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SEPARATA N° 1
PRIMER SEMESTRE
AÑO 2023.
CONTENIDO:
2- FIGUEROA YÁÑEZ, Gonzalo. Curso de Derecho Civil. Tomo III. 2011. Editorial
Jurídica de Chile. Santiago de Chile. Páginas 99-102. 111-114. 120-128. 136-141.
6- THAYER A., William y NOVOA F., Patricio. Manual de Derecho del Trabajo.
Tomo III. 2010. Editorial Jurídica de Chile. Santiago de Chile. Páginas 194-198.
A. GENERALIDADES
1 Creemos, con C OVIELLO (Doctrina General de Derecho Civil, versión española de la cuarta
edición italiana, pág. 344), que es preferible decir manifestación y no declaración de voluntad,
porque así quedan comprendidos aún los casos en que la voluntad no necesita darse a conocer a
otra persona, como ocurre en el testamento, y aquellos en que la voluntad se expresa por meros
hechos.
1
2 DE LOS CONTRATOS
placer y sin pensar siquiera en la adquisición del dominio. Esto es, por lo
demás, lo que ocurre siempre: quien ejecuta un acto jurídico no lo hace con
el propósito de producir tal o cual efecto jurídico, sino para obtener un fin
práctico determinado, generalmente de orden económico. Quien compra o
toma en arrendamiento una cosa no lo hace para que se produzcan los
efectos propios de estos contratos, sino porque le es necesaria, y si el efecto
jurídico se produce, es porque el fin práctico perseguido por su autor se
logra mediante un acto a que la ley reviste de eficacia jurídica2.
2 CLARO SOLAR, Explicaciones de Derecho Civil chileno y comparado, tomo XI, Nº 680, pág. 7; DE
RUGGIERO, Instituciones de Derecho Civil, tomo I, versión española de la 4a. edición italiana, pág. 249;
COVIELLO, obra citada, pág. 343.
3 D EMOGUE, Traité des obligations en général, tomo I, Nº 16 in fine, pág. 36 y Nº 16 ter, pág. 40;
CLARO SOLAR, obra citada, tomo XI, Nº 681, pág. 8; COVIELLO, obra citada, versión española de la 4a.
edición italiana, págs. 345 y 346; DE RUGGIERO, obra citada, tomo I, versión española de la 4a. edición
italiana, pág. 250; ENNECCERUS, K IPP Y WOLFF, Tratado de Derecho Civil, Parte General, volumen II,
versión española de la 39a. edición alemana, pág. 71, Nº 3.
LOS CONTRATOS. NOCIONES GENERALES 3
4 DEMOGUE , obra citada, tomo I, Nº 16 bis, pág. 37; C LARO SOLAR, obra citada, tomo XI, Nº 681,
págs. 8 y 9.
5 PLANIOL Y R IPERT, Traité Pratique de Droit Civil Français, tomo VI, Nº 13, pág. 16; JOSSERAND, Cour
de Droit Civil Positif Français, tomo II, 3a. edición, Nº 13, pág. 8; GAUDEMET, Théorie Générale des
Obligations, pág. 21; CLARO SOLAR, obra citada, tomo XI, Nº 681, pág. 8; P LANIOL, Traité Elémentaire de
Droit Civil, tomo II, 10a. edición, Nº 994, pág. 341; BONNECASE, Précis de Droit Civil, tomo II, Nº 186,
pág. 216; DEMOGUE , obra citada, tomo I, Nº 22, pág. 65.
4 DE LOS CONTRATOS
6 G AUDEMET, obra citada, pág. 21; PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 944, pág. 341;
BONNECASE, obra citada, tomo II, Nº 186, pág. 217; D E PAGE, Traité Elémentaire de Droit Civil belge, tomo
II, Nº 447, pág. 385; PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 13, pág. 17; JOSSERAND, obra citada,
tomo II, 3a. edición, Nº 13, pág. 9; D EMOGUE, obra citada, tomo I, Nº 22, pág. 66; GIORGI, Teoría de las
obligaciones en el derecho moderno, tomo III, versión española, págs. 5 y 6, págs. 19 y 20.
El art. 1321 del C. C. italiano de 1942 define el contrato diciendo que es el acuerdo de dos o
más partes para constituir, reglar o extinguir entre ellas un vínculo jurídico patrimonial. Definición
análoga contiene el art. 1133 del C. C. de Venezuela de 1942.
DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española de la 4a. edición italiana, págs. 255 a 259,
estima, por eso, que no puede limitarse el concepto de contrato, como lo hacen nuestro Código y
el francés, a sólo el acuerdo de voluntades generador de obligaciones.
ENNECCERUS, KIPP Y WOLFF, obra citada, Derecho de las obligaciones, volumen II, pág. 141, estiman
asimismo que el contrato puede crear, extinguir o modificar obligaciones.
7 En sentido contrario: DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 447, pág. 385; DE RUGGIERO , obra
citada, tomo II, versión española de la 4a. edición italiana, pág. 258.
8 CLARO S OLAR, obra citada, tomo XI, Nº 681, pág. 9; D E P AGE, obra citada, tomo II, Nº 447, pág.
385; COLIN Y CAPITANT, Cours Elémentaire de Droit Civil Français, tomo II, 8a. edición, Nº 8, pág. 9.
LOS CONTRATOS. NOCIONES GENERALES 5
7. CARACTERÍSTICA ESENCIAL DEL CONTRATO. Para que haya contrato, basta que
exista un acuerdo de voluntades de dos o más personas que genere obligacio-
nes. Nada más exigen los arts. 1437 y 1438.
No es necesario, como creen algunos11, que los contratantes tengan inte-
reses opuestos. Basta recordar que la sociedad es un contrato, no obstante
que los intereses de los socios, aunque distintos no son opuestos, pues todos
convergen al mismo fin12.
No es necesario tampoco que el contrato sólo deba crear obligaciones y
que éstas sean de efectos transitorios o temporales, de modo que no serían
contratos aquellos actos, como el matrimonio, las capitulaciones matrimonia-
les, la sociedad, el contrato colectivo de trabajo, que, a más de crear obliga-
ciones, dan origen a un estado o situación jurídica permanente. La ley no
contempla tal exigencia; por el contrario, la rechaza abiertamente, pues al
matrimonio (art. 102), a la sociedad (art. 2053) y al contrato colectivo de
trabajo (art. 3º del C. del T.) los define y considera como contratos. Por lo
demás, la distinción entre contratos que crean obligaciones de efectos transi-
torios o temporales y contratos que generan un estado o situación permanen-
te carece de todo interés práctico; siendo patrimoniales, unos y otros se rigen,
por lo general, por las mismas reglas. Creemos, pues, con Josserand, que la
expresión contrato debe darse a todo acuerdo de voluntades generador de
obligaciones, cualesquiera que sean los intereses de las partes, la intervención
que les haya cabido en su formación y la extensión y duración de los efectos a
que dé origen13.
9. CONTRATOS COLECTIVOS. Hay, sin embargo, casos en que la ley, por conside-
raciones de interés general, admite que quienes no han prestado su consenti-
miento queden ligados con un contrato celebrado por otros. Es lo que ocurre
en el contrato colectivo, que puede definirse como el que afecta a todos los miem-
bros de un grupo o colectividad determinada, aunque no hayan consentido en él, por el
solo hecho de formar parte de dicho grupo o colectividad 15.
Si se exigiere la unanimidad, seguramente el contrato fracasaría; nunca
faltaría uno que se opusiere a su celebración. Para obviar este inconveniente,
la ley acepta que estos contratos puedan celebrarse con la voluntad de la
mayoría de los interesados. Esta voluntad es obligatoria para todos, inclusive
para la minoría16.
Tales son:
1º El convenio judicial de acreedores, que puede versar sobre cualquiera de
los objetos a que se refiere el art. 146 de la ley de quiebras y que se conside-
ra aceptado cuando cuenta con el consentimiento del fallido y reúne en su
favor los votos de los dos tercios de los acreedores concurrentes que repre-
senten las tres cuartas partes del total pasivo con derecho a voto, excluidos
los acreedores que menciona el art. 148 de la misma ley. Aprobado definiti-
vamente el convenio, será obligatorio para todos los acreedores comprendi-
dos en él, inclusive los inasistentes y los que votaron en contra (art. 159 de
la ley de quiebras. Lo dicho sólo reza con el convenio judicial. El convenio
extrajudicial requiere la unanimidad de los acreedores (art. 138, Nº 1º, de la
ley de quiebras).
2º Las asociaciones de canalistas que quieran gozar de los beneficios esta-
blecidos por la ley Nº 2.139, de 20 de noviembre de 1908. Según el art. 21 de
esta ley, las comunidades de agua que estaban organizadas en esa fecha
pueden modificar sus estatutos para el efecto de constituirse en tales asocia-
ciones por acuerdo de la junta de socios tomado por mayoría de votos,
14 PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 946, pág. 343.
15 BONNECASE, obra citada, tomo II, Nº 569, pág. 487; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición,
Nº 35, pág. 26.
16 PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 946, pág. 343; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 26, pág. 32; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 35, pág. 26; COLIN Y
CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 10, pág. 12.
LOS CONTRATOS. NOCIONES GENERALES 7
10. DOMINIO DEL CONTRATO. El dominio del contrato es vastísimo: tiene cabida
en el Derecho Público, en el Derecho Internacional y en el Derecho Privado.
Los contratos administrativos desempeñan un papel de primer orden en la
Administración Pública. Los tratados son verdaderos contratos entre Estados.
Unos y otros están sujetos, en principio, a las mismas reglas que rigen los
contratos en el Derecho Civil.
Pero el campo más fecundo del contrato es el Derecho Privado, en donde
no sólo tiene aplicación en materia patrimonial sino también en el derecho
de familia. El matrimonio (art. 102) y la adopción (art. 1º de la ley Nº 5.343,
de 6 de enero de 1934, sobre adopción) son contratos, puesto que nacen de
un acuerdo de voluntades que genera obligaciones17.
Entre estos contratos creadores de derechos y obligaciones de familia y los
contratos meramente patrimoniales hay, sin embargo, una diferencia funda-
mental: los contratantes no pueden alterar ni modificar los efectos que les
atribuye la ley, ni señalarles una duración distinta de la que ésta les fija, ni
pactar otros contratos que los contemplados expresamente por la ley. Son
17 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 16, pág. 12; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 24, pág. 30; D EMOGUE, obra citada, tomo I, Nº 23 ter, pág. 76; C OLIN Y CAPITANT, obra
citada, tomo II, 8a. edición, Nº 10, pág. 11; ENNECCERUS, KIPP Y WOLFF, Tratado de Derecho Civil, Parte
General, volumen II, versión española de la 39a. edición alemana, pág. 70, Nº 2.
GIORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 7, pág. 21, cree que estos contratos no
pueden calificarse de tales en el sentido riguroso de la palabra.
8 DE LOS CONTRATOS
18 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 24, pág. 30; DEMOGUE, obra citada, tomo I, Nº 23
ter, pág. 76; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 10, pág. 11; ENNECCERUS, KIPP Y
WOLFF, Tratado de Derecho Civil, Parte General, volumen II, versión española, pág. 289.
19 P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 25, pág. 31; C OLIN Y C APITANT, obra citada, tomo II,
8a. edición, Nº 10, pág. 11 in fine.
20 DEMOGUE, obra citada, tomo I, Nº 5, pág. 8 y Nº 23, pág. 68.
21 D E RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 13. Este criterio ha prevalecido en
el C. C. italiano de 1942: según el art. 1321 de este C., el contrato es el acuerdo de dos o más partes
para constituir, reglar o extinguir entre ellas un vínculo jurídico patrimonial.
22 ENNECCERUS , KIPP Y WOLFF, Tratado de Derecho Civil, Parte General, volumen II, versión españo-
la, pág. 290; G IORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 37, pág. 47; COVIELLO, obra citada,
versión española, pág. 355.
LOS CONTRATOS. NOCIONES GENERALES 9
23 D E R UGGIERO, obra citada, tomo I, versión española, págs. 252 y 253; C OVIELLO, obra citada,
versión española, págs. 354 y 355; ENNECCERUS, K IPP Y WOLFF, Tratado de Derecho Civil, Parte General,
volumen II, versión española, pág. 290.
24 Véanse los autores citados en la nota precedente.
25 Rev., tomo 27, 2a. parte, sec. 1 a., pág. 724. Este mismo tribunal había fallado anteriormente
que siendo de la esencia del contrato de transporte la obligación de entregar las mercaderías
transportadas a la persona a quien van dirigidas, las partes no pueden celebrar pactos que tiendan
a dejarla sin cumplimiento, por cuyo motivo carece de valor la cláusula por la cual el porteador se
desliga de toda responsabilidad por las pérdidas totales o parciales que sufran las mercaderías
durante el viaje: Rev., tomo 23, 2a. parte, sec. 1a. , pág. 400 (Corte Suprema).
10 DE LOS CONTRATOS
B. LA AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD27
1 BONNECASE , obra citada, tomo II, Nº 596, pág. 486; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 449,
pág. 388; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nos. 19 y 20, págs. 13 y 14; PLANIOL Y RIPERT,
obra citada, tomo VI, Nº 32, pág. 38.
El Código de las obligaciones y de los contratos de la República Libanesa contempla expresa-
mente las clasificaciones mencionadas en los Nos. 6º, 7º y 8º (arts. 172, 173 y 175).
17
18 DE LOS CONTRATOS
A. CONTRATOS UNILATERALES
Y BILATERALES
2 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 21, pág. 15; DE PAGE, obra citada, tomo II,
Nº 450, pág. 389; PLANIOL Y R IPERT, obra citada, tomo VI, Nº 33, pág. 39; G AUDEMET, obra citada,
pág. 22; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 948, pág. 344; DEMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 914, pág. 889; C OLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 13, pág. 14.
3 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 33, pág. 39; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3 a.
edición, Nº 21, pág. 15; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 450, pág. 390; GAUDEMET, obra citada,
tomo II, pág. 22; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 948, pág. 344; DEMOGUE, obra citada,
tomo II, Nº 914, pág. 890; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 13, pág. 14.
4 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 21, pág. 15.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 19
5 P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 948, pág. 344; JOSSERAND, obra citada, tomo II,
3a. edición, Nº 21, pág. 15; PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 33, pág. 39; D E PAGE, obra
citada, tomo II, Nº 447, pág. 386; ENNECCERUS, KIPP Y WOLFF, obra citada, Derecho de las obligaciones,
volumen I, pág. 161; GIORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 25 in fine, pág. 38; DE
RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 266.
6 DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 452, pág. 393; CLARO SOLAR, obra citada, tomo X, Nº 637,
pág. 572.
7 Rev., tomo 31, 2a. parte, sec. 1a., pág. 11 (Corte Suprema); tomo 34, 2a. parte, sec. 1a., pág. 435.
8 P LANIOL Y R IPERT, obra citada, tomo VI, Nº 36, pág. 43; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 452,
pág. 393; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 26, pág. 18; D EMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 914, pág. 890. En contra D E RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 267 in fine,
quien estima que el contrato unilateral no se convierte en bilateral por el hecho de que los
contratantes estipulen una obligación a cargo de la otra parte.
9 No ocurre lo mismo con el depósito. Si éste es remunerado, degenera en arrendamiento de
servicios (art. 2219 C. C.).
Si la solución contraria se admite en Francia, ello se debe a que el art. 1928 del C. C. francés,
que autoriza expresamente la estipulación de un salario por el depósito, no contiene un precepto
análogo al inc. 2º de nuestro art. 2219; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 26, pág. 18 y
Nº 1362, pág. 802; P LANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 36, pág. 43; D E P AGE, obra citada, tomo
II, Nº 452, pág. 393; DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 914, pág. 890; P LANIOL, obra citada, tomo II,
10a. edición, Nº 2205, pág. 739.
20 DE LOS CONTRATOS
10 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 36, pág. 43; D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 914,
pág. 891; CLARO SOLAR, obra citada, tomo X, Nº 637, pág. 572.
11 E NNECCERUS, KIPP Y W OLFF, obra citada, Derecho de las obligaciones, volumen I, versión española,
pág. 162, denominan estos contratos no rigurosamente unilaterales.
