Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Módulo - 1 Parte (I Los Clásicos de La Sociología) 2015
Módulo - 1 Parte (I Los Clásicos de La Sociología) 2015
Cap. 4- Profesión: Científico1 del texto Capital cultural, escuela y espacio social
“… Las particularidades de la sociología se acercan mucho a la imagen que se hace de
ella los profanos. Durkheim decía que uno de los obstáculos más grandes para la
constitución de la sociología como ciencia, reside en el hecho de que cada quien, en
sus materias, piensa tener la ciencia infusa. Los intelectuales y los periodistas,
especialmente, que no soñarían en discutir un trabajo de física o de biología, o incluso
un debate con pretensión filosófica entre un físico y un matemático, no vacilan, sin
embargo, en juzgar un análisis científico, igualmente exigente y riguroso, del
funcionamiento de la universidad o del mundo intelectual.
La ciencia social que, como toda ciencia, está construida contra el sentido común,
contra las apariencias primeras, está por ello también permanentemente sometida al
veredicto del sentido común. Es así cómo los investigadores menos competentes- para
no hablar de los simples profanos- están seguros de encontrar cierta aprobación entre
los profanos más directamente interesados cuando se proponen “refutar” en nombre
del sentido común las adquisiciones científicas obtenidas al precio de una ruptura-
frecuentemente difícil de poner en práctica y hacer comprender- con el sentido común
(habría que poner ejemplos pero sería largo y difícil). La refutación científica de esas
“refutaciones” a la usanza de los profanos no es siempre fácil paradójicamente.
Schopenhauer cuenta en alguna parte que una de las estrategias retóricas que
considera de las más desleales consiste en lanzar al adversario, en un debate público,
una objeción a la cual este último no puede responder verdaderamente sin dar
argumentos que pasarán por encima de la comprensión de la mayoría del público- el
sociólogo frecuentemente está en situado ante este tipo de situación. Puede refugiarse
en el silencio, y dejar el estrado a los titiriteros. Pero no le es fácil resignarse a esta
retirada cuando él cree, como yo, que su ciencia puede cumplir funciones liberando,
tanto como las otras ciencias, si no es que más…”
Esta ciencia incomoda porque fundamentalmente implica, por un lado ruptura y por
otro, problematización. Ruptura con el pseudo conocimiento surgido de las
descripciones superficiales cuando no de los prejuicios, de las pre-nociones, de las
creencias. Pero también esta ciencia incomoda porque problematiza las apariencias, las
1
Pour la Science, núm. 149, marzo de 1990. Edición francesa de Scientific American. Este texto es una
transcripción de la entrevista realizada por Émile Noël a Pierre Bourdieu y que fue difundida por France
Culture, de París, el 14 de marzo de 1990.
verdades aceptadas, buscando fundamentos, analizando multidimensionalmente,
prestando atención particular a los temas que parecen de la menor importancia porque
son los que constituyen la trama de las estructuras sociales y políticas. Por eso, es
conocimiento problematizador de lo obvio y provisional en sus afirmaciones, pues
muchas de ellas son incertidumbres y nuevos interrogantes (Boitier et al, 2003). Al
decir de Bourdieu2 (1997): (...) Está claro que la sociología incomoda; y ella incomoda
porque revela, en lo que no se distingue para nada de las otras ciencias: “no hay más
ciencia que la de lo oculto”, decía Bachelard. Pero lo oculto- y es ahí donde el zapato
aprieta- es de un tipo completamente particular: se trata frecuentemente de un
secreto -que, como ciertos secretos de familia, no quieren ser revelados- o, mejor aún,
de un inhibido, especialmente en lo que concierne a los mecanismos o a las prácticas
que contradicen demasiado abiertamente el credo democrático (pienso por ejemplo en
los mecanismos sociales de la selección escolar que he desmontado). Es lo que hace
que, aun si se contenta con enunciar lo que es (no sin cierto placer malicioso), el
sociólogo que hace su trabajo de desvelamiento, en lugar de conformarse con registrar
y ratificar las apariencias, puede parecer que denuncia…”
Sin embargo, Durkheim afirmaba en “Las Reglas del Método Sociológico” la necesidad
de abordar los hechos sociales como “cosas”, desechando las “prenociones”, buscando
distanciar el sujeto de conocimiento del objeto de conocimiento posibilitando así la
neutralidad del observador. Si las “prenociones” del investigador, aparecen como un
velo que oculta y se interponen entre el investigador y la realidad, entonces la
eliminación de las prenociones para este autor, supone un requisito indispensable en el
logro de la objetividad siendo no sólo deseable sino fundamental en el desarrollo de la
Sociología como ciencia. Del mismo modo según Durkheim procedería las Ciencias de
la Educación, siendo los hechos educativos su objeto de estudio, los cuales serían
abordados como los demás hechos sociales.
