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jueves, 22 de octubre de 2020

Práctica 1. Procesal II

El 10 de octubre de 2012, Juan, interpone una demanda contra Pedro reclamando


250.000 euros por las lesiones y secuelas consecuencia de un accidente de
circulación ocurrido en julio de 2011 en Málaga y de las que se curó totalmente en
junio de 2012. Pedro, que era el conductor del vehiculo, se opone a la demanda
alegando que concurre la excepción de falta de litisconsorcio pasivo necesario,
pues entiende que Juan tenía que haber demandado también a la Compañía de
Seguros. En cuanto al fondo, Pedro alega que la culpa fue de Juan por haberse
introducido en la calzada sin mirar si venía algún vehículo. No se presenta prueba
documental ninguna acompañando a la demanda ni a la contestación.
Citadas las partes a la audiencia previa, Pedro decide inicialmente no acudir a la
celebración de la misma, y enviar al acto a su abogado y su procurador, aunque
finalmente consigue ir personalmente junto a ellos. Por su parte, Juan, a la vista de
la excepción de falta de litisconsorcio pasivo necesario alegada por Pedro en su
contestación a la demanda, Juan decide demandar también a la Compañía de
Seguros, por lo que presenta la demanda correspondiente frente a ésta en el acto
de la audiencia previa. Y, por otra parte, Juan realiza una modificación en la
demanda frente a Pedro, ya que en este acto alega que la cuantía que reclama es
de 300.000 € y no de 250.000 €, porque en la primera demanda no incluyó los
costes de las sesiones de rehabilitación a las que tuvo que someterse.
Como prueba, Juan solicita solamente la de un testigo que dice que Pedro
conducía con exceso de velocidad y que por eso atropello a Juan, y la de un perito
experto en tráfico para que informe si conducir a 120 kilómetros en una zona de
curvas es temerario. Pedro solamente solicita el interrogatorio de Juan, para que
declare si cruzó la calzada sin mirar si venían vehículos. El juez admite todas las
pruebas.
Iniciadas las sesiones del juicio oral, Juan aporta un documento manuscrito
firmado por ambas partes y fechado el mismo día del atropello, en el que Pedro
reconoce su culpa en el accidente porque iba mirando el móvil mientras caminaba y
no comprobó si venía o no algún vehículo antes de cruzar. Pedro no impugna la
autenticidad del documento.
En el juicio se practican todas las pruebas, salvo el interrogatorio de Juan, que aún
advertido de las consecuencias de su inasistencia, no acudió a declarar.
En la sentencia, dictada el 13 de mayo de 2013, el Juez desestima la demanda y
absuelve a Pedro y a la Compañía de Seguros, por entender que, al no haber
acudido al juicio para ser interrogado, Juan, reconoce que efectivamente se
introdujo en la calzada de manera impetuosa y que eso fue la causa del accidente.

Última pregunta: ¿es correcta la sentencia y la motivación que hace el juez?

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jueves, 22 de octubre de 2020
Respuesta: Sí, es correcta la sentencia y la motivación que hace el juez de la
misma, ya que según el artículo 304.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, si la parte
que es citada para el interrogatorio no comparece en el juicio, el tribunal puede
considerar como ciertos los hechos en que dicha parte hubiera intervenido
personalmente.
Esto es, al no acudir al interrogatorio, Juan reconoce que cruzó la calzada sin mirar
y causó el accidente.
Además, establece el artículo mencionado que la incomparecencia al interrogatorio
de la parte citada lleva consigo la imposición de una multa (a la que se refiere el 292
LEC).

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