12 CLARO SOLAR, obra citada, tomo X, Nº 636, pág. 572.
13 Rev., tomo 37, 2a. parte, sec. 1a., pág. 285 (Corte Suprema).
14 GAUDEMET , obra citada, pág. 22; BONNECASE , obra citada, tomo II, Nº 595, pág. 486; PLANIOL Y
RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 35, pág. 40; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nos. 24 y 25,
págs. 17 y 18; DE P AGE, obra citada, tomo II, Nº 453, pág. 394; DEMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 914, pág. 890; C OLIN Y CAPITANT, tomo II, 8a. edición, Nº 14, pág. 15; P LANIOL, obra citada, tomo II,
10a. edición, Nº 950, pág. 346; CLARO SOLAR, obra citada, tomo X, Nº 636 in fine, pág. 572; GIORGI,
obra citada, tomo III, versión española, Nº 25, pág. 37; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión
española, págs. 267 y 268.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 21
15 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 23, pág. 16; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 34, pág. 39; D E P AGE, obra citada, tomo II, Nº 451, pág. 391; COLIN Y CAPITANT, obra
citada, tomo II, 8a. edición, Nº 13, pág. 14.
16 Rev., tomo 37, 2a. parte, sec. 1a., pág. 285.
17 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 23, pág. 17; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 34, pág. 39; DE PAGE , obra citada, tomo II, Nº 451, pág. 391; P LANIOL, obra citada, tomo
II, 10a. edición, Nº 949, pág. 344; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 13, pág. 15;
ENNECCERUS, KIPP Y WOLFF, obra citada, Derecho de las obligaciones, volumen I, versión española, pág. 163;
DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 268.
18 P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 34, pág. 40; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 451,
pág. 391; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 949, pág. 345.
19 DE PAGE , obra citada, tomo II, Nº 451, pág. 392; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición,
Nº 386, pág. 214; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10 a. edición, Nº 949, pág. 345.
22 DE LOS CONTRATOS
obligaciones recíprocas debe sufrir la pérdida fortuita del cuerpo cierto que
es objeto de una de ellas, si el deudor o el acreedor o, en otros términos, si
extinguida una de las obligaciones por la causa ya señalada, la otra también se
extingue o subsiste y debe, no obstante, ejecutarse20. En los contratos unilate-
rales, como se comprende, este problema no se puede presentar: si en ellos
hay un solo deudor y un solo acreedor, la pérdida fortuita de la cosa será
siempre para éste; esa pérdida extingue la obligación (art. 1670)21.
20 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 23, pág. 17; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 34, pág. 40; BONNECASE, obra citada, tomo II, Nº 595, pág. 486; G AUDEMET, obra citada,
pág. 22; D E PAGE , obra citada, tomo II, Nº 451, pág. 392; PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición,
Nº 949, pág. 344; C OLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 13, pág. 15.
21 DE PAGE , obra citada, tomo II, Nº 451, pág. 392; C OLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II,
8a. edición, Nº 13, pág. 15.
22 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 895.
23 P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 951, pág. 347; GAUDEMET , obra citada, tomo II,
pág. 23; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 269.
24 Rev., tomo 19, 2a. parte, sec. 1a., pág. 241 (Corte Suprema).
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 23
dad de obligaciones que genere, como erradamente lo dice el art. 1106 del
C. C. francés25, sino a la reciprocidad de beneficios que comporte. Basta que
ambos contratantes obtengan utilidad del contrato, aunque engendre obliga-
ciones a cargo de uno de ellos, para que aquél sea oneroso. Es lo que ocurre
en el mutuo con interés: aunque unilateral, porque sólo el mutuario se obliga
a restituir el dinero prestado y a pagar los intereses convenidos, el contrato
tiene por objeto la utilidad de ambas partes, la de aquél, puesto que goza del
dinero, y la del mutuante, que percibe los intereses26.
Síguese de lo dicho que si los contratos bilaterales son siempre onerosos
–la reciprocidad de obligaciones supone necesariamente la de utilidades–,
no sucede lo mismo con los unilaterales. Si estos, por lo general, son gratui-
tos, nada obsta para que en ocasiones puedan ser onerosos. Tal es el caso
del mutuo con interés a que acabamos de referirnos27. Es que en realidad, y
salvo casos excepcionales28, el carácter oneroso o gratuito no es de la esen-
cia de los contratos29.
25 El art. 1106 del C. C. francés dice: “El contrato a título oneroso es el que sujeta a cada una de
las partes a dar o a hacer alguna cosa”.
26 GAUDEMET , obra citada, tomo II, pág. 23; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 952,
pág. 347; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 27, pág. 19; D EMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 916, pág. 894; E NNECCERUS, KIPP Y WOLFF, obra citada, Derecho de las obligaciones , volumen I, versión
española, Nº 5, pág. 142; GIORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 26, pág. 39; DE
RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 269.
27 GAUDEMET , obra citada, tomo II, pág. 23; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 952,
pág. 347; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 37, pág. 44; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo
II, 8a. edición, Nº 12, pág. 14; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 269; GIORGI,
obra citada, tomo III, versión española, Nº 26, pág. 39.
28 Pueden señalarse al efecto los contratos bilaterales, por la razón ya dicha; el depósito, que si
es remunerado degenera en arrendamiento de servicios (art. 2219), y el comodato, en que el uso
de la cosa debe suministrarse gratuitamente (art. 2174); de lo contrario habría arrendamiento.
29 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 894.
30 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 29, pág. 20; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 37, pág. 44; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 12, pág. 13.
31 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 29, pág. 20; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 37, pág. 44; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 12, pág. 13.
24 DE LOS CONTRATOS
32 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 28, pág. 19; DEMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 916, pág. 894; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 39, pág. 47.
33 Para este efecto, sólo se considerarán las prestaciones que el contrato imponga obligatoria-
mente a las partes y no las voluntarias, ni las que queden a su exclusivo arbitrio: DEMOGUE, obra
citada, tomo II, Nº 916, pág. 893.
34 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 39, pág. 47.
35 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 905.
36 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 905, estimo, en cambio, que la caución constitui-
da por un tercero es siempre onerosa respecto del acreedor, porque tiene por objeto robustecer
una obligación preexistente.
37 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 905.
38 Rev., tomo 35, 2a. parte, sec. 1a., pág. 12 (Corte Suprema).
39 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, págs. 897 y 905.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 25
40 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 39, pág. 47; D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916,
págs. 895 y 906.
41 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 896.
42 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 896.
43 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 39, pág. 47; D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916,
pág. 906.
44 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 897; PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI,
Nº 39, pág. 47.
45 G IORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 26, pág. 38; DE RUGGIERO, obra citada,
tomo II, versión española, pág. 269 in fine.
46 D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, págs. 898 y 906 in fine; DE RUGGIERO, obra citada,
tomo II, versión española, pág. 269, nota 1. En contra: PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 39,
pág. 47, si bien reconocen que hay casos en que a un mismo contrato se aplican distributivamente
las reglas de los contratos onerosos y las de los gratuitos, lo que en el fondo importa aceptar la
opinión expresada en el texto.
47 PLANIOL Y R IPERT, obra citada, tomo VI, Nº 39 in fine, pág. 48; D EMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 916, págs. 901 y 906.
26 DE LOS CONTRATOS
32. DEFINICIÓN. Esta clasificación, como se desprende del art. 1441, es una subdi-
visión de los contratos onerosos56.
El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las partes se obliga a
dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte debe dar o
hacer a su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta de ganancia o
pérdida, se llama aleatorio (art. 1441).
Lo que caracteriza al contrato conmutativo es que las prestaciones de las
partes se miran como equivalentes: lo que cada una da se considera, en con-
cepto de ella, como que corresponde en valor a lo que de la otra recibe. Y,
por lo mismo, los contratantes pueden apreciar, desde la celebración del
contrato, el beneficio o pérdida que éste les significa. En el contrato aleato-
rio, en cambio, la extensión y, a veces, la existencia misma de las prestaciones
dependen de un acontecimiento incierto; los contratantes no pueden cono-
cer, desde su celebración, el beneficio o la pérdida que reportarán del contra-
to. En esto consiste lo aleatorio. Ello lo sabrán una vez producido el aconteci-
miento incierto del cual han hecho depender sus obligaciones57.
54 PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 953, pág. 347; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 38, pág. 45; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 270.
55 GAUDEMET, obra citada, pág. 23; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 953, pág. 347;
PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 38, pág. 45; D E R UGGIERO, obra citada, tomo II, versión
española, pág. 270.
56 G IORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 27, pág. 40; DE RUGGIERO, obra citada,
tomo II, versión española, pág. 270.
57 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 30, pág. 20. PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 40, pág. 48; GAUDEMET, obra citada, pág. 24; D E PAGE , obra citada, tomo II, Nº 457,
pág. 400; PLANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 954, pág. 347; DE RUGGIERO, obra citada,
tomo II, versión española, pág. 270; GIORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 27, pág. 40.
28 DE LOS CONTRATOS
58 PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 956, pág. 348; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 40, pág. 49.
59 PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 957, pág. 348; D EMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 915, pág. 891; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, pág. 49, nota 1; G AUDEMET, obra citada,
pág. 24; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 271.
60 GAUDEMET , obra citada, pág. 24; PLANIOL, obra citada, tomo II, 10 a. edición, Nº 957, pág. 348.
61 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, pág. 49, nota 1; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II,
8a. edición, Nº 20, pág. 20.
62 Un contrato unilateral si es oneroso, puede también ser conmutativo: tal ocurre con el
mutuo con interés: D E RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 270.
63 PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 955, pág. 348.
64 La enumeración del art. 2258 no es taxativa. Así resulta del propio texto de este artículo,
pues según él los contratos aleatorios allí mencionados no son los únicos sino los principales; luego
hay otros.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 29
37. DEFINICIÓN. El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo, sin necesi-
dad de otra convención. Es accesorio cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento
de una obligación principal, de manera que no pueda subsistir sin ella (art. 1442).
65 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 40, pág. 49 in fine y pág. 50, nota 1; JOSSERAND, obra
citada, tomo II, Nº 30, pág. 21.
66 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 40, pág. 50.
67 J OSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 30, pág. 21; GAUDEMET , obra citada, pág. 24 in
fine; BONNECASE, obra citada, tomo II, Nº 595 in fine, pág. 486; P LANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo
VI, Nº 41, pág. 50; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 958, pág. 348; DE PAGE, obra citada,
tomo II, Nº 457, pág. 400.
68 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 30 in fine, pág. 21 y Nº 1052, pág. 625; P LANIOL
Y R IPERT, obra citada, tomo II, Nº 41, pág. 51.
69 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 41, pág. 50 in fine.
70 PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 958, pág. 348; GAUDEMET , obra citada, pág. 24
in fine.
30 DE LOS CONTRATOS
39. CONTRATOS DEPENDIENTES. Hay también ciertos contratos que, para produ-
cir los efectos que les son propios, requieren la existencia de otro, pero que
no tienen por objeto asegurar su cumplimiento. Tales son las capitulaciones
matrimoniales, que suponen la existencia del matrimonio a que se refieren,
su objeto es reglar los intereses pecuniarios de los cónyuges; la incorporación
de nuevos socios a una sociedad o a una persona jurídica ya constituida73; la
fusión de una sociedad con otra; el contrato de novación, como lo denomina
el art. 1630, y, en general, todos los contratos que celebren las partes en
ejecución o como consecuencia del que las liga74, por ejemplo, el aumento de
capital de una sociedad, la posposición de una hipoteca en favor de otra
constituida posteriormente.
Estos contratos, que se denominan dependientes, puesto que están subor-
dinados a otros, no pueden calificarse de accesorios entre nosotros, no
71 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 39, pág. 14; B ONNECASE, obra citada, tomo II,
Nº 596 in fine, pág. 487.
72 P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 959, pág. 348; DE P AGE, obra citada, tomo II,
Nº 458, pág. 400; GAUDEMET, obra citada, pág. 25; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 44, pág.
53.
73 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 44, pág. 54.
74 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 44, pág. 54 in fine.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 31
encuadran en la definición del art. 1442, toda vez que su objeto no es asegu-
rar el cumplimiento de una obligación principal, sino reglar, modificar, am-
pliar o complementar los efectos de un contrato preexistente.
No obstante, siguen, en principio, la suerte del contrato de que dependen
o al cual subordinan sus efectos; sin él, no tienen razón de ser. Por eso, la
nulidad de este último obsta a que produzcan los efectos que les son propios,
salvo en cuanto puedan importar una ratificación del mismo, en cuyo caso su
celebración habría validado el contrato del cual dependen o al cual se hallan
subordinados75. Si, por ejemplo, una de las sociedades que se fusionan es
nula, no puede haber fusión76; si la sociedad a la cual se incorporan los
nuevos socios, también lo es, la incorporación no produce ningún efecto; si la
obligación que se nova es nula, lo es la novación misma (art. 1630); si la
hipoteca en cuyo favor se opera la posposición es nula, la posposición no
surtiría efecto; carecería de utilidad77.
A la inversa, la nulidad del contrato dependiente no acarrea la de aquel al
cual está subordinado, a menos que entre ellos haya tal vinculación que no
puedan concebirse uno sin otro, hecho que los jueces del fondo establecen
soberanamente, pues se trata de determinar la intención de los contratantes78.
Por lo que hace al efecto que produce en las capitulaciones matrimoniales
la nulidad o la no celebración del matrimonio, véase nuestro Tratado Práctico
de las capitulaciones matrimoniales, de la sociedad conyugal y de los bienes reservados
de la mujer casada, Nos. 136 a 141, págs. 106 a 109.
75 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 918, pág. 913 y Nº 924, pág. 927.
76 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 923, pág. 926.
77-78 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 924, pág. 927.
79 PLANIOL Y R IPERT, obra citada, tomo VI, Nº 112, pág. 142; J OSSERAND, obra citada, tomo III, 3 a.
edición, Nº 149, pág. 87; GAUDEMET, obra citada, pág. 139, DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 454,
pág. 395; PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 963, pág. 349; DE RUGGIERO, obra citada,
tomo II, versión española, pág. 263.
32 DE LOS CONTRATOS
80 P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 95, pág. 116; Nº 112; GAUDEMET , obra citada,
pág. 27; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 15, pág. 88; COLIN Y CAPITANT, obra citada,
tomo II, 8a. edición, Nº 16, pág. 17; DE PAGE, obra citada, tomo I, Nº 27, pág. 39; P LANIOL, obra
citada, tomo II, 10a. edición, Nº 964, pág. 350.
81 DE PAGE , obra citada, tomo II, Nº 454, pág. 394; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición,
Nº 149, pág. 87; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 15, págs. 15 y 16.
82 La escritura exigida por el art. 4º del C. del T. es por vía de prueba y no de solemnidad,
como se desprende de ese mismo artículo, que contempla el caso de que el contrato se pacte
verbalmente, y del art. 119 del citado Código, que señala las sanciones en que incurre la parte por
cuya negativa u omisión no se otorgó la escritura.
83 En los contratos solemnes, las partes pueden retractarse del contrato, aunque hayan firmado
la respectiva escritura pública, mientras la escritura no haya sido autorizada por el notario. Rev.,
tomo 47, 2a. parte, sec. 1a., pág. 389 y tomo 50, 2a. parte, sec. 1a. , pág. 1.
84 D E PAGE , obra citada, tomo I, Nº 28, pág. 39; tomo II, Nº 454, pág. 394; PLANIOL, obra citada,
tomo II, 10a. edición, Nº 992, pág. 358; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 152, pág. 89;
PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 112, pág. 142; GAUDEMET, obra citada, pág. 139.
85 Rev., tomo 30, 2a. parte, sec. 1a., pág. 362 (Corte Suprema).
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 33
86 D E P AGE, obra citada, tomo II, Nº 454, pág. 395; GAUDEMET , obra citada, pág. 139; PLANIOL Y
RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 113, pág. 142; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española,
pág. 272; COVIELLO, obra citada, versión española, pág. 391.
Por regla general, la omisión de la solemnidad acarrea la nulidad total del contrato. Hay, sin
embargo, casos en que esa omisión sólo lo anula en parte. Así ocurre en la donación entre vivos,
que si no se insinuare, sólo tendrá efecto hasta el valor de dos mil pesos, y será nula en el exceso
(art. 1401). En el mismo sentido C OVIELLO, obra citada, versión española, pág. 395.
87 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 113, pág. 142; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a.
edición, Nº 151, pág. 88; DE PAGE , obra citada, tomo I, Nos. 29 y 30, págs. 40 y 41; tomo II, Nº 454,
págs. 395 y 396; GAUDEMET, obra citada, pág. 140; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión
española, pág. 272; COVIELLO, obra citada, versión española, pág. 391.