Al hablar de la trama de prenociones que configura la vida cotidiana de los sujetos, ello
nos lleva a preguntarnos hasta que punto es posible la objetividad en Ciencias
Sociales, específicamente en Sociología y en Sociología de la Educación.
Frente a la neutralidad valorativa es decir, frente a aquellos que propugnan una ciencia
“libre de valores” lo cual garantizaría el status científico en este caso de la Sociología y
de la Sociología de la Educación, otros autores postulan que “...Las cuestiones
axiológicas, normativas, y en definitiva políticas, forman parte “internamente” (valga la
redundancia enfatizadora) de los problemas analizados...” (Ibáñez, 1992).
2
Bourdieu, P. (1997) Cap. 6- Sociología y democracia en Capital cultural, escuela y espacio social.
SigloXXI Edit., México.
Por otro lado, también nos encontramos con la cuestión de la ideología y su incidencia
en el origen y avance del estudio social de la educación. Así, en el caso
concreto de los planteamientos en torno a educación en los tres
Ideología:
autores clásicos de la sociología, sus desarrollos adquieren diferencias “La ideología impone
su marca en el
e incluso mayor significatividad por ejemplo en Durkheim, que en Marx contexto mismo de las
Ciencias Sociales” nos
y Weber a consecuencia de la “visión” de cada uno de ellos respecto al dice Sánchez Vázquez
papel de la educación y su relación con la sociedad. Destacamos que (1956). Es decir la
ideología interviene en
estos planteamientos surgen en un determinado contexto donde se la estructuración del
contenido; en la signi-
manifiestan ciertos fenómenos presentes en una sociedad ubicada ficación de los con-
ceptos de las teorías
espacial e históricamente. sociales, pues el signi-
ficado de un mismo
Por otro lado, reconocemos que muchos autores no ven a las ciencias concepto varía de una
teoría a otra, por ej. la
sociales en abstracto, sino afirman que el objeto de estudio de estas se teoría marxista signi-
fica la categoría clases
encuentra inserto en un proceso histórico social. Por lo tanto, tal como
sociales de modo dife-
se planteó en el Módulo Sociología (2002) “...el conocimiento científico rente a Weber; la rele-
vancia de ciertos con-
y más específicamente las ciencias sociales están condicionados ceptos que aparecen
en unas teorías de-
históricamente, pues su punto de partida es la consideración de la sempeñando un lugar
central mientras que
“visión”, de la concepción del mundo, principios en el investigador que en otras ocupan un
aunque no los explicite se encuentran en la cultura y en la sociedad lugar secundario o es-
tán ausentes, por ej.
donde vive. Esta visión precede, persigue y penetra el proceso superestructura, con-
cepto marxista que no
de investigación...” aparece en los plan-
teos teóricos de
Continuando con este planteo del conocimiento de lo social, desde una Durkheim. Pero las
Ciencias Sociales, si
perspectiva en la que se presenta a la Sociología como un bien no existen al
margen de la ideología
conocimiento que rompe con el sentido común, Wright Mills (1967) que la determinan,
detentan cierta auto-
además agrega que, si bien el punto de partida de esta ciencia es su nomía. Esta se vincula
a los requisitos de
vinculación a la experiencia humana, ello no significa que sea abordada sistematicidad y orde-
nación lógica, lo cual
como un problema personal e individual. Dichas experiencias sólo se impide a la ciencia “di-
entienden en el contexto de la historia y de la sociedad en que vivimos, solverse en ideología”.
Enguita, 1995). La conciencia de los hombres, las representaciones que se hacen del
mundo, sus ideas, etc. reflejan, expresan o dan forma al modo en que los hombres
producen su vida social y material . De ahí la importancia en su obra del análisis de la
estructura socio-económica.
