalmente, Demócrito desarrolló la
teoría de los átomos, partículas indivisibles que constituyen la base de todo lo material y se mueven en un vacío
infinito. Estas teorías sentaron las bases de la física cualitativa y cuantitativa de la antigüedad y la Edad Moderna,
respectivamente.

Origen de la Filosofia

El origen de la filosofía se encuentra en la admiración, según Aristóteles, una sensación que surge de la extrañeza
ante las cosas existentes y el mundo que nos rodea. Esta admiración puede ser tanto directa, al enfrentarnos con
la existencia misma, como reflexiva, al contrastar las experiencias sensoriales con el conocimiento racional. La
razón revela un mundo de conceptos universales e inmutables, mientras que los sentidos nos muestran un
mundo de constantes cambios y diversidad. Esta discrepancia genera una incomprensión natural y una sensación
de extrañeza en el pensador, que se debate entre la estabilidad de las ideas y la fluctuación de la realidad.

A lo largo de la historia, durante veintiséis siglos desde los Siete Sabios de Grecia hasta la actualidad, el ser
humano ha enfrentado esta lucha interna y la realidad dual que lo rodea. La filosofía ha sido el medio a través del
cual se ha explorado y comprendido esta tensión existencial. Se ha desarrollado una serie de grandes sistemas
filosóficos que han abordado esta problemática, cada uno agregando su propia perspectiva y contribuyendo a la
continuidad de esta lucha.
Utilidad de la filosofía

La pregunta sobre la utilidad de la filosofía es común, y se cuestiona para qué sirven las cavilaciones filosóficas
sobre el origen y la naturaleza de las cosas. La respuesta a esta objeción es que la filosofía no sirve para nada en
términos prácticos, pero esta misma falta de utilidad es lo que la hace grande. Mientras que las técnicas sirven al
hombre, él sirve a la filosofía al dedicarse a la contemplación intelectual del ser y al conocimiento desinteresado
de la esencia de las cosas. La diferencia fundamental entre la animalidad y la racionalidad radica en que el
hombre se pregunta no solo "¿para qué sirve esto?", sino también "¿qué es esto?". Los animales no se cuestionan
más allá de la utilidad de las cosas debido a su falta de racionalidad.

La filosofía no es un medio, sino un fin en sí misma. Es servida por todas las cosas, incluyendo al hombre mismo,
cuya facultad intelectual es su esencia diferencial. Aunque la filosofía carece de utilidad técnica y práctica, tiene
un valor espiritual profundo. La filosofía ofrece una contemplación pura que alumbra tanto el ser como el valor, y
mueve tanto la voluntad como el entendimiento. En este sentido, la filosofía es más que una ciencia pura, es una
sabiduría que abarca todas las facetas del hombre.

La historia de la filosofía se entrelaza con la historia de la vida humana, determinando a veces la evolución de la
humanidad y otras veces siendo influenciada por ella. La conexión entre filosofía y vida humana es tan profunda
que la historia de la humanidad puede ser vista como la historia de la filosofía.

División de la filosofía

La división de la filosofía ha variado a lo largo del tiempo. Aristóteles dividió el saber en tres grados de
abstracción: física, matemática y metafísica. La física estudia las cosas considerando sus características físicas o
naturales. Las matemáticas se enfocan en la cantidad pura, como el número. La metafísica se ocupa del ser en sí
mismo, prescindiendo de la cantidad y lo físico.

Sin embargo, con el tiempo surgieron nuevas divisiones. Christian Wolff dividió la filosofía en tres grupos: filosofía
real, filosofía del conocimiento y filosofía de la conducta. La filosofía real se subdivide en metafísica general y
metafísica especial, que incluye cosmología, psicología y teología natural. La filosofía del conocimiento abarca la
lógica y la teoría del conocimiento. La filosofía de la conducta se centra en la acción y las normas que la rigen, lo
cual se refleja en la ética.

A pesar de estas divisiones, la filosofía es esencialmente una. La concepción básica del ser en la metafísica
determina las visiones posteriores en áreas como la cosmología, la psicología y la ética. Cada gran sistema
filosófico surge de una idea fundamental sobre el ser y el universo, lo que demuestra la unidad subyacente en la
diversidad de enfoques filosóficos a lo largo de la historia.

El pensar Filosofico

El concepto de filosofía puede resultar oscuro para muchos, evocando ideas dispares y confusas. Se asocia a veces
con un saber arcano y misterioso, o con un arte reflexivo de vivir. Sin embargo, la filosofía es la actividad más
natural del ser humano y la actitud más propiamente humana.

Cuando nos encontramos con situaciones desconocidas, como despertar en un lugar extraño después de un
accidente, la pregunta inmediata que surge es sobre la naturaleza de nuestro entorno y nuestra situación. Del
mismo modo, la existencia humana en este mundo plantea preguntas fundamentales sobre el origen y el sentido
de la vida.

La filosofía se distingue de las ciencias particulares por su enfoque en la totalidad de las cosas, buscando
comprenderlas por sus causas últimas. Mientras que las ciencias se centran en sectores específicos de la realidad,
la filosofía abarca todo y busca respuestas más profundas.

Además, la filosofía se diferencia de la religión en que se adquiere por la luz de la razón, no por la fe en la
revelación divina. Cada persona posee, de manera más o menos consciente, una filosofía que guía su visión del
mundo y su forma de vivir.

A lo largo de la historia, el desarrollo del conocimiento ha llevado a la proliferación de ciencias independientes,

pero la filosofía persiste como la disciplina que intenta coordinar y dar sentido a todo el saber humano, siempre
enfrentando las preguntas fundamentales sobre el ser y el sentido del universo.
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