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FERNANDO VIDAL RAMíREZ

FERNANDO VIDAL RAMíREZ


Mñ?,EIA
JURID¡CA

EL ACTO JURíDICO

NOVENA EDICIÓN
AGOSTO 201 3
1,040 ejemplares

PRIMERA EDICIÓN
DICIEMBRE 1984

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG, N'822

@ Fernando Wdal Ramírez


@ GaceúaJurídica S.A.

HECHO EL DEPÓSITO LEGAL EN LA


BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ
201 3-1 2903
LEY N'2690s / D.S. No 017-98-ED
ISBN: 978-61 2-311-087 -1

REGISTRO DE PROYECTO EDITORIAL


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DIAGRAMACIÓN DE CARATULA
Martha Hidalgo Rivero
DTAGRAN¡AoróN DE TNTER¡oREs
Lucy Morillo Olivera

GRcere Junir¡lca S.A.


A¡rc¿uos Oest 526 - Mr*tto*rt
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Imprerta Edirorial EI Briho E.I.RL.
S¿n Albefo 201 - Suquillo
Lims 34 - Pefli
A Liliana y Fernando, mis hijos.

.1Marita, su madre, esposa )'


compañero de mi vida.
a-

Capítulo IV
CLASIFICACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

16. sENTIDo DE LA cLASIrrc,tcróN


Sin pretender abarcar toda la clasificación que del acto jurídico ha for-
mulado la doctrina vamos a establecer las distinciones que, en mayor medi-
da, se suelen utilizar. Se aplicarán, así, los más importantes criterios para la
clasificación del acto jurídico, reservando las características de un acto en
particular para cuando se le estudie en relación a una figurajurídica concreta.
Debemos advenir que, 1os criterios parala clasiflcación son oponibles
entre los actos que quedan comprendidos dentro de uno de ellos, como, por
ejemplo, los actos o son unilaterales o son bilaterales, son intervivos o son
mortis causa, pero que los criterios de clasificación son concurrentes cuan-
do se aplican a categorías distintas de actos, pues un mismo acto puede ser
unilateral, mortis causa y de forma prescrita.

17. ACTOS UNILATERALES, BILATERALES Y


PLURILATERALES
La distinción radica en el número de manifestaciones de voluntad que
se requieren parala formación del acto jurídico. Si basta una sola manifes-
tación de voluntad el acto es unilateral, si se requiere de la concurrencia o
confluencia de dos manifestaciones el acto es bilateral, y, si se requieren de
tres o más manifestaciones el acto es plurilateral.
Es necesario aclarar que el criterio de distinción vincula la manifesta-
ción de voluntad a la parte o partes que celebran el acto jurídico y que la
parte o las partes no están constituidas necesariamente por un solo suje-
to, sino que pueden ser varios (lnfra N' 121). De este modo, la unilaterali-
dad, la bilateralidad y la plurilateralidad no se determinan por el número de
Fernando Vidal Ramírez / El acto.jurídico