Veamos una situación que nos permitirá reflexionar sobre estos planteos: Taberner
Guasp (1999) en España señala que al indagar sobre el origen social de los alumnos de
cuarto curso en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes de
Córdoba, y al hacerlo durante algunos años observó el siguiente hecho: “ ...entre los
alumnos cuyos padres trabajaban en el sector agrario había hijos de ingenieros
agrónomos e hijos de agricultores acomodados, pero ningún hijo de jornalero agrícola.
Sin embargo, el número de estos últimos es muy superior al de los primeros fuera de
los recintos universitarios...
Es más, también Marx llegó a pensar, con gran clarividencia, que una escuela gratuita
para todos en la sociedad capitalista podía servir de tapadera para ocultar la
desigualdad o legitimarla, pues la gratuidad hace pensar que la escuela sitúa a cada
uno en el lugar que merece su capacidad y esfuerzo (ideología meritocrática),
ocultando el origen de la desigualdad.....” (Taberner Guasp,1999)
Se propone como lectura recomendada el artículo del autor Fernández Enguita, M. “El
marxismo y la educación: un balance” que constituye un lúcido análisis de los
planteamientos acerca de la educación en la obra de Marx. Recordamos la importancia
del pensamiento de Marx por la influencia en los desarrollos posteriores de la
Sociología de la Educación, en especial en los autores postmarxistas y en las teorías
críticas.
Como es sabido, este prestigio o reconocimiento puede tener tres fuentes: la creencia
afectiva, la tradición o la creencia en la legalidad racional. De ahí surge la conocida
trilogía de los tipos ideales de dominación, cuya conexión con las diferentes formas de
educación se representan en el cuadro 1:
Cuadro 1
Tipo de Dominación
Carismática Tradicional Legal
Principio de Gracia Status heredado Ley racional
Legitimación
Fuente de Fe Lealtad personal Procedimiento
obediencia legislativo
Carácter de la Inestable e Patrimonial o Racional
organización indeterminada feudal burocrática
3
Weber hace referencia a la educación de elite ya que para este autor la educación es concebida como un
privilegio que comparte un pequeño grupo de la sociedad dotado de poderes especiales.
Objetivo El despertar del El cultivo del Utilidad
educativo carisma estilo de vida administrativa
Modelo educativo Ascesis mágica o Pedagogía de la Instrucción
prueba heroica cultura especializada
Siguiendo a Terrén (1996): “La rutinización afectó, por ejemplo, a la esfera de las
relaciones económicas a través de la expansión de la productividad del trabajo, pero
ésta fue posible por la subordinación del proceso de producción a la perspectiva
científica de la división del trabajo y la eficiencia. Esta misma subordinación afectó,
como ya se ha visto, a la esfera de las relaciones políticas. Pero también, y sobre todo,
afectó a la esfera de la vida intelectual, en la que el conocimiento científico desplazó a
la religión eliminando las fuerzas irracionales que «encantaban» el mundo de la
premodernidad, pues la progresiva expansión de la administración burocrática significó
también la expansión de la dominación ejercida a través del conocimiento tenido por
racional.
Esta penetración del racionalismo y la consiguiente rutinización de la cultura permitió la
progresiva concentración del poder en manos de los expertos técnicos. De esta forma,
y aunque la historia del racionalismo no permite hablar de una evolución paralela en
cada una de las esferas (1983: 57), la vida social fue pasando a estar cada vez más
empapada de una calculabilidad medios-fines que no sólo terminó con el
tradicionalismo como fuente de sentido de la acción, sino con toda forma alternativa
de concepción intelectual del mundo.”
Incluimos dentro de la lectura recomendada un fragmento dentro del capítulo referido
a las principales teorías y conceptos realizado por Taberner Guasp, J. , y un artículo de
Terrén E., que ofrece una aguda reflexión sobre la relación entre la dominación y las
diferentes formas de educación en el contexto de cambios sociales. En ambos textos
se explica los principales planteamientos de Weber con relación a la educación.
En cuanto a Taberner Guasp (1999), señala las principales diferencias en los clásicos.
Por ejemplo nos dice que tanto Weber como Marx tienen una visión más pesimista que
Durkheim respecto a la posibilidad de transformación y de cambio de las instituciones
educativas. Pero en el caso de Weber a diferencia de Marx considera que los
dispositivos escolares adquieren más sustantividad, pues no constituyen un mero
reflejo de las relaciones sociales de producción y por lo tanto, presentan mayor
resistencia a los cambios y a su disolución.