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11.1. El franquismo.

Fundamentos ideológicos del régimen franquista en el contexto


histórico europeo.
0. INTRODUCCIÓN.
La victoria del general Franco en la Guerra Civil (1936-1939) dio paso a la creación de un régimen
dictatorial, que fue liderado por el propio Franco hasta su muerte, en noviembre de 1975. En 1939
era evidente que Franco no deseaba implantar una dictadura militar transitoria, sino que pretendía
construir un nuevo orden político. El régimen franquista no tenía una ideología bien definida; más
bien, era una suma de una serie de componentes ideológicos derivados del pensamiento militar y
tradicionalista del siglo XIX: unidad del Estado, orden y jerarquía, a lo que se unía un intenso
catolicismo y un fuerte rechazo del comunismo y de todo tipo de asociaciones de izquierda.
1. FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS.
Se rechazaba toda idea de democracia, separación de poderes o pluralismo político. Se
concentraron todos los poderes en la persona de Franco, que adoptó el título de Caudillo, a
semejanza de otros líderes autoritarios europeos (Duce, Führer...). Franco era el jefe de Estado y,
durante muchos años, también el presidente de Gobierno, generalísimo de los tres ejércitos y jefe
nacional del partido único. Este nuevo sistema político centralizado era opuesto a las formas de
autogobierno regional. Por lo tanto, se abolieron los estatutos de autonomía republicanos y se
fomentó la marginación de la lengua y la cultura propias de Cataluña, País Vasco y Galicia. El
franquismo se inspiró en los regímenes fascista italiano y nacionalsocialista alemán. Se suprimió la
Constitución de 1931 y se prohibieron los partidos políticos y los sindicatos. La ley de Unidad
Sindical (1940) organizó los sindicatos verticales, encuadrados en la CNS, establecía que
empresarios y trabajadores se integrarían en un mismo sindicato por ramas de producción. Fueron
también rasgos del franquismo la represión y el control de los medios de comunicación, que estaban
sujetos a una rígida censura y eran utilizados como aparato de propaganda del régimen. Se
estableció una severa política represiva, que buscaba que el castigo a los vencidos fuese ejemplar,
y así prevenir y evitar toda oposición. De este modo, miles de personas sufrieron la cárcel, la
persecución, torturas o fueron ejecutadas. También se incitó a la población a que denunciasen a
las personas consideradas desafectos al régimen. Se trataba de difundir el terror entre la población
y de aplacar cualquier intento de disidencia. Fue un tiempo de miedo y de silencio, en el que las
personas ocultaban su pasado y no hablaban de política. El ejército fue el principal brazo ejecutor
de la represión, ya que, en los primeros años de la posguerra, la mayoría de las causas fueron
juzgadas por tribunales militares en Consejos de Guerra. A partir de 1963 se creó un Tribunal de
Orden Público (TOP) que inauguró una jurisdicción civil especial para juzgar los delitos políticos de
carácter no violento.
2. APOYOS POLÍTICOS Y SOCIALES.
La dictadura se sustentó sobre las llamadas “familias” del régimen: el ejército, la Falange, la Iglesia
católica, los monárquicos y clases sociales afines. El ejército garantizó la continuidad de la dictadura
y el control del orden público. Los militares desempeñaron cargos en la dirección y administración
del Estado. La FET y de las JONS fue el único partido legal en la dictadura. Con el tiempo pasó a
llamarse Movimiento Nacional incluyendo también: organizaciones de jóvenes, organizaciones de
estudiantes como el SEU (Sindicato Español Universitario) y también organizaciones de mujeres,
la Sección Femenina, cuya misión era la de formar a la mujer con sentido cristiano y
nacionalsindicalista. La Iglesia legitimó el régimen y colaboró con Franco en el control social y el
adoctrinamiento. Fijó los valores éticos y morales, y dominó la enseñanza. Los monárquicos,
carlistas y borbónicos, apoyaron el régimen con la esperanza de la reinstauración de la monarquía.
Las clases sociales afines fueron los terratenientes, empresarios, banqueros, la clase media rural,
y gran parte de los católicos y de la clase media urbana. La masa, apolitizada y desmovilizada,
aceptó el régimen franquista por convencimientos o por obligación.

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