personas manifestantes de su voluntad, sino por el número de partes nece-


sarias para celebrar el acto jurídico. Por ello, los términos usados en la dis-
tinción guardan conformidad con su signiflcado etimológico, pues derivan
del latín lateralis,lo que está al lado, y, así, unilateral viene de ex uno la-
tere,bllaferal de ex duobus lateribus y plurilateral de ex pluribus lateribus.
El acto unilateral se forma con la sola manifestación de voluntad de
una parte o de un solo sujeto, como por ejemplo el otorgamiento de un tes-
tamento, en el que el acto jurídico se forma con la sola voluntad del testa-
dor, que es la parte única en el acto testamentario. Sin embargo, la unilate-
ralidad no depende de que la manifestación de voluntad provenga de una
sola persona, pues es también unilateral el acto aun cuando la declaración
provenga de una pluralidad de sujetos, como es el caso del acuerdo adopta-
do por un conjunto de personas que integran un cuerpo colegiado, sea una
junta directiva o un directorio, el acuerdo adoptado se celebra por una sola
parte, constituida por todos los manifestantes de la voluntad. Por 1o expues-
to, el acto unilateral puede ser simple o complejo, según se forme con una
declaración singular, como en el acto testamentario, o, según se forme con
la intervención de varias voluntades individuales. todas orientadas en un
mismo sentido, como en el caso del acuerdo adoptado por una junta direc-
tiva o por un directorio.
Los actos unilaterales es necesario distinguirlos también en recepticios
y no recepticios, según Ia manifestación esté o no dirigida a persona de-
terminada. Así, es recepticio el reconocimiento de una obligación (artícu-
lo 1205 del Código Civil), pues la manifestación de voluntad se dirige a la
persona que se reconoce como acreedor y con ella existe la relación jurídi-
ca o se le da creación. como en el del reconocimiento de la filiación. Es no
recepticio, por ejemplo, la promesa de pública recompensa (artículo 1959
del Código Civil), pues la manifestación de voluntad se dirige a personas
indeterminadas y, por ello, no se entabla Ia relación jurídica hasta que no
se haga presente la persona que, habiendo cumplido con la prestación, tie-
ne derecho a exigir la recompensa.
El acto bilateral se forma con la concurrencia de dos manifestaciones
de voluntad, cuyos respectivos manifestantes se constituyen en las corres-
pondientes partes, una frente a la otra, como en el contrato de compra-
venta, que se forma con la concurrencia o confluencia de las voluntades
del vendedor y del comprador, o, como en el matrimonio, que requiere
de la confluencia de la voluntad de ambos contrayentes que la manifies-
tanpara constituirse en cónyuges.
El acto bilateral es, genéricamente, una convención y cuando esta tie-
ne un contenido patrimonial y va a servir de fuente de obligaciones deviene
a
C1asifi cación del acto.jurídico

en contrato. De este modo, todo contrato es una convención pero no toda


convención es un contrato, aunque sí toda convención es un acto jurídi-
co sin que todo actojurídico sea una convención. La convención es, pues,
una especie de acto jurídico, como el contrato es una especie de la conven-
ción. Así, en los ejemplos propuestos, el matrimonio es una convención, la
compraventa es un contrato y ambos son actos jurídicos. Pero no todo con-
trato es siempre un acto bilateral, pues puede también ser plurilateral, confbr-
me a la noción contenida en el artículo 1351 del Código Civil, que lo concep-
tua como: "El acuerdo de dos o más partes para crear, regular, modificar o
extinguir una relación jurídica patrimonial".
El acto plurilateral deriva, precisamente, de la noción de contrato que
contiene el acotado arlículo 1351 y que ha sido tomada del arlículo 1321
del Código Civil italiano. Con relación al acto plurilateral no existe un cri-
terio uniforme en la doctrina, pues mientras un sector 1o asimila a los actos
bilaterales, otro sector, particularmente la doctrina italiana, pretende dar-
le una categoría distinta, que es la que ha adoptado nuestro Código Civil.
En atención a la fuente del acto o negocio plurilateral queremos expli-
carla en opinión de autores italianos. Así. Messineo(r16)considera el negocio
plurilateral como el que resulta de más de dos declaraciones simultáneas de
voluntad y que produce ef-ectos para todas las partes. caracterizándolo por-
que las declaraciones de r oluntad van dirigidas por cada parte a cada una
de las demás, por la interdependencia de las declaraciones. por la finalidad
propia de cada declaración. lo que lo distingue del acto unilateral comple-
jo en el que las declaraciones tienen una finalidad común. así como por la
multiplicidad de efectos que produce. los que recaen sobre todas las partes.
Para BarberottzT), el negocio plurilateral se caracteriza porque cada una de
las partes manifiesta su propia intención acada una de las otras. cuya in-
tención es diferente, lo que también es una nota distintiva de los actos uni-
laterales complejos.
Con las ideas expuestas, pueden considerarse actos plurilaterales en
el Código Civil, ad exemplum,la cesión de posición contractual (artícu-
lo 1435) y el subarendamiento (artículo 1692), en cuanto que tales actos
deben celebrarse con las manifestaciones de voluntad de no menos de tres
partes, pues en el primero interviene una parte cedente, una parte cesiona-
ria y una parle cedida, y, en el segundo, una parte arrendadora, una pafte
arrendataria y una o más partes subarrendatarias.

(126) Manual de Derecho Civil y Comercial. T. II. Pág. 343


(127) Sistema de Derecho Privado. T. I. Pág.488.
I Femando Vidal Ramírez / El acto jurídico

18. ACTOS ENTRE VIVOS Y ACTOS POR CAUSA DE MUERTE


La distinción radica según el acto jurídico deba producir sus efectos en
vida de las personas que lo celebraron o al producirse su muerte. Los actos
por causa de muefte, en realidad, se resumen en el acto testamentario, pues
todos los demás actos jurídicos son entre vivos.
Es necesario precisar que los actos mortis causa no son aquellos que
se hacen depender del fbllecimiento de una persona, como podría ser, por
ejemplo, un contrato de seguro de vida, pues este acto produce sus efectos
desde su celebración, ya que el asegurado debe pagar la prima estipulada y
es a su muerte que el asegurador debe pagar el monto del seguro a los bene-
ficiarios designados. Por ello, solo debe entenderse como acto mortis cau-
sa cuando la muerte es la generadora de todos los efectos jurídicos, es de-
cir, cuando estos se producen como consecuencia de tal acontecimiento. De
ahí, que el acto testamentario sea el único acto morÍis causa pues con dicho
acto el testador dispone de sus bienes y ordena su propia sucesión dentro de
los límites de la ley, pudiendo además dictar otras disposiciones, sean o no
de carácter patrimonial (ar1ículo 686 del Código Civil), iniciándose la efi-
cacia del acto como consecuencia del fallecimiento del testador v no antes.

19. ACTOS DE FORNIA PRESCRITAYACTOS OE TONUE


VOLL \'TARIA
La distinción radica según que la le.v prescriba la forma o la deje libra-
da ala voluntad de las paftes.
La ley precisa, para determinados actos, que estos se revistan de for-
malidades. Estos son los actos de forma prescrita, formales o solemnes, a
diferencia de aquellos para los cuales la ley no señala formalidades y la
adopción de estas depende de la voluntad de los celebrantes. Así, en el Có-
digo Civil, son formales, entre muchos otros, el matrimonio (artículo 248
y sgtes.), el testamento (ar1ículo 691 y sgtes.) y las donaciones de bienes
muebles de valor considerable (artículo 1624) o la donación de bienes in-
muebles (artículo 1625), porque para todos estos actos jurídicos la 1ey pres-
cribe la forma. Son de forma voluntaria, de forma no prescrita, no formales
o no solemnes, en el Código Civil, también entre muchos otros, los espon-
sales (artículo 239),la compraventa que es, tradicionalmente, un contrato
consensual, o la donación de bien mueble de escaso valor (artículo 1623).
Como hemos visto, a los actos de forma prescrita se les llama tambien
formales o solemnes y, a los de forma voluntaria, actos de forma no pres-
crita, no formales o informales, no solemnes o consensuales. Hemos prefe-
rido enfatizar la denominación de actos de forma prescrita y de actos forma
Clasificación del acto juridico

voluntaria, pero debemos advertir sobre el equívoco que puede suscitar [a


segunda denominación, ya que todo acto tiene forma independientemente
de la voluntad de las partes. pues no existen actos sin forma. Lo que ocuffe
es que, en los actos de forma voluntaria, la ley delega en las partes la adop-
ción de la forma, las que en ejercicio de la autonomía de su voluntad de-
ciden revestir el acto de las formalidades que juzguen convenientes en pro
de su certeza y seguridad. De ahí, la importancia de enfatizar que la distin-
ción, su fundamento divisionis, radica, únicamente, según la ley prescriba
o no una forma específlca.
De la forma se tratará más adelante, cuando nos detengamos en ella
como requisito de validez del acto jurídico (Infra N" 68).

20. ACTOS NOMINADOS YACTOS INNOMINADOS


La distinción radica según los actos reciban o no un nomen iuris, pue-
dan estar o no previstos en la ley y que, como consecuencia de estar previs-
tos, les sea aplicable un régimen legal determinado. Con este mismo crite-
rio se distinguen también en actos típicos y en actos atípicos.
Son actos jurídicos nominados. en el Código Civil, por ejemplo, el ma-
trimonio, el testamento. la compraventa. la donación, el mutuo y, en gene-
ral, todos los actos jurídicos a los cuales la ley les reserva unnomen iuris.
Lo mismo no ocurre con ios actos innominados, en relación a los cua-
les no existe la posibilidad de dar ejemplos pues. como es obvio, si se les
presentara con una nominación dejarían de ser innominados. Pero es impor-
tante destacar que es en los actos innominados donde se pone de manifies-
to, con mayor vigor, la autonomía de la voluntad, pues quienes celebran
un acto jurídico de estas características determinan los efectos que deben
producir y sus alcances. Como señaló León Barandiarán('28), su amparo
legal radica en el respeto que se merece la voluntad humana como fuente
generadora de efectos j urídicos.
Tradicionalmente se han considerado como actos innominados a las
convenciones do ut des, do ut fascias, Jascio ut des y fascio ut fascias, que
en nuestro Derecho han dejado de ser actos innominados pues el Código
Civil las considera modalidades de la prestación de servicios y las ha so-
metido a su régimen legal (artículo 1757). Sin embargo, el mismo Código
Civil ha previsto la existencia de contratos innominados y los somete a las
reglas generales de los contratos (artículo 1353).

(128) Actojurídico. Pág. 45

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I

Fernando Vidal Ramírez i El acto juridico

21. ACTOS CONSTITUTIVOS YACTOS DECLARATIVOS


La distinción radica según los efectos del acto jurídico generen o no
derechos o deberes desde su celebración.
El acto constitutivo es el que genera efectosjurídicos dando creación a
derechos o deberes, o a ambos, desde el momento de su celebración, los que
rigen a parlir de entonces y para el futuro, como ocurre con la adopción, a
partir de la cual el adoptado adquiere la calidad de hijo del adoptante y deja
de pefienecer a su familia consanguínea (artículo 377), o,la compraventa,
apartir de la cual surgen las obligaciones para el vendedor de transferir la
propiedad del bien al comprador y, para este, [a de pagar su precio en dine-
ro (artículo 1529), o el mutuo disenso, a partir del cual las partes que han
celebrado un acto jurídico lo dejan sin efecto (artículo 1 3 I 3).
El acto declarativo es el que reconoce derechos y deberes ya existen-
tes, esto es, anteriores a su celebración, y, por eso, sus efectosjurídicos son
retroactivos, como ocurre con el reconocimiento de un hijo extramatrimo-
nial o el reconocimiento de una obligación.

22. AC"IOS STMPLES YACTOS CON{PUESTOS


La distinción radica según los actos jurídicos seneren una relación
jurídica de una misma naturaleza o rarias relaciones jurídicas de distin-
tanatwaleza.
El acto sin-rple es el que ori-sina una relación jurídica sin complejida-
des, como la relación originada por el contrato de compraventa. que gene-
ra una relación obligacional entre el l'endedor y el cornprador.
El acto compuesto es el que origina una relación jurídica compleja,
como la relación conyugal originada por el matrimonio que tiene aspectos
de naturaleza patrimonial, como los deberes y derechos que dimanan de la
sociedad de gananciales y los alimentarios, y de naturaleza no patrimonial,
como son los deberes de fidelidad y de asistencia.

23. ACTOS PRINCIPALES Y ACTOS ACCESORIOS


La distinción radica según los actos jurídicos estén o no vinculados por
una relación que genera dependencia. Su importancia radica en la aplica-
ción de la regla accesorium sequitur principale.
El acto principal es el que puede existir por sí mismo, pues no está en
una relación de dependencia respecto de otro y a él no le es aplicable la re-
gla de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, como es el caso de
cualquier acto jurídico que no sea accesorio de otro.
Clasificación del acto jurídico

El acto accesorio es el que para existir requiere de otro que le es prin-


cipal y con el que está vinculado en una relación de dependencia, siéndo-
le de aplicación la regla accesorium seqttitur principale. Existen actos pro-
piamente accesorios, por naturaleza, como son los constitutivos de garantías.
pues estas no pueden subsistir sin una obligación que se mantenga válida y
vigente como lo dispone el Código Civilpara lafianza (artículo 1875), la
anticresis (artículos 1091 y 1096) o la hipoteca (artículos 1097 y 1099, in-
ciso 2); así como la garantía mobiliaria (Ley N' 28677).

24. ACTOS PATRIMONIALES Y ACTOS NO PATRIMONIALES


La distinción radica según los actos tengan por contenido intereses de
orden económico, pecuniario o patrimonial, o, que no lo tengan, o que, por
lo menos y en lo fundamental, su naturaleza o contenido no tenga relación
con tales intereses. como es el caso del matrimonio. el reconocimiento de
un hijo extramatrimonial o la adopción.
Esta clasificación es de gran latitud. Los actos jurídicos. como las cla-
sificaciones anterionnente consideradas. están dentro de esta dicotomía, en
una u otra, pues o son patrimoniales o son no patrirnoniales.
La gama de actos patrimoniales es mayor que la de los no patrimonia-
les. pues comprende a todos los contratos y' a los actos relacionados a los
derechos reales. a los crediticios u obligacionales y a los participatorios, así
como a los actos relacionados a los derechos de familia y sucesorios, cuan-
do tienen una significación económica o apreciable en dinero. Por ello, dan
lugar a las clasificaciones que siguen.

25. ACTOS DE DISPOSICIÓN, ACTOS DE OBLIGACIÓN Y


ACTOS DE ADMINISTRACIÓN
La distinción radica según los actos transmitan la propiedad, la pose-
sión u otros derechos reales o bienes, o que sirvan para generar obligacio-
nes, o comespondan al cuidado y conservación de bienes o de un conjun-
to de bienes que conforrnan un patrimonio. La distinción es importante y
para aplicarla debe tornarse en consideración que el Código Civil ha supe-
rado la tradicional clasificación de los contratos en reales y consensuales
y ha adoptado posición deflnitoria respecto de los contratos en cuanto que
estos son fuentes de obligaciones.
Con la advertencia hecha, son actos de disposición los que transmi-
ten la propiedad de un bien, mueble o inmueble, e.xtinguiéndose el derecho
para quien lo transfiere rnediante el acto, por lo que tarnbién quedan com-
prendidos dentro de estos actos aquellos que son extintivos de obligaciones,
l-

Fernando Vidal Ramírez / El acto jurídico

como la condonación (artículo 1295) o abdicativos de derechos, como la


transacción (artículo 1302). Por eso, se distinguen los actos de disposición
en traslativos o enajenativos, cuando con ellos se transfiere la propiedad de
un bien, y en constitutivos, cuando con ellos se extingue una obligación o
se da creación a un nuevo derecho.

Si bien son actos de características distintas, el Código Civil asimila


a los actos de disposición los actos de gravamen, que son aquellos con los
cuales se afectan bienes en garantía real, anticrética (ar1ículo l09l ) o hipo-
tecaria (artículo 1097), o garantía mobiliaria (Ley N" 28611).
Son actos de obligación aquellos por los cuales una persona, que se
constituye en deudora, se obliga a una prestación de dar, de hacer o de no
hacer en favor de otra, que se constituye en acreedora. Los actos que gene-
ran obligaciones de dar pueden tener implicancia con los actos de disposi-
ción. Los actos que generan obligaciones de hacer y de no hacer son típi-
cos actos de obligación.
Son actos de administración aquellos que se orientan al cuidado y con-
servación de bienes o de un patrimonio y en cuya ejecución se puede llegar
a la celebración de actos de disposición o de obli-eación. siernpre que tales
actos correspondan a la gestión normal y ordinaria del cuidado y conser-
vación de los bienes o del patrimonio. Se comprenden dentro de estos ac-
tos los que tienen por finaiidad hacer que los bienes o el patrimonio gene-
ren f-rutos (artículos 890 y 891)y productos (artículo 894).

26. ACTOS ONEROSOS Y ACTOS GRATUITOS


La distinción radica según se generen prestaciones para ambas partes,
en los que la prestación genera una contraprestación, o para una sola de
ellas, en los que la prestación no genera contraprestación. La clasificación
queda comprendida dentro de los actos de obligación.
Los actos onerosos se les denomina también como actos de prestaciones
recíprocas, pues a la prestación debe seguir una contraprestación y, lo que
es prestación para una de la parles es contraprestación para la otra, como
ocurre con la compraventa, en la que el vendedor y el comprador asumen
sus respectivas prestaciones y que deben cumplir en reciprocidad: el ven-
dedor ia de dar el bien que vende y el comprador la de pagar el precio pac-
tado. Se les llama también actos sinalagmáticos, enrazón,precisamente, de
la reciprocidad de derechos y de obligaciones que generan.
A los actos onerosos, en doctrina ya superada, se les consideraba actos
bilaterales enrazón de la reciprocidad de las prestaciones, pero la doctrina

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Clasifi cación del acto -lurídico

actual ha reservado la bilateralidad para los actos que requieren de la con-


fluencia o concuffencia de dos voluntades (Supra N' l7).
Los actos gratuitos son aquellos en 1os que solo una de las partes se obli-
ga al cumplimiento de una prestación, sin esperar contraprestación, como
ocurre con la donación, en la que solo el donante se obliga a la prestación
consistente en la entrega del bien que dona.
A los actos gratuitos se les llama también actos de liberalidad, pues la
pafte que asume la prestación libera a la otra de la prestación que pudiera
corresponderle. Se les distingue en actos de beneficencia, cuando se trata
de un desplazamiento patrimonial que implica empobrecimiento para una
de las partes y enriquecimiento parala otra, como ocurre con la donación,
y, en actos simplemente desinteresados, cuando se trata de una prestación
consistente en un servicio o en la ejecución de una prestación que, sin dis-
minuir patrimonialmente a la parte que la hace, la otra se favorece, como
ocurre con un servicio no remunerado.
La clasificación de los actos en onerosos y gratuitos no determina que
los actos, por sus características. sean de una u otra clase, necesariamente.
Un acto oneroso puede devenir en gratuito, como, por ejemplo, un mutuo
en el que se pacta que no se abonarán intereses (artículo 1663 del Código
Civil). Pero 1o más importante de la clasificación radica en los efectos fren-
te a terceros. pues un acto gratuito está más expuesto a la impugnación por
estos. que un acto oneroso: los actos onerosos confieren un derecho más fir-
me y mejor defbndible. pues los gratuitos confieren un lucro, por lo que al
contraponerse el lucro al daño que pueda causar la liberalidad, se debe sa-
crificar el lucro para evitar el daño, conforme al aforismo romano que cons-
tituye un principio general de Derecho.

27. ACTOS CONMUTATIVOS Y ACTOS ALEATORIOS


La clasiflcación queda comprendida dentro de los actos onerosos, radi-
cando la distinción en las características de las prestaciones.
Acto conmutativo es el acto oneroso en el cual las prestaciones recí-
procas tienen una relación de equivalencia y no existe incerlidumbre en
cuanto a una de las prestaciones o a ambas, por cuanto su factibilidad pue-
de preverse desde el momento mismo de la celebración del acto, como en
la compraventa, cuando existe una relación de equivalencia entre el bien
que se vende y el precio que se paga, y cuando es previsible la factibilidad
de las prestaciones.
Por el contrario, es aleatorio el acto oneroso que implica un riesgo que
afecta la equivalencia de las prestaciones que las partes deben cumpliq al
a-

Femando Vidal Ramírez / El acto jurídico

ser imprevisible el beneficio o pérdida que el acto puede reportar, como es


el caso de la venta de bien futuro (artículos 1534 y 1535) y de la venta de la
esperanza incierta (artículo 1536). Existen, además, actos típicamente alea-
torios, como es el caso del contrato de juego y de apuesta (ar1ículo 1942).

28. ACTOS DE EJECUCIÓN INMEDIATAYACTOS DE


EJECUCIÓN CONTINUADA
La distinción radica en la oportunidad del cumplimiento de las presta-
ciones. sea e1 acto oneroso o gratuito.
E,l acto deejecución inmediata o instantánea es aquel en el que las pres-
taciones deben ser cumplidas o ejecutadas en el momento mismo de su ce-
lebración, ejecutándose plenamente, como es el caso de la compraventa
en la que se pacta que el precio se pague conjuntamente con la entrega del
bien, simultáneamente.
El acto de ejecución continuada o de tracto sucesivo es aquel en el que
las prestaciones deben ser cumplidas o ejecutadas periódicamente, luego de
la celebración del acto, como es el caso de la venta a plazos o del arrenda-
miento de bienes con renta pactada para ser pagada periódicamente.

29. ACTOS PUROS Y MODALES


La distinción radica se-sún los actos jurídicos pueden o no admitir la
inserción de una modalidad (lnfra N' 171 ).
E,s puro el acto cuya eficacia no puede quedar sometida a una modali-
dad, sea esta una condición (lnfra N' 172) o a un plazo (Infia N' 180), ni
se le puede imponer un cargo (lnfra N' 193), como ocurre con el matrimo-
nio, el reconocimiento de un hijo extramatrimonial, la adopción y, en gene-
ral, los actos no patrimoniales que deben ser necesariamente puros.
Es modal el acto cuya eficacia puede someterse a una modalidad, sea
a una condición o a un plazo, o al que se le pueda imponer un cargo, como
puede ocurir con la compraventa, el amendamiento y, en general, con los
actos patrimoniales, con la advertencia de que el cargo solo es posible im-
ponerlo en los actos de disposición cuando son gratuitos.
Por las características de la modalidad los actos modales pueden ser
condicionales, a plazo o con cargo.

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