DESARROLLA
Para introducir este referente conceptual, pieza clave del debate que se pretende
motivar a partir de estos lineamientos, presentamos el texto elaborado por el
maestro Santiago Cárdenas, reconocido artista de la plástica, y formador de
artistas: "El arte, o cómo ser artista, no es cosa que se pueda enseñar. Tampoco
el propósito de la educación artística en la Educación Básica ha de ser el de
formar artistas; aunque la formación de personas especialmente aptas para las
carreras profesionales en las artes puede tener su inicio en este nivel, en
vocaciones que se revelan muy tempranamente. No es el propósito de estos
Lineamientos profundizar en este campo tan especializado. Los resultados de la
enseñanza artística como tal no se ven siempre en el corto plazo porque esta
sensibilidad se desarrolla durante toda la vida". La educación artística es muy
compleja y debemos preguntarnos para qué es y por qué es necesario emprender
esta tarea si no se pretende formar futuros artistas. Tengamos en cuenta que
tampoco las matemáticas del colegio pretenden que todos se conviertan en futuros
sabios en esta ciencia o en cualquier otra. Cada persona es única. El individuo es
potencialmente el guardián de un tesoro intelectual y espiritual que debe apoyarse
y formarse cuidadosamente. El maestro, al interferir y limitar la libertad expresiva
de cada cual, puede estropear fácilmente el desarrollo personal de sus pupilos y
pupilas. Por esto la educación artística, a través de los diferentes niveles de la
enseñanza formal, requiere de profesores muy bien preparados no solamente en
esta área específica, sino en aspectos de sicología, de historia y de cultura
general, relacionados con el nivel del programa en cuestión. La educación artística
no se debe dejar en manos de personas sin preparación ni tradición, ni de gentes
de "buena voluntad" que se presentan como docentes para llenar un vacío en el
currículo, pues es grande el daño que se puede causar a mentalidades ingenuas y
es mejor, en ese caso, dejar a los alumnos que exploren el mundo de las artes por
sus propios instintos.
La educación estética
Una base para la formulación de logros e indicadores de logros específicos son las
dimensiones corporal, cognoscitiva, comunicativa, estética, espiritual y valorativa.
Pero realmente lo importante es partir de la base de que los seres humanos no se
desarrollan unidimensionalmente. Para el caso de Educación Artística, por su
propia especificidad, como veremos en el transcurso de la propuesta, proponemos
que los maestros y maestras construyan sus diseños teniendo en cuenta
dimensiones de la experiencia sensible, propia del objeto de estudio del área que
de todas formas incluyen las ya mencionadas.
Niños y niñas aprenden de su propia experiencia. Con base en ella adquieren una
noción de su corporeidad y un desarrollo psicomotriz y afectivo equilibrado;
amplían su disposición perceptiva de la realidad exterior cambiante, visible,
tangible, audible, olfateable y saboreable y de sus propias fantasías y
evocaciones; desarrollan su intuición, su capacidad de soñar y de imaginar
creativamente; enriquecen su sensibilidad y el aprecio hacia sus propias
sensaciones, sentimientos y evocaciones y hacia su contexto natural y
sociocultural. Niños y niñas deben procurar su autoconocimiento; formarse
conceptualmente; desarrollar su sentido de pertenencia cultural y su conciencia
histórica.
Supuestos metodológicos
2. Posibilitar que los estudiantes sean afectados sensiblemente por el espacio que
habitan y por las formas de su realidad exterior, por las formas perceptibles,
móviles, de la naturaleza y el cosmos; por el medio ambiente urbano y
arquitectónico, por su significación y valor.