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El arte posee un lenguaje peculiar que ayuda a ver a través de sus códigos y de sus
signos y a comunicar nuestra propia visión e interpretación de la realidad o a visualizar
nuestras fantasías. De este modo, cada docente podrá pensar y planificar la secuencia
de actividades en relación con los contenidos específicos de cada técnica y en función
de una clase organizada que permita el desarrollo de la producción de imágenes
orientadas, no solo a una composición, sino para que sean, también, estéticamente
bellas. Por otra parte, en cuanto al rol del docente, en las prácticas que atravesé en el
aula, es necesario actitud activa en los procesos de enseñanza y de aprendizaje, el
respeto por los tiempos de trabajo en el aula, propiciar el desarrollo de secuencias de
trabajo, la reflexión de las actividades como proceso de autoevaluación.
La cuestión es que el objeto de arte usurpó la palabra “arte”, y entonces, cuando hablas
de arte, pensás en el objeto, y no en el concepto general; por eso la estructura de poder
le da preferencia a un arte elitista, basado en una cantidad de referencias que un grupo
tiene y el otro grupo no.
El arte objeto es una expresión que no se comprende, pero detrás de él hay un concepto
complejo, surge en los años sesenta como una de las muchas formas de rechazo al
tradicionalismo del arte, las representaciones de ready-mades de Marcel Duchamp,
percusor del arte objeto, se caracteriza por intervenir de alguna u otra forma la
intención de la obra, de la misma forma fue evolucionando el uso de materiales y
técnicas para su creación, desde el ensamble y la apropiación , hasta la incorporación de
materiales que desafían los discursos preestablecidos a su manera. En el fondo es un
proceso de operación, pero un proceso de manipulación ético, en el que creas límites
dentro de los cuales el que ve la obra es libre para pensar lo que quiera; vos buscás que
no se vaya para el lado que no querés, y ahí es donde manipulas.
Además hay varios malentendidos, uno es el de las escuelas de arte, que son haraganas:
es mucho más fácil enseñar una técnica que enseñar a pensar. Te enseñan pintura 1, 2, 3,
y te embarcan en una técnica; después, para desligarte de ella tenés que luchar mucho.
La solución de las escuelas es ir acumulando técnicas como para ponerse al día es un
proceso sin fin que termina en infinitas técnicas, pero no en enfrentar el proceso
creativo intelectual, que es lo que sostiene el arte ,así que ya por el lado de la educación
está mal. El otro malentendido es que aún estamos elogiando el virtuosismo técnico, por
encima de la contribución de una obra a la transformación del que la ve.
Patricia Ledesma, sostiene que en la tarea de educar se conjugan en experiencias y
conocimientos que se encuentran atravesados por la intervención de factores sociales,
económicos y políticos, es entendible, entonces, que a través del tiempo y del modelo de
Estado vigente se generen campos de lucha entre líneas de pensamiento y poderes
sociales y políticos. En cuanto a enseñar arte es posible sostener que nos conmueve,
nos inquieta y a veces convence, el gran historiador del arte Ernst Gombrich señalaba
que no existe el arte, sino los artistas, son esas personas presas de la necesidad
irrefrenable de expresar sus inquietudes por medios plásticos, que representa sus
emociones intimas y otras veces mensajes sociales, incluso reclamos políticos, además
el arte es un mecanismo para canalizar el pensamiento crítico. Encontramos Goya con
sus caprichos, Picasso con su Guernica o a Banksy con sus grafitis, es decir que en el
arte es la brújula y el termómetro del cambio social.
argentina. Breve historia desde la conquista hasta el presente (pp. 57-72). Buenos
Aires: Galerna.