88 Rev., tomo 25, 2a. parte, sec. 1a., pág. 65 (Corte Suprema).
34 DE LOS CONTRATOS
44. CONTRATOS QUE PARTICIPAN DE UN DOBLE CARÁCTER. Hay contratos que son
solemnes y reales, a la vez, porque, a más de ciertas solemnidades exigen,
para su perfeccionamiento, la entrega de la cosa sobre que versan o del
89 GAUDEMET , obra citada, pág. 140; PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 111, pág. 140;
Nº 115 in fine, pág. 146; DE PAGE , obra citada, tomo II, Nº 454, pág. 396; C LARO SOLAR, obra citada,
tomo X, Nº 653, pág. 582; tomo XI, 748, pág. 111.
90 La promesa de un contrato real está expresamente contemplada en el Nº 4º del art. 1554
cuando dice que el contrato prometido debe especificarse de tal manera que solo falte, para que
sea perfecto, la tradición de la cosa.
91 P LANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 119, pág. 149; J OSSERAND, obra citada, tomo II,
3a. edición, Nº 153, pág. 90; PLANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 995, pág. 359; DE PAGE,
obra citada, tomo II, Nº 455, pág. 396; C OLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 15,
pág. 16, GIORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 29, pág. 41; DE RUGGIERO, obra citada,
tomo II, versión española, pág. 265.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 35
96 D E P AGE, obra citada, tomo II, Nº 455, pág. 396; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición,
Nº 38, pág. 28 y Nº 154, pág. 91; P LANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 120, pág. 151; DEMOGUE,
obra citada, tomo II, Nº 502, pág. 64; C OLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 15,
pág. 16; GIORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 29, pág. 42.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 37
F. OTRAS CLASIFICACIONES
97 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 154, pág. 91; P LANIOL Y RIPERT, obra citada,
tomo VI, Nº 121, pág. 152; DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 502, pág. 64.
98 DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 455, pág. 398.
99 ENNECCERUS , KIPP Y WOLFF, obra citada, Derecho de obligaciones, volumen II, versión española,
págs. 212 (comodato) y 356 (depósito).
100 D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 917, pág. 908.
101 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 917, pág. 908; GAUDEMET, obra citada, pág. 25; PLANIOL Y
RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 42, pág. 51; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 19,
pág. 13.
102 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 42, pág. 51; JOSSERAND, obra citada, tomo II,
3a. edición, Nº 19, pág. 14; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 460, pág. 401.
103 Rev., tomo 21, 2a. parte, sec. 1a., pág. 391 (Corte Suprema).
38 DE LOS CONTRATOS
sobre que versó fueron materiales unos e inmateriales otros, los más fueron
de aquellos que no caben dentro de una denominación especial por referirse
a un conjunto de atenciones para alivio y consuelo del estado moral de una
persona104. El mismo tribunal ha calificado también de innominado el contra-
to por el cual se cede a una persona, por un precio prefijado, el derecho de
explotar o usufructuar a perpetuidad o por tiempo indefinido al carbón que
exista o existiere en el fundo de la otra parte105.
Estos contratos se rigen por las reglas aplicables a todo acto y declaración
de voluntad y por lo que estipulen las partes, sin perjuicio de que en caso
necesario se pueda recurrir, por analogía, a las reglas del contrato nominado
más similar106. Se ha fallado que si el contrato sub lite no es ninguno de los
definidos por el C. C., debe calificarse de innominado y regirse por la ley del
propio contrato y por las disposiciones legales que, por analogía, puedan
avenirse a sus peculiares modalidades107.
Esta clasificación tenía gran importancia en el Derecho Romano. En él
sólo los contratos nominados daban acción para exigir su cumplimiento; los
contratos innominados o pactos no la otorgaban sino en caso de que la otra parte
los cumpliere. Hoy día, en cambio, no la tiene. En virtud del principio consa-
grado en el art. 1545 y de la libertad de que gozan las partes para pactar
cualquiera clase de contrato, todo el que celebren, sea o no de los reglamen-
tados por la ley, tiene igual fuerza obligatoria.
109 D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 917, pág. 909; ENNECCERUS, K IPP Y WOLFF, obra citada,
Derecho de obligaciones, volumen II, versión española, Nº 2, pág. 6.
110 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 917, pág. 909; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI,
Nº 43, pág. 52.
111 Esmein en PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 43, pág. 53, los denomina, sin
embargo, así. DEMOGUE , obra citada, tomo II, pág. 910, nota 2, menciona el hospedaje como
ejemplo de contrato mixto. Véase, en el mismo sentido, ENNECCERUS, KIPP Y WOLFF, obra citada,
Derecho de obligaciones, volumen II, versión española, pág. 8.
112 P LANIOL Y R IPERT, obra citada, tomo VI, Nº 43, pág. 53.
113 D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 926 ter, pág. 930.
114 Este es el contrato que los franceses denominan gré a gré.
40 DE LOS CONTRATOS
115 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3 a. edición, Nº 32, pág. 22; GAUDEMET , obra citada, pág. 52;
BONNECASE, obra citada, tomo II, Nº 596, pág. 486.
116 P LANIOL, obra citada, tomo II, 10 a. edición, Nº 972 bis, pág. 353; COLIN Y CAPITANT, obra
citada, tomo II, 8a. edición, Nº 9, pág. 10; GAUDEMET, obra citada, pág. 52; BONNECASE, obra citada,
tomo II, Nº 596, pág. 487; P LANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 122, pág. 155; JOSSERAND, obra
citada, tomo II, 3a. edición, Nº 32, pág. 22; D E PAGE, obra citada, tomo II, Nº 550, pág. 471; CLARO
SOLAR, obra citada, tomo XI, Nº 752, c), pág. 128.
117 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 34, pág. 26; BONNECASE , obra citada, tomo II,
Nº 596, pág. 487.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 41
118 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 35, pág. 26; BONNECASE , obra citada, tomo II,
Nº 596, pág. 487; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 26, pág. 32.
119 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 34, pág. 26.
120 J OSSERAND, obra citada, tomo II, 3 a. edición, Nº 35, pág. 26; PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a.
edición, Nº 946, pág. 343; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 26, pág. 32 y Nº 369, pág. 505.
121 JOSSERAND , obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 33 bis, pág. 25; PLANIOL Y RIPERT, obra citada,
tomo VI, Nº 45, pág. 55; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 459, pág. 400; DEMOGUE, obra citada, tomo
II, Nº 917 quinquies, pág. 912; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 21, pág. 21.
122 D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 917 quinquies, pág. 912; P LANIOL Y RIPERT, obra citada,
tomo VI, Nº 45, pág. 55; BONNECASE, obra citada, tomo II, Nº 596, pág. 487; JOSSERAND, tomo II,
3a. edición, Nº 33 bis, pág. 25; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 21, pág. 21.
42 DE LOS CONTRATOS
123 P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 45, pág. 55.
124 P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 45, pág. 55; DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 917
quinquies, pág. 912.
125 P LANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 45, pág. 55; JOSSERAND, tomo II, 3 a. edición, Nº 33
bis, pág. 25; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 459, pág. 401.
126 Rev., tomo 22, 2a. parte, sec. 1a., pág. 547. Véase en el mismo sentido: tomo 29, 2a. parte, sec.
1a. , pág. 267 y tomo 9, 2a. parte, sec. 1a. , pág. 325 (Corte Suprema).
127 P LANIOL Y R IPERT, obra citada, tomo VI, Nº 45, pág. 57.
128 Así se ha fallado en Rev., tomo 27, 2a. parte, sec. 1a., pág. 620.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 43
129 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 45, pág. 57; JOSSERAND, obra citada, tomo II, Nº 33
bis, pág. 25.
130 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 45, pág. 58; JOSSERAND, obra citada, tomo II,
3a. edición Nº 33 bis, pág. 25 in fine.
Capítulo VIII
99
Segunda parte. Las fuentes de las obligaciones: La teoría general del contrato
contratos de este tipo los contratos reales, su custodia y posterior restitución; pero
como el comodato, el mutuo y el depósi- puede suceder que en la etapa de cum-
to. La fianza es otro ejemplo de contrato plimiento de la obligación de custodia, el
unilateral, ya que en ella surge tan sólo la depositario deba incurrir en algunos gastos,
obligación del fiador de pagar al acreedor los que deberá reembolsar el depositante,
en subsidio del deudor principal. surgiendo así una obligación para quien
El contrato bilateral, llamado también originariamente era tan sólo acreedor
contrato “sinalagmático”, es aquel en que en el contrato. Así sucede también en
ambas partes resultan obligadas. “El con- contratos como la prenda y el comodato.
trato genera obligaciones contrapuestas, Estos contratos nacen como unilaterales y
de tal modo que cada parte es deudora mantienen esa calidad no obstante surgir
y acreedora de la otra”.3 La característica con posterioridad una obligación para el
fundamental de los contratos bilaterales no acreedor. La nueva obligación que nace
consiste tan sólo en el hecho de que ambas durante la ejecución del contrato tiene
partes resulten obligadas, sino en que ambas un fundamento distinto del fundamento
obligaciones estén fuertemente relacionadas de la obligación originaria. La obligación
entre sí. Cada una de las obligaciones nace originaria se fundamenta en la entrega con
como consecuencia del surgimiento de la la cual se perfecciona la obligación –todos
obligación contrapuesta. Las obligaciones los contratos señalados en los ejemplos son
en los contratos bilaterales dependen una reales–, en cambio, la obligación posterior
de la otra, y por eso se habla en ellos de la tiene su fundamento en los gastos o perjui-
interdependencia de sus prestaciones, la cios que el cumplimiento de esa obligación
cual permite explicar y fundamentar una originaria irrogó al deudor. Es por esta
serie de instituciones jurídicas que existen razón de no existir interrelación alguna
tan sólo en los contratos bilaterales. Es por entre una y otra obligación, que el contrato
esta interrelación entre las prestaciones que conservará su característica de unilateral y
se sostiene que un contrato pertenece a esta no pasará a ser un contrato bilateral. Como
categoría tan sólo si las obligaciones nacen señala el profesor López Santa María, el
de manera simultánea, esto es, al momento contrato unilateral “no pierde tal califica-
de la celebración del contrato. tivo si por eventos sobrevinientes llega a
quedar obligada la parte que inicialmente
no lo estaba. La nueva obligación no deriva
2. CONTRATOS SINALAGMÁTICOS
del contrato, sino que de la ley, siendo in-
IMPERFECTOS
dependiente (y no interdependiente como
acontece en el contrato bilateral) de la otra
61. Explicación
obligación”.4 Es por ello que no le serán
Existe entre los contratos unilaterales
aplicables tampoco las instituciones propias
y los bilaterales una categoría intermedia,
de los contratos de este tipo.
los llamados contratos “sinalagmáticos im-
perfectos”. Estos contratos son aquellos que
nacen como unilaterales, pero durante su 3. IMPORTANCIA DE ESTA CLASIFICACIÓN
ejecución se generan nuevas obligaciones
para aquella de las partes que originaria- 62. Explicación
mente no contrajo obligación alguna. Así La importancia de la distinción entre con-
puede suceder, por ejemplo, en el caso del tratos unilaterales y bilaterales dice relación
depósito, contrato que nace como unila- con esta segunda categoría de contratos.
teral, puesto que el único obligado es el Como señaláramos anteriormente, los con-
depositario, aquel que recibe la cosa para tratos bilaterales se caracterizan porque en
3 LÓPEZ SANTA MARÍA, JORGE, Los Contratos: Parte 4 LÓPEZ SANTA MARÍA, JORGE, Los contratos: Parte
General, 4ª edición revisada y ampliada, Tomo I, Edi- general, 4ª edición revisada y ampliada, Tomo I, San-
torial Jurídica de Chile, Santiago, 2005, pág. 110. tiago, 2005, pág. 112.
100
Cap. VIII. Clasificación de los contratos
ellos surgen obligaciones para cada una de biendo cumplido la otra parte con la suya,
las partes que concurrieron a su celebración. ello permite a la parte diligente exigir de
Estas obligaciones dependen una de la otra, manera forzada la satisfacción de su crédito,
existiendo, como dijimos, una interrelación o la resolución del contrato.
de prestaciones, la que no se manifiesta en
c) Excepción de contrato no cumplido: Lla-
los contratos unilaterales, aunque se trate
mada también “mora purga la mora”. Esta
de contratos sinalagmáticos imperfectos. Es
institución encuentra su consagración legal
en razón de esta interdependencia de pres-
en el artículo 1552 de nuestro Código Civil.
taciones que rigen respecto de los contratos
Dicha norma establece que “En los contratos
bilaterales una serie de instituciones, las
bilaterales ninguno de los contratantes está en
cuales no cuentan con fundamento alguno
mora dejando de cumplir lo pactado, mientras el
que permita su aplicación en contratos de
otro no lo cumple por su parte, o no se allana a
otro tipo. Las instituciones que rigen tan
cumplirlo en la forma y tiempo debidos”. Esta ins-
sólo respecto de los contratos bilaterales
titución también encuentra su fundamento
son las siguientes:
en la interdependencia de las prestaciones
a) Teoría de la causa final en los contratos de los contratos bilaterales. Ello porque si
bilaterales: 5 Cómo hemos señalado en textos alguna de las partes no ha cumplido con
anteriores, la teoría de la causa es una de las la obligación contraída, no puede exigir
instituciones que más polémica ha generado de la otra el cumplimiento de la suya, y si
en la doctrina jurídica. En esta ocasión, nos así lo hiciere, la ley faculta al demandado
remitiremos a la doctrina o teoría clásica a excepcionarse de su incumplimiento
de la causa final, de los autores Jean Domat fundándose en el incumplimiento de la
y Robert Pothier y a su adaptación en la contraparte.
llamada teoría moderna de la causa final,
d) Teoría de los riesgos: Esta teoría busca
del profesor Henri Capitant. Tanto para la
responder la pregunta de qué sucede cuan-
versión clásica de Domat y Pothier, como
do la cosa debida en un contrato bilateral
para la moderna de Capitant, la causa en
se destruye por caso fortuito. Este problema
los contratos bilaterales es la prestación
no se presenta en el caso de la destrucción
esperada de la contraparte. Se sostiene que
por caso fortuito de la cosa debida en un
una persona se obliga mediante un contrato
contrato unilateral, puesto que en ellas no
con la causa o finalidad de que su contra-
existe obligación recíproca. En este caso, la
parte cumpla con la prestación a la que se
destrucción fortuita extingue la obligación,
ha obligado. En otras palabras, se dice que
en virtud de las normas generales. Es en
es la causa la que permite fundamentar la
virtud de estas mismas normas generales
interrelación de las prestaciones.
que la pérdida de la cosa debida en los
b) Condición resolutoria tácita: La con- contratos bilaterales extingue la obligación
dición resolutoria tácita está establecida de aquel que la tiene en su poder, pero ¿qué
en el artículo 1489 de nuestro Código sucede con la obligación de la contraparte?
Civil. Como dijimos anteriormente, esta Si atendiéramos a la doctrina de la interrela-
institución constituye un elemento de la ción de las prestaciones (puesto que ambas
naturaleza de los contratos bilaterales, cuyo obligaciones dependen la una de la otra),
fundamento se encuentra en la interrela- la respuesta a esta pregunta debería ser que
ción de prestaciones. Ello porque si las esta pérdida extingue además la obligación
obligaciones emanadas de los contratos de de la contraparte. Así al menos señala la
este tipo dependen una de la otra, si una doctrina. Sin embargo, nuestra legislación
de estas prestaciones no es satisfecha, ha- civil ha arribado a una respuesta distinta. El
artículo 1550 de este texto legal establece:
5 Para una mayor comprensión de esta figura, “El riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se deba, es
puede consultarse nuestro texto, Curso de Derecho siempre a cargo del acreedor; salvo que el deudor
Civil. Teoría de los actos jurídicos, Tomo II. se constituya en mora de efectuarla, o que se haya
101
Segunda parte. Las fuentes de las obligaciones: La teoría general del contrato
comprometido a entregar una misma cosa a dos 3. ¿Piensa usted que puede aplicarse en los
o más personas por obligaciones distintas; en contratos unilaterales alguna de las instituciones
cualquiera de estos casos, será a cargo del deudor señaladas tan sólo para los bilaterales?
el riesgo de la cosa hasta su entrega”. En otras
palabras, la norma señala que la pérdida LECTURA COMPLEMENTARIA
de la cosa que se deba al caso fortuito no
Los textos incluidos en los números 63,
exime a la contraparte del cumplimiento
de la obligación correlativa. 64, 65 y 66 son entregados como lectura
complementaria, de modo que los alumnos
e) Teoría de la imprevisión u onerosidad puedan debatir en clases.
sobreviniente: Por regla general, los contratos
bilaterales son además onerosos y conmu- Síntesis de la teoría de los riesgos en la legis-
tativos. Esto significa que por regla general lación romana, española y en el Código Civil
los contratos bilaterales se celebran con la chileno.
finalidad de generar utilidades para ambas
partes, y estas utilidades deben mirarse 63. DIEZ DUARTE, RAÚL, Estructura civil y
como equivalentes. Es en virtud de esta procesal del contrato, Editorial Jurídica
regla general que la teoría de la imprevi- Ediar-Conosur Ltda., Santiago, 1989,
sión opera tan sólo respecto a los contratos págs. 208 a 210.
que responden a dichas características. La En este número se trata de explicar el error
teoría de la imprevisión dice relación con manifiesto que existe en nuestro Código al
aquellos casos en que, por algún aconte- establecer que el riesgo del cuerpo cierto
cimiento acaecido durante la ejecución cuya entrega se deba es siempre a cargo del
de un contrato, el cual no pudo preverse acreedor, en relación con la generalidad de
al momento de su celebración, el cumpli- los contratos sinalagmáticos, disposición
miento de una de las obligaciones se hace que se consigna en el artículo 1550, ubicado
extremadamente oneroso para aquella de en el Título XII del Libro IV, que trata Del
las partes que la contrajo. Es en virtud de efecto de las obligaciones contractuales.
esta extrema onerosidad que se rompe la Y el artículo 1820, al consignar los efectos
equivalencia de las prestaciones esperadas, inmediatos del contrato de venta, expresa
resultando perjudicada una de las partes que “La pérdida, deterioro o mejora de
en relación con la otra. Para solucionar la especie o cuerpo cierto que se vende,
este problema, y con el fin de restablecer pertenece al comprador desde el momento
el equilibrio de las prestaciones, la teoría de perfeccionarse el contrato, aunque no
de la imprevisión pretende que el contrato se haya entregado la cosa…”.
cuyo cumplimiento se hace en extremo Estas disposiciones, una de carácter
oneroso para alguna de las partes, pueda general, aplicable a todo contrato sina-
ser resuelto o al menos modificado. Como lagmático, y la otra de carácter especial,
vimos en un tomo anterior, la teoría de la aplicable sólo al contrato de compraventa,
imprevisión no se encuentra recogida por tienen su explicación.
nuestra legislación civil, no obstante lo cual El error se consigna, por primera vez,
la doctrina ha encontrado su aplicación en las Institutas de Justiniano, al tratar la
mediante la interpretación de una serie teoría de los riesgos en el contrato de com-
de normas de nuestro Código Civil. praventa. El res perit domino, propio de la
mancipatio quiritaria, se aplica, por error,
PREGUNTAS Y EJERCICIOS
al contrato de compraventa del derecho
1. ¿Cuál es el criterio con el cual se distingue bonitario, contrato que sólo es título tras-
entre contratos unilaterales y bilaterales? lativo y no es título y modo a la vez, como
2. ¿Qué entiende usted por contratos sina- ocurría con la mancipatio.
lagmáticos imperfectos? ¿Por qué piensa que ellos En este cuerpo legal de Justiniano se
no dejan de ser unilaterales? establece que periculum rei venditae statim
102
Cap. VIII. Clasificación de los contratos
111
Segunda parte. Las fuentes de las obligaciones: La teoría general del contrato
112
Cap. VIII. Clasificación de los contratos
de esta teoría en el Tomo II de esta obra: Curso de general, 4ª edición revisada y ampliada, Editorial
Derecho Civil. Teoría de los actos jurídicos. Jurídica de Chile, Santiago, 2005, pág. 116.
113
Segunda parte. Las fuentes de las obligaciones: La teoría general del contrato
el cual una de las partes entrega a la otra 24 Que la ley considera la equivalencia bajo el
una cosa fungible, que por lo general será aspecto subjetivo, dejando así a cada una de las
partes juzgar la conveniencia o no de estipular el
dinero, y la otra se obliga a restituir otras contrato, es un concepto fuera de discusión: véase
tantas del mismo género y calidad (ar- MOSCO, ob. cit., págs. 211 y 219. Bajo el imperio del
tículo 2196 del Código Civil). Cuando se ha código abrogado, véase BARASSI, en Riv. dir. comm.,
celebrado un mutuo con interés, la parte 1917, I, págs. 1 y sigtes.; G. B. FUNAIOLI, Ibíd., 1930,
obligada deberá pagar a su acreedor una I, págs. 140 y sigtes.
Que la nueva legislación no ha considerado el
cierta suma de dinero además de aquella requisito de la equivalencia como indispensable
que debe restituir; en dicho caso el mutuo para la validez del contrato a título oneroso resulta
presta utilidad a ambas partes, al deudor, del carácter estrictamente excepcional del reme-
porque recibe la cantidad que necesita, y dio contra el desequilibrio entre las prestaciones
(art. 1448); y por lo demás se puede deducir de
al acreedor, porque recibirá, además del enunciados explícitos contenidos en la Relazione,
capital restituido, una cierta suma que n. 626, al final, n. 656 y n. 658 y en la Relazione al
incrementará su patrimonio. prog. minist., cit., n. 244.
114
Segunda parte. Las fuentes de las obligaciones: La teoría general del contrato
120
Cap. VIII. Clasificación de los contratos
señala: “El contrato oneroso es conmutativo, intelectual, los resultados prácticos en que
cuando cada una de las partes se obliga a dar él se traducirá”.42
o hacer una cosa que se mira como equivalente Por regla general, los contratos one-
a lo que la otra parte debe dar o hacer a su vez; rosos son conmutativos. Ello implica que
y si el equivalente consiste en una contingencia por regla general las partes contratan a
incierta de ganancia o pérdida, se llama aleato- sabiendas de que el acto celebrado les
rio”. Esta clasificación atiende a si la utilidad generará un beneficio y que este beneficio
o beneficio esperado por una de las partes será equivalente al que el mismo contrato
en el contrato se mira como equivalente proveerá a su contraparte. Los profesores
de la esperada por la otra, y en este caso, Ospina y Ospina señalan que el contrato
el contrato será conmutativo. Si las partes es conmutativo cuando cumple con los
celebran un contrato a sabiendas que existe siguientes requisitos: “a) que sea oneroso o
una incertidumbre de utilidad o pérdida, útil para todas las partes que en él intervie-
el contrato celebrado será aleatorio. En nen; b) que no sea aleatorio, es decir, que
palabras del profesor López Santa María, dicha utilidad pueda ser apreciada desde
“lo que fundamentalmente distingue a los el momento mismo de la celebración del
contratos conmutativos de los aleatorios acto, y c) que produzca prestaciones que
es que sólo en los primeros pueden las “se miren como equivalentes” entre sí, o
partes, durante los tratos preliminares y al sea, que determinen un cierto equilibrio
momento de la conclusión del contrato, en la economía del contrato”.43
apreciar, estimar o valorar los resultados La excepción es que el contrato oneroso
económicos que el mismo les acarreará. sea aleatorio. En los contratos aleatorios, la
Únicamente en los contratos conmutativos las cantidad del sacrificio frente a la cantidad
partes están en situación de pronosticar si la de la ventaja que obtiene cada parte no es
convención les resultará beneficiosa, en cuánto avaluable al momento en que el contrato se
y por qué. Es evidente que tal cálculo a celebra, y se revelará tan sólo más adelante,
priori habrá de ser contrastado a posteriori, durante la ejecución. Es indiferente en
luego del cumplimiento de las obliga- los contratos aleatorios la desproporción
ciones y del agotamiento o extinción del entre las prestaciones, por exagerada que
íter contractual. Al cotejar el pronóstico resulte. En los contratos aleatorios las partes
con los resultados concretos alcanzados, contratan el riesgo. El álea es siempre para
aquél resultará corroborado, desmentido ambas partes, en ellos una de las partes
o rectificado. Es así que las conjeturas opti- gana y la otra pierde, ignorándose en el
mistas pueden derrumbarse cuando se las momento de la celebración del contrato
confronta con los beneficios efectivamente cuál de ellas ganará y cuál de ellas perderá.
obtenidos, resultando la convención un mal El artículo 2258 del Código Civil señala
negocio. Ello no priva al contrato oneroso algunos ejemplos de contratos de este tipo,
de su carácter conmutativo”.41 Agrega más mencionando el contrato de seguros, el
adelante este autor que “en los contratos préstamo a la gruesa ventura, el juego, la
aleatorios, por el contrario, ningún cálculo apuesta, la constitución de renta vitalicia y
racional es factible respecto a las conse- la constitución del censo vitalicio.
cuencias económicas que la operación No se puede confundir el contrato alea-
producirá. El destino del contrato aleatorio torio con las obligaciones condicionales.
queda supeditado al azar, a la suerte, a la “La condición, hecho futuro e incierto, es
total incertidumbre. Al momento en que
nace o se forma el contrato aleatorio, es 42 LÓPEZ SANTA MARÍA, JORGE, Los contratos. Parte
imposible prever, con alguna rigurosidad general, 4ª edición revisada y ampliada, Tomo I, Edi-
torial Jurídica de Chile, Santiago, 2005, pág. 124.
43 O SPINA F ERNÁNDEZ , G UILLERMO , O SPINA
41 LÓPEZ SANTA MARÍA, JORGE, Los contratos. Parte ACOSTA, EDUARDO, Teoría general de los actos o negocios
general, 4ª edición revisada y ampliada, Tomo I, Edi- jurídicos, segunda edición, Editorial Temis Librería,
torial Jurídica de Chile, Santiago, 2005, pág. 124. Bogotá, 1983, pág. 65.
121
Segunda parte. Las fuentes de las obligaciones: La teoría general del contrato
ACOSTA, EDUARDO, Teoría general de los actos o negocios torio dice relación principalmente con
jurídicos, segunda edición, Editorial Temis Librería, dos importantes instituciones jurídicas, las
Bogotá, 1983, pág. 66. cuales sólo pueden aplicarse respecto de
122
Cap. VIII. Clasificación de los contratos
123
Segunda parte. Las fuentes de las obligaciones: La teoría general del contrato
124
Cap. VIII. Clasificación de los contratos
de cosas fructíferas, el contrato de obra esta norma entrega para los contratos
por empresa, el contrato de suministro, el accesorios. Como vimos, el artículo 1442
transporte. establece que son contratos accesorios
aquellos cuyo objeto es caucionar una
obligación principal. Esta definición ha
D. CONTRATOS PRINCIPALES limitado el concepto de accesoriedad
Y ACCESORIOS tan sólo a los contratos de garantía, no
obstante existir numerosos contratos que,
1. CONCEPTO si bien no tienen por objeto garantizar el
cumplimiento de una obligación princi-
77. Explicación pal, dependen de otro contrato para su
La clasificación entre contratos princi- subsistencia. Es por esta razón que se ha
pales y accesorios atiende a si un contrato agregado a la clasificación entre contra-
depende jurídicamente de otro para tos principales y accesorios una tercera
subsistir. Esta clasificación se encuentra categoría de contratos, llamados por la
establecida en el artículo 1442 del Código doctrina “contratos dependientes”. Los
Civil. Dicho artículo establece: “El contrato contratos dependientes son aquellos que,
es principal cuando subsiste por sí mismo sin no obstante no caucionar el cumplimiento
necesidad de otra convención, y accesorio, cuando de obligación alguna, dependen de otro
tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una contrato para producir sus efectos. Así
obligación principal, de manera que no pueda sucede, por ejemplo, con el contrato de
subsistir sin ella”. La regla general es que el incorporación de nuevos socios a una
contrato sea principal, y que en consecuen- sociedad ya constituida. Para que este
cia sea capaz de subsistir jurídicamente sin contrato pueda producir todos sus efectos
necesidad de otro contrato. La excepción requiere de la existencia de una sociedad
es que el contrato sea accesorio, esto es, constituida válidamente con anterioridad.
que haya sido celebrado con la intención Se señalan como otro ejemplo de contrato
de caucionar una obligación principal, dependiente las capitulaciones matrimo-
de modo que no pueda subsistir sin la niales, establecidas en los artículos 1715
obligación que cauciona. Son ejemplos de y siguientes del Código Civil, puesto que
contratos accesorios la prenda, la hipoteca y para que ellas produzcan todos sus efectos
la fianza; todos ellos son llamados contratos se requiere de la celebración del matri-
de garantía, puesto que su finalidad, o la monio entre quienes concurrieron a las
razón por la cual se han celebrado, es dar capitulaciones. Debemos tener presente
seguridad al acreedor de una obligación que a pesar que las capitulaciones matri-
principal, que ella será cumplida. Puesto moniales dependen de la celebración del
que estos contratos no pueden subsistir sin matrimonio para producir sus efectos, no
la obligación que garantizan, la extinción se trata siempre de un contrato y puede
o el cumplimiento de esta obligación pone ser una convención, puesto que si bien
término de un modo consecuencial a la pueden tener por finalidad la creación
obligación emanada del contrato accesorio. de derechos y obligaciones, también su
Sin embargo, la extinción de la obligación objeto puede consistir en la modificación
accesoria no pone término a la obligación o en la extinción de los mismos.
principal. Se señala como otro ejemplo de contrato
La clasificación establecida en el cita- dependiente al contrato de posposición de
do artículo 1442 del Código Civil no ha hipoteca. El contrato de posposición de
estado exenta de críticas, las que apuntan una hipoteca es aquel en virtud del cual un
a la poca amplitud de la definición que acreedor hipotecario se obliga a dejar que
otra hipoteca, de un tercer acreedor, ocupe
boliviana y brasileña. La legislación nacional no la un lugar preferente a la suya. Para que nazca
recoge. la obligación del acreedor hipotecario que
125
Segunda parte. Las fuentes de las obligaciones: La teoría general del contrato
126
Cap. VIII. Clasificación de los contratos
127
Segunda parte. Las fuentes de las obligaciones: La teoría general del contrato
los contratos solemnes “el consentimiento Puesto que los contratos reales y los
no basta para generar estos contratos; es contratos solemnes son la excepción, sólo
menester que se exteriorice solemnemente. pertenecen a estas categorías aquellos esta-
Mientras así no ocurre, no hay en realidad blecidos por la ley, y no puede la voluntad
consentimiento. Puede decirse que en estos de las partes establecer que un contrato
contratos el cumplimiento de la solemnidad diverso deba perfeccionarse por la entrega
importa la manifestación misma del con- o por el cumplimiento de solemnidades.
sentimiento: sólo consiente quien lo hace En dichas situaciones se vuelve a la regla
en la forma solemne señalada por la ley. general, constituyendo tan sólo el consenso
Antes de ello no hay contrato”.56 Cuando de las partes la forma de perfeccionamiento
hablamos de solemnidades, nos referimos a del contrato, y la entrega o, en su defecto,
aquellas establecidas por la ley en atención el cumplimiento de formas solemnes, un
a la naturaleza del contrato, sin las cuales el modo de manifestar dicho consentimiento,
contrato o resulta inexistente, si acogemos sin que por ello deje de existir el contrato
la teoría de la inexistencia, o adolece de acordado. Sólo la ley puede establecer qué
nulidad absoluta. contratos pueden pertenecer a una u otra
Como señala el profesor López Santa de estas categorías.
María, las solemnidades específicas varían
según el contrato solemne de que se tra- PREGUNTAS Y EJERCICIOS
te. “A veces la exigencia legal consiste en
1. ¿Qué entiende usted por perfeccionamiento
escriturar el acto. Ora en escritura pública
del contrato?
(…) Ora en escritura privada (…) Aunque
2. ¿Por qué cree usted que la regla general
el legislador se conforma en estos últimos
en materia de perfeccionamiento de contrato es
casos de recabar un instrumento privado,
el consensualismo?
por regla general la conveniencia de las
3. ¿Qué entiende usted por contratos reales
partes es otorgar el contrato por escritura
y por contratos solemnes?
pública, preconstituyendo de esta mane-
4. ¿Pueden las partes, por su sola voluntad,
ra el título ejecutivo”.57 Son ejemplos de
acordar que la entrega de una cosa será el modo
contratos en que la solemnidad exigida es
de perfeccionar un contrato?
la escritura pública, la compraventa y la
5. ¿Qué valor tiene la escritura pública en
permuta de bienes raíces (arts. 1801 y 1900
un contrato de compraventa de bienes muebles?
C.C.). Un ejemplo de contrato en que la so-
¿Es una solemnidad?
lemnidad exigida es la simple escrituración
6. La autorización de la mujer casada en
es el contrato de promesa de celebrar un
la compraventa de un bien raíz social, ¿es una
contrato (art. 1554 C.C.). El mismo profesor
solemnidad? ¿Qué efecto produce la ausencia de
agrega que “otras veces las formalidades ad
dicha autorización?
solemnitatem consisten en una autorización
7. Revise la sentencia transcrita en el Nº 72
o en una aprobación judicial del contrato
de este libro (Herrera con Arteaga). ¿Encuentra
(insinuación del contrato de donación
en ella otro argumento que permita sostener que
entre vivos; aprobación del contrato de
el contrato celebrado no es un comodato?
transacción sobre alimentos futuros debi-
dos por ley, acorde con los artículos 1401
80. JURISPRUDENCIA
y 2451 del Código Civil)”.58
EUVET SAN MARTÍN, GUSTAVO J. CON RÍOS
56 ALESSANDRI R., ARTURO, De los contratos, Edi-
SÁNCHEZ, ANITA C.
torial Jurídica de Chile, Santiago, pág. 32. Corte de Apelaciones de Concepción,
57 LÓPEZ SANTA MARÍA, JORGE, Los contratos. Parte ge-
17 de junio de 1993.59
neral, 4ª edición revisada y ampliada, Tomo I, Editorial
Jurídica de Chile, Santiago, 2005, págs. 132 y 133.
58 LÓPEZ SANTA MARÍA, JORGE, Los contratos. Parte ge-
neral, 4ª edición revisada y ampliada, Tomo I, Editorial 59 Revista de Derecho y Jurisprudencia, Tomo 90,
Jurídica de Chile, Santiago, 2005, págs. 132 y 133. Secc. 2ª, pág. 84.
128
Segunda parte. Las fuentes de las obligaciones: La teoría general del contrato
136
Cap. VIII. Clasificación de los contratos
cias que no pudieron preverse al momento Siguiendo nuestra clasificación, los con-
de la celebración del mismo y que tornen tratos de ejecución única son aquellos en
este cumplimiento posterior excesivamente que el cumplimiento de las obligaciones
oneroso para una de las partes. agota la razón de ser del contrato mismo.
Ya sea que las partes hayan celebrado un
contrato de ejecución instantánea o uno de
B. CONTRATOS DE EJECUCIÓN ejecución diferida, el contrato se termina
ÚNICA Y DE EJECUCIÓN CONTINUA por el cumplimiento de sus obligaciones,
O PERIÓDICA ya sea mediante la realización de un pago
único, ya sea mediante el pago de cada una
1. CONCEPTO de las cuotas pactadas. Así, por ejemplo, el
contrato de compraventa es siempre un
87. Explicación contrato de ejecución única, la cual puede
La distinción entre contratos de eje- realizarse de manera instantánea o diferida,
cución única y de ejecución continua o aun pactándose un pago en cuotas. Una
periódica está íntimamente ligada a la vez pagadas todas las cuotas, el contrato
clasificación anterior, al punto que existen se extingue.
algunos autores que tratan como una sola Los contratos de ejecución continua o
categoría ambas clasificaciones. Así suce- periódica son aquellos en que el cumpli-
de, por ejemplo, con el profesor Arturo miento de las obligaciones que del contrato
Alessandri, autor que –como veremos más emanan se difiere, dilata o extiende en el
adelante– trata a partir de un solo crite- tiempo de manera que a la obligación que
rio ambas clasificaciones, distinguiendo se ha pagado sigue otra obligación que la
entre contratos de ejecución instantánea sucede, de manera que el contrato no se
y contratos de tracto sucesivo. Otros auto- extingue con aquel primer pago. Este “re-
res, como el profesor Jorge López Santa nacer” de aquella obligación es condición
María, realizan una clasificación tripartita, esencial para que el contrato produzca los
distinguiendo entre contratos de ejecución efectos queridos por las partes. Estos contra-
instantánea, contratos de ejecución diferida tos se han denominado de “tracto sucesivo”.
y contratos de tracto sucesivo. Pensamos En ellos, el cumplimiento de la obligación
que los criterios utilizados por estos autores no extingue el contrato. Ellos requieren
son erróneos. No puede confundirse una para su terminación de un hecho diverso,
clasificación con la otra. Como vimos en el cual puede consistir en el cumplimiento
el punto anterior, la distinción entre con- de una condición o en la llegada de un pla-
tratos de ejecución instantánea y diferida zo determinado, o bien en la voluntad de
tiene como criterio el momento en que una o de ambas partes, o en la disposición
la obligación emanada del contrato debe de la ley, la cual puede establecer causales
ser cumplida; en cambio, la clasificación específicas de terminación.
a que nos referimos atiende a si la extin- El ejemplo clásico de contrato de
ción del contrato está supeditada tan sólo tracto sucesivo es el contrato de trabajo.
al cumplimiento íntegro de la obligación Este contrato es celebrado por las partes
que de él emana. Como consecuencia de con la finalidad de producir obligaciones
esta confusión de criterios, se ha señala- continuas y periódicas: la obligación del
do que una de las importancias de esta trabajador de ejecutar un servicio material
distinción dice relación con que la teoría o intelectual durante toda la vigencia del
de la imprevisión se aplica tan sólo a los contrato, y la obligación del empleador de
contratos de tracto sucesivo o de ejecución pagar una remuneración por dicho servicio.
continua, olvidando que existen contratos El contrato se celebra para que produzca
de ejecución diferida, que no son de tracto sus efectos en el tiempo y no con la finali-
sucesivo, en los cuales también puede ser dad que las partes den, hagan o no hagan
aplicable dicha teoría. una prestación única. Otros ejemplos de
137
Segunda parte. Las fuentes de las obligaciones: La teoría general del contrato
138
Cap. VIII. Clasificación de los contratos
instantánea es aquel en que las obligaciones de 90. LÓPEZ SANTA MARÍA, JORGE, Los contra-
las partes se ejecutan en un solo momento. Poco tos. Parte general, 4ª edición revisada y
importa que éste sea el mismo para ambas ampliada, Tomo I, Editorial Jurídica
obligaciones, si el contrato es bilateral, o de Chile, Santiago, 2005, págs. 143 y
distinto, o que ese momento coincida con 144.
la celebración del contrato o sea posterior
Contratos de ejecución instantánea o de una
a él. Lo esencial es que las obligaciones de
sola ejecución son aquellos en los cuales las
cada parte se ejecuten en su totalidad, en
un solo instante, de una vez. La venta de obligaciones se cumplen apenas se celebra
cuerpo cierto al contado o a plazo, pero el contrato que las generó. El contrato nace
cuyo precio se paga íntegramente en el y se extingue simultáneamente, quedando
plazo convenido, la fianza, la permuta, son las partes liberadas de inmediato. El ejemplo
contratos de esta especie; las obligaciones típico es el del contrato de compraventa de
que engendran se cumplen en un solo cosa mueble al contado: en el mismo mo-
instante. mento de la formación del consentimiento,
Contrato de tracto sucesivo es aquel en que el vendedor entrega la cosa vendida y el
las obligaciones de las partes o de una de ellas, comprador paga el precio estipulado; el
a lo menos, consisten en prestaciones continuas cambio se produce pasando y pasando. En
o repetidas durante cierto espacio de tiempo. estos casos, lo normal es que con el pago el
Lo que caracteriza a este contrato es que contrato quede definitivamente agotado.
de las obligaciones de las partes, una, a lo Pero después pueden surgir problemas,
menos, supone continuidad en su ejecu- recobrando vigencia la convención, como,
ción. Son, por lo general, de esta especie el por ejemplo, si la cosa vendida es reivindi-
arrendamiento y el contrato de trabajo; las cada por un tercero que se presenta como
obligaciones del arrendador y del empleado el verdadero dueño o si la cosa padeciere
u obrero son continuas, se desarrollan con de vicios ocultos o redhibitorios, ya que
el transcurso del tiempo. sólo entonces se patentiza y cobra todo
Las partes pueden hacer de tracto suce- su interés la obligación de saneamiento a
sivo un contrato que naturalmente no lo cargo del vendedor.
es; un mandato conferido para la atención Contratos de ejecución diferida son
de todos los negocios del mandante y des- aquellos en los cuales alguna (s) obligación
tinado a durar cierto tiempo. A la inversa, (es) se cumple (n) dentro de un plazo. A
un contrato que, por su naturaleza, es de veces el plazo es tácito, o sea, viene impues-
tracto sucesivo puede ser, a veces, de eje- to por la naturaleza misma de las cosas, ya
cución instantánea: el arrendamiento de que la obligación creada por el contrato
servicios inmateriales que consista en la es imposible que sea pagada al instante
ejecución de una obra determinada, como mismo de la formación del acto jurídico.
la pintura de un cuadro, la redacción de Si se celebra un contrato de construcción
una composición literaria. o un arrendamiento para la confección de
Los contratos de tracto sucesivo no deben una obra material, es obvio que el artífice
confundirse con los de ejecución escalonada precisa un plazo, aunque nada se diga. Con
o a plazo, que son aquellos en que las pres- más frecuencia, el plazo, del cual depende
taciones de las partes o una de ellas, a lo el momento del cumplimiento, es expre-
menos, se cumplen por parcialidades: la samente pactado por las partes, en calidad
venta de un cuerpo cierto cuyo precio se de cláusula accidental del contrato.
paga por cuotas, la venta de un conjunto Contratos de tracto sucesivo o de eje-
de mercaderías cuya entrega debe hacerse cución sucesiva son aquellos en que los
por lotes en diferentes períodos. cumplimientos se van escalonando en el
tiempo, durante un lapso prolongado. La
relación contractual tiene permanencia,
a diferencia del contrato de ejecución ins-
139
Segunda parte. Las fuentes de las obligaciones: La teoría general del contrato
140
Cap. VIII. Clasificación de los contratos
del resultado, para lo que es necesario que la una pluralidad de causas. Tendría sentido
actividad del deudor se dilate durante cierto hablar de pluralidad de causas si se tratara
período de tiempo, y no a la ejecución, que es, de la combinación de causas diversas entre
en cambio, instantánea: la duración actúa sí, como en la mayoría de las figuras de
aquí en función del fin, no en función del contrato innominado; pero no tiene sentido
tiempo (piénsese en el caso del contrato aquí, donde, admitida por un instrumento
de obra por empresa, en el que el tiempo la pluralidad, se trataría, en todo caso, de
es necesario para que la obra ordenada se varias causas idénticas.
ejecute, pero donde, una vez lista la obra, Sin embargo, la exacta intuición que
la entrega se realiza in actu. está contenida en la expresión “plurali-
La ejecución continuada o periódica se dad de causas” se puede mantener con tal
presenta en cambio propiamente cuando que se entienda en el sentido de “causa
no es tanto diferida en el tiempo como compleja”; lo que, empero, evidentemente
distribuida o repetida en el tiempo. es una cosa distinta de la pluralidad de
c) La categoría se divide en dos, según causas, por cuanto se afirma la unidad de
que el contrato sea de ejecución continuada, la causa aunque se admita la complejidad
donde la prestación (por regla general, de del contenido (pluralidad de prestaciones,
hacer, pero también de no hacer) es única, no de obligaciones).
pero sin interrupción (locación, arrenda- Por las premisas establecidas, resulta
miento, suministro de energías, comodato demostrada también la unidad del contrato
y otros similares), o bien sea de ejecución con prestaciones periódicas (y además del
periódica, donde existen varias prestaciones contrato con prestación continuada).
(por regla general, de hacer), que se pre- e) Obsérvese asimismo que algunos
sentan en fechas establecidas de antemano autores se inclinan a referir el fenómeno
(por ejemplo, renta y contrato vitalicio de la ejecución periódica o continua a la
(…), o bien intermitentes, a pedido de una obligación más que al contrato, en tanto
de las partes (ejemplo, cuenta corriente, que la ley lo refiere claramente al contrato.
apertura de crédito en cuenta corriente, En teoría habría que decidir el punto del
seguro de abono). primer modo, si bien a los efectos prácti-
d) Si bien a veces se fracciona en una cos es indiferente una u otra manera, ya
multiplicidad de prestaciones, no se puede que la continuidad o la periodicidad se
decir –como, sin embargo, se ha dicho– que comunica del contrato a la obligación o
el contrato de ejecución periódica dé lugar está directamente en la obligación. Sólo
a una pluralidad de obligaciones (cada que si se prefiere referir el fenómeno a
una de las cuales surgiría cada vez que se la obligación, sería necesario hablar de
efectúa una ejecución) y esté dotado de una “cumplimiento” continuado o periódico y
pluralidad de causas (en cuanto al contrato no de “ejecución” continuada o periódica,
de ejecución continuada –en el que, como por cuanto la ejecución es un momento
se ha visto, la prestación es única, aunque propio del contrato, no de la obligación (la
duradera– el problema no debería siquiera obligación “se cumple” no “se ejecuta”).
plantearse).
Si fuese cierta la consecuencia, debería PREGUNTAS Y EJERCICIOS
ser cierta también la premisa, es decir, que 1. Señale qué entiende usted por contratos
en la base de la pluralidad de obligaciones de ejecución instantánea y contratos de ejecución
acompañada por una pluralidad de causas diferida.
debería haber una pluralidad de contratos; 2. Señale qué entiende usted por contratos de
y la noción misma de contrato de ejecución ejecución única y contratos de ejecución continua
periódica resultaría implícitamente negada, o periódica.
dado que no se podría evitar desembocar 3. ¿Cuáles son los criterios de distinción
en una pluralidad de contratos donde exista entre una y otra clasificación?
141
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Revísta ACTUALIDAD JURIDICA N° 24 - Julio 2011 Universidad del Desarrollo
Recepción de la imprevisión en el
Código Civil chileno
***
' Abeliuk M., René (2003), Las Obligaciones (Editorial Jurídica de Chile), Tomo 2, p. 763.
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Revista ACTUALIDAD JURIDICA N° 24 - Julio 2011 Universidad del Desarrollo
2 Se definen los primeros (contratos de ejecución diferida) como aquellos en que algunas obligacio
nes se cumplen dentro de un plazo. En tanto los contratos de tracto sucesivo son aquellos en que los
cumplimientos se van escalonando en el tiempo, durante un lapso prolongado. A este respecto, ver
López Santa María, Jorge (2005), Los Contratos, Parte General (Editorial Jurídica de Chile) Tomo I, pp.
143-144.
3 La conmutatividad de un contrato es explicada en forma acertada por el autor antes citado. Al
respecto, sostiene que difieren de los contratos aleatorios en cuanto pueden las partes, durante los
tratos preliminares y al momento de la conclusión del contrato, apreciar, estimar o valorar los resulta
dos económicos que el mismo les acarreará. En López Santa María, Jorge (2005): Los Contratos, Parte
General, p. 1 24.
4 Así lo explica López Santa María, Jorge (2005), en su obra antes citada, pp. 307-308.
5 En el terreno de la justicia arbitral el escenario es diverso, en particular lo que respecta a los árbitros
arbitradores (llamados también "amigables componedores"). Lo anterior se explica porque éstos pueden
fallar el asunto controvertido a partir de lo que su equidad y prudencia les sugiera, según se desprende
del artículo 223 del Código Orgánico de Tribunales.
6 López Santa María, Jorge (2005), p. 308.
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En este contexto, coincidimos con el profesor Juan Carlos Dorr, quien afirma
que la imprevisión no sólo es compatible con nuestro Código, sino que cohe
rente con sus disposiciones básicas en materia contractual. Para ello recurre a
cuatro órdenes de argumentación, cuales son: la causa, la naturaleza del contrato
(bilateral, oneroso y conmutativo), la buena fe y la integración por equidad.
Refiriéndose al primero, aduce que ésta debe permanecer como tal durante
el cumplimiento íntegro del contrato. Por ende, al sobrevenir un escenario
extraordinario o imprevisto, es indudable que el vínculo se verá afectado por
falta de causa. Ello se opone a lo dispuesto en el artículo 1467 del Código,
conforme al cual no puede haber una obligación sin causa, y es ésta el motivo
que induce a celebrar el acto o contrato. Cabe notar que ello tiene aún un
alcance más amplio que el pretendido a través de la acción de revisión, pues
el vínculo deviene en nulidad por falta de causa.
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11 "Estudio sobre Reformas al Código Civil y de Comercio (2000)", Publicación de la Fundación Fernando
Fueyo L. Editorial Jurídica de Chile, Tomo I, pp. 1 94-1 95.
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dice relación con lo apuntado por Stewart Macaulay, quien en un trabajo sobre
aspectos empíricos del contrato, expresa que el hecho que las partes se repre
senten la posibilidad de la intervención judicial del contrato puede incentivarlas
a resolver sus controversias de manera extrajudicial, evitando así los costos e
incertidumbre propios de un litigio judicial, lo que en definitiva se traducirá en
que no exista un aumento relevante en la litigiosidad15.
Por nuestra parte, junto con reafirmar que adscribimos la tesis de los profeso
res Fernando Fueyo y Juan Carlos Dorr, estimamos que existe en el Código de
Bello un artículo que recoge en forma clara la teoría en cuestión. Se trata del
artículo 2003, regla segunda, referente a los contratos para la construcción de
edificios, celebrados con un empresario que se encarga de toda la obra por
un precio único prefijado. Dicho precepto autoriza al empresario, frente a
la repugnancia del dueño, para ocurrir ante el juez, en el supuesto que
ocurran circunstancias desconocidas, como un vicio oculto del suelo, que
ocasionaren costos que no pudieron preverse. Así, será el tribunal quien de
cidirá si ha debido o no preverse el recargo de obra, pudiendo fijar el aumento
de precio que por esta razón corresponda.
15 Macaulay, Stewart, "An Empirical View of Contract", in Wisconsin Law Review, pp. 465-482.
16 Momberg Uribe, Rodrigo (2010), p. 37.
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y no otro vocablo que admitiría una lectura más restrictiva, como pudiese ser
"derivadas o atribuibles" a un vicio oculto del suelo.
Así las cosas, es perfectamente posible admitir la Imprevisión, sin que ello traiga
como resultado un cuestionamiento a la fuerza obligatoria de los contratos
válidamente celebrados por las partes.
17 "Las sentencias judiciales no tienen fuerza obligatoria sino respecto de las causas en que actualmente
se pronunciaren". Así lo previene el inciso segundo del artículo 3o del Código Civil.
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Revista ACTUALIDAD JURIDICA N° 24 - Julio 2011 Universidad del Desarrollo
Si se admite una aplicación irrestricta del pacta sunt servanda, se amparan situa
ciones arbitrarias, en abierta contradicción con el espíritu e intención de varias
disposiciones de nuestro Código, a las que se hizo referencia más arriba.
Desde luego, no son pocos los autores que discreparán de esta postura, así
como de los argumentos dados en favor de la imprevisión. Por ejemplo, el jurista
alemán Karl Larenz estima que quien asume una obligación asume también
el consecuente riesgo. Considera que de dicho riesgo contractual, que califica
de normal (refiriéndose a quien decide celebrar un determinado contrato), no
puede dispensarse a nadie, sino a costa de la desaparición de toda seguridad
contractual19. A su juicio, tal es un principio básico del Derecho de las Obliga
ciones, que debe respetarse como tal.
Con todo, dicho autor posteriormente flexibiliza su posición, a tal punto que es
actualmente considerado como uno de los referentes en lo que al desarrollo de
la teoría basal del negocio jurídico respecta20. En este sentido, distingue en todo
acto jurídico una base objetiva y otra subjetiva. Respecto a la primera, aduce
que es el "conjunto de circunstancias y estado general de las cosas, cuya existencia
o subsistencia es objetivamente necesaria para que el contrato, según el significado
de las intenciones de ambos contratantes, pueda subsistir como regulación dotada
de sentido". Respecto a la segunda, la identifica con la "representación mental
o esperanza de ambos contratantes por la que se han dejado guiar al concluir el
contrato". Ahora bien, agrega que la pérdida de la base objetiva antes definida
tendrá lugar en dos hipótesis:
18 Rodríguez Grez, Pablo (1999), "El Derecho como Creación Colectiva", Ediciones Universidad del De
sarrollo, p. 117. Aclaramos sí que la ¡dea del mínimo ético y convencional no es abordada por dicho
autor en relación a la teoría de la Imprevisión, cuya acogida en el Código Civil por lo demás le resulta
inadmisible, según se explica más adelante.
19 López Santa María, jorge (2005), pp. 303-304.
20 Estudio sobre Reformas al Código Civil y de Comercio (2000), p. 214.
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Como puede apreciarse, sus postulados resultan gravitantes para quienes abo
gan por la acogida de la imprevisión, al poner acento en la conmutatividad
de un contrato como elemento primordial a preservar. De ahí que si se éste
se ve seriamente afectado por circunstancias graves e imprevistas, debe, en su
criterio, buscarse un mecanismo que restablezca dicho equilibrio.
En la doctrina nacional, interesa referir la posición del citado jurista Pablo Ro
dríguez, quien, reconociendo la complejidad y el conflicto de intereses que
supone la teoría en comento, estima que el enfoque del problema no ha sido
bien planteado. Esto pues tradicionalmente se ha considerado que el deudor
sólo puede excusarse de cumplir lo convenido alegando caso fortuito o fuerza
mayor (artículo 45), lo que supone la existencia de un impedimento absoluto e
insuperable que hace materialmente imposible ejecutar la prestación. Subyace a
dicha ¡dea la concepción clásica de la obligación, en cuanto vínculo jurídico que
liga o une a dos sujetos, en virtud del cual uno de ellos se encuentra facultado
(o por la inversa, constreñido) para exigir la observancia de una prestación
determinada, consistente en una conducta de dar, hacer o no hacer.
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Revista ACTUALIDAD JURIDICA N° 24 - julio 2011 Universidad del Desarrollo
Ello pues consideramos que la prestación (de dar, hacer o no hacer) es la medida
del cumplimiento de la obligación convenida, tal que de frustrarse permitirá al
acreedor hacer valer los medios que la ley le entrega para hacerla efectiva. Lo
dicho es, por cierto, sin perjuicio de un hipotético caso fortuito o fuerza mayor,
acorde al adagio que "a lo imposible nadie está obligado". Si al sujeto pasivo
le basta con acreditar que realizó la conducta debida o típica, sea que se haya
ejecutado o no la prestación, nos parece que se relativiza en forma importante
el poder vinculante de la obligación.
La imprevisión en la jurisprudencia
Ello fue así hasta el año 2009, pues la Excma. Corte Suprema puso término al
largo vacío jurisprudencial existente, al rechazaren términos expresos la proce
dencia de la imprevisión, al menos en la esfera del Derecho Privado. Tomando
pie de la tesis de don René Abeliuk, estableció que el artículo 1545 excluye la
posibilidad de acoger dicha teoría, puesto que el contrato no puede ser dejado
sin efecto, y con menos razón aún modificado, si nos es por voluntad de las partes,
no pudiendo los jueces en materia civil arrogarse otras facultades que las que se les
han otorgado, y nadie les ha dado la de modificar las convenciones. A juicio del
citado Rodrigo Momberg, lo interesante del predicamento de nuestro máximo
tribunal es que plantea su rechazo a la doctrina de la imprevisión en términos
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Revista ACTUALIDAD JURIDICA N° 24 - julio 2011 Universidad del Desarrollo
generales y abstractos, más que como algo sujeto al contexto del caso parti
cular25. Por ende, adhiere a la prevalencia absoluta de la intangibilidad de las
convenciones que consagra el citado artículo 1545, lo cual para dicho autor
es quizás la razón más decisiva para justificar una reforma legal que recoja este
instituto. Ello pues quedó de relieve que recurrir a una interpretación armó
nica, fundada en principios o valores de derecho, no es determinante para la
referida Corte. En otras palabras, queda de manifiesto que los textos legales
vigentes son un escollo insalvable para la Excma. Corte al momento de fundar
la referida teoría en nuestro derecho.
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Revista ACTUALIDAD JURIDICA N° 24 - Julio 2011 Universidad del Desarrollo
En este sentido, ofrece interés referir la sentencia dictada por el árbitro Carlos
Urenda Zegers, quien, en calidad de arbitrador, fue designado para zanjar la
controversia entre la sociedad de Inversiones Monaco Limitada y el Consejo
de Administración de la misma. En términos resumidos, el problema se originó
por un saldo de precio que la citada sociedad de inversiones adeudaba a Enap
por la compra de un paquete accionario de la compañía Nisa, ascendente a la
suma de 3.900.000 dólares. Afines del año 1982, aduciendo hechos graves e
imprevisibles, los demandantes alegaron que se había producido un menoscabo
considerable en el precio de dichas acciones, aduciendo que se configuraban
los presupuestos de la teoría en cuestión.
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Revista ACTUALIDAD JURIDICA N° 24 - Julio 2011 Universidad del Desarrollo
Carlos Urenda (no obstante ser éste arbitrador) y los argumentos ya esbozados
del profesor Juan Carlos Dorr.
Por último, interesa destacar dos fallos arbitrales, cuyo denominador común
fue el invocar como hecho imprevisible la llamada crisis del gas natural. Ésta
provocó cambios estructurales en el mercado eléctrico, provocando un enca
recimiento considerable en los costos de este tipo de energía29.
27 Reformas al Código Civil y de Comercio (2000), p. 203. La sentencia comentada fue dictada por el
árbitro Sr. Claudio Wanes Ríos, en calidad de árbitro mixto, y refrendada posteriormente por la Excma.
Corte Suprema, acorde a los antecedentes reseñados.
28 Reformas al Código Civil y de Comercio (2000), p. 204.
29 La referencia es a la disputa entre la eléctrica Guacolda S.A. con Empresa Minera Mantos Blancos
S.A., cuyo fallo arbitral se dictó con fecha 25 de abril del año 2007. El otro corresponde a la disputa
entre Gas Atacama Generación S.A. y la Empresa Eléctrica de Antofagasta S.A., cuyo fallo se dictó con
fecha 24 de enero del año 2008.
30 Momberg U., Rodrigo (2010), p. 42.
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Revista ACTUALIDAD JURIDICA N° 24 - Julio 2011 Universidad del Desarrollo
Con todo, lo que interesa notar, más allá de las cuestiones debatidas y lo resuelto
en cada caso, es que en ambos casos los jueces árbitros estimaron que la teoría
de la imprevisión cumple una función interpretativa del contrato, que tiene
por finalidad el respeto de la común intención de las partes en el cumplimiento
de las obligaciones, en la hipótesis que se vean afectadas por acontecimientos
extraordinarios e imprevistos. Consecuencia de lo expresado es que el árbitro
no tiene discrecionalidad para modificar el contrato, aun cuando se produzca
una readecuación de los términos convenidos inicialmente. De esta forma, el
papel del juzgador se circunscribe a ser un intérprete de la voluntad de los
contratantes, estableciendo lo que ellos hubiesen pactado de haber previsto
las circunstancias advenedizas. Ello parece estar en armonía con lo dispuesto
en el artículo 1 560 del Código Civil, conforme al cual "conocida claramente la
Intención de los contratantes, debe estarse a ella más a que lo literal de las pala
bras". Dicha regla interpretativa en materia contractual pone de relieve, por
cierto, la prevalencia que el juez debe dar a la voluntad real de las partes por
sobre la voluntad declarada.
Como puede apreciarse, existe en esta última parte una consagración explícita
de la doctrina de la imprevisión, concurriendo los presupuestos esgrimidos
por dicha norma. Cabe destacar que la legislación argentina hace extensiva la
doctrina en cuestión a los contratos unilaterales, esto es, aquellos en que es una
de las partes la que resulta obligada (ejemplo típico lo constituye un mutuo de
dinero, en que es el mutuario quien debe restituir el capital con o sin intereses,
acorde a las condiciones que hubiese pactado con el mutuante), sin que la
otra parte resulte obligada. Ello es en principio, pues si se ve la norma en su
totalidad, agrega que son aquellos unilaterales onerosos y conmutativos,
lo cual sugiere, en estricto rigor, que el vínculo debe reportar una utilidad o be
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Revista ACTUALIDAD JURIDICA N° 24 - Julio 2011 Universidad del Desarrollo
neficio a ambos contratantes, además que puedan éstos prever los resultados
que les reportará la celebración del contrato. Bajo este prisma, se entiende por
qué el profesor Jorge López Santa María cuestiona, en su obra sobre la Parte
General de los Contratos, a quienes sostuvieran que todo contrato unilateral
es gratuito y todo contrato bilateral es oneroso31. Así, son clásicos ejemplos
de contratos unilaterales con carácter oneroso el mutuo con intereses, o una
donación con cargas.
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Entre los países de Europa, el caso de España es singular, pues diversas senten
cias del Tribunal Superior de ese país han acogido la imprevisión (sin perjuicio
de recomendar su aplicación cautelosa, a fin de no afectar la estabilidad del
tráfico jurídico)32. Empleamos la voz singular, pues la legislación positiva en
la materia contiene un precepto casi idéntico a nuestro artículo 1545. Así, el
artículo 1091 del Código Civil de dicho país expresa que las obligaciones que
nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes contratantes y deben
cumplirse al tenor de las mismas.
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matices que, en casos muy particulares, deben considerarse más allá de una
cuestión exegética.
Conclusiones finales
Para finalizar, digamos que el presente trabajo sólo pretende aportar, aun
cuando en forma ínfima, al esclarecimiento sobre esta compleja materia. Por
lo demás, en buena medida los argumentos aquí dados son recogidos de las
opiniones doctrinales existentes, así como de un somero examen a distintos
criterios jurisprudenciales. Quizás si el mérito sea sistematizar una cuestión que
trasciende lo teórico y ofrece gran interés práctico, cual es determinar si puede
la justicia ordinaria acoger una acción de revisión fundada en los presupuestos
de la teoría de la imprevisión. Ello sin perjuicio del respeto y vigor que debe
mantener la directriz de obligatoriedad del vínculo consignada en el artículo
1545 de nuestro Código Civil.
33 Estudio sobre Reformas al Código Civil y de Comercio (2000), pp. 236-237. Una solución armónica
con ello se encuentra en el artículo 1890 de nuestro Código Civil. Allí se prescribe que el comprador
contra quien se pronuncia la rescisión, podrá, a su arbitrio, consentir en ella o completar el justo precio,
con deducción de la décima parte. A la inversa, el vendedor tiene también la alternativa de consentir en
la nulidad relativa del contrato, o bien restituir el exceso de precio recibido, aumentado también en
una décima parte.
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Revista ACTUALIDAD JURIDICA N° 24 - Julio 2011 Universidad del Desarrollo
La respuesta nuestra es, por supuesto, afirmativa, pues creemos haber puesto
de relieve las razones que permiten a un juez, a un árbitro de derecho o a uno
de carácter mixto, pronunciarse en favor de esta doctrina, sin que ella sea
posteriormente desestimada por un vicio de casación. En otros términos, que
pueda prosperar una acción de esta naturaleza sin que ello amerite conside
rar que la sentencia se ha dictado contraviniendo los preceptos legales. Esto
pues adherimos a la escuela finalista de la hermenéutica jurídica, que aboga
ciertamente por el espíritu y los fines queridos por el legislador al momento
del establecimiento de las normas. Coincidimos entonces con la opinión del
profesor Claudio lllanes Ríos, quien afirma precisamente que la norma jurídica
es esencialmente dinámica y no estática34. En efecto, debe buscarse, siguiendo
también a dicho autor, el contenido lógico y la aplicación de la norma en
términos que responda a una solución lo más justa posible. Ciertamente, una
aplicación irrestricta del artículo 1545 lleva a la consolidación de situaciones
de suyo injustas, cuestión contraria a lo que Aristóteles denominaba lo justo.
Nos parece que, frente al dilema que supone confrontar la certeza jurídica y la
equidad, debe privilegiarse esta última.
Finalmente, sólo resta decir que, tal cual lo afirma el propio Claudio lllanes, es
una necesidad de los tiempos actuales que los tribunales de justicia revisen sus
criterios tradicionales y los confronten con las nuevas tendencias, encaminando
así una evolución del pensamiento jurídico. En este sentido, esperamos de la
Corte Suprema, en su condición de máximo tribunal del país, un pronuncia
miento más flexible y, si se quiere, rupturista en la materia. Esto a fin de que,
si lo ameritan las circunstancias particulares de un caso, pueda concebir la
imprevisión como un instituto excepcional, posible de aplicar al margen del
respeto a la fuerza obligatoria de los contratos. Ello no es óbice para que pro
siga con la importante función de uniformar la correcta aplicación que merece
el derecho. Es éste, sin duda alguna, el instrumento idóneo para regular las
conductas humanas y proveer de justicia.
Bibliografía
Libros
Abeliuk M., René (2003): Las Obligaciones (Editorial Jurídica de Chile), 4a edición actualizada,
Tomos I y II.
Fundación Fernando Fueyo L (2000): Estudio sobre Reformas al Código Civil y de Comercio
(Editorial Jurídica de Chile), Tomo I.
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López Santa María, Jorge (2005): Los Contratos, Parte General (Editorial jurídica de Chile),
Tomos I y II.
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versidad del Desarrollo).
Vial Del Río, Víctor (2006): Teoría General del Acto Jurídico (Editorial Jurídica de Chile).
Artículos de revistas
Macaulay, Stewart (1985): An Empirical View of Contract, Wisconsin Law Review, N° 465,
pp. 465-482.
Ley 18.010, Normas sobre Operaciones de Crédito y Otras Obligaciones de Dinero que
indica. Diario Oficial, 27 de junio de 1981.
257
Santiago, veinte de marzo de dos mil veinte.
NEXKXYQYZM
denominado “Resumen de Contratación de Servicios ” que rola a fojas
33, acompañado con citación y no objetado por la parte demandada.
4. Que, asimismo, el demandado ha declarado que un ejecutivo de
ForexChile Corredores de Bolsa S.A le ha explicado –y él entendido–
cada uno de los términos relevantes de la operatoria en los terminales
transaccionales de la corredora, lo anterior consta el documento
titulado “Términos Relevantes FXCB” que rola a fojas 36, suscrito
por el Sr. Godoy, acompañado con citación al proceso por la actora y
no objetado.
5. Que el demandando, Víctor Godoy Thenoux, efectuó transferencias
electrónicas de fondos a la cuenta de KT Financial Group, desde el 8
de agosto de 2014 al 15 de octubre del mismo año, por un total de
$107.000.000. Lo anterior, se desprende –como lo establece el fallo en
alzada que se reproduce– a partir de los comprobantes de
transferencias bancarias incorporados al proceso y que rolan a fojas
255 y siguientes.
6. Que, a su vez, lo anterior da cuenta de la existencia de lo que la
demandante ha denominado contrato de apertura de cuenta de
inversión, pues no es posible entender sino que en ese contexto se
realizaron las referidas transferencias de dinero. Así se deduce
también del mencionado Resumen de Contratación de Servicios en el
que aparece que el demandado solicit ó la apertura de lo que se
denomina “Línea de Operaciones con Garantía Colaterales ”, lo que
sumado al contenido del documento de fojas 282 y de aquellos que
rolan a fojas 315 a 318, incorporados al proceso con citaci ón y no
objetados por la demandada, permiten tener por acreditada la
existencia de la cuenta de inversión que vincula a KT con el
demandado en estos autos.
NEXKXYQYZM
Segundo: Que acreditado que fue el v ínculo contractual, de
conformidad con lo prescrito en el art ículo 1698 del C ódigo Civil,
corresponde precisar, entonces, el contenido y alcance de las obligaciones
asumidas por las partes en el contexto de la relaci ón contractual para
resolver, en definitiva, si se configura el incumplimiento que imputa la
actora al demandado.
Tercero: Que ForexChile S.A y su filial ForexChile Corredores de
Bolsa S.A, por mandato del demandado Sr. Godoy, estaba facultada y
obligada a servir de intermediador o broker –a través de una plataforma
destinada al efecto– en la compra y venta de derivados financieros transados
en el referido mercado privado. Al efecto, según consta en la “Ficha de
Cliente Natural” acompañada por la actora, el Sr. Godoy facult ó
expresamente a Forex Chile Corredores de Bolsa S.A para que abone a lo
que denomina “cuenta de transacciones en la plataforma” lo que haya
recibido como producto de ventas o dividendos cobrados para él. Asimismo,
se confirió la facultad a Forex S.A de depositar en las cuentas de los bancos
que el Sr. Godoy indica el producto de las ventas o dividendos cobrados por
él cuando personalmente lo solicite.
Por su parte KT Financial Group Limited, representada por su
agencia en Chile, se obligó a la apertura de la mencionada línea de
operaciones con garantías colaterales. Lo anterior, como se indic ó, se
desprende del tenor literal del documento titulado “Resumen de
Contratación de Servicios”. Pues bien, para estos efectos y a fin de permitir
la transacción de instrumentos por parte de Forex Corredora de Bolsa S.A
como intermediario, el demandado contrató la apertura de una cuenta de
inversión con KT para operar en la compra y venta –entre otros – de
contratos por diferencia de valores futuros. Esta cuenta se rige, seg ún se
indica en la cláusula primera del documento de fojas 36, por lo dispuesto en
NEXKXYQYZM
ese instrumento y por las disposiciones que KT publique y mantenga en su
plataforma de inversiones online o en la página web que se indica.
Cuart o: Que en el contexto de esta relación contractual el
demandado declaró conocer y aceptar los riesgos de transar en el mercado
extrabursátil con instrumentos financieros de caracter ísticas t écnicas
complejas, pero cuya existencia le fue explicada según sus propias
declaraciones que constan en los documentos suscritos por él y que han sido
incorporadas al proceso con citación sin deducir objeci ón. Entre tales
declaraciones destaca la consignada en la letra a) del numeral 5 del
documento de fojas 33 vuelta, titulado “Declaraci ón de origen de fondos,
aviso legal de riesgo y notificación de elementos fundamentales en el
funcionamiento de los mercados financieros”, mediante la cual se ñal ó que
ha sido informado y él ha comprendido el riego del mercado financiero, en
cuanto éste implica un alto nivel de riesgo, pues un movimiento
relativamente pequeño en el mercado podrá tener un impacto
proporcionalmente mayor en los fondos que él deposit ó o debi ó depositar y
que tal efecto puede ser ventajoso o desventajoso para su cuenta, caso este
último en el que será necesario depositar fondos adicionales para mantener
la posición en el mercado.
Así entonces, el contrato obliga al cliente a poner a disposici ón en su
cuenta de inversión fondos suficientes para responder ante eventuales
pérdidas o movimientos del mercado que le resulten desventajosos. En este
sentido, la cláusula tercera de contrato de apertura de cuenta de inversi ón
celebrado entre el demandado y KT Financial Group, establece
expresamente que el sistema requiere del depósito de dineros que respalden
las operaciones, los que podrán ser depositados en la cuentas bancarias de
esta última –como ocurrió en la especie– o en las cuentas bancarias de sus
agencias o representantes. La misma obligación consta en la cláusula sexta
NEXKXYQYZM
del referido texto en cuanto dispone que es responsabilidad y obligaci ón del
cliente mantener en todo momento fondos suficientes para garantizar sus
operaciones.
Quinto: Que la actora ha imputado el incumplimiento de esta
última obligación, asegurando que luego de la transacci ón realizada en el
mes de octubre del año 2014 sobre una serie de contratos por diferencia
denominados “#neflx” –un tipo de contrato de derivados del valor de la
acción de la compañía Netflix Inc.– la cuenta de inversión del demandado
no tuvo fondos suficientes para responder de la p érdida operacional
generada luego de la venta de dichos instrumentos ocurrida el d ía 16 de
aquel mes, ordenada por el demandado y causada por la ca ída inesperada
de su precio. Por lo anterior, asegura la demandante que es acreedora de la
suma de $72.900.885.
A fin de acreditar lo anterior, a fojas 283, la actora ha acompañado
con citación un informe de balance del a ño 2014, el que no ha sido
objetado de contrario y que da cuenta que desde el mes de junio de ese a ño
el demandado realizó depósitos y operó generando ganancias y p érdidas que
luego de ser descontadas mantuvieron un saldo positivo hasta el mes de
septiembre. Sin embargo, tal como lo señala la demandante se advierte que
en el mes de octubre del año 2014 se registró una p érdida de $185.957.487
a descontarse de un saldo de $107.000.000 depositados en la cuenta del
demandado, generando entonces un saldo negativo de $72.900.885, sin que
la demandada haya alegado la existencia de alguna transferencia posterior
para cubrir dicho monto.
Asimismo, la prueba testifical rendida por la actora, valorada de
conformidad con lo que dispone el artículo 384 N° 2 del C ódigo de
Procedimiento Civil, permite tener por acreditado que a contar del mes de
octubre del año 2014, la cuenta del demandado no mantuvo un saldo
NEXKXYQYZM
suficiente para responder de la referida pérdida de fondos. Al efecto, prest ó
declaración el testigo Carlos Gómez Cisternas quien señaló haber tenido
acceso al resumen de operaciones realizadas personalmente por el Sr.
Godoy, incluida las operaciones de la compañía Netflix, en donde –seg ún
indica- aparece la pérdida de aproximadamente $100.000.000, generando
un saldo negativo de $70.000.000 en la cuenta del Sr. Godoy. En similares
términos, declaró el testigo Sergio Tricio Carreño quien señaló que el
demandado es cliente de KT Financial y que realiz ó a trav és de la
plataforma electrónica la compra y venta de instrumentos financieros,
específicamente de contratos por diferencia de la acciones Netflix, por una
suma 6 ó 7 veces superior a la garantía depositada, asumiendo el riesgo de
perder ese monto y superar así el saldo de su cuenta.
Sexto: Que, por su parte, la prueba rendida por el demandado y
que ha sido reseñada en el considerando sexto del fallo en alzada, no resulta
pertinente para acreditar, conforme lo dispone el artículo 1698 del C ódigo
Civil, el cumplimiento de la obligación y con ello su extinci ón, desde que
ésta no dice relación con los montos depositados en la cuenta de inversi ón
que, como se tuvo por acreditado, vincula a las partes. As í las cosas, no
cabe sino concluir que no dio debido cumplimiento a la obligaci ón que
contrajo y ese incumplimiento, de conformidad al N° 3 del art ículo 1553
del Código Civil, da derecho a su acreedor a demandarle la indemnizaci ón
de los perjuicios resultantes de la infracción del contrato.
S éptimo: Que, así las cosas, establecido que ha sido el
incumplimiento del contrato, corresponde resolver si éste es imputable al
deudor, es decir, si se trata de un incumplimiento voluntario por dolo o
culpa, o de uno que se debe al caso fortuito o fuerza mayor, eximentes de
responsabilidad que, por cierto, no han sido invocadas por el demandado y
que, por lo tanto, no serán analizadas. Ahora bien, resulta necesario
NEXKXYQYZM
abordar que el hecho sobreviniente y verificado con posterioridad a la
celebración del contrato, consistente en la importante disminución del precio
del instrumento financiero derivado de las acciones de la compañía Netflix y
que generó la pérdida de la inversión total del demandado –al extremo de
superar los fondos depositados en su cuenta– es un hecho ajeno a la
voluntad de las partes y ha producido un desequilibrio tal en sus
prestaciones que el cumplimiento de la obligación por parte del cliente
inversionista importa ahora un desembolso exagerado.
Esa situación, se podría enmarcar en lo que la doctrina denomina
teoría de la imprevisión, doctrina de la imprevisión o excesiva onerosidad
sobreviviente. En efecto, el profesor René Abeliuk Manasevich en el tomo II
de su obra "Las Obligaciones" (Editorial Jurídica de Chile, Tercera Edici ón,
año 1993, p. 699) define la imprevisión como la facultad del deudor de
solicitar la resolución o revisión del contrato de ejecución postergada cuando
un imprevisto ajeno a la voluntad de las partes ha transformado su
obligación excesivamente onerosa. Sin embargo, de conformidad con el
artículo 1560 del Código Civil y el tenor de las declaraciones del Sr. Godoy
en torno a conocer los riesgos de invertir en el mercado informal extra
bursátil y su comportamiento anterior al hecho sobreviniente durante los
meses de junio a septiembre de 2014, excluyen en el caso de autos la
aplicación de la imprevisión. Como se indicó, el demandado manifest ó
conocer y entender las condiciones generales de contrataci ón, las que
asegura fueron entregadas por KT Financial y ForexChile S.A y, en virtud
de la cuales, las partes operaron en un mercado cuya caracter ística principal
es el apalancamiento financiero, el que implica un alto nivel de riesgo y al
que se hace especial referencia en las letras a) y k) del documento de fojas
33, referido en el considerando cuarto de este fallo. No cabe entonces
atribuir a tales declaraciones –ya que no existen elementos para ello – otro
NEXKXYQYZM
sentido que el de haber entendido el demandado y, por tanto, asumido que
su inversión implicaba un alto nivel de riesgo. Al mismo tiempo, tales
declaraciones dan cuenta del cumplimiento del deber de informaci ón que
recae sobre KT y sus agencias o filiales en este contrato de adhesi ón y, con
ello, de la ejecución del contrato de conformidad con lo prescrito en el
artículo 1546 del Código Civil.
A mayor abundamiento, cabe señalar que dado el contexto f áctico y
jurídico analizado en las motivaciones que anteceden, resulta pertinente
recordar otro principio general del derecho: el del efecto de los actos
propios. La profesora Inés Pardo de Carvallo, citando al catedrático de la
Universidad Complutense de Madrid Luis Diez-Picazo, indica que "una
pretensión es inadmisible y no puede prosperar cuando se ejercita en
contradicción con el sentido que, objetivamente y de buena fe, ha de
atribuirse a una conducta jurídicamente relevante y eficaz, observada por el
sujeto dentro de una situación jurídica" (Revista de Derecho de la
Universidad Católica de Valparaíso, XIV (1991-1992), "La Doctrina de los
Actos Propios”, pág. 61). Este principio encuentra su justificación en la
conducta contradictoria de quien la ejecuta, la que no tiene asidero pues
vulnera la buena fe objetiva que se debe observar. Es la lesi ón injustificada a
la buena fe, la que proporciona una fuerte raz ón para poner de cargo del
que se contradice el riesgo de su inconsistencia.
Como es sabido, la señalada teoría se funda en el principio general
del derecho fundado en la necesidad de respetar y reconocer los efectos de
las situaciones jurídicas creadas y asumidas por el mismo sujeto que despu és
las reclama. En este sentido, esta Corte debe velar por la estabilidad de las
relaciones jurídicas amparadas por las legítimas expectativas que surgen a
partir de la vinculación en que tienen lugar los hechos de los cuales se
deducen sus efectos, los que impiden que alguien pueda v álidamente
NEXKXYQYZM
conculcarlos, contravenirlos o derechamente desconocer su carácter
vinculante, todo ello de acuerdo a la aplicación de la máxima del derecho
romano "nemine licet adversum sua pacta venire", expuesta tambi én bajo el
brocardo jurídico de la época de los glosadores como "venire contra factum
propium non licet non valet" y que en palabras del profesor Luis Diez-
Picazo Ponce de León se traduce en que "La persona que adopta y observa,
dentro de una determinada situación jurídica, una cierta conducta relevante
y eficaz, que objetivamente debe ser valorada como un anuncio o signo de
que un derecho subjetivo o una facultad no ser á ejercitada o lo ser á s ólo
dentro de unos ciertos límites, el principio general de la buena fe le impone
un deber de coherencia de su comportamiento y, como consecuencia de
ello, cuando esa misma persona intenta ejercitar un derecho subjetivo
incompatible o contradictorio con su conducta anterior, la pretensi ón
ulterior se torna plenamente inadmisible". (La Representación en el Derecho
Privado, Madrid, 1979, Editorial Civitas, pág. 94 y 95).
NEXKXYQYZM
del Sr. Godoy, en el documento se advierten dep ósitos que ascienden a un
total de $12.000.000 (doce millones de pesos), a los que sumadas las
ganancias obtenidas y descontadas las pérdidas se entrega como resultado
un balance positivo de $12.101.032 (doce millones ciento un mil treinta y
dos pesos). Pues bien, lo anterior da cuenta de un contratante que ejecut ó el
contrato durante un lapso importante, cumpliendo las obligaciones que el
mismo le impuso, lo que permiten concluir que estaba en cabal
conocimiento de sus derechos y deberes como inversionista.
Octavo: Que respecto a la ejecución del contrato, clarificador resulta
también el informe en derecho elaborado por el profesor Álvaro Quintanilla
Pérez, acompañado por la demandante en segunda instancia y ante esta
Corte, pues permite –junto con la prueba testifical rendida por la actora –
comprender que los contratos por diferencia se pueden referir a variaciones
del valor que experimentan los precios de índices accionarios, como ocurri ó
en la especie, y que si el valor aumenta, una parte pagar á a la otra
dependiendo de la posición de “compra” o “venta” que cada uno haya
asumido al concretarse la operación. Esta variación de valor est á
determinada por centros financieros cuya alimentaci ón se realiza
contratando a empresas especializadas a nivel mundial. El autor del informe
destaca que se trata de mercados continuos de gigantesca liquidez y de
enorme volatilidad, lo que determina cambios rápidos que demandan del
inversor la dedicación, responsabilidad y seguimiento necesarios para
alcanzar los resultados propuestos. Agrega que la operaci ón del inversor es
un trabajo de conocimiento de las áreas financieras y de agudo pron óstico
del comportamiento del mercado en el que no interviene el azar.
En este escenario, cabe concluir que el demandado asumi ó el riesgo
de una operación financiera que eventualmente pudo ser –y en los hechos
resultó– desventajosa. Así, el descenso del precio de los instrumentos
NEXKXYQYZM
financieros adquiridos por el demandado le ha generado un perjuicio
patrimonial que no puede ser trasladado a su contraparte o a terceros. Por
tanto, si bien el demandado depositó fondos antes de realizar la m ás
cuantiosa de sus inversiones –de suyo riesgosa–, éstos no fueron finalmente
suficientes para cubrir el monto total de la pérdida, sin que transfiriera
posteriormente el monto requerido, incumpliendo con ello el contrato, lo
que se presumirá culpable de conformidad con lo dispuesto en el art ículo
1547 del Código Civil. Esta situación genera entonces la aplicaci ón del
artículo 1489 del mismo cuerpo legal.
Noveno: Que, habiendo optado la actora por solicitar el
cumplimiento forzado del contrato, resulta pertinente atender a lo se ñalado
en el ya referido informe derecho acompañado al proceso, el que
refiriéndose al contrato de apertura de cuenta con KT Financial Group
señala que: “el objeto del contrato para KT es obtener una “ganancia”
representada por el denominado spread de mercado aplicado a la diferencia
entre el precio de compra y el de venta de un activo financiero, que no es
propiamente una comisión (opera acá el mismo principio que existe en una
casa de cambio). Como los productos en que opera el inversionista est án
estructurados en CFDs al cierre no se producen traspasos f ísicos de activos
subyacentes sino pagos por compensación. La ganancia o p érdida se
valoriza en la moneda o divisa que corresponde al mercado del
instrumento” Luego, se advierte, entonces que KT Financial Group es la
contraparte de los clientes y debe cubrir los costos de las operaciones, para
lo que conviene con el cliente mantener un patrimonio de garant ía
destinado a cubrir y responder de los costos de las operaciones que se
produzcan en contra del cliente inversor.
En consecuencia, se accederá a la acción de cumplimiento forzado de
contrato, debiendo el demandado pagar aquella suma que, como se ha
NEXKXYQYZM
establecido, no estuvo disponible en su cuenta de inversión N° 13424419 de
KT Financial Group, al momento de finalizar la última operaci ón realizada
por él en el mes de octubre del año 2014, tal como se dirá en lo resolutivo.
D écimo: Que, en cuanto a los perjuicios derivados del
incumplimiento y cuya indemnización reclama conjuntamente la actora,
habrá de analizarse ahora sus requisitos de procedencia.
D écimo primero: Que la demandante ha alegado la existencia del
daño emergente el que hace consistir en los gastos en que debi ó ocurrir su
parte durante la tramitación del presente juicio, espec íficamente el pago de
los honorarios de los abogados que han intervenido en éste. La actora no
esgrimió más fundamento que el señalado ni tampoco rindi ó prueba alguna
que permita tener por acreditada la existencia de la indemnizaci ón que se
demandada, razón por la que a este respecto la acción será desestimada.
A mayor abundamiento y aun cuando no se invoc ó a este respecto
otro motivo que el señalado, valga advertir que la pretensi ón de
indemnización de daños patrimoniales directos aparece satisfecha –dentro de
los límites de la acción ejercida que están establecidos por la
fundamentación fáctica y jurídica invocada por la propia actora – con la
condena que se impondrá al demandado de cumplimiento forzado del
contrato sub lite que se ha referido en el considerando noveno de este fallo.
NEXKXYQYZM
Al efecto, cabe señalar que el lucro cesante corresponde a la utilidad,
provecho o beneficio económico que una persona deja de obtener como
consecuencia, en la especie, de un incumplimiento contractual. A diferencia
de lo que usualmente ocurre con el daño emergente, el lucro cesante tiene
siempre un elemento contingente, por cuanto se basa en un supuesto, que
quien lo reclama habría obtenido ciertos ingresos de no haber ocurrido el
hecho que genera la responsabilidad del demandado. De este modo el
profesor Barros expresa, en cuanto a su prueba, que el lucro cesante será
determinado usualmente por medio de presunciones e informes periciales.
La prueba deberá demostrar usualmente que la v íctima percib ía ingresos y
que los habría seguido percibiendo de no mediar el da ño; en otros casos
deberá mostrarse una expectativa razonablemente probable de que se habr ía
obtenido el beneficio. (“Tratado de Responsabilidad Extracontractual ”,
Editorial Jurídica de Chile, año 2013. Primer Ed., pág. 263).
Por lo anteriormente señalado, lo esgrimido por la demandante como
fundamento de su petición carece de un sustento f áctico que haga
procedente la indemnización desde que no propone base de c álculo alguna
y, menos aún, incorpora algún elemento de prueba que permita tener por
acreditada su existencia, debiendo rechazarse la demanda tambi én en este
aspecto.
NEXKXYQYZM
Al efecto, el sólo hecho de haberse acogido en el fallo que se revisa la
excepción de falta de legitimidad activa de quienes forman parte del
directorio de ForexChile S.A, es suficiente para rechazar es este aspecto la
demanda. Sin embargo, a mayor abundamiento, cabe advertir que la
fundamentación invocada es vaga y genérica, lo que impide, a lo menos,
presumir su existencia pues nada aparejó al proceso para estos efectos, carga
procesal que le correspondía según se anotó y en virtud de las reglas de la
prueba prescritas en el artículo 1698 del Código Civil. Lo que, por cierto,
impide acceder a la reserva solicitada de conformidad con el art ículo 173
del Código de Procedimiento Civil.
NEXKXYQYZM
I.- Que se ordena a la demandada a cumplir con lo estipulado en las
condiciones de contratación, debiendo pagar a la actora la suma de
$72.900.885 (setenta y dos millones novecientos mil ochocientos ochenta y
cinco pesos). Se devengarán intereses corrientes para operaciones
reajustables, la suma indicada se pagar á reajustada seg ún la variaci ón del
Índice de Precios al Consumidor, aplicado con un mes de desfase, desde la
fecha de esta sentencia y sobre el monto resultante se calcular án y pagar án
intereses corrientes para operaciones reajustables.
II.- Que se rechaza la indemnización del lucro cesante y la
indemnización de los perjuicios extrapatrimoniales.
III.- Que cada parte pagará sus costas.
Reg ístrese y devu élv ase con sus agregados .
Redacci ón a cargo de la ministra se ñora Mar ía Eugenia
Sandoval.
N º 28.122- 2018.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros
Sr. Guillermo Silva G., Sra. Rosa Egnem S., Sra. Mar ía Eugenia
Sandoval G., Sr. Juan Fuentes B. y Sr. Carlos Aranguiz Z.
No firman los Ministros Sra. Egnem y Sr. Aránguiz, no obstante haber
concurrido ambos a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por estar con
permiso la primera y con licencia médica el segundo.
NEXKXYQYZM
GUILLERMO ENRIQUE SILVA
GUNDELACH
MINISTRO(P)
Fecha: 20/03/2020 12:01:11
NEXKXYQYZM
Autoriza el Ministro de Fe de la Excma. Corte Suprema
Se han argüido diversas razones para cierta medida simples formas particulares
fundamentar esta obligación, que no se de este deber general de protección.
oponen, sino más bien se yuxtaponen. En un Nuestro derecho contiene importan-
principio la doctrina trató de encontrar su tes referencias a este deber: El epígrafe
fundamento en la buena fe con que deben del Libro II del Código, que dice: “De la
cumplirse los contratos; pero lo cierto es Protección a los Trabajadores”. Como este
que la buena fe, más que el fundamento de cuerpo legal se refiere a las relaciones entre
una obligación, representa la forma como partes, forzoso es concluir que alude a la
la obligación debe cumplirse. Pérez Botija responsabilidad del empleador.
estima que se trata de la contrapartida de Este Libro es algo misceláneo y regla-
los deberes de lealtad y fidelidad del tra- mentario: su Título I contiene normas sobre
bajador.190 Kaskel-Dersch,191 Krotoschin192 prevención, higiene y seguridad, que se
y otros autores apuntan a la situación de verán más adelante; su Título II se refiere
comunidad jurídico-personal que caracte- a la protección de la maternidad, que es
riza a la relación de trabajo y al principio también una muestra importantísima de
protectorio, principio pro operario que surge este deber general de protección, en cuanto
de la esencia del contrato de trabajo e insis- impone obligaciones directas al empleador,
ten en que se trata de un deber principal y y que será objeto de análisis particular más
sustantivo del empleador, y no de un deber adelante. El Título III alude a las obligacio-
nes de afiliación y cotización en el seguro
secundario o accesorio. Bayón busca para
contra riesgos de accidentes del trabajo y
este deber un fundamento jurídico dentro
enfermedades profesionales.
de la técnica del Derecho de Obligacio- El artículo final del Título I contiene el
nes: en cada contrato existen condiciones articulado de nuestra ya legendaria ley de
y requisitos encaminados a la conservación sillas (Ley Nº 2.951, de 1915), cuyo texto se
de los valores que en él se juegan. “Si el transcribe por su valor histórico: “En los al-
contenido esencial del contrato de trabajo macenes, tiendas, bazares, bodegas, depósitos
es el propio trabajo –concluye–, es lógico de mercaderías y demás establecimientos
proteger su fuente para que el contrato se comerciales semejantes, aunque funcionen
realice”.193 como anexos de establecimientos de otro
Son múltiples los deberes concretos que orden, el empleador mantendrá el número
integran este deber general de protección; suficiente de asientos o sillas a disposición
sería tan difícil enumerarlos como especifi- de los dependientes o trabajadores.
car todas las formas y manifestaciones que La disposición precedente será aplicable
pueden tener las obligaciones de lealtad y en los establecimientos industriales, y a los
fidelidad del trabajador. trabajadores del comercio, cuando las fun-
Además, los deberes que se tratarán en ciones que éstos desempeñan lo permitan”
los párrafos siguientes (higiene y seguridad, (art. 193).
ocupación adecuada, etc.) representan en Así, pues el contenido de este Libro debe
ser ponderado más en función de su con-
texto y de su epígrafe que en función de
positivos, hablan del “deber de previsión” para referirse
a la mayor parte de este derecho general de protec-
su articulado mismo.
ción (Kaskel-Dersch, Barassi, Pergolesi, etc.).
190
Curso de Derecho del Trabajo, ob. cit., pág. 185.
3.5. EL DEBER DE HIGIENE Y SEGURIDAD
Agrega Eugenio Pérez que “además podemos buscar
razones político-sociológicas y político-económicas 3.5.1. Contenido y alcance del Título I del
que fundamentan su existencia”. Libro II del Código
191
Derecho del Trabajo, ob. cit.
192
Tratado de Derecho del Trabajo, ob. cit., t. I, El artículo 184 encabeza el Título I, so-
págs. 314 y ss.
193
Manual de Derecho del Trabajo, ob. cit., vol. II,
bre disposiciones generales, del misceláneo
págs. 120 y ss. Libro II del Código del Trabajo.
194
Contenido del contrato de trabajo
195
Manual de Derecho del Trabajo - Tomo III
a las prescripciones del derecho común, Artículo 188: “Los trabajos de carga y
incluso el daño moral. descarga, reparaciones y conservación de
“Los valores que tienden a preservar la naves y demás faenas que se practiquen
obligación de seguridad, ha dicho la juris- en los puertos, diques, desembarcaderos,
prudencia, en forma directa e inmediata, muelles y espigones de atraque, y que se
no son de índole patrimonial, sino es la consulten en los reglamentos de este tí-
propia vida, la integridad física y psíquica, tulo, se supervigilarán por la autoridad
y la salud del trabajador. marítima”.
Atendido lo anterior y dada la circunstan- Artículo 190: “Los Servicios de Salud
cia de que el artículo 69 de la Ley Nº 16.744 fijarán en cada caso las reformas o medi-
no determina el grado de culpa de que debe das mínimas de higiene y seguridad que
responder el empleador en su cumplimien- los trabajos y la salud de los trabajadores
to, necesario resulta concluir que éste es aconsejen. Para este efecto podrán disponer
el propio de la culpa levísima, es decir, la que funcionarios competentes visiten los
falta de aquella esmerada diligencia que un establecimientos respectivos en las horas y
hombre juicioso emplea en sus negocios oportunidades que estimen conveniente,
importantes. y fijarán el plazo dentro del cual deben
Esta conclusión, a su vez, guarda conso- efectuarse esas reformas o medidas”.
nancia con la intelección amplia como debe Artículo 191: “Las disposiciones de los
interpretarse y aplicarse la norma contenida
tres artículos anteriores se entenderán sin
en el artículo 184 del Código del Trabajo,
perjuicio de las facultades de fiscalización
lo que fluye de su texto, de su sentido y de
su finalidad”.194 que en la materia correspondan a la Direc-
En los artículos siguientes de este Título ción del Trabajo.
se entremezclan disposiciones meramente La Dirección del Trabajo respecto a
reglamentarias con otras sustantivas impor- las materias que trata este Título, podrá
tantes, se mencionarán las substantivas. controlar el cumplimiento de las medidas
Artículo 187: “No podrá exigirse ni ad- básicas legalmente exigibles relativas al
mitirse el desempeño de un trabajador en adecuado funcionamiento de instalacio-
faenas calificadas como superiores a sus nes, máquinas, equipos e instrumentos
fuerzas o que puedan comprometer su sa- de trabajo.
lud o seguridad. Cada vez que uno de los servicios facul-
La calificación a que se refiere el inciso tados para fiscalizar la aplicación de nor-
precedente, será realizada por los organis- mas de higiene y seguridad, se constituya
mos competentes en conformidad a la ley, en visita inspectiva en un centro, obra o
teniendo en vista la opinión de entidades de puesto de trabajo, los demás servicios de-
reconocida especialización en la materia de berán abstenerse de intervenir respecto de
que se trate, sean públicas o privadas”. las materias que están siendo fiscalizadas,
en tanto no se haya dado total término al
194
Corte Suprema, sentencia de 27 de mayo de respectivo procedimiento.
1999, Rol Nº 4313, publicada en Revista Laboral Chi- Con todo, en caso que el Inspector del
lena, junio de 1999. Trabajo aplique multas por infracciones a
Hay varios otros fallos que han sentado idéntico dichas normas y el afectado, sin perjuicio
predicamento. de su facultad de recurrir al tribunal com-
En todo caso, es de señalar que, al margen de
preciosismos jurídicos, nuestra jurisprudencia se petente, presente un reclamo fundado, en
ha orientado, en forma clarísima, por la estrictez razones de orden técnico, ante el Director
que exige al empleador en su cumplimiento de la del Trabajo, éste deberá solicitar un informe
obligación de seguridad, normalmente aludiendo a a la autoridad especializada en la materia
la expresión “eficazmente” utilizada en el artículo 184 y resolverá en lo técnico en conformidad
del Código del Trabajo. Vid., entre otras, sentencia
de la Corte de Apelaciones de Santiago, de 15 de a dicho informe”.
julio de 1997, Rol Nº 1228-07, publicada en Revista Este es el artículo que ha regulado la
Laboral Chilena, enero de 1998. forma como la Dirección del Trabajo velará,
196
Contenido del contrato de trabajo
197
Manual de Derecho del Trabajo - Tomo III
199 200
Alfredo Ruprecht, Higiene y Seguridad en el En estas normas existen preceptos verdadera-
Trabajo, Buenos Aires, 1961, pág. II, observa: “Hasta mente legales y no meramente reglamentarios, en
el siglo XIX nada hay sobre el tema; las pocas normas especial las sanciones de clausura que pueden impo-
o preceptos que se dan tienen en mira otras razones nerse a los establecimientos. Tanto el Código Sanitario
o fines: los problemas de vecindad. como la Ley Nº 16.744 (art. 68, inc. final) otorgan un
El gran auge del maquinismo, la revolución indus- poder amplio al Servicio Nacional de Salud (Servicio
trial y el empleo de enormes masas de gente trabaja- de Salud del Ambiente en la Región Metropolitana y
dora eleva los infortunios a cifras nunca alcanzadas, Servicio de Salud en las restantes) “para clausurar las
y hace que se comience a pensar en la necesidad fábricas, talleres, minas o cualquier sitio de trabajo
de evitar o atemperar los accidentes nacidos por que signifique un riesgo inminente para la salud de
influencia del trabajo”. los trabajadores o de la comunidad”